VERSOS DE CIEgO: pOLÉMICOS RECUERDOS
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VERSOS DE CIEgO: pOLÉMICOS RECUERDOS
Encuentro entre Carola Oyarzún, Héctor Noguera y Ramón Núñez La académica Carola Oyarzún conversa con Héctor Noguera -quien fuera El Huacho en el montaje original- y Ramón Núñez -entonces estudiante de actuaciónacerca de la puesta en escena de Eugenio Dittborn en 1961, estreno plasmado de polémicas y una partida a tropezones. Medio siglo después, Héctor Noguera vuelve a actuar en la nueva versión de Rodrigo Pérez, esta vez en el personaje de El Ciego. Escándalos, anécdotas y tropezones Carola Oyarzún: Versos de Ciego se estrenó en 1961. ¿Cuál fue el contexto de este montaje? Ramón Núñez: El estreno de Versos de Ciego se realizó en el contexto de una invitación al entonces Teatro de Ensayo de la Universidad Católica a una gira por Europa y la presentación de una obra chilena en el Teatro de las Naciones en Paris. La obra fue entonces escrita como encargo para ese festival. Se pensó en una obra que recogiera “lo chileno”, y la obra de Heiremans estaba 10 plasmada de religiosidad popular y de algo muy poético, una mezcla ideal para ser llevada a Francia. Sin embargo, en el estreno de la obra en Chile -que fue pocos días antes de partir-, el montaje dirigido por Eugenio Dittborn (con escenografía de Bernardo Trumper) se convirtió en un escándalo. El público se iba de la sala en la escena del prostíbulo, dejando el teatro prácticamente vacío. Se presentaron quejas a la Universidad, pidiendo que no fuera llevada a Europa. Tanta fue la polémica que Eugenio Dittborn citó a una conferencia de prensa antes de la gira con el objetivo de mejorar los ánimos, y no llegó ningún periodista; hubo un boicot por parte de la prensa. Es importante recalcar que nunca antes una compañía había ido de gira por Europa (salvo Raúl Montenegro con el monólogo El Prestamista en el Instituto Internacional del Teatro), razón por la cual el público de la época se ensañó tanto con esta gira. T E AT R O U N I V E R S I DA D C AT Ó L I C A VERSOS de CIEGO: POLÉMICOS RECUERDOS Versos de ciego, de Luis Alberto Heiremans. Dirección: Eugenio Dittborn. Teatro de Ensayo de la Universidad Católica de Chile, 1961. Autor imagen: René Combeau. Fuente: Archivo de Teatro UC versos de ciego T E AT R O U N I V E R S I DA D C AT Ó L I C A versos de ciego 1961, RETROSPECTIVA DE UN ESTRENO Héctor Noguera: Sin el apoyo del público y de la prensa, nos fuimos primero a Madrid a una temporada que fue todo un éxito. Fue una temporada larga, con tres o cuatro funciones por semana y con la sala llena siempre. Un día veníamos saliendo del teatro con Eugenio Dittborn y Luis Alberto “Tito” Heiremans, y se acercó un señor francés que se presentó como el director del Teatro de Las Naciones en París y que había venido a ver la obra hasta Madrid porque había recibido numerosas cartas de rechazo desde Chile pidiéndole cancelar la gira en Francia. Pero a él, la obra le pareció absolutamente digna de estar en el festival y dijo que estaban muy felices que asistiéramos. Ramón Núñez: La crítica en España fue muy buena, fue categorizada de increíble. Todo lo que habían vaticinado los críticos en Chile no se cumplió, e incluso el mismo Antonio Romero, crítico de la época, tuvo que tragarse sus palabras. Lo que sucedía era que la obra mostraba personajes populares que hablaban poéticamente, más bien cercanos al simbolismo que al realismo contingente en Chile, y eso el público chileno no lo entendió. Carola Oyarzún: Cristina Parado, investigadora teatral en España, recogió todas las críticas de la temporada de Versos de Ciego en Madrid y concluye que la recepción fue muy calurosa por los tintes de teatro medieval y tradicional de la obra, principalmente por el carácter cristiano que identificó mucho a los españoles. Ramón Núñez: Recuerdo que, para el estreno, hubo muchos problemas. Primero, que Heiremans no estaba en Chile, por lo tanto la escritura de la obra se hizo vía cartas que se demoraban entre veinte y veinticinco días en llegar, y ciertas escenas se reescribieron enteras en Madrid. Por otra parte, el personaje de 11 exactamente cómo decían cada texto, puedo entonar mis líneas tal cual y puedo entonar el texto de todos como los recuerdo. Me cuesta acostumbrarme a esta nueva puesta en escena, porque las voces suenan distintas y ese sonido del recuerdo que uno tiene adentro es muy fuerte. Recuerdo escucharle a Eugenio Dittborn que el día del estreno en Madrid era tal su nerviosismo que decidieron salir de la sala con Heiremans y escucharon un ruido ensordecedor. “Lo único que me faltaba era que se pusiera a llover”, dice, pero eran los aplausos del público. Carola Oyarzún: Ramón como espectador, ¿cómo recuerdas el estreno de la obra? ¿Qué te llamó la atención del montaje? Ramón Núñez: Yo no dudaría en ir a verla. Rodrigo es un excelente director, es muy diestro, maneja muy bien