locomotora minera y plan nacional de desarrollo - FARC

Transcripción

locomotora minera y plan nacional de desarrollo - FARC
LOCOMOTORA MINERA Y PLAN NACIONAL DE DESARROLLO; ¿HACIA
DÓNDE JALA LA MAQUINITA?
La “locomotora” minero-energética ha sido la gran esperanza económica
de los últimos gobiernos. La supuesta jalonadora del resto de las ramas de
la economía, más que locomotora parece ser una pequeña maquinita que
lleva la economía hacia un abismo económico, social y ambiental. Los
grandes descuentos tributarios y desregulación de la explotación de este
sector, han elevado la inversión extranjera directa en 486.4% y 664% en
relación con el año 2002 para petróleo y minería respectivamente. Gracias
a estas facilidades, a agosto de 2011 se habían entregado 9000 títulos
mineros (4% del territorio nacional) y había 20000 solicitudes en trámite
(20% del país).
Mientras de un lado se incrementa la inversión y explotación, que elevan a
su vez el impacto socio-ambiental, del otro se reduce la recaudación
relativa de ingresos por parte del Estado, y por tanto, de las comunidades
que han tenido posesión de estos recursos históricamente. Como ejemplo,
las empresas petroleras pagaron $5.5 billones de pesos de impuestos sobre
la renta, pero a su vez recibieron deducciones por $20.5 billones para el
año 2010. A nivel latinoamericano, Colombia es el país que menos ingresos
recibe por este tipo de explotaciones con sólo un 16%; mientras México
recibe el 100% y Chile un 55%. Las regalías del carbón y el oro siguen
siendo del 10% y 4% respectivamente, sin importar que el precio del
primero haya subido un 400% y el del segundo un 500%. Contrario a lo que
se podría pensar de una supuesta bonanza minera, donde países como
Noruega y Chile han logrado crear fondos de US$520.000 y US$25.000
millones respectivamente; Colombia, debe el 52% del PIB al resto del
mundo.
Una capacidad de autoabastecimiento de combustibles fósiles hasta 2019
(según los estudios más optimistas); una fuerte apreciación del peso que
golpea los sectores más productivos de la economía y una desregulación
socio-ambiental marcada, deja un panorama de pobreza, hambre y
contaminación, acarreados por la tan cacareada “locomotora”.
1
LOCOMOTORA MINERA Y PLAN NACIONAL DE DESARROLLO; ¿HACIA
DÓNDE JALA LA MAQUINITA?
Por: Un barequero
Bloque Iván Ríos de las FARC-EP
Generalidades
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2010-2014 “Prosperidad Democrática” está
fundamentado en tres áreas básicas, de las cuales la correspondiente al desarrollo
económico del país es definida como “Crecimiento Sostenible y Competitividad”, un lema
que desde su título es bastante contradictorio.
Este apartado del PND, comienza planteando la necesidad del crecimiento económico
como premisa fundamental del incremento del bienestar económico en el país,
justificando de entrada la búsqueda de este a como dé lugar; a sabiendas que el
cumplimiento del mencionado prerrequisito no es de ningún modo garantía del
incremento de los niveles de bienestar económico, y mucho menos es este último
consecuencia directa del primero. Muestra clara de lo anterior pueden ser los niveles de
crecimiento alcanzados por Colombia, y en general, por casi todos los países de América
Latina en la última década, que contrario a la premisa expresada, en un principio han
incrementado los índices de concentración de la riqueza, y por tanto, reducido el
bienestar de la población de esta región del hemisferio.
La idea del Plan, es alcanzar un crecimiento sostenido del 6% anual como mínimo, el cual
se piensa lograr a través de la implementación de tres ejes fundamentales: Innovación;
Política de competitividad y de mejoramiento de la productividad; y la dinamización de los
sectores “locomotora” que lideren el crecimiento y la generación de empleo. Este último
eje, es el que haciendo honor a su nombre debe cargar con el peso de las metas de
crecimiento propuestas y es particularmente una de las “locomotoras” la encargada de
garantizar dicha cifra.
Las tan mencionadas “locomotoras” definidas para soportar la propuesta son1: nuevos
sectores basados en la innovación, el sector agropecuario, la vivienda, la infraestructura y
1
“Se estima que, en los próximos cuatro años, las cinco locomotoras incrementarán el
crecimientoeconómico del país en 1,7 puntos porcentuales por año, reducirán la pobreza durante el
2
el sector minero-energético. Esta última “locomotora”, quizás dejada al final para que
empuje todo lo demás, es la principal apuesta para la lograr los objetivos propuestos, pero
además, es la más controvertida por los impactos colaterales de diferente índole que
genera.
Para finalizar la introducción al desarrollo económico del plan, este caracteriza cada uno
de los sectores “locomotora”, planteando en el particular de la “locomotora” mineroenergética:
“El sector minero‐energético representa la oportunidad que tenemos de aprovechar de
manera responsable nuestra riqueza de recursos naturales para generar crecimiento
sostenible y mayor equidad social, regional e inter‐generacional. Las elevadas
proyecciones de producción de petróleo y carbón para los próximos años, las estimaciones
al alza de los precios internacionales de la canasta minero‐energética y la creciente
actividad de exploración en el territorio nacional, muestran claramente el papel crucial que
tendrá este sector en la economía colombiana en los próximos años. Ahora bien, con el
desarrollo de los sectores minero‐energéticos, viene atada una enorme responsabilidad de
gestión ambiental. El desarrollo de esta locomotora no puede ir en contravía del desarrollo
sostenible del país y de su conservación para las próximas generaciones.”
