De la chapa a la hojalata

Transcripción

De la chapa a la hojalata
RELATO PARA ALUMNOS DE ESO
RELACIONADO CON LAS PAUTAS DE SEGURIDAD
EN EL AULA-TALLER DE TECNOLOGÍA
Este trabajo ha sido realizado con motivo del XIII Memorial Manuel
Pérez Rebanal de la Asociación de Técnicos Superiores de
Prevención de Riesgos de Cantabria. A fin de promocionar la cultura
preventiva a nivel laboral y social, la temática del mismo se centra
en la prevención de riesgos en el entorno escolar. Concretamente,
va dirigido a alumnos de Educación Secundaria Obligatoria, quienes
como alumnos de la asignatura de Tecnología, utilizan de forma
habitual herramientas, máquinas y materiales varios en su aulataller.
Idea original,
“nameless”*
redacción
e
ilustración
realizada
Octubre de 2013.
(*seudónimo del autor/a, datos originales en sobre adjunto,).
por:
Como cada martes, la profesora de Tecnología, Susana, comenzaba la clase:
- “¡Buenos días, chicos!. Hoy vamos a hablar de los distintos materiales
empleados en la industria. Algunos de ellos los utilizaremos a lo largo del curso para
llevar a cabo nuestros proyectos. Como sabéis, a partir de los diferentes tipos de
materias primas, y siguiendo unos determinados procesos, se obtienen los
materiales de uso técnico que conocemos: papel, plástico,…”. Aunque Susana era
una profesora muy simpática y sus alumnos le tenían gran cariño, resultaba
inevitable la distracción de algunos de ellos. Y es que, pese a la diversidad de
actividades y material audiovisual utilizado, ésta no era la parte más entretenida de
la asignatura.
Durante los días siguientes, Susana continuó desarrollando su unidad didáctica como de costumbre. Los alumnos fueron
conociendo las distintas formas de procesar los materiales y la maquinaria y herramientas empleadas para ello. Éste era un tema muy
importante, ya que al final de la unidad los alumnos tendrían que emplear algunas de
ellas para desarrollar su primer proyecto en el taller. Susana se empeñó a conciencia
en explicarles cuáles servían para cortar, cuales para unir,…incluso se las fue
mostrando a la vez iba explicando. Los alumnos las observaban y comentaban entre
ellos cuáles habían visto utilizar en casa.
- “Lo que sirve para cortar, no es para golpear”, insistía, a fin de que se
concienciaran de cuándo y cómo debían utilizarlas.
- “Esto es una cizalla o tijera para cortar hojalata. Como veis, es mucho más
fuerte de la tijera para cortar papel”, comentaba Susana.
- “Psss..., no es más que una tijera”, murmuraba Pablo, el alumno más
despistado de la clase.
Y así continuaron, hasta el día antes de comenzar su proyecto, ‘una máquina
de efectos encadenados’. Susana sabía que este proyecto entusiasmaría a todos sus
alumnos, pero antes debían tener claro algunas normas.
- “Como sabéis, es importante reciclar el mayor número de materiales posibles.
Por eso muchas veces utilizaremos hojalata de una lata de conservas para construir
operadores eléctricos, timbres,… También emplearemos tubos de cartón, tapones de
botellas,… Y así, construiremos un coche teledirigido, un puente levadizo o una
máquina de efectos encadenados, que será nuestro primer proyecto. Veréis que
trabajar en el taller puede ser muy divertido pero tenemos que tener en cuenta que al
manipular ciertos materiales y algunas de las herramientas que hemos ido viendo
debemos seguir unas normas de precaución para evitar cortarnos o clavarnos una
astilla. Recordad que cada grupo de trabajo tenéis un panel de herramientas del que
seréis responsables y un armario de ‘epis’, donde encontraréis guantes y gafas de
seguridad. Empecemos viendo las normas a seguir para cortar madera…”, explicaba
Susana.
- “¡Qué chapa nos está metiendo, como si no hubiésemos cortado nunca nada!”, refunfuñaba Pablo.
