Presentación - TransAndalus
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Presentación - TransAndalus
Boletín de novedades B O L E T Í N N º 4 3 Pequeños tesoros: La Cimbarra (Aldeaquemada, Jaén) | Viajeros por la Transandalus | Nuestros viajeros: Maite Lara | Colaboradores: Sergio Caballero | Un lugar donde perderse: Fuenteobejuna (Córdoba) aplicado a la BTT (III) >> Escalada en El Chorro >> La Alpujarra >> | Camisetas de la Transandalus | Artículos: Cuencas hidrográficas de la TA, pedaleando entre dos mares >> El GPS MARZO 2010 Presentación Camisetas de la Transandalus Agotadas las camisetas de la TA hemos hecho un nuevo diseño, más “andaluz”, que esperamos que os gusten, con bordado delante y detrás. Toda la información sobre la camiseta, tallas y forma de pedido está aquí >> Imagen superior: detalle del bordado Imagen izquierda: frontal de la camiseta. Viajeros Lluvias históricas en Andalucía, como no se habían visto en 40 años, con carreteras y pueblos inundados hicieron desistir este invierno a los viajeros que tenían planeado dar pedales por la Transandalus. Algún valiente hubo y os lo contamos en la habitual sección “Viajeros”. Eso sí, la primavera promete ser radiante, y esperamos récord de viajeros para los meses de abril y mayo, comenzando con una Semana Santa sobre ruedas. Artículos Este boletín viene cargado de artículos: seguimos con la tercera parte de la introducción al GPS usando OziExplorer, un curioso repaso al trazado de la TA atendiendo a las cuencas hidrográficas que atraviesa, seguimos con el punto de vista de un escalador en las vías de El Chorro, también un granadino “exiliado” en Mallorca nos muestra sus recuerdos de La Alpujarra y para terminar, ya en la sección Un lugar donde perderse conoceremos algo más una de las maravillas de la TA: La Cimbarra, un espectacular salto de agua a las afueras de Aldequemada (Jaén) Cascada de La Cimbarra PÁGINA 2 Flashes Sorbas, Almería El 11 de marzo tuvo lugar en la sede del Club Integral de Muntanya de Valencia una presentación a cargo de Ximo Quiles sobre el viaje que realizó un grupo de 16 personas del club en diciembre de 2009 entre Andújar y Fuenteobejuna. Sierra Morena y Los Pedroches, antiguas rutas de trashumancia, , cañadas, vacas, cerdos ibéricos...dehesa en estado puro. El “espíritu” de la Transandalus ha ido calando en algunos de los viajeros que ha recibido, y que al volver a casa han llevado a cabo un trabajo, bien individual o bien colaborativo, para diseñar una ruta cicloturista en su comunidad. He aquí algunas novedades de esos proyectos y otros nuevos: TransbikeAlentejo: el proyecto de nuestros hermanos portugueses que nació con el nombre genérico de “Trilhos do Sur” (Caminos del Sur) ya toma forma. Dirigido ahora por un amigo de la Transandalus, Nuno Amaral, cambia su primigenia concepción como ruta circular para convertirse en ruta lineal, eso sí, sin abandonar la idea de conectarla con la Transandalus. Ahora Aroche (Huelva) tendrá una “salida” al mar en bici en Zambujeira do Mar, por una ruta que recorrerá el Bajo Alentejo portugués, de este a oeste, Vilaverde do Ficalho, Serpa, Beja, Castro Verde, Ourique, Odemira y Zambujeira. Nuestros amigos de la Transmurciana ya han documentado la etapa que los conecta con la Transandalus por Pontones… Y llega a nuestros oídos una nueva ruta alforjera de largo recorrido en península. Se trata de la Ruta Jaume I, que atraviesa de norte a sur las tres provincias de la Comunidad valenciana. 670 kms. de caminos y senderos para disfrutar viajando con nuestra bici. Más info en www.rutajaumei.es ...Y otra nueva ruta más, nacida también al abrigo de la filosofía de la Transandalus, esta vez en Madrid. Óscar Romero, de los Madroño Club Mtb (antiguo Karakol) ha diseñado y documentado una ruta btt circular de 500 kms en la Comunidad de Madrid: la M500. Ver más en www.m500.es Nuestro colaborador en Granada Ramón Serrano participa comentando rutas btt por la zona en la radio en Internet Campo Base. Ver contenidos y escuchar online aquí>> La empresa británica de viajes en bici Skeddaddle anuncia para mayo, noviembre y diciembre su particular Trans Andaluz por nuestra tierra. Ver más >> Un grupo de alumnas de 5º curso de Empresariales de la Universidad de Mondragón, para el Taller de Habilidades Directivas III dirigido por nuestro amigo Julen Iturbe analizaron la Transandalus, sus fundamentos como organización y su posible repercusión para la economía de la zona. ¿Quieres colaborar con nosotros en la redacción del boletín? ¿Te gustaría escribir sobre los pueblos, gentes, costumbres, tradiciones, sierras, valles, cultura, arte,...que hay en la Transandalus? Ponte en contacto con nosotros en [email protected], seguro que tenemos un hueco para ti. PÁGINA 3 Alojamientos Sorbas, Almería nuevos alojamientos Casa Camacho (Facinas, Cádiz): gracias a un viajero reciente, Javier, de Salamanca, sabemos que desde hace poco hay un nuevo alojamiento en Facinas. Habitaciones baratas que ya han visto desfilar a otros transandaluseros. El Romeral es un alojamiento rural abierto en diciembre de 2009. 5 coquetas habitaciones dobles están disponibles para los viajeros en Almadén de la Plata (Sevilla). descuentos para los transandaluseros El Romeral ofrece el desayuno gratis a los transandaluseros. Camisetas de la Transandalus Agotadas las anteriores camisetas de la Transandalus hemos diseñado un nuevo modelo que ya tenemos listas. Si quieres lucir la camiseta después de cada jornada de alforjeo, o bien presumir a la vuelta a casa de haberla hecho, o bien te mueres de ganas de pedalear por el sur y te tienes que conformar con la camiseta. Con bordado delante y detrás y unos colores muy andaluces tienes toda la información aquí >> Imagen de la parte delantera de la camiseta (Foto superior); Foto de la parte trasera (Foto arriba— derecha); Detalle del bordado del logo en la parte delantera (Foto derecha) ¿Quieres colaborar con nosotros en la redacción del boletín? ¿Te gustaría escribir sobre los pueblos, gentes, costumbres, tradiciones, sierras, valles, cultura, arte,...que hay en la Transandalus? Ponte en contacto con nosotros en [email protected], seguro que tenemos un hueco para ti. PÁGINA 4 La Transandalus en los medios Sorbas, Almería Detalle del cartel de las jornadas. En la localidad portuguesa de Odemira se organizó unas jornadas sobre las vinculaciones para el turismo y el desarrollo de las vías cicloturistas. En estas jornadas se facilitó a los alumnos a modo de ejemplo la historia y características de la Transandalus. Una vez más Nuno Amaral actuó de “embajador” de la TA en nuestro país vecino. El departamento de Turismo Interior, de la empresa pública de la Junta Turismo Andaluz dentro de su programa de potenciación de Andalucía como destino para el cicloturismo en general y la Transandalus en particular, nos invitó a la mesa redonda “El diseño de rutas de cicloturismo y senderismo en Andalucía como recurso turístico dinamizador y como vertebrador de la sostenibilidad global de los destinos turísticos de interior”. La representación de la TA estuvo a cargo de Miguel Ángel Baltanás. En el próximo boletín conoceremos más sobre la Jornada y la presentación de la Transandalus. A la derecha, cartel de la Jornada. Abajo, detalle de la referencia a la Transandalus y su ponente, Miguel Ángel Baltanás. Puede que sea el indicador de la consolidación definitiva de la Transandalus Paisajes andaluces Imagen de la vía verde completamente nevada. No es una estampa de un cuento de Dickens. Es la Vía Verde de la Ribera del Huéznar en la Sierra Norte sevillana a finales de enero. Para los que son del norte puede ser una imagen habitual en invierno, pero para un andaluz no es tan frecuente. La lluvia, y la nieve, invernales nos van a asegurar una primavera a tope de verde, flores...y alergias, pero merecerá la pena ciclar por la TA. PÁGINA 5 Recensiones Autor: Manuel BECERRA PARRA Título: Valle del Guadiaro: guía del excursionista Editorial: La Serranía Año: 2008 (2ª ed.) ISBN: 978-84-96607-25-5 Tamaño: 192 p.; 17x24 cm Comprar >> dentro de los parques naturales Sierra de Grazalema y Los Alcornocales. El Valle del Guadiaro es uno de esos parajes andaluces que aún permanecen vírgenes para el turista que los visita. Lejos de las aglomeraciones que caracterizan a otros espacios naturales, estas sierras suponen para el caminante un paraíso en el que el canto de los pájaros y el sonido del viento entre los árboles no son perturbados por la acción del hombre. Una enorme diversidad climática y geológica permite que se desarrolle una amplia gama de formaciones vegetales que van desde los matorrales de alta montaña hasta los bosques de laurisilva, pasando por importantes masas de alcornoques, encinas, quejigos e incluso castaños. Estos ecosistemas a su vez albergan una de las mejores representaciones faunísticas de Europa en la que sobresalen las poblaciones de buitre leonado, cabra montés y murciélagos. Todo ello ha propiciado que gran parte de su territorio quede incluido Pero no todo es naturaleza. Su emplazamiento en una importante vía de comunicación ha significado que estas tierras