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Argelia
Una relectura
De Sri Lanka a Argelia : el cambio no va por sí solo.
Hna. Thavamalar, nos comparte la relectura de su experiencia.
Cuando empecé a reflexionar, no pude
menos que mirar al pasado. El primer pensamiento que me saltó a los ojos fue la
ofrenda de mi misma cuando dije “Sí” al
Señor, fuente de toda vocación, y lo hice en
disponibilidad total. Por así decirlo, esto se
hizo parte integrante de mi vida desde mi
entrada al Noviciado, y a partir de entonces
ha ido ahondándose en las diferentes experiencias de vida.
Del artículo 36 de nuestras Constituciones :
“Enviadas también nosotras, y consagradas
a la misión universal, según nuestras prioridades, nos comprometemos a ella de un modo
específico en la Iglesia, entregando nuestras
vidas en disponibilidad total como María.
Nuestro dinamismo apostólico brota de la
Eucaristía.”
Cuando me enviaron por primera vez a la misión de
Tébessa, no tenía idea de lo que iba a hacer. Quería
ocuparme del jardín y de la cocina. Después pensé
que estaba perdiendo el tiempo viendo que podría
hacer otra cosa. ¡Había tanto quehacer en mi país,
enseñando la catequesis en las escuelas!, que me sentía desolada en mi misión cada vez que lo pensaba. Y
estuve tentada de volver a Sri Lanka, porque allí la
misión para las recién llegadas es muy clara. Luchaba
en mi interior diciéndome que no podía salir sola por
las calles de Tébessa o para ir al mercado. De hecho
había algunos hombres y jóvenes que cuchicheaban
detrás de mí “Kabrusha, kabrusha” (la negra, la
negra), y además había hombres por todas partes. Me
chocaba verles no hacer nada, bien vestidos, plantados en el café o en el ángulo de la calle, tratando de
examinar de pies a cabeza a los que pasaban. Era
terrible para mí salir a la calle, como también era
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FMM Lugar de Encuentro VII/32
terrible leer algo en francés, siempre con el diccionario. ¡Al final tuve que olvidarme del libro y acabar
con el diccionario!
Quedarme en Tébessa, se convirtió en una experiencia muy interesante con las personas. Me parecían
muy acogedoras, incluso se alegraban al ver a una
religiosa joven. Los que vienen a nuestra casa, de
entrada quedan sorprendidos: “¡Oh, una hermana
joven! Pero muchas veces me preguntan si de verdad
soy una hermana porque no soy europea. Me identifican como india. Es muy difícil explicarles dónde
está Sri Lanka, incluso a la policía. Les digo que Sri
Lanka está al sur de la India. Como les gustan las
películas hindus, me acogen muy bien. Algunos me
han propuesto casarme, pero imagino que esto le ha
ocurrido a alguna más de entre vosotras.
Expuse mi deseo de hacer algo. Recuerdo que cuan-
do algo no iba bien o me contrariaban, permanecía
silenciosa. Una hermana que era muy atenta se daba
cuenta en seguida, y discretamente venía a mi cuarto:
“Thava, ¿estás bien? Y trataba de contarme algo…
Verdaderamente estaba impresionada por sus gestos
de atención y comprensión. De ella aprendí a poner
todo lo mejor de mi misma para hacer felices a los
demás.
Un día le dije a una de las hermanas que querría enseñar inglés, pero ¿cómo podría ponerme en contacto
con los interesados? Sin decirme nada le vino una
idea excelente. Fuimos juntas a la salida de la escuela y caminamos codo a codo con los estudiantes. Era
como decir: “¡Mira todo lo que te espera! ¿no es
bonito?” Recuerdo que era el momento de descanso
de la hermana antes de volver a su trabajo en casa del
médico. A pesar de ello, empezó a correr, y yo detrás
de ella. Por fin encontramos tres o cuatro alumnos.
Hna. Jocelyne también encontró algunos chicos de
séptimo año. Empecé a enseñar, pero no tenía ningún
libro de inglés, y menos una gramática como punto
de referencia. Entonces, esta hermana me dio todos
los libros que tenía en inglés.
