Parte Seis: La Misericordia de la Expresión Oración del Papa

Parte Seis: La Misericordia de la Expresión Oración del Papa

Parte Seis: La Misericordia de la Expresión
Oración del Papa Francisco para el Jubileo de la Misericordia (abreviado)
Señor Jesucristo,
Tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo,
y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.
Tú eres el rostro visible del Padre invisible:
haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de ti.
Tú has querido que tus ministros fueran revestidos de debilidad
para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error:
haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado, y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción,
para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor,
y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar
la Buena Nueva a los pobres,
proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos,
y restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por la intercesión de María, Madre de la Misericordia,
a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén.
 ¿Cuándo es que usted le da expresión física a su fe? ¿Dónde?
¿A quién?
 ¿Alguna vez le ha dicho a sus hijos cómo se siente (no como
piensa) acerca de Jesús? ¿Con quién comparte esto?
 ¿Expresa alguna emoción cuando está en una boda? ¿En un
funeral? ¿En un juego de fútbol? ¿En la Misa?
 ¿Cree usted que la gente tiene miedo de expresar sus emociones? Si es así, ¿por
qué?
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¿De qué trata la “autoexpresión”?
Los participantes leen estas declaraciones de fe en voz alta:
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El quinto aspecto que todos los seres humanos tienen en común es cuerpos y
emociones: Todos tenemos necesidades físicas y deseos, y sufrimos dolor físico y
emocional.
"Misericordia" – es la ayuda que se da por un sentido de relación física. Es cuando
ayudamos a los "hambrientos, sedientos, desnudos, enfermos, los extraños (los
que están solos, y todos los que se sienten aislados o inseguros), a los encarcelados
(o que se sienten atrapados por las circunstancias o esclavizados por adicciones), o
cuando ayudamos a los que están en duelo enterrando a sus muertos." A éstas las
llamamos las "obras corporales de misericordia."
Pero debemos combinar la ayuda física con "compasión", y "co-sentimiento" visible
a los demás. En el ministerio cristiano el "co-sentimiento" se hace visible a los
demás cuando éste se "encarna" en nuestros cuerpos. Debemos expresar nuestra
emoción.
Las heridas nos hacen sentir solos; primero, porque pensamos que sólo nosotros
somos débiles; y segundo, porque sentimos que cualquier persona que sepa lo que
sentimos nos va a rechazar. Sanamos a otros cuando 1. revelamos nuestra propia
debilidad; 2. expresamos que aceptamos a otros en su debilidad.
La emoción cura la emoción. La expresión de aceptación cura la expresión de
rechazo. La expresión de amor cura la expresión de indiferencia. Negarnos a
expresar nuestras emociones es rechazar la misericordia sanadora.
Jesús "salvó nuestras almas" incorporándonos a su cuerpo en la cruz. Pero Él sanó
nuestros corazones expresando su amor a través de emociones físicas y de dolor.
Él "se despojó de sí mismo," literalmente derramando su corazón. Es por eso que
miramos hacia el crucifijo para la salvación; pero para la sanación miramos su
corazón.
 "Misericordia" significa "acudir a la ayuda de otros por un
sentido de relación." Estamos relacionados con todos los
otros seres humanos por tener cuerpos y sentimientos.
Entonces, ¿no es un acto básico de "misericordia" entrar en
relaciones con los demás compartiendo nuestros
sentimientos?
 ¿Qué entendemos por "herida emocional?" ¿Qué la causa? Qué la cura?
 ¿Qué es lo que más te ayuda a sentirte querido por otras personas? ¿Por Jesús?
 ¿El mirar un cuadro del Sagrado Corazón o de Jesús como la "Divina Misericordia"
te ayuda a sanar algo dentro de ti?
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Continúe leyendo declaraciones de fe en voz alta:
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La autoexpresión sana porque a través de
la mutua auto-revelación experimentamos
unidad con los demás, no sólo como
compañeros
humanos,
sino
como
personas. Con autoexpresión formamos
relaciones personales.
Una de las primeras palabras del Creador
de la naturaleza humana, fueron, "No es
bueno que el hombre esté solo" (Génesis
2:18). A menos que nos comuniquemos el
uno al otro a nivel de profunda autoexpresión, revelando nuestros pensamientos,
voluntades y corazones, nos quedamos profundamente solos.
Podemos pensar que nuestras "personas" son nuestros espíritus, y no nuestros
físicos; pero los "amigos del alma" son no sólo en mente y voluntad, sino también
de corazón. "Corazón" implica emociones, que son siempre realidades físicas.
