1 OUTPUT n° 5 Methodological recommendations on "peer education"

Transcripción

1 OUTPUT n° 5 Methodological recommendations on "peer education"
OUTPUT n° 5
Methodological recommendations on "peer education" activities.
A lo largo de este documento, se van a exponer una serie de recomendaciones
metodológicas necesarias para implantar actividades coeducativas o de “educación de
iguales” en un centro escolar determinado, con el fin último de prevenir la violencia de
género entre la población adolescente y joven. Y ello, en base a la experiencia y
resultados obtenidos de las intervenciones que, durante el pasado curso escolar, llevamos
a cabo en dos Institutos de Educación Secundaria de nuestra provincia.
Organización escolar.
En primer lugar, hemos de escoger los centros escolares en los que vamos a
implantar las actividades coeducativas. Y para ello, es conveniente conocer de primera
mano nuestra realidad y contexto local. Podemos contactar, en un primer momento, con
los responsables de las áreas o departamentos de educación del municipio, a fin de que
nos orienten sobre la programación o iniciativas más destacadas de los colegios de su
localidad para, de esa manera, poder incidir en los centros más sensibles o implicados en
la prevención de la violencia de género y en la educación en valores.
Este punto es clave para asegurarnos el éxito de la acción a emprender, pues la
predisposición del centro en colaborar en iniciativas de este tipo garantiza el óptimo
desarrollo de todas las actividades que vayamos a realizar con profesorado y alumnado.
Hay que tener en cuenta que se trata de una primera experiencia y, por tanto, hemos de
buscar las máximas facilidades posibles, ya que del éxito de esta primera acción puede
depender el éxito de futuras intervenciones en otros centros escolares adyacentes, en los
que será más fácil acceder si ya contamos con experiencias positivas en sus centros
escolares vecinos.
Una vez decidido el centro escolar en el que desarrollar la intervención, hemos de
concertar una entrevista con la dirección del colegio a fin de darnos a conocer tanto
nosotros, como el proyecto que pretendemos realizar. En dicha entrevista es
imprescindible contar con la participación del profesorado que, en principio, vaya a
intervenir con su clase en el desarrollo del proyecto, para así poder planificar un
calendario acorde con sus compromisos académicos ya adquiridos. Hemos de trasladar
que este proyecto no supone una carga de trabajo añadido para el profesorado pero que
su colaboración es fundamental para su óptimo progreso.
1
¿Qué hemos de obtener de esa entrevista de grupo con el profesorado implicado?:
-
un compromiso verbal de colaboración en el desarrollo del proyecto;
un calendario aproximado de intervenciones con asignación de funciones tanto
para el profesorado como para el experto;
el número de clases y de alumnos y alumnas que van a implicarse;
una visión clara de las características socioculturales de los grupos de alumnos y
alumnas participantes;
la experiencia del centro en iniciativas anteriores similares;
cualquier otro aspecto que consideremos imprescindible para nuestra futura acción.
Con todo ello, ya podemos tener una visión clara de cómo abordar y planificar el
documento de intervención que, una vez concretado y validado por el profesorado
implicado, ya sirve como herramienta del trabajo posterior que vamos a desarrollar.
Características socioculturales de las clases
Como ha quedado expuesto en el punto anterior, una de las cuestiones que
debemos conocer con anterioridad a la planificación de las actividades es la relativa a las
características socioculturales del centro, en general, y después de las clases en las que
vamos a intervenir, en particular. Conocer la diversidad cultural, fruto de las diferentes
nacionalidades de alumnos y alumnas del centro, y el nivel socioeconómico de las
familias, nos va a permitir planificar con mayor detalle la estrategia de intervención. El
choque intercultural es una barrera con la que nos podemos topar a la hora de desarrollar
una determinada dinámica grupal, pues la concepción de la igualdad y la consolidación de
los valores y los principios que nos rigen, no se concibe de la misma manera por todos los
grupos. De ahí que se tenga que hacer un doble esfuerzo, cuando nos encontremos ante
una clase en la que se dan tres o cuatro nacionalidades distintas correspondientes
también a culturas diferentes (oriental-occidental, por ejemplo).