Esta caracterización que se hace del sector minero-energético, muestra como sobre sus
ruedas recae la consecución de los objetivos de crecimiento trazados en el Plan y
adicionalmente devela la farsa que trae detrás de sí, pues como se presentará a
continuación la explotación de este sector no es responsable, ni sostenible, ni equitativa y
mucho menos cuidadosa con el medio ambiente.
1. Locomotora minero-energética
El impulso que ha tomado el sector minero-energético en la economía del país es bastante
evidente, convirtiéndose en 2009 en el destino del 80% de la Inversión Extranjera Directa
(IED) que recibe el país y aportando más de la mitad de las exportaciones que realizó
Colombia para ese mismo período. De igual manera, las exploraciones y explotaciones de
petróleo han crecido permanentemente, llegando a la producción de 785000 barriles de
petróleo diario (un 48.3% más que en 2006)2.Estas cifras que no son nada extraordinarias
en el marco del ambiente económico internacional, son tomadas como base del análisis
cuatrienioen cerca de un 1,2% y la indigencia en cerca del 1,0%, y adicionalmente disminuirán la tasa
dedesempleo en 26 puntos básicos por año.”
2
En relación a los valores de IED para 2002 el sector petrolero creció a 2009 un 486.4% y el sector minero un
664%.
3
que propone aprovechar una supuesta coyuntura en el sector, para alcanzar las metas
trazadas dentro del Plan.
Como muestra el gráfico 1, el sector minero no había sido gran receptor de IED hasta
finales de la década de los noventa, es sólo hasta principios del presente milenio que
comienza a sentirse una fuerte llegada de capitales internacionales al sector tras las
facilidades económicas e institucionales brindadas, teniendo su máximo nivel el 2009
donde ingresaron 3025 millones de dólares en inversión a este sector. Aunque el petróleo
siempre ha tenido algún nivel de IED tiene un comportamiento muy similar al minero,
mostrando un claro incremento tras las reformas realizadas para la proliferación de este
tipo de inversión. Lo que no se puede pasar por alto es que aunque el crecimiento de la
IED es más alto en estos sectores, sólo hasta finales de 2009 estos lograron superar los
niveles de IED del agregado de los demás sectores de la economía.
Gráfico 1: Inversión extranjera directa en Colombia 1994-2010
IED en Colombia
12000
Millones de dólares
10000
1. Sector Minas y Canteras
(incluye Carbón) MUS$
8000
2. Sector Petroleo MUS$
6000
3. Sector Electricidad, Gas y
Agua MUS$
4000
4. Otros Sectores MUS$
2000
5. Total MUS$
-2000
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
0
Fuente: DANE. Otros sectores incluyen las demás ramas del PIB que han tenido IED
La forma en que se impulsará este sector para convertirlo en la gran locomotora
propuesta, es a través de una serie de reformas que se cree harán crecer el sector de
manera permanente. Esto es, el desarrollo institucional y normativo a lo largo de la
cadena productiva; formalización de la producción y erradicación de la extracción ilícita de
minerales; incremento del conocimiento del subsuelo para conocer los recurso allí
presentes; expansión y acceso a infraestructura que minimice los costos de transporte;
4
mejoramiento de la relación gobierno-industria y regulación social ambiental que reduzca
el impacto productivo.
Todas estas reformas van encaminadas a construir un panorama lo más favorable posible
a la IED, permitiéndole facilidades financieras para el movimiento de grandes cantidades
de capital; altos márgenes de ganancias tras las exenciones tributarias y minimización de
los costos de transporte por la disposición de infraestructura; erradicación material de la
pseudo-competencia (léase mineros artesanales) y disponibilidad de estudios para
discriminar los objetivos de la inversión. A lo que se le debe adicionar, la explotación de un
recurso totalmente rentable, con altos niveles de demanda y de precios a nivel
internacional.
De esta manera las metas propuestas para el 2014 en este sector se pueden resumir en la
tabla 1, donde sobresalen el incremento de la producción diaria de petróleo en 43.3%, la
producción anual de carbón en 69.8%, la producción anual de oro en 50% y la reducción
en el tiempo del trámite para la otorgación de títulos mineros en el 82.5% (424 días).
Tabla 1: Metas sector minero-energético al 2014
Fuente: PND 2010-2014 “Prosperidad Democrática”
5
En el sector minero, las metas se circunscriben a los objetivos trazados en el Plan Nacional
Para el Desarrollo Minero. Colombia País Minero 2019. Donde en primer lugar se excluye
al Estado de la participación del negocio minero debido a que “…históricamente ha
actuado como administrador y mal empresario minero…” Por esto ahora se le determina
explícitamente en base a la doctrina neoliberal como “…facilitador y fiscalizador del
desarrollo de los proyectos mineros, al tiempo que incentiva en forma eficaz y
contundente la inversión privada”.
De la misma forma en este Plan se establecen como objetivos del sector; duplicar la
producción actual de carbón; cuadruplicar la producción de metales preciosos; convertir al
país en uno de los tres principales destinos de la inversión minera en América Latina;
incrementar el área de exploración minera en tres veces la actual; optimizar el proceso de
contratación minera y atención al cliente, aumentar el conocimiento del subsuelo e
incrementar el PIB minero por encima del latinoamericano.
