Presentación - TransAndalus

Transcripción

Presentación - TransAndalus
Boletín de novedades
B O L E T Í N
N º
4 3
Pequeños tesoros: La Cimbarra (Aldeaquemada, Jaén) |
Viajeros por la Transandalus | Nuestros viajeros: Maite Lara | Colaboradores: Sergio Caballero |
Un lugar donde perderse: Fuenteobejuna (Córdoba)
aplicado a la BTT (III) >> Escalada en El Chorro >> La Alpujarra >> |
Camisetas de la Transandalus
|
Artículos:
Cuencas hidrográficas de la TA, pedaleando entre dos mares >>
El GPS
MARZO
2010
Presentación
Camisetas de la Transandalus
Agotadas las camisetas de la TA hemos hecho un nuevo
diseño, más “andaluz”, que esperamos que os gusten, con
bordado delante y detrás.
Toda la información sobre la camiseta, tallas y forma de pedido está aquí >>
Imagen superior: detalle del
bordado
Imagen izquierda: frontal de
la camiseta.
Viajeros
Lluvias históricas en Andalucía, como no se habían visto en 40 años, con carreteras y pueblos
inundados hicieron desistir este invierno a los viajeros que tenían planeado dar pedales por la
Transandalus. Algún valiente hubo y os lo contamos en la habitual sección “Viajeros”.
Eso sí, la primavera promete ser radiante, y esperamos récord de viajeros para los meses de abril
y mayo, comenzando con una Semana Santa sobre ruedas.
Artículos
Este boletín viene cargado de artículos: seguimos con la
tercera parte de la introducción al GPS usando
OziExplorer, un curioso repaso al trazado de la TA atendiendo a las cuencas hidrográficas que atraviesa, seguimos con el punto de vista de un escalador en las vías
de El Chorro, también un granadino “exiliado” en Mallorca nos muestra sus recuerdos de La Alpujarra y
para terminar, ya en la sección Un lugar donde perderse
conoceremos algo más una de las maravillas de la TA: La
Cimbarra, un espectacular salto de agua a las afueras de
Aldequemada (Jaén)
Cascada de La Cimbarra
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2
Flashes
Sorbas, Almería

El 11 de marzo tuvo lugar en la sede del Club Integral de Muntanya de Valencia una presentación a
cargo de Ximo Quiles sobre el viaje que realizó un grupo de 16 personas del club en diciembre de
2009 entre Andújar y Fuenteobejuna. Sierra Morena y Los Pedroches, antiguas rutas de trashumancia, ,
cañadas, vacas, cerdos ibéricos...dehesa en estado puro.

El “espíritu” de la Transandalus ha ido calando en algunos de los viajeros que ha recibido, y que al volver a casa han llevado a cabo un trabajo, bien individual o bien colaborativo, para diseñar una ruta cicloturista en su comunidad. He aquí algunas novedades de esos proyectos y otros nuevos:

TransbikeAlentejo: el proyecto de nuestros hermanos portugueses que nació con el nombre genérico de “Trilhos do Sur” (Caminos del Sur) ya toma forma. Dirigido ahora por un
amigo de la Transandalus, Nuno Amaral, cambia su primigenia concepción como ruta circular para convertirse en ruta lineal, eso sí, sin abandonar la idea de conectarla con la Transandalus. Ahora Aroche (Huelva) tendrá una “salida” al mar en bici en Zambujeira do Mar,
por una ruta que recorrerá el Bajo Alentejo portugués, de este a oeste, Vilaverde do Ficalho,
Serpa, Beja, Castro Verde, Ourique, Odemira y Zambujeira.

Nuestros amigos de la Transmurciana ya han documentado la etapa que los conecta con la
Transandalus por Pontones…

Y llega a nuestros oídos una nueva ruta alforjera de largo recorrido en península. Se trata de
la Ruta Jaume I, que atraviesa de norte a sur las tres provincias de la Comunidad valenciana. 670 kms. de caminos y senderos para disfrutar viajando con nuestra bici. Más info en
www.rutajaumei.es

...Y otra nueva ruta más, nacida también al abrigo de la filosofía de la Transandalus, esta vez
en Madrid. Óscar Romero, de los Madroño Club Mtb (antiguo Karakol) ha diseñado y documentado una ruta btt circular de 500 kms en la Comunidad de Madrid: la M500. Ver más en
www.m500.es
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Nuestro colaborador en Granada Ramón Serrano participa comentando rutas btt
por la zona en la radio en Internet Campo Base. Ver contenidos y escuchar online
aquí>>

La empresa británica de viajes en bici Skeddaddle anuncia para mayo, noviembre y diciembre su particular Trans Andaluz por nuestra tierra. Ver más >>
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Un grupo de alumnas de 5º curso de Empresariales de la Universidad de Mondragón, para el Taller
de Habilidades Directivas III dirigido por nuestro amigo Julen Iturbe analizaron la Transandalus, sus
fundamentos como organización y su posible repercusión para la economía de la zona.
¿Quieres colaborar con nosotros en la redacción del boletín? ¿Te gustaría escribir sobre los pueblos, gentes,
costumbres, tradiciones, sierras, valles, cultura, arte,...que hay en la Transandalus? Ponte en contacto con
nosotros en [email protected], seguro que tenemos un hueco para ti.
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3
Alojamientos
Sorbas, Almería
nuevos alojamientos
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Casa Camacho (Facinas, Cádiz): gracias a un viajero reciente, Javier, de Salamanca, sabemos que desde
hace poco hay un nuevo alojamiento en Facinas. Habitaciones baratas que ya han visto desfilar a otros
transandaluseros.
El Romeral es un alojamiento rural abierto en diciembre de 2009. 5 coquetas habitaciones dobles
están disponibles para los viajeros en Almadén de la Plata (Sevilla).
descuentos para los transandaluseros
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El Romeral ofrece el desayuno gratis a los transandaluseros.
Camisetas de la Transandalus
Agotadas las anteriores camisetas de la Transandalus hemos diseñado un nuevo modelo que ya
tenemos listas. Si quieres lucir la camiseta después de cada jornada de alforjeo, o bien presumir a la
vuelta a casa de haberla hecho, o bien te mueres de ganas de pedalear por el sur y te tienes que
conformar con la camiseta.
Con bordado delante y detrás y unos colores muy andaluces tienes toda la información aquí >>
Imagen de la parte delantera de la
camiseta (Foto superior); Foto de
la parte trasera (Foto arriba—
derecha); Detalle del bordado del
logo en la parte delantera (Foto
derecha)
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costumbres, tradiciones, sierras, valles, cultura, arte,...que hay en la Transandalus? Ponte en contacto con
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La Transandalus en los medios
Sorbas, Almería
Detalle del cartel de las jornadas.

En la localidad portuguesa de Odemira se organizó unas jornadas sobre las vinculaciones para
el turismo y el desarrollo de las vías cicloturistas. En estas jornadas se facilitó a los alumnos a
modo de ejemplo la historia y características de la Transandalus. Una vez más Nuno Amaral
actuó de “embajador” de la TA en nuestro país vecino.
El departamento de Turismo Interior, de la empresa pública de la Junta Turismo Andaluz dentro de su programa de potenciación de Andalucía como destino para el cicloturismo en general y
la Transandalus en particular, nos invitó a la mesa
redonda “El diseño de rutas de cicloturismo y
senderismo en Andalucía como recurso turístico
dinamizador y como vertebrador de la sostenibilidad global de los destinos turísticos de interior”.
La representación de la TA estuvo a cargo de
Miguel Ángel Baltanás. En el próximo boletín
conoceremos más sobre la Jornada y la presentación de la Transandalus.
A la derecha, cartel de la Jornada.
Abajo, detalle de la referencia a la Transandalus y su ponente, Miguel Ángel Baltanás.

Puede que sea el indicador de la consolidación definitiva
de la Transandalus
Paisajes andaluces
Imagen de la vía verde completamente
nevada.
No es una estampa de un cuento de Dickens. Es
la Vía Verde de la Ribera del Huéznar en
la Sierra Norte sevillana a finales de enero.
Para los que son del norte puede ser una imagen
habitual en invierno, pero para un andaluz no es
tan frecuente.
La lluvia, y la nieve, invernales nos van a asegurar
una primavera a tope de verde, flores...y alergias,
pero merecerá la pena ciclar por la TA.
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Recensiones
Autor: Manuel BECERRA PARRA
Título: Valle del Guadiaro: guía del excursionista
Editorial: La Serranía
Año: 2008 (2ª ed.)
ISBN: 978-84-96607-25-5
Tamaño: 192 p.; 17x24 cm
Comprar >>
dentro de los parques naturales Sierra de Grazalema y Los Alcornocales.
El Valle del Guadiaro es uno de esos parajes andaluces
que aún permanecen vírgenes para el turista que los
visita. Lejos de las aglomeraciones que caracterizan a
otros espacios naturales, estas sierras suponen para el
caminante un paraíso en el que el canto de los pájaros
y el sonido del viento entre los árboles no son perturbados por la acción del hombre.
Una enorme diversidad climática y geológica permite
que se desarrolle una amplia gama de formaciones
vegetales que van desde los matorrales de alta montaña hasta los bosques de laurisilva, pasando por importantes masas de alcornoques, encinas, quejigos e incluso castaños. Estos ecosistemas a su vez albergan una
de las mejores representaciones faunísticas de Europa
en la que sobresalen las poblaciones de buitre leonado, cabra montés y murciélagos. Todo ello ha propiciado que gran parte de su territorio quede incluido
Pero no todo es naturaleza. Su emplazamiento en
una importante vía de comunicación ha significado
que estas tierras hayan vivido una intensa historia
desde hace 200.000 años. Iberos, fenicios, romanos,
visigodos, árabes y castellanos han dejado su huella
en un impresionante patrimonio en el que destaca la
Cueva de la Pileta. Fruto de ese devenir histórico
son los cuatro pueblos que componen el valle, poblaciones de blanca cal y trazado árabe que atesoran
tradiciones únicas y una rica gastronomía en la que
resaltan las chacinas.
