En la encrucijada. Mujeres adolescentes y jóvenes que no

Transcripción

En la encrucijada. Mujeres adolescentes y jóvenes que no
DATO DESTACADO 31
En la encrucijada
Mujeres adolescentes y jóvenes que
no estudian ni trabajan en América
Latina
DICIEMBRE 2013
31
EN LA ENCRUCIJADA. MUJERES ADOLESCENTES Y JOVENES QUE NO
ESTUDIAN NI TRABAJAN EN AMERICA LATINA
En el cuaderno “Soy lo que ves y no es: adolescentes y jóvenes que no estudian ni
trabajan en América Latina”1 publicado por el SITEAL, se ofrecieron indicios
suficientes para sostener que el trabajo de cuidado es la actividad principal de la
inmensa mayoría de los adolescentes y jóvenes caracterizados a través de las
estadísticas disponibles como aquellos que “no estudian ni trabajan”.
En este cuaderno se señala que este grupo de adolescentes y jóvenes está conformado
mayormente por mujeres que conviven con sus parejas, sus hijos, hermanos
pequeños, padres ancianos o abuelos. La sobre representación de las mujeres dentro
del grupo de adolescentes y jóvenes que no estudian ni trabajan vinculado con la
configuración de las familias en las que viven, puso de relieve la dificultad que
encuentran muchas mujeres para congeniar el desarrollo personal basado en la
educación, la participación activa en el mercado laboral y la conformación de una
nueva familia.
El propósito de este breve documento es ampliar la información sobre los
adolescentes y jóvenes que no estudian ni trabajan y de este modo enriquecer el
debate en torno a la persistencia de representaciones de género restrictivas que
traccionan hacia la distribución diferencial de roles entre varones y mujeres,
especialmente durante el proceso de conformación de una nueva familia.
El primer acercamiento a la información indica que la proporción de adolescentes y
jóvenes de entre 15 y 24 años que no estudia ni trabaja ronda el 15%. Al enfocar en las
brechas de género se constata que la probabilidad de que las mujeres se encuentren
en esta situación es cuatro veces más alta que la de los varones. El 6,5% de los
varones de entre 15 y 24 años no estudia ni trabaja, mientras que entre las mujeres
esta proporción supera al 23,4%.
1
Disponible en http://www.siteal.iipe-oei.org/sites/default/files/siteal_cuaderno_17_soy_lo_que_ves_y_no_es.pdf
EN LA ENCRUCIJADA. MUJERES ADOLESCENTES Y JOVENES QUE NO ESTUDIAN NI TRABAJAN EN AMERICA LATINA
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Gráfico 1. Porcentaje de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años que no estudia ni
trabaja. América Latina 18 países, cca 2010
25
23,4
20
15
14,9
10
6,5
5
0
TOTAL
VARONES
MUJERES
Fuente: SITEAL con base en Encuestas de Hogares de cada país
El análisis de la situación de los países indica que la proporción más alta de doble
inactividad oscila entre el 21 y 26% y se concentra en Centroamérica –El Salvador,
Honduras, Guatemala y Nicaragua-, mientras que en Venezuela y Bolivia se reduce a
menos de la mitad. En relación con las brechas de género, se mantiene la misma
tendencia en todos los países. La probabilidad de que las mujeres adolescentes y
jóvenes no estudien ni trabajen es muy superior a la de los varones. La amplitud
máxima de esta brecha se encuentra en México, Venezuela y Guatemala en donde la
proporción de mujeres que no estudian ni trabajan es siete veces más alta que entre
sus pares varones.
