“¡He aquí, vengo pronto!” (Ap.22:7)

Transcripción

“¡He aquí, vengo pronto!” (Ap.22:7)
Mes: octubre 2008
Concepto
•
Ingresos
Revista mensual de la Iglesia
Nº 35
www.elolivo.net/iglesia.htm
NOVIEMBRE - 2008
Gastos
AGENDA
•
•
•
•
•
07, viernes, 21:00: Reunión Líderes de Células.
15, sábado: 4º Encuentro de Jóvenes de Galicia en Castiñeiras
21-23: Retiro de Matrimonios.
23, domingo: Puesto de libros en Fene.
30, domingo, 18:00: Estudio mensual
o Tema: Escatología (Segunda Venida de Cristo)
o Profesor: Antonio Romero.
Listas
2
9
Alabanza
Jóvenes
Juan Carlos
Pan
Predicación
Limpieza
16
23
30
Marcos e
Isa
Niños
Josué
Marisa
Juan Carlos
Fredy
Gonzalo
Alejandro
Antonio
Joel
Joel
Alejo
•
Deudas
Cuenta corriente
Fondo pro-local
ƒ Total
Saldo mes
anterior
Colecta 05.10.08
Colecta 12.10.08
Colecta 19.10.08
Colecta 26.10.08
Hipoteca
Comunidad
Cuota Fenor
Emafesa
Alimentos
Album Joel y Ami
ƒ Total
Cuenta corriente
Fondo pro-local
ƒ Total
Saldo a fin
de mes
Hipoteca
Juan Carlos y Marianne
Aleja
19
Gizellth
27
Manolita
Gastos
164,39
405,00
569,39
344,45
134,83
108,65
92,37
680,30
461,91
405,00
866,91
228,69
6,00
15,00
43,47
46,02
43,60
382,78
5.856,27
Cumpleaños
16
Ingresos
“¡He aquí, vengo pronto!”
(Ap.22:7)
2
.
31 de octubre
ƒ En esta ocasión sí hay novedad. Es una buena noticia. Según
el TAC realizado este mes la masa tumoral se ha consumido y
sólo queda una cicatriz en su lugar. Próximamente se le
realizará una Resonancia Magnética para alcanzar un mayor
detalle. Los efectos de pérdidas de memoria y posibles crisis
permanecerán, pero con el tratamiento que está tomando
estarán bajo control.
Carta de Marcos:
Según el último informe médico recibido, podemos decir que Dios ha realizado UN
MILAGRO. Es verdad que en todas las cosas que vivimos siempre debemos tener
presente el día a día y estar sometidos a la voluntad de Dios; es verdad que hay que
tener precaución en la forma de decir las cosas, ya que la situación se puede revertir y
cambiar en cualquier momento; pero, a día de hoy y dada siempre la valoración tan
negativa de los médicos que me trataron, yo a ésto no le puedo llamar de otra manera
que una acción poderosa de la mano de Dios; o, dicho de otra forma, “milagro”, con
independencia de lo que el mañana pueda traer. Tengo siempre presente que estando
bajo su mano cualquier cosa que ocurra será según su voluntad; y sólo le pido a Dios
que me ayude a aceptarla; porque, a veces, esto en la teoría queda muy bien, pero en
la práctica no es tan sencillo. Os dejo el informe de la oncóloga donde dice que no
existe masa (tumoral) y que confirma todo lo dicho hasta ahora.
Gracias a todos por vuestro cariño y oraciones.
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4
Rico, rico
…y con fundamento
No es por casualidad, pero justo delante de
mí tengo un folletín de recetas de cocina que repartió
una revista en el mes de agosto. En la portada sale
uno de los cocineros españoles más peculiares, Karlos
Arguiñano. Aquí también me acuerdo de Josué, porque
sé que le gusta mucho este cocinero. Y lo cierto es que
a mí también me gusta, sobre todo porque, dentro de los cocineros que salen por la televisión,
me parece –con toda humildad e ignorancia– uno de los que combina mejor la creatividad y lo
práctico, lo especial con lo del día a día. Así, en este sentido, creo que le va al pelo una de sus
frases más conocidas: “rico rico, …y con fundamento”.
Y es cierto, ¿no? No hay quizá nada mejor que una buena comida de la que se pueda
decir “rico rico, …y con fundamento”. Una buena comida, buena compañía… ¡y que se pare el
mundo!
