DIA SEXTO: “¡A Ti misma una espada te atravesara el alma! a fin de
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DIA SEXTO: “¡A Ti misma una espada te atravesara el alma! a fin de
DIA SEXTO: DIA OCTAVO: “¡A Ti misma una espada te atravesara el alma! a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones” (Lc 2, 35). Señor, Dios de misericordia y de bondad, te suplicamos que nos perdones por las lágrimas y el dolor que hemos causarle a nuestras madres, especialmente a la Santísima Virgen María, ya que nuestra indiferencia, en ocasiones, puede ser más hiriente que los actos. Te consagramos, amado Padre, a todas las madres que sufren por sus hijos, para que las llenes de fortaleza y no permitas que sus hijos se pierdan en el vicio, la delincuencia y la indiferencia. Amén. Pide pos tus necesidades y ora por los niños que se encuentran en los orfanatos, para que el amor de Nuestra Madre del Cielo los llene de alegría y sane todas sus heridas. Padre Nuestro, Ave María (3) y Gloria. “Pero su madre dijo a los sirvientes: Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5). Amadísima Madre Nuestra, Virgen Sagrada María, Tú nos iluminas con tus palabras y con tu vida, enseñándonos que en todo debemos seguir la voluntad del Señor. Te rogamos que tomes nuestro corazón y lo protejas del pecado, para que no nos dejemos arrastrar por el mal; antes bien, Santísima Señora, instrúyenos para que, como Tú, anunciemos con amor y con alegría al mundo, que el camino de la vida es escuchar la Palabra del Señor y cumplir su santa voluntad. Amén. Pide por tus necesidades y ora por los que atraviesan necesidades y se sienten desesperados, para que la Divina Providencia les socorra la solución para sus dificultades. + Padre Nuestro, Ave María (3) y Gloria. DIA SEPTIMO: “Estando todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y lo besó efusivamente” (Lc 15, 20). Santísima Virgen María, Madre del amor perfecto, nos postramos ante tu Santísima Presencia dándote gracias por tu intercesión ante el eterno Padre. Perdónanos, Madre de bondad, por nuestras infidelidades al amor de Dios y por las reiteradas faltas a la llama del Espíritu Santo que habita en nosotros. Te rogamos que nos permitas volver con un corazón sencillo y arrepentido al Padre, diciendo como el hijo pródigo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra Ti”. Amén. Pide por tus necesidades y ora por todos los abuelos que son despreciados y abandonados, para que encuentren en la Virgen María la fuerza de sus vidas y la compañera que nunca abandona. + Padre Nuestro, Ave María (3) y Gloria. DIA NOVENO: “Apareció en el cielo un signo sorprendente: una Mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y tocada con una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Ap 12, 1). Reina del Cielo, Madre de Dios y Madre nuestra, hemos llegado al final de esta novena, en la que has caminado a nuestro lado, llenándonos de fuerza y de valentía para afrontar los retos de cada día. Te damos gracias, divina Señora, por tu generosidad con nosotros, rogándote que siempre nos tengas cerca de tu Santísimo Corazón. Te encomendamos con especial cariño nuestros proyectos, para que en ninguno de ellos el mal encuentre nido, y todo cuanto hagamos esté en consonancia con el amor del Padre. Amén. Pide por tus necesidades y ora por nuestros hermanos moribundos, para que el Señor perdone todos sus pecados y los acoja en su Reino. Padre Nuestro, Ave María (3) y Gloria. Tomado de Minutos de Amor No. 14 Julio 2015 NOVENA BIBLICA A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Patrona y protectora de los navegantes, transportadores y conductores “ El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor, Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por Él” 1 Juan 4, 8-9. +Nos Santiguamos y persignamos +Acto de contrición ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS: Amadísimo señor, Dios y Rey nuestro, te damos infinitas gracias por el don de nuestra vida y por todo lo que dispones en ella, de manera especial, Señor de bondad, te damos gracias por la Santísima Virgen María, Nuestra Señora del Carmen, ya que por su intercesión recibimos de tu bondad incontables bendiciones. Te consagramos, Padre todopoderoso, nuestros proyectos y necesidades, especialmente (se nombra la intención), para que hagas tu Santísima voluntad sobre ellos. No permitas que nos alejemos de Ti, y mantennos siempre aferrados a tu Corazón. Amén. ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA: Santísima Virgen María, Nuestra Señora del Carmen, bajo tu amparo nos acogemos confiados, con la tranquilidad de saber que no nos abandonas en ningún momento. Te rogamos, amadísima Madre, que no dejes de interceder por cada uno de nosotros ante tu adorado Hijo, de manera que siempre nos mantengamos fieles en su seguimiento. Te encomendamos con especial cariño, Madre del Cielo, a los transportadores, conductores, navegantes, pasajeros, pilotos, enfermos, pobres, encarcelados, perseguidos, huérfanos, desesperados y moribundos, para que tu santísimo manto los cubra y los proteja de todo peligro y les permita regresar con prontitud a sus hogares. Amén. DIA PRIMERO: “A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea, llamado Nazaret, a visitar a una Virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David. La Virgen se llamaba María” (Lc 1, 26-27). Santísima Virgen María, madre de los pobres y de los necesitados, en tus manos colocamos todas las mujeres que en el día de hoy