ARMONÍA SIN NOTAS DE LOS CUATRO EVANGELIOS V.1.0 1.

Transcripción

ARMONÍA SIN NOTAS DE LOS CUATRO EVANGELIOS V.1.0 1.
ARMONÍA SIN NOTAS DE LOS CUATRO EVANGELIOS V.1.0
1.
MATEO
1:1
1:1 Libro
de la
genealogía
de
Jesucristo,
hijo de
David, hijo
de
Abraham.
MARCOS
1:1
1:1
Principio
del
evangelio
de
Jesucristo,
Hijo de
Dios.
LUCAS 1:1-4
JUAN 1:1-18
1:1 Puesto
que ya
muchos han
tratado de
poner en
orden la
historia de las
cosas que
entre nosotros
han sido
ciertísimas,
1:2 tal como
nos lo
enseñaron los
que desde el
principio lo
vieron con
sus ojos, y
fueron
ministros de
la palabra,
1:3 me ha
parecido
también a mí,
después de
haber
investigado
con diligencia
todas las
cosas desde
su origen,
escribírtelas
por orden, oh
excelentísimo
Teófilo,
1:4 para que
conozcas bien
la verdad de
las cosas en
las cuales has
sido
instruido.
1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios.
1:2 Este era en el principio con Dios.
1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada
de lo que ha sido hecho, fue hecho.
1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres.
1:5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas
no prevalecieron contra ella.
1:6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se
llamaba Juan.
1:7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio
de la luz, a fin de que todos creyesen por él.
1:8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de
la luz.
1:9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre,
venía a este mundo.
1:10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho;
pero el mundo no le conoció.
1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen
en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de
Dios;
1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de
Dios.
1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito
del Padre), lleno de gracia y de verdad.
1:15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este
es de quien yo decía: El que viene después de mí, es
antes de mí; porque era primero que yo.
1:16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia
sobre gracia.
1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la
gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que
está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
1
2.
MATEO 1:2-17
1:2 Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos.
1:3 Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram.
1:4 Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón.
1:5 Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isa.
1:6 Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.
1:7 Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa.
1:8 Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías.
1:9 Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías.
1:10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías.
1:11 Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.
1:12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel.
1:13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor.
1:14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud.
1:15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob;
1:16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
1:17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David
hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.
3.
LUCAS 1:5-22
1:5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de
Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet.
1:6 Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y
ordenanzas del Señor.
1:7 Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada.
1:8 Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase,
1:9 conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el
santuario del Señor.
1:10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.
1:11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso.
1:12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor.
1:13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet
te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
1:14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento;
1:15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo,
aun desde el vientre de su madre.
1:16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.
1:17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los
padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo
bien dispuesto.
1:18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad
avanzada.
1:19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado
a hablarte, y darte estas buenas nuevas.
1:20 Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no
2
creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.
1:21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el
santuario.
1:22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el
santuario. El les hablaba por señas, y permaneció mudo.
4.
LUCAS 1:23-25
1:23 Y cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa.
1:24 Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses,
diciendo:
1:25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los
hombres.
5.
LUCAS 1:26-38
1:26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
1:27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre
de la virgen era María.
1:28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo;
bendita tú entre las mujeres.
1:29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.
1:30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
1:31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
1:32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David
su padre;
1:33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
1:34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
1:35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
1:36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto
mes para ella, la que llamaban estéril;
1:37 porque nada hay imposible para Dios.
1:38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el
ángel se fue de su presencia.
6.
LUCAS 1:39-56
1:39 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá;
1:40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet.
1:41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y
Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
1:42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
1:43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
3
1:44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría
en mi vientre.
1:45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.
1:46 Entonces María dijo:
Engrandece mi alma al Señor;
1:47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
1:48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva;
Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
1:49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso;
Santo es su nombre,
1:50 Y su misericordia es de generación en generación
A los que le temen.
1:51 Hizo proezas con su brazo;
Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
1:52 Quitó de los tronos a los poderosos,
Y exaltó a los humildes.
1:53 A los hambrientos colmó de bienes,
Y a los ricos envió vacíos.
1:54 Socorrió a Israel su siervo,
Acordándose de la misericordia
1:55 De la cual habló a nuestros padres,
Para con Abraham y su descendencia para siempre.
1:56 Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa.
7.
LUCAS 1:57-80
1:57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo.
1:58 Y cuando oyeron los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su
misericordia, se regocijaron con ella.
1:59 Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban con el nombre
de su padre, Zacarías;
1:60 pero respondiendo su madre, dijo: No; se llamará Juan.
1:61 Le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.
1:62 Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo le quería llamar.
1:63 Y pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.
1:64 Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios.
1:65 Y se llenaron de temor todos sus vecinos; y en todas las montañas de Judea se divulgaron
todas estas cosas.
1:66 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño?
Y la mano del Señor estaba con él.
1:67 Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:
1:68 Bendito el Señor Dios de Israel,
Que ha visitado y redimido a su pueblo,
1:69 Y nos levantó un poderoso Salvador
En la casa de David su siervo,
1:70 Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio;
4
1:71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron;
1:72 Para hacer misericordia con nuestros padres,
Y acordarse de su santo pacto;
1:73 Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre,
Que nos había de conceder
1:74 Que, librados de nuestros enemigos,
Sin temor le serviríamos
1:75 En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.
1:76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado;
Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos;
1:77 Para dar conocimiento de salvación a su pueblo,
Para perdón de sus pecados,
1:78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
Con que nos visitó desde lo alto la aurora,
1:79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte;
Para encaminar nuestros pies por camino de paz.
1:80 Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su
manifestación a Israel.
8.
MATEO 1:18-24
1:18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se
juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
1:19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
1:20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo
de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu
Santo es.
1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados.
1:22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta,
cuando dijo:
1:23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel,
que traducido es: Dios con nosotros.
1:24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su
mujer.
9.
MATEO
1:25a
1:25a Pero
no la
conoció
hasta que dio
a luz a su
hijo
LUCAS 2:1-20
2:1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto
César, que todo el mundo fuese empadronado.
2:2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
2:3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
2:4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de
David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
5
primogénito
2:5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba
encinta.
2:6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su
alumbramiento.
2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un
pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
2:8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de
la noche sobre su rebaño.
2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó
de resplandor; y tuvieron gran temor.
2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran
gozo, que será para todo el pueblo:
2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO
el Señor.
2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en
un pesebre.
2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes
celestiales, que alababan a Dios, y decían:
2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
2:15 Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se
dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha
sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño
acostado en el pesebre.
2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
2:18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
2:20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas
que habían oído y visto, como se les había dicho.
10.
MATEO 1:25b
1:25b y le puso
por nombre
JESÚS.
LUCAS 2:21
2:21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por
nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese
concebido.
11.
LUCAS 2:22-24
2:22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le
trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor
2:23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al
Señor),
2:24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos
palominos.
6
12.
LUCAS 2:25-38
2:25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso,
esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
2:26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al
Ungido del Señor.
2:27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al
templo, para hacer por él conforme al rito de la ley,
2:28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo:
2:29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,
Conforme a tu palabra;
2:30 Porque han visto mis ojos tu salvación,
2:31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
2:32 Luz para revelación a los gentiles,
Y gloria de tu pueblo Israel.
2:33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él.
2:34 Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para
levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha
2:35 (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de
muchos corazones.
2:36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada,
pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad,
2:37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de
día con ayunos y oraciones.
2:38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que
esperaban la redención en Jerusalén.
13.
MATEO 2:1-12
2:1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén
unos magos,
2:2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el
oriente, y venimos a adorarle.
2:3 Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
2:4 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde
había de nacer el Cristo.
2:5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
2:6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará a mi pueblo Israel.
2:7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo
de la aparición de la estrella;
2:8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le
halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
2:9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba
delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
7
2:10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
2:11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y
abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
2:12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su
tierra por otro camino.
14.
MATEO 2:13-15
2:13 Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo:
Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga;
porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
2:14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,
2:15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por
medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
15.
MATEO 2:16-18
2:16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a
todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al
tiempo que había inquirido de los magos.
2:17 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:
2:18 Voz fue oída en Ramá,
Grande lamentación, lloro y gemido;
Raquel que llora a sus hijos,
Y no quiso ser consolada, porque perecieron.
16.
MATEO 2:19-23
2:19 Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en
sueños a José en Egipto,
2:20 diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel,
porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.
2:21 Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de
Israel.
2:22 Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su
padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la
región de Galilea,
2:23 y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese
lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.
LUCAS 2:39
2:39 Después
de haber
cumplido con
todo lo
prescrito en la
ley del Señor,
volvieron a
Galilea, a su
ciudad de
Nazaret.
17.
LUCAS 2:40
2:40 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.
8
18.
LUCAS 2:41-50
2:41 Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua;
2:42 y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta.
2:43 Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen
José y su madre.
2:44 Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre
los parientes y los conocidos;
2:45 pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole.
2:46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores
de la ley, oyéndoles y preguntándoles.
2:47 Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.
2:48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He
aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.
2:49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me
es necesario estar?
2:50 Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.
19.
LUCAS 2:51-52
2:51 Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas
estas cosas en su corazón.
2:52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
20.
MATEO 3:1-12
3:1 En aquellos días vino
Juan el Bautista predicando
en el desierto de Judea,
3:2 y diciendo: Arrepentíos,
porque el reino de los cielos
se ha acercado.
3:3 Pues éste es aquel de
quien habló el profeta Isaías,
cuando dijo:
Voz del que clama en el
desierto:
Preparad el camino del
Señor,
Enderezad sus sendas.
3:4 Y Juan estaba vestido de
pelo de camello, y tenía un
cinto de cuero alrededor de
sus lomos; y su comida era
langostas y miel silvestre.
MARCOS 1:2-8
1:2 Como está
escrito en Isaías
el profeta:
He aquí yo envío
mi mensajero
delante de tu
faz,
El cual
preparará tu
camino delante
de ti.
1:3 Voz del
que clama en el
desierto:
Preparad el
camino del
Señor;
Enderezad sus
sendas.
LUCAS 3:1-18
3:1 En el año decimoquinto del imperio de
Tiberio César, siendo gobernador de Judea
Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y
su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la
provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de
Abilinia,
3:2 y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás,
vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías,
en el desierto.
3:3 Y él fue por toda la región contigua al
Jordán, predicando el bautismo del
arrepentimiento para perdón de pecados,
3:4 como está escrito en el libro de las palabras
del profeta Isaías, que dice:
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor;
Enderezad sus sendas.
3:5 Todo valle se rellenará,
Y se bajará todo monte y collado;
9
3:5 Y salía a él Jerusalén, y
toda Judea, y toda la
provincia de alrededor del
Jordán,
3:6 y eran bautizados por él
en el Jordán, confesando sus
pecados.
3:7 Al ver él que muchos de
los fariseos y de los saduceos
venían a su bautismo, les
decía: ¡Generación de
víboras! ¿Quién os enseñó a
huir de la ira venidera?
3:8 Haced, pues, frutos
dignos de arrepentimiento,
3:9 y no penséis decir dentro
de vosotros mismos: A
Abraham tenemos por padre;
porque yo os digo que Dios
puede levantar hijos a
Abraham aun de estas
piedras.
3:10 Y ya también el hacha
está puesta a la raíz de los
árboles; por tanto, todo árbol
que no da buen fruto es
cortado y echado en el fuego.
3:11 Yo a la verdad os
bautizo en agua para
arrepentimiento; pero el que
viene tras mí, cuyo calzado
yo no soy digno de llevar, es
más poderoso que yo; él os
bautizará en Espíritu Santo y
fuego.
3:12 Su aventador está en su
mano, y limpiará su era; y
recogerá su trigo en el
granero, y quemará la paja en
fuego que nunca se apagará.
1:4 Bautizaba
Juan en el
desierto, y
predicaba el
bautismo de
arrepentimiento
para perdón de
pecados.
1:5 Y salían a él
toda la provincia
de Judea, y
todos los de
Jerusalén; y eran
bautizados por él
en el río Jordán,
confesando sus
pecados.
1:6 Y Juan
estaba vestido de
pelo de camello,
y tenía un cinto
de cuero
alrededor de sus
lomos; y comía
langostas y miel
silvestre.
1:7 Y predicaba,
diciendo: Viene
tras mí el que es
más poderoso
que yo, a quien
no soy digno de
desatar
encorvado la
correa de su
calzado.
1:8 Yo a la
verdad os he
bautizado con
agua; pero él os
bautizará con
Espíritu Santo.
Los caminos torcidos serán enderezados,
Y los caminos ásperos allanados;
3:6 Y verá toda carne la salvación de Dios.
3:7 Y decía a las multitudes que salían para ser
bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras!
¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?
3:8 Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro
de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por
padre; porque os digo que Dios puede levantar
hijos a Abraham aun de estas piedras.
3:9 Y ya también el hacha está puesta a la raíz
de los árboles; por tanto, todo árbol que no da
buen fruto se corta y se echa en el fuego.
3:10 Y la gente le preguntaba, diciendo:
Entonces, ¿qué haremos?
3:11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos
túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué
comer, haga lo mismo.
3:12 Vinieron también unos publicanos para
ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué
haremos?
3:13 El les dijo: No exijáis más de lo que os
está ordenado.
3:14 También le preguntaron unos soldados,
diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les
dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni
calumniéis; y contentaos con vuestro salario.
3:15 Como el pueblo estaba en expectativa,
preguntándose todos en sus corazones si acaso
Juan sería el Cristo,
3:16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la
verdad os bautizo en agua; pero viene uno más
poderoso que yo, de quien no soy digno de
desatar la correa de su calzado; él os bautizará
en Espíritu Santo y fuego.
3:17 Su aventador está en su mano, y limpiará
su era, y recogerá el trigo en su granero, y
quemará la paja en fuego que nunca se
apagará.
3:18 Con estas y otras muchas exhortaciones
anunciaba las buenas nuevas al pueblo.
21.
MATEO 3:13-17
3:13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al
Jordán, para ser bautizado por él.
MARCOS 1:9-11
1:9 Aconteció en
aquellos días, que Jesús
LUCAS 3:21-22
3:21 Aconteció que
cuando todo el
10
3:14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo
necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
3:15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora,
porque así conviene que cumplamos toda
justicia. Entonces le dejó.