hayan vivido una intensa historia desde hace 200.000 años. Iberos, fenicios, romanos, visigodos, árabes y castellanos han dejado su huella en un impresionante patrimonio en el que destaca la Cueva de la Pileta. Fruto de ese devenir histórico son los cuatro pueblos que componen el valle, poblaciones de blanca cal y trazado árabe que atesoran tradiciones únicas y una rica gastronomía en la que resaltan las chacinas. Las veinte rutas que aparecen en este libro pretenden que el amante de la naturaleza y todo aquel que recorra estos privilegiados paisajes pueda disfrutar de la riqueza natural y patrimonial que guarda esta zona de Málaga. Autor: Antonio GARRIDO DOMÍNGUEZ Título: Viajeros del XIX cabalgan por la Serranía de Ronda: el camino inglés Editorial: La Serranía Año: 2006 ISBN: 978-20-2 Formato: 432 p.; 17x24 cm Precio: 18€ Comprar >> En la convulsionada Andalucía del XIX, pocos trayectos se presentaron tan altaneros y retadores como el que, a lo largo de un centenar de kilómetros, transcurría entre Gibraltar y Ronda: abismos insondables, cumbres que se confundían con los cielos, caminos que no eran más que torrenteras y pinos resbaladeros. Bandidos, contrabandistas y aviesos caminantes, formaron también, como costra añeja, parte de un paisaje lleno de escollos en el que tampoco faltaban valles grandiosos, corrientes cristalinas o sorprendentes pueblos. Atravesando una región todavía olvidada y única, a través de cincuenta y cinco relatos reales e inéditos de ese trayecto, el libro ofrece la oportunidad de adentrarnos por un mundo en el que algo ha cambiado, aunque no tanto como querríamos. Un pormenorizado estudio previo y cien grabados e ilustraciones de la época, ayudarán al lector a realizar sin grandes sobresaltos un placentero viaje en el tiempo. PÁGINA 6 Artículo por Luis Cano Cuencas hidrográficas de la TA, pedaleando entre dos mares Si nos dicen que pensemos en un Río de Andalucía, supongo que la gran mayoría diríamos el Guadalquivir. Y es lo lógico, al fin y al cabo es la arteria natural de la región. El Betis de los romanos que dio nombre a la antigua provincia Bética, hoy Andalucía. Y su cuenca cubre la mayor parte del territorio andaluz, abarcando parte de las ocho provincias, e incluso se salta las fronteras de La Comunidad. Desde Cazorla o el extremo norte de Almería, desde el sur de Castilla la Mancha, Extremadura o Murcia, hasta Sanlúcar, a lo largo de más de 700kms y 57.071km2 de cuenca. Pero en la región hay más cuencas hidrográficas, hay ríos que nos llevan hasta el mar en otros puntos diferentes. Parte del territorio andaluz vierte a otros ríos de primer orden como el Segura o Guadiana, también a otros que vuelcan al Atlántico como el Tinto, Odiel, Guadalete o Barbate y los que drenan al Mediterráneo como el Guadiaro, Guadalhorce, Guadalfeo, Andarax o Almanzora. El trazado de la TA, que se aproxima al perímetro de Andalucía, atraviesa todas estas cuencas hidrográficas. Va recorriendo valles, cruzando ríos, superando puertos y collados que nos vuelcan de una cuenca a otra. A mi, simple aficionado al cicloturismo, que suelo practicarlo muy esporádicamente cuando puedo, y lo normal es que sea sin entrenamiento previo, me cuesta subir los buenos puertos. Durante el pedaleo de la subida hay tiempo para pensar y una de las ideas que se me pasan por la cabeza es imaginarme que no quiero subir más y que a partir de ahora solo voy a dejarme rodar, siempre hacia abajo como el agua. ¿Dónde iría a parar?. ¿En qué punto desembocaría en el mar? Vamos a imaginar que hacemos un recorrido integral de la TransAndalus, partiendo de Sanlúcar de Barrameda. Es aquí donde iría a parar la mayor parte del agua que se dejase caer a lo largo de la ruta, digamos que sería el punto óptimo, pues es a donde en más ocasiones podríamos volver rodando siempre cuesta abajo. Y siguiendo el trazado de la ruta vamos a ir deteniéndonos en los puntos de la ruta donde cambiamos de cuenca volcando a otro mar. Pues empezando en Sanlúcar, nada más salir ya hemos abandonado la cuenca del Guadalquivir sin habernos dado cuenta. Estamos en el distrito hidrográfico del Guadalete y Barbate, ríos que cruzaremos a la altura de El Puerto de Santa María y de Barbate respectivamente, se cruzan tan cerca de su desembocadura que prácticamente no vamos a subir cuestas para pasar de una cuenca a otra. Pero vamos a dejar por ahora los ríos en este artículo, y vamos a centrarnos en los puertos que nos cambian de la vertiente atlántica a la mediterránea y viceversa. La TransAndalus sobre las cuencas hidrográficas de Andalucía. PÁGINA Artículo por Luis Cano Cuencas hidrográficas de la TA, pedaleando entre dos mares provincia de Almería, vamos a ir pedaleando por la vertiente mediterránea excepto, un breve trecho, al poco de entrar en la provincia de Granada, donde durante apenas 60kms volcamos a la cuenca del Guadalquivir, concretamente al río Cacín, afluente del Genil. Es en el punto kilométrico 13 del Tramo Ventas de Zafarraya – Alhama de Granada cuando vamos bordeando por el norte el Parque Natural de las Sierras de Tejeda y Almijara. Por la pista del Robledal, pista cómoda, con muy buen firme al pasar junto al cortijo Baltasar, subimos un collado casi sin esfuerzo y ya volcamos a la cuenca del Río Alhama, vertiente Atlántica del Guadalquivir. Estrecho de Gibraltar y Collado del Palancar. Las verdaderas cuestas de la ruta va a empezar en la subida a Facinas desde Zahara, y el primer puerto que nos hace cambiar de vertiente está en el siguiente tramo, Facinas –El Bujeo, km 25.500. justo al saltar la sierra del Cabrito en el Collado del Palancar. Es por donde la TA pasa el Puerto del Bujeo, Aquí es evidente que pedaleamos entre dos mares, pues estamos viendo El Estrecho, Atlántico a un lado, al otro El Mediterráneo, y África al frente. También es evidente el cambio de vertientes por el aprovechamiento eólico. Toda una fila india de molinillos plantados en la línea divisoria cobrando peaje al viento que quiere cambiar de mar y por entre los cuales vamos a pasar. A partir de aquí entramos en el Distrito Hidrográfico del Mediterráneo Andaluz, una serie de cuencas de ríos relativamente cortos, pero que se desarrollan en un relieve muy accidentado. Tienen que atravesar las sierras penibéticas para abrirse paso hacia el mar. Y así han excavado profundas gargantas como El Cañón del Guadiaro en El Colmenar, El desfiladero de los Gaitanes del río Guadalhorce en El Chorro, o el Tajo de los Vados del río Guadalfeo cerca de Motril. Así, durante los siguientes 900 kms hasta salir de la Saliendo del Poldjé de Zafarraya, junto al Cortijo Baltasar Sin embargo no es tan evidente que hayamos acabamos de abandonar la vertiente mediterránea, pues durante los kilómetros anteriores hemos estado recorriendo el Poldjé de Zafarraya. Un poldjé es una depresión ciega, sin salida superficial de aguas. Los arroyos que lo circulan no desembocan en otro río mayor sino que acaban filtrándose en sumideros para drenar a un acuífero subterráneo. Es el poldjé de mayor tamaño de la península ibérica, y alimenta el acuífero de Sierra Gorda. Acuífero que alimenta surgencias tanto en la cuenca mediterránea (manantiales de Guaro) como en la atlántica, (Riofrío). Continuamos la ruta y nos vamos al tramo de Jayena a Albuñuelas, ahora si estamos dentro del Parque Natural de las Sierras de Tejeda y Almijara. Hemos pasado junto al pino de las 5 ramas, y alcanzado la Venta de Los Prados. Ahora toca un pequeño collado que nos deja en una buena pista que ya prácticamente todo es bajada hasta Albuñuelas. Este collado vuelca de nuevo a la vertiente mediterránea, al Valle de Lecrín, cuenca del Guadalfeo. Cuenca que vamos a acompañar faldeando el sur de Sierra nevada recorriendo todos sus afluentes receptores hasta Cádiar. Subiendo al Collado que vuelca al Valle de Lecrín tras pasar la Venta de los Prados. PÁGINA 8 Artículo por Luis Cano Cuencas hidrográficas de la TA, pedaleando entre dos mares A partir de aquí continuaremos por las cuencas de otros ríos que vierten al Mediterráneo almeriense: río Andarax, zonas semidesérticas y ramblas secas la gran parte del año por la zona de Níjar y Sorbas, Así llegaremos al puerto más alto de la ruta, El Alto de Velefique en la Sierra de Filabres. Pero no será aquí donde volquemos de nuevo a la vertiente atlántica, pues la cara norte de Filabres drena al Almanzora. Sino que será al entrar en la provincia de Granada, en el Tramo de Serón a Baza, tramo que discurre por ramblas excepto unos kilómetros llanos de páramo donde se alcanza la estación abandonada de El Hijate (imagen debajo) Nada más salir de los Campos, una cómoda bajada nos planta directamente en el nacimiento del Río Segura, Aunque en los últimos años ha llegado a estar seco varias veces, lo normal es que al menos brote un chorro de agua del diámetro de un cuerpo barrigón. Durante los siguientes kilómetros vamos acompañando al río junto a su cauce, sólo lo cruzamos para entrar y salir de la población de Pontones, y así entramos en el cañón del Segura hasta que el propio río se estrecha en su cañón que impide que ni la pista que llevamos, ni incluso