a los actores y los impulsa fuertemente a la creatividad. Creo que es una oportunidad única para que la gente conozca la obra de Luis Alberto Heiremans. A la sombra de La Pérgola de la Flores Carola Oyarzún: Y luego del éxito en Europa, ¿siguieron haciéndose más funciones en Chile? Ramón Núñez: ¡Se hicieron y no fue nadie! Héctor Noguera: En esa época se estaba dando La Pérgola de las Flores, de Isidora Aguirre. Era tal su éxito que el público sólo fue a ver esa obra. Ramón Núñez: Recuerdo que La Pérgola de las Flores se daba en el Teatro Caupolicán con filas de personas que daban vuelta a dos cuadras. Luego del éxito de Versos de Ciego y las críticas positivas de la gira en Europa, se decidió hacer una temporada en el mismo recinto y no funcionó en el público. Recuerdos de un actor y un espectador Carola Oyarzún: Me gustaría que hablemos del montaje de 1961. Héctor, en tu calidad de actor en el personaje del Huacho, y Ramón, en tu calidad de espectador. Héctor ¿de qué forma la obra va entusiasmando al elenco? ¿Cuáles eran los temas que te movilizaban como actor? Héctor Noguera: En primer lugar la búsqueda. En la obra están estos tres músicos que siguen una estrella, que buscan seguir algo, dar un sentido. Tienes que tener en cuenta que era una época en que el existencialismo tenía mucha fuerza. En Heiremans había un existencialismo cristiano, no porque él fuera religioso, sino 12 Ramón Núñez: En ese momento el Teatro de la Universidad Católica tenía una planta de actores permanente, por lo tanto significaba que los autores escribían para los actores. Para Mario Montilles, Silvia Piñeiro, Ana González, Elena Moreno, etc. El dramaturgo de ese tiempo percibía lo que cada uno de ellos podía hacer mejor y así escribía en función de él. Para el estreno de Versos de Ciego era aún estudiante de la Academia de Arte Dramático de la Universidad Católica, y entonces me causaba una impresión enorme ver a los mismos actores interpretar tantos roles distintos obra tras obra. Me acuerdo de Ana González en la escena del picnic, la comparaba con lo que hacía en La Pérgola de las Flores, porque también tenían varias escenas de amor, pero eran personajes tan distintos, aunque fuera la misma actriz, eso me dejaba muy sorprendido. T E AT R O U N I V E R S I DA D C AT Ó L I C A más bien porque le importaba la búsqueda del sentido. Pero no era una cosa mística o metafísica, era muy concreto. Yo como actor sentía fuertemente que era seguir la estrella, no perderse, que había que ser perseverante. Al Huacho -que era el personaje que interpretaba- se le cruza el amor. Ese encuentro le resulta muy fundamental porque hace que no esté solo, que pierda esa insatisfacción de la vida. Yo me acuerdo de esa sensación de insatisfacción a esa edad, sentir que uno no está completo, entonces cuando aparece el amor sientes que algo se completa, eso me movilizaba en la actuación. Carola Oyarzún: Al momento de realizar esta entrevista, los ensayos están recién comenzando. Hagamos el ejercicio de vaticinar sobre Versos de Ciego en el presente. ¿Cómo se imaginan la puesta en escena? versos de ciego T E AT R O U N I V E R S I DA D C AT Ó L I C A versos de ciego Don Melitón era interpretado originalmente por Enrique Heine, un gran actor, con una voz poderosa, y por un problema con su agente dejó el montaje, por lo que el personaje fue retomado por uno de los fundadores del Teatro de Ensayo, Teodoro Lowey, quien también dejó el proyecto por el poco tiempo de ensayo antes del estreno. Eugenio Dittborn llamó entonces al destacado actor Roberto Parada. Sin embargo el Rector de la Universidad pidió que lo sacaran del elenco por su posición política. Faltaban dos días para el estreno en Chile y Eduardo Naveda retomó el rol de Don Melitón. Héctor Noguera: La obra me parece un cuadro, una pintura de mucha belleza, de mucha naturalidad, es una oportunidad para que el público vuelva a maravillarse de lo simple, sin una justificación dramática, es un bello cuento campesino que no busca el conflicto psicológico, eso es muy atractivo de ver en esta época. Medio siglo después Carola Oyarzún: Medio siglo después del estreno de Versos de Ciego, el Teatro Universidad Católica decide remontar la obra de Heiremans en el contexto de su 70 aniversario en octubre del 2013, esta vez bajo la mirada y dirección del destacado director Rodrigo Pérez. A modo de guiño y homenaje al montaje de Eugenio Dittborn, Héctor Noguera es invitado nuevamente a ser parte de este nuevo elenco. Héctor, ¿cómo fue para ti el reencuentro con Versos de Ciego? Héctor Noguera: En el primer ensayo con Rodrigo Pérez, donde interpreto esta vez el personaje de El Ciego, se leyó la obra y empecé a recordar de manera muy mágica las voces de cada uno de los antiguos actores, incluyendo la mía. Yo tengo una fuerte memoria auditiva y me resultó tan raro escuchar a estos nuevos actores leer la obra. Esas voces antiguas quedan, recuerdo 13