3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió
luego del agua; y he aquí cielos le fueron
abiertos, y vio al Espíritu de Dios que
descendía como paloma, y venía sobre él.
3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía:
Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia.
vino de Nazaret de
Galilea, y fue bautizado
por Juan en el Jordán.
1:10 Y luego, cuando
subía del agua, vio
abrirse los cielos, y al
Espíritu como paloma
que descendía sobre él.
1:11 Y vino una voz de
los cielos que decía: Tú
eres mi Hijo amado; en
ti tengo complacencia.
pueblo se bautizaba,
también Jesús fue
bautizado; y orando,
el cielo se abrió,
3:22 y descendió el
Espíritu Santo sobre
él en forma corporal,
como paloma, y vino
una voz del cielo que
decía: Tú eres mi
Hijo amado; en ti
tengo complacencia.
22.
LUCAS 3:23-38
3:23 Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José,
hijo de Elí,
3:24 hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José,
3:25 hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahum, hijo de Esli, hijo de Nagai,
3:26 hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá,
3:27 hijo de Joana, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri,
3:28 hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er,
3:29 hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat,
3:30 hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim,
3:31 hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán,
3:32 hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón,
3:33 hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá,
3:34 hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor,
3:35 hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala,
3:36 hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec,
3:37 hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán,
3:38 hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.
23.
MATEO 4:1-11
4:1 Entonces Jesús fue llevado por el
Espíritu al desierto, para ser tentado
por el diablo.
4:2 Y después de haber ayunado
cuarenta días y cuarenta noches, tuvo
hambre.
4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo:
Si eres Hijo de Dios, di que estas
piedras se conviertan en pan.
4:4 Él respondió y dijo: Escrito está:
MARCOS
1:12-13
1:12 Y
luego el
Espíritu le
impulsó al
desierto.
1:13 Y
estuvo allí
en el
desierto
cuarenta
LUCAS 4:1-13
4:1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió
del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al
desierto
4:2 por cuarenta días, y era tentado por el
diablo. Y no comió nada en aquellos días,
pasados los cuales, tuvo hambre.
4:3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo
de Dios, di a esta piedra que se convierta en
pan.
4:4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está:
11
No sólo de pan vivirá el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca
de Dios.
4:5 Entonces el diablo le llevó a la
santa ciudad, y le puso sobre el
pináculo del templo,
4:6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios,
échate abajo; porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti,
y,
En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en
piedra.
4:7 Jesús le dijo: Escrito está
también: No tentarás al Señor tu
Dios.
4:8 Otra vez le llevó el diablo a un
monte muy alto, y le mostró todos
los reinos del mundo y la gloria de
ellos,
4:9 y le dijo: Todo esto te daré, si
postrado me adorares.
4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete,
Satanás, porque escrito está: Al
Señor tu Dios adorarás, y a él sólo
servirás.
4:11 El diablo entonces le dejó; y he
aquí vinieron ángeles y le servían.
días, y era
tentado por
Satanás, y
estaba con
las fieras; y
los ángeles
le servían.
No sólo de pan vivirá el hombre, sino de
toda palabra de Dios.
4:5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le
mostró en un momento todos los reinos de
la tierra.
4:6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta
potestad, y la gloria de ellos; porque a mí
me ha sido entregada, y a quien quiero la
doy.
4:7 Si tú postrado me adorares, todos serán
tuyos.
4:8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí,
Satanás, porque escrito está: Al Señor tu
Dios adorarás, y a él solo servirás.
4:9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el
pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo
de Dios, échate de aquí abajo;
4:10 porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti, que te
guarden;
4:11 y, En las manos te sostendrán, Para
que no tropieces con tu pie en piedra.
4:12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho
está: No tentarás al Señor tu Dios.
4:13 Y cuando el diablo hubo acabado toda
tentación, se apartó de él por un tiempo.
24.
JUAN 1:19-28
1:19 Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas
para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?
1:20 Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.
1:21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió:
No.
1:22 Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de
ti mismo?
1:23 Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como
dijo el profeta Isaías.
1:24 Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.
1:25 Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el
profeta?
1:26 Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien
vosotros no conocéis.
1:27 Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar
la correa del calzado.
12
1:28 Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
25.
JUAN 1:29-34
1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita
el pecado del mundo.
1:30 Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque
era primero que yo.
1:31 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con
agua.
1:32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma,
y permaneció sobre él.
1:33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien
veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
1:34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
26.
JUAN 1:35-42
1:35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
1:36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.
1:37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
1:38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí
(que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?
1:39 Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque
era como la hora décima.
1:40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían
seguido a Jesús.
1:41 Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es,
el Cristo).
1:42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado
Cefas (que quiere decir, Pedro).
27.
JUAN 1:43-51
1:43 El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
1:44 Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro.
1:45 Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley,
así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
1:46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.
1:47 Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en
quien no hay engaño.
1:48 Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te
llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
1:49 Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
13
1:50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores
que estas verás.
1:51 Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles
de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.
28.
JUAN 2:1-11
2:1 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2:2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
2:3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
2:4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
2:5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
2:6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos,
en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
2:7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
2:8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
2:9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían
los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
2:10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces
el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.
2:11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus
discípulos creyeron en él.
29.
JUAN 2:12
2:12 Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y
estuvieron allí no muchos días.
30.
JUAN 2:13-3:21
2:13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
2:14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí
sentados.
2:15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y
esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;
2:16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa
de mercado.
2:17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
2:18 Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?
2:19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
2:20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días
lo levantarás?
2:21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
2:22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho
14
esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.
2:23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las
señales que hacía.
2:24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos,
2:25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había
en el hombre.
3:1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
3:2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro;
porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios.
3:4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por
segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios.
3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
3:7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
3:8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va;
así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
3:9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?
3:10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?
3:11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos;
y no recibís nuestro testimonio.
3:12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
3:13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.
3:14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre
sea levantado,
3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él.
3:18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha
creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
3:19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas
que la luz, porque sus obras eran malas.
3:20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no
sean reprendidas.
3:21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas
en Dios.
31.
JUAN 3:22-36
3:22 Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y
15
bautizaba.
3:23 Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y
eran bautizados.
3:24 Porque Juan no había sido aún encarcelado.
3:25 Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.
3:26 Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de
quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él.
3:27 Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.
3:28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado
delante de él.
3:29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se
goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.
3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
3:31 El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales
habla; el que viene del cielo, es sobre todos.
3:32 Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
3:33 El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.
3:34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.
3:35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.
3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida,
sino que la ira de Dios está sobre él.
32.
JUAN 4:1-42
4:1 Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más
discípulos que Juan
4:2 (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),
4:3 salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea.
4:4 Y le era necesario pasar por Samaria.
4:5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo
José.
4:6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo.
Era como la hora sexta.
4:7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
4:8 Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.
4:9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer
samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
4:10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de
beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
4:11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues,
tienes el agua viva?
4:12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él,
sus hijos y sus ganados?
4:13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
4:14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le
daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
16
4:15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
4:16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
4:17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
4:18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con
verdad.
4:19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
4:20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde
se debe adorar.
4:21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén
adoraréis al Padre.
4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación
viene de los judíos.
4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu
y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
4:25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos
declarará todas las cosas.
4:26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
4:27 En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin
embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?
4:28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:
4:29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
4:30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.
4:31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.
4:32 El les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
4:33 Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?
4:34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
4:35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad
vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.
4:36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce
juntamente con el que siega.
4:37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.
4:38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis
entrado en sus labores.
4:39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que
daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.
4:40 Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí
dos días.
4:41 Y creyeron muchos más por la palabra de él,
4:42 y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos
oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.
33.
JUAN 4:43-54
4:43 Dos días después, salió de allí y fue a Galilea.
4:44 Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.
4:45 Cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que había
17
hecho en Jerusalén, en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta.
4:46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había
en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
4:47 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que
descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir.
4:48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
4:49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
4:50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
4:51 Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo
vive.
4:52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las
siete le dejó la fiebre.
4:53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y
creyó él con toda su casa.
4:54 Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea.
34.
(LUCAS 3:19-20)
3:19 Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de
Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho,
3:20 sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel.
35.
JUAN 5:1-47
5:1 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
5:2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda,
el cual tiene cinco pórticos.
5:3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el
movimiento del agua.
5:4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que
primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier
enfermedad que tuviese.
5:5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
5:6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser
sano?
5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua;
y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
5:8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
5:9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel
día.
5:10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito
llevar tu lecho.
5:11 El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
5:12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?
5:13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente
que estaba en aquel lugar.
18
5:14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que
no te venga alguna cosa peor.
5:15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.
5:16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas
en el día de reposo.
5:17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo,
sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
5:19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer
nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo
hace el Hijo igualmente.
5:20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que
estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
5:21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere
da vida.
5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,
5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al
Padre que le envió.
5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna;
y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
5:25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del
Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
5:26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí
mismo;
5:27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros
oirán su voz;
5:29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a
resurrección de condenación.
5:30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no
busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
5:31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
5:32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
5:33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad.
5:34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis
salvos.
5:35 El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su
luz.
5:36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que
cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.
5:37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni
habéis visto su aspecto,
5:38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.
5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí;
5:40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
5:41 Gloria de los hombres no recibo.
19
5:42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.
5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a
ése recibiréis.
5:44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria
que viene del Dios único?
5:45 No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien
tenéis vuestra esperanza.
5:46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
5:47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?
36.
MATEO 4:12
4:12 Cuando Jesús
oyó que Juan
estaba preso,
volvió a Galilea
MARCOS 1:14a
1:14a Después que
Juan fue
encarcelado, Jesús
vino a Galilea
LUCAS 4:14-15
4:14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea,
y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
4:15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era
glorificado por todos.
37.
LUCAS 4:16-30
4:16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a
su costumbre, y se levantó a leer.
4:17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba
escrito:
4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
4:19 A predicar el año agradable del Señor.
4:20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban
fijos en él.
4:21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
4:22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que
salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
4:23 El les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que
hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.
4:24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.
4:25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo
fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;
4:26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
4:27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue
limpiado, sino Naamán el sirio.
4:28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;
4:29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el
cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
20
4:30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.
38.
MATEO 4:13-17
4:13 y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en
la región de Zabulón y de Neftalí,
4:14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
4:15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
Camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles;
4:16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Y a los asentados en región de sombra de muerte,
Luz les resplandeció.
4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos,
porque el reino de los cielos se ha acercado.
MARCOS 1:14b-15
1:14b predicando el
evangelio del reino
de Dios,
1:15 diciendo: El
tiempo se ha
cumplido, y el reino
de Dios se ha
acercado;
arrepentíos, y creed
en el evangelio.
39.
MATEO 4:18-22
4:18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a
dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés
su hermano, que echaban la red en el mar; porque
eran pescadores.
4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré
pescadores de hombres.
4:20 Ellos entonces, dejando al instante las redes,
le siguieron.
4:21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos,
Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la
barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus
redes; y los llamó.
4:22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su
padre, le siguieron.
MARCOS 1:16-20
1:16 Andando junto al mar de Galilea, vio a
Simón y a Andrés su hermano, que echaban la
red en el mar; porque eran pescadores.
1:17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y
haré que seáis pescadores de hombres.
1:18 Y dejando luego sus redes, le siguieron.
1:19 Pasando de allí un poco más adelante,
vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su
hermano, también ellos en la barca, que
remendaban las redes.
1:20 Y luego los llamó; y dejando a su padre
Zebedeo en la barca con los jornaleros, le
siguieron.
40.
MATEO 4:23-25
4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio
del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
4:24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos
por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.
4:25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del
Jordán.
21
41.
MATEO 5:1-7:29
5:1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
5:2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5:5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
5:7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
5:8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
5:9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
5:10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el
reino de los cielos.
5:11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de
mal contra vosotros, mintiendo.
5:12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a
los profetas que fueron antes de vosotros.
5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve
más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
5:15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a
todos los que están en casa.
5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.
5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino
para cumplir.
5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
5:19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los
haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
5:20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no
entraréis en el reino de los cielos.
5:21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de
juicio.
5:22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga:
Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
5:23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
5:24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces
ven y presenta tu ofrenda.
5:25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea
que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.
22
5:26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
5:27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
5:28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en
su corazón.
5:29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que
se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
5:30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se
pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
5:31 También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio.
5:32 Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella
adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.
5:33 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus
juramentos.
5:34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
5:35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran
Rey.
5:36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
5:37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
5:38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
5:39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla
derecha, vuélvele también la otra;
5:40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
5:41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, vecon él dos.
5:42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
5:43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los
que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
5:45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos
y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
5:46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo
los publicanos?
5:47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los
gentiles?
5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
6:1 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra
manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
6:2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en
las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa.
6:3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
6:4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
6:5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y
23
en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa.
6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
6:7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería
serán oídos.
6:8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis
necesidad, antes que vosotros le pidáis.
6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la
gloria, por todos los siglos. Amén.
6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre
celestial;
6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras
ofensas.
6:16 Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros
para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6:17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,
6:18 para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que
ve en lo secreto te recompensará en público.
6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones
minan y hurtan;
6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no
minan ni hurtan.
6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
6:22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;
6:23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estaráen tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es
tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al
uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber;
ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más
que el vestido?
6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
6:27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
6:28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no
trabajan ni hilan;
6:29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará
24
mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
6:32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas.
6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a
cada día su propio mal.
7:1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.
7:2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será
medido.
7:3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en
tu propio ojo?
7:4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
7:5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del
ojo de tu hermano.
7:6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las
pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
7:8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
7:9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
7:10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
7:12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
7:13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella;
7:14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan.
7:15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro
son lobos rapaces.
7:16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
7:17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
7:18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
7:19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos.
7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
7:24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente,
25
que edificó su casa sobre la roca.
7:25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no
cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
7:26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato,
que edificó su casa sobre la arena;
7:27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella
casa; y cayó, y fue grande su ruina.
7:28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
7:29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
42.
MATEO 8:1-4
8:1 Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente.
8:2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
8:3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra
desapareció.
8:4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la
ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.
43.