2. ¿Locomotora o maquinita? ¿Jalando para dónde?
Aunque todos los sectores de la economía tienen algún tipo de impacto sobre diferentes
variables, el sector minero-energético es quizás el que mayor número de variables afecta;
desde distintos indicadores económicos hasta índices geofísicos, ambientales y sociales.
Esta particularidad del sector, sumada al gran desarrollo que ha venido teniendo en el país
y la gran prioridad que se le ha dado desde los planes de desarrollo económico como
gestor del crecimiento en los próximos años, ameritan un análisis un poco más detallado
de los impactos que traerá sobre estas distintas variables, y en general, la forma en que
estos se manifiestan en la cotidianidad del pueblo colombiano.
-
¿Por qué es esta la mayor “locomotora”?
La demanda de este sector ha seguido creciendo constantemente
a pesar de la ralentización de la economía mundial, pues son
elementos básicos para diferentes fines, empezando con el
petróleo y el carbón que son la principal fuente de energía en el
mundo (más ahora con la crisis nuclear desatada por los eventos
de Fukushima) pero que tienen una oferta limitada por ser un
recurso no renovable; y terminando por el oro, platino y piedras
preciosas, que igualmente limitados, se han convertido en la principal fuente de reserva
de valor, debido a que ninguna moneda a nivel internacional parece estar lo
suficientemente fuerte para ser garantía de preservación de riqueza.
6
Si bien el sector más dinámico a nivel internacional ha sido el minero-energético, no hay
razón para que estos gobiernos quieran acabar con el corral, el nido, los huevos y la gallina
de los huevos de oro; sólo por lograr tan sobreestimada meta de crecimiento bajo las
condiciones económicas actuales a nivel mundial. El objetivo propuesto no les da derecho
a golpear de manera contundente los demás sectores de la actividad económica, y mucho
menos, a reducir el empleo; a impedir que las demás generaciones gocen de un recurso
que es propiedad del pueblo colombiano y está siendo expropiado por multinacionales; a
impedir el desarrollo de tecnologías limpias de explotación; a acabar con los bosques, ríos,
flora, fauna y gran parte del patrimonio ambiental y social del país.
Las otras razones que incentivan tan remarcado empeño en explotar este sector pueden
encontrarse fuera de las fronteras del país, ya que este es un proceso global que afecta a
muchos de los países latinoamericanos, y en general, en vía de desarrollo. La creciente
demanda de recursos energéticos y minerales no renovables, es una clara muestra de la
escasez de materias primas que vive la economía mundial, la cual ha incrementado el
precio de estos productos de manera constante, elevando la rentabilidad de los proyectos
minero-energéticos, y por tanto, aumentando la explotación de estos recursos a nivel
internacional.
Mina de cobre de Chuquicamata, en Antofagasta, Chile
Las multinacionales han hecho toda la cantidad de maromas necesarias desde los
gobiernos de los países desarrollados, con el fin de lograr ingresar a los países en
7
desarrollo a explotar recursos minero-energéticos con condiciones bastante favorables,3
que permitan maximizar sus ganancias tras reducir sus costos y encontrar unos precios
elevados que incrementan sus ingresos. Países como Chile, México, Perú y Bolivia, además
de Colombia, son los principales destinos de estas multinacionales, que al llegar
incrementan la IED, elevan las exportaciones y generan altos índices de crecimiento
económico, pero que en ningún momento incrementan el empleo, reducen la pobreza o
elevan el bienestar. Más bien, dejan en el mediano plazo pobreza generalizada,
destrucción de la estructura económica y un gran impacto social y ambiental por la
explotación intensiva de estos recursos.
Es así como la gran “locomotora” no es ni una gran perspicacia de los últimos
gobernantes, ni el mejor negocio que nos han podido proponer los países desarrollados;
esta gran “locomotora” obedece a la crisis energética y de materias primas que está
viviendo el mundo, y que nos coloca como grandes proveedores de dichos materiales en
la nueva división internacional del trabajo. Sin embargo, fuera de que surtiremos al
mundo desarrollado con nuestros minerales, no vamos a lograr ningún beneficio de ello;
más aún, en el mediano plazo nos espera un difícil escenario con altos niveles de pobreza,
desempleo y bajo crecimiento económico, ilustrado de manera clara en países de África
donde se ha llevado a cabo la explotación intensiva de petróleo, oro y diamantes; o por las
regiones mineras de Chile, Bolivia y más recientemente Perú. De igual manera, los
departamentos de La Guajira, Meta, Casanare y Arauca son un fiel espejo de esta situación
donde tras la explotación mineral sólo ha quedado un gran hueco y una población sumida
en la más grande pobreza.
-
Confianza inversionista o regalo a los inversionistas
La llamada “confianza inversionista” ha sido una de las mayores fuentes de orgullo de los
últimos gobiernos, la cual ha dado el suficiente rendimiento para ser destacada como uno
de los grandes logros de estos; los cuales aseguran, que es el claro resultado de sus
avances en seguridad y promoción del país como destino rentable; dejando los motivos
centrales del incremento de la IED por fuera de sus explicaciones, para darle así más
fuerza a los primeros mencionados, los cuales no dejan de ser más que supuestos y
falacias que enturbian las verdaderas causas de estos resultados.
