LEV YASHIN, LA "ARAÑA NEGRA" *"El portero es el jugador que

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LEV YASHIN, LA "ARAÑA NEGRA" *"El portero es el jugador que
LEV YASHIN, LA "ARAÑA NEGRA"
*"El portero es el jugador que más sufre en el campo".
*"De niño siempre soñé en parecerme a Ricardo Zamora".
*"El de Marcelino en Madrid fue un bonito gol que nos costó
un titulo. Es quizá el gol que recuerdo con más amargura".
Serio, hierático, majestuoso como futbolista, siempre
enfundado en un uniforme negro. Es Lev Yashin, que logró
popularizar en todo el mundo su figura de araña. De "Araña
Negra".
Lev Yashin, casado con una comentarista política de Radio
Moscú, padre de dos hijas, es el futbolista más famoso fuera y
dentro de la antigua CCCP, siglas de la URSS (Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas), que él no llevaba en el pecho
cuando jugaba con la selección nacional, porque lo que llevaba
a la altura del corazón era la "D" del Dinamo de Moscú, su
club de siempre. Era su privilegio de figura irrepetible.
Moscú, mayo de 1971. Yashin quiere presentar a sus hijas al
cantante Rafael Martos "Raphael", cuya presencia en la
capital rusa causa estragos entre las quinceañeras. Por eso,
para que haga de introductor, me ha citado en el Hotel
Metropol, donde se aloja el popular artista español. Yashin se
presentó acompañado no sólo de sus dos hijas, sino también de
su mujer.
--Como miembro del Partido Comunista me han dado dos
entradas para el concierto de Raphael, pero he tenido que
cedérselas a mis hijas, porque de lo contrario me hubieran
sacado los ojos.
Raphael, que no entendía de fútbol, y que sólo acertaba a decir
que Yashin tenía las manos muy grandes, tuvo el gesto de
invitar al legendario futbolista y a su esposa al concierto en el
teatro Opereta, uno de los más populares de Moscú, a los que
llevó en su propio coche. Para satisfacción personal del
matrimonio Yashin y envidia de sus hijas.
Este detalle bastó para abrir algo el caparazón de "La Araña
Negra", un hombre al que había que sacar las palabras en
cuentagotas y que encima tenía los nervios de la despedida.
Porque faltaban tres días para que dijera adiós a su larga y
brillantisima trayectoria de futbolista. Con él se va toda una
época, una historia y una leyenda. A sus espaldas quedarán
ochocientos encuentros oficiales con su club, Dinamo de
Moscú, y setenta y ocho defendiendo la selección. Tres
campeonatos del mundo en su haber. Un cuarto de siglo de
actividad (Yashin nació en 1929 y comenzó a jugar en 1946) se
archivaba. Ley de vida.
--¿Qué representa para usted, Yashin, la retirada?
--Representa el momento más triste de mi vida. El decir adiós
definitivamente al fútbol activo será un poco mi muerte como
persona. Mi sueño era ser eterno en el fútbol, pero comprendo
que esto no puede ser.
Hablamos en la Sala de Trofeos que el Dinamo de Moscú tiene
en su estadio y donde figuran en lugares de honor los titulos de
Liga de 1936, 1937, 1940 y 1945, anteriores a la irrupción de
Yashin en el equipo, y los de 1949, 1954, 1955, 1957, 1959, 1963
y 1970 ya con Yashin en el mismo.
--De niño soñaba con ser como Ricardo Zamora. Siempre me
ha parecido un mito inalcanzable, del que me gustaba leer
cosas.
Yashin dice adiós al fútbol con una espina clavada en lo más
profundo de su personalidad: no haber logrado batir como
internacional el récord de partidos de Shesternev. Él, que ha
tenido todos los honores y condecoraciones posibles en la
URSS, no ha logrado, sin embargo, superar la cota de ochenta
y cinco actuaciones con la zamarra nacional que lleva el líbero
del CSKA de Moscú. En el Mundial 1970 de México, además,
Yashin pasó por la afrenta de ser suplente de Kavazaschvili.
Afrenta que aguantó con resignación, y quizá fuera éste el
motivo de la fulminante caída de Gawril Katchalin como
seleccionador. Para Yashin, sin embargo, tiene una explicación
sencilla:
--Cada entrenador tiene su método de trabajo y yo no podía
exigir el jugar. Aunque sufrí mucho en el banquillo, me
aguanté como deportista que soy. O que era, porque ahora
paso a engrosar ya la lista de viejas glorias del fútbol soviético.
--Del fútbol soviético, y del fútbol Mundial, porque a usted
Yashin se le considera uno de los mejores del mundo. ¿Qué
piensa usted al respecto? Yo no diría tanto, pero si opino que
todos los porteros somos muy buenos por el mero hecho de
ocupar este puesto en el equipo. Hace falta ser muy bueno
porque estamos solos contra otros diez que pugnan por
marcarnos un gol. El portero es el jugador que más sufre en el
terreno de juego, y sólo por esto se merece todos los respetos.
Yo no puedo ser una excepción en este sentido.
--¿Ha ganado usted mucho dinero en el fútbol?
--El necesario para vivir normalmente.
--¿Honores?
--El principal, haber defendido el fútbol de mi país.
--¿Mejor recuerdo?
--En 1963, cuando formé parte del equipo de la FIFA que actuó
en el estadio Wembley de Londres con motivo del centenario
de la Federación Inglesa de Fútbol. Me acuerdo que en este
mismo equipo estaban Di Stéfano, Puskas y Gento, tres de los
más grandes futbolistas de todas las épocas.
--¿Peor recuerdo?
--Cada derrota. Las derrotas me ponían enfermo de rabia. Los
goles que encajaba, también. Me acuerdo de todos los goles que
me han marcado, y en especial de los que significaban derrotas
importantes para nuestro equipo. El que me marcó Marcelino
en la final de la Copa de Europa de Naciones de 1964, en
Madrid, fue un bonito gol que nos costó un titulo. Quizá es el
gol que recuerdo con más amargura como portero, aunque
como profesional y deportista tenga que aplaudirlo.

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