MATEO 8:5-13
8:5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole,
8:6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
8:7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
8:8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la
palabra, y mi criado sanará.
8:9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a
éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
8:10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel
he hallado tanta fe.
8:11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac
y Jacob en el reino de los cielos;
8:12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de
dientes.
8:13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en
aquella misma hora.
44.
MARCOS 1:21-28
1:21 Y entraron en Capernaum; y los días de
reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.
1:22 Y se admiraban de su doctrina; porque
les enseñaba como quien tiene autoridad, y no
como los escribas.
LUCAS 4:31-37
4:31 Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de
Galilea; y les enseñaba en los días de reposo.
4:32 Y se admiraban de su doctrina, porque su
palabra era con autoridad.
4:33 Estaba en la sinagoga un hombre que tenía
26
1:23 Pero había en la sinagoga de ellos un
hombre con espíritu inmundo, que dio voces,
1:24 diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros,
Jesús nazareno? ¿Has venido para
destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.
1:25 Pero Jesús le reprendió, diciendo:
¡Cállate, y sal de él!
1:26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con
violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
1:27 Y todos se asombraron, de tal manera
que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto?
¿Qué nueva doctrina es esta, que con
autoridad manda aun a los espíritus inmundos,
y le obedecen?
1:28 Y muy pronto se difundió su fama por
toda la provincia alrededor de Galilea.
un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó
a gran voz,
4:34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros,
Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo
te conozco quién eres, el Santo de Dios.
4:35 Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal
de él. Entonces el demonio, derribándole en
medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño
alguno.
4:36 Y estaban todos maravillados, y hablaban
unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que
con autoridad y poder manda a los espíritus
inmundos, y salen?
4:37 Y su fama se difundía por todos los lugares
de los contornos.
45.
MATEO 8:14-15
8:14 Vino Jesús a
casa de Pedro, y vio
a la suegra de éste
postrada en cama,
con fiebre.
8:15 Y tocó su
mano, y la fiebre la
dejó; y ella se
levantó, y les servía.
MARCOS 1:29-31
1:29 Al salir de la sinagoga, vinieron a
casa de Simón y Andrés, con Jacobo y
Juan.
1:30 Y la suegra de Simón estaba
acostada con fiebre; y en seguida le
hablaron de ella.
1:31 Entonces él se acercó, y la tomó de
la mano y la levantó; e inmediatamente
le dejó la fiebre, y ella les servía.
LUCAS 4:38-39
4:38 Entonces Jesús se levantó y
salió de la sinagoga, y entró en
casa de Simón. La suegra de
Simón tenía una gran fiebre; y le
rogaron por ella.
4:39 E inclinándose hacia ella,
reprendió a la fiebre; y la fiebre
la dejó, y levantándose ella al
instante, les servía.
46.
MATEO 8:16-17
8:16 Y cuando llegó la
noche, trajeron a él
muchos endemoniados; y
con la palabra echó fuera a
los demonios, y sanó a
todos los enfermos;
8:17 para que se
cumpliese lo dicho por el
profeta Isaías, cuando
dijo: El mismo tomó
nuestras enfermedades, y
llevó nuestras dolencias.
MARCOS 1:32-34
1:32 Cuando llegó la noche, luego
que el sol se puso, le trajeron todos
los que tenían enfermedades, y a
los endemoniados;
1:33 y toda la ciudad se agolpó a la
puerta.
1:34 Y sanó a muchos que estaban
enfermos de diversas
enfermedades, y echó fuera
muchos demonios; y no dejaba
hablar a los demonios, porque le
conocían.
LUCAS 4:40-41
4:40 Al ponerse el sol, todos
los que tenían enfermos de
diversas enfermedades los
traían a él; y él, poniendo las
manos sobre cada uno de ellos,
los sanaba.
4:41 También salían demonios
de muchos, dando voces y
diciendo: Tú eres el Hijo de
Dios. Pero él los reprendía y no
les dejaba hablar, porque
sabían que él era el Cristo.
27
47.
MARCOS 1:35-38
1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún
muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y
allí oraba.
1:36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban;
1:37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.
1:38 El les dijo: Vamos a los lugares vecinos,
para que predique también allí; porque para esto
he venido.
LUCAS 4:42-43
4:42 Cuando ya era de día, salió y se fue a un
lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando
a donde estaba, le detenían para que no se fuera
de ellos.
4:43 Pero él les dijo: Es necesario que también
a otras ciudades anuncie el evangelio del reino
de Dios; porque para esto he sido enviado.
48.
MARCOS 1:39
1:39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en
toda Galilea, y echaba fuera los demonios.
LUCAS 4:44
4:44 Y predicaba en las sinagogas de Galilea.
49.
LUCAS 5:1-11
5:1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír
la palabra de Dios.
5:2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido
de ellas, lavaban sus redes.
5:3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un
poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
5:4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para
pescar.
5:5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos
pescado; mas en tu palabra echaré la red.
5:6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.
5:7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a
ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.
5:8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque
soy hombre pecador.
5:9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que
estaban con él,
5:10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús
dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
5:11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.
50.
MARCOS 1:40-45
1:40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la
rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.
LUCAS 5:12-16
5:12 Sucedió que estando él en una de las
ciudades, se presentó un hombre lleno de
28
1:41 Y Jesús, teniendo misericordia de él,
extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé
limpio.
1:42 Y así que él hubo hablado, al instante la
lepra se fue de aquél, y quedó limpio.
1:43 Entonces le encargó rigurosamente, y le
despidió luego,
1:44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino
ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu
purificación lo que Moisés mandó, para
testimonio a ellos.
1:45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a
divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no
podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que
se quedaba fuera en los lugares desiertos; y
venían a él de todas partes.
lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el
rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si
quieres, puedes limpiarme.
5:13 Entonces, extendiendo él la mano, le
tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al
instante la lepra se fue de él.
5:14 Y él le mandó que no lo dijese a nadie;
sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y
ofrece por tu purificación, según mandó
Moisés, para testimonio a ellos.
5:15 Pero su fama se extendía más y más; y se
reunía mucha gente para oírle, y para que les
sanase de sus enfermedades.
5:16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y
oraba.
51.
(MATEO 9:2-8)
9:2 Y sucedió que le
trajeron un
paralítico, tendido
sobre una cama; y al
ver Jesús la fe de
ellos, dijo al
paralítico: Ten
ánimo, hijo; tus
pecados te son
perdonados.
9:3 Entonces
algunos de los
escribas decían
dentro de sí: Este
blasfema.
9:4 Y conociendo
Jesús los
pensamientos de
ellos, dijo: ¿Por qué
pensáis mal en
vuestros corazones?
9:5 Porque, ¿qué es
más fácil, decir: Los
pecados te son
perdonados, o decir:
Levántate y anda?
9:6 Pues para que
sepáis que el Hijo
MARCOS 2:1-12
2:1 Entró Jesús otra vez en
Capernaum después de algunos
días; y se oyó que estaba en casa.
2:2 E inmediatamente se juntaron
muchos, de manera que ya no
cabían ni aun a la puerta; y les
predicaba la palabra.
2:3 Entonces vinieron a él unos
trayendo un paralítico, que era
cargado por cuatro.
2:4 Y como no podían acercarse a él
a causa de la multitud, descubrieron
el techo de donde estaba, y haciendo
una abertura, bajaron el lecho en
que yacía el paralítico.
2:5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo
al paralítico: Hijo, tus pecados te
son perdonados.
2:6 Estaban allí sentados algunos de
los escribas, los cuales cavilaban en
sus corazones:
2:7 ¿Por qué habla éste así?
Blasfemias dice. ¿Quién puede
perdonar pecados, sino sólo Dios?
2:8 Y conociendo luego Jesús en su
espíritu que cavilaban de esta
manera dentro de sí mismos, les
dijo: ¿Por qué caviláis así en
LUCAS 5:17-26
5:17 Aconteció un día, que él estaba
enseñando, y estaban sentados los
fariseos y doctores de la ley, los
cuales habían venido de todas las
aldeas de Galilea, y de Judea y
Jerusalén; y el poder del Señor
estaba con él para sanar.
5:18 Y sucedió que unos hombres
que traían en un lecho a un hombre
que estaba paralítico, procuraban
llevarle adentro y ponerle delante de
él.
5:19 Pero no hallando cómo hacerlo
a causa de la multitud, subieron
encima de la casa, y por el tejado le
bajaron con el lecho, poniéndole en
medio, delante de Jesús.
5:20 Al ver él la fe de ellos, le dijo:
Hombre, tus pecados te son
perdonados.
5:21 Entonces los escribas y los
fariseos comenzaron a cavilar,
diciendo: ¿Quién es éste que habla
blasfemias? ¿Quién puede perdonar
pecados sino sólo Dios?
5:22 Jesús entonces, conociendo los
pensamientos de ellos, respondiendo
les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros
29
del Hombre tiene
potestad en la tierra
para perdonar
pecados (dice
entonces al
paralítico):
Levántate, toma tu
cama, y vete a tu
casa.
9:7 Entonces él se
levantó y se fue a su
casa.
9:8 Y la gente, al
verlo, se maravilló y
glorificó a Dios, que
había dado tal
potestad a los
hombres.
vuestros corazones?
2:9 ¿Qué es más fácil, decir al
paralítico: Tus pecados te son
perdonados, o decirle: Levántate,
toma tu lecho y anda?
2:10 Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en
la tierra para perdonar pecados (dijo
al paralítico):
2:11 A ti te digo: Levántate, toma tu
lecho, y vete a tu casa.
2:12 Entonces él se levantó en
seguida, y tomando su lecho, salió
delante de todos, de manera que
todos se asombraron, y glorificaron
a Dios, diciendo: Nunca hemos
visto tal cosa.
corazones?
5:23 ¿Qué es más fácil, decir: Tus
pecados te son perdonados, o decir:
Levántate y anda?
5:24 Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en
la tierra para perdonar pecados (dijo
al paralítico): A ti te digo:
Levántate, toma tu lecho, y vete a tu
casa.
5:25 Al instante, levantándose en
presencia de ellos, y tomando el
lecho en que estaba acostado, se fue
a su casa, glorificando a Dios.
5:26 Y todos, sobrecogidos de
asombro, glorificaban a Dios; y
llenos de temor, decían: Hoy hemos
visto maravillas.
52.
MARCOS 2:13
2:13 Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba.
53.
(MATEO 9:9-13)
9:9 Pasando Jesús
de allí, vio a un
hombre llamado
Mateo, que estaba
sentado al banco
de los tributos
públicos, y le
dijo: Sígueme. Y
se levantó y le
siguió.
9:10 Y aconteció
que estando él
sentado a la mesa
en la casa, he
aquí que muchos
publicanos y
pecadores, que
habían venido, se
sentaron
juntamente a la
mesa con Jesús y
MARCOS 2:14-22
2:14 Y al pasar, vio a Leví hijo de
Alfeo, sentado al banco de los
tributos públicos, y le dijo:
Sígueme. Y levantándose, le siguió.
2:15 Aconteció que estando Jesús a
la mesa en casa de él, muchos
publicanos y pecadores estaban
también a la mesa juntamente con
Jesús y sus discípulos; porque había
muchos que le habían seguido.
2:16 Y los escribas y los fariseos,
viéndole comer con los publicanos y
con los pecadores, dijeron a los
discípulos: ¿Qué es esto, que él
come y bebe con los publicanos y
pecadores?
2:17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los
sanos no tienen necesidad de
médico, sino los enfermos. No he
venido a llamar a justos, sino a
LUCAS 5:27-39
5:27 Después de estas cosas salió, y vio
a un publicano llamado Leví, sentado
al banco de los tributos públicos, y le
dijo: Sígueme.
5:28 Y dejándolo todo, se levantó y le
siguió.
5:29 Y Leví le hizo gran banquete en
su casa; y había mucha compañía de
publicanos y de otros que estaban a la
mesa con ellos.
5:30 Y los escribas y los fariseos
murmuraban contra los discípulos,
diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con
publicanos y pecadores?
5:31 Respondiendo Jesús, les dijo: Los
que están sanos no tienen necesidad de
médico, sino los enfermos.
5:32 No he venido a llamar a justos,
sino a pecadores al arrepentimiento.
5:33 Entonces ellos le dijeron: ¿Por
30
sus discípulos.
9:11 Cuando
vieron esto los
fariseos, dijeron a
los discípulos:
¿Porqué come
vuestro Maestro
con los
publicanos y
pecadores?
9:12 Al oír esto
Jesús, les dijo:
Los sanos no
tienen necesidad
de médico, sino
los enfermos.
9:13 Id, pues, y
aprended lo que
significa:
Misericordia
quiero, y no
sacrificio. Porque
no he venido a
llamar a justos,
sino a pecadores,
al
arrepentimiento.
pecadores.
qué los discípulos de Juan ayunan
muchas veces y hacen oraciones, y
asimismo los de los fariseos, pero los
2:18 Y los discípulos de Juan y los
de los fariseos ayunaban; y vinieron, tuyos comen y beben?
y le dijeron: ¿Por qué los discípulos 5:34 El les dijo: ¿Podéis acaso hacer
de Juan y los de los fariseos ayunan, que los que están de bodas ayunen,
entre tanto que el esposo está con
y tus discípulos no ayunan?
ellos?
2:19 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden
5:35 Mas vendrán días cuando el
los que están de bodas ayunar
esposo les será quitado; entonces, en
mientras está con ellos el esposo?
aquellos días ayunarán.
Entre tanto que tienen consigo al
5:36 Les dijo también una parábola:
esposo, no pueden ayunar.
Nadie corta un pedazo de un vestido
2:20 Pero vendrán días cuando el
nuevo y lo pone en un vestido viejo;
esposo les será quitado, y entonces
pues si lo hace, no solamente rompe el
en aquellos días ayunarán.
nuevo, sino que el remiendo sacado de
2:21 Nadie pone remiendo de paño
él no armoniza con el viejo.
nuevo en vestido viejo; de otra
5:37 Y nadie echa vino nuevo en odres
manera, el mismo remiendo nuevo
viejos; de otra manera, el vino nuevo
tira de lo viejo, y se hace peor la
romperá los odres y se derramará, y los
rotura.
odres se perderán.