Si nos detenemos a mirar un poco la llamada “confianza inversionista”, se puede notar
que de los destinos de la IED no hay ningún crecimiento de consideración en la inversión,
3
Donde no han logrado entrar por las buenas patrocinan la entrada por las malas para repartir luego la torta
de los recursos encontrados; es el caso de Afganistán, Irak, Libia….
8
más allá que la realizada en el sector minero-energético4, la cual contrario a lo planteado
por el gobierno en público, obedece a incentivos mucho más distintos que los de la
seguridad y la promoción internacional del país.
Si partimos del hecho que el crecimiento reciente de la inversión ha sido en el sector
minero-energético, podemos hallar sus causas en varios de los elementos más atrás
mencionados como la crisis energética, la escasez de materias primas, los problemas
monetarios internacionales, etc. Argumentos suficientes para que los inversionistas
transnacionales quieran establecerse en Colombia, a realizar una explotación intensiva de
estos recursos que poseemos y que presentan altos niveles de precios, y por tanto, de
rentabilidad a nivel internacional. Pero no satisfechos con estas ventajas, estos capitalistas
del mundo realizan presiones5 intergubernamentales para obtener mayores facilidades en
la explotación del recurso, minimizando así sus costos y elevando extraordinariamente sus
ganancias.
Estas mayores facilidades que incrementan los beneficios de los capitales extranjeros,
fueron llamadas por los gobiernos colombianos “confianza inversionista”, o de manera
más técnica en el PND “…reformas que harán crecer el sector de manera permanente…”;
las cuales van desde facilidades tributarias hasta la eliminación física de la pseudocompetencia para estas empresas; elementos que como se notará en adelante, van en
contravía de los intereses de los colombianos pero muy en favor de las multinacionales
explotadoras del recurso.
Desde principios de los noventa, los capitales internacionales tienen libre entrada al
mercado colombiano, lo que les ha permitido realizar distintos tipos de inversiones en
nuestro mercado. Pero durante los gobiernos de Uribe se les dio una de las mayores
“confianzas” para que incrementaran sus niveles de inversión en el sector mineroenergético, esta consistió en la disminución de los impuestos6 a la explotación de recursos
no renovables, lo que redujo considerablemente los costos de estas empresas, pero que a
su vez, también redujo los ingresos recibidos por regalías de los diferentes poblados
cercanos a las zonas de explotación y comercialización. Un claro ejemplo de esto son las
empresas petroleras, que por impuesto de renta pagaron $5.5 billones de pesos en 2010
(de los cuales $3 billones fueron pagados por Ecopetrol) pero para el mismo período
recibieron deducciones de $20.5 billones; del lado del carbón la situación es similar,
4
Podríamos hablar de un incremento de la inversión productiva si esta se llevara a cabo en sectores como el
manufacturero o agrícola, que permitan un desarrollo de la estructura económica del país, impactando
directamente variables como la innovación, el empleo y la producción.
5
Este es el llamado “lobby” o como lo nombramos más atrás las “maromas” de las multinacionales.
6
Según INDEPAZ para el 2008 el sector minero participaba en un 35% del total de exenciones tributarias
realizadas por el Estado.
9
pagaron para este mismo período un total de $470000 millones y recibieron deducciones
por $2.1 billones de pesos.
La tabla 2 muestra un comparativo de las rentas que reciben los diferentes Estados de
países latinoamericanos en relación a la explotación del sector minero-energético,
ubicando a Colombia en el último lugar del listado con tan solo el 16%. Donde a pesar de
la bonanza se han rebajado las cargas tributarias y no se ha hecho ningún tipo de ajuste
ante los buenos precios que presentan los distintos productos de este sector en el ámbito
internacional, contradiciendo así la lógica del equilibrio presupuestal que la mayoría de
países han seguido para aprovechar dicha coyuntura. Las regalías al carbón continúan
siendo del mismo 10% de siempre a pesar de que el precio de la tonelada ha subido un
400%; las del oro son de sólo un 4% sin importar el incremento del 500% del precio de la
onza; y que decir de las esmeraldas con unas regalías de apenas el 1.5%.
Tabla 2: Porcentaje de renta minera correspondiente al Estado
Fuente: CEPAL
Ya con esta primer “confianza” sumada a los altos niveles de precios de las materias
primas, los niveles de inversión en el sector se incrementaron de manera considerable
como lo demuestran las cifras (ver gráfico 1). Pero no contentos con esto, las
multinacionales continuaron su acción de lobby con el fin de mejorar aún más sus
condiciones de producción; fue así como se dio a la implementación de otras reformas, o
mejor “confianzas”, que les redujeran sus regulaciones y costos.
Entre las nuevas “confianzas”, está la formalización de la producción minero-energética y
erradicación de la explotación ilegal e ilícita. El motivo de esta exigencia, está en que al
parecer, las multinacionales encuentran que las bateas de nuestros mazamorreros y
barequeros son grandes competidoras contra sus grandes dragas y retroexcavadoras, y
por tanto, les pueden estar quitando parte del terreno que les pertenece “legalmente”
tras su inversión, y que ahora, es ajeno para nuestras comunidades negras, indígenas y
campesinas de la minería artesanal.