EN LA ENCRUCIJADA. MUJERES ADOLESCENTES Y JOVENES QUE NO ESTUDIAN NI TRABAJAN EN AMERICA LATINA
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Gráfico 2. Porcentaje de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años que no estudia ni
trabaja, por sexo y país
América Latina 18 países, cca 2010
45
42,1
40,3
40
37,4
33,8
35
30,7
30
26,9
24,0
25
23,9
21,6
19,3
20
16,0
22,8
19,7
18,6
15,8
Mujeres
15,9
15
15,7
13,4
12,2
9,9
10
Varones
6,3
5
3,1
9,7
8,2
8,1
7,8
6,4
8,2
5,9
4,3
5,9
6,2
7,1
7,5
4,3
1,8
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:7
,7
)
0
Fuente: SITEAL con base en Encuestas de Hogares de cada país
Estas distancias abrumadoras están alertando a simple vista sobre la existencia de
circuitos diferenciados en el proceso de estructuración de los proyectos de vida de los
varones y las mujeres jóvenes. ¿Qué incide en que una proporción mucho más alta de
mujeres que de varones rompa lazos simultáneamente con el sistema educativo y el
mercado laboral? Tal como fue mencionado anteriormente, la hipótesis más fuerte es
que entre una gran proporción de mujeres las tareas propias del sostenimiento de
una familia –invisibilizada por las estadísticas como trabajo- no logran congeniarse
con la formación profesional e inserción en el mundo laboral.
Esta afirmación se refuerza al observar que menos del 2% de los jefes y cónyuges
varones no estudia ni trabaja, en contraste con el 44% de las mujeres que se
encuentran en esa situación. Las situaciones más críticas se hallan entre las jefas y
cónyuges que residen en Honduras (72%) y Guatemala (69%) y las más bajas en
Venezuela (23%) y Uruguay (28%).
EN LA ENCRUCIJADA. MUJERES ADOLESCENTES Y JOVENES QUE NO ESTUDIAN NI TRABAJAN EN AMERICA LATINA
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A la vez, entre las mujeres la condición de jefas o cónyuges duplica la probabilidad de
que no estudien ni trabajen (en Bolivia la quintuplica), mientras que entre los
varones la adopción del rol de jefe o cónyuge en la familia, implica que la incidencia
de la doble inactividad se reduzca a menos de la mitad. En pocas palabras, esta
evidencia está señalando que el proyecto de formar una familia afecta la relación que
las personas establecen con el sistema educativo y el mercado laboral en forma
radicalmente diferente según se trate de varones o mujeres.
Gráfico 3. Porcentaje de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años jefes o cónyuges
que no estudia ni trabaja, por sexo y país
América Latina 18 países, cca 2010
VENEZUELA
23,3
0,5
URUGUAY
27,6
1,3
PERU
34,8
2,6
PARAGUAY
45,4
1,9
PANAMA
53,0
0,5
NICARAGUA
64,5
1,5
MEXICO
61,5
0,6
HONDURAS
71,6
3,0
GUATEMALA
69,4
1,4
EL SALVADOR
62,9
3,6
ECUADOR
55,9
0,5
REP. DOMINICANA
42,8
6,2
CHILE
43,5
1,4
COSTA RICA
45,3
0,5
COLOMBIA
45,1
1,3
BRASIL
BOLIVIA
Varones
39,4
0,5
ARGENTINA
32,5
1,7
0
Mujeres
37,1
2,7
10
20
30
40
50
60
70
80
Fuente: SITEAL con base en Encuestas de Hogares de cada país
El volumen de la carga de cuidado que conlleva el sostenimiento cotidiano de una
familia varía considerablemente según la etapa de su conformación. Uno de los
momentos de mayor demanda de tiempo de cuidado para un hogar es, sin lugar a
dudas, el nacimiento de un nuevo integrante en la familia y durante los primeros años
de su crianza. Por lo dicho anteriormente, no debe sorprender que la información
deje en evidencia una relación directamente proporcional y muy intensa entre el
volumen de las tareas de cuidado que enfrenta un hogar y la probabilidad de que las
mujeres que lo encabezan posterguen su formación y su desarrollo laboral de cara al
EN LA ENCRUCIJADA. MUJERES ADOLESCENTES Y JOVENES QUE NO ESTUDIAN NI TRABAJAN EN AMERICA LATINA
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cuidado del hogar y los niños pequeños. En efecto, más de la mitad de las mujeres
que encabezan los hogares con niños de 0 a 4 años no estudia ni trabaja y sólo el 1%
de sus pares varones se encuentran en esta situación. En los países centroamericanos
señalados anteriormente, a los que se suma México y Panamá esta proporción supera
el 65% y alcanza un punto máximo en el 76%.