2:22 Y nadie echa vino nuevo en
odres viejos; de otra manera, el vino 5:38 Mas el vino nuevo en odres
nuevo rompe los odres, y el vino se nuevos se ha de echar; y lo uno y lo
otro se conservan.
derrama, y los odres se pierden;
pero el vino nuevo en odres nuevos 5:39 Y ninguno que beba del añejo,
quiere luego el nuevo; porque dice: El
se ha de echar.
añejo es mejor.
54.
(MATEO 12:1-8)
12:1 En aquel tiempo iba Jesús por
los sembrados en un día de reposo;
y sus discípulos tuvieron hambre, y
comenzaron a arrancar espigas y a
comer.
12:2 Viéndolo los fariseos, le
dijeron: He aquí tus discípulos
hacen lo que no es lícito hacer en el
día de reposo.
12:3 Pero él les dijo: ¿No habéis
leído lo que hizo David, cuando él y
los que con él estaban tuvieron
hambre;
12:4 cómo entró en la casa de Dios,
y comió los panes de la proposición,
que no les era lícito comer ni a él ni
a los que con él estaban, sino
MARCOS 2:23-28
2:23 Aconteció que al pasar
él por los sembrados un día
de reposo, sus discípulos,
andando, comenzaron a
arrancar espigas.
2:24 Entonces los fariseos le
dijeron: Mira, ¿por qué hacen
en el día de reposo lo que no
es lícito?
2:25 Pero él les dijo: ¿Nunca
leísteis lo que hizo David
cuando tuvo necesidad, y
sintió hambre, él y los que
con él estaban;
2:26 cómo entró en la casa de
Dios, siendo Abiatar sumo
sacerdote, y comió los panes
LUCAS 6:1-5
6:1 Aconteció en un día de
reposo, que pasando Jesús
por los sembrados, sus
discípulos arrancaban
espigas y comían,
restregándolas con las
manos.
6:2 Y algunos de los
fariseos les dijeron: ¿Por
qué hacéis lo que no es
lícito hacer en los días de
reposo?
6:3 Respondiendo Jesús,
les dijo: ¿Ni aun esto
habéis leído, lo que hizo
David cuando tuvo hambre
él, y los que con él
31
solamente a los sacerdotes?
12:5 ¿O no habéis leído en la ley,
cómo en el día de reposo los
sacerdotes en el templo profanan el
día de reposo, y son sin culpa?
12:6 Pues os digo que uno mayor
que el templo está aquí.
12:7 Y si supieseis qué significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio,
no condenaríais a los inocentes;
12:8 porque el Hijo del Hombre es
Señor del día de reposo.
de la proposición, de los
cuales no es lícito comer sino
a los sacerdotes, y aun dio a
los que con él estaban?
2:27 También les dijo: El día
de reposo fue hecho por
causa del hombre, y no el
hombre por causa del día de
reposo.
2:28 Por tanto, el Hijo del
Hombre es Señor aun del día
de reposo.
estaban;
6:4 cómo entró en la casa
de Dios, y tomó los panes
de la proposición, de los
cuales no es lícito comer
sino sólo a los sacerdotes, y
comió, y dio también a los
que estaban con él?
6:5 Y les decía: El Hijo del
Hombre es Señor aun del
día de reposo.
55.
(MATEO 12:9-14)
12:9 Pasando de allí, vino a
la sinagoga de ellos.
12:10 Y he aquí había allí
uno que tenía seca una mano;
y preguntaron a Jesús, para
poder acusarle:
¿Es lícito sanar en el día de
reposo?
12:11 El les dijo: ¿Qué
hombre habrá de vosotros,
que tenga una oveja, y si ésta
cayere en un hoyo en día de
reposo, no le eche mano, y la
levante?
12:12 Pues ¿cuánto más vale
un hombre que una oveja?
Por consiguiente, es lícito
hacer el bien en los días de
reposo.
12:13 Entonces dijo a aquel
hombre: Extiende tu mano. Y
él la extendió, y le fue
restaurada sana como la otra.
12:14 Y salidos los fariseos,
tuvieron consejo contra Jesús
para destruirle.
MARCOS 3:1-6
3:1 Otra vez entró Jesús en la
sinagoga; y había allí un
hombre que tenía seca una
mano.
3:2 Y le acechaban para ver
si en el día de reposo le
sanaría, a fin de poder
acusarle.
3:3 Entonces dijo al hombre
que tenía la mano seca:
Levántate y ponte en medio.
3:4 Y les dijo: ¿Es lícito en
los días de reposo hacer bien,
o hacer mal; salvar la vida, o
quitarla? Pero ellos callaban.
3:5 Entonces, mirándolos
alrededor con enojo,
entristecido por la dureza de
sus corazones, dijo al
hombre: Extiende tu mano. Y
él la extendió, y la mano le
fue restaurada sana.
3:6 Y salidos los fariseos,
tomaron consejo con los
herodianos contra él para
destruirle.
LUCAS 6:6-11
6:6 Aconteció también en otro día
de reposo, que él entró en la
sinagoga y enseñaba; y estaba allí
un hombre que tenía seca la mano
derecha.
6:7 Y le acechaban los escribas y
los fariseos, para ver si en el día
de reposo lo sanaría, a fin de
hallar de qué acusarle.
6:8 Mas él conocía los
pensamientos de ellos; y dijo al
hombre que tenía la mano seca:
Levántate, y ponte en medio. Y él,
levantándose, se puso en pie.
6:9 Entonces Jesús les dijo: Os
preguntaré una cosa: ¿Es lícito en
día de reposo hacer bien, o hacer
mal? ¿salvar la vida, o quitarla?
6:10 Y mirándolos a todos
alrededor, dijo al hombre:
Extiende tu mano. Y él lo hizo así,
y su mano fue restaurada.
6:11 Y ellos se llenaron de furor,
y hablaban entre sí qué podrían
hacer contra Jesús.
56.
(MATEO 12:15-21)
12:15 Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí;
y le siguió mucha gente, y sanaba a todos,
MARCOS 3:7-12
3:7 Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y
le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea,
32
12:16 y les encargaba rigurosamente que no
le descubriesen;
12:17 para que se cumpliese lo dicho por el
profeta Isaías, cuando dijo:
12:18 He aquí mi siervo, a quien he
escogido;
Mi Amado, en quien se agrada mi alma;
Pondré mi Espíritu sobre él,
Y a los gentiles anunciará juicio.
12:19 No contenderá, ni voceará,
Ni nadie oirá en las calles su voz.
12:20 La caña cascada no quebrará,
Y el pábilo que humea no apagará,
Hasta que saque a victoria el juicio.
12:21 Y en su nombre esperarán los gentiles.
3:8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del
Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón,
oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes
multitudes vinieron a él.
3:9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre
lista la barca, a causa del gentío, para que no le
oprimiesen.
3:10 Porque había sanado a muchos; de manera
que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre
él.
3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se
postraban delante de él, y daban voces, diciendo:
Tú eres el Hijo de Dios.
3:12 Mas él les reprendía mucho para que no le
descubriesen.
57.
MARCOS 3:13-19a
3:13 Después subió al monte, y llamó a sí a los que él
quiso; y vinieron a él.
3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y
para enviarlos a predicar,
3:15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades
y para echar fuera demonios:
3:16 a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro;
3:17 a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de
Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos
del trueno;
3:18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás,
Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista,
3:19a y Judas Iscariote, el que le entregó.
LUCAS 6:12-16
6:12 En aquellos días él fue al monte a
orar, y pasó la noche orando a Dios.
6:13 Y cuando era de día, llamó a sus
discípulos, y escogió a doce de ellos, a
los cuales también llamó apóstoles:
6:14 a Simón, a quien también llamó
Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y
Juan, Felipe y Bartolomé,
6:15 Mateo, Tomás, Jacobo hijo de
Alfeo, Simón llamado Zelote,
6:16 Judas hermano de Jacobo, y Judas
Iscariote, que llegó a ser el traidor.
58.
LUCAS 6:17-49
6:17 Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una
gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había
venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;
6:18 y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados.
6:19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.
6:20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque
vuestro es el reino de Dios.
6:21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los
que ahora lloráis, porque reiréis.
6:22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os
vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
33
6:23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos;
porque así hacían sus padres con los profetas.
6:24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.
6:25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los
que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.
6:26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus
padres con los falsos profetas.
6:27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os
aborrecen;
6:28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.
6:29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la
túnica le niegues.
6:30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.
6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
6:32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a
los que los aman.
6:33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores
hacen lo mismo.
6:34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los
pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.
6:35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será
vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y
malos.
6:36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis
perdonados.
6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo;
porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
6:39 Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el
hoyo?
6:40 El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su
maestro.
6:41 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en
tu propio ojo?
6:42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no
mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y
entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
6:43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.
6:44 Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las
zarzas se vendimian uvas.
6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal
tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
6:46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
6:47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.
6:48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre
34
la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo
mover, porque estaba fundada sobre la roca.
6:49 Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin
fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella
casa.
59.
LUCAS 7:1-10
7:1 Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum.
7:2 Y el siervo de un centurión, a quien éste quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir.
7:3 Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que
viniese y sanase a su siervo.
7:4 Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole: Es digno de que le concedas
esto;
7:5 porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga.
7:6 Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos
amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo;
7:7 por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi siervo será sano.
7:8 Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y
digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
7:9 Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que
ni aun en Israel he hallado tanta fe.
7:10 Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado
enfermo.
60.
LUCAS 7:11-17
7:11 Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus
discípulos, y una gran multitud.
7:12 Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo
único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.
7:13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
7:14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo,
levántate.
7:15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.
7:16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado
entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.
7:17 Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor.
61.
(MATEO 11:2-30)
11:2 Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le
envió dos de sus discípulos,
11:3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir,
LUCAS 7:18-35
7:18 Los discípulos de Juan le
dieron las nuevas de todas estas
cosas. Y llamó Juan a dos de sus
35
o esperaremos a otro?
11:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a
Juan las cosas que oís y veis.
11:5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son
limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y
a los pobres es anunciado el evangelio;
11:6 y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.
11:7 Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de
Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una
caña sacudida por el viento?
11:8 ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de
vestiduras delicadas? He aquí, los que llevan vestiduras
delicadas, en las casas de los reyes están.
11:9 Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo,
y más que profeta.
11:10 Porque éste es de quien está escrito:
He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz,
El cual preparará tu camino delante de ti.
11:11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no
se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el
más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.
11:12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el
reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo
arrebatan.
11:13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta
Juan.
11:14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de
venir.
11:15 El que tiene oídos para oír, oiga.
11:16 Mas ¿a qué compararé esta generación? Es
semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y
dan voces a sus compañeros,
11:17 diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os
endechamos, y no lamentasteis.
11:18 Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen:
Demonio tiene.
11:19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y
dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino,
amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es
justificada por sus hijos.
11:20 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en
las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no
se habían arrepentido, diciendo:
11:21 Ay de ti, Corazín! Ay de ti, Betsaida! Porque si en
Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han
sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran
arrepentido en cilicio y en ceniza.
11:22 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más
discípulos,
7:19 y los envió a Jesús, para
preguntarle: ¿Eres tú el que había
de venir, o esperaremos a otro?
7:20 Cuando, pues, los hombres
vinieron a él, dijeron: Juan el
Bautista nos ha enviado a ti, para
preguntarte: ¿Eres tú el que había
de venir, o esperaremos a otro?
7:21 En esa misma hora sanó a
muchos de enfermedades y plagas,
y de espíritus malos, y a muchos
ciegos les dio la vista.
7:22 Y respondiendo Jesús, les
dijo: Id, haced saber a Juan lo que
habéis visto y oído: los ciegos ven,
los cojos andan, los leprosos son
limpiados, los sordos oyen, los
muertos son resucitados, y a los
pobres es anunciado el evangelio;
7:23 y bienaventurado es aquel que
no halle tropiezo en mí.
7:24 Cuando se fueron los
mensajeros de Juan, comenzó a
decir de Juan a la gente: ¿Qué
salisteis a ver al desierto? ¿Una
caña sacudida por el viento?
7:25 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A
un hombre cubierto de vestiduras
delicadas? He aquí, los que tienen
vestidura preciosa y viven en
deleites, en los palacios de los
reyes están.
7:26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A
un profeta? Sí, os digo, y más que
profeta.
7:27 Este es de quien está escrito:
He aquí, envío mi mensajero
delante de tu faz,
El cual preparará tu camino
delante de ti.
7:28 Os digo que entre los nacidos
de mujeres, no hay mayor profeta
que Juan el Bautista; pero el más
pequeño en el reino de Dios es
mayor que él.
7:29 Y todo el pueblo y los
publicanos, cuando lo oyeron,
justificaron a Dios, bautizándose
36
tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para
vosotras.
11:23 Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo,
hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se
hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti,
habría permanecido hasta el día de hoy.
11:24 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más
tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.
11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te
alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y
las revelaste a los niños.
11:26 Sí, Padre, porque así te agradó.
11:27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre;
y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce
alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera
revelar.
11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar.
11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas;
11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
con el bautismo de Juan.
7:30 Mas los fariseos y los
intérpretes de la ley desecharon los
designios de Dios respecto de sí
mismos, no siendo bautizados por
Juan.
7:31 Y dijo el Señor: ¿A qué, pues,
compararé los hombres de esta
generación, y a qué son
semejantes?
7:32 Semejantes son a los
muchachos sentados en la plaza,
que dan voces unos a otros y dicen:
Os tocamos flauta, y no bailasteis;
os endechamos, y no llorasteis.
7:33 Porque vino Juan el Bautista,
que ni comía pan ni bebía vino, y
decís: Demonio tiene.
7:34 Vino el Hijo del Hombre, que
come y bebe, y decís: Este es un
hombre comilón y bebedor de vino,
amigo de publicanos y de
pecadores.
7:35 Mas la sabiduría es justificada
por todos sus hijos.
62.
LUCAS 7:36-50
7:36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo,
se sentó a la mesa.
7:37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en
casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
7:38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los
enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
7:39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta,
conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.
7:40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di,
Maestro.
7:41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;
7:42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?
7:43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente
has juzgado.
7:44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para
mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.
7:45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
7:46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.
7:47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel
37
a quien se le perdona poco, poco ama.
7:48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.