Otra hermana me hizo pensar en la posibilidad de
pintar y antes de despedirse me animó a que aprendiera. Entonces fui enviada a Chéchar donde he teni-
do experiencias muy bonitas de comunidad y de
encuentros. Y cual no fue mi sorpresa, después de un
tiempo empecé a enseñar a pintar a la hija de la que
me había enseñado. Tuve que pasar también por otra
experiencia: la policía me seguía continuamente para
controlarme y pronto me obligó a interrumpir mi formación, pero mis hermanas no se rindieron.
Continuaron corriendo a diestra y siniestra hasta
encontrar la persona adecuada que dio la autorización
de retomar mi formación. Debo decir que me sentía
feliz de poder continuar. Sin embargo, había algunos
chicos que me lanzaban piedras. Al principio lo tomé
como un juego, y evitaba encontrarlos cambiando de
ruta, pero un día me golpearon la cabeza hasta sangrar. Hablé con una hermana, quien informó a la
familia del chico y a partir de aquel día dejé de ser
blanco de sus piedras. Un día al volver de la
Asociación, vi al mismo chico en la esquina de la
calle, me dio miedo, pero en lugar de lanzarme una
piedra me ofreció un pedazo de pan con una gran
sonrisa. Y yo, confusa le dije: “¡Shukran!” (gracias)
Cuando el Tsunami golpeó mi país, todos se preocuparon por mi y mi familia. Todas las hermanas, sacerdotes y amigos de Tébessa rezaron por ellos. Después
de esta experiencia me sentí fuertemente impulsada a
entregarme a Dios con más fuerza.
Para terminar quisiera decir, que hubo momentos
en los que verdaderamente no podía comprender lo que Dios quería de mí.
Cuando miro hacia atrás,
me doy cuenta de que el Señor sabe lo que es mejor para cada uno.
Siguiendo a Cristo,
podemos reconocer lo que yo llamo una peregrinación pascual,
la cual nos pide reconcil iarnos con muchas cosas.
Necesitamos dejar nuestra vida en las manos y vida de Cristo,
convencidas de que Él puede hacer de nosotras lo que quiera,
dándonos capacidad para amar, tener una generosidad creativa,
y ser val ientes ante las dificultades;
en una palabra, ir con certeza allí donde nos pida nuestra misión.
Es Él quien nos conduce, está presente, y nos hace vencedoras.
Thavamalar Kanapathipillai, fmm
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Senegal
La Pouponnière (Casa Cuna)
de las FMM en Dakar
Desde 1955 las FMM están al cuidado de los niños huérfanos y desnutridos. En diciembre de 2008, inauguraron un local más amplio que les permite acoger a un mayor número de niños para cuidarles mejor sin tener
que darles de alta prematuramente.
La Navidad estaba a la
puerta y fue una gran alegría acoger a tantas personas en nuestra comunidad
fmm del Niño Jesús, que es
la casa de los niños.
¿Qué acontecimiento nos
reunía ese 19 de diciembre
2008?
Dos acontecimientos: el tradicional árbol de Navidad
para los niños y la inauguración del 2º piso de la
Pouponnière.
El deseo de prestar una
mayor asistencia a los niños que acogemos, finalmente se va a poder realizar. Sí, el proyecto nació en
el 2006. En aquella época tuvimos la alegría de la
visita de su majestad la Reina de España, Doña Sofía,
acompañada de la Secretaria de Estado de la
Cooperación Española, Srta. Leire Pajin, que realizaba su primer viaje a Senegal.
El proyecto consistía en agrandar la Pouponnière y
ampliar el espacio disponible para los niños, que
gracias a la ayuda financiera de la Cooperación
Española ya es una realidad. Hemos reconstruido y
arreglado el 2º piso del edificio principal para
duplicar la superficie y poder recibir más niños.
Hace unos meses sólo teníamos cabida para 50 y
ahora podemos decir que podemos acoger casi el
doble, es decir 80 niños que recibirán los mismos
cuidados, condiciones y atenciones, sin distinción
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social, pecuniaria o confesional.
En efecto, las Franciscanas Misioneras de María
desde 1955 están al servicio de esos pequeños huérfanos y abandonados. Su primer objetivo era “completar el trabajo sobrecargado de los servicios del
hospital que se veían obligados a dar de alta prematuramente a los niños en tratamiento de desnutrición
o Kwashiokors…” Aunque estén temporalmente
fuera de su ambiente, estos niños pueden ser visitados por sus familias todos los domingos.