Las veinte rutas que aparecen en este libro pretenden que el amante de la naturaleza y todo aquel que
recorra estos privilegiados paisajes pueda disfrutar
de la riqueza natural y patrimonial que guarda esta
zona de Málaga.
Autor: Antonio GARRIDO DOMÍNGUEZ
Título: Viajeros del XIX cabalgan por la Serranía de Ronda:
el camino inglés
Editorial: La Serranía
Año: 2006
ISBN: 978-20-2
Formato: 432 p.; 17x24 cm
Precio: 18€
Comprar >>
En la convulsionada Andalucía del XIX, pocos
trayectos se presentaron tan altaneros y retadores como el que, a lo largo de un centenar de
kilómetros, transcurría entre Gibraltar y Ronda:
abismos insondables, cumbres que se confundían
con los cielos, caminos que no eran más que torrenteras y pinos resbaladeros. Bandidos, contrabandistas y aviesos caminantes, formaron también,
como costra añeja, parte de un paisaje lleno de
escollos en el que tampoco faltaban valles grandiosos, corrientes cristalinas o sorprendentes
pueblos.
Atravesando una región todavía olvidada y única, a
través de cincuenta y cinco relatos reales e inéditos
de ese trayecto, el libro ofrece la oportunidad de
adentrarnos por un mundo en el que algo ha cambiado, aunque no tanto como querríamos. Un pormenorizado estudio previo y cien grabados e ilustraciones
de la época, ayudarán al lector a realizar sin grandes
sobresaltos un placentero viaje en el tiempo.
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Artículo
por
Luis Cano
Cuencas hidrográficas de la TA, pedaleando entre dos mares
Si nos dicen que pensemos en un Río de Andalucía, supongo
que la gran mayoría diríamos el Guadalquivir. Y es lo lógico,
al fin y al cabo es la arteria natural de la región. El Betis de
los romanos que dio nombre a la antigua provincia Bética,
hoy Andalucía. Y su cuenca cubre la mayor parte del territorio andaluz, abarcando parte de las ocho provincias, e incluso
se salta las fronteras de La Comunidad. Desde Cazorla o el
extremo norte de Almería, desde el sur de Castilla la Mancha, Extremadura o Murcia, hasta Sanlúcar, a lo largo de más
de 700kms y 57.071km2 de cuenca. Pero en la región hay
más cuencas hidrográficas, hay ríos que nos llevan hasta el
mar en otros puntos diferentes. Parte del territorio andaluz
vierte a otros ríos de primer orden como el Segura o Guadiana, también a otros que vuelcan al Atlántico como el Tinto, Odiel, Guadalete o Barbate y los que drenan al Mediterráneo como el Guadiaro, Guadalhorce, Guadalfeo, Andarax
o Almanzora.
El trazado de la TA, que se aproxima al perímetro de Andalucía, atraviesa todas estas cuencas hidrográficas. Va recorriendo valles, cruzando ríos, superando puertos y collados
que nos vuelcan de una cuenca a otra. A mi, simple aficionado al cicloturismo, que suelo practicarlo muy esporádicamente cuando puedo, y lo normal es que sea sin entrenamiento previo, me cuesta subir los buenos puertos. Durante
el pedaleo de la subida hay tiempo para pensar y una de las
ideas que se me pasan por la cabeza es imaginarme que no
quiero subir más y que a partir de ahora solo voy a dejarme
rodar, siempre hacia abajo como el agua. ¿Dónde iría a parar?. ¿En qué punto desembocaría en el mar?
Vamos a imaginar que hacemos un recorrido integral
de la TransAndalus, partiendo de Sanlúcar de Barrameda. Es aquí donde iría a parar la mayor parte
del agua que se dejase caer a lo largo de la ruta, digamos que sería el punto óptimo, pues es a donde en
más ocasiones podríamos volver rodando siempre
cuesta abajo. Y siguiendo el trazado de la ruta vamos
a ir deteniéndonos en los puntos de la ruta donde
cambiamos de cuenca volcando a otro mar.
Pues empezando en Sanlúcar, nada más salir ya
hemos abandonado la cuenca del Guadalquivir sin
habernos dado cuenta. Estamos en el distrito hidrográfico del Guadalete y Barbate, ríos que cruzaremos a la altura de El Puerto de Santa María y de
Barbate respectivamente, se cruzan tan cerca de su
desembocadura que prácticamente no vamos a subir
cuestas para pasar de una cuenca a otra. Pero vamos
a dejar por ahora los ríos en este artículo, y vamos a
centrarnos en los puertos que nos cambian de la
vertiente atlántica a la mediterránea y viceversa.
La TransAndalus sobre las cuencas
hidrográficas de Andalucía.
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Artículo
por Luis Cano
Cuencas hidrográficas de la TA, pedaleando entre dos mares
provincia de Almería, vamos a ir pedaleando por
la vertiente mediterránea excepto, un breve
trecho, al poco de entrar en la provincia de Granada, donde durante apenas 60kms volcamos a la
cuenca del Guadalquivir, concretamente al río
Cacín, afluente del Genil.
Es en el punto kilométrico 13 del Tramo Ventas
de Zafarraya – Alhama de Granada cuando
vamos bordeando por el norte el Parque Natural de las Sierras de Tejeda y Almijara. Por la
pista del Robledal, pista cómoda, con muy buen
firme al pasar junto al cortijo Baltasar, subimos
un collado casi sin esfuerzo y ya volcamos a la
cuenca del Río Alhama, vertiente Atlántica del
Guadalquivir.
Estrecho de Gibraltar y Collado del Palancar.
Las verdaderas cuestas de la ruta va a empezar en la subida
a Facinas desde Zahara, y el primer puerto que nos hace
cambiar de vertiente está en el siguiente tramo, Facinas –El
Bujeo, km 25.500. justo al saltar la sierra del Cabrito en el
Collado del Palancar. Es por donde la TA pasa el Puerto del
Bujeo, Aquí es evidente que pedaleamos entre dos mares,
pues estamos viendo El Estrecho, Atlántico a un lado, al
otro El Mediterráneo, y África al frente. También es evidente el cambio de vertientes por el aprovechamiento eólico.
Toda una fila india de molinillos plantados en la línea divisoria cobrando peaje al viento que quiere cambiar de mar y
por entre los cuales vamos a pasar.
A partir de aquí entramos en el Distrito Hidrográfico del
Mediterráneo Andaluz, una serie de cuencas de ríos relativamente cortos, pero que se desarrollan en un relieve muy
accidentado. Tienen que atravesar las sierras penibéticas
para abrirse paso hacia el mar. Y así han excavado profundas gargantas como El Cañón del Guadiaro en El Colmenar,
El desfiladero de los Gaitanes del río Guadalhorce en El
Chorro, o el Tajo de los Vados del río Guadalfeo cerca de
Motril. Así, durante los siguientes 900 kms hasta salir de la
Saliendo del Poldjé de Zafarraya, junto al
Cortijo Baltasar
Sin embargo no es tan evidente que hayamos
acabamos de abandonar la vertiente mediterránea, pues durante los kilómetros anteriores
hemos estado recorriendo el Poldjé de Zafarraya. Un poldjé es una depresión ciega, sin salida
superficial de aguas. Los arroyos que lo circulan
no desembocan en otro río mayor sino que acaban filtrándose en sumideros para drenar a un
acuífero subterráneo. Es el poldjé de mayor
tamaño de la península ibérica, y alimenta el acuífero de Sierra Gorda. Acuífero que alimenta
surgencias tanto en la cuenca mediterránea
(manantiales de Guaro) como en la atlántica,
(Riofrío).
Continuamos la ruta y nos vamos al tramo de
Jayena a Albuñuelas, ahora si estamos dentro
del Parque Natural de las Sierras de Tejeda y
Almijara. Hemos pasado junto al pino de las 5
ramas, y alcanzado la Venta de Los Prados. Ahora
toca un pequeño collado que nos deja en una
buena pista que ya prácticamente todo es bajada
hasta Albuñuelas. Este collado vuelca de nuevo a
la vertiente mediterránea, al Valle de Lecrín,
cuenca del Guadalfeo. Cuenca que vamos a
acompañar faldeando el sur de Sierra nevada
recorriendo todos sus afluentes receptores hasta
Cádiar.
Subiendo al Collado que vuelca al Valle de
Lecrín tras pasar la Venta de los Prados.
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Artículo
por Luis Cano
Cuencas hidrográficas de la TA, pedaleando entre dos mares
A partir de aquí continuaremos por las cuencas de
otros ríos que vierten al Mediterráneo almeriense:
río Andarax, zonas semidesérticas y ramblas secas
la gran parte del año por la zona de Níjar y Sorbas,
Así llegaremos al puerto más alto de la ruta, El Alto
de Velefique en la Sierra de Filabres. Pero no será
aquí donde volquemos de nuevo a la vertiente atlántica, pues la cara norte de Filabres drena al Almanzora. Sino que será al entrar en la provincia de Granada, en el Tramo de Serón a Baza, tramo que
discurre por ramblas excepto unos kilómetros llanos de páramo donde se alcanza la estación abandonada de El Hijate (imagen debajo)
Nada más salir de los Campos, una cómoda bajada nos
planta directamente en el nacimiento del Río Segura,
Aunque en los últimos años ha llegado a estar seco varias
veces, lo normal es que al menos brote un chorro de
agua del diámetro de un cuerpo barrigón. Durante los
siguientes kilómetros vamos acompañando al río junto a
su cauce, sólo lo cruzamos para entrar y salir de la población de Pontones, y así entramos en el cañón del
Segura hasta que el propio río se estrecha en su cañón
que impide que ni la pista que llevamos, ni incluso a pie
se pueda continuar. Así que hay que abandonarlo remontando el arroyo de los Masegosos para salir a la vieja Carretera de la Cumbre.
