14 de octubre de 2012 Vigésimo Octavo Domingo de Tiempo

Transcripción

14 de octubre de 2012 Vigésimo Octavo Domingo de Tiempo
14 de octubre de 2012
Vigésimo Octavo Domingo de
Tiempo Ordinario
Entrada
He dejado, Señor, mis cosas
He dejado, Señor, mi casa, mi
familia y mi trabajo por seguir tus
ideales y dedicarme solo a ti. He
dejado, Señor, mis cosas,
amistades e influencias por ser
fiel a tu llamada y trabajar en tu
heredad.
Un día tu me dijiste: “ve y vende
cuanto tienes y dáselo a los
pobres; después ven y sígueme”.
Un día Tú me dijiste: “ve y
renuncia a ti mismo y toma la cruz,
después ven y sígueme”.
Ofertorio
Señor te ofrecemos el vino y el
pan
Señor te ofrecemos
el vino y el pan.
Así recordamos
la cena pascual.
Porque Tú solo eres bueno,
Señor, queremos cantar.
Tus misericordias:
¿quién podrá cantar?
Te ofrecemos nuestras vidas,
Señor, en torno a tu altar.
Tus misericordias:
¿quién podrá cantar?
Solo Tú eres nuestro auxilio,
Señor, Tú nos salvarás.
Tus misericordias:
¿quién podrá cantar?
Tú eres nuestra fortaleza,
Señor, quien nos vencerá
Tus misericordias:
¿quién podrá cantar?
Comunión
Todos los problemas
Todos los problemas se sumergen
en el vino al tiempo de cenar.
No me molestéis tengo la
respuesta; “Esta noche nada malo
va a pasar”.
Siempre deseé ser un apóstol y
contarle al mundo mi verdad.
Escribirlos en los evangelios
Para así pasar a la posteridad.
No me habéis vosotros elegido fui
yo mismo quien los elegí.
Ya no os llamo siervos sino
amigos, permaneceréis por
siempre junto a mí.
Yo soy la verdad, soy el camino,
soy la vida y la resurrección.
Quien me sigue no andará
perdido, pues yo soy la luz, yo soy
la salvación.
Tomad y comer este es mi cuerpo,
que se entrega por vuestra salud.
Tomáis y bebéis esta es mi sangre
que derramé por vosotros en la
cruz.
Acción de Gracias
Madre de los pobres
Madre de los pobres,
los humildes y sencillos,
de los tristes y los niños
que confían siempre en Dios.
Tú, la más pobre porque nada
ambicionaste.
Tú, perseguida vas huyendo de
Belén.
Tú, que un pesebre ofreciste al
Rey del Cielo,
toda tu riqueza fue tenerle sólo a
Él.
Tú, que en sus manos sin temor te
abandonaste.
Tú, que aceptaste, ser la esclava
del Señor,
vas entonando un poema de
alegría:
“Canta alma mía, porque Dios me
engrandeció”.
Tú, que has vivido el dolor y la
pobreza.
Tú, que has sufrido en la noche sin
hogar.
Tú, que eres Madre, de los pobres
y olvidados,
eres el consuelo del que reza en su
llorar.
Salida
Caminando Juntos
(“Adios” quiere decir “Vaya usted
con Dios”)
Caminando juntos
vamos a salir;
y nos despedimos
con un breve "adiós".
"Adiós" quiere decir
"vaya usted con Dios";
mi corazón se alegra:
contigo voy; Señor.
Vamos siempre a oscuras
si nos falta el sol;
vamos siempre solos
si nos falta Dios.
Dios es buen amigo
para caminar.
Si Él viene conmigo,
que seguro andar.
No camino solo
porque voy con Dios
y saludo a todos
con una gran "adiós".

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