ganadería de la provincia de san juan y su relación con la hidatidosis

COMUNICACIÓN LIBRE
XXIV JORNADAS ARGENTINAS DE HIDATIDOSIS
GANADERÍA DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN Y SU RELACIÓN CON LA
HIDATIDOSIS
JORGE R. VECCO
Sanidad Animal – Dirección de Asuntos Agropecuarios – San Juan
Se presenta una breve descripción de la actividad ganadera de la Provincia de San Juan,
para valorar su importancia en la prevalencia de la Hidatidosis cuyo agente etiológico es el
Echinococcus granulosus. Teniendo en cuenta que los huéspedes intermediarios de este parasito
son los bovinos, ovinos, caprinos, porcinos y camélidos sudamericanos (guanaco, llama, alpaca y
vicuña) y la cadena de transmisión es vísceras de ganado-perro-hombre, la distribución de la
enfermedad es considerada propia de los ambientes rurales.
La Provincia de San Juan se encuentra en el centro oeste del Territorio Nacional,
caracterizada por su preponderancia de cordones montañosos, vegetación propia del secano y
escasas precipitaciones, que convierten al recurso hídrico de origen níveo en el bien más
preciado para el desarrollo.
La población actual es de 620.000 habitantes de los cua les cerca del 65% se encuentra en
el conglomerado urbano de la ciudad capital y departamentos aledaños, ubicados en el Valle
principal de la provincia, que con su sistema de riego, concentra la mayoría de las actividades
agrícolas tales como la viticultura, olivicultura, horticultura, alfalfa, etc. El 35% restante de los
habitantes se encuentran dispersos en el resto del territorio provincial y a excepción de los que
ocupan las villas cabeceras departamentales, conforman la población rural que ocupa áreas
marginales en situación irregular respecto a la tierra, con necesidades básicas insatisfechas y a
causa del ambiente que ocupan, dedicados principalmente a la ganadería.
La producción ganadera esta restringida al uso del pastizal natural de zonas con gran
alternancia de los períodos de lluvia-sequía a lo largo del tiempo. Los manejos inadecuados, las
talas indiscriminadas del estrato arbóreo-arbustivo, la degradación del suelo y aumento de la
desertificación traen la consecuente disminución de la oferta forrajera. Si a esto le sumamos las
escasas mejoras en infraestructura, las enfermedades y el abigeato, obtenemos la disminución
progresiva de los planteles, convirtiendo la ganadería provincial en una actividad de subsistencia.
Esto implica la faena de animales en los predios para autoconsumo y venta como ayuda a la
escasa rentabilidad.
Esta ganadería extensiva, asociada a bajos niveles socioeconómicos, es acompañada
inevitablemente por la presencia de perros. Estos además de ser considerados la mascota
familiar, cumplen actividades de mano de obra encargada del cuidado y pastoreo del ganado, por
lo cual tiene más de uno en cada vivienda. Invariablemente como medio de sustento tienen
acceso a las vísceras infectadas de los animales faenados o muertos en el campo, completando
con ello, la triada, que mantiene la prevalencia de la enfermedad.