Para reforzar esta afirmación basta señalar que entre las mujeres jefas y cónyuges
este comportamiento se reduce gradualmente a medida que los niños llegan a la
adolescencia, a tal punto que en esta etapa del ciclo de vida de las familias la
proporción de mujeres desescolarizadas y económicamente inactivas se reduce un
35%. La situación de los países es muy heterogénea. En Panamá y Perú la incidencia
de la doble inactividad entre las mujeres jefas o cónyuges se reduce en más del 70%
entre la primera y última etapa de la crianza de los hijos, mientras que en El Salvador
o Costa Rica la reducción no supera un dígito y en El Salvador y Venezuela, incluso,
aumenta.
Gráfico 4. Porcentaje mujeres adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años jefes o
cónyuges que no estudia ni trabaja, según edad del integrante menor del hogar y país
América Latina 18 países, cca 2010
90
80
76,3
72,2
68,9
70
70,8
70,7
67,2
65,3
60,5
60
57,0
48,1
50
0 a 4 años
13 a 17 años
56,2
53,1
51,3
51,0
64,7
59,4
53,0
51,7
51,2
48,1
44,9
40
43,3
41,2
40,4
38,5
36,8
34,9
33,5
29,6
30
26,1
29,5
26,3
26,6
24,9
18,6
20
10,5
10
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G
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LI
VI
A
0
Fuente: SITEAL con base en Encuestas de Hogares de cada país
Otro dato para subrayar es la comparativamente alta proporción de adolescentes y
jóvenes que no estudian ni trabajan entre las mujeres jóvenes que conviven con niños
de entre 0 y 4 años y son hijas del jefe del hogar. La incidencia de la exclusión
simultanea del sistema educativo y el mercado laboral entre estas mujeres cuadriplica
a la de sus pares varones, y más que duplica a sus pares mujeres que viven en hogares
en donde el niño menor es adolescente. Esta tendencia es especialmente marcada en
EN LA ENCRUCIJADA. MUJERES ADOLESCENTES Y JOVENES QUE NO ESTUDIAN NI TRABAJAN EN AMERICA LATINA
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Ecuador, Guatemala, México y Venezuela. Esto indica, nuevamente, que son las
mujeres quienes, aún siendo hijas del jefe, ven afectadas sus oportunidades de
continuar estudiando o insertarse en el mercado laboral, para absorber la sobrecarga
de tareas de cuidado que conlleva la presencia de niños pequeños en el hogar.
Ahora bien, es evidente que la condición de género se relaciona fuertemente con la
probabilidad de construir proyectos de vida exclusivamente enfocados en el
sostenimiento de la familia, la maternidad y la reproducción de la vida doméstica. No
obstante, esta relación es sustantivamente más intensa entre las mujeres que
interrumpieron sus estudios tempranamente. Es así que la proporción de mujeres
que no lograron ingresar al nivel medio, son jefas o cónyuges de hogar y no estudian
ni trabajan duplica a la de sus pares con alto nivel de instrucción. Es interesante
agregar que la relación entre nivel de instrucción y doble inactividad sólo se observa
entre las mujeres. La proporción de adolescentes y jóvenes varones que no estudia ni
trabaja se mantiene constante en menos del 2% independientemente de los logros
educativos alcanzados.