Aquí volvemos a dar vistas a la vertiente Atlántica y por
fin vemos las aguas del propio Río Guadalquivir. Muy
abajo, reposando en el Embalse del Tranco como si
estuviesen esperando a que lleguemos para salir ya juntos del Parque Natural.
Este es el punto donde entramos en la Hoya de Baza,
cabecera de la Cuenca del Guadiana Menor. Sin
darnos cuentas estamos cambiando de mar, volcando
Por fin a la vertiente del Guadalquivir No será por
mucho tiempo pues una jornada o dos más tarde,
cuando hayamos entrado en la provincia de Jaén, y
pedaleando por uno de los tramos más bonitos y
largos de la ruta. Cuando hayamos pasado de los
pinares de la Sierra de Cazorla a la agreste inmensidad de los Campos de Hernán Perea, volveremos a
cambiar a la vertiente mediterránea. La cuenca del
Segura, que la vamos a atacar entrando justo por el
nacimiento. El punto en que cambiamos de vertiente
es un tanto indeterminado, pues durante los kilómetros que pedalearemos por Los Campos, y hasta
llagar de nuevo a la zona de pinares de Cañada Cruz,
iremos trazando pequeñas subidas y bajadas, entrando en pequeñas depresiones y volviendo a salir de
ellas como si estuviésemos navegando en un mar de
piedra rozando los 1800m de altura. Y realmente
toda esa extensión de roca caliza es la esponja que
alimenta un gran acuífero y que como ocurría en el
Poldjé de Zafarraya va tener salidas a ambas vertientes. Manantiales en los que nacen ríos de una vez
como los de Castril, Borosa y Aguamulas que vierten
a la cuenca del Guadalquivir o como el Zumeta y
Segura que fluyen al Mediterráneo.
Vistas del Pantano del Tranco desde la carretera
de la Cumbre.
Pero aun no vamos a volcar directamente hacia el Atlántico. Los siguientes 10kms, hasta el Cruce del Yelmo, iremos pedaleando por la cresta cimera divisoria de vertientes a veces mirando al Segura y otras al Guadalquivir sin
querer decidirnos a abandonar definitivamente la cuenca
mediterránea. Y es que precisamente ese cruce en medio
de un pinar a los pies del imponente pico de El Yelmo es
el punto más nororiental de la TransAndalus, el punto de
inflexión donde giraremos definitivamente al este y como
ave migratoria que inicia su regreso, a partir de aquí nos
iremos acercando cada vez más a nuestro lugar de partida.
Luis Cano
es colaborador de la Transandalus
y autor del Visor de Tramos
por
Artículos
Ramón A. Serrano
El GPS aplicado a la BTT (III): trabajando con tracks
1.– INTRODUCCIÓN
En nuestro anterior boletín configuramos OziExplorer y realizamos los primeros pasos básicos con los que debemos de
estar familiarizados para continuar avanzando con el tratamiento de los datos de nuestro GPS, esto es, Cargar Mapas y Cargar/Enviar Tracks.
Es muy recomendable realizar estas funciones a modo de entrenamiento, para llegado el momento
seamos capaces de hacerlo con soltura y sin problemas.
Recomendamos ir realizando nuestras propias pruebas con el programa para familiarizarnos con las
múltiples funciones que este nos permite.
En esta entrega vamos a conocer mejor qué información compone un track y la forma de trabajar con los mismos, crearlos,
editarlos, etc.
En esta entrega vamos a conocer mejor qué información compone un track y la forma de trabajar con los mismos, crearlos,
editarlos, etc.
Puntos de Track
Un fichero de Track está compuesto por un número limitado de puntos de tracks sucesivos que de forma ordenada, conforman un recorrido realizado sobre el mapa o sobre el terreno. Cada punto de track contiene al menos la siguiente informaNº de Orden
Sector
Latitud
Longitud
Altura
Fecha
Hora
Distancia (al punto anterior)
Dirección o rumbo
ción:
Con toda esta información en cada uno de los puntos, el PC o el GPS es capaz de plotear en pantalla el camino que hemos
seguido o que queremos seguir y de esta forma, orientarnos sobre el terreno o en cambio facilitarnos una gran información
sobre el recorrido que ya hemos hecho.
sigue ...
Artículos
El GPS aplicado a la BTT (III)
por
Ramón A. Serrano
Se visualizará entonces una potente herramienta en la que podemos controlar todos los tracks que estamos visualizando en el
momento.
Esta ventana, es una de las que vamos a utilizar más en OziExplorer,
de hecho, con la combinación de teclas Alt+T accederemos de
forma directa a ella.
Con la misma, podemos cargar de forma simultánea varios tracks,
lo que es muy útil cuando queremos enlazar o comparar recorridos.
Para ello, sólo tenemos que hacer doble click sobre el siguiente
espacio vacío desplegándose el interface para cargar un nuevo track,
donde además podemos asignarle el color y/o la anchura del mismo,
para evitar confusiones con otros cargados.
Volviendo a la Ventana de Control de Tracks, en la barra de herramientas de la
misma, disponemos de una serie de botones de acceso rápido que nos permitirán realizar acciones con el fichero que tenemos en pantalla algunas de ellas
básicas, como la de salvar ficheros, pero muchas de ellas avanzadas, como editar, unir, etc…
Como norma general, todas las funciones que realicemos en la pantalla de trabajo, afectarán al track
cargado en primer lugar, por ejemplo, si al salir del OziExplorer si el sistema nos indican que no se
han guardado cambios efectuados, siempre se referirá al track cargado en primer lugar.
Teniendo marcado el track que deseamos visualizar, pincharemos a la derecha del botón de guardar, sobre el botón “Mostrar la
Lista de Puntos del Track”, visualizando una tabla con los puntos que componen el track.
sigue en la página
siguiente...
Artículos
El GPS aplicado a la BTT (III)
por
Ramón A. Serrano
Analizando los Puntos de Track: Limpiando nuestro Track
Es posible, que a lo largo de una ruta perdamos señal de GPS por las condiciones de exposición a la señal, barrancos profundos, bosques espesos, ciudades, etc… pueden hacer que nuestro receptor pierda la señal y deje un vacío en el track que estamos grabando. Igualmente, esto puede suceder cuando nos quedamos sin batería y tenemos que sustituirla en pleno recorrido.
En nuestro fichero, estos se manifiesta porque hay puntos en los que se produce una discontinuidad del track, además, en
algunas ocasiones, por baja recepción de satélites o recálculo de la posición, se producen puntos totalmente fuera del camino
que estamos siguiendo.
Igualmente, es posible que queramos eliminar puntos del track que no queremos que queden en el recorrido definitivo, por
ejemplo, porque nos equivocamos de camino.
Hoy vamos a aprender con un mismo fichero a identificar todas estas posibilidades y a solventarlas.
Una vez abierto OziExplorer, cargado nuestro mapa y nuestro track, tenemos un recorrido que aparentemente vemos completo.
Pero, por ejemplo, si pinchamos
sobre VER\TRACKS\PERFIL DE
TRACKS, nos resultará el siguiente perfil del recorrido:
sigue en la página siguiente...
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El GPS aplicado a la BTT (III)
por
Ramón A. Serrano
Si nos fijamos, unos pequeños números sobre la línea, nos indicas las secciones en las que está dividido nuestro track, o lo que
es lo mismo, que este no está realizado de corrido, sino que hay espacios en blanco entre puntos.
Si pinchamos sobre los números del perfil, en el mapa, un puntero nos indicará dónde está el problema y en la mayoría de los
caso, veremos claramente ese espacio sin track.
Para solucionarlo, nos iremos a la Lista de Puntos del Track, que visualizaremos desde la Ventana de Control de Tracks que
hablamos anteriormente.
Una vez desplegados los puntos, iniciaremos un barrido manual en busca de puntos sin datos de Distancia, Velocidad y Rumbo y que además, habitualmente no están relacionados en altura con su antecesor y predecesor.
Además, un cursor sobre el track del mapa, nos ayuda, pues va navegando por los puntos sobre el mapa, conforme nosotros lo hacemos sobre la lista de puntos.
El siguiente paso es eliminar ese punto para lo que utilizaremos la tecla “Supr”
En ese momento, en la Lista de Puntos, nos aparecerá como “Borrado” y la siguiente vez que la saquemos ya no estará
dicho punto.
Repetiremos el proceso tantas veces sea necesario hasta que dejemos limpio nuestro track y sin puntos fantasma.
Artículos
El GPS aplicado a la BTT (III)
por
Ramón A. Serrano
Una vez realizado esto, si regresamos para visualizar el perfil, comprobaremos que sólo hay una sección de track, la 1 que
corresponde a la totalidad del mismo, por lo que ya hemos eliminado todos estos puntos.
Para eliminar puntos que no deseamos que estén en el fichero de track definitivo, realizaremos el mismo procedimiento, utilizando el puntero sobre el track como indicador de los puntos que deseamos eliminar. Por ejemplo:
Del siguiente tramo, vamos a eliminar el camino que asciende hasta el Tajo de la Campana por el lateral de los Poyos de Monchil.
Desplegamos la lista de puntos y usando la tecla AvPag nos situamos sobre el punto inicial de ese tramo que queremos eliminar.
A partir de ese punto, iremos borrando puntos sucesivos y observando sobre el mapa como el recorrido se va adaptando a
la nueva lista de puntos resultante.
Finalmente, una vez cerrados los cuadros de diálogo, el resultado final, salta a la vista...
sigue ...