a pie se pueda continuar. Así que hay que abandonarlo remontando el arroyo de los Masegosos para salir a la vieja Carretera de la Cumbre. Aquí volvemos a dar vistas a la vertiente Atlántica y por fin vemos las aguas del propio Río Guadalquivir. Muy abajo, reposando en el Embalse del Tranco como si estuviesen esperando a que lleguemos para salir ya juntos del Parque Natural. Este es el punto donde entramos en la Hoya de Baza, cabecera de la Cuenca del Guadiana Menor. Sin darnos cuentas estamos cambiando de mar, volcando Por fin a la vertiente del Guadalquivir No será por mucho tiempo pues una jornada o dos más tarde, cuando hayamos entrado en la provincia de Jaén, y pedaleando por uno de los tramos más bonitos y largos de la ruta. Cuando hayamos pasado de los pinares de la Sierra de Cazorla a la agreste inmensidad de los Campos de Hernán Perea, volveremos a cambiar a la vertiente mediterránea. La cuenca del Segura, que la vamos a atacar entrando justo por el nacimiento. El punto en que cambiamos de vertiente es un tanto indeterminado, pues durante los kilómetros que pedalearemos por Los Campos, y hasta llagar de nuevo a la zona de pinares de Cañada Cruz, iremos trazando pequeñas subidas y bajadas, entrando en pequeñas depresiones y volviendo a salir de ellas como si estuviésemos navegando en un mar de piedra rozando los 1800m de altura. Y realmente toda esa extensión de roca caliza es la esponja que alimenta un gran acuífero y que como ocurría en el Poldjé de Zafarraya va tener salidas a ambas vertientes. Manantiales en los que nacen ríos de una vez como los de Castril, Borosa y Aguamulas que vierten a la cuenca del Guadalquivir o como el Zumeta y Segura que fluyen al Mediterráneo. Vistas del Pantano del Tranco desde la carretera de la Cumbre. Pero aun no vamos a volcar directamente hacia el Atlántico. Los siguientes 10kms, hasta el Cruce del Yelmo, iremos pedaleando por la cresta cimera divisoria de vertientes a veces mirando al Segura y otras al Guadalquivir sin querer decidirnos a abandonar definitivamente la cuenca mediterránea. Y es que precisamente ese cruce en medio de un pinar a los pies del imponente pico de El Yelmo es el punto más nororiental de la TransAndalus, el punto de inflexión donde giraremos definitivamente al este y como ave migratoria que inicia su regreso, a partir de aquí nos iremos acercando cada vez más a nuestro lugar de partida. Luis Cano es colaborador de la Transandalus y autor del Visor de Tramos por Artículos Ramón A. Serrano El GPS aplicado a la BTT (III): trabajando con tracks 1.– INTRODUCCIÓN En nuestro anterior boletín configuramos OziExplorer y realizamos los primeros pasos básicos con los que debemos de estar familiarizados para continuar avanzando con el tratamiento de los datos de nuestro GPS, esto es, Cargar Mapas y Cargar/Enviar Tracks. Es muy recomendable realizar estas funciones a modo de entrenamiento, para llegado el momento seamos capaces de hacerlo con soltura y sin problemas. Recomendamos ir realizando nuestras propias pruebas con el programa para familiarizarnos con las múltiples funciones que este nos permite. En esta entrega vamos a conocer mejor qué información compone un track y la forma de trabajar con los mismos, crearlos, editarlos, etc. En esta entrega vamos a conocer mejor qué información compone un track y la forma de trabajar con los mismos, crearlos, editarlos, etc. Puntos de Track Un fichero de Track está compuesto por un número limitado de puntos de tracks sucesivos que de forma ordenada, conforman un recorrido realizado sobre el mapa o sobre el terreno. Cada punto de track contiene al menos la siguiente informaNº de Orden Sector Latitud Longitud Altura Fecha Hora Distancia (al punto anterior) Dirección o rumbo ción: Con toda esta información en cada uno de los puntos, el PC o el GPS es capaz de plotear en pantalla el camino que hemos seguido o que queremos seguir y de esta forma, orientarnos sobre el terreno o en cambio facilitarnos una gran información sobre el recorrido que ya hemos hecho. sigue ... Artículos El GPS aplicado a la BTT (III) por Ramón A. Serrano Se visualizará entonces una potente herramienta en la que podemos controlar todos los tracks que estamos visualizando en el momento. Esta ventana, es una de las que vamos a utilizar más en OziExplorer, de hecho, con la combinación de teclas Alt+T accederemos de forma directa a ella. Con la misma, podemos cargar de forma simultánea varios tracks, lo que es muy útil cuando queremos enlazar o comparar recorridos. Para ello, sólo tenemos que hacer doble click sobre el siguiente espacio vacío desplegándose el interface para cargar un nuevo track, donde además podemos asignarle el color y/o la anchura del mismo, para evitar confusiones con otros cargados. Volviendo a la Ventana de Control de Tracks, en la barra de herramientas de la misma, disponemos de una serie de botones de acceso rápido que nos permitirán realizar acciones con el fichero que tenemos en pantalla algunas de ellas básicas, como la de salvar ficheros, pero muchas de ellas avanzadas, como editar, unir, etc… Como norma general, todas las funciones que realicemos en la pantalla de trabajo, afectarán al track cargado en primer lugar, por ejemplo, si al salir del OziExplorer si el sistema nos indican que no se han guardado cambios efectuados, siempre se referirá al track cargado en primer lugar. Teniendo marcado el track que deseamos visualizar, pincharemos a la derecha del botón de guardar, sobre el botón “Mostrar la Lista de Puntos del Track”, visualizando una tabla con los puntos que componen el track. sigue en la página siguiente... Artículos El GPS aplicado a la BTT (III) por Ramón A. Serrano Analizando los Puntos de Track: Limpiando nuestro Track Es posible, que a lo largo de una ruta perdamos señal de GPS por las condiciones de exposición a la señal, barrancos profundos, bosques espesos, ciudades, etc… pueden hacer que nuestro receptor pierda la señal y deje un vacío en el track que estamos grabando. Igualmente, esto puede suceder cuando nos quedamos sin batería y tenemos que sustituirla en pleno recorrido. En nuestro fichero, estos se manifiesta porque hay puntos en los que se produce una discontinuidad del track, además, en algunas ocasiones, por baja recepción de satélites o recálculo de la posición, se producen puntos totalmente fuera del camino que estamos siguiendo. Igualmente, es posible que queramos eliminar puntos del track que no queremos que queden en el recorrido definitivo, por ejemplo, porque nos equivocamos de camino. Hoy vamos a aprender con un mismo fichero a identificar todas estas posibilidades y a solventarlas. Una vez abierto OziExplorer, cargado nuestro mapa y nuestro track, tenemos un recorrido que aparentemente vemos completo. Pero, por ejemplo, si pinchamos sobre VER\TRACKS\PERFIL DE TRACKS, nos resultará el siguiente perfil del recorrido: sigue en la página siguiente... Artículos El GPS aplicado a la BTT (III) por Ramón A. Serrano Si nos fijamos, unos pequeños números sobre la línea, nos indicas las secciones en las que está dividido nuestro track, o lo que es lo mismo, que este no está realizado de corrido, sino que hay espacios en blanco entre puntos. Si pinchamos sobre los números del perfil, en el mapa, un puntero nos indicará dónde está el problema y en la mayoría de los caso, veremos claramente ese espacio sin track. Para solucionarlo, nos iremos a la Lista de Puntos del Track, que visualizaremos desde la Ventana de Control de Tracks que hablamos anteriormente. Una vez desplegados los puntos, iniciaremos un barrido manual en busca de puntos sin datos de Distancia, Velocidad y Rumbo y que además, habitualmente no están relacionados en altura con su antecesor y predecesor. Además, un cursor sobre el track del mapa, nos ayuda, pues va navegando por los puntos sobre el mapa, conforme nosotros lo hacemos sobre la lista de puntos. El siguiente paso es eliminar ese punto para lo que utilizaremos la tecla “Supr” En ese momento, en la Lista de Puntos, nos aparecerá como “Borrado” y la siguiente vez que la saquemos ya no estará dicho punto. Repetiremos el proceso tantas veces sea necesario hasta que dejemos limpio nuestro track y sin puntos fantasma. Artículos El GPS aplicado a la BTT (III) por Ramón A. Serrano Una vez realizado esto, si regresamos para visualizar el perfil, comprobaremos que sólo hay una sección de track, la 1 que corresponde a la totalidad del mismo, por lo que ya hemos eliminado todos estos puntos. Para eliminar puntos que no deseamos que estén en el fichero de track definitivo, realizaremos el mismo procedimiento, utilizando el puntero sobre el track como indicador de los puntos que deseamos eliminar. Por ejemplo: Del siguiente tramo, vamos a eliminar el camino que asciende hasta el Tajo de la Campana por el lateral de los Poyos de Monchil. Desplegamos la lista de puntos y usando la tecla AvPag nos situamos sobre el punto inicial de ese tramo que queremos eliminar. A partir de ese punto, iremos borrando puntos sucesivos y observando sobre el mapa como el recorrido se va adaptando a la nueva lista de puntos resultante. Finalmente, una