10
El objetivo de esta “confianza” es tan directo que se presenta con la palabra erradicación
en el mismo PND, y tal parece que es lo que piensan hacer, pues ya es cotidiano que los
medios de comunicación planteen que la minería artesanal pertenece directamente a las
guerrillas7 del país, dándole el capote subversivo a esta actividad con el fin de justificar
cualquier acción indiscriminada posterior contra la población minera del país. Algo que no
es más que un escenario conocido y realizado por varias multinacionales en repetidas
ocasiones en economías africanas y latinoamericanas.
Otra de las “confianzas” requeridas es
la expansión y acceso a la
infraestructura, esta exigencia, es
básicamente en términos de la
construcción de vías de acceso, líneas
de poliductos y puertos de salida del
producto. Algo que en primera
instancia debía corresponder a quien
esté realizando la explotación del
recurso, se convierte en una exigencia
para la ejecución de IED por parte de
las multinacionales; la cual es
asumida por el Estado, quien
posteriormente descarga estos gastos
sobre todos los colombianos a través
de la imposición tributaria que
debemos de asumir en el futuro
cercano.
Siguiendo con las “confianzas”, se tiene la reducción de la regulación social y ambiental,
elemento que permite la explotación del recurso allí donde se encuentre
independientemente de las condiciones ambientales y sociales que se presenten. Es decir,
se le permitirá a las multinacionales explotar el recurso así este esté en paramo, en medio
de fuentes de agua o en medio de comunidades protegidas.
Y si las anteriores “confianzas” no son suficientes para que lleguen los inversionistas
internacionales, las adicionales contemplan el desarrollo institucional y normativo de la
cadena productiva que les permita controlar la asociación vertical y horizontal en medio
7
Esta ha sido una estrategia antes utilizada con el fin de justificar tierra arrasada en varias regiones del país.
De manera particular se presentó primero a la guerrilla como cultivadora de coca para justificar distintas
acciones militares en contra de la población rural del país, ahora se hace lo mismo con el sector minero.
11
de la explotación del recurso; el mayor conocimiento del subsuelo que les permita
discriminar entre proyectos productivos de acuerdo a su tamaño y rentabilidad; y el
estrechamiento de la relación gobierno-industria que les haga posible la exigencia de
nuevas “confianzas” para que puedan seguir invirtiendo en nuestro país.
Luego de mirar más detenidamente en lo que consiste la “confianza inversionista”, queda
claro que más que confianza, esto se ha convertido en un verdadero regalo de nuestras
riquezas, es más, siendo concretos, estamos pagando para que lleguen inversionistas a
explotar nuestros recursos y nos dejen un escenario bastante dantesco luego de que
terminen de llevarse los últimos recursos de nuestro territorio. Lo que si no queda claro,
es el por qué lo hacen, pues el mero hecho de poseer un recurso escaso y altamente
demandado a nivel internacional, nos hace lo suficientemente llamativos para que llegue
la misma cantidad de inversión, pero sin darles tanta “confianza”, literalmente.
La explicación al último interrogante se puede encontrar en presiones de las potencias
internacionales que se traducen en chantajes con sus “ayudas” al país, la tan nombrada
“puerta giratoria” que evidencia el hecho que quienes toman decisiones hoy en el
gobierno, mañana son altos ejecutivos de organismos multilaterales o las mismas
multinacionales a las que favorecieron con sus decisiones; y lo de siempre, el chantaje y la
corrupción burocrática históricamente presente entre los legisladores y gobernantes del
país.
-
Efectos sobre los demás sectores económicos y “Enfermedad Holandesa”
La estructuración del PND establece que las “…locomotoras son sectores que van a un
ritmo más rápido que los demás sectores de la economía…” y por tanto deben jalonar el
resto de la estructura económica. Lo que no establecieron claramente, fue hacia donde
deben jalonar estos sectores, porque en la forma que se están presentando las cosas
parece que el objetivo fuera jalonarlos, pero hacia atrás.
Antes de mirar la relación del sector minero-energético con los demás sectores de la
economía, es necesario caracterizar este un poco. La explotación de los recursos del
sector minero-energético tal como se realiza hoy en día, se caracteriza por ser intensiva en
capital, lo que quiere decir que estos recursos se explotan básicamente con maquinaria de
alta tecnología, dirigida por una pequeña cantidad de capital humano especializado en
este tipo de trabajos y que en su mayoría proviene del exterior. El trabajo restante es
realizado por unos pocos elementos de capital humano nacional y un porcentaje de mano
de obra no calificada nativa, que fundamentalmente se encarga de la prestación de
servicios y del trabajo pesado de la explotación. En este mismo sentido, los grandes
12
proyectos mineros se dedican esencialmente a la extracción de materias primas, sacando
del país el material en bruto, para realizarle los diferentes procesos de agregación de valor
fuera de las fronteras nacionales, limitando aún más la poca creación de empleo que
podría generar este sector.
Adicional al poco impacto que tienen sobre
el empleo, las zonas de explotación mineroenergético sufren un proceso inflacionario
de los precios causado por el incremento de
la demanda de artículos de consumo por
parte de los nuevos habitantes de los
poblados, que sumado a sus altos ingresos
relativos, hacen subir el precio de los
artículos de consumo más básico, generando así, un deterioro de los niveles de consumo
de los habitantes que no reciban rentas provenientes de dicha explotación, ya que sus
niveles de ingreso permanecen constantes mientras los precios de los productos suben
artificialmente.