Pronto se han unido a ellos otros niños huérfanos de
nacimiento y abandonados. Desde entonces, las hermanas siguen acogiendo a los niños sin distinción de
clase social. Este testimonio de caridad es muy apreciado por las familias sanguíneas o de adopción.
Después de 8 meses o un año en el centro, el niño está
ya lo suficientemente robusto
para regresar a su familia o para
insertarse en una nueva familia
adoptiva.
Sin embargo, aunque nuestra
alegría de hoy es grande, no
podemos olvidar la dura tarea
que nos espera, a causa de las
dificultades financieras y otras
que sin duda se multiplicarán.
A la inauguración asistieron las
FMM, la Ministra senegalesa
de la Familia y su delegación,
las madrinas de la Pouponnière,
la Cooperación española, y
otros amigos y conocidos.
Las hermanas continuáran
dando afecto a los bebés,
alimentándoles, vistiéndoles,
curándoles, y cuidándoles en
todo, de manera que
puedan
encontrar en nuestra casa amor, ternura y seguridad.
Para que la Pouponnière pueda seguir adelante, necesitamos la solidaridad de personas de buena voluntad,
para alimentar a los bebés, darles cuidados médicos y
medicinas, pagar los salarios del personal, el mantenimiento de la casa.
Agradecemos a todos los que nos están ayudando
actualmente. Por nuestra parte seguiremos haciendo lo mejor que podamos por el bien de los niños.
Clémence Marianne Diouf, fmm
Las hermanas continuarán dando
afecto a los bebés, al imentándoles,
vistiéndoles, curándoles, y cuidándoles
en todo, de manera que puedan
encontrar en nuestra casa amor, ternura
y seguridad.
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Ecos del Capítulo general 2008
Muniappa era Leproso
Durante el periodo de profundización del 2º
objetivo del Capítulo:
“Cómo vivir la kénosis de Cristo siendo
FMM, en fidelidad creativa y solidaridad
con el mundo que sufre”, se dio un tiempo
para compartir experiencias vividas:
- experiencias con relación a los que
somos enviadas;
- experiencias de solidaridad con el
mundo que sufre.
Cada grupo de trabajo presentó dos experiencias; todas ellas fuertemente significativas, en ellas se ve la vida que anima al
Instituto. Entre todas hemos tenido que
escoger solamente seis y son las que propondremos en los seis números de “Lugar
de Encuentro” de 2009.
Esta es la segunda experiencia.
India - Delhi
Cuando estaba en Bangalore, cada vez que pasaba
por la calle me encontraba con el Sr. Muniappa y su
amigo Lakshmanan, sentados al borde del camino;
tenían por delante un paño en el suelo, para recoger
las monedas que echaban los transeúntes. Muniappa
era un leproso. Sus pies y manos estaban desfigurados y vendados. Era amigo de todas las novicias.
Cada vez que pasaba por allí, juntaba las manos y me
brindaba una amplia sonrisa y yo le respondía de la
misma manera con otra sonrisa más amplia.
Un día me dijo: “Le voy a dar un nombre nuevo” y
me llamó: ‘Chinnamma’. Me quedé sorprendida porque precisamente es el apodo con que me llaman en
casa. De vez en cuando le daba algunas monedas y él
se quedaba contento; luego partí de Bangalore.
Después de unos años volví a Bangalore para una
reunión. Fui en busca de Muniappa al lugar donde él
se sentaba. ¡Qué alegría, allí estaba! En cuanto me
vio se puso de pie y me llamó: “Chinnamma”, yo le
agarré de las manos. Los dos nos miramos fijamente
a los ojos. Las lágrimas le caían por las mejillas. Le
di algún dinero y me dijo gracias. Incliné la cabeza.
Él puso sus manos heridas sobre mi cabeza y dijo:
“Que Dios le bendiga” y regresé a Delhi. Cuando
estoy pasando alguna dificultad, Dios me asegura que
continúa bendiciéndome por medio de Muniappa.
Recientemente fui a Bangalore para dos días. Busqué
a Muniappa pero no lo encontré. Sentí que mi corazón se encogía y dije: “Muniappa ya no existe”, y me
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FMM Lugar de Encuentro VII/32
C.G. 2008: Sr. Gemma Xavier trabajando
en el claustro.
acordé cómo me bendijo. Di media vuelta y de repente me pareció oír mi nombre a cierta distancia. Era
Muniappa que me llamaba. Me sentí un poco avergonzada porque era una zona muy concurrida y todos
estaban mirándome. Me apresuré hacia él y me sentí
contenta. Como tenía prisa, agarré un poco de dinero
para darle, pero él lo rechazó.
