JUAN SALSAMENDI, SACERDOTE , EDUCADOR, Y, ARTISTA
Transcripción
JUAN SALSAMENDI, SACERDOTE , EDUCADOR, Y, ARTISTA
JUAN SALSAMENDI, SACERDOTE , EDUCADOR, Y, ARTISTA DISEÑADOR, PIROGRABADOR, Y BELENISTA Quienes conocimos de adolescentes a Juan Salsamendi Mendizabal, (Donostia, 1931) en la Parroquia de San Vicente de la parte vieja donostiarra, nunca podremos olvidarnos de él. Su altura humana, su fuerte personalidad, y sobre todo su acercamiento al mundo de los jóvenes, hicieron que muchos jóvenes de San Sebastián nos fuéramos comprometiendo y enrolando en sus múltiples causas. El Submarino para adolescentes de la parte vieja, los Campamentos Juveniles Diocesanos de Urbasa, Muskiz,y, Artabia, el desembarco posterior en la Sociedad Cultural Recreativa Kresala de jóvenes y adultos, nos han desarrollado como personas y nos han construido como adultos en nuestro mejores y más floridos años. Todavía pervive un hermoso bajo relieve en hierro realizado por Salsamendi en Kresala. De él recordamos su atenta y continuada dirección espiritual en nuestros años mozos, tras nuestra entrada en el Seminario Diocesano, su moderna casulla pintada a mano, con las figuras de Cristo y de María, su enigmático cáliz de metal negro, de formas cubistas, así como el pie para el cirio pascual y el ambón de la palabra, de líneas también modernas que se instalaban ante el espectacular Retablo renacentista de Ambrosio de Bengoechea. Todo era fruto de Juan Salsamendi, al que admirábamos. Entre él y su hermana Angela, escultora reconocida en su momento, y de quien el Seminario de San Sebastián conserva en sus pasillos una cuidada cabeza de la Virgen María, decoraron su casa materna de la calle Churruca, con pinturas, murales y esculturas, que resultaban para nuestras miradas, curiosas y deslumbrantes. Y vinieron posteriormente, cuando su trabajo en la Curia Diocesana se lo permitía, su dedicación a la nada fácil técnica del Pirograbado (grabado con fuego) sobre diversos soportes de madera y chapas. Dedicación, fuerza y destreza, que había que demostrar quemando las entrañas de la madera, para hacer surgir de ella, infinitas líneas, y gamas de colores: ocres, amarillos, y naranjas, negro profundos y algunos restallidos casi blancos. La técnica del pirograbado exige gran dedicación y paciencia, gran atención y calma, para no pasarse en ningún momento de raya. Pues a decir verdad que lo conseguía, sobre todo en sus paisajes de formatos respetables de bosque y árboles centenarios, cubiertos de frondosidades y de ramas, en la reproducción de iconos religioso relativos a la Vida de Cristo y de su Madre, y a los amigos de Jesús, los Santos, que fueron presentados en diversas exposiciones en la ciudad, y, que llamaron la atención del público general, y del estudioso. Pero no contento con esto, Juan Salsamendi se ha volcado los últimos años en la construcción de Belenes, clásicos y modernos, inmóviles y articulados, tridimensionales y pirograbados, logrando algunas piezas que están en el imaginario artísticos y popular del País Vasco. Recordemos el Belén de la Plaza de Gipúzkoa con figuras geométricas pintadas y vestidas con materiales diversos de los últimos años. Su Belén articulado de la Marina de Hondarribia, con piezas que se mueven, trabajan, caminan, bailan, y se divierten, acompañadas de juegos de luz y sonidos susurrantes. Sus pirograbados de temas románicogóticos, o más modernos. Todo es posible en la mente creadora de este polifacético constructor de imágenes, entre reales y mágicas, históricas y surreales, autóctonas y fantásticas. Salsamendi ha sido además de SACERDOTE y NOTARIO DE LA CURIA DIOCESANA, un creador de sueños para niños y para mayores. A él le debemos nuestro agradecimiento y nuestro aplauso. Juan en tu IUBILEO, que seas muy feliz y que cumplas muchos años entre nosotros. ¡ZORIONAK! Edorta Kortadi Olano / Koldo Apestegui Cardenal / Imanol Sorondo Irigoyen