- “¡Yo tengo ganas de ir ya al taller! ¡Voy a hacer el mejor efecto dominó de la historia!”, le respondía entusiasmado Javier.
Nada más comenzar la clase del jueves en el taller, Susana se dispuso a repartir las instrucciones para la confección de una
máquina de efectos encadenados.
- “Aquí tenéis cartulinas de colores, tubos de cartón, latas y algunas canicas que os repartiré ahora. En el armario del fondo
tenéis clavos, chinchetas, clips, pilas y bombillas. También tenéis cable y elementos de conexión. No olvidéis que antes de nada, cada
grupo tiene que nombrar un coordinador que organizará y cumplimentará los documentos del proyecto, un responsable de
herramientas y material que asegurará que sólo utilizará las herramientas del panel de su grupo y que éstas volverán a su sitio una
vez se dejen de usar y otro de seguridad y limpieza que se encargará del orden y limpieza de su banco de trabajo y vigilará el buen
uso de las herramientas. Si descubre algún desperfecto en alguna herramienta me lo comunicará… Además, deberéis ir rotando los
puestos hasta que acabéis vuestro proyecto”, recalcaba Susana a la vez que les repartía las canicas.
- “Yo seré la coordinadora”, dijo rápidamente Laura.
- “Y yo la responsable de material, así que limpiarás tú Pablo”, añadió Sara.
- “¡No, yo no pienso limpiar! ¡Ni hablar! Eso deberías hacerlo vosotras. Yo seré el responsable de herramientas”, respondió Pablo.
- “¿Y por qué nosotras?”, contestó Laura furiosa.
- “Lo mejor es que empecemos ya, los demás grupos ya han comenzado con las rampas”, dijo Sara.
Rápidamente se pusieron manos a la obra, finalmente ésta era la parte que más les gustaba de la asignatura. Además llevaban
días pensando cómo ganar a Javier. Habían visto en un conocido programa de televisión algunas ideas que dejarían a todos con la boca
abierta.
- “Tenemos que hacer muchas rampas y canaletas. Y podemos hacer unos balancines para que la canica salte de un lado a otro.
Ah!, y también podemos poner una bandera que suba y una bombilla que se encienda cuando la canica llegue al final del recorrido. Ah!, y
también pondremos….”, animaba Pablo a sus compañeras.
- “Yo iré preparando algunas tiras con esta lata para hacer un pulsador”, añadía Sara.
El grupo estaba animadísimo con su proyecto, pero entre tanta emoción y falta de organización, comenzaron a acumular más y más
materiales sobre el banco de trabajo. Sara a penas tenía espacio entre tanto cartón y papel, y con tanto entusiasmo, olvidó ponerse los
guantes de seguridad. El caos comenzaba a ser insostenible.
Mientras la profesora Susana iba por los bancos supervisando el trabajo de otros grupos.
- “¡Ángela, por favor, recoge la mochila del suelo. Tus compañeros se pueden tropezar y caer!”, le recriminaba a una alumna.
De repente, y como era de esperar, Pablo se apoya sobre la mesa para
observar la inclinación de las canaletas. Justo encima de las cartulinas y papeles,
sin esperar que la pistola termofusible estuviese tapada con ellos.
- “¡Ahhhh, quema!”, gritó Pablo. Empujando con sus aspavientos a Sara, que
terminó cortándose la mano con los bordes de la hojalata.
Ante el asombro de toda la clase y las lágrimas de Sara, Susana tuvo que
suspender los trabajos para atenderla.
Pasado el susto durante el fin de semana, el martes Susana parecía molesta
en clase.
- “Creo que ahora mejor que nunca conocéis los riesgos de trabajar en el
taller. No debemos trabajar con miedo, os aseguro que puede ser muy divertido.
Pero para ello, hay que trabajar responsablemente. Ya vimos en clase qué medidas
teníamos que seguir para evitar accidentes, pero me temo que no han quedado claras. Por eso, ¡no trabajaremos más en el taller hasta
que no me demostréis que sabéis hacerlo de forma segura!. Así que he pensado que la próxima actividad será la investigación del
accidente de Sara…”, informaba Susana a sus alumnos.