vez cerrados los cuadros de diálogo, el resultado final, salta a la vista... sigue ... Artículos El GPS aplicado a la BTT (III) por Ramón A. Serrano Recomendamos que no se trabaje nunca sobre el track original recogido sobre el terreno, realizando copias del mismo para las labores de edición, filtrado y modificación. El fichero original es irrepetible y debemos de mantenerlo a salvo de posibles errores que podamos cometer a lo largo de los procesos, ya que para su obtención hemos hecho la ruta sobre el terreno. En el próximo boletín: Edición avanzada de tracks Tu Smartphone como GPS outdoor Ramón Ángel Serrano es presidente del Club MTB Granabike (Granada) y socio de la Transandalus en la provincia de Granada así como colaborador habitual en los boletines de novedades. El original de este artículo se encuentra en: http://www.granabike.com/consejos/gps-btt-mtb.html Artículos por Jaime González Pascual Escalada en El Chorro (Málaga) Intersecciones—un poco de ficción Agotado por el esfuerzo de la subida, camino del Puerto de Flandes, decidí apearme de la burra para echarme unos pistachos al gaznate, remojar la estragada garganta y reponer fuerzas a la sombra de un frondoso pino que se erguía altivo a la orilla de la pista. Empinando el codo estaba cuando algo más allá creí distinguir unas figuras que evolucionaban sobre la roca. Intrigado, enfoqué la mirada para descubrir a un grupo de escaladores siguiendo lo que parecía ser un rito incontable veces repetido a lo largo del día. Desde mi privilegiado observatorio vi a uno de ellos calentar, estirarse, ponerse y ajustarse el arnés, atarse al extremo de la cuerda, colgarse una bolsita llena seguramente de magnesio y con parsimonia una serie interminable de mosquetones unidos entre si dos a dos con una cinta ("cinta"), cambiar sus zapatillas de deporte por un calzado más ajustado con una suela sin relieve, ponerse el casco y a su compañero pasar la cuerda por un dispositivo ("freno") raro. Listo el escalador, despegó y se centró en su tarea trepando ora rápida ora pausadamente, escudriñando la roca, buscando presas ocultas, golpeándola, comprobando su solidez su aptitud y pasando a otra cuando no le convencía; moviendo los pies con precisión. En definitiva danzaba verticalmente. De vez en cuando al llegar a la altura de una fijación metálica en la roca ("tornillos de expansión" que alguien previamente se había tomado la molestia de poner ahí taladrando para que sus seguidores pudieran disfrutar de la escalada con la mayor comodidad y seguridad posible), sacaba una de las "cintas" de su arnés, la enganchaba en la fijación y a continuación pasaba la cuerda por el mosquetón inferior. Su compañero (llamado "asegurador" en la jerga) atento, seguía sus evoluciones, animándolo ocasionalmente o le apuntaba sobre como proceder. Y así siguió fijación tras fijación hasta alcanzar la cadena final, por la que pasó la cuerda y avisado, su compañero le bajó c o n a u x i l i o d e l " f r e n o " . Entonces se intercambiaron los papeles y el escalador pasó a ser asegurador y este último escalador. Al principio las cosas fueron bien hasta que en un determinado momento, lanzándose por una determinada presa, no consiguió cogerla y... ¡Zas! Cayó (en argot "piró" o "voló") unos metros hasta que la cuerda retuvo su caída. Preocupado me acerqué y le pregunté: -¿Estás bien? - "Sí", replicó, "en escalada "deportiva" (la que intenta maximizar la dificultad minimizando el riesgo) la caída es parte del juego. Las cuerdas están confeccionadas de manera que se estiran como una goma elástica para frenar suavemente la velocidad adquirida. En principio no debería pasar nada. Aún así todos luchamos continuamente con nuestros miedos y cuando el último tornillo de expansión empieza a alejarse no podemos evitar sentirnos, como mínimo, ansio- Un “ilimitado” abre vía (de rojo) mientras un compañero lo asegura (en blanco, abajo) Roto el hielo resultó no ser para nada el personaje arrogante, engreído y endiosado que me había imaginado al verle moverse con el aplomo de un trapecista sino todo lo contrario: cercano y amistoso, deseoso de compartir su "pasatiempos". Me contó entonces como había descubierto la escalada y como a pesar de haber empezado torpemente le enganchó tanto por requerir dosis de fuerza, imaginación, técnica, valentía, carácter, paciencia, perseverancia y otras muchas que al día siguiente ya estaba comprando algo de material y desde aquel primer día casi no pasaba uno sin pensar en ella. - "Tan fuerte es la pasión que nos anima" - apuntó - "Lo principal es competir con uno mismo" - "Y a ti ¿qué te trae por aquí?" - me preguntó Le conté brevemente sobre la Transandalus. - "Cada loco con su tema" - me dijo. - "Así es" - repliqué Y viendo que no conseguía apartar la mirada del material me preguntó: - "¿Te gustaría probar? En tu caso pasaríamos la cuerda por arriba y así en polea prácticamente no puede hablarse de caída sino de despegarse de la pared. No hay peligro" Artículos Escalada en El Chorro (Málaga) "Estos tienen la cabeza llena de roca. Podrían hablar de sogas horas y horas" Pensé. Soñé por un breve instante en aparcar la bicicleta y aceptar su propuesta. ¿Soñará el escalador con espacios más horizontales, abiertos y ciclables como por ejemplo la Transandalus? Estoy convencido. La TA, como el bueno paño, en el arca se vende. El Chorro—”vamos para arriba” El Chorro es una llamada "escuela" (en realidad un conjunto de vías equipadas con tornillos de expansión) de escalada mundialmente famosa, meca de obligada visita cualquiera sea el "grado" (la capacidad de un escalador se mide en función del mayor "grado" o dificultad capaz de escalar de un tirón por sus propios medios) del escalador. Su paisaje es de todos conocidos. Los viajeros del tren se lamentan que su paso por el Cañón de los Gaitanes sea tan raudo pero se llevan grabadas en sus retinas la impresión de un paraje de ensueño que el Guadalhorce, durante eones, ha ido esculpiendo en la roca. Sus "vías" (rutas o líneas de escalada marcadas por un reguero de tornillos de expansión) se cuentan por miles y desta- -can por su calidad y variedad. Su roca caliza es particularmente compacta, sólida y adherente. Da confianza al escalador. Se extiende por todo el Desfiladero de la Gaitanes (donde a menudo hay que rapelar desde el Caminito del Rey para empezar a escalar) y en dirección al Valle de Abdalajís, donde por cierto también se puede escalar. Para algunos su grandeza es su defecto; las aproximaciones pueden ser largas y extenuantes bajo las pesadas mochilas atiborradas con el material de escalada más el agua y víveres necesarios para pasar la jornada. Otros se quedarían a vivir. Mejor época: invierno. Aunque en las escuelas satélites como Desplomilandia y Turón pueden encontrarse sectores más frescos orientados al norte trepables en plena canícula. ---¡Advertencia! La escalada es un deporte de riesgo que no debe tomarse a la ligera ni afrontarla sin una rigurosa formación previa. Imagen: Vistas desde la roca. El escalador contempla la presa abajo, el trazado de la Transandalus (en puntos verdes) por la Cañada del Lobo, la meseta y sobre ella, la presa de La Encantada (flecha roja) Artículos La Alpujarra PREÁMBULO (Añoranza de un granadino – gallego) Nacido y criado en Granada, para más señas en la Calle de Elvira a la sombra de la Puerta de Elvira, aquella de la que García Lorca escribía: Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas… por Jorge Gallegos Por qué escribo sobre La Alpujarra: Ya desde muy pequeño ese nombre “La Alpujarra” y los de sus pueblos ejercían en mí una especial atracción cuando escuchaba a los mayores de mi familia (mayoristas de frutas, patatas y verduras en Granada), hablando por teléfono con los corredores de aquellos pueblos (Pampaneira, Bubión, Capileira, Pitres, Mecina Fondales, Pórtugos, Busquístar, Trevélez, Bérchules, Mecina Bombarón,…) que les preparaban las mercancías de la agricultura alpujarreña (patatas viejas, castañas, judías, etc.). Y para mi fue impactante la primera vez que con menos de 10 años pude acompañar a mi hermano Antonio en el camión (un Ford F-600 de los años 50) a La Alpujarra. Un viaje que para mí fue una aventura excitante. Recuerdo que me tuve que dar un gran madrugón pues salimos antes de amanecer, así que las primeras horas del recorrido no pude evitar las cabezadas del sueño y perderme la primera parte del viaje. Cuando me espabilé ya habíamos pasado Lanjarón. El asfalto se acababa en Órgiva, así que de ahí en adelante era un camino más o menos compactado que bordeaba los barrancos. Aquel Ford iba cogiendo altura lentamente por la sierra y yo no podía retirar la vista de aquellos tajos y montañas, a veces sacaba la cabeza por la ventanilla para comprobar en algunas curvas que las ruedas pisaban el camino, ya que el largo morro del Ford parecía sobrevolar el barranco. Puerta de Elvira (Granada) Y de apellido Gallegos, que según dicen los que saben de eso, tiene su origen toponímico en los gallegos que, junto a gentes de otras comarcas, repoblaron La Alpujarra cuando Felipe II expulsó definitivamente a los moriscos