En el caso de las intervenciones realizadas en los dos institutos de nuestra
provincia, en el marco del desarrollo del Perspective, tuvimos en cuenta las características
socioeconómicas y culturales de los municipios donde se encontraban ubicados, de forma
que, por ejemplo, en el caso del IES Mutxamel, de Mutxamel nos encontramos con un
10% de escolares europeos y en el IES Azorín, de Petrer con un 3,39% de escolares
iberoamericanos. Lógicamente, el choque intercultural se vio acentuado en el instituto de
Petrer, pues las diferencias con la cultura iberoamericana son bastante más patentes que
las que podamos tener con otros países del entorno europeo.
De igual manera, indagar sobre el nivel socioeconómico medio de ambas
localidades nos sirvió para definir aún más la estrategia a seguir. Así, tanto en un centro
2
como en otro, el nivel socioeconómico medio era el mayoritario, destacando como
sectores productivos, la industria del calzado, en el caso de Petrer, y la economía agrícola
y el pequeño comercio, en el caso de Mutxamel. Estos datos nos sirven también como
información complementaria a la hora de poder planificar otras actuaciones paralelas a las
del propio centro y que impliquen otros colectivos, como el caso de las familias a través
de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, por ejemplo.
Experiencia del centro.
Un punto importante a tener en cuenta a la hora de abordar las intervenciones, es
conocer la experiencia del centro escolar en iniciativas similares. Ello nos servirá como
punto de partida en la definición de la estrategia más adecuada de intervención. No es lo
mismo actuar en un colegio en el que tanto profesorado como alumnado ya tienen una
trayectoria definida en el desarrollo de actividades en prevención de la violencia de
género, como en uno en el que nunca se haya trabajado sobre estas cuestiones.
En el caso, por ejemplo, de los dos Institutos que participaron en el desarrollo del
proyecto Perspective, vemos cómo en ambos se venían realizando, desde hace años,
actividades conmemorativas del día 8 de marzo, “Día de las Naciones Unidas para los
Derechos de la Mujer y la Paz Internacional” y del día 25 de noviembre, “Día Internacional
para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”. A través de exposiciones, charlas,
video-forum, etc., los alumnos y alumnas de los dos centros habían participado
activamente en debates y análisis sobre la igualdad de género y sobre la prevención de la
violencia contra las mujeres, incidiendo especialmente en la educación en valores y en la
resolución pacífica de los conflictos como fórmula de prevención. Esa amplia trayectoria e
implicación en estas cuestiones es lo que nos ha permitido poder intervenir, con mayor
facilidad, en ambos institutos, en los que hemos contado con la máxima colaboración del
profesorado y la dirección.
Disponibilidad de la escuela y planificación con el profesorado.
Como punto de partida para la implantación de un proyecto coeducativo como el
que se trata, es necesario:
•
•
•
•
•
Que el ambiente sea propicio y las personas estén comprometidas.
Formar un equipo de trabajo y asumir responsabilidades.
Dotarse de medios: otras experiencias, publicaciones y formación.
Desvelar y denunciar la discriminación por razón de sexo.
Sustituir las prácticas discriminatorias por prácticas coeducativas.
3
•
•
Programar objetivos y actividades.
Evaluar el proceso y el resultado para instaurar cambios pertinentes.
Por tanto, lo idóneo sería que el proyecto coeducativo formara parte del Proyecto
Educativo del Centro Escolar. De esa manera, se asume una visión transversal, y el
compromiso de implantar la coeducación pasa a ser algo más que una declaración de
intenciones para convertirse en una formación académica reglada dentro de la
programación escolar del centro.