Este efecto sobre los precios, a su vez desincentiva las demás labores productivas de la
región que no tengan que ver con el sector minero-energético, socavando la estructura
económica de la zona. Lo anterior, adicionalmente se ve agravado por la competencia por
la tierra y las fuentes de agua que se presenta entre las explotaciones minero-energéticas
y los productores agrícolas nativos, que lleva a un incremento de los costos de producción
de los productos tradicionales, haciéndolos económicamente inviables.
De lo anterior, se puede determinar que esta “locomotora” en primera instancia sólo
alcanza a jalonar unos cuantos empleos y entrega un poco de rentas a los comerciantes de
las zonas de explotación; las cuales paralelamente generan una reducción en el consumo
de los demás habitantes a través del efecto precios. Ahora se debe notar como se ven
afectados transversalmente los demás sectores de la economía por la marcha de tan
renombrada “locomotora”.
El incremento desmesurado de la producción minero-energética proviene de los altos
niveles de IED que han llegado al país para desarrollar dicho tipo de explotación. Lo
primero que se debe advertir de esto, es que al ser inversión extranjera, esta no llega en
pesos, sino que las más de las veces llega en dólares o alguna otra moneda extranjera de
alta circulación. Esta característica, sumada a las abultadas cifras de IED, ha inundado la
13
economía de divisas extranjeras, generando un exceso de oferta de las mismas que ha
llevado a un proceso marcado de apreciación8 del peso colombiano.
Este proceso de apreciación de la moneda colombiana tiene grandes implicaciones sobre
los demás sectores de la economía, particularmente sobre los que tienen vocación
exportadora, ya que a medida que el peso toma mayor valor, estos sectores reciben
menos ingresos por la exportación de sus productos, lo que desincentiva este tipo de
producción y tiende a reducirla de manera permanente. Este fenómeno en la literatura
económica es conocido como la “Enfermedad Holandesa”9 o “Maldición de los Recursos
Naturales”.
El efecto de esta apreciación es bastante perjudicial para la economía, pues al afectarse
los precios de las exportaciones, las industrias con esta orientación se ven desmotivadas,
reduciendo su producción y contratación de trabajadores y demás servicios. El resultado
es bastante perverso para la economía, pues los sectores exportadores usualmente
pertenecen al sector manufacturero y agrícola, los cuales son intensivos en trabajo; de
modo que una caída en la producción de estos afecta directamente los niveles de
desempleo, al liberar una gran cantidad de fuerza de trabajo, que de ningún modo la tan
nombrada “locomotora” es capaz de absorber.
La manera más ortodoxa por la que la teoría económica ha optado para menguar los
efectos del fenómeno de los recursos naturales ha sido bastante promulgada. Si a un país
está llegando gran cantidad de inversión que tiene altos niveles de rentabilidad en los
mercados internacionales, lo que ha hecho el Estado, es aprovechar esta coyuntura para
recaudar mayores ingresos (a través de impuestos a estas explotaciones) en esta época de
auge, y de esta manera impulsar sectores alternativos y reunir ahorros para salvar
diferentes situaciones cuando termine el auge inversionista en dicho sector. Como
ejemplo se puede tener el fondo de ahorro de países que han tenido fases de apogeo
minero como Noruega con ahorros de US$520.000millones y Chile con
US$25.000millones. Colombia en cambio, debe el 52% del PIB al resto del mundo.
La solución atrás mencionada, que parece más bien
sacada de un pasaje bíblico que de un libro de economía,
8
Apreciación (o revaluación según el sistema cambiario en vigencia) significa que la moneda está ganando
valor en relación a las demás monedas internacionales, por tanto, se tiene que dar menos pesos por cada
unidad de moneda extranjera. Para el caso colombiano es claro el proceso si se nota que en 2003 el tipo de
cambio era de alrededor 3000 pesos/dólar y ahora se encuentra en un nivel de 1700 pesos/dólar.
9
Toma el nombre de “Enfermedad Holandesa” debido a que fue Holanda el primer país en sistematizar este
fenómeno tras el descubrimiento de grandes reservas de petróleo en el Mar del Norte que llevo a toda su
estructura productiva a concentrarse en este sector, descuidando las demás ramas de la economía, lo que
luego generaría un colapso económico al venirse abajo los precios del “oro negro”.
14
no es la mejor manera de afrontar la situación presente pero minimiza el impacto que
tiene dicho fenómeno sobre la economía (más no reduce los demás impactos sobre el
ambiente, las comunidades, etc.). Pero ni siquiera esto lo está haciendo el Estado
colombiano, como se aludió más atrás, las políticas minero-energéticas del país
establecen todo lo contrario con sus “confianzas inversionistas”, llevando de esta manera
a que los efectos del “síndrome holandés” se presenten de manera más pronunciada 10 y
tengan efectos más profundos sobre la estructura económica del país.
-
¿Explotación sostenible de los recursos minero-energéticos en armonía con el
medio ambiente?
La caracterización del PND presenta el desarrollo del sector minero-energético como algo
a regular que permitirá la explotación sostenible de los recursos minero-energéticos del
país. Esta suposición es bastante curiosa, pues según estos señores, tienen el “don
mágico” de sostener lo insostenible. La explotación de recursos naturales no renovables,
es por definición insostenible, pues como su mismo nombre lo indica son limitados, hay
una cantidad determinada y no se está produciendo más, por tanto es imposible sostener
la producción de algo que se agota y se va a acabar tarde que temprano.