Artículos
El GPS aplicado a la BTT (III)
por
Ramón A. Serrano
Recomendamos que no se trabaje nunca sobre el track original recogido sobre el terreno, realizando copias del mismo para las labores de edición, filtrado y modificación. El fichero original es irrepetible y debemos de mantenerlo a salvo de posibles errores que podamos cometer a lo largo de los procesos, ya que para su obtención hemos hecho la ruta sobre el terreno. En el próximo boletín:
Edición avanzada de tracks

Tu Smartphone como GPS
outdoor
Ramón Ángel Serrano es presidente del Club MTB
Granabike (Granada) y socio de la Transandalus en la
provincia de Granada así como colaborador habitual
en los boletines de novedades.
El original de este artículo se encuentra en:
http://www.granabike.com/consejos/gps-btt-mtb.html
Artículos
por
Jaime González Pascual
Escalada en El Chorro (Málaga)
Intersecciones—un poco de ficción
Agotado por el esfuerzo de la subida, camino del Puerto de
Flandes, decidí apearme de la burra para echarme unos
pistachos al gaznate, remojar la estragada garganta y reponer fuerzas a la sombra de un frondoso pino que se erguía
altivo
a
la
orilla
de
la
pista.
Empinando el codo estaba cuando algo más allá creí distinguir unas figuras que evolucionaban sobre la roca. Intrigado,
enfoqué la mirada para descubrir a un grupo de escaladores
siguiendo lo que parecía ser un rito incontable veces repetido a lo largo del día. Desde mi privilegiado observatorio
vi a uno de ellos calentar, estirarse, ponerse y ajustarse el
arnés, atarse al extremo de la cuerda, colgarse una bolsita
llena seguramente de magnesio y con parsimonia una serie
interminable de mosquetones unidos entre si dos a
dos con una cinta ("cinta"), cambiar sus zapatillas de deporte por un calzado más ajustado con una suela sin relieve,
ponerse el casco y a su compañero pasar la cuerda por un
dispositivo ("freno") raro.
Listo el escalador, despegó y se centró en su tarea trepando ora rápida ora pausadamente, escudriñando la roca,
buscando presas ocultas, golpeándola, comprobando su
solidez su aptitud y pasando a otra cuando no le convencía; moviendo los pies con precisión. En definitiva danzaba
verticalmente. De vez en cuando al llegar a la altura de una
fijación metálica en la roca ("tornillos de expansión" que
alguien previamente se había tomado la molestia de poner
ahí taladrando para que sus seguidores pudieran disfrutar
de la escalada con la mayor comodidad y seguridad posible), sacaba una de las "cintas" de su arnés, la enganchaba
en la fijación y a continuación pasaba la cuerda por el mosquetón inferior. Su compañero (llamado "asegurador" en la
jerga) atento, seguía sus evoluciones, animándolo ocasionalmente o le apuntaba sobre como proceder. Y
así siguió fijación tras fijación hasta alcanzar la cadena final,
por la que pasó la cuerda y avisado, su compañero le bajó
c o n
a u x i l i o
d e l
" f r e n o " .
Entonces se intercambiaron los papeles y el escalador pasó
a ser asegurador y este último escalador. Al principio las
cosas fueron bien hasta que en un determinado momento,
lanzándose por una determinada presa, no consiguió cogerla y... ¡Zas! Cayó (en argot "piró" o "voló") unos
metros hasta que la cuerda retuvo su caída.
Preocupado me acerqué y le pregunté:
-¿Estás bien?
- "Sí", replicó, "en escalada "deportiva" (la que intenta maximizar la dificultad minimizando el riesgo) la caída es parte
del juego. Las cuerdas están confeccionadas de manera que
se estiran como una goma elástica para frenar suavemente
la velocidad adquirida. En principio no debería pasar nada.
Aún así todos luchamos continuamente con nuestros miedos y cuando el último tornillo de expansión empieza a
alejarse no podemos evitar sentirnos, como mínimo, ansio-
Un “ilimitado” abre vía (de rojo) mientras un compañero lo
asegura (en blanco, abajo)
Roto el hielo resultó no ser para nada el personaje arrogante,
engreído y endiosado que me había imaginado al verle moverse con el aplomo de un trapecista sino todo lo contrario:
cercano y amistoso, deseoso de compartir su "pasatiempos".
Me contó entonces como había descubierto la escalada y
como a pesar de haber empezado torpemente le enganchó
tanto por requerir dosis de fuerza, imaginación, técnica, valentía, carácter, paciencia, perseverancia y otras muchas que
al día siguiente ya estaba comprando algo de material y desde aquel primer día casi no pasaba uno sin pensar en ella.
- "Tan fuerte es la pasión que nos anima" - apuntó
- "Lo principal es competir con uno mismo"
- "Y a ti ¿qué te trae por aquí?" - me preguntó
Le conté brevemente sobre la Transandalus.
- "Cada loco con su tema" - me dijo.
- "Así es" - repliqué
Y viendo que no conseguía apartar la mirada del material me
preguntó:
- "¿Te gustaría probar? En tu caso pasaríamos la cuerda por
arriba y así en polea prácticamente no puede hablarse de
caída sino de despegarse de la pared. No hay peligro"
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Escalada en El Chorro (Málaga)
"Estos tienen la cabeza llena de roca. Podrían hablar de sogas
horas y horas" Pensé. Soñé por un breve instante en aparcar
la
bicicleta
y
aceptar
su
propuesta.
¿Soñará el escalador con espacios más horizontales, abiertos
y ciclables como por ejemplo la Transandalus? Estoy convencido. La TA, como el bueno paño, en el arca se vende.
El Chorro—”vamos para arriba”
El Chorro es una llamada "escuela" (en realidad un conjunto
de vías equipadas con tornillos de expansión) de escalada
mundialmente famosa, meca de obligada visita cualquiera sea
el "grado" (la capacidad de un escalador se mide en función
del mayor "grado" o dificultad capaz de escalar de un tirón
por sus propios medios) del escalador. Su paisaje es de todos conocidos. Los viajeros del tren se lamentan que su paso
por el Cañón de los Gaitanes sea tan raudo pero se llevan
grabadas en sus retinas la impresión de un paraje de ensueño
que el Guadalhorce, durante eones, ha ido esculpiendo en la
roca.
Sus "vías" (rutas o líneas de escalada marcadas por un reguero de tornillos de expansión) se cuentan por miles y desta-
-can por su calidad y variedad. Su roca caliza es particularmente compacta, sólida y adherente. Da confianza
al escalador. Se extiende por todo el Desfiladero de la
Gaitanes (donde a menudo hay que rapelar desde el Caminito del Rey para empezar a escalar) y en dirección al
Valle de Abdalajís, donde por cierto también se puede escalar. Para algunos su grandeza es su defecto; las
aproximaciones pueden ser largas y extenuantes bajo las
pesadas mochilas atiborradas con el material de escalada
más el agua y víveres necesarios para pasar la jornada.
Otros se quedarían a vivir.
Mejor época: invierno. Aunque en las escuelas
satélites como Desplomilandia y Turón pueden
encontrarse sectores más frescos orientados al
norte trepables en plena canícula.
---¡Advertencia! La escalada es un deporte de riesgo
que no debe tomarse a la ligera ni afrontarla sin
una rigurosa formación previa.
Imagen: Vistas desde la roca. El escalador contempla la presa abajo, el trazado de la Transandalus (en puntos verdes) por la
Cañada del Lobo, la meseta y sobre ella, la presa de La Encantada (flecha roja)
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La Alpujarra
PREÁMBULO (Añoranza de un granadino – gallego)
Nacido y criado en Granada, para más señas en la Calle de
Elvira a la sombra de la Puerta de Elvira, aquella de la que
García Lorca escribía:
Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas…
por
Jorge Gallegos
Por qué escribo sobre La Alpujarra: Ya desde muy pequeño ese nombre “La Alpujarra” y los de sus pueblos ejercían en mí una especial atracción cuando escuchaba a los
mayores de mi familia (mayoristas de frutas, patatas y
verduras en Granada), hablando por teléfono con los
corredores de aquellos pueblos (Pampaneira, Bubión,
Capileira, Pitres, Mecina Fondales, Pórtugos, Busquístar,
Trevélez, Bérchules, Mecina Bombarón,…) que les preparaban las mercancías de la agricultura alpujarreña (patatas
viejas, castañas, judías, etc.). Y para mi fue impactante la
primera vez que con menos de 10 años pude acompañar
a mi hermano Antonio en el camión (un Ford F-600 de
los años 50) a La Alpujarra.
Un viaje que para mí fue una aventura excitante. Recuerdo que me tuve que dar un gran madrugón pues salimos
antes de amanecer, así que las primeras horas del recorrido no pude evitar las cabezadas del sueño y perderme la
primera parte del viaje. Cuando me espabilé ya habíamos
pasado Lanjarón. El asfalto se acababa en Órgiva, así que
de ahí en adelante era un camino más o menos compactado que bordeaba los barrancos. Aquel Ford iba cogiendo
altura lentamente por la sierra y yo no podía retirar la
vista de aquellos tajos y montañas, a veces sacaba la cabeza por la ventanilla para comprobar en algunas curvas que
las ruedas pisaban el camino, ya que el largo morro del
Ford parecía sobrevolar el barranco.
Puerta de Elvira (Granada)
Y de apellido Gallegos, que según dicen los que saben de
eso, tiene su origen toponímico en los gallegos que, junto a
gentes de otras comarcas, repoblaron La Alpujarra cuando
Felipe II expulsó definitivamente a los moriscos de sus últimas moradas en las agrestes sierras alpujarreñas, tras aplacar la Rebelión Morisca de Las Alpujarras (1569-1570). Incluso uno de los argumentos más manidos es el del supuesto origen gallego de varios topónimos de las Alpujarras:
Capileira, Ferreira, Ferreirola, Pampaneira y Poqueira. Sin
embargo un estudio más detallado ha permitido esclarecer
que los nombres de las mencionadas localidades son de
origen mozárabe. Existe también constancia documental de
que esos topónimos existían antes de la llegada de gallegos a
esas tierras.
