Talmannon y el imperio de los sheks

Segunda Era: Talmannon y el imperio de los sheks (fragmento)
Hasta la llegada de Ashran el Nigromante, Talmannon fue considerado el hechicero
más poderoso de la historia de Idhún, superando incluso a los Archimagos que habitaron la
Torre de Drackwen durante buena parte de la Cuarta Era. Siempre se le ha recordado como un
mago que acumuló demasiado poder y lo puso al servicio de las serpientes; sin embargo,
recientemente se ha descubierto que albergaba en su interior nada menos que al Séptimo dios,
lo cual explica que pudiera hacer cosas que quedaban totalmente fuera del alcance de
cualquier mago.
Fue un hechicero brillante en su época de aprendiz en la Torre de Derbhad pero, tras
acabar sus estudios, desapareció durante varios años y, cuando regresó, en el año 15.035 de la
Primera Era, traía consigo un ejército de serpientes, con el que conquistó Idhún e inauguró la
llamada Era Oscura.
Las serpientes no eran una novedad. Llevaban milenios viviendo en Idhún, y todos los
sabían. Pero, hasta aquel momento, los dragones se las habían arreglado para mantenerlas a
raya y las obligaban a esconderse en los confines del continente, en cavernas subterráneas,
lejos de lugares poblados. Con Talmannon llegó un auténtico ejército de serpientes, sheks y
szish, que no se ocultaban, sino que acudían en perfecta formación para presentar batalla. La
sombra de sus alas cubrió los soles, y también las lunas. Se dice, de hecho, que Talmannon
regresó una Noche Negra, cuando las tres lunas están nuevas y la oscuridad más absoluta
cubre la superficie del mundo. La tradición cuenta que esta es la única noche del año en que
los dioses no contemplan a los mortales desde su luna plateada, y que por esta razón
Talmannon pudo hacerse con el poder.
Pero las crónicas señalan que, en realidad, la invasión se produjo el duodécimo día del
noveno mes del año 15.035 de la Primera Era, así que no coincidió con el triple novilunio
anual. No obstante, no es de extrañar que se relacione la Noche Negra con el inicio del imperio
de Talmannon. Los historiadores actuales presuponen que, para los idhunitas de la Segunda
Era, la invasión de los sheks supuso un golpe terrible y totalmente inesperado. Los relatos de
la época describen unas serpientes más poderosas que nunca, y unos dragones lentos, torpes,
incapaces de hacerles frente. Muchas de las canciones y poemas que recuerdan aquel aciago
día hacen mención, de una manera o de otra, a la idea de que los Seis parecían haber
abandonado a sus hijos a su suerte...
Extraído de: Enciclopedia de Idhún, sección “Historia y mitología”