de sus últimas moradas en las agrestes sierras alpujarreñas, tras aplacar la Rebelión Morisca de Las Alpujarras (1569-1570). Incluso uno de los argumentos más manidos es el del supuesto origen gallego de varios topónimos de las Alpujarras: Capileira, Ferreira, Ferreirola, Pampaneira y Poqueira. Sin embargo un estudio más detallado ha permitido esclarecer que los nombres de las mencionadas localidades son de origen mozárabe. Existe también constancia documental de que esos topónimos existían antes de la llegada de gallegos a esas tierras. Pero no es mi objetivo hacer una tesis sobre los orígenes toponímicos o etimológicos de La Alpujarra y sus pueblos, más que eso es mi intención escribir algo sobre La Alpujarra, ese misterioso y maravilloso entorno por el que transita la Transándalus, y simplemente como una humilde aportación al boletín que elaboran los creadores y gestores de esa extraordinaria realidad que es la Transándalus. Lentamente, uno tras otro, iba poniéndoles imágenes aquellos pueblos cuyos nombres siempre habían llamado mi atención, pueblos encaramados a las faldas de la sierra, de calles estrechas, torcidas, empinadas y adaptadas a posibles nevadas, con casas bajas y encaladas con sus tejados planos cubiertos de launa (una arcilla abundante en la comarca que impermeabiliza) y sus chimeneas cilíndricas apuntando al cielo. Con la barbilla apoyada en la ventanilla intentaba grabar en mi memoria toda aquella impresionante belleza, para mí un tanto salvaje. Típica casa alpujarreña con su tejado de launa. Artículos La Alpujarra -dad, había que subir a La Alpujarra a por patatas viejas que los alpujarreños sacaban de su particular entierro. Ya en el viaje de regreso, en la bajada hacia Órgiva, mi ventanilla me ofrecía los paredones de la sierra que se levantaban por encima del camino. El Ford pesado y quejeroso bajaba lentamente aquellas cuestas. Lo que para mi era una aventura, para mi hermano Antonio no lo tanto, pues había que “aguantar” el camión sin quemar los frenos, en fin un trabajo duro en función del suspiro y el “ya está” que se le escapó cuando de nuevo nos encontramos con el asfalto en Órgiva. Labrador alpujarreño con el imprescindible burro en los escarpados caminos de la zona. En Busquístar nos esperaba el corredor del pueblo que se había encargado de concentrar entre los lugareños agricultores una carga (unos 5000 kgs) de “patatas viejas” que, envasadas en grandes sacos, ellos habían acarreado con las bestias hasta un lugar accesible para nuestro querido Ford. Y por qué buscar patatas en tan recónditos lugares. Es justo hacer aquí un pequeño apunte que puede dar una idea de la agricultura alpujarreña y de las habilidades y dificultades de sus agricultores. Con el objeto de conservar de las duras inclemencias climatológicas las deliciosas patatas que allí se cultivan y tenerlas siempre a mano y durante casi todo el año, aquellas gentes tan ingeniosas idearon la forma de hacerlo. Se llama “joyo” y no es más que un frigorífico natural: consiste en hacer un hoyo en una zona de umbría que al mismo tiempo tenga un poco de desnivel. En ese hoyo se echan las patatas recolectadas y se las apila formando un montón, el cual se va tapando luego con lastón, juncos o paja de centeno, de manera parecida a un tejado que se construyera encima del montón de patatas, y al final del desnivel se hace otro hoyo más pequeño a manera de sumidero, por donde se ira yendo el agua que pueda calar la tierra. Una vez hecho todo esto se entierra y ya tenemos el frigorífico preparado. Cada vez que necesitemos patatas bastará con desenterrarlas empezando por el punto más alto. Luego volvemos a enterrar la parte desalojada y seguimos teniendo el frigorífico en funcionamiento. Así pues, cuando la vega granadina no se bastaba para suministrar de patatas nuevas al mercado de abastos de la ciu- Lanjarón. Unos kilómetros después de Órgiva y después de la revuelta a un morro de la carretera, aparece al otro lado del barranco Lanjarón, el pueblo de las “aguas milagrosas”. Recuerdo que paramos a repostar y pude ponerle “cara” a aquel lugar donde cada año en verano mi madre pasaba un mes “tomando las aguas”. Igualmente pude descubrir el lugar de donde salían aquellos botellones grandes de cristal contenedores del agua medicinal que acostumbraba a ver por mi casa debido al tratamiento que ella seguía. Después de Lanjarón, la Venta de Las Angustias y el famoso puente de Tablate, que, con sus casi cien metros de profundidad, ha jugado un papel fundamental en la historia del Valle de Lecrín y de Granada, desde que en el Neolítico llegaron a Andalucía los primeros invasores, al ser paso obligado entre la Costa y el interior. Durante la rebelión de los moriscos en 1569, fue escenario de una de las más cruentas batallas: el Marqués de Mondéjar había sido enviado con 2.000 infantes y 400 caballos contra los sublevados, y en el puente de Tablate les esperaban atrincherados 3.500 moriscos. En la actualidad, el puente viejo, que aún se conserva como una auténtica reliquia del pasado, es una obra relativamente moderna y tosca, construido casi con toda probabilidad a finales del siglo XVI o principios del XVII. El puente nuevo, por su parte, data del año 1859 y Artículos … constituyó en su día uno de los elementos fundamentales de la carretera de Granada a la Costa. La Alpujarra Fui creciendo y los avatares de la vida me llevaron fuera de mi querida Granada a los 18 años. Como los turrones, volvía a casa por navidad y en alguna ocasión pasé unos días navideños por los pueblos alpujarreños. Pero fue unos 40 años más tarde de aquel primer viaje a La Alpujarra, y ya metido en estos quehaceres de las trashumancias en BTT, cuando volví a disfrutar más intensamente de aquella sierra en un viaje alforjero que repartimos entre Sierra Nevada y Cazorla allá por el 2003. Aquí tenéis un enlace con la web que hicimos en su momento para compartir la aventura con todos los alforjeros. http://www.mundonene.net/Sierra%20Nevada.htm Y ahora, para hablar más sobre La Alpujarra seguiré los pasos de un granadino ilustre: Pedro Antonio de Alarcón (PAA en lo sucesivo) en su novela titulada “La Alpujarra: sesenta leguas a caballo precedidas de seis en diligencia” de 1873. UN VIAJE EN LA HISTORIA Puente de Tablate. El camino continúa bordeando la parte occidental del macizo de Sierra Nevada. Pasamos los pueblos de Dúrcal, el Padúl y, al coronar el Suspiro del Moro, se asoma en el horizonte la bella Granada y su vega. Ante esa panorámica y retrotrayéndose en el tiempo, cualquiera puede imaginarme el motivo de las lágrimas de Boabdil el Chico en su exilio hacia La Alpujarra después de entregar Granada a los Reyes Católicos. El lamento de Boabdil desde el Suspiro del Moro: “llora como mujer lo que no supiste defender …” PAA, nacido en el pueblo granadino de Guadix un 10 de Marzo de 1833, confiesa en su libro los deseos de descubrir La Alpujarra tras una conversación con un paisano sexagenario, Cofrade de la Hermandad del Santo Sepulcro para más señas, que le habló de las tradiciones accitanas del tiempo de los moros y todas las tradiciones alpujarreñas del tiempo de los moriscos, poniendo particular empeño en sublimar la romántica figura de ABENHUMEYA rey de los moriscos de La Alpujarra y último rey de Al-Andalus (enterrado en Guadix). PAA dice que tras dicha conversación .. di cabida al no menos temerario propósito de salvar un día las eternas nieves que cierran al Sur el limitado horizonte de Guadix, a fin de descubrir y recorrer unos misteriosos cerros y valles, pueblos y ríos, derrumbaderos y costas que, según vagas noticias, quedaban allá atrás, como aprisionados, entre las excelsas cumbres de la Sierra y el imperio líquido del mar... Porque aquella región, tan inmediata al teatro de mis únicas puerilidades legítimas, y de la cual, sin embargo, todo el mundo hablaba sólo por referencia; aquella tierra, a un tiempo célebre y desconocida, donde resultaba no haber estado nunca nadie; aquella invisible comarca, cuyo cielo me sonreía sobre la frente soberana del Mulhacén, era la indómita y trágica Alpujarra. Mapa de La Alpujarra Artículos Sierra Nevada, vertiente noroccidental A 10 leguas de Guadix se encuentra la majestuosa Granada, la primera al amparo del Mulhacén y la segunda al abrigo del elegante Picacho de Veleta, ambos picos sobresalientes de la muralla montañosa de Sierra Nevada, que solamente muestra a dichas ciudades una de sus caras, escondiendo tras de sí ese secreto que PAA calificaba como: .. espacio de once leguas de longitud por siete de anchura en que queda encerrada la Alpujarra. Lejos de esto, la curiosidad llega hasta lo sumo al reparar en el empeño con que la gran Cordillera, auxiliada por sus vasallas laterales, oculta su aspecto meridional y el fragoso Reino de los moriscos. Sierra de Gádor, por una parte, y Sierra de Lújar, por la otra, cubren los costados de aquel inmenso cuadrilátero, dejando siempre en medio, encajonado e impenetrable a la vista, el secreto de Sierra Nevada, el principal teatro de las hazañas de ABEN-HUMEYA, las tahas de Órgiva, Ugíjar, Andarax y los dos Ceheles; regiones