La carreta de la sostenibilidad es tan poco creíble, quese puede ilustrar fácilmente con el
caso del petróleo cuyas cifras el mismo PND presenta(Gráfico 2), y que aunque son muy
optimistas, dan muestra que al paso en que se están realizando las explotaciones de este
recurso seremos capaces de autoabastecernos sólo hasta el año 2019; eso sí, partiendo de
supuestos bastante fuertes sobre las proyecciones de demanda de combustibles que
deberían mantenerse constantes en el lapso de 14 años; algo que no parece ser coherente
con el rumbo seguido por el consumo de energía en el país.11 Del lado de la oferta, esta
podría variar si se encontraran más cantidad de pozos petroleros, pero estos ya se tienen
identificados y se presentan en una cantidad fija sin posibilidades de “reproducirlos”. De
este modo ¿qué hacemos después de 2019?
10
De los datos de la tabla 2 se tiene en el panorama a nivel latinoamericano, la renta por petróleo en México
es del 100%, la del cobre en Chile 55%, la de Perú 25% y para Colombia sólo el 16% de renta para el Estado.
11
Una aproximación a la variación de la demanda de combustibles se puede realizar a partir de la venta de
vehículos nuevos que fue de 250000 unidades para 2010 y cuyo crecimiento para julio de 2011 era del 44%;
algo poco coherente con el supuesto de una demanda de combustibles casi constante para 14 años.
15
Gráfico 2: Autosuficiencia petrolera de Colombia
Fuente: Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 “Prosperidad Democrática”
Adicionalmente, la “armonía con el medio ambiente” es difícil de entender cuando la
explotación de estos recursos requiere grandes cantidades de agua, genera grandes
cantidades de desechos industriales altamente tóxicos que se quedan a “embellecer” el
paisaje de las zonas de explotación; y remueve grandes cantidades de capa vegetal,
desplazando y eliminando especies nativas de flora y fauna.
Esta supuesta “armonía con el medio ambiente”
no se expresa ni en el papel, pues en vez de estar
incrementándose la regulación ambiental para
exigir prácticas limpias de explotación de los
recursos, se está flexibilizando dicha legislación
con el fin de atraer más IED como se planteó más
arriba. Así, la “armonía” en términos de lo
planteado en el PND parece ser la convivencia de
las grandes explotaciones minero-energéticas con
todos los tipos de ambientes naturales que se
presenten en el país.
De esta manera, la supuesta “armonía
medioambiental” se presenta en realidad como la
16
posibilidad de realizar explotaciones en zonas de páramo y nacimientos de fuentes de
agua12, el derribamiento de selva virgen de las distintas zonas del país y la modificación de
los causes de los ríos que llevan a un mayor impacto de las temporadas invernales sobre
los pobladores de zonas ribereñas.
Seguidamente, el problema de la contaminación de las fuentes de agua se suma a la
“armonía”, ya que la flexibilidad en las formas de explotación permite la utilización de
metales pesados y diferentes contaminantes que van generando serios perjuicios sobre
flora, fauna y poblaciones que encuentran a su paso. Al impacto perverso sobre la salud
de las diferentes poblaciones, se le suma el impacto económico de la pérdida de cosechas,
animales y subiendas que acaban de liquidar a la población afectada. De igual manera, la
legislación medioambiental con su alto grado de flexibilidad, no es clara sobre el manejo
de desechos, lo que lleva a las multinacionales a enajenarse de estos de la manera menos
costosa posible, poniendo en serios peligros a las vecindades de dichas explotaciones.
-
¿Minimización del impacto social?
A todo lo mencionado anteriormente se le debe agregar el gran impacto social que este
tipo de explotaciones generan, el cual ha sido tocado muy tangencialmente, pero necesita
ser abordado de manera particular, debido a que esta actividad productiva en específico
es la que mayor impacto de este tipo genera, pero que en medio de los afanes del Estado
por permitir la explotación de los recursos, ha diluido la importancia del mismo, en medio
de la euforia de un supuesto “éxito” económico.
Para comenzar, este fenómeno se evidencia con la indiscriminada validación de títulos de
explotación a lo largo del territorio nacional13, donde se han irrespetado los territorios
ancestrales de las comunidades indígenas, negras y campesinas. El único elemento que se
ha tenido en cuenta en la entrega de este tipo de títulos ha sido el ingreso de IED, que al
mismo tiempo sólo llega motivada por las altas tasas de ganancia que deja dicha
explotación en las actuales circunstancias; sin interesarles en ningún momento el alto
grado de importancia que estas comunidades le dan a sus territorios y los recursos que allí
12
El ejemplo más reciente (más no único) es el del páramo de Santurbán, una región protegida cuyo único
pecado es tener varias toneladas de oro bajo los yacimientos de agua que surten los acueductos de dos de
las principales ciudades del país, Cúcuta yBucaramanga;y algunos otros municipios adicionales. Otro ejemplo
bastante llamativo es el de la mina La Colosa en Cajamarca, una gran fuente de agua en la Cordillera Central
que surte dellíquido a más de cuatro millones de personas.
13
Para agosto de 2011 se habían entregado 9000 títulos de explotación (4% del territorio nacional) y habían
20000 solicitudes en trámite (20% de territorio nacional)
17
se encuentran, dada su posesión histórica sobre estos y el
alto grado de relación con los mismos.