Me senté a su lado y le pregunté: “¿Qué pasa que no
quiere recibir dinero?” Mostrándome sus manos vendadas me dijo: “La vez pasada usted agarró mis
manos, era la primera vez que alguien me las tomaba
estando al borde del camino. Eso es suficiente para
mí.” Pero yo puse el dinero en sus manos y le dije
“gracias”. Él respondió “Dios te bendiga
Chinnamma”. Le dije adiós. Sus bendiciones continúan haciendo eco en mí.
► El fruto que he sacado de esta experiencia es que necesito percibir más allá
de lo que veo. Detrás de una conducta o
una apariencia externa hay una persona.
El pobre necesita nuestro respeto y agradecimiento.
Las personas a quienes somos enviadas
están esperando salvar su dignidad, para
saber que son dignos de ser amados y de
amar. Dios escogió ser pobre para expresar su amor por nosotros.
► La pregunta que me hago a mí misma
es:
¿Soy sensible a las necesidades de muchos
"Muniappas" (leprosos) dentro de mí, en
las comunidades, en la provincia y en
nuestra Misión?
¿Puedo rebajarme profundamente para
construir relaciones, tanto para recibir
como para dar?
C.G. 2008, 1 octubre,: Las hermanas de Asia preparadas para la procesión de entrada a la Eucaristía de acción de gracias en la elección
de Suzanne Phillips. Hna. Gemma es la primera a la izquierda.
¿Debo siempre ser yo la que da?
Gemma Xavier, fmm
“Como Francisco y Clara,
queremos discernir
la vía evangél ica
de la minoridad
en todas nuestras relaciones
como comunidad en misión,
tratando de crear espacios
para la reconcil iación.
La minoridad es lo que da
color y sabor franciscanos
a nuestro seguimiento
de Cristo;
es nuestra forma de vivir
la misión con Aquel,
que lava los pies a los demás
y se entrega,
para que conozcan la Vida en
plenitud (Jn 10,10)”
“La kénosis franciscana
se integra en tres movimientos:
desprenderse
(por causa del otro)
rebajarse profundamente
(movimiento hacia el otro),
y permanecer con
(conversación o sol idaridad
con el otro).”
“De esta manera
la kénosis franciscana
es un movimiento
que nos involucra
en la relación,
y no sólo en el acto
de desprenderse
sino en el
de recibir al otro en sí mismo.
La receptividad es integral
a la kénosis en la medida
en ésta es
un movimiento de relación”
Documento Capitular 2008, nota 7
Ilia Delio, osf, Documento de Trabajo
CG 2008, II.2.1.2
Doc. Capitular 2008, Introducción
marzo – abril 2009
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8.
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El Padre Johannes Freyer fmm, especialista en franciscanismo, actualmente Rector
de la Universidad Pontificia Franciscana
de Roma, “Antonianum”, y de los
Institutos académicos que dependen de
ella, como había colaborado con el
Consejo general antes del Capítulo, pasó
la mañana del 20 de septiembre en la Sala
Pía escuchando el informe del trabajo de
los grupos y los intercambios que surgieron
de los mismos. Por la tarde, elaboró su
ponencia alrededor de las 13 palabras, que
se repetían como un estribillo constante en
los informes de los grupos. “A partir de
estas trece palabras que vosotras mismas
habéis empleado, quisiera dar un pequeño
comentario franciscano a cada una de
ellas, para estimular nuestro debate y vuestra reflexión”.
A lo largo de este año, en ‘Lugar de
Encuentro’ retomaremos dos o tres de estas
palabras que marcaron el trabajo de las
capitulares y que nosotras también podemos “rumiar” con provecho.
El P. Johannes habló en italiano. Los textos
que os transmitimos han sido transcriptos
del texto registrado, pero no han sido revisados por el orador.
lob
a
li
z
a
ció
n
Trece palabras clave del C.G.
3. Pero para poder encontrar la apertura de nuestra identidad para tener el Espíritu, debemos ir a vuestra tercera palabra: contemplación-meditación porque, propiamente, la vida
contemplativa, la meditación, quiere abrir nuestra vida, nuestro corazón, nuestra mente al
Espíritu del Señor.