Pues bien, en cierto sentido, podríamos tomar aquí también a Arguiñano como nuestro
gurú espiritual, nuestro guía eclesial.
- “Oye Arguiñano, ¿cuál sería una buena preparación de nuestra iglesia?
- “Rico rico, …y con fundamento”.
Ya hemos mencionado muchas veces en la iglesia, en los estudios, que vivimos en
una época que se conoce como “posmodernidad”. A nadie le sorprendería saber que en
cualquier época de la historia la gente, lo que quería era ser feliz. Lo que sorprende de esta
“nuestra época” es que hay un desfase importante en lo “rico rico”, sin importar el “fundamento”.
En otras palabras, lo importante del asunto –sea cual sea– es que me haga sentir bien.
¿Y qué hay de malo en eso? Pues nada. Nada si hay un fundamento positivo en el
asunto. De lo contrario, lo vamos a pagar muy caro: No hace falta mencionar la cantidad de
drogadictos, alcohólicos, etc., que se sentían genial...
Pero no me interesa que pensemos en la sociedad; miremos mejor la paja de nuestro
ojo. Prestemos atención a nuestra preciosa iglesia “El Olivo”.
Nuestra iglesia tiene una vida rica y floreciente.
Somos una comunidad dinámica que no quiere
“…edificados sobre el
“religiosismos” baratos, llenos de burocracia y de
fundamento de los apóstoles
relaciones artificiales. Quizás, es cierto, pecamos de
y profetas, siendo la
otros males, como cualquier otra iglesia que está entre
principal piedra del ángulo
los cuatro puntos cardinales. Pero avanzamos,
Jesucristo mismo, en quien
hablamos las diferencias como un buen matrimonio;
todo el edificio, bien
buscamos la adoración, tanto en liturgia como en
coordinado, va creciendo
comportamiento; buscamos la santidad, entendiendo
para ser un templo santo en
que lo importante son las relaciones; y cantamos las
el Señor.”
bondades de Dios, hasta que se nos rompa la garganta
(Efesios 2.20-21)
(…o los tímpanos). Me encanta notar que aquí las
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personas cuentan. Quizás podrían reforzarse o crearse ministerios, buscar más frescura, etc.
Pero eso sí, somos una iglesia viva que desea que todos –¡TODOS!– manifiesten sus dones;
que todos –¡TODOS!– conozcan a Jesús y a nuestro Padre Dios al dedillo; que todos –
¡TODOS!– sepan que Dios quiere corazones sanos para ellos; y que todos –¡TODOS!– tienen
algo que aportar.
Me encanta nuestra iglesia. Me encanta porque, en cierto modo, es como una buena
comida de Arguiñano “rica rica, …y con fundamento”. Sí, y aquí va el reto: mejorar esta receta.
¿Cómo mejoramos esta receta para nuestra iglesia? Esta es una cuestión importante porque, al
igual que muchas otras iglesias en el mundo, podemos caer en el error y centrarnos sólo en el
“rico rico”. Ahora estamos vivos, pero o mejoramos o nos morimos. Por un lado, podemos caer
en la influencia del mundo y, puesto que ya estamos funcionando, buscar solo lo “rico rico”. Pero
he aquí el problema:
– Lo sólo “rico rico” no sana corazones.
– Lo sólo “rico rico” no da crecimiento espiritual.
– Lo sólo “rico rico” no nos ayuda a vivir los malos momentos de cada día con la
fuerza del Señor (problemas económicos, cónyuges insoportables, soledad…).
– Lo sólo “rico rico” no nos hace descansar cuando la vida nos desespera.
– Lo sólo “rico rico” nos hará sentir mejor, pero no nos capacitará para que los
demás tengan mejores vidas.
– Lo sólo “rico rico” puede ser atractivo, pero no da el evangelio que cura sed al
incrédulo.
Por otro lado, podemos caer en el otro error: Reaccionar en exceso a la influencia del
mundo y quedarnos sólo con un fundamento que no es rico para nadie; es decir, que no toca la
fibra sensible de las personas ni las afecta para nada. A veces me pasó eso en el seminario
estudiando algunas cosas -sólo algunas, ¡eh! Je, je-. Al final de la lección pensaba “y realmente,
¿para qué sirve esto?”. Ojo, que esto no sólo pasa con lo aburrido, burocrático o académico.