Pero no es mi objetivo hacer una tesis sobre los orígenes
toponímicos o etimológicos de La Alpujarra y sus pueblos,
más que eso es mi intención escribir algo sobre La Alpujarra, ese misterioso y maravilloso entorno por el que transita la Transándalus, y simplemente como una humilde aportación al boletín que elaboran los creadores y gestores de
esa extraordinaria realidad que es la Transándalus.
Lentamente, uno tras otro, iba poniéndoles imágenes
aquellos pueblos cuyos nombres siempre habían llamado
mi atención, pueblos encaramados a las faldas de la sierra,
de calles estrechas, torcidas, empinadas y adaptadas a
posibles nevadas, con casas bajas y encaladas con sus
tejados planos cubiertos de launa (una arcilla abundante
en la comarca que impermeabiliza) y sus chimeneas cilíndricas apuntando al cielo. Con la barbilla apoyada en la
ventanilla intentaba grabar en mi memoria toda aquella
impresionante belleza, para mí un tanto salvaje.
Típica casa alpujarreña con su tejado de launa.
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La Alpujarra
-dad, había que subir a La Alpujarra a por patatas viejas
que los alpujarreños sacaban de su particular entierro.
Ya en el viaje de regreso, en la bajada hacia Órgiva, mi
ventanilla me ofrecía los paredones de la sierra que se
levantaban por encima del camino. El Ford pesado y quejeroso bajaba lentamente aquellas cuestas. Lo que para mi
era una aventura, para mi hermano Antonio no lo tanto,
pues había que “aguantar” el camión sin quemar los frenos, en fin un trabajo duro en función del suspiro y el “ya
está” que se le escapó cuando de nuevo nos encontramos
con el asfalto en Órgiva.
Labrador alpujarreño con el imprescindible burro en los
escarpados caminos de la zona.
En Busquístar nos esperaba el corredor del pueblo que se
había encargado de concentrar entre los lugareños agricultores una carga (unos 5000 kgs) de “patatas viejas” que,
envasadas en grandes sacos, ellos habían acarreado con las
bestias hasta un lugar accesible para nuestro querido Ford.
Y por qué buscar patatas en tan recónditos lugares. Es justo
hacer aquí un pequeño apunte que puede dar una idea de la
agricultura alpujarreña y de las habilidades y dificultades de
sus agricultores.
Con el objeto de conservar de las duras inclemencias climatológicas las deliciosas patatas que allí se cultivan y tenerlas
siempre a mano y durante casi todo el año, aquellas gentes
tan ingeniosas idearon la forma de hacerlo. Se llama “joyo” y
no es más que un frigorífico natural: consiste en hacer un
hoyo en una zona de umbría que al mismo tiempo tenga un
poco de desnivel. En ese hoyo se echan las patatas recolectadas y se las apila formando un montón, el cual se va tapando luego con lastón, juncos o paja de centeno, de manera
parecida a un tejado que se construyera encima del montón
de patatas, y al final del desnivel se hace otro hoyo más
pequeño a manera de sumidero, por donde se ira yendo el
agua que pueda calar la tierra. Una vez hecho todo esto se
entierra y ya tenemos el frigorífico preparado. Cada vez que
necesitemos patatas bastará con desenterrarlas empezando
por el punto más alto. Luego volvemos a enterrar la parte
desalojada y seguimos teniendo el frigorífico en funcionamiento.
Así pues, cuando la vega granadina no se bastaba para suministrar de patatas nuevas al mercado de abastos de la ciu-
Lanjarón.
Unos kilómetros después de Órgiva y después de la
revuelta a un morro de la carretera, aparece al otro
lado del barranco Lanjarón, el pueblo de las “aguas milagrosas”. Recuerdo que paramos a repostar y pude ponerle “cara” a aquel lugar donde cada año en verano mi
madre pasaba un mes “tomando las aguas”. Igualmente
pude descubrir el lugar de donde salían aquellos botellones grandes de cristal contenedores del agua medicinal
que acostumbraba a ver por mi casa debido al tratamiento que ella seguía.
Después de Lanjarón, la Venta de Las Angustias y el
famoso puente de Tablate, que, con sus casi cien metros
de profundidad, ha jugado un papel fundamental en la
historia del Valle de Lecrín y de Granada, desde que en
el Neolítico llegaron a Andalucía los primeros invasores,
al ser paso obligado entre la Costa y el interior. Durante la rebelión de los moriscos en 1569, fue escenario de
una de las más cruentas batallas: el Marqués de Mondéjar había sido enviado con 2.000 infantes y 400 caballos
contra los sublevados, y en el puente de Tablate les
esperaban atrincherados 3.500 moriscos.
En la actualidad, el puente viejo, que aún se conserva
como una auténtica reliquia del pasado, es una obra
relativamente moderna y tosca, construido casi con
toda probabilidad a finales del siglo XVI o principios del
XVII. El puente nuevo, por su parte, data del año 1859 y
Artículos
… constituyó en su día uno de los elementos fundamentales de la carretera de Granada a la Costa.
La Alpujarra
Fui creciendo y los avatares de la vida me llevaron fuera
de mi querida Granada a los 18 años. Como los turrones, volvía a casa por navidad y en alguna ocasión pasé
unos días navideños por los pueblos alpujarreños. Pero
fue unos 40 años más tarde de aquel primer viaje a La
Alpujarra, y ya metido en estos quehaceres de las trashumancias en BTT, cuando volví a disfrutar más intensamente de aquella sierra en un viaje alforjero que repartimos entre Sierra Nevada y Cazorla allá por el 2003. Aquí
tenéis un enlace con la web que hicimos en su momento
para compartir la aventura con todos los alforjeros.
http://www.mundonene.net/Sierra%20Nevada.htm
Y ahora, para hablar más sobre La Alpujarra seguiré los
pasos de un granadino ilustre: Pedro Antonio de Alarcón
(PAA en lo sucesivo) en su novela titulada “La Alpujarra: sesenta leguas a caballo precedidas de seis en
diligencia” de 1873.
UN VIAJE EN LA HISTORIA
Puente de Tablate.
El camino continúa bordeando la parte occidental del macizo de Sierra Nevada. Pasamos los pueblos de Dúrcal, el
Padúl y, al coronar el Suspiro del Moro, se asoma en el
horizonte la bella Granada y su vega. Ante esa panorámica y
retrotrayéndose en el tiempo, cualquiera puede imaginarme
el motivo de las lágrimas de Boabdil el Chico en su exilio
hacia La Alpujarra después de entregar Granada a los Reyes
Católicos.
El lamento de Boabdil desde el Suspiro del Moro:
“llora como mujer lo que no supiste defender …”
PAA, nacido en el pueblo granadino de Guadix un 10 de
Marzo de 1833, confiesa en su libro los deseos de descubrir La Alpujarra tras una conversación con un paisano
sexagenario, Cofrade de la Hermandad del Santo Sepulcro para más señas, que le habló de las tradiciones accitanas del tiempo de los moros y todas las tradiciones
alpujarreñas del tiempo de los moriscos, poniendo particular empeño en sublimar la romántica figura de ABENHUMEYA rey de los moriscos de La Alpujarra y último
rey de Al-Andalus (enterrado en Guadix).
PAA dice que tras dicha conversación .. di cabida al no
menos temerario propósito de salvar un día las eternas nieves
que cierran al Sur el limitado horizonte de Guadix, a fin de
descubrir y recorrer unos misteriosos cerros y valles, pueblos y
ríos, derrumbaderos y costas que, según vagas noticias, quedaban allá atrás, como aprisionados, entre las excelsas cumbres de la Sierra y el imperio líquido del mar...
Porque aquella región, tan inmediata al teatro de mis únicas
puerilidades legítimas, y de la cual, sin embargo, todo el mundo hablaba sólo por referencia; aquella tierra, a un tiempo
célebre y desconocida, donde resultaba no haber estado nunca nadie; aquella invisible comarca, cuyo cielo me sonreía
sobre la frente soberana del Mulhacén, era la indómita y
trágica Alpujarra.
Mapa de La Alpujarra
Artículos
Sierra Nevada, vertiente noroccidental
A 10 leguas de Guadix se encuentra la majestuosa Granada,
la primera al amparo del Mulhacén y la segunda al abrigo del
elegante Picacho de Veleta, ambos picos sobresalientes de la
muralla montañosa de Sierra Nevada, que solamente muestra a dichas ciudades una de sus caras, escondiendo tras de sí
ese secreto que PAA calificaba como: .. espacio de once leguas
de longitud por siete de anchura en que queda encerrada la Alpujarra. Lejos de esto, la curiosidad llega hasta lo sumo al reparar
en el empeño con que la gran Cordillera, auxiliada por sus vasallas laterales, oculta su aspecto meridional y el fragoso Reino de
los moriscos. Sierra de Gádor, por una parte, y Sierra de Lújar,
por la otra, cubren los costados de aquel inmenso cuadrilátero,
dejando siempre en medio, encajonado e impenetrable a la vista,
el secreto de Sierra Nevada, el principal teatro de las hazañas de
ABEN-HUMEYA, las tahas de Órgiva, Ugíjar, Andarax y los dos
Ceheles; regiones misteriosas, cuya existencia no puede ni aun
sospecharse desde las comarcas limítrofes.
La Alpujarra
Ante semejante “amurallamiento” La Alpujarra es una
comarca con accesibilidad limitada. Desde la ciudad de
Granada, y solo en algunos meses del año, tras superar
las instalaciones de la estación de esquí Sierra Nevada
podremos acceder a La Alpujarra tras coronar la ladera
norte por el pie del Veleta.