- “Joooo.., eso no es justo”, murmuraban algunos.
- “Las causas por las que se produce un accidente pueden ser muchas, y conocerlas nos ayudará a que no se vuelva a repetir.
Primero, como en toda investigación, preguntaremos a la víctima y los testigos....”, explicaba Susana.
- “¿Cómo te cortaste?”, comenzaba Nuria.
- “Bueno,… ehhh,…. Yo estaba cortando la hojalata con la cizalla y el torno para hacer un pulsador, cuando de pronto Pablo me
empujó y me corté la mano”, explicaba Sara.
- “Pero entonces, estabas cortando hojalata sin guantes, ¿verdad?”,
interrumpió Susana. “¿Cómo hemos dicho en clase que debe manipularse la
hojalata?”
- “Debemos ponernos los guantes que tenemos en el armario de epis, utilizar
las tijeras para cortar metal,… ehh…, redondear los bordes para no pincharnos…”,
explicaba Samuel.
-“Ah, y también podemos proteger los bordes con cinta adhesiva”, añadía
Sonia.
- “¡Muy bien chicos!”, decía orgullosa la profesora. “¿Y por qué te empujó
Pablo?. Sabéis que la primera regla del taller es no hacer bromas mientras estáis
trabajando”, añadía.
- “No, yo no estaba bromeando… es que… no vi la pistola y me quemé… es
que…”, se excusaba Pablo. “Estaba debajo de las cartulinas y…”
- “¿Debajo de las cartulinas?”, le recriminó Susana. “¿Alguien puede
recordarle a Pablo cómo debe utilizarse la pistola?“, continuó preguntando.
-“Tenía que haberla dejado sobre su soporte, en un sitio visible, para que
cualquier compañero pudiera cogerla de allí sin quemarse”, le respondió Laura.
“Pero como es un desastre…”, insistía su compañera.
- “No, yo no estaba bromeando… es que… no vi la pistola y me quemé… es
- “¿No hemos dicho que es fundamental que mantengáis vuestro banco de
que…”, se excusaba Pablo. “Estaba debajo de las cartulinas y….”
trabajo ordenado y limpio?, ¿Quién era el responsable de seguridad y limpieza?”,
preguntaba.
- “Bueno es que… le tocaba a Pablo, pero nos dijo que no quería limpiar, que lo hiciéramos nosotras. Pero yo era la responsable de
herramientas”, decía Laura.
- “¡No!, el responsable de herramientas era yo”, respondía Pablo enfadado.
- “¡Laura, Pablo no tiene toda la culpa!. Tú eras la coordinadora y tenías que anotar el nombre de los responsables y hacerles
cumplir con sus tareas”, apuntó Javier.
- “Así que no tenías ningún responsable de seguridad y limpieza, aunque os dije que…. “, argumentaba con desánimo Susana,
quien comenzaba a darse cuenta que priorizando los contenidos del temario no había puesto suficiente empeño en las pautas de
seguridad. “Además os expliqué que el responsable de seguridad y limpieza no sólo tiene que limpiar, debe vigilar que todo el grupo utiliza
las epis y maneja de forma correcta las herramientas. ¿Comprendéis ahora la importancia de que el grupo sea responsable y organizado?.
Como estáis viendo si el trabajo en el taller no se hace de forma ordenada y segura podemos sufrir un accidente. Así que estoy
pensando….”
Durante los próximos días Susana se empeñó a conciencia con sus
alumnos en el tema de seguridad, organizando grupos y pidiéndoles que
investigasen sobre los posibles riesgos y las medidas de seguridad
empleadas al manipular madera, metal,… Cada grupo tendría que hacer
una exposición frente a sus compañeros.
Pasados los días, los alumnos habían trabajado duro y Susana ya se
sentía segura de volver de nuevo al taller y continuar con los proyectos.
Finalmente, todo fue un éxito. Los proyectos fueron ingeniosos, los
alumnos disfrutaron muchísimo realizándolos y lo más importante, no se
produjo ningún otro incidente.
Susana se sentía orgullosa de sus alumnos.

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