Ciertamente, la tradición franciscana conoce la oración bocal y los tiempos de la contemplación, y la meditación, pero esto no es lo más importante. Porque la contemplación y la
meditación en la tradición franciscana, es una manera de ser, una forma de ver, una forma
de escuchar, una forma de tocar, una forma de gustar…, es decir la meditación y la contemplación franciscana son una manera particular de usar todos nuestros sentidos y todas nuestras fuerzas para ver, no sólo la apariencia, sino ver la profundidad de las cosas, es decir,
escuchar y tocar no sólo la apariencia externa sino descubrir la profundidad de las cosas.
La meditación y la contemplación franciscana son una forma de usar todas nuestras fuerzas, todos nuestros sentidos, en la vida cotidiana, para descubrir en cada cosa la presencia
de Dios y así “Él está ahí”.
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Y ésta es la contemplación particularmente franciscana, descubrir este estar presente de
Dios en las cosas y en todos los acontecimientos de nuestra vida cotidiana. Descubrirlo
con todos nuestros sentidos, con todas nuestras fuerzas para poder estar unidos a Cristo en
la vida cotidiana.
FMM Lugar de Encuentro VII/32
Y aquí tocamos lo que esta mañana ha aparecido en una voz: la mística franciscana.
Descubrir que Dios está, no está ausente Dios, Él está. Hagamos lo que hagamos, lo triste o lo alegre que nos sucede en la vida… Dios está presente en el cansancio, en el dolor,
en el sufrimiento, en el llanto, en el gozo, en el entusiasmo…
Dios está, porque se ha Encarnado, en el verdadero sentido de la palabra, en nuestra vida.
Descubrir esta presencia es contemplación y meditación franciscana que, ciertamente, se
expresa con la alabanza a Dios, con la oración, con los tiempos de silencio…
4. Esta contemplación y meditación en la tradición franciscana, nos ayuda a conocer mejor
a Dios en su kénosis y en su minoridad: cuarta palabra que habéis usado.
La tradición franciscana distingue entre una kénosis externa de Dios y una kénosis interna de Dios. Esta mañana, cuando habéis hablado de la kénosis de Dios habéis hablado de
la kénosis externa, es decir, que Dios, en la kénosis de su Hijo, en su sufrimiento, en su
Pasión, se da completamente.
Pero la tradición franciscana reconoce, antes de la kénosis externa, una kénosis interna de
Dios. Me explico: a partir del Evangelio de Juan, se habla de que Dios Padre glorifica a
su Hijo y que el Hijo glorifica al Padre en el Espíritu. Ahora, pensemos profundamente
qué quiere decir glorificar: el Padre glorifica al Hijo, esto quiere decir que el Padre pone
en el centro al Hijo, quiere decir que el Padre se retira, que el Padre deja espacio y vida
para el Hijo… Esto es una kénosis. El Padre glorifica al Hijo; en este sentido, el Padre
expresa una cierta kénosis propia exaltando al Hijo.
Ahora “el Hijo glorifica al Padre”, quiere decir que el Hijo pone en el centro de su vida al
Padre; el Hijo se retira… somete su voluntad al Padre. De nuevo tenemos una kénosis del
Hijo en el Espíritu. La glorificación recíproca entre Padre e Hijo en el Espíritu, es una
kénosis.
Esta kénosis interna se expresa externamente en la vida del Hijo, porque el Hijo glorifica
al pecador, porque redime al pecador en la cruz; el Hijo glorifica al leproso, al ciego, al
cojo… porque los ayuda a sanar… La redención es un modo con el cual el Hijo glorifica
al hombre y a la creación.
Con esto por base, la tradición franciscana elabora la dignidad humana, los derechos
humanos, el significado de la persona, porque Dios, en su kénosis, nos glorifica, ya que
nos redime y nos salva. Por tanto, en la “sequela” = seguimiento de Cristo, de esta kénosis de la glorificación, en la tradición franciscana estamos llamados a glorificar junto a
Dios al otro, de manera particular al pobre, al excluido y a toda la creación.
De esta manera la kénosis, que en la realidad histórica se convierte en pasión, sufrimiento, muerte y resurrección de Jesús, expresa la kénosis profunda de la glorificación entre
Padre e Hijo en el Espíritu Santo. A causa de esto, el pobre, el excluido, el pecador tienen
gran valor a nuestros ojos, porque son estimados, amados y glorificados por Dios en su
kénosis.
marzo – abril 2009
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Rusia
Conferencia interreligiosa
en Rusia
sobre el problema del Sida
Moscú, 18 y 19 de noviembre; dos días llenos durante el encuentro interreligioso del territorio de la
Federación Rusa, con el fin de colaborar en la lucha contra el SIDA.