La elección de revelarnos a través de la expresión física de las emociones es
esencial para la amistad íntima. Sin esta apertura, obviamente estamos
escondiendo mucho de lo que es profundo y personal para nosotros,
manteniéndonos cerrados.
Las buenas relaciones personales son curativas por naturaleza; y la relación
personal con Dios es la naturaleza de la curación. Él nos invita a la curación a
través de su autoexpresión en la carne de Jesús.
 ¿Cómo es que las relaciones personales con los demás nos
curan? ¿Ha experimentado esto? ¿Alguna vez se has
sentido muy cercano a personas que no expresaran sus
sentimientos? ¿Por qué? ¿En qué momentos se siente más
en unión con otras personas? ¿Cuándo es que más
experimenta esto en la Misa?
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Reanude la lectura de declaraciones de fe en voz alta:
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† La auto-revelación nos hace
vulnerables.
Expresar
nuestros
sentimientos nos hace más vulnerables
al mostrar nuestra debilidad. Es por eso que
tenemos miedo de expresarnos.
No nos gusta reconocer que tenemos emociones
que no escogemos tener. Nos aferramos a la
ilusión de que somos "en forma de Dios":
espíritus puros, en control total de nosotros
mismos, gobernando nuestras vidas con puro
intelecto y voluntad; adultos racionales y no
niños gobernados por emociones.
Aferrarse a esta imagen y proyectarla es negar la
relación básica que tenemos con otros a través de
nuestra unidad en la mutua debilidad de nuestra
carne. Para “despojarnos de nosotros mismos” al
"derramar nuestros corazones" en la expresión de la emoción es mostrar
misericordia y confianza como lo hizo Jesús:
o quien, siendo de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios
como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se despojó de sí mismo,
tomando la condición de siervo y haciéndose semejante a los hombres. Y
presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por
obediencia la muerte - y muerte de cruz. (Filipenses 2:6).
Jesús tuvo emociones que no siempre estuvieron en conformidad con su intelecto
y voluntad. Esto lo mostró de manera más dramática en su "agonía en el huerto",
cuando oró: "Padre, si es posible, haz que esta copa pase de mí." En ese momento,
emocionalmente, Jesús no quería morir para salvar al mundo. Aunque su voluntad
nunca vaciló - "Padre, si esta copa no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu
voluntad" – Él sintió y expresó la debilidad de su carne. Es por ello que
reconocemos su amor como "misericordia": la ayuda dada por un sentido de
relación.
o "Porque no tenemos a un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras debilidades; sino a alguien que, como nosotros, ha sido probado
en todos los aspectos, pero sin pecado... Él es capaz de tratar con los
ignorantes y extraviados, ya que Él mismo está sujeto a la debilidad.”
(Mateo 26:39; Hebreos 2:14; 4:15; 5:2).
Podemos aceptar la "misericordia" de otros sin humillación cuando nos revelan
que ellos son tan "sujetos a la debilidad" como nosotros: gente que siente como
nosotros, que son igualmente capaces de caer, así como nosotros caemos. Revelar
nuestras emociones es "despojarnos de nosotros mismos" como lo hizo Jesús en la
cruz.
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 ¿Cuándo es que encuentra que la gente no tiene miedo de expresar emoción?
Cuando es que tienen miedo?
 ¿Cree que la gente tiene miedo de expresar emoción en la
Misa? ¿Podría esto explicar por qué es que muchos no
cantan?
 ¿Se siente usted más cerca de Jesús al saber que Él sintió
miedo, decepción, e incluso resistencia a hacer la voluntad
del Padre de morir en la cruz?
 ¿Con qué frecuencia en los Evangelios encuentra a Jesús expresando emoción?
La vida divina de Dios en nosotros es invisible. Nuestra fe, esperanza
y amor no ayudan a nadie a menos que se comuniquen a los demás
a través de actos físicos de autoexpresión.
La quinta forma de "tener misericordia" es revelando nuestras mentes
y nuestros corazones - no sólo nuestros pensamientos, sino también
nuestros sentimientos - hacia los demás. Para los cristianos esto incluye:
 dar expresión, en palabras humanas, a la verdad divina que conocemos por la fe;
 dar expresión, en acciones visibles, del bien divino de los ideales que Jesús enseñó
y modeló; y sin tener miedo a destacar por ser diferente;
 dar expresión física de nuestros sentimientos acerca de Dios, de Jesús, y de otros
aspectos que no son "aceptados" en nuestro grupo social.
 "despojarnos de nosotros mismos" al "derramar nuestro corazón" a otros cuando
es necesario mostrar confianza y misericordia.
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