La selección de alumnos no se elimina por ley
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La selección de alumnos no se elimina por ley
Editorial La selección de alumnos no se elimina por ley Hno. Jesús Triguero Juanes Presidente Nacional de Fide L os detractores de la Educación Particular están permanentemente argumentando que la Educación Municipalizada tiene resultados más bajos que la Educación Particular, porque los primeros no pueden seleccionar y están obligados a recibir todo tipo de alumnos, a diferencia de los colegios particulares que si pueden hacerlo, por lo que tienen mejores resultados. Esto provocaría discriminación y segmentación social, cuestión que ha animado a muchos a tratar de fijar por ley la prohibición de la selección de alumnos. Cuesta pensar que algún colegio que presenta un déficit financiero y tenga vacantes, se otorgue el lujo de negar el ingreso de nuevos alumnos que ayudarían a solventar su situación económica deficitaria, sino que más bien, promoverá la matrícula a todo evento, sin miramientos de ningún tipo: ni por el rendimiento académico del alumno, ni por la conducta anterior, incluso si presenta alguna discapacidad. Todo indica que esta sería la situación que viven quienes dicen aceptar todo tipo de alumnos, más que por la convicción de no discriminar. Esta situación constituye un gran distractor, debido a que no es una medida que mejorará la calidad de la educación, sino que sólo mostrará una distribución más homogénea de los malos resultados. También es un aspecto que se opone drásticamente con la proposición del Consejo Asesor Presidencial, de permitir la selección de alumnos a colegios subvencionados de alto rendimiento, para que sectores deprivados económicamente, puedan acceder a una educación de calidad. Apelando a estos mismo argumentos, nadie asegura si estos colegios de alto rendimiento alcanzaron buenos resultados, ya sea por una pedagogía de alto rendimiento o precisamente seleccionando alumnos, y que ahora se les podría otorgar la oportunidad de seguir haciéndolo por ley. Un colegio por muy inclusivo que sea, tendrá un límite en la aceptación de alumnos, fijado por el número de vacantes disponibles. Si las vacantes se agotaron, no tendrá más remedio que seleccionar, y no se trata de que el colegio esté negando el derecho de los padres a escoger la educación que quieren para sus hijos. No tiene otra oportunidad por falta de espacio físico, aunque su proyecto educativo diga que es inclusivo. No hay que olvidar que la selección de alumnos no es mala en todos los casos, es especialmente necesaria cuando se practica una discriminación positiva, como la experiencia que se observa en algunos colegios afiliados a FIDE, que atienden con mucha dedicación y entrega profesional a sectores de alta vulnerabilidad, que en caso de existir una ley semejante, no podrán continuar con esta cruzada. La selección de alumnos no es una práctica que se puede aplicar de buenas a primeras y bajo cualquier circunstancia. No selecciona el que quiere sino el que puede, y no así sin más, el que puede cuando quiera o cuando le venga en ganas, y aunque sea duro decirlo, sino el que tiene la oportunidad de seleccionar, y esta oportunidad está dada básicamente por dos factores: según el número de vacantes que tenga disponibles el colegio y si éste se financia o no. Pedagogía / Noviembre · Diciembre 2006 Nadie ha podido resolver el dilema que se presenta a los colegios que tienen más postulantes que vacantes. Para eliminar la selección de alumnos se han hecho varias propuestas, pero la que más se escucha en el último tiempo, tiene que ver con la idea de hacer un sorteo entre los postulantes. Aunque esta es una iniciativa cuestionable porque no contempla el proyecto educativo, no resuelve el tema de fondo, porque un conjunto de alumnos que optaron y desean estar en un establecimiento y no en otro, quedarán fuera. Ya no serían jóvenes discriminados sino perdedores. Como país, no nos sirve mucho decir que en Chile no hay alumnos discriminados ni seleccionados, porque son sorteados por ley. Resulta que el mismo número de alumnos que antes era discriminado por selección, ahora es excluido por sorteo. Necesitamos entregar educación de calidad a todos nuestros jóvenes y no buscar soluciones que nos dejen psicológicamente más tranquilos, pero igualmente con jóvenes excluidos. Todo indica que el problema central de la selección de alumnos es más bien una cuestión de espacio físico en las escuelas. La idea planteada por muchos de terminar con la selección de alumnos a través de la promulgación de una ley que la prohiba, no parece ser una solución viable. Si un colegio tiene 300 vacantes y postulan 1200 alumnos, no tiene otra alternativa que la de seleccionar. En cambio, si existieran cuatro colegios similares, nadie de los postulantes sería excluido y se resolvería sin más trámite el tema de la selección, de la segmentación social y de la discriminación que se atribuye a algunos colegios. La verdadera solución y donde no tendría sentido la selección, pasa entonces porque todas las escuelas sean de calidad. Si todas las escuelas lo fueran, no existiría la sobre demanda por algunos colegios, los cuales se ven obligados necesariamente a dejar un cierto número de alumnos fuera, ya sea por selección o por sorteo, puesto que no cuentan con el espacio físico disponible para atender a todos quienes solicitan ingreso. Editorial