misteriosas, cuya existencia no puede ni aun sospecharse desde las comarcas limítrofes. La Alpujarra Ante semejante “amurallamiento” La Alpujarra es una comarca con accesibilidad limitada. Desde la ciudad de Granada, y solo en algunos meses del año, tras superar las instalaciones de la estación de esquí Sierra Nevada podremos acceder a La Alpujarra tras coronar la ladera norte por el pie del Veleta. Después, ya en la vertiente sur, pasaremos por la Laguna de la Caldera y a continuación por la falda del Mulhacén, cuyo camino de acceso a la cumbre dejamos a la izquierda, y continuamos bajando para dejamos caer al barranco de Poqueira por una pista que “aterriza” en Capileira. Por otro lado, la carretera del Puerto de La Ragua, el paso más bajo en la cadena montañosa que los árabes llamaron "Rauauh y Ragwa" (recogimiento de aguas), y que divide en dos la sierra sirviendo de límite provincial entre Granada y Almería, es el paso natural desde la hoya de Guadix-Baza, o El Marquesado del Zenete en las laderas norte de Sierra Nevada, hacía el corazón de La Alpujarra y los pueblos de la costa del poniente almeriense y del levante granadino. ¡Suprimir la Sierra; desvelar la Alpujarra, representábame un placer análogo al que experimentaría Aníbal al asomarse a Italia desde la cúspide de los Alpes, o Vasco Núñez de Balboa al descubrir desde lo alto de los Andes la inmensidad del Pacífico! El autor del artículo en la ladera del Mulhacén D. Fernando de Cordova y Valor, “Aben Humeya” No nos ha de extrañar, por tanto, la importancia histórica que este enclave tiene como vía de comunicación. Son famosas las Rutas de los Arrieros, que partían desde los pueblos del Marquesado porteando aceite y cereales para canjearlos en la costa por pescado y sal. Estas rutas transitaban, especialmente, desde La Calahorra, Ferreira, Dólar y Aldeire, ascendiendo por sus valles hasta confluir en el Puerto de La Ragua. Artículos Accesos a las Alpujarras. La bajada hacia los pueblos alpujarreños y a los de la costa, se realizaba por el valle del río Palancón, coincidiendo gran parte de su trayecto con la actual carretera. No obstante, en el siglo XIX ambos accesos a La Alpujarra desde la provincia granadina eran harto dificultosos, por lo que el protagonista de nuestro viaje optó por el más cómodo y transitable en aquella época, según PAA reconoce: … Quedaba el camino de Lanjarón, que es el ordinario y el histórico; mas, aunque fuese el menos malo (pues el entrar por la costa en el territorio alpujarreño no se avenía con mis ilusiones), todavía me lo pintaban áspero, difícil, arriesgado, pavoroso, sobre todo de Órgiva en adelante; verdadero camino de palomas, según la frase vulgar, sujeto a largas interrupciones y contramarchas a la menor inclemencia de los elementos. La Alpujarra fragosidades alpujarreñas ni reducir a los cristianos que allí vivían, sino pasados siglos de la batalla de Guadalete y de la ocupación de casi toda la Península por las legiones Africanas y Asiáticas. Y, aún después; si éstas penetraron y reinaron en la Alpujarra, fue por la buena y a condición de tolerar la Religión del Crucificado, cuyo culto siguió, en efecto, siendo libre durante otros dos o tres siglos, hasta que poco a poco, y sin violencia alguna, los más absorbieron a los menos, o los menos se refundieron en los más, al punto de no quedar un solo alpujarreño que se acordase de la fe de sus mayores. Creen, pues, Mármol y Lafuente Alcántara que los calificativos de rencillosa, pendenciera e indomable le venían como de molde a aquella región en los tiempos en que los moros tuvieron la primera idea de ella. Si hablamos de LA ALPUJARRA, sería bueno tratar de aclarar algunas cuestiones como: ¿Cuál es la etimología de la palabra Alpujarra?; ¿Se debe decir La Alpujarra, o Las Alpujarras?; ¿Cuáles son los verdaderos límites de esta región? Al respecto, en su novela del viaje, nuestro insigne viajero apunta las discordancias entre historiadores y orientalistas acerca del origen y significación de la palabra Alpujarra, si bien al final PAA no se inclina por ninguna de ellas y deja la libertad de opción al lector: PRIMERA OPINIÓN.- Según Luis del Mármol, Alpujarra proviene de la voz árabe abuxarra, que él traduce: la rencillosa, la pendenciera. SEGUNDA OPINIÓN.- D. Miguel Lafuente Alcántara dice lo mismo, como si lo copiara reverentemente, permitiéndose tan sólo traducir indomable en lugar de rencillosa, y conservando lo de pendenciera. FUNDAMENTO DE ESTAS DOS OPINIONES.- Todos los cronistas antiguos están contestes, principiando por el historiador musulmán Aben-Ragid, en que los Agarenos no lograron dominar las Terrazas alpujarreñas. Artículos La Alpujarra IMPUGNACIÓN DE TODO LO DICHO Es, sin embargo, muy de extrañar que el mismo Aben-Ragid, relator de esos hechos, nunca llame a la Alpujarra sino la Tierra del Sirgo (por la mucha seda que en ella se criaba); y sorprende aún más, que, después de haber publicado Mármol la citada versión, otros filólogos e historiadores hayan continuado poniendo en tela de juicio la verdadera significación del nombre que hoy lleva aquel territorio. Romey y Mr. Sacy, por ejemplo (TERCERA OPINIÓN), se fijan en que Suar-el-Kaici y otros revoltosos de la Andalucía oriental levantaron por las Serranías de Granada algunas fortificaciones llamadas Al-Bord-jela, (Castillo de los Aliados), y creen que de este nombre vino a formarse el de Alpujarras. En cambio (CUARTA OPINIÓN), Xerif Aledrix y nuestro insigne Conde aseguran por otro lado que Alpujarra vale tanto como Albugscharra, voz árabe que se interpreta Sierra de hierba o de pastos. Finalmente, el ilustrado orientalista y literato de nuestros días, Sr. Simonet, dice (QUINTA OPINIÓN) que no le parece buena ninguna de las traducciones que conoce de Albuxarrat (que, según él, era como verdaderamente llamaban los moros a aquella Serranía), y aventura la idea de si podrá traducirse Alba Sierra, aunque añade modestísimamente a renglón seguido que está muy lejos de creer haber acertado más que los otros. Así las cosas, y ejerciendo la libertad de elección que nos deja el escritor, personalmente me quedo con las versiones de Mármol y Lafuente “abuxarra”: la rencillosa, la pendenciera, la indomable; pues no sólo para los árabes resultó difícil doblegar a los cristianos moradores de aquellas sierras, si no que igualmente difícil fue siglos después para los cristianos doblegar a los últimos moriscos liderados por AbenHumeya. Por tanto, parece ser que esas tierras duras y agrestes, amuralladas por montañas, debían imprimir un carácter resistente en indomable a sus moradores. En cuanto a la ¿La Alpujarra o Las Alpujarras?, la Real Academia de la Lengua usa el plural cuando define Alpujarreño/ña como: Natural de las Alpujarras. Perteneciente o relativo a este territorio montañoso de Andalucía, en España. Soledad alpujarreña bajo un tinao. Segundo: Que del propio modo la mientan constantemente casi todos los naturales de la provincia de Granada, empezando por los de su culta capital. Y tercero, y principalísimo: Que así la nombran los mismos alpujarreños. Perdone, pues, la Academia, solícita guardadora del habla de nuestros padres, si yo, en caso tan dudoso, y por razones de querencia a lo tradicional, me he apartado, a sabiendas, de la respetable norma de su Diccionario; y crea aquella docta corporación (a que siento no pertenecer) que de manera alguna me hubiera lanzado a tal temeridad, si no contara en todo evento con que la indulgencia es compañera inseparable de la sabiduría. Por lo demás, comprenderéis que a mí me importa un bledo que la Alpujarra se llame de este o del otro modo; pues, como dice muy oportunamente la Julieta de Shakespeare: «Lo que llamamos rosa embalsamaría lo mismo el aire si tuviera cualquier otro nombre.» No obstante, nuestro insigne viajero, a pesar de reconocer la definición de la Real Academia, se inclina por la versión singular del nombre basándose en lo siguiente: Había, pues, harto motivo para decidirse por el plural, y ya lo había usado yo mismo en cierta ocasión, obligado por la fuerza del consonante… Sin embargo, hacíaseme cuesta arriba escribir Alpujarras al frente de este libro y en la mayor parte de sus hojas, cuando toda mi vida había dicho y oído decir La Alpujarra; y como me pusiera a excogitar razones para mantenerme dentro de mi dulce rutina (¡qué rutina no es dulce en estos tiempos de tantas dislocaciones y extravíos!), encontré en apoyo del singular los tres fundamentos siguientes: Primero: Que Hurtado de Mendoza, Mármol, Lafuente Alcántara y otros escritores de muchas humanidades y escrupulosa conciencia, en sus Historias relativas a aquella región, la llaman siempre La Alpujarra. Barranco del Poqueira Artículos Y por último ¿Cuáles son los verdaderos límites de esta región?: Hay varias opiniones acerca de los límites de la Alpujarra; pero en este punto la verdad y el error son más evidentes para PAA y por tanto, a su juicio, más fáciles de separar, él dice: No sé quién sería el primero (tal vez Méndez de Silva) que escribió la peregrina especie de que «la Alpujarra, mide diez y siete leguas de longitud desde Motril a Almería, por once de anchura, desde Sierra Nevada al mar»...Fuera quien fuese, este deslinde tuvo la fortuna de que lo copiasen al pie de la letra muchos graves autores, y hoy sigue dando la vuelta al mundo, en Diccionarios geográficos, Enciclopedias, Guías, y toda clase de itinerarios pintorescos, como una verdad de a folio. Sin embargo, nada más inexacto y absurdo que semejante afirmación. La prueba es que los mismos historiadores del siglo XVI, que la transcriben a cierraojos, distinguen luego entre Tierra de Motril, Alpujarra y Tierra, o río de Almería, presentando cada región por separado como cosas muy diferentes. Y, por si esto no bastara, esos mismísimos historiadores, al describir en otros pasajes la comarca alpujarreña, la dividen en las tahas o distritos que contenían, resultando de sus propios datos que no abarcaba, ni con mucho, las vertientes orientales de Sierra de Gádor ni las occidentales de Sierra de Lújar. La Alpujarra hacia Ohanes; busca las crestas de Sierra de Gádor, y va a morir en la Punta de las Sentinas.