Después, ya en la vertiente sur, pasaremos por la Laguna
de la Caldera y a continuación por la falda del Mulhacén,
cuyo camino de acceso a la cumbre dejamos a la izquierda, y continuamos bajando para dejamos caer al barranco
de Poqueira por una pista que “aterriza” en Capileira.
Por otro lado, la carretera del Puerto de La Ragua, el
paso más bajo en la cadena montañosa que los árabes
llamaron "Rauauh y Ragwa" (recogimiento de aguas), y
que divide en dos la sierra sirviendo de límite provincial
entre Granada y Almería, es el paso natural desde la
hoya de Guadix-Baza, o El Marquesado del Zenete en las
laderas norte de Sierra Nevada, hacía el corazón de La
Alpujarra y los pueblos de la costa del poniente almeriense y del levante granadino.
¡Suprimir la Sierra; desvelar la Alpujarra, representábame un
placer análogo al que experimentaría Aníbal al asomarse a Italia
desde la cúspide de los Alpes, o Vasco Núñez de Balboa al descubrir desde lo alto de los Andes la inmensidad del Pacífico!
El autor del artículo en la ladera del Mulhacén
D. Fernando de Cordova y Valor, “Aben Humeya”
No nos ha de extrañar, por tanto, la importancia histórica que este enclave tiene como vía de comunicación. Son
famosas las Rutas de los Arrieros, que partían desde los
pueblos del Marquesado porteando aceite y cereales
para canjearlos en la costa por pescado y sal. Estas rutas
transitaban, especialmente, desde La Calahorra, Ferreira,
Dólar y Aldeire, ascendiendo por sus valles hasta confluir
en el Puerto de La Ragua.
Artículos
Accesos a las Alpujarras.
La bajada hacia los pueblos alpujarreños y a los de la costa,
se realizaba por el valle del río Palancón, coincidiendo gran
parte de su trayecto con la actual carretera.
No obstante, en el siglo XIX ambos accesos a La Alpujarra
desde la provincia granadina eran harto dificultosos, por lo
que el protagonista de nuestro viaje optó por el más cómodo y transitable en aquella época, según PAA reconoce: …
Quedaba el camino de Lanjarón, que es el ordinario y el histórico;
mas, aunque fuese el menos malo (pues el entrar por la costa en
el territorio alpujarreño no se avenía con mis ilusiones), todavía
me lo pintaban áspero, difícil, arriesgado, pavoroso, sobre todo de
Órgiva en adelante; verdadero camino de palomas, según la frase
vulgar, sujeto a largas interrupciones y contramarchas a la menor
inclemencia de los elementos.
La Alpujarra
fragosidades alpujarreñas ni reducir a los cristianos que allí
vivían, sino pasados siglos de la batalla de Guadalete y de la
ocupación de casi toda la Península por las legiones Africanas
y Asiáticas. Y, aún después; si éstas penetraron y reinaron en
la Alpujarra, fue por la buena y a condición de tolerar la
Religión del Crucificado, cuyo culto siguió, en efecto, siendo
libre durante otros dos o tres siglos, hasta que poco a poco, y
sin violencia alguna, los más absorbieron a los menos, o los
menos se refundieron en los más, al punto de no quedar un
solo alpujarreño que se acordase de la fe de sus mayores.
Creen, pues, Mármol y Lafuente Alcántara que los calificativos de rencillosa, pendenciera e indomable le venían como de
molde a aquella región en los tiempos en que los moros tuvieron la primera idea de ella.
Si hablamos de LA ALPUJARRA, sería bueno tratar de
aclarar algunas cuestiones como: ¿Cuál es la etimología de la
palabra Alpujarra?; ¿Se debe decir La Alpujarra, o Las Alpujarras?; ¿Cuáles son los verdaderos límites de esta región? Al
respecto, en su novela del viaje, nuestro insigne viajero apunta las discordancias entre historiadores y orientalistas acerca
del origen y significación de la palabra Alpujarra, si
bien al final PAA no se inclina por ninguna de ellas y deja la
libertad de opción al lector:
PRIMERA OPINIÓN.- Según Luis del Mármol, Alpujarra proviene
de la voz árabe abuxarra, que él traduce: la rencillosa, la pendenciera.
SEGUNDA OPINIÓN.- D. Miguel Lafuente Alcántara dice lo mismo, como si lo copiara reverentemente, permitiéndose tan sólo
traducir indomable en lugar de rencillosa, y conservando lo de
pendenciera.
FUNDAMENTO DE ESTAS DOS OPINIONES.- Todos los cronistas antiguos están contestes, principiando por el historiador musulmán Aben-Ragid, en que los Agarenos no lograron dominar las
Terrazas alpujarreñas.
Artículos
La Alpujarra
IMPUGNACIÓN DE TODO LO DICHO
Es, sin embargo, muy de extrañar que el mismo Aben-Ragid,
relator de esos hechos, nunca llame a la Alpujarra sino la Tierra
del Sirgo (por la mucha seda que en ella se criaba); y sorprende
aún más, que, después de haber publicado Mármol la citada
versión, otros filólogos e historiadores hayan continuado poniendo
en tela de juicio la verdadera significación del nombre que hoy
lleva aquel territorio.
Romey y Mr. Sacy, por ejemplo (TERCERA OPINIÓN), se fijan en
que Suar-el-Kaici y otros revoltosos de la Andalucía oriental levantaron por las Serranías de Granada algunas fortificaciones llamadas Al-Bord-jela, (Castillo de los Aliados), y creen que de este
nombre vino a formarse el de Alpujarras.
En cambio (CUARTA OPINIÓN), Xerif Aledrix y nuestro insigne
Conde aseguran por otro lado que Alpujarra vale tanto como Albugscharra, voz árabe que se interpreta Sierra de hierba o de
pastos.
Finalmente, el ilustrado orientalista y literato de nuestros días, Sr.
Simonet, dice (QUINTA OPINIÓN) que no le parece buena ninguna de las traducciones que conoce de Albuxarrat (que, según él,
era como verdaderamente llamaban los moros a aquella Serranía), y aventura la idea de si podrá traducirse Alba Sierra, aunque
añade modestísimamente a renglón seguido que está muy lejos
de creer haber acertado más que los otros.
Así las cosas, y ejerciendo la libertad de elección que nos
deja el escritor, personalmente me quedo con las versiones
de Mármol y Lafuente “abuxarra”: la rencillosa, la pendenciera, la indomable; pues no sólo para los árabes resultó difícil
doblegar a los cristianos moradores de aquellas sierras, si no
que igualmente difícil fue siglos después para los cristianos
doblegar a los últimos moriscos liderados por AbenHumeya. Por tanto, parece ser que esas tierras duras y
agrestes, amuralladas por montañas, debían imprimir un
carácter resistente en indomable a sus moradores.
En cuanto a la ¿La Alpujarra o Las Alpujarras?, la Real
Academia de la Lengua usa el plural cuando define Alpujarreño/ña como: Natural de las Alpujarras. Perteneciente o relativo a
este territorio montañoso de Andalucía, en España.
Soledad alpujarreña bajo un tinao.
Segundo: Que del propio modo la mientan constantemente
casi todos los naturales de la provincia de Granada, empezando por los de su culta capital.
Y tercero, y principalísimo: Que así la nombran los mismos
alpujarreños.
Perdone, pues, la Academia, solícita guardadora del habla de
nuestros padres, si yo, en caso tan dudoso, y por razones de
querencia a lo tradicional, me he apartado, a sabiendas, de la
respetable norma de su Diccionario; y crea aquella docta
corporación (a que siento no pertenecer) que de manera
alguna me hubiera lanzado a tal temeridad, si no contara en
todo evento con que la indulgencia es compañera inseparable
de la sabiduría.
Por lo demás, comprenderéis que a mí me importa un bledo
que la Alpujarra se llame de este o del otro modo; pues,
como dice muy oportunamente la Julieta de Shakespeare: «Lo
que llamamos rosa embalsamaría lo mismo el aire si tuviera
cualquier otro nombre.»
No obstante, nuestro insigne viajero, a pesar de reconocer la
definición de la Real Academia, se inclina por la versión singular del nombre basándose en lo siguiente: Había, pues,
harto motivo para decidirse por el plural, y ya lo había usado yo
mismo en cierta ocasión, obligado por la fuerza del consonante…
Sin embargo, hacíaseme cuesta arriba escribir Alpujarras al frente
de este libro y en la mayor parte de sus hojas, cuando toda mi
vida había dicho y oído decir La Alpujarra; y como me pusiera a
excogitar razones para mantenerme dentro de mi dulce rutina
(¡qué rutina no es dulce en estos tiempos de tantas dislocaciones
y extravíos!), encontré en apoyo del singular los tres fundamentos
siguientes:
Primero: Que Hurtado de Mendoza, Mármol, Lafuente Alcántara
y otros escritores de muchas humanidades y escrupulosa conciencia, en sus Historias relativas a aquella región, la llaman siempre
La Alpujarra.
Barranco del Poqueira
Artículos
Y por último ¿Cuáles son los verdaderos límites de
esta región?: Hay varias opiniones acerca de los límites de
la Alpujarra; pero en este punto la verdad y el error son más
evidentes para PAA y por tanto, a su juicio, más fáciles de
separar, él dice:
No sé quién sería el primero (tal vez Méndez de Silva) que escribió la peregrina especie de que «la Alpujarra, mide diez y siete
leguas de longitud desde Motril a Almería, por once de anchura,
desde Sierra Nevada al mar»...Fuera quien fuese, este deslinde
tuvo la fortuna de que lo copiasen al pie de la letra muchos graves autores, y hoy sigue dando la vuelta al mundo, en Diccionarios
geográficos, Enciclopedias, Guías, y toda clase de itinerarios pintorescos, como una verdad de a folio.