La situación anterior genera un conflicto claro de intereses
entre comunidades y multinacionales, el cual es
ampliamente conocido por estas últimas tras su experiencia
en distintos lugares del mundo, donde se han enfrentado
con esta situación a la cual le tienen su propia solución; el
desplazamiento violento de las comunidades nativas a
través de grupos paramilitares, que permitan el libre acceso
de las empresas poseedoras del título de explotación, a
territorios que históricamente han sido posesión de las
diferentes comunidades.
Si se suma a lo anterior el conflicto por competencia de aguas que genera la explotación
minero-energética; el resultado es un desplazamiento masivo de comunidades nativas que
quedan sin tierras, sin hogar, sin comunidad y sin oficio; con el único destino de engrosar
el ya elevado número de desplazados que se presenta en el país, llenando las grandes
ciudades de comunidades disgregadas en medio de grandes urbes, sin un destino claro
por estar fuera de su hábitat social y económico.
Además, se debe agregar el desplazamiento biológico que generan este tipo de
explotaciones con el impacto de salud pública sobre toda su área de irrigación de males,
pues la contaminación del agua, el suelo y el aire no sólo impacta la flora y fauna de la
región, de la cual se lucran las mismas comunidades, sino que afecta las comunidades
mismas con graves problemas de salud, dejándolas sin más opción que salir del lugar o
quedarse a sufrir de penosas enfermedades hoy, y mañana a través de sus futuras
generaciones que nacen con graves enfermedades y malformaciones a causa de los altos
índices de contaminación.
Lo anterior, ha sido previsto por varias comunidades bajas que se han hecho sentir ante la
presencia de explotaciones minero-energéticas en zonas altas, que generan
contaminación por irrigación hacia abajo; provocando conflictos entre las comunidades
altas y bajas que han sido atizados por las mismas multinacionales que han comprado las
conciencias de los pobladores de las zonas altas con míseras inversiones en placas
polideportivas, tramos de carretera, pagos a acciones comunales, patrocinio a equipos de
futbol, siembras marginales de árboles, etc. Desviándose de esta manera la atención sobre
el verdadero generador del impacto y distrayendo los pobladores en peleas por cobres
banales mientras ellos se llevan el oro.
18
-
Apuntes finales
A lo largo del documento se hace una exposición
de la manera más sencilla posible de gran parte
de las implicaciones que tiene el plan mineroenergético proyectado para Colombia en los
próximos años. Se han tocado los aspectos más
sobresalientes y problemáticos del tema con el fin
de dar una visión global del problema que
permita
manejar
algunas
herramientas
conceptuales para la discusión y el análisis de tan
importante coyuntura; sin olvidar en ningún momento que todos las implicaciones
desarrolladas provienen de un problema estructural y son la esencia misma del sistema
económico capitalista.
Más allá del problema económico, social y ambiental, está la violación a nuestra soberanía
por parte de multinacionales que llegan a robar nuestros recursos, engañándonos con
falsos espejismos cual piratas españoles colonizadores, han llegado a robar el resto de oro
que no lograron llevarse los primeros invasores que masacraron nuestros antepasados y
robaron gran parte de la riqueza de nuestros pueblos a punta de fusil y biblias. Los nuevos
saqueadores no han variado mucho el método, mantienen el fusil pero la biblia ha mutado
en formas de programas de televisión, radio e internet.
Hay que tener claro que el objetivo de estos vampiros de la tierra es apoderarse de
nuestros recursos, elevar su tasa de ganancia, obtener dividendos de su comercialización
en los mercados internacionales, acumular capital para salvar sus economías en quiebra y
seguir siendo cada vez más ricos sin importar los costos de estos objetivos; sin importarles
cuántas vidas tengan que quitar ni bosques tumbar; cuantos niños en hambruna dejar ni
desplazados a la calle tirar, cuánta agua contaminar ni fauna y flora acabar; vinieron por
nuestros recursos y no les importa nada más.
La esencia misma del capitalismo es esa, incrementar su tasa de ganancia sin importar el
qué, el cómo o el donde; sabiendo de antemano que esa ambición y explotación
económica es la misma sepulturera de este sistema anárquico de producción. Todos los
resultados positivos en términos de ganancias que logran los capitalistas internacionales,
se convierten en remedios temporales que no hacen más que postergar el inevitable
fracaso de un sistema excluyente, asesino y explotador.
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Ni con el negocio de las armas, del narcotráfico, de los recursos no renovables, etc;
podrán salvar este sistema de sus cada vez más frecuentes y profundas crisis, resultado de
la desesperación de buscar ganancias cada vez mayores a como dé lugar, en un sistema
regido por la sobreproducción y la escasez de demanda efectiva que impide su anhelado
crecimiento ilimitado dentro de un mundo limitado físicamente por definición.
No queda más que oponer la fuerza de los pueblos a tan
mezquinos fines, para terminar de derrumbar este
sistema de miseria y explotación, eliminando las normas
del todo se vale y todo se compra, para imponer el reino
de la fraternidad y la justicia, donde logremos
aprovechar todos los recursos disponibles en la Tierra
para todos; y los beneficios de estos no se vean
determinados por las leyes de la oferta y la demanda que
en ningún momento toman en cuenta las necesidades de
la humanidad sino que determinan todo por un simple
precio.
Mina Quellaveco Perú
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