- Dicho se está, por consiguiente, que quedan reducidas a diez u once las famosas diez y siete leguas del consabido geógrafo. De los límites Norte y Sur no hay que ocuparse: ellos se defienden por sí mismos: son el Mediterráneo y Sierra Nevada. Sólo advertiré que, entre Sierra Nevada, y el Mediterráneo, en línea perpendicular, no median nunca las pretendidas once leguas, sino ocho, todo lo más; y esto, sólo hacia el Campo de Dalias; que, por los puntos restantes, apenas llegarán a siete, midiendo siempre a vuelo de pájaro. Y por ahora nada más, con la esperanza de haber aportado algo sobre La Alpujarra, y agradeciendo una vez más a los responsables de la Transándalus la labor que desarrollan y el haber puesto a disposición de los aficionados de la BTT toda la documentación, así como su colaboración y ayuda, que nos permiten recorrer las tierras andaluzas en un cinturón de unos 2.200 kms, que dan para conocer las características y entornos naturales más significativos de las ocho provincias de la Comunidad Autónoma. Por último: ningún motrileño ni almeriense (exceptuando a los nacidos en la banda occidental de Sierra de Gádor: que tienen razón en creerse alpujarreños), se ha considerado jamás a sí propio como hijo de la Alpujarra. Así, pues, la frontera occidental de la Alpujarra principia en el Picacho de Veleta; baja con el río de Lanjarón hasta el río de Órgiva; gana luego la Sierra de Lújar, y corre (por donde mismo va la raya del Partido judicial de Motril) hasta caer al mar entre Castel de Ferro y Torre de Paños. Y la frontera oriental empieza Ohanes y sus bancales, en el extremo oriental de las Alpujarras almerienses. Jorge Gallegos es webmaster de los mallorquines www.elstortugues.com y gran amigo de la Transandalus Pedro Antonio de Alarcón en su madurez. Pequeños tesoros Por Francisco José Cortés La Cimbarra (Aldeaquemada, Jaén) Al final del tramo 5 de la Transandalus llegamos a Aldeaquemada, uno de los nuevos poblamientos con los que Carlos III quiso reforzar a finales del siglo XVIII el camino que unía Andalucía con el resto de España a su paso por Sierra Morena. El viajero podrá, tras descansar del viaje, recorrer un par de kilómetros por buena pista para acercarse a uno de los paisajes más espectaculares que pueden verse en la Transandalus, sobre todo en época de lluvias: se trata de La Cimbarra, una cascada de agua que ha horadado en el granito el, manchego de nacimiento, Río Guarrizas. Bajo la figura de protección ambiental de Paraje Natural, La Cimbarra alberga un conjunto acuático donde destacan tres hermosas cascadas, el Cimbarrillo, en el arroyo de Martín Pérez, el Charco del Negrillo, en el río Guarrizas, y la espectacular caída de 40 metros de la Cimbarra. Aquí cimbarra significa cascada. Ésta última es la más conocida. Nos ofrece un espectáculo agreste y accidentado formado por varias cascadas resultantes de una falla transversal y el encajamiento del río Guarrizas sobre un suelo de cuarcitas, areniscas y pizarras, por el que cae formando un impresionante salto de agua de más de 40 metros de altura. La falla se produce por la fractura de la cuarcita compactada que se originó hace 500 millones de años con cuando en el mar que bañaba las costas de la primigenia Iberia se fueron depositando grandes cantidades de arena que con el tiempo se compactaron. En el Carbonífero la Tierra dobló y fracturó esa cuarcita, haciéndola aflorar a la superficie. La Cimbarra este invierno a tope de agua. El río Guarrizas nace en Castilla la Mancha y penetra en Andalucía propiciando estas hermosas cascadas, aunque su cauce es estacional, condicionado a la pluviometría de la zona que no suele ser abundante. Posteriormente, ya discurriendo por geografías más suaves, sus aguas se sosiegan descansando finalmente en el remanso de la presa de la Fernandina desde la que ofrecerá su líquida contribución a su hermano mayor el río Guadalquivir. Ver vídeos del aspecto espectacular que presentaba la Cimbarra en el invierno de 2009-2010 El ecosistema predominante está configurado por bosques mixtos (encinas y alcornoques) y matorral mediterráneo (madroños, perales, labiérnagos, jaras y romeros), a los que dan continuidad zonas adehesadas de encinas y pinares de repoblación y bosques de galería formado por alisos, fresnos, adelfas, zarzas y chopos. La fauna presente engloba a ciervos, jabalíes, zorros, ginetas, nutrias, meloncillos, gato montés, águilas perdiceras, búhos reales y abundante avifauna (avión roquero, ruiseñores, currucas capirotadas, etc.) Foto izquierda: imagen de La Cimbarra en época de sequía. Foto derecha: imagen que presenta la cascada en un año normal. Vídeo 1 | Vídeo 2 | Vídeo 3 | Vídeo 4 PÁGINA 25 Viajeros por la TransAndalus No ha sido este invierno de 2009-2010 unas buenas fechas para viajar, y menos para hacerlo en bici. Un 18 de diciembre comenzó a llover y no dejó de hacerlo hasta primeros de marzo. Lluvias históricas, con unos registros que no se producían desde hace 40 años hicieron imposible viajar en bici. Barrios enteros inundados bajo 2 metros de agua, autovías y carreteras cortadas, puentes destruidos, caminos rurales impracticables,… Todo ello parece que felizmente queda atrás y se nos abre una primavera espectacular en Andalucía y con gran cantidad de viajeros que estaban esperando la llegada del buen tiempo para lanzarse a la Transandalus. Pero no nos olvidemos del puñado de valientes que se han animado este invierno a dar pedales por la TA. Javier y Dani, de Salamanca, hicieron a finales de enero los tramos entre Chiclana de la Frontera y el Puerto de El Bujeo. El barro les impidió llegar a Castillo de Castellar, su destino original. Leer crónica >> Ver fotos >> Javier y Dani, desde el alojamiento en Facinas vieron pasar a otros dos alforjeros el 29 de enero, viajeros de los que no sabemos más. Richard y Christina Cromwell, americanos, empezaron viaje el 12 de marzo desde Sevilla. Estarán hasta finales de abril, así que en el próximo boletín sabremos más de su viaje. Por ahora os enseñamos el logo que se han diseñado para su periplo. Tienen guasa los “guiris” ¿no? Su intención es hacer la TA completa, a su ritmo, acampando. Foto: Javi saliendo de Conil de la Frontera, con las vacas pastando junto a la playa. Desde febrero deberían estar viajando un grupo de 3 canadienses: Julie Olsen, su marido y un amigo de estos, aunque no hemos tenido noticias de ellos. En marzo también tenía previsto “PepeGPS” un viaje por Jaén. Manu Cervera y un grupo de algecireños el día 20 comenzaban ruta en La Alpujarra para acabar en Beas de Segura. Los chiclaneros Vicente y Víctor a primeros de marzo se dieron un paseo entre Chiclana y el Cabo de Trafalgar. Ver crónica y fotos >> “Los Guiris” menuda guasa la de Rich y Christina Cromwell. Joan “Our plan is to ride the enti- re route taking days off in Cadiz, Ronda, Granada and Jaén” BOLETÍN Nº 43 Nuestros viajeros Desde mi primer viaje alforjero, hace ya dos años en Escocia, hasta hoy, he tenido la suerte de dar alguna pedalada más en rutas por etapas, con alforjas o con mochila. En las Highlands descubrí lo que era un viaje de quince días con alforjas y que el Gore-Tex es todo un invento sin el que no hubiera podido recorrer todos los kilómetros que teníamos programados. Pero sobre todo conocí lo que era el cicloturismo: disfrutar de un recorrido pedaleando y aprender a disfrutarlo cuando toca empujar “la burra”, alucinar con las vistas que ofrecen los tramos y valorar la buena compañía con la que cuentas para esta forma de viajar. Maite Lara (El Puerto de Santa María) Había oído hablar de este tramo, tenía muchas ganas de conocerlo y me gustó más de lo que me esperaba. Disfruté muchísimo el sendero de Jimera de Libar a Benaoján, y me resultó espectacular la agotadora bajada al Chorro desde Ardales. Además comimos muy bien!, fundamental en el buen cicloturismo. Durante un descanso en transbordador Estos han sido algunos de mis viajes cicloturistas que he podido recorrer y quería compartir. Ya queda poco para las próximas vacaciones, no sé el lugar aún pero sí que será con mi bicicleta, con