En ese caso, si el centro ya tiene en su programación incluidas determinadas horas
de formación en igualdad, podemos aprovechar dichos espacios predeterminados para
realizar las intervenciones junto con el profesorado implicado, ya que se daría el primero
de los requisitos anteriormente mencionados: que el ambiente sea propicio y las personas
estén comprometidas.
En caso de no contar el centro con formación en igualdad dentro de su proyecto
educativo, debemos hacer un esfuerzo por consensuar con el equipo de profesores el
calendario más óptimo para todos, sin solaparnos con la marcha prevista del centro. Por
ello, es importante que el contacto con los institutos se realice siempre al inicio del curso
escolar, ya que todavía no tienen cerrada la programación y es más factible poder cuadrar
el desarrollo del proyecto sin riesgo de entrometernos en su organización.
En cuanto al número de horas y de clases óptimas para el éxito del proyecto, ni que
decir tiene que va a depender del número de alumnos y alumnas matriculados en el
centro. Lo ideal es escoger una clase representativa correspondiente a la franja de edad a
la que nos dirigimos, de 14 a 17 años. En ese caso, seleccionaríamos, tal y como ya
hicimos en el IES Azorín de Petrer, una clase de 3º ESO (Educación Secundaria
Obligatoria), una clase de 4º ESO, una clase de 1º de Bachillerato y una clase de 2º de
Bachillerato.
Tener representación de todas las edades de nuestra población diana nos va a
permitir extrapolar los resultados a otras clases del mismo centro que correspondan a las
mismas edades, sin necesidad de intervenir en la totalidad de aulas.
En cuanto a la planificación de las horas de intervención con el alumnado y el
profesorado, y en base a nuestra experiencia, consideramos que las sesiones de trabajo
no deben exceder de las 2/3 horas, ni tener una duración inferior, por diversos motivos:
•
Sesiones muy largas pueden causar cierto rechazo entre los alumnos debido al
aburrimiento.
•
Sesiones muy cortas crean desinterés.
4
•
No se puede exceder de un número de horas determinado ya que el calendario
escolar está muy ajustado a los contenidos establecidos por la Consellería de
Educación.
•
Las edades a las que nos dirigimos se encuentran en los últimos cursos y tienen
obligaciones de estudio que no deben eludir.
Además, el desarrollo de esta experiencia se puede fijar en unas 20 horas de
intervención entre alumnado y profesorado cuya frecuencia ideal sería la realización una
sesión por semana.
La planificación con el profesorado requiere de tiempo para llevar a cabo las
reuniones que sean necesarias para determinar con exactitud las acciones a realizar y el
material que se ha de emplear en las clases. Se recomienda formar un grupo de trabajo
que estaría compuesto, en un primer momento, por los profesores de cada una de las
clases participantes y el experto para, en un segundo momento, una vez seleccionados
los “peer educator”, incluirlos en ese grupo de trabajo.
Conviene, además, involucrar de forma indirecta al resto del centro a través de la
elaboración de exposiciones, murales, charlas, etc. De esa forma, se implica al resto de
alumnos y alumnas en el desarrollo de acciones puntuales en pro de la igualdad de
género y de la prevención de la violencia contra las mujeres.
De hecho, en los dos institutos donde se ha desarrollado las intervenciones del
Perspective, se llevaron a cabo diversas iniciativas al margen de este proyecto y que
involucraron a todo el centro. En el IES Mutxamel, de Mutxamel, se llevaron a cabo
diversas charlas sobre la importancia de luchar por la igualdad de género y se produjeron
diversos murales, en unos casos, fotográficos y, en otros, con dibujos, conmemorativos
del día 8 de marzo, resaltando el papel de la mujer como agente de cambio social (por
ejemplo, las mujeres científicas). En el IES Azorín de Petrer, también los alumnos y
alumnas optaron por la creación de murales y paneles pero, además, se realizaron
representaciones teatrales destacando la idea de la corresponsabilidad doméstica como
fórmula de conciliación y de una mejor convivencia.
5

Documentos relacionados