Es el segundo encuentro de este género; el primero tuvo lugar hace tres años. Este año fui
acompañada de mi colega Evgenia y una mujer
seropositiva de nuestro grupo de apoyo. Nos
reunimos el suntuoso hotel del célebre monasterio St.Danielov, donde está la residencia del
Patriarca Alexis II, que puso algunas de sus
salas a la disposición de los participantes.
En el primer día del encuentro participaron
representantes de altos cargos de las religiones
presentes en Rusia, comenzando por las tres
confesiones cristianas: el metropolita Kyrill,
representante del patriarca Alexis II, de la
Iglesia Ortodoxa, nuestro obispo católico
Pavel, y autoridades de las Iglesias protestantes: evangelistas, bautista, adventista del séptimo día; y entre las religiones no cristianas estaFrançoise Roussel fmm, con un sacerdote ortodoxo
ban representadas la comunidad judía de
y una religiosa ortodoxa de la Misericordia de Moscú.
Moscú y de Volgograd, los representantes de
las comunidades musulmanas de Kazan y de
Moscú y un representante de los budistas de Rusia. medad espiritual de la sociedad.
También asistieron representantes del Ministerio de
Salud Pública y Desarrollo Social, representantes de Durante el descanso, los intercambios interpersonales
la asociación de enfermos de Sida, y colaboradores fueron muy interesantes. Por el contrario, durante las
de organismos caritativos comprometidos en el comidas eran más limitados, ya que cada grupo se
reunía según sus costumbres y dietas alimenticias en
campo del Sida.
tres salas admirablemente organizadas.
Dicha jornada se dedicó a la presentación y explicación de cada religión/confesión, sobre su posición El segundo día fue dedicado a ‘mesas redondas’,
repartidas en cuatro grupos. Mi colega Evgenia y yo
clara frente al problema del Sida.
nos inscribimos en el grupo de cuidados paliativos, y
Unánimemente, los representantes de todas las nos invitaron a presentar nuestro trabajo. Las presenreligiones se pusieron de acuerdo en afirmar que taciones fueron seguidas de preguntas y debates
el Sida es el indicador indiscutible de una enfer- sobre lo trabajado en los grupos, que había sido rea20
FMM Lugar de Encuentro VII/32
Documento final:
Consta de declaraciones
concernientes a la
postura común
de las Rel igiones
frente al problema del Sida.
Plantea la afirmación
de la necesidad
de un cambio
de valores éticos
de la sociedad,
volviendo a los
valores morales
tradicionales rel igiosos,
como medio de prevención
para evitar ser seropositivo,
y la importancia
de información y formación
por parte de los mass media.
Subraya con fuerza
la necesidad
de un cambio
de acercamiento
a los enfermos de Sida...
Con los representantes de los budistas de Rusia
grupado por una secretaria, con vistas a elaborar un documento final.
El Documento final: “Decisiones de la conferencia interreligiosa
sobre el problema seropositivo – sida” fue firmado por todos los participantes y representantes de las Iglesias y religiones. Consta de
declaraciones concernientes a la postura común de las Religiones
frente al problema del Sida. Plantea la afirmación de la necesidad de
un cambio de valores éticos de la sociedad, volviendo a los valores
morales tradicionales religiosos, como medio de prevención para
evitar ser seropositivo, y la importancia de información y formación
por parte de los mass media. Subraya con fuerza la necesidad de un
cambio de acercamiento a los enfermos de Sida (lucha contra la
exclusión social y por la integración). Hace un llamamiento de apoyo
a los enfermos, a todos los niveles (material, moral, espiritual…)
El documento ha sido presentado a la Asamblea Nacional (la
Douma) y a otros organismos gubernamentales: hospitales, Centros
de Sida, Centros de Rehabilitación, etc… Por supuesto, no tiene
fuerza legislativa, pero esperamos que
tenga una gran influencia en la política
social del país, y que suscitará la toma de
conciencia necesaria entre los protagonistas
de este grave problema.
Françoise Roussel, fmm
El grupo de representantes católicos de Rusia
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