7:49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste,
que también perdona pecados?
7:50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
63.
LUCAS 8:1-3
8:1 Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el
evangelio del reino de Dios, y los doce con él,
8:2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que
se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios,
8:3 Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus
bienes.
64.
(MATEO 12:22-13:9)
12:22 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego
y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo
veía y hablaba.
12:23 Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será
éste aquel Hijo de David?
12:24 Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa
fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los
demonios.
12:25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les
dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado,
y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no
permanecerá.
12:26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí
mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su
reino?
12:27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú,
¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos
serán vuestros jueces.
12:28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los
demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino
de Dios.
12:29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa
del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no
le ata? Y entonces podrá saquear su casa.
12:30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que
conmigo no recoge, desparrama.
12:31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia
será perdonado a los hombres; mas la blasfemia
MARCOS 3:19b-4:9
3:19b Y vinieron a casa.
3:20 Y se agolpó de nuevo
la gente, de modo que ellos
ni aun podían comer pan.
3:21 Cuando lo oyeron los
suyos, vinieron para
prenderle; porque decían:
Está fuera de sí.
3:22 Pero los escribas que
habían venido de Jerusalén
decían que tenía a
Beelzebú, y que por el
príncipe de los demonios
echaba fuera los demonios.
3:23 Y habiéndolos
llamado, les decía en
parábolas: ¿Cómo puede
Satanás echar fuera a
Satanás?
3:24 Si un reino está
dividido contra sí mismo,
tal reino no puede
permanecer.
3:25 Y si una casa está
dividida contra sí misma,
tal casa no puede
permanecer.
LUCAS
8:4-8
8:4
Juntándose
una gran
multitud, y
los que de
cada ciudad
venían a él,
les dijo por
parábola:
8:5 El
sembrador
salió a
sembrar su
semilla; y
mientras
sembraba,
una parte
cayó junto
al camino, y
fue hollada,
y las aves
del cielo la
comieron.
8:6 Otra
parte cayó
sobre la
piedra; y
nacida, se
38
contra el Espíritu no les será perdonada.
12:32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el
Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable
contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en
este siglo ni en el venidero.
12:33 O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o
haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el
fruto se conoce el árbol.
12:34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar
lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del
corazón habla la boca.
12:35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón
saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro
saca malas cosas.
12:36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que
hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del
juicio.
12:37 Porque por tus palabras serás justificado, y por
tus palabras serás condenado.
12:38 Entonces respondieron algunos de los escribas
y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de
ti señal.
12:39 El respondió y les dijo: La generación mala y
adúltera demanda señal; pero señal no le será dada,
sino la señal del profeta Jonás.
12:40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del
gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del
Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres
noches.
12:41 Los hombres de Nínive se levantarán en el
juicio con esta generación, y la condenarán; porque
ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he
aquí más que Jonás en este lugar.
12:42 La reina del Sur se levantaráen el juicio con
esta generación, y la condenará; porque ella vino de
los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón,
y he aquí más que Salomón en este lugar.
3:26 Y si Satanás se
levanta contra sí mismo, y
se divide, no puede
permanecer, sino que ha
llegado su fin.
3:27 Ninguno puede entrar
en la casa de un hombre
fuerte y saquear sus bienes,
si antes no le ata, y
entonces podrá saquear su
casa.
3:28 De cierto os digo que
todos los pecados serán
perdonados a los hijos de
los hombres, y las
blasfemias cualesquiera
que sean;
3:29 pero cualquiera que
blasfeme contra el Espíritu
Santo, no tiene jamás
perdón, sino que es reo de
juicio eterno.
3:30 Porque ellos habían
dicho: Tiene espíritu
inmundo.
3:31 Vienen después sus
hermanos y su madre, y
quedándose afuera,
enviaron a llamarle.
3:32 Y la gente que estaba
sentada alrededor de él le
dijo: Tu madre y tus
hermanos están afuera, y te
buscan.
3:33 El les respondió
diciendo: ¿Quién es mi
madre y mis hermanos?
3:34 Y mirando a los que
estaban sentados alrededor
de él, dijo: He aquí mi
madre y mis hermanos.
3:35 Porque todo aquel que
hace la voluntad de Dios,
ése es mi hermano, y mi
hermana, y mi madre.
secó,
porque no
tenía
humedad.
8:7 Otra
parte cayó
entre
espinos, y
los espinos
que
nacieron
juntamente
con ella, la
ahogaron.
8:8 Y otra
parte cayó
en buena
tierra, y
nació y
llevó fruto a
ciento por
uno.
Hablando
estas cosas,
decía a gran
voz: El que
tiene oídos
para oír,
oiga.
12:43 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre,
anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo
halla.
12:44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí;
y cuando llega, la halla desocupada, barrida y
adornada.
12:45 Entonces va, y toma consigo otros siete
espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el
postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el 4:1 Otra vez comenzó Jesús
primero. Así también acontecerá a esta mala
a enseñar junto al mar, y se
39
generación.
12:46 Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su
madre y sus hermanos estaban afuera, y le
querían hablar.
12:47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos
están afuera, y te quieren hablar.
12:48 Respondiendo él al que le decía esto, dijo:
¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
12:49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos,
dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.
12:50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi
Padre que los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y
madre.
13:1 Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó unto
al mar.
13:2 Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la
barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa.
13:3 Y les habló muchas cosas por parábolas,
diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.
13:4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó
junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
13:5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha
tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de
tierra;
13:6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía
raíz, se secó.
13:7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos
crecieron, y la ahogaron.
13:8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál
a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
13:9 El que tiene oídos para oír, oiga.
reunió alrededor de él
mucha gente, tanto que
entrando en una barca, se
sentó en ella en el mar; y
toda la gente estaba en
tierra junto al mar.
4:2 Y les enseñaba por
parábolas muchas cosas, y
les decía en su doctrina:
4:3 Oíd: He aquí, el
sembrador salió a sembrar;
4:4 y al sembrar, aconteció
que una parte cayó junto al
camino, y vinieron las aves
del cielo y la comieron.
4:5 Otra parte cayó en
pedregales, donde no tenía
mucha tierra; y brotó
pronto, porque no tenía
profundidad de tierra.
4:6 Pero salido el sol, se
quemó; y porque no tenía
raíz, se secó.
4:7 Otra parte cayó entre
espinos; y los espinos
crecieron y la ahogaron, y
no dio fruto.
4:8 Pero otra parte cayó en
buena tierra, y dio fruto,
pues brotó y creció, y
produjo a treinta, a sesenta,
y a ciento por uno.
4:9 Entonces les dijo: El
que tiene oídos para oír,
oiga.
65.
(MATEO 13:24-50)
13:24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos
es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su
campo;
13:25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y
sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
13:26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció
también la cizaña.
13:27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le
(MARCOS
4:26-34)
4:26 Decía
además: Así es
el reino de Dios,
como cuando un
hombre echa
semilla en la
tierra;
4:27 y duerme y
(LUCAS
8:19-21)
8:19 Entonces
su madre y
sus hermanos
vinieron a él;
pero no
podían llegar
hasta él por
causa de la
40
dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De
dónde, pues, tiene cizaña?
13:28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le
dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
13:29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña,
arranquéis también con ella el trigo.
13:30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega;
y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged
primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero
recoged el trigo en mi granero.
13:31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos
es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y
sembró en su campo;
13:32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las
semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas,
y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y
hacen nidos en sus ramas.
13:33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es
semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en
tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
13:34 Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin
parábolas no les hablaba;
13:35 para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando
dijo:
Abriré en parábolas mi boca;
Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.
13:36 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y
acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la
parábola de la cizaña del campo.
13:37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena
semilla es el Hijo del Hombre.
13:38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del
reino, y la cizaña son los hijos del malo.
13:39 El enemigo que la sembróes el diablo; la siega es el fin
del siglo; y los segadores son los ángeles.
13:40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema
en el fuego, asíseráen el fin de este siglo.
13:41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán
de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que
hacen iniquidad,
13:42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el
crujir de dientes.
13:43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el
se levanta, de
noche y de día, y
la semilla brota
y crece sin que
él sepa cómo.
4:28 Porque de
suyo lleva fruto
la tierra, primero
hierba, luego
espiga, después
grano lleno en la
espiga;
4:29 y cuando el
fruto está
maduro, en
seguida se mete
la hoz, porque la
siega ha
llegado.
multitud.
8:20 Y se le
avisó,
diciendo: Tu
madre y tus
hermanos
están fuera y
quieren
verte.
8:21 El
entonces
respondiendo,
les dijo: Mi
madre y mis
hermanos son
los que oyen
la palabra de
Dios, y la
hacen.
4:30 Decía
también: ¿A qué
haremos
semejante el
reino de Dios, o
con qué parábola
lo
compararemos?
4:31 Es como el
grano de
mostaza, que
cuando se
siembra en
tierra, es la más
pequeña de todas
las semillas que
hay en la tierra;
4:32 pero
después de
sembrado, crece,
y se hace la
mayor de todas
las hortalizas, y
echa grandes
ramas, de tal
manera que las
aves del cielo
pueden morar
41
reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
bajo su sombra.
13:44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro
escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde
de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y
compra aquel campo.
4:33 Con
muchas
parábolas como
estas les hablaba
la palabra,
conforme a lo
que podían oír.
4:34 Y sin
parábolas no les
hablaba; aunque
a sus discípulos
en particular les
declaraba todo.
13:45 También el reino de los cielos es semejante a un
mercader que busca buenas perlas,
13:46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió
todo lo que tenía, y la compró.
13:47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red,
que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;
13:48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen
lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.
13:49 Asíserá al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán
a los malos de entre los justos,
13:50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el
crujir de dientes.
66.
(MATEO 13:10-23)
13:10 Entonces, acercándose los
discípulos, le dijeron: ¿Por qué
les hablas por parábolas?
13:11 El respondiendo, les dijo:
Porque a vosotros os es dado
saber los misterios del reino de
los cielos; mas a ellos no les es
dado.
13:12 Porque a cualquiera que
tiene, se le dará, y tendrá más;
pero al que no tiene, aun lo que
tiene le será quitado.
13:13 Por eso les hablo por
parábolas: porque viendo no ven,
y oyendo no oyen, ni entienden.
13:14 De manera que se cumple
en ellos la profecía de Isaías, que
dijo:
De oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo veréis, y no percibiréis.
13:15 Porque el corazón de este
pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyen
pesadamente,
(MARCOS 4:10-25)
4:10 Cuando estuvo solo, los que
estaban cerca de él con los doce le
preguntaron sobre la parábola.
4:11 Y les dijo: A vosotros os es
dado saber el misterio del reino de
Dios; mas a los que están fuera,
por parábolas todas las cosas;
4:12 para que viendo, vean y no
perciban; y oyendo, oigan y no
entiendan; para que no se
conviertan, y les sean perdonados
los pecados.
4:13 Y les dijo: ¿No sabéis esta
parábola? ¿Cómo, pues,
entenderéis todas las parábolas?
4:14 El sembrador es el que
siembra la palabra.
4:15 Y éstos son los de junto al
camino: en quienes se siembra la
palabra, pero después que la oyen,
en seguida viene Satanás, y quita
la palabra que se sembró en sus
corazones.
4:16 Estos son asimismo los que
(LUCAS 8:9-18)
8:9 Y sus discípulos le
preguntaron, diciendo:
¿Qué significa esta
parábola?
8:10 Y él dijo: A
vosotros os es dado
conocer los misterios del
reino de Dios; pero a los
otros por parábolas, para
que viendo no vean, y
oyendo no entiendan.
8:11 Esta es, pues, la
parábola: La semilla es la
palabra de Dios.
8:12 Y los de junto al
camino son los que oyen,
y luego viene el diablo y
quita de su corazón la
palabra, para que no
crean y se salven.
8:13 Los de sobre la
piedra son los que
habiendo oído, reciben la
palabra con gozo; pero
42
Y han cerrado sus ojos;
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y con el corazón entiendan,
Y se conviertan,
Y yo los sane.
13:16 Pero bienaventurados
vuestros ojos, porque ven; y
vuestros oídos, porque oyen.
13:17 Porque de cierto os digo,
que muchos profetas y justos
desearon ver lo que veis, y no lo
vieron; y oír lo que oís, y no lo
oyeron.
13:18 Oíd, pues, vosotros la
parábola del sembrador:
13:19 Cuando alguno oye la
palabra del reino y no la
entiende, viene el malo, y
arrebata lo que fue sembrado en
su corazón. Este es el que fue
sembrado junto al camino.
13:20 Y el que fue sembrado en
pedregales, éste es el que oye la
palabra, y al momento la recibe
con gozo;
13:21 pero no tiene raíz en sí,
sino que es de corta duración,
pues al venir la aflicción o la
persecución por causa de la
palabra, luego tropieza.
13:22 El que fue sembrado entre
espinos, éste es el que oye la
palabra, pero el afán de este siglo
y el engaño de las riquezas
ahogan la palabra, y se hace
infructuosa.
13:23 Mas el que fue sembrado
en buena tierra, éste es el que oye
y entiende la palabra, y da fruto;
y produce a ciento, a sesenta, y a
treinta por uno.
fueron sembrados en pedregales:
los que cuando han oído la
palabra, al momento la reciben
con gozo;
4:17 pero no tienen raíz en sí, sino
que son de corta duración, porque
cuando viene la tribulación o la
persecución por causa de la
palabra, luego tropiezan.
4:18 Estos son los que fueron
sembrados entre espinos: los que
oyen la palabra,
4:19 pero los afanes de este siglo,
y el engaño de las riquezas, y las
codicias de otras cosas, entran y
ahogan la palabra, y se hace
infructuosa.
4:20 Y éstos son los que fueron
sembrados en buena tierra: los que
oyen la palabra y la reciben, y dan
fruto a treinta, a sesenta, y a ciento
por uno.
éstos no tienen raíces;
creen por algún tiempo, y
en el tiempo de la prueba
se apartan.
8:14 La que cayó entre
espinos, éstos son los que
oyen, pero yéndose, son
ahogados por los afanes y
las riquezas y los placeres
de la vida, y no llevan
fruto.