se enteraran que van a ser madres, para que las bendigas y las protejas, de manera que encuentren en Ti su fortaleza y modelo para seguir. De igual manera, amadísima Madre, mira con benevolencia a los médicos y enfermeras que las acompañaran en el parto; dales tu amor y no permitas que la rutina enfrié sus corazones. Amén. Pide por tus necesidades y ora por los transportadores, conductores, navegantes, pasajeros y pilotos, para que Nuestra Madre del Cielo los proteja en sus caminos. Padre Nuestro, Ave María (3) y Gloria. GOZOS: ¡Oh María, Madre mía! ¡Oh consuelo del mortal! Ampárame y guíame a la patria celestial. Con el ángel de María, las grandezas celebren, transportados de alegría, sus finezas publiquen. ¡Oh María, Madre mía! ¡Oh consuelo del mortal! Ampárame y guíame a la patria celestial. Salve jubilo del cielo, de excelso, dulce imán; salve, bondad de este suelo y vencedora de satán. ¡Oh María, Madre mía! ¡Oh consuelo del mortal! Ampárame y guíame a la patria celestial. Quien a Ti ferviente clama, encuentra alivio en el pesar, pues tu nombre luz derrama, gozo y bálsamo sin parar. Oh María, Madre mía! ¡Oh consuelo del mortal! Ampárame y guíame a la patria celestial. De sus gracias tesorera, te ha nombrado el Redentor; con tal Madre mediadora, nada temas, pecador. ¡Oh María, Madre mía! ¡Oh consuelo del mortal! Ampárame y guíame a la patria celestial. Pues te llamo con fe viva, muestra, oh Madre, tu bondad; y mírame compasiva, con tus ojos de piedad. ¡Oh María, Madre mía! ¡Oh consuelo del mortal! Ampárame y guíame a la patria celestial. Hijo fiel, quiero imitarte en tu fe y en tu bondad. Y por premio siempre amarte y gozar de tu amistad. ¡Oh María, Madre mía! ¡Oh consuelo del mortal! Ampárame y guíame a la patria celestial. Con el rezo del Rosario te queremos invocar, y en el Santo Escapulario, te queremos recordar. ORACION FINAL: Santísimo Dios y Señor nuestro, te damos infinitas gracias porque nos permites realizar esta novena en honor de la Santísima Virgen María Nuestra Señora del Carmen. Te rogamos, amado Padre, que atiendas y despaches favorablemente nuestras intenciones, y que no permitas que vivamos de tu amor. Amén. DIA SEGUNDO: “En cuanto oyó Isabel el saludo de María, salto de gozo el niño en su seno; Isabel quedo llena de Espíritu Santo” (Lc 1, 41). Amadísima Virgen del Carmen, te damos gracias porque velas con amor continuo por nuestra salvación, protégenos del peligro y del pecado. Te rogamos, Santísima Madre, que infundas en nuestro corazón la alegría y la fuerza que te movieron a visitar a Santa Isabel, de manera que llevemos la alegría del Señor a toda persona con la que nos encontremos, y así, nuestro corazón salte de alegría y te proclame “Bendita entre las mujeres”. Amén. Pide por tus necesidades y ora por los enfermos, para que nuestra Señora del Carmen los conforte y fortalezca su esperanza en el Señor. Padre Nuestro, Ave María (3) y Gloria. DIA TERCERO: “Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento y dio a luz a su Hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue” (Lc 2, 6-7). Madre Celestial, mujer entregada a la voluntad del Padre, nos entregamos por completo a Ti, para que, como lo hiciste con nuestro Señor Jesucristo, nos tomes entre tus santísimas manos y nos des abrigo, protegiéndonos del frio del pecado y la oscuridad de la indiferencia. No permitas, amorosa Madre, que la luz de nuestra fe se apague, antes bien, robustécela y permítenos ser como Tú, personas entregadas al amor del Padre. Amén. Pide por tus necesidades y ora por los pobres y marginados, para que el amor de Dios, que no los abandona, les permita levantar la cabeza para enfrentar con amor, las luchas. + Padre Nuestro, Ave María (3) y Gloria. DIA CUARTO: “Cuando se cumplieron los días en que debían purificarse, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor” (Lc 2, 22). Madre de bondad y de misericordia, amadísima Virgen del Carmelo, te damos infinitas gracias por el “Si” que le diste al Padre, ya que por él hemos recibido a nuestro Salvador. Hoy, Madre de amor y de bondad, te consagramos a todos los padres de familia que acompañan a sus hijos en su preparación sacramental, para que los ilumines con tu ejemplo y les permitas comprender que ellos mismos deben dar testimonio de la fe que quieren dejar a sus hijos, tal y como lo hiciste Tú y San José. Amén. Pide por tus necesidades y pide por las personas que se encuentran privadas de su libertad para que la fe en el Señor los llene de fortaleza y les permita alcanzar su liberación. Padre Nuestro, Ave María (3) y Gloria. DIA QUINTO: “Al cabo de tres días, lo encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas. Todos cuantos le oían, estaban estupefactos, por su inteligencia y sus respuestas” (Lc 2, 46-47). Amada Madre del Carmelo, no tenemos palabras para agradecerte por el amor que nos tienes y por la dedicación con que nos cuidas, solo nos quedas ser agradecidos, con tigo y vivir conforme a la fe que nos has enseñado. Te rogamos, Madre de bondad, que bendigas a los niños del mundo entero que se preparan para recibir el Bautismo y la Sagrada Comunión, para que, con tu guía, asuman el llamado a la felicidad que tu adorado Hijo les hace, y no se dejen vencer por el desánimo o el antitestimonio de los adultos. Amén. Pide por tus necesidades y por los que son perseguidos por causa del Evangelio, para que el Señor los proteja y la Santísima Virgen María los conserve unidos en la esperanza. + Padre Nuestro, Ave María (3) y Gloria.