Gráfico 5. Porcentaje mujeres adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años jefes o
cónyuges que no estudia ni trabaja, según máximo nivel de instrucción y país
América Latina 18 países, cca 2010
90
82,7
82,7
78,9
80
71,8
69,8
70
74,2
74,1
78,1
75,3
Hasta primaria completa
73,4
Secundaria incompleta
66,6
65,0
63,9
62,3
59,2
60
Secundaria completa y más
65,8
62,2
59,4
58,7
57,3
55,0
53,1
48,1
50
52,1
50,0
49,0
48,1
46,0
45,9
43,5
47,8 43,2
40,5
39,9
39,1
40
34,5
40,6
38,4
37,9
32,8
29,9
30
27,3
20
26,4
36,8
34,7
31,8
34,3
30,3
27,4
26,6
25,0
16,0
15,8
8,3
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Fuente: SITEAL con base en Encuestas de Hogares de cada país
EN LA ENCRUCIJADA. MUJERES ADOLESCENTES Y JOVENES QUE NO ESTUDIAN NI TRABAJAN EN AMERICA LATINA
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En síntesis, la información analizada permitió subrayar una vez más que la
persistencia de representaciones tradicionales de género que asocian a las mujeres
indisolublemente con el ámbito privado del hogar, trae aparejada la priorización de
las tareas de sostenimiento y cuidado de una familia en detrimento de su
participación en el espacio público. Esta evidencia abre nuevas afirmaciones y
reflexiones. En primer lugar, permite enfatizar una vez más en que esta es la causa
subyacente de la dimensión actual que adquiere el colectivo de adolescentes y jóvenes
que no estudia ni trabaja en la región. A la vez, obliga a abrir el debate en torno al
modo en que la maternidad temprana opera como causa y consecuencia de la
interrupción de las trayectorias educativas exitosas para una importante proporción
de mujeres y fundamentalmente la dificultad que evidencian las políticas educativas y
laborales para igualar las oportunidades entre varones y mujeres de fortalecer la
autonomía económica y ampliar las redes de pertenencia a través de la inserción en el
mercado laboral.
En la misma línea, la evidente asociación entre el volumen de las tareas de cuidado y
la exclusión simultánea del sistema educativo y el mercado laboral lleva a reflexionar
sobre la acumulación de desventajas que afecta a las familias más pobres. En efecto,
los patrones reproductivos de los sectores sociales históricamente postergados se
caracterizan por tasas de fecundidad más elevadas, lo cual incrementa
sustantivamente el volumen absoluto del tiempo requerido para el cuidado de niños.
Paralelamente, el déficit de servicios públicos de atención y educación de niños
pequeños orientados a acompañar a las familias durante la primera etapa de su
crianza refuerza, tal como fue señalado en numerosas oportunidades a lo largo de
este documento, el retraimiento de las mujeres en el ámbito doméstico. Esta
situación amplía la brecha de oportunidades asociadas al nivel socioeconómico, en
tanto en contraste con las familias pobres aquellas que cuentan con recursos
monetarios, y en ellas las mujeres en particular, cuentan con la posibilidad de
resolver el déficit de cuidado por la vía del mercado, logrando de este modo congeniar
maternidad con desarrollo laboral.
Fuentes utilizadas
Argentina - EPH 2011 del INDEC, Bolivia 2011 ECH del INE, Brasil 2009 PNAD del IBGE, Colombia
2010 ECH del DANE, Costa Rica 2010 EHPM del INEC, Chile 2011 CASEN de MIDEPLAN, República
Dominicana 2011 ENFT del Banco Central de la Rep., Ecuador 2011 EESD del INEC, El Salvador 2010
EHPM de la DIGESTYC, Guatemala 2011 ECV del INE, Honduras 2011 EPHPM del INE, México 2010
ENIGH del INEGI, Nicaragua 2009 EMNV del INEC, Panamá 2011 ECH del DEC, Paraguay 2011
EIDH de la DGGEC, Perú 2009 ENH del INEI, Uruguay 2011 ECH del INE, Venezuela 2009 EHM del
INE.
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