8:15 Mas la que cayó en
buena tierra, éstos son los
que con corazón bueno y
recto retienen la palabra
oída, y dan fruto con
perseverancia.
8:16 Nadie que enciende
una luz la cubre con una
vasija, ni la pone debajo
de la cama, sino que la
pone en un candelero
4:21 También les dijo: ¿Acaso se
para que los que entran
trae la luz para ponerla debajo del vean la luz.
almud, o debajo de la cama? ¿No
8:17 Porque nada hay
es para ponerla en el candelero?
oculto, que no haya de
4:22 Porque no hay nada oculto
ser manifestado; ni
que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya
escondido, que no haya de salir a
de ser conocido, y de
luz.
salir a luz.
4:23 Si alguno tiene oídos para
8:18 Mirad, pues, cómo
oír, oiga.
oís; porque a todo el que
4:24 Les dijo también: Mirad lo
tiene, se le dará; y a todo
que oís; porque con la medida con el que no tiene, aun lo
que medís, os será medido, y aun
que piensa tener se le
se os añadirá a vosotros los que
quitará.
oís.
4:25 Porque al que tiene, se le
dará; y al que no tiene, aun lo que
tiene se le quitará.
67.
(MATEO 13:51-53)
13:51 Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.
43
13:52 El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de
familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
13:53 Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.
68.
MATEO 8:18-27
8:18 Viéndose Jesús rodeado de mucha
gente, mandó pasar al otro lado.
8:19 Y vino un escriba y le dijo:
Maestro, te seguiré adondequiera que
vayas.
8:20 Jesús le dijo: Las zorras tienen
guaridas, y las aves del cielo nidos;
mas el Hijo del Hombre no tiene dónde
recostar su cabeza.
8:21 Otro de sus discípulos le dijo:
Señor, permíteme que vaya primero y
entierre a mi padre.
8:22 Jesús le dijo: Sígueme; deja que
los muertos entierren a sus muertos.
MARCOS 4:35-41
4:35 Aquel día, cuando llegó
la noche, les dijo: Pasemos al
otro lado.
4:36 Y despidiendo a la
multitud, le tomaron como
estaba, en la barca; y había
también con él otras barcas.
4:37 Pero se levantó una gran
tempestad de viento, y
echaba las olas en la barca,
de tal manera que ya se
anegaba.
4:38 Y él estaba en la popa,
durmiendo sobre un cabezal;
y le despertaron, y le dijeron:
Maestro, ¿no tienes cuidado
8:23 Y entrando él en la barca, sus
que perecemos?
discípulos le siguieron.
8:24 Y he aquí que se levantó en el mar 4:39 Y levantándose,
reprendió al viento, y dijo al
una tempestad tan grande que las olas
mar: Calla, enmudece. Y
cubrían la barca; pero él dormía.
cesó el viento, y se hizo
8:25 Y vinieron sus discípulos y le
grande bonanza.
despertaron, diciendo: ¡Señor,
4:40 Y les dijo: ¿Por qué
sálvanos, que perecemos!
estáis así amedrentados?
8:26 El les dijo: ¿Por qué teméis,
¿Cómo no tenéis fe?
hombres de poca fe? Entonces,
levantándose, reprendió a los vientos y 4:41 Entonces temieron con
gran temor, y se decían el
al mar; y se hizo grande bonanza.
uno al otro: ¿Quién es éste,
8:27 Y los hombres se maravillaron,
que aun el viento y el mar le
diciendo: ¿Qué hombre es éste, que
obedecen?
aun los vientos y el mar le obedecen?
LUCAS 8:22-25
8:22 Aconteció un día,
que entró en una barca
con sus discípulos, y les
dijo: Pasemos al otro
lado del lago. Y
partieron.
8:23 Pero mientras
navegaban, él se durmió.
Y se desencadenó una
tempestad de viento en
el lago; y se anegaban y
peligraban.
8:24 Y vinieron a él y le
despertaron, diciendo:
¡Maestro, Maestro, que
perecemos! Despertando
él, reprendió al viento y
a las olas; y cesaron, y
se hizo bonanza.
8:25 Y les dijo: ¿Dónde
está vuestra fe? Y
atemorizados, se
maravillaban, y se
decían unos a otros:
¿Quién es éste, que aun
a los vientos y a las
aguas manda, y le
obedecen?
69.
MATEO 8:28-34
8:28 Cuando
llegó a la otra
orilla, a la tierra
de los gadarenos,
vinieron a su
encuentro dos
MARCOS 5:1-20
5:1 Vinieron al otro lado del mar, a la
región de los gadarenos.
5:2 Y cuando salió él de la barca, en
seguida vino a su encuentro, de los
sepulcros, un hombre con un espíritu
inmundo,
LUCAS 8:26-39
8:26 Y arribaron a la tierra de los
gadarenos, que está en la ribera
opuesta a Galilea.
8:27 Al llegar él a tierra, vino a su
encuentro un hombre de la ciudad,
endemoniado desde hacía mucho
44
endemoniados
que salían de los
sepulcros, feroces
en gran manera,
tanto que nadie
podía pasar por
aquel camino.
8:29 Y clamaron
diciendo: ¿Qué
tienes con
nosotros, Jesús,
Hijo de Dios?
¿Has venido acá
para
atormentarnos
antes de tiempo?
8:30 Estaba
paciendo lejos de
ellos un hato de
muchos cerdos.
8:31 Y los
demonios le
rogaron diciendo:
Si nos echas
fuera, permítenos
ir a aquel hato de
cerdos.
8:32 El les dijo:
Id. Y ellos
salieron, y se
fueron a aquel
hato de cerdos; y
he aquí, todo el
hato de cerdos se
precipitó en el
mar por un
despeñadero, y
perecieron en las
aguas.
8:33 Y los que
los apacentaban
huyeron, y
viniendo a la
ciudad, contaron
todas las cosas, y
lo que había
pasado con los
endemoniados.
8:34 Y toda la
5:3 que tenía su morada en los sepulcros,
y nadie podía atarle, ni aun con cadenas.
5:4 Porque muchas veces había sido
atado con grillos y cadenas, mas las
cadenas habían sido hechas pedazos por
él, y desmenuzados los grillos; y nadie le
podía dominar.
5:5 Y siempre, de día y de noche, andaba
dando voces en los montes y en los
sepulcros, e hiriéndose con piedras.
5:6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos,
corrió, y se arrodilló ante él.
5:7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué
tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios
Altísimo? Te conjuro por Dios que no
me atormentes.
5:8 Porque le decía: Sal de este hombre,
espíritu inmundo.
5:9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y
respondió diciendo: Legión me llamo;
porque somos muchos.
5:10 Y le rogaba mucho que no los
enviase fuera de aquella región.
5:11 Estaba allí cerca del monte un gran
hato de cerdos paciendo.
5:12 Y le rogaron todos los demonios,
diciendo: Envíanos a los cerdos para que
entremos en ellos.
5:13 Y luego Jesús les dio permiso. Y
saliendo aquellos espíritus inmundos,
entraron en los cerdos, los cuales eran
como dos mil; y el hato se precipitó en el
mar por un despeñadero, y en el mar se
ahogaron.
5:14 Y los que apacentaban los cerdos
huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en
los campos. Y salieron a ver qué era
aquello que había sucedido.
5:15 Vienen a Jesús, y ven al que había
sido atormentado del demonio, y que
había tenido la legión, sentado, vestido y
en su juicio cabal; y tuvieron miedo.
5:16 Y les contaron los que lo habían
visto, cómo le había acontecido al que
había tenido el demonio, y lo de los
cerdos.
5:17 Y comenzaron a rogarle que se
fuera de sus contornos.
5:18 Al entrar él en la barca, el que había
tiempo; y no vestía ropa, ni
moraba en casa, sino en los
sepulcros.
8:28 Este, al ver a Jesús, lanzó un
gran grito, y postrándose a sus
pies exclamó a gran voz: ¿Qué
tienes conmigo, Jesús, Hijo del
Dios Altísimo? Te ruego que no
me atormentes.
8:29 (Porque mandaba al espíritu
inmundo que saliese del hombre,
pues hacía mucho tiempo que se
había apoderado de él; y le ataban
con cadenas y grillos, pero
rompiendo las cadenas, era
impelido por el demonio a los
desiertos.)
8:30 Y le preguntó Jesús,
diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él
dijo: Legión. Porque muchos
demonios habían entrado en él.
8:31 Y le rogaban que no los
mandase ir al abismo.
8:32 Había allí un hato de muchos
cerdos que pacían en el monte; y
le rogaron que los dejase entrar en
ellos; y les dio permiso.
8:33 Y los demonios, salidos del
hombre, entraron en los cerdos; y
el hato se precipitó por un
despeñadero al lago, y se ahogó.
8:34 Y los que apacentaban los
cerdos, cuando vieron lo que
había acontecido, huyeron, y
yendo dieron aviso en la ciudad y
por los campos.
8:35 Y salieron a ver lo que había
sucedido; y vinieron a Jesús, y
hallaron al hombre de quien
habían salido los demonios,
sentado a los pies de Jesús,
vestido, y en su cabal juicio; y
tuvieron miedo.
8:36 Y los que lo habían visto, les
contaron cómo había sido salvado
el endemoniado.
8:37 Entonces toda la multitud de
la región alrededor de los
gadarenos le rogó que se marchase
45
ciudad salió al
encuentro de
Jesús; y cuando le
vieron, le rogaron
que se fuera de
sus contornos.
estado endemoniado le rogaba que le
dejase estar con él.
5:19 Mas Jesús no se lo permitió, sino
que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y
cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha
hecho contigo, y cómo ha tenido
misericordia de ti.
5:20 Y se fue, y comenzó a publicar en
Decápolis cuán grandes cosas había
hecho Jesús con él; y todos se
maravillaban.
de ellos, pues tenían gran temor.
Y Jesús, entrando en la barca, se
volvió.
8:38 Y el hombre de quien habían
salido los demonios le rogaba que
le dejase estar con él; pero Jesús le
despidió, diciendo:
8:39 Vuélvete a tu casa, y cuenta
cuán grandes cosas ha hecho Dios
contigo. Y él se fue, publicando
por toda la ciudad cuán grandes
cosas había hecho Jesús con él.
70.
MATEO 9:1
9:1 Entonces, entrando
Jesús en la barca, pasó
al otro lado y vino a su
ciudad.
MARCOS 5:21
5:21 Pasando otra vez Jesús en una barca
a la otra orilla, se reunió alrededor de él
una gran multitud; y él estaba junto al
mar.
LUCAS 8:40
8:40 Cuando volvió Jesús,
le recibió la multitud con
gozo; porque todos le
esperaban.
71.
MATEO 9:14-17
9:14 Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos
ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?
9:15 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está
con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
9:16 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y
se hace peor la rotura.
9:17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se
derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se
conservan juntamente.
72.
MATEO 9:18-19
9:18 Mientras él les decía
estas cosas, vino un hombre
principal y se postró ante
él, diciendo: Mi hija acaba
de morir; mas ven y pon tu
mano sobre ella, y vivirá.
9:19 Y se levantó Jesús, y
le siguió con sus discípulos.
MARCOS 5:22-23
5:22 Y vino uno de los
principales de la sinagoga,
llamado Jairo; y luego que le
vio, se postró a sus pies,
5:23 y le rogaba mucho,
diciendo: Mi hija está
agonizando; ven y pon las
manos sobre ella para que sea
salva, y vivirá.
LUCAS 8:41-42
8:41 Entonces vino un varón
llamado Jairo, que era principal
de la sinagoga, y postrándose a
los pies de Jesús, le rogaba que
entrase en su casa;
8:42 porque tenía una hija única,
como de doce años, que se estaba
muriendo. Y mientras iba, la
multitud le oprimía.
46
73.
MATEO 9:20-22
9:20 Y he aquí
una mujer
enferma de flujo
de sangre desde
hacía doce años,
se le acercó por
detrás y tocó el
borde de su
manto;
9:21 porque
decía dentro de
sí: Si tocare
solamente su
manto, seré
salva.
9:22 Pero Jesús,
volviéndose y
mirándola, dijo:
Ten ánimo, hija;
tu fe te ha
salvado. Y la
mujer fue salva
desde aquella
hora.
MARCOS 5:24-34
5:24 Fue, pues, con él; y le seguía una gran
multitud, y le apretaban.
5:25 Pero una mujer que desde hacía doce
años padecía de flujo de sangre,
5:26 y había sufrido mucho de muchos
médicos, y gastado todo lo que tenía, y
nada había aprovechado, antes le iba peor,
5:27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por
detrás entre la multitud, y tocó su manto.
5:28 Porque decía: Si tocare tan solamente
su manto, seré salva.
5:29 Y en seguida la fuente de su sangre se
secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana
de aquel azote.
5:30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo
el poder que había salido de él,
volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha
tocado mis vestidos?
5:31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la
multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha
tocado?
5:32 Pero él miraba alrededor para ver
quién había hecho esto.
5:33 Entonces la mujer, temiendo y
temblando, sabiendo lo que en ella había
sido hecho, vino y se postró delante de él,
y le dijo toda la verdad.
5:34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho
salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.
LUCAS 8:43-48
8:43 Pero una mujer que padecía
de flujo de sangre desde hacía
doce años, y que había gastado
en médicos todo cuanto tenía, y
por ninguno había podido ser
curada,
8:44 se le acercó por detrás y
tocó el borde de su manto; y al
instante se detuvo el flujo de su
sangre.
8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién
es el que me ha tocado? Y
negando todos, dijo Pedro y los
que con él estaban: Maestro, la
multitud te aprieta y oprime, y
dices: ¿Quién es el que me ha
tocado?
8:46 Pero Jesús dijo: Alguien me
ha tocado; porque yo he
conocido que ha salido poder de
mí.
8:47 Entonces, cuando la mujer
vio que no había quedado oculta,
vino temblando, y postrándose a
sus pies, le declaró delante de
todo el pueblo por qué causa le
había tocado, y cómo al instante
había sido sanada.
8:48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha
salvado; ve en paz.
MARCOS 5:35-43
LUCAS 8:49-56
74.
