Pentecostés16
Transcripción
Pentecostés16
Pentecostés 5.15.16 I. En el momento del primer Pentecostés cristiano, los discípulos de Jesús eran una pequeña minoría insignificante entre los judíos. Sin embargo, la venida del Espíritu Santo les dio la habilidad de hablar y atestiguar a los hechos del poder de Dios, transformando su miedo y debilidad a fuerza. Fue un milagro de la lengua. Ese día, los discípulos fueron superados en número por los “judíos devotos de cada nación bajo el cielo” que no creían que Jesús era el Mesías. Podrian haber entregado a los discípulos a la persecución. Pero el Pentecostés les trajo el don de escuchar, la capacidad para apreciar y entender lenguas desconocidas. Fue un milagro de la oreja. El milagro de la oreja de los poderosos, junto con el milagro de la lengua para los impotentes, hizo completa la experiencia de Pentecostés. II. Este entendimiento de la experiencia de Pentecostés es de Eric Law, un sacerdote episcopal y especialista en liderazgo multicultural. Él cree que el Pentecostés provee una estrategia para construir puentes para comunidades de fe multiculturales. Por un lado, la Iglesia tiene que enseñar a aquellos con poder a escuchar. Los poderosos deben actuar en contra de su instinto de mandar y controlar, y recibir el milagro de la oreja para oír las verdades de otros. Por el otro lado, la Iglesia debe animar a aquellos con poco o ningún poder a juntarse para encontrar su identidad y fuerza, y recibir el milagro de la lengua para hablar su verdad y compatir su sabiduría. III. Cuando el Espíritu está sobre nosotros, los que tienen el poder se atreven a escuchar atentamente, y aquellos que no tienen poder se atreven a hablar. El Pentecostés de hoy pueda ser el tiempo para algunos para levantarse y hablar. Para otros, pueda ser el tiempo a callarse y escuchar. Iglesia, Cuerpo de Cristo, ayudémonos todos a enseñar a los poderosos a escuchar, y animémonos a los sin poder a encontrar su voz.