alforjas o mochila, eso ya se verá. Mai, bajo la lluvia escocesa De algunos de mis viajes cicloturistas, porque han sido rutas muy especiales, tengo que hablar del Parque Natural de los Alcornocales con la subida al Aljibe, con Jaime y Marcos (mis sufridores compañeros) y nuestras alforjas, donde en la cumbre nos encontramos con unas impresionantes vistas a la provincia de Cádiz (veíamos la Bahía entera). Otra ruta muy recomendable es la de Sierra Nevada, con la subida al Mulhacén y con una divertida bajada. Dormimos en el refugio del Poqueira y al día siguiente el Veleta, donde para llegar, había que pasar algún que otro nevero y eso que era Julio. O el recorrido de Pirineos por la Alta Ribagorza tocando poquito asfalto por unos caminos y senderos sorprendentes. Comenzaban así nuestras vacaciones del año pasado y de ahí, con nuestra furgo, nos fuimos a Suiza a conocer en bicicleta todo lo que pudimos de los Alpes Suizos. Terminó siendo un gran viaje con unos tramos alucinantes como el Tour del Monfort o la rocalla del glaciar Vorabgletscher encima del valle del Rin y de Flims. Y como no, he de hablar de Transandalus. Conozco ya parte de su recorrido como Cabo de Gata, Sierra Norte de Sevilla y Huelva o el tramo Jimena – Antequera, que de nuevo junto con mis sufridores, tuve “el privilegio” de pedalear. Mai por tierras andaluzas Maite Lara es biker, montañera, capitán de barco...y colaboradora ocasional de la Transandalus Colaboradores Mis comienzos con las dos ruedas datan del año 1993, cuando con mi Conor de hierro rodaba por las carreteras de la sierra cordobesa. Rodar es un poco exagerado ya que sus tubos, que parecían macizos y junto a sus 10 velocidades, 2 platos de 48 y 52 dientes y sus 5 piñones hacían mella en los ascensos a Los Villares por el 14% o al cruce del Lagar de la Cruz. Sergio, en la “prehistoria” del mtb por la sierra de Córdoba Sergio Caballero (Córdoba) Co-webmaster de la TA muchos kilómetros de amistad, compañerismo, respeto a la naturaleza y mtb. En mi memoria guardo sobre todo las primeras rutas que realice con el grupo en la Sierra de Cazorla. Fueron mis primeras rutas fuera de la provincia de Córdoba y considero que aquella zona es espectacular, llena de majestuosos paisajes y de gran magnificencia. Solíamos ir a finales de octubre o principios de noviembre, y aún recuerdo el olor del rocío a primera hora de la mañana, o los colores tan diversos e intensos del otoño mientras rodábamos con nuestras bicicletas hasta el anochecer. No quiero dejar de mentar otra ruta, denominada por el club “Integral Subbética”, partiendo de Zuheros y pasando por el Pico del Cerezo; de gran dureza, pero a la misma vez nos hace deleitarnos de un paisaje impresionante y una gran variedad de fauna y vegetación. Y por último no me gustaría dejar atrás otro gran recorrido como es el de la Sierra de Huétor, haciendo especial mención a que se hace teniendo como fondo de paisaje a Sierra Nevada cubierta de nieve Después de unos años de rutas con compañeros de instituto, volví a reencontrarme con Manolo Barrera, antiguo compañero de instituto de mi hermano, en la Facultad Politécnica de Córdoba, cuando ambos estudiábamos informática. Gracias a este encuentro, conocí a lo que hoy es el núcleo del Club de MTB Agacha el Lomo. De este modo comencé a salir asiduamente, y desde aquel invierno del 96, todos los sábados realizábamos rutas por la serranía andaluza. Recuerdo con añoranza las salidas con Antonio y Pedro Luque, José y Pepe Santiago, José Mª Berna, Matías, Edu, Pablo y muchos otros buenos amigos. A partir de ese momento comenzó una larga unión de muchos años y Arriba derecha: Sergio en la Sierra de Huétor con Sierra Nevada al fondo. Abajo: Sergio “Sergeitor” en pleno esfuerzo En el Club Agacha el Lomo fue donde conocí a Fran, nuestro coordinador, y por consiguiente al proyecto TransAndalus. Aunque últimamente, por motivos de trabajo, tengo abandonado el mtb, siempre lo tengo presente y espero pronto volver a estar al 100% para poder disfrutar de nuestro deporte favorito. Procuro mantenerme en forma practicando running por ciudad y por campo. Como dice la revista Runner “Correr nos hace libres”, yo también lo aplico al mtb, por lo tanto “Rodar nos hace libres” y teniendo el añadido de que nos ofrece la oportunidad de disfrutar de Andalucía cómo no lo podríamos hacer de otra forma. Quiero dar las gracias a todos/as los que colaboran de alguna forma en este proyecto para que siga adelante. Sergio Caballero fue el primer webmaster que tuvo la TA allá por el 2004 Un lugar donde perderse... por Ismael Partido Fuenteobejuna (Córdoba) ...todos a una Invito a todos los transandaluseros a recorrer uno de los parajes naturales de gran belleza de la sierra cordobesa, Fuente Obejuna y sus aldeas, situada al noreste de la provincia, en pleno valle del Guadiato, una villa cargada de historia. Fuente Obejuna también la conforma sus aldeas en las que el paisaje rural, que conserva en su mayor pureza la sabía y tradicional adaptación del hombre a su medio natural. Existen evidencias de la presencia de asentamientos de la cultura ibérica, tanto de núcleos de población como de explotaciones mineras. En época romana destaca sobre otros asentamientos la ciudad de Mellaria, donde la actividad principal giraba en torno a la extracción de mineral y a la apicultura, dando ésta última actividad el nombre a Fuente Obejuna. Fons Mellaria (Fuente de Miel). A finales del siglo XV, el municipio se convierte en la encomienda mayor de la orden de Calatrava, siendo su Comendador Fernán Gómez de Guzmán. Que tras la revueltas populares por el abuso de poder, contra el Comendador, inmortalizadas por Lope de Vega en su obra “Fuenteovejuna”, en 1476 la población pasa a pertenecer al Concejo de Córdoba. Lope de Vega inmortalizó a Fuente Obejuna en su obra dramática denominada “Fuenteovejuna” de aquí erradica el que lo podamos ver escrito de diferentes formas, unas veces con “V” otras con “B” incluso separado o junto. Cada dos años los vecinos de Fuente Obejuna aúnan su voces para gritar contra la opresión “todos a una” reviviendo la acción de aquellos campesinos humillados por el sistema feudal, por un señor que abusaba de sus mujeres y sembraba el terror a fuerza de látigo y espada, reviviendo el levantamiento colectivo en el mismo lugar donde se produjeron los hechos que inmortalizaron a la villa. ¿Quién mató al Comendador? ¡¡Fuenteovejuna lo hizo!! Foto: el la población carácter hogareño de sus habitantes forman las catorce aldeas con las que este municipio cuenta: El Porvenir Cuenca Argallón Piconcillo Cañada del Gamo La Posadilla Navalcuervo Ojuelos Bajos Ojuelos Altos Los Morenos La Cardenchosa El Alcornocal Los Pánchez La Coronada Iglesia de Nª Sª de la Asunción En la Edad moderna aparecen las primeras notas históricas sobre las aldeas (1549), “pequeños núcleos de población de colmeneros, pastores y cabreros de sierra morena” conformando de ésta manera las 14 aldeas de Fuente Obejuna. Éstos pequeños núcleos de población (aldeas) en los que aún se conserva el estilo arquitectónico tradicional que unido a una gran belleza paisajista y al Foto: callejuela de la aldea de Cañada del Gamo (fuente: cordobapaedia.org) Un lugar donde perderse... Fuenteobejuna (Córdoba) ...todos a una Parte de éstos restos se encuentran en El Museo Histórico de Fuente Obejuna, ubicado en los antiguos graneros del convento de los Padres Franciscanos, que data del año 1595 estructurado en tres naves en ladrillo visto y bóvedas de cañón y crucería. Junto al museo se encuentra la Oficina de Turismo. No todo en Fuente Obejuna es ver o disfrutar del patrimonio cultural, arqueológico o natural. Que después de un largo día de pedales, qué mejor recompensa que una buena cena reconstituyente. Esta villa posee una excelente cocina tradicional basada en productos derivados del cerdo ibérico y cordero de pasto y como no el plato cordobés por excelencia “el Salmorejo”. Foto: campos de labor/encinar a las afueras de la población. Sus tierras se reparten entre las dedicadas a la agricultura y la mayor parte formadas por dehesas de encinares dedicadas a la ganadería ovina y del cerdo, formando un paisaje de gran atractivo. También podemos degustar un excelente lechón ibérico, conejo al ajillo, lomo de Orza, embutidos derivados de los mismos o bien de excelentes quesos artesanos de oveja merina o tal vez algunos dulces caseros como: pestiños, gachas con tostones, leche frita o buñuelos. ¡Muchos Pedales! Fuente Obejuna ofrece al turista la posibilidad de visitar importantes restos arqueológicos como huellas de su pasado histórico marcado a través de todas las culturas o civilizaciones. Uno de los yacimientos es el Antiguo Poblado minero – romano de La Loba, Tienen gran importancia el Cerro del Ducado y el Cerro de la Caraveruela por sus restos pertenecientes a la época Ibera. Una puerta del convento de los Padres Franciscanos, actualmente Museo Histórico Restos del poblado minero hispanorromano de La Loba (fuente Ayuntamiento de Fuenteobejuna) Ismael Partido es biker, amigo de la TA y dueño del Hostal El Comendador en Fuenteobejuna