MATEO 9:2326
9:23 Al entrar
Jesús en la casa
del principal,
viendo a los que
tocaban flautas,
y la gente que
hacía alboroto,
9:24 les dijo:
Apartaos,
porque la niña
no está muerta,
5:35 Mientras él aún hablaba, vinieron de
casa del principal de la sinagoga, diciendo:
Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más
al Maestro?
5:36 Pero Jesús, luego que oyó lo que se
decía, dijo al principal de la sinagoga: No
temas, cree solamente.
5:37 Y no permitió que le siguiese nadie
sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de
Jacobo.
5:38 Y vino a casa del principal de la
8:49 Estaba hablando aún,
cuando vino uno de casa del
principal de la sinagoga a
decirle: Tu hija ha muerto; no
molestes más al Maestro.
8:50 Oyéndolo Jesús, le
respondió: No temas; cree
solamente, y será salva.
8:51 Entrando en la casa, no dejó
entrar a nadie consigo, sino a
Pedro, a Jacobo, a Juan, y al
47
sino duerme. Y
se burlaban de
él.
9:25 Pero
cuando la gente
había sido
echada fuera,
entró, y tomó de
la mano a la
niña, y ella se
levantó.
9:26 Y se
difundió la
fama de esto
por toda aquella
tierra.
sinagoga, y vio el alboroto y a los que
lloraban y lamentaban mucho.
5:39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué
alborotáis y lloráis? La niña no está muerta,
sino duerme.
5:40 Y se burlaban de él. Mas él, echando
fuera a todos, tomó al padre y a la madre de
la niña, y a los que estaban con él, y entró
donde estaba la niña.
5:41 Y tomando la mano de la niña, le dijo:
Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te
digo, levántate.
5:42 Y luego la niña se levantó y andaba,
pues tenía doce años. Y se espantaron
grandemente.
5:43 Pero él les mandó mucho que nadie lo
supiese, y dijo que se le diese de comer.
padre y a la madre de la niña.
8:52 Y lloraban todos y hacían
lamentación por ella. Pero él
dijo: No lloréis; no está muerta,
sino que duerme.
8:53 Y se burlaban de él,
sabiendo que estaba muerta.
8:54 Mas él, tomándola de la
mano, clamó diciendo:
Muchacha, levántate.
8:55 Entonces su espíritu volvió,
e inmediatamente se levantó; y él
mandó que se le diese de comer.
8:56 Y sus padres estaban
atónitos; pero Jesús les mandó
que a nadie dijesen lo que había
sucedido.
75.
MATEO 9:27-34
9:27 Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de
nosotros, Hijo de David!
9:28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto?
Ellos dijeron: Sí, Señor.
9:29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
9:30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que
nadie lo sepa.
9:31 Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.
9:32 Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado.
9:33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha
visto cosa semejante en Israel.
9:34 Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
76.
(MATEO 13:54-58)
13:54 Y venido a su tierra, les enseñaba
en la sinagoga de ellos, de tal manera
que se maravillaban, y decían: ¿De
dónde tiene éste esta sabiduría y estos
milagros?
13:55 ¿No es éste el hijo del carpintero?
¿No se llama su madre María, y sus
hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?
13:56 ¿No están todas sus hermanas con
nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste
MARCOS 6:1-6a
6:1 Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus
discípulos.
6:2 Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la
sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían:
¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es
esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos
son hechos?
6:3 ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de
Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están
también aquí con nosotros sus hermanas? Y se
48
todas estas cosas?
13:57 Y se escandalizaban de él. Pero
Jesús les dijo: No hay profeta sin honra,
sino en su propia tierra y en su casa.
13:58 Y no hizo allí muchos milagros, a
causa de la incredulidad de ellos.
escandalizaban de él.
6:4 Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino
en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.
6:5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó
a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las
manos.
6:6a Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos.
77.
MATEO 9:35-38
9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos,
y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el
pueblo.
9:36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas
y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
9:37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros
pocos.
9:38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
MARCOS
6:6b
6:6b Y
recorría las
aldeas de
alrededor,
enseñando.
78.
MATEO 10:1-11:1
10:1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad
sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para
sanar toda enfermedad y toda dolencia.
10:2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero
Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de
Zebedeo, y Juan su hermano;
10:3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo
de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo,
10:4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le
entregó.
10:5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo:
Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no
entréis,
10:6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
10:7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha
acercado.
10:8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad
fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
10:9 No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos;
10:10 ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de
calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.
10:11 Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos
MARCOS
6:7-13
6:7 Después
llamó a los
doce, y
comenzó a
enviarlos de
dos en dos; y
les dio
autoridad
sobre los
espíritus
inmundos.
6:8 Y les
mandó que no
llevasen nada
para el
camino, sino
solamente
bordón; ni
alforja, ni
pan, ni dinero
en el cinto,
6:9 sino que
calzasen
LUCAS 9:16
9:1 Habiendo
reunido a sus
doce
discípulos,
les dio poder
y autoridad
sobre todos
los demonios,
y para sanar
enfermedades
.
9:2 Y los
envió a
predicar el
reino de
Dios, y a
sanar a los
enfermos.
9:3 Y les
dijo: No
toméis nada
para el
camino, ni
49
quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis.
10:12 Y al entrar en la casa, saludadla.
10:13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas
si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
10:14 Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid
de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
10:15 De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable
el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para
aquella ciudad.
10:16 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed,
pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
10:17 Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los
concilios, y en sus sinagogas os azotarán;
10:18 y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa
de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.
10:19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué
hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de
hablar.
10:20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de
vuestro Padre que habla en vosotros.
10:21 El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al
hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.
10:22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas
el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
10:23 Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque
de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades
de Israel, antes que venga el Hijo de Hombre.
10:24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que
su señor.
10:25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como
su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzeb, ¿cuánto más a
los de su casa?
10:26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no
haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
10:27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís
al oído, proclamadlo desde las azoteas.
10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no
pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma
y el cuerpo en el infierno.
10:29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni
uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
10:30 Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
10:31 Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos
pajarillos.
10:32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los
hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en
los cielos.
sandalias, y
no vistiesen
dos túnicas.
6:10 Y les
dijo:
Dondequiera
que entréis en
una casa,
posad en ella
hasta que
salgáis de
aquel lugar.
6:11 Y si en
algún lugar
no os
recibieren ni
os oyeren,
salid de allí, y
sacudid el
polvo que
está debajo de
vuestros pies,
para
testimonio a
ellos. De
cierto os digo
que en el día
del juicio,
será más
tolerable el
castigo para
los de
Sodoma y
Gomorra, que
para aquella
ciudad.
6:12 Y
saliendo,
predicaban
que los
hombres se
arrepintiesen.
6:13 Y
echaban fuera
muchos
demonios, y
ungían con
aceite a
muchos
bordón, ni
alforja, ni
pan, ni
dinero; ni
llevéis dos
túnicas.
9:4 Y en
cualquier
casa donde
entréis,
quedad allí, y
de allí salid.
9:5 Y
dondequiera
que no os
recibieren,
salid de
aquella
ciudad, y
sacudid el
polvo de
vuestros pies
en testimonio
contra ellos.
9:6 Y
saliendo,
pasaban por
todas las
aldeas,
anunciando el
evangelio y
sanando por
todas partes.
50
10:33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo
también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
enfermos, y
los sanaban.
10:34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he
venido para traer paz, sino espada.
10:35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra
su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra;
10:36 y los enemigos del hombre serán los de su casa.
10:37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de
mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;
10:38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno
de mí.
10:39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por
causa de mí, la hallará.
10:40 El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe
a mí, recibe al que me envió.
10:41 El que recibe a un profeta por cuanto es profeta,
recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por
cuanto es justo, recompensa de justo recibirá.
10:42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de
agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que
no perderá su recompensa.
11:1 Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce
discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de
ellos.
79.
MATEO 14:1-2
14:1 En aquel
tiempo Herodes el
tetrarca oyó la
fama de Jesús,
14:2 y dijo a sus
criados: Este es
Juan el Bautista;
ha resucitado de
los muertos, y por
eso actúan en él
estos poderes.
MARCOS 6:14-16
6:14 Oyó el rey Herodes la fama de
Jesús, porque su nombre se había
hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista
ha resucitado de los muertos, y por eso
actúan en él estos poderes.
6:15 Otros decían: Es Elías. Y otros
decían: Es un profeta, o alguno de los
profetas.
6:16 Al oír esto Herodes, dijo: Este es
Juan, el que yo decapité, que ha
resucitado de los muertos.
LUCAS 9:7-9
9:7 Herodes el tetrarca oyó de todas
las cosas que hacía Jesús; y estaba
perplejo, porque decían algunos:
Juan ha resucitado de los muertos;
9:8 otros: Elías ha aparecido; y
otros: Algún profeta de los antiguos
ha resucitado.
9:9 Y dijo Herodes: A Juan yo le
hice decapitar; ¿quién, pues, es éste,
de quien oigo tales cosas? Y
procuraba verle.
80.
MATEO 14:3-12
14:3 Porque Herodes había
prendido a Juan, y le había
MARCOS 6:17-29
6:17 Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a
Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de
51
encadenado y metido en la cárcel,
por causa de Herodías, mujer de
Felipe su hermano;
14:4 porque Juan le decía: No te
es lícito tenerla.
14:5 Y Herodes quería matarle,
pero temía al pueblo; porque
tenían a Juan por profeta.
14:6 Pero cuando se celebraba el
cumpleaños de Herodes, la hija de
Herodías danzó en medio, y
agradó a Herodes,
14:7 por lo cual éste le prometió
con juramento darle todo lo que
pidiese.
14:8 Ella, instruida primero por su
madre, dijo: Dame aquí en un
plato la cabeza de Juan el Bautista.
14:9 Entonces el rey se entristeció;
pero a causa del juramento, y de
los que estaban con él a la mesa,
mandó que se la diesen,
14:10 y ordenó decapitar a Juan en
la cárcel.
14:11 Y fue traída su cabeza en un
plato, y dada a la muchacha; y ella
la presentó a su madre.
14:12 Entonces llegaron sus
discípulos, y tomaron el cuerpo y
lo enterraron; y fueron y dieron las
nuevas a Jesús.
Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado
por mujer.
6:18 Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la
mujer de tu hermano.
6:19 Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no
podía;
6:20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón
justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba
muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana.
6:21 Pero venido un día oportuno, en que Herodes, en la
fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y
tribunos y a los principales de Galilea,
6:22 entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes
y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la
muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.
6:23 Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad
de mi reino.
6:24 Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le
dijo: La cabeza de Juan el Bautista.
6:25 Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo:
Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan
el Bautista.
6:26 Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del
juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso
desecharla.
6:27 Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia,
mandó que fuese traída la cabeza de Juan.
6:28 El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza
en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su
madre.
6:29 Cuando oyeron esto sus discípulos, vinieron y tomaron
su cuerpo, y lo pusieron en un sepulcro.
81.
MARCOS 6:30-31
6:30 Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que
habían hecho, y lo que habían enseñado.
6:31 Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un
poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían
tiempo para comer.
LUCAS 9:10a
9:10a Vueltos los
apóstoles, le
contaron todo lo
que habían hecho.
82.
MATEO 14:1321
14:13 Oyéndolo
Jesús, se apartó
MARCOS 6:32-44
6:32 Y se fueron solos
en una barca a un lugar
LUCAS 9:10b-17
9:10b Y
tomándolos, se
JUAN 6:1-15
6:1 Después de esto, Jesús
fue al otro lado del mar de
52
de allí en una
barca a un lugar
desierto y
apartado; y
cuando la gente lo
oyó, le siguió a
pie desde las
ciudades.
14:14 Y saliendo
Jesús, vio una
gran multitud, y
tuvo compasión
de ellos, y sanó a
los que de ellos
estaban enfermos.
14:15 Cuando
anochecía, se
acercaron a él sus
discípulos,
diciendo: El lugar
es desierto, y la
hora ya pasada;
despide a la
multitud, para que
vayan por las
aldeas y compren
de comer.
14:16 Jesús les
dijo: No tienen
necesidad de irse;
dadles vosotros
de comer.
14:17 Y ellos
dijeron: No
tenemos aquí sino
cinco panes y dos
peces.
14:18 Él les dijo:
Traédmelos acá.
14:19 Entonces
mandóa la gente
recostarse sobre
la hierba; y
tomando los cinco
panes y los dos
peces, y
levantando los
ojos al cielo,
bendijo, y partió y
desierto.
6:33 Pero muchos los
vieron ir, y le
reconocieron; y muchos
fueron allá a pie desde
las ciudades, y llegaron
antes que ellos, y se
juntaron a él.
6:34 Y salió Jesús y vio
una gran multitud, y
tuvo compasión de
ellos, porque eran como
ovejas que no tenían
pastor; y comenzó a
enseñarles muchas
cosas.
6:35 Cuando ya era
muy avanzada la hora,
sus discípulos se
acercaron a él,
diciendo: El lugar es
desierto, y la hora ya
muy avanzada.
6:36 Despídelos para
que vayan a los campos
y aldeas de alrededor, y
compren pan, pues no
tienen qué comer.
6:37 Respondiendo él,
les dijo: Dadles
vosotros de comer.
Ellos le dijeron: ¿Que
vayamos y compremos
pan por doscientos
denarios, y les demos
de comer?
6:38 Él les dijo:
¿Cuántos panes tenéis?
Id y vedlo. Y al
saberlo, dijeron: Cinco,
y dos peces.
6:39 Y les mandó que
hiciesen recostar a
todos por grupos sobre
la hierba verde.
6:40 Y se recostaron
por grupos, de ciento
en ciento, y de
cincuenta en cincuenta.
retiró aparte, a un
lugar desierto de la
ciudad llamada
Betsaida.
9:11 Y cuando la
gente lo supo, le
siguió; y él les
recibió, y les
hablaba del reino
de Dios, y sanaba a
los que necesitaban
ser curados.
9:12 Pero el día
comenzaba a
declinar; y
acercándose los
doce, le dijeron:
Despide a la gente,
para que vayan a
las aldeas y campos
de alrededor, y se
alojen y encuentren
alimentos; porque
aquí estamos en
lugar desierto.
9:13 Él les dijo:
Dadles vosotros de
comer. Y dijeron
ellos: No tenemos
más que cinco
panes y dos
pescados, a no ser
que vayamos
nosotros a comprar
alimentos para toda
esta multitud.