Sin embargo, nada más inexacto y absurdo que semejante afirmación. La prueba es que los mismos historiadores del siglo XVI,
que la transcriben a cierraojos, distinguen luego entre Tierra de
Motril, Alpujarra y Tierra, o río de Almería, presentando cada
región por separado como cosas muy diferentes. Y, por si esto no
bastara, esos mismísimos historiadores, al describir en otros pasajes la comarca alpujarreña, la dividen en las tahas o distritos que
contenían, resultando de sus propios datos que no abarcaba, ni
con mucho, las vertientes orientales de Sierra de Gádor ni las
occidentales de Sierra de Lújar.
La Alpujarra
hacia Ohanes; busca las crestas de Sierra de Gádor, y va a
morir en la Punta de las Sentinas.- Dicho se está, por consiguiente, que quedan reducidas a diez u once las famosas
diez y siete leguas del consabido geógrafo.
De los límites Norte y Sur no hay que ocuparse: ellos se defienden por sí mismos: son el Mediterráneo y Sierra Nevada.
Sólo advertiré que, entre Sierra Nevada, y el Mediterráneo,
en línea perpendicular, no median nunca las pretendidas once
leguas, sino ocho, todo lo más; y esto, sólo hacia el Campo de
Dalias; que, por los puntos restantes, apenas llegarán a siete,
midiendo siempre a vuelo de pájaro.
Y por ahora nada más, con la esperanza de haber aportado algo sobre La Alpujarra, y agradeciendo una vez más a
los responsables de la Transándalus la labor que desarrollan y el haber puesto a disposición de los aficionados de
la BTT toda la documentación, así como su colaboración
y ayuda, que nos permiten recorrer las tierras andaluzas
en un cinturón de unos 2.200 kms, que dan para conocer
las características y entornos naturales más significativos
de las ocho provincias de la Comunidad Autónoma.
Por último: ningún motrileño ni almeriense (exceptuando a los
nacidos en la banda occidental de Sierra de Gádor: que tienen
razón en creerse alpujarreños), se ha considerado jamás a sí
propio como hijo de la Alpujarra.
Así, pues, la frontera occidental de la Alpujarra principia en el
Picacho de Veleta; baja con el río de Lanjarón hasta el río de
Órgiva; gana luego la Sierra de Lújar, y corre (por donde mismo
va la raya del Partido judicial de Motril) hasta caer al mar entre
Castel de Ferro y Torre de Paños. Y la frontera oriental empieza
Ohanes y sus bancales, en el extremo oriental
de las Alpujarras almerienses.
Jorge Gallegos es webmaster de los
mallorquines www.elstortugues.com
y gran amigo de la Transandalus
Pedro Antonio de Alarcón en su madurez.
Pequeños tesoros
Por
Francisco José Cortés
La Cimbarra (Aldeaquemada, Jaén)
Al final del tramo 5 de la Transandalus llegamos a Aldeaquemada, uno de los nuevos poblamientos con los que
Carlos III quiso reforzar a finales del siglo XVIII el camino
que unía Andalucía con el resto de España a su paso por
Sierra Morena.
El viajero podrá, tras descansar del viaje, recorrer un par
de kilómetros por buena pista para acercarse a uno de los
paisajes más espectaculares que pueden verse en la Transandalus, sobre todo en época de lluvias: se trata de La
Cimbarra, una cascada de agua que ha horadado en el
granito el, manchego de nacimiento, Río Guarrizas.
Bajo la figura de protección ambiental de Paraje Natural, La Cimbarra alberga un conjunto acuático donde destacan tres hermosas cascadas, el Cimbarrillo, en el arroyo
de Martín Pérez, el Charco del Negrillo, en el río Guarrizas, y la espectacular caída de 40 metros de la Cimbarra.
Aquí cimbarra significa cascada. Ésta última es la más conocida. Nos ofrece un espectáculo agreste y accidentado
formado por varias cascadas resultantes de una falla transversal y el encajamiento del río Guarrizas sobre un suelo
de cuarcitas, areniscas y pizarras, por el que cae formando
un impresionante salto de agua de más de 40 metros de
altura.
La falla se produce por la fractura de la cuarcita compactada que se originó hace 500 millones de años con cuando
en el mar que bañaba las costas de la primigenia Iberia se
fueron depositando grandes cantidades de arena que con
el tiempo se compactaron. En el Carbonífero la Tierra
dobló y fracturó esa cuarcita, haciéndola aflorar a la superficie.
La Cimbarra este invierno a tope de agua.
El río Guarrizas nace en Castilla la Mancha y penetra en Andalucía propiciando estas hermosas cascadas, aunque su cauce es estacional, condicionado a la pluviometría de la zona
que no suele ser abundante. Posteriormente, ya discurriendo
por geografías más suaves, sus aguas se sosiegan descansando
finalmente en el remanso de la presa de la Fernandina desde
la que ofrecerá su líquida contribución a su hermano mayor
el río Guadalquivir.
Ver vídeos del aspecto espectacular que presentaba la Cimbarra en el invierno de 2009-2010
El ecosistema predominante está configurado por bosques
mixtos (encinas y alcornoques) y matorral mediterráneo
(madroños, perales, labiérnagos, jaras y romeros), a los
que dan continuidad zonas adehesadas de encinas y pinares de repoblación y bosques de galería formado por alisos, fresnos, adelfas, zarzas y chopos. La fauna presente
engloba a ciervos, jabalíes, zorros, ginetas, nutrias, meloncillos, gato montés, águilas perdiceras, búhos reales y
abundante avifauna (avión roquero, ruiseñores, currucas
capirotadas, etc.)
Foto
izquierda:
imagen de La Cimbarra en época de
sequía.
Foto
derecha:
imagen que presenta la cascada en un
año normal.
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25
Viajeros por la TransAndalus
No ha sido este invierno de 2009-2010 unas buenas fechas para viajar, y menos para hacerlo en bici. Un 18
de diciembre comenzó a llover y no dejó de hacerlo hasta primeros de marzo.
Lluvias históricas, con unos registros que no se producían desde hace 40 años hicieron imposible viajar en
bici. Barrios enteros inundados bajo 2 metros de agua, autovías y carreteras cortadas, puentes destruidos,
caminos rurales impracticables,…
Todo ello parece que felizmente queda atrás y se nos abre una primavera espectacular en Andalucía y con
gran cantidad de viajeros que estaban esperando la llegada del buen tiempo para lanzarse a la Transandalus.
Pero no nos olvidemos del puñado de valientes que se han animado este invierno a dar pedales por la TA.
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Javier y Dani, de Salamanca, hicieron a
finales de enero los tramos entre Chiclana de la Frontera y el Puerto de El
Bujeo. El barro les impidió llegar a Castillo de Castellar, su destino original.
Leer crónica >>
Ver fotos >>

Javier y Dani, desde el alojamiento en
Facinas vieron pasar a otros dos alforjeros el 29 de enero, viajeros de los que
no sabemos más.
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Richard y Christina Cromwell, americanos, empezaron viaje el 12 de marzo
desde Sevilla. Estarán hasta finales de
abril, así que en el próximo boletín sabremos más de su viaje. Por ahora os
enseñamos el logo que se han diseñado
para su periplo. Tienen guasa los “guiris”
¿no?
Su intención es hacer la TA completa,
a su ritmo, acampando.
Foto: Javi saliendo de Conil de la Frontera,
con las vacas pastando junto a la playa.
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Desde febrero deberían estar
viajando un grupo de 3 canadienses: Julie Olsen, su marido y un
amigo de estos, aunque no hemos
tenido noticias de ellos.
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En marzo también tenía previsto
“PepeGPS” un viaje por Jaén.
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Manu Cervera y un grupo de
algecireños el día 20 comenzaban
ruta en La Alpujarra para acabar
en Beas de Segura.
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Los chiclaneros Vicente y Víctor a primeros de marzo se dieron un paseo entre Chiclana y el
Cabo de Trafalgar.
Ver crónica y fotos >>
“Los Guiris” menuda guasa la de Rich y
Christina Cromwell.
Joan
“Our plan is to ride the enti-
re route taking days off in
Cadiz, Ronda, Granada and
Jaén”
BOLETÍN
Nº
43
Nuestros viajeros
Desde mi primer viaje alforjero, hace ya dos años en
Escocia, hasta hoy, he tenido la suerte de dar alguna
pedalada más en rutas por etapas, con alforjas o con
mochila. En las Highlands descubrí lo que era un viaje
de quince días con alforjas y que el Gore-Tex es todo
un invento sin el que no hubiera podido recorrer todos
los kilómetros que teníamos programados. Pero sobre
todo conocí lo que era el cicloturismo: disfrutar de un
recorrido pedaleando y aprender a disfrutarlo cuando
toca empujar “la burra”, alucinar con las vistas que
ofrecen los tramos y valorar la buena compañía con la
que cuentas para esta forma de viajar.
Maite Lara
(El Puerto de Santa María)
Había oído hablar de este tramo, tenía muchas ganas de conocerlo y me gustó más de lo que me esperaba. Disfruté muchísimo el sendero de Jimera de Libar a Benaoján, y me resultó
espectacular la agotadora bajada al Chorro desde Ardales. Además comimos muy bien!, fundamental en el buen cicloturismo.
Durante un descanso en transbordador
Estos han sido algunos de mis viajes cicloturistas que he podido
recorrer y quería compartir. Ya queda poco para las próximas
vacaciones, no sé el lugar aún pero sí que será con mi bicicleta,
con alforjas o mochila, eso ya se verá.
