ISAÍN MANDUJANO CINTALAPA, Chis.

ISAÍN MANDUJANO
CINTALAPA, Chis.- Declarado un monumento histórico por el Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH), un conjunto arquitectónico
del siglo XIX , de lo que fuera la Fábrica de Hilados y Tejidos La
Providencia en Chiapas, ubicado en este municipio, está en riesgo de
venirse abajo por completo y con ello toda su historia acumulada.
Cerca de los límites con el estado de Oaxaca, en un franco deterioro
por el paso del tiempo, esta centenaria construcción fue en otros
tiempos en Chiapas sede de la primera fábrica industrial, de la primera
huelga de trabajadores influenciada por el anarquismo de los
hermanos Flores Magón en los primeros años del siglo XX, locación
para uno de los clásicos del cine mexicano Rincón Brujo del director
Alberto Gout.
Hoy, viga a viga, teja a teja y adobe tras adobe, poco a poco este viejo
edificio se desmorona al igual que la memoria histórica que representa.
Viajando sobre la carretera internacional Panamericana del centro de
Chiapas hacia el Itsmo oaxaqueño, antes de que concluyan los límites
de esta entidad, saliendo de la carpeta asfáltica sobre el extremo
derecho, a unos ocho kilómetros montaña dentro se encuentra La
Providencia, una imponente casona maltrecha y mal cuidada.
La Providencia es una de las más de 20 cascos de fincas y haciendas
que tuvieron su florecimiento en la segunda mitad del siglo XIX y la
primera mitad del siglo XX, donde si bien fueron símbolo del poder
caciquil, de la explotación y emblema del porfiriato son a la vez hoy
parte de una historia en decadencia.
Construidas todas con una casa grande mirando de frente a una
capilla, como centro de ese micro-universo, decenas de pequeñas
casas en sus alrededores para los peones, bodegas para las
herramientas e instrumentos, silos para los granos o materia prima y
áreas para la producción agrícola o industrial, estos edificios
arquitectónicos chiapanecos languidecen ante la indeferencia de los
lugareños que han contribuido a su destrucción.
Construido entre 1886 y 1890, año en que fue inaugurado por sus
dueños, dos hermanos españoles de apellidos Tort, este complejo
arquitectónico de estilo neoclásico estaba compuesto originalmente por
la casona principal, una nave industrial con chimenea, el edificio para
la administración, la tienda de raya La Industrial, la casa del
administrador, bodegas, cortina para el embalse del agua del pequeño
arroyo, conjuntos habitacionales para los trabajadores, otras
construcciones adicionales y hasta un puente.
Seis años después de inaugurarla, en 1896, los hermanos Tort
vendieron la fábrica al empresario Leopoldo Gout.
En los años de auge, con una maquinaria importada de Inglaterra la
fábrica llegó a producir hasta 460 toneladas de manta al año, la
materia prima procedente de Oaxaca y Guerrero era procesada por
unos 300 trabajadores que vivían con esposas e hijos en esta pequeña
ciudad conformada por unos mil habitantes.
Influenciado por su cercanía con el anarquismo de los hermanos
oaxaqueños Flores Magón, los trabajadores protagonizaron la primera
huelga en Chiapas en 1907 para demandar de mejores condiciones
laborales. Huelga que se desató en el contexto de otras industrias
textiles similares en otras partes del país como Puebla, pero que
fueron reprimidas por el porfirismo.
Gout se hizo senador de la República, pero murió en 1912, cediéndole
su lugar a su suplente el médico de Comitán, Belisario Domínguez
Palencia, el mismo que fue acribillado por esbirros del presidente de
facto, Victoriano Huerta en octubre de 1913, por rebelarse ante su
imposición.
Mermada por la huelga de 1907 y golpeada por la muerte de su
principal propietario cerró sus puertas en 1912, y cuando sus hijos
pretendieron reactivarla la revolución tardía chiapaneca entre 1914 y
1920, le dieron al estocada final. Pues muchas veces fue tomada y
saqueada
tanto
por
tropas
carrancistas
y
las
locales
contrarrevolucionarias, encabezadas por grupos caciquiles.
En 1923 cerraría para siempre sus puertas como una industria textil. A
su hijo Alberto Gout, el Banco de México le embargo la maquinaria en
1935, misma que 1940 se dio en venta al presidente Nicaragua,
Anastacio Somoza García, padre de quien fuera derrocado por la
guerrilla en 1979.
Cineasta ya radicado en la ciudad de México, Gout regresaría a Chiapas
en 1949 para filmar en la fábrica donde nació uno de los clásicos del
cine mexicano, Rincón Brujo, protagonizada por la actriz Gloria Marín.
Acosada siempre por los lugareños de pueblos vecinos, La Providencia importaba
ahora no por lo que fue sino por sus tres mil hectáreas de tierras de bosques de
pino
y
demás
riqueza
de
flora
y
fauna.
A principios de los noventas, campesinos organizados solicitaron posesionarse de
ella, pero ante la negativa de las autoridades federales agrarias las invadieron y
han construido en los alrededores del monumento histórico sus viviendas, incluso
con materiales que le han arrebatado al conjunto arquitectónico.
En 1999, la arquitecta del INAH, Gabriela Brizuela Morales, evaluó el estado del
edificio, indagó su historia y su estructura, para terminar pidiendo se declarara
monumento histórico.
En su dictamen manifestó su preocupación por el estado que guardaba hace casi
10 años. Y demandaba la aplicación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas
Arqueológicas, Artísticas e Históricas, para su rescate y conservación, sin embargo
poco eco tuvo su llamado.
Muebles originales que han resistido al paso el tiempo Según ella, esta
obra “representa uno de los ejemplos de la arquitectura industrial del
siglo XIX más importantes en el estado de Chiapas, no solo por la
mezcla del estilo neoclásico y la arquitectura tradicional, sino por su
carácter monumental y los acontecimientos históricos del desarrollo
industrial y socio-económico del estado”.
En el volumen I de la sección del Estado de Chiapas del Catálogo
nacional de Monumentos Históricos Inmuebles, la imagen de la
fachada principal de La Providencia sirvió de portada.
La sección Cintalapa del Colegio de Arquitectos de Chiapas, han
demostrado su preocupación por ese edificio en ruinas que año con
año se deteriora aún más. Elaboraron un reporte que entregaron a las
autoridades municipales, estatales y federales para demandar inversión
económica en ella pero nada se ha hecho.
El arquitecto Alberto Moguel, se dio a la tarea de estudiar y fotografiar
la estructura arquitectónica de los cascos de fincas y haciendas de esta
región de Chiapas, después montó una exposición gráfica en junio del
2005 para tratar de llamar la atención de los lugareños pero tampoco
tuvo eco.
“Si bien la Fábrica de Hilados y Tejidos La Providencia, ha resistido
tantos años a los sismos, al saqueo, nada le hace tanto daño como la
indiferencia, y seguramente en unos años más nuestros hijos la
conocerán solo en las fotografías que guardemos”, concluye.