Doctrina Varela: la guerra no da derechos
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Doctrina Varela: la guerra no da derechos
Doctrina Varela: la guerra no da derechos La Doctrina Varela como réplica a la diplomacia mitrista (tomado de Historia General de las Relaciones Exteriores de la República Argentina", de Cisneros y Escudé). Domingo Faustino Sarmiento y Mariano Varela -especialmente el último- no estaban dispuestos a recoger la herencia de las equivocaciones del gobierno antecesor, entre ellas la política que había llevado a la guerra contra Paraguay. La percepción de Varela era que dicha guerra había demostrado claramente la solidaridad de las repúblicas hispanoamericanas con Paraguay a pesar de la propaganda mitrista contra el "tirano", el "monstruo", el "Atila de América", y otros epítetos dirigidos por Mitre hacia su colega paraguayo Francisco Solano López. (1) Partiendo de esta óptica, Varela sostenía que había que demostrar solidaridad con el caído, renunciando a los frutos territoriales de la victoria -actitud que según el canciller argentino también debía adoptar Brasil- apuntando así a una política "americanista" y de reconocimiento de los sobrevivientes. Así, el ministro afirmó en un memorándum del 9 de marzo de 1869: "Si con Paraguay aniquilado somos hoy exigentes, no esperemos simpatías cuando ese pueblo renazca. Esperémoslas si lo contemplamos en sus desgracias, a pesar de los enormes sacrificios y de la sangre derramada (...)". (2) El 8 de mayo Varela reafirmaba su pensamiento diciendo: "Casi todas las naciones de la tierra han mostrado horror a la guerra de Paraguay, por desconfianza de nuestras intenciones. No debemos, por tanto, dar pretexto de que tales recelos se confirmen". (3) En su mensaje del 21 de diciembre de 1869, Varela terminó de definir su pensamiento y enunció la famosa frase: "la victoria no da derechos a las naciones aliadas para declarar por sí, límites suyos los que el tratado señaló". El principal fundamento de la Doctrina Varela sostenía que si el gobierno argentino intervino en la guerra de la Triple Alianza contra el régimen paraguayo de Francisco Solano López, lo hizo por haber sido agredida por el dictador paraguayo y no por reclamos territoriales. (4) Varela buscó con su Doctrina evitar la alternativa de que Paraguay se convirtiera en un protectorado brasileño. A la vez los diplomáticos imperiales retornaron a su viejo recelo. Si la Argentina renunciaba al Chaco paraguayo era porque en realidad buscaba la simpatía paraguaya para un proyecto mucho más ambicioso y peligroso para el Imperio: la reconstrucción del antiguo Virreinato del Río de la Plata. Volvía el fantasma que había desvelado a la diplomacia brasileña en la época rosista. José María Paranhos, vizconde de Rio Branco, se contactó con Mitre y Sarmiento, entonces enfrentados, para evitar que los intereses brasileños fueran amenazados. (5) Al ser consultado por Sarmiento, Mitre criticó abiertamente la Doctrina Varela, diciendo que: el gobierno argentino no podía sostener que la victoria no daba derechos, cuando precisamente había comprometido al país en una guerra para afirmarlo por las armas. Que si la victoria no daba derechos, la guerra no había tenido razón de ser... Que sostener tal doctrina era asumir ante el país una tremenda responsabilidad, declarándole que su sangre derramada, sus tesoros gastados, todos sus sacrificos hechos, no habían tenido objeto... Que el tratado de alianza no tendría razón de ser, y se rompía la solidaridad con los aliados... Esto sólo nos hace perder las ventajas adquiridas a costa de grandes esfuerzos, y además condenábamos la guerra misma, por el hecho de declarar que se había derramado la sangre y los tesoros del pueblo argentino para restablecer las cosas al estado anterior. (6) Finalmente, influenciado por su antecesor, el presidente Sarmiento abandonó la política 1/2 Doctrina Varela: la guerra no da derechos exterior de Varela y lo reemplazó por Carlos Tejedor. 2/2