Mai, bajo la lluvia escocesa
De algunos de mis viajes cicloturistas, porque han sido rutas
muy especiales, tengo que hablar del Parque Natural de los
Alcornocales con la subida al Aljibe, con Jaime y Marcos (mis
sufridores compañeros) y nuestras alforjas, donde en la cumbre
nos encontramos con unas impresionantes vistas a la provincia
de Cádiz (veíamos la Bahía entera). Otra ruta muy recomendable es la de Sierra Nevada, con la subida al Mulhacén y con una
divertida bajada. Dormimos en el refugio del Poqueira y al día
siguiente el Veleta, donde para llegar, había que pasar algún que
otro nevero y eso que era Julio. O el recorrido de Pirineos por
la Alta Ribagorza tocando poquito asfalto por unos caminos y
senderos sorprendentes. Comenzaban así nuestras vacaciones
del año pasado y de ahí, con nuestra furgo, nos fuimos a Suiza a
conocer en bicicleta todo lo que pudimos de los Alpes Suizos.
Terminó siendo un gran viaje con unos tramos alucinantes
como el Tour del Monfort o la rocalla del glaciar Vorabgletscher encima del valle del Rin y de Flims.
Y como no, he de hablar de Transandalus. Conozco ya parte de
su recorrido como Cabo de Gata, Sierra Norte de Sevilla y
Huelva o el tramo Jimena – Antequera, que de nuevo junto con
mis sufridores, tuve “el privilegio” de pedalear.
Mai por tierras andaluzas
Maite Lara es biker, montañera, capitán
de barco...y colaboradora ocasional de la
Transandalus
Colaboradores
Mis comienzos con las dos ruedas datan del año 1993, cuando con
mi Conor de hierro rodaba por las carreteras de la sierra cordobesa. Rodar es un poco exagerado ya que sus tubos, que parecían
macizos y junto a sus 10 velocidades, 2 platos de 48 y 52 dientes y
sus 5 piñones hacían mella en los ascensos a Los Villares por el 14%
o al cruce del Lagar de la Cruz.
Sergio, en la “prehistoria” del mtb por la sierra de Córdoba
Sergio Caballero
(Córdoba)
Co-webmaster de la TA
muchos kilómetros de amistad, compañerismo, respeto a
la naturaleza y mtb. En mi memoria guardo sobre todo las
primeras rutas que realice con el grupo en la Sierra de
Cazorla. Fueron mis primeras rutas fuera de la provincia
de Córdoba y considero que aquella zona es espectacular,
llena de majestuosos paisajes y de gran magnificencia.
Solíamos ir a finales de octubre o principios de noviembre, y aún recuerdo el olor del rocío a primera hora de
la mañana, o los colores tan diversos e intensos del otoño
mientras rodábamos con nuestras bicicletas hasta el anochecer.
No quiero dejar de mentar otra ruta, denominada por el
club “Integral Subbética”, partiendo de Zuheros y pasando por el Pico del Cerezo; de gran dureza, pero a la
misma vez nos hace deleitarnos de un paisaje impresionante y una gran variedad de fauna y vegetación. Y por
último no me gustaría dejar atrás otro gran recorrido
como es el de la Sierra de Huétor, haciendo especial
mención a que se hace teniendo como fondo de paisaje a
Sierra Nevada cubierta de nieve
Después de unos años de rutas con compañeros de instituto, volví a
reencontrarme con Manolo Barrera, antiguo compañero de instituto
de mi hermano, en la Facultad Politécnica de Córdoba, cuando ambos
estudiábamos informática. Gracias a este encuentro, conocí a lo que
hoy es el núcleo del Club de MTB Agacha el Lomo. De este modo
comencé a salir asiduamente, y desde aquel invierno del 96, todos
los sábados realizábamos rutas por la serranía andaluza. Recuerdo
con añoranza las salidas con Antonio y Pedro Luque, José y Pepe
Santiago, José Mª Berna, Matías, Edu, Pablo y muchos otros buenos
amigos.
A partir de ese momento comenzó una larga unión de muchos años y
Arriba derecha: Sergio en la Sierra de Huétor con Sierra Nevada al fondo.
Abajo: Sergio “Sergeitor” en pleno esfuerzo
En el Club Agacha el Lomo fue donde conocí a Fran, nuestro coordinador, y por consiguiente al proyecto TransAndalus. Aunque últimamente, por motivos de trabajo, tengo
abandonado el mtb, siempre lo tengo presente y espero
pronto volver a estar al 100% para poder disfrutar de
nuestro deporte favorito. Procuro mantenerme en forma
practicando running por ciudad y por campo.
Como dice la revista Runner “Correr nos hace libres”, yo
también lo aplico al mtb, por lo tanto “Rodar nos hace
libres” y teniendo el añadido de que nos ofrece la oportunidad de disfrutar de Andalucía cómo no lo podríamos
hacer de otra forma.
Quiero dar las gracias a todos/as los que colaboran de
alguna forma en este proyecto para que siga adelante.
Sergio Caballero fue el primer webmaster que tuvo la TA allá por el 2004
Un lugar donde perderse...
por
Ismael Partido
Fuenteobejuna (Córdoba)
...todos a una
Invito a todos los transandaluseros a recorrer uno de los parajes naturales de
gran belleza de la sierra cordobesa, Fuente Obejuna y sus aldeas, situada al
noreste de la provincia, en pleno valle del Guadiato, una villa cargada de historia. Fuente Obejuna también la conforma sus aldeas en las que el paisaje rural,
que conserva en su mayor pureza la sabía y tradicional adaptación del hombre
a su medio natural.
Existen evidencias de la presencia de asentamientos de la cultura ibérica, tanto
de núcleos de población como de explotaciones mineras.
En época romana destaca sobre otros asentamientos la ciudad de Mellaria,
donde la actividad principal giraba en torno a la extracción de mineral y a la
apicultura, dando ésta última actividad el nombre a Fuente Obejuna. Fons
Mellaria (Fuente de Miel).
A finales del siglo XV, el municipio se convierte en la encomienda mayor de la
orden de Calatrava, siendo su Comendador Fernán Gómez de Guzmán. Que
tras la revueltas populares por el abuso de poder, contra el Comendador,
inmortalizadas por Lope de Vega en su obra “Fuenteovejuna”, en 1476 la población pasa a pertenecer al Concejo de Córdoba.
Lope de Vega inmortalizó a Fuente Obejuna en su obra dramática denominada
“Fuenteovejuna” de aquí erradica el que lo podamos ver escrito de diferentes
formas, unas veces con “V” otras con “B” incluso separado o junto.
Cada dos años los vecinos de Fuente Obejuna aúnan su voces para gritar contra la opresión “todos a una” reviviendo la acción de aquellos campesinos
humillados por el sistema feudal, por un señor que abusaba de sus mujeres y
sembraba el terror a fuerza de látigo y espada, reviviendo el levantamiento
colectivo en el mismo lugar donde se produjeron los hechos que inmortalizaron a la villa. ¿Quién mató al Comendador? ¡¡Fuenteovejuna lo hizo!!
Foto: el la población
carácter hogareño de sus habitantes forman las catorce
aldeas con las que este municipio cuenta:
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El Porvenir
Cuenca
Argallón
Piconcillo
Cañada del Gamo
La Posadilla
Navalcuervo
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Ojuelos Bajos
Ojuelos Altos
Los Morenos
La Cardenchosa
El Alcornocal
Los Pánchez
La Coronada
Iglesia de Nª Sª de la Asunción
En la Edad moderna aparecen las primeras notas históricas sobre las aldeas
(1549), “pequeños núcleos de población de colmeneros, pastores y cabreros
de sierra morena” conformando de ésta manera las 14 aldeas de Fuente Obejuna.
Éstos pequeños núcleos de población (aldeas) en los que aún se conserva el
estilo arquitectónico tradicional que unido a una gran belleza paisajista y al
Foto: callejuela de la aldea de Cañada del Gamo
(fuente: cordobapaedia.org)
Un lugar donde perderse...
Fuenteobejuna (Córdoba)
...todos a una
Parte de éstos restos se encuentran en El Museo Histórico de Fuente Obejuna, ubicado en los antiguos graneros
del convento de los Padres Franciscanos, que data del
año 1595 estructurado en tres naves en ladrillo visto y
bóvedas de cañón y crucería. Junto al museo se encuentra la Oficina de Turismo.
No todo en Fuente Obejuna es ver o disfrutar del patrimonio cultural, arqueológico o natural. Que después de
un largo día de pedales, qué mejor recompensa que una
buena cena reconstituyente.
Esta villa posee una excelente cocina tradicional basada
en productos derivados del cerdo ibérico y cordero de
pasto y como no el plato cordobés por excelencia “el
Salmorejo”.
Foto: campos de labor/encinar a las afueras de la población.
Sus tierras se reparten entre las dedicadas a la agricultura y la mayor parte
formadas por dehesas de encinares dedicadas a la ganadería ovina y del cerdo,
formando un paisaje de gran atractivo.
También podemos degustar un excelente lechón ibérico,
conejo al ajillo, lomo de Orza, embutidos derivados de
los mismos o bien de excelentes quesos artesanos de
oveja merina o tal vez algunos dulces caseros como:
pestiños, gachas con tostones, leche frita o buñuelos.
¡Muchos Pedales!
Fuente Obejuna ofrece al turista la posibilidad de visitar importantes restos
arqueológicos como huellas de su pasado histórico marcado a través de todas
las culturas o civilizaciones.
Uno de los yacimientos es el Antiguo Poblado minero – romano de La Loba,
Tienen gran importancia el Cerro del Ducado y el Cerro de la Caraveruela
por sus restos pertenecientes a la época Ibera.
Una puerta del convento de los Padres Franciscanos, actualmente Museo Histórico
Restos del poblado minero hispanorromano de La
Loba (fuente Ayuntamiento de Fuenteobejuna)
Ismael Partido es biker, amigo de
la TA y dueño del Hostal El Comendador en Fuenteobejuna

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