9:14 Y eran como
cinco mil hombres.
Entonces dijo a sus
discípulos:
Hacedlos sentar en
grupos, de
cincuenta en
cincuenta.
9:15 Así lo
hicieron,
haciéndolos sentar
a todos.
9:16 Y tomando los
Galilea, el de Tiberias.
6:2 Y le seguía gran
multitud, porque veían las
señales que hacía en los
enfermos.
6:3 Entonces subió Jesús a
un monte, y se sentó allí con
sus discípulos.
6:4 Y estaba cerca la pascua,
la fiesta de los judíos.
6:5 Cuando alzó Jesús los
ojos, y vio que había venido
a él gran multitud, dijo a
Felipe: ¿De dónde
compraremos pan para que
coman éstos?
6:6 Pero esto decía para
probarle; porque él sabía lo
que había de hacer.
6:7 Felipe le respondió:
Doscientos denarios de pan
no bastarían para que cada
uno de ellos tomase un
poco.
6:8 Uno de sus discípulos,
Andrés, hermano de Simón
Pedro, le dijo:
6:9 Aquí está un muchacho,
que tiene cinco panes de
cebada y dos pececillos; mas
¿qué es esto para tantos?
6:10 Entonces Jesús dijo:
Haced recostar la gente. Y
había mucha hierba en aquel
lugar; y se recostaron como
en número de cinco mil
varones.
6:11 Y tomó Jesús aquellos
panes, y habiendo dado
gracias, los repartió entre los
discípulos, y los discípulos
entre los que estaban
recostados; asimismo de los
peces, cuanto querían.
6:12 Y cuando se hubieron
saciado, dijo a sus
discípulos: Recoged los
pedazos que sobraron, para
que no se pierda nada.
53
dio los panes a los
discípulos, y los
discípulos a la
multitud.
14:20 Y comieron
todos, y se
saciaron; y
recogieron lo que
sobró de los
pedazos, doce
cestas llenas.
14:21 Y los que
comieron fueron
como cinco mil
hombres, sin
contar las mujeres
y los niños.
6:41 Entonces tomó los
cinco panes y los dos
peces, y levantando los
ojos al cielo, bendijo, y
partió los panes, y dio a
sus discípulos para que
los pusiesen delante; y
repartió los dos peces
entre todos.
6:42 Y comieron todos,
y se saciaron.
6:43 Y recogieron de
los pedazos doce cestas
llenas, y de lo que
sobró de los peces.
6:44 Y los que
comieron eran cinco
mil hombres.
cinco panes y los
dos pescados,
levantando los ojos
al cielo, los
bendijo, y los
partió, y dio a sus
discípulos para que
los pusiesen delante
de la gente.
9:17 Y comieron
todos, y se
saciaron; y
recogieron lo que
les sobró, doce
cestas de pedazos.
6:13 Recogieron, pues, y
llenaron doce cestas de
pedazos, que de los cinco
panes de cebada sobraron a
los que habían comido.
6:14 Aquellos hombres
entonces, viendo la señal que
Jesús había hecho, dijeron:
Este verdaderamente es el
profeta que había de venir al
mundo.
6:15 Pero entendiendo Jesús
que iban a venir para
apoderarse de él y hacerle
rey, volvió a retirarse al
monte él solo.
83.
MATEO 14:22-33
14:22 En seguida Jesús hizo a sus
discípulos entrar en la barca e ir delante de
él a la otra ribera, entre tanto que él
despedía a la multitud.
14:23 Despedida la multitud, subió al
monte a orar aparte; y cuando llegó la
noche, estaba allí solo.
14:24 Y ya la barca estaba en medio del
mar, azotada por las olas; porque el viento
era contrario.
14:25 Mas a la cuarta vigilia de la noche,
Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
14:26 Y los discípulos, viéndole andar
sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un
fantasma! Y dieron voces de miedo.
14:27 Pero en seguida Jesús les habló,
diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
14:28 Entonces le respondió Pedro, y dijo:
Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti
sobre las aguas.
14:29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo
Pedro de la barca, andaba sobre las aguas
para ir a Jesús.
14:30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo
miedo; y comenzando a hundirse, dio
voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
MARCOS 6:45-52
6:45 En seguida hizo a sus
discípulos entrar en la barca
e ir delante de él a Betsaida,
en la otra ribera, entre tanto
que él despedía a la
multitud.
6:46 Y después que los hubo
despedido, se fue al monte a
orar;
6:47 y al venir la noche, la
barca estaba en medio del
mar, y él solo en tierra.
6:48 Y viéndoles remar con
gran fatiga, porque el viento
les era contrario, cerca de la
cuarta vigilia de la noche
vino a ellos andando sobre
el mar, y quería
adelantárseles.
6:49 Viéndole ellos andar
sobre el mar, pensaron que
era un fantasma, y gritaron;
6:50 porque todos le veían,
y se turbaron. Pero en
seguida habló con ellos, y
les dijo: ¡Tened ánimo; yo
JUAN 6:16-21
6:16 Al
anochecer,
descendieron sus
discípulos al mar,
6:17 y entrando en
una barca, iban
cruzando el mar
hacia Capernaum.
Estaba ya oscuro,
y Jesús no había
venido a ellos.
6:18 Y se
levantaba el mar
con un gran viento
que soplaba.
6:19 Cuando
habían remado
como veinticinco
o treinta estadios,
vieron a Jesús que
andaba sobre el
mar y se acercaba
a la barca; y
tuvieron miedo.
6:20 Mas él les
dijo: Yo soy; no
54
14:31 Al momento Jesús, extendiendo la
mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de
poca fe! ¿Por qué dudaste?
14:32 Y cuando ellos subieron en la barca,
se calmó el viento.
14:33 Entonces los que estaban en la barca
vinieron y le adoraron, diciendo:
Verdaderamente eres Hijo de Dios.
soy, no temáis!
6:51 Y subió a ellos en la
barca, y se calmó el viento;
y ellos se asombraron en
gran manera, y se
maravillaban.
6:52 Porque aún no habían
entendido lo de los panes,
por cuanto estaban
endurecidos sus corazones.
temáis.
6:21 Ellos
entonces con
gusto le recibieron
en la barca, la cual
llegó en seguida a
la tierra adonde
iban.
84.
MATEO 14:34-36
14:34 Y terminada la travesía, vinieron a tierra de
Genesaret.
14:35 Cuando le conocieron los hombres de aquel
lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra
alrededor, y trajeron a él todos los enfermos;
14:36 y le rogaban que les dejase tocar solamente
el borde de su manto; y todos los que lo tocaron,
quedaron sanos.
MARCOS 6:53-55
6:53 Terminada la travesía, vinieron a tierra
de Genesaret, y arribaron a la orilla.
6:54 Y saliendo ellos de la barca, en seguida
la gente le conoció.
6:55 Y recorriendo toda la tierra de
alrededor, comenzaron a traer de todas
partes enfermos en lechos, a donde oían que
estaba.
85.
MARCOS 6:56
6:56 Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que
estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que
le tocaban quedaban sanos.
86.
JUAN 6:22-65
6:22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que
una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido
solos.
6:23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan
después de haber dado gracias el Señor.
6:24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y
fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
6:25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
6:26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto
las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
6:27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la
cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
55
6:29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
6:30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra
haces?
6:31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a
comer.
6:32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre
os da el verdadero pan del cielo.
6:33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
6:34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí
cree, no tendrá sed jamás.
6:36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me
envió.
6:39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo
nada, sino que lo resucite en el día postrero.
6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él,
tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
6:41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del
cielo.
6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos?
¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
6:43 Jesús respondió y les dijo:No murmuréis entre vosotros.
6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día
postrero.
6:45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al
Padre, y aprendió de él, viene a mí.
6:46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
6:47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
6:48 Yo soy el pan de vida.
6:49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
6:50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para
siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
6:52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su
carne?
6:53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día
postrero.
6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él
también vivirá por mí.
6:58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y
murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
6:59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
56
6:60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
6:61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os
ofende?
6:62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida.
6:64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran
los que no creían, y quién le había de entregar.
6:65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
87.
MATEO 15:1-20
15:1 Entonces se acercaron a Jesús
ciertos escribas y fariseos de Jerusalén,
diciendo:
15:2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan
la tradición de los ancianos? Porque no
se lavan las manos cuando comen pan.
15:3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué
también vosotros quebrantáis el
mandamiento de Dios por vuestra
tradición?
15:4 Porque Dios mandó diciendo:
Honra a tu padre y a tu madre; y: El que
maldiga al padre o a la madre, muera
irremisiblemente.
15:5 Pero vosotros decís: Cualquiera
que diga a su padre o a su madre: Es mi
ofrenda a Dios todo aquello con que
pudiera ayudarte,
15:6 ya no ha de honrar a su padre o a su
madre. Así habéis invalidado el
mandamiento de Dios por vuestra
tradición.
15:7 Hipócritas, bien profetizó de
vosotros Isaías, cuando dijo:
15:8 Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
15:9 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas,
mandamientos de hombres.
15:10 Y llamando a sí a la multitud, les
dijo: Oíd, y entended:
15:11 No lo que entra en la boca
contamina al hombre; mas lo que sale de
la boca, esto contamina al hombre.
15:12 Entonces acercándose sus
MARCOS 7:1-23
7:1 Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los
escribas, que habían venido de Jerusalén;
7:2 los cuales, viendo a algunos de los discípulos de
Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no
lavadas, los condenaban.
7:3 Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a
la tradición de los ancianos, si muchas veces no se
lavan las manos, no comen.
7:4 Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen.
Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar,
como los lavamientos de los vasos de beber, y de los
jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos.
7:5 Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas:
¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la
tradición de los ancianos, sino que comen pan con
manos inmundas?
7:6 Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó
de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo de labios me honra,
Mas su corazón está lejos de mí.
7:7 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
7:8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis
a la tradición de los hombres: los lavamientos de los
jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas
cosas semejantes.
7:9 Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento
de Dios para guardar vuestra tradición.
7:10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre;
y: El que maldiga al padre o a la madre, muera
irremisiblemente.
7:11 Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al
padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi
ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte,
7:12 y no le dejáis hacer más por su padre o por su
57
discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los
fariseos se ofendieron cuando oyeron
esta palabra?
15:13 Pero respondiendo él, dijo: Toda
planta que no plantó mi Padre celestial,
será desarraigada.
15:14 Dejadlos; son ciegos guías de
ciegos; y si el ciego guiare al ciego,
ambos caerán en el hoyo.
15:15 Respondiendo Pedro, le dijo:
Explícanos esta parábola.
15:16 Jesús dijo: ¿También vosotros
sois aún sin entendimiento?
15:17 ¿No entendéis que todo lo que
entra en la boca va al vientre, y es
echado en la letrina?
15:18 Pero lo que sale de la boca, del
corazón sale; y esto contamina al
hombre.
15:19 Porque del corazón salen los
malos pensamientos, los homicidios, los
adulterios, las fornicaciones, los hurtos,
los falsos testimonios, las blasfemias.
15:20 Estas cosas son las que
contaminan al hombre; pero el comer
con las manos sin lavar no contamina al
hombre.
madre,
7:13 invalidando la palabra de Dios con vuestra
tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas
hacéis semejantes a estas.
7:14 Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme
todos, y entended:
7:15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le
pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que
contamina al hombre.
7:16 Si alguno tiene oídos para oír, oiga.
7:17 Cuando se alejó de la multitud y entró en casa, le
preguntaron sus discípulos sobre la parábola.
7:18 Él les dijo: ¿También vosotros estáis así sin
entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que
entra en el hombre, no le puede contaminar,
7:19 porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y
sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los
alimentos.
7:20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso
contamina al hombre.
7:21 Porque de dentro, del corazón de los hombres,
salen los malos pensamientos, los adulterios, las
fornicaciones, los homicidios,
7:22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño,
la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la
insensatez.
7:23 Todas estas maldades de dentro salen, y
contaminan al hombre.
88.
MATEO 15:21
15:21 Saliendo Jesús de allí, se fue a la
región de Tiro y de Sidón.
MARCOS 7:24a
7:24a Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y
de Sidón
89.
MATEO 15:22-28
15:22 Y he aquí una mujer cananea que había
salido de aquella región clamaba, diciéndole:
¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi
hija es gravemente atormentada por un demonio.
15:23 Pero Jesús no le respondió palabra.
Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron,
diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.
15:24 El respondiendo, dijo: No soy enviado sino
a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
15:25 Entonces ella vino y se postró ante él,
MARCOS 7:24b-30
7:24b y entrando en una casa, no quiso que
nadie lo supiese; pero no pudo esconderse.
7:25 Porque una mujer, cuya hija tenía un
espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y
se postró a sus pies.
7:26 La mujer era griega, y sirofenicia de
nación; y le rogaba que echase fuera de su
hija al demonio.
7:27 Pero Jesús le dijo: Deja primero que se
sacien los hijos, porque no está bien tomar el
58
diciendo: ¡Señor, socórreme!
15:26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar
el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
15:27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos
comen de las migajas que caen de la mesa de sus
amos.
15:28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh
mujer, grande es tu fe; hágase contigo como
quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
7:28 Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero
aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de
las migajas de los hijos.
7:29 Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el
demonio ha salido de tu hija.
7:30 Y cuando llegó ella a su casa, halló que
el demonio había salido, y a la hija acostada
en la cama.
90.
MATEO 15:29-31
15:29 Pasó Jesús de allí y vino
junto al mar de Galilea; y
subiendo al monte, se sentó allí.
15:30 Y se le acercó mucha gente
que traía consigo a cojos, ciegos,
mudos, mancos, y otros muchos
enfermos; y los pusieron a los pies
de Jesús, y los sanó;
15:31 de manera que la multitud
se maravillaba, viendo a los
mudos hablar, a los mancos
sanados, a los cojos andar, y a los
ciegos ver; y glorificaban al Dios
de Israel.
MARCOS 7:31-37
7:31 Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al
mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis.
7:32 Y le trajeron un sordo y tartamudo, y le rogaron que le
pusiera la mano encima.
7:33 Y tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las
orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua;
7:34 y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es
decir: Sé abierto.
7:35 Al momento fueron abiertos sus oídos, y se desató la
ligadura de su lengua