Esto también puede pasar con lo que es demasiado “light”. Una iglesia que no es “rica rica”, es
decir, atractiva, es también aquella en la que se hacen cosas pero que, a fin de cuentas, no
aporta nada.
Digo todo esto para que recordemos que la fórmula que nuestra iglesia debe aplicar es
quizá esa famosa frase de Arguiñano “rico rico, …y con fundamento”. Esta idea no es mía, que
conste. Está en la Biblia. La iglesia del Nuevo Testamento es una iglesia que busca la alegría y
el “bien-estar”: la conocida “cena del señor” era literalmente una comida con su carne, sus
legumbres, su pan y su vino; la liturgia era
una liturgia de cánticos y regocijo; la
Conforme a la gracia de Dios que me
pobreza y la penuria económica era
ha sido dada, yo como perito arquitecto
combatida por la comunidad. Pero esto
puse el fundamento, y otro edifica
parece ser que derivaba en una inclinación
encima; pero cada uno mire cómo
natural: buscar sólo lo que hacía sentir bien.
sobreedifica. Porque nadie puede poner
Por eso Dios, por medio de Pablo, llamó la
otro fundamento que el que está puesto,
atención a buscar el fundamento. Sí sí, se
el cual es Jesucristo.
pueden decir y hacer muchas cosas y
(1Co.3:10-11)
pasarlo muy bien, pero es sólo ese
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fundamento el que va a secar mis lágrimas; es sólo ese fundamento (la Palabra de Dios) la que
alumbra el camino a seguir; es sólo ese fundamento. Y nuestra tarea es buscarlo, seguirlo y
perseguirlo, conocer a Jesús tan bien que en todo momento podamos saber exactamente qué
es lo que Él haría.
¿Sabes una cosa? Cuando llegue al cielo, Dios no me va a preguntar por qué no toqué
mejor la guitarra, ni me va a reprochar mi mala afinación (¡lo hago lo mejor que puedo!). Pero
estoy seguro de que, si me preguntara por algo de esto, me preguntaría por qué no dejé de
cantar algunas de las cosas que si canté. Es decir, no se trata sólo de hablar de la música. Hay
muchas otras cosas que tener en cuenta.
Permíteme dejar algunas sugerencias concretas:
• Se trata de un buen tiempo de alabanza, pero también de un buen tiempo de
Biblia.
• Se trata de buena instrumentación musical, pero también de entender qué
cantamos.
• Se trata de tener un proyector para las predicaciones, pero también de que la
predicación sea bíblica.
• Se trata de predicar bien, pero también de no dormir a la gente.
• Se trata de tener buenos cultos, pero también de mantener un “espíritu de
comunidad” los restantes seis días de la semana.
• Ser una comunidad que alaba a Dios, pero también una comunidad que conoce a
Dios y la Palabra que Él decidió darnos.
• Se trata de tener una liturgia relajada (si hace falta ¡nos sentamos en el suelo o
ponemos café durante la predicación!), pero que tenga un sentido muy muy
profundo.
• Se trata de que nos encontremos bien los que somos, pero que busquemos a
más que quizá nos resulten incómodos (porque están enfermos, porque son de
otras clases sociales, porque tienen necesidades profundas y evidentes).
En definitiva, cuando pensemos en nuestra iglesia y en qué podemos hacer, pensemos en una
premisa fundamental: una iglesia “rica, rica …y con fundamento”. Lo de “rica rica” está en
nuestra creatividad como hijos de Dios, en nuestra propia forma de expresarnos, en nuestro
respeto mutuo y en que nos entendamos entre nosotros y con el mundo que nos rodea. Lo “con
fundamento” que está en la Biblia, en la Palabra de Dios que no cambia, que no pasa, que es la
única que nos da el camino. Me da la impresión de que entre todos podemos cocinar una
comunidad de hermanos que agrade a Dios, una comunidad “RICA, SABROSA Y CON
FUNDAMENTO”; podemos aplicar la receta de Arguiñano. ¿Quién sabe? Incluso algún día
podríamos invitarlo a predicar …o mejor a cocinar.
Joel Maceiras Filgueira
Iglesia Evangélica El Olivo – C/ Concepción Arenal, 53-bajo, 15401 Ferrol. – CIF Q1500138A
Inscrita en el Registro de Entidades Religiosas con el nº 2740-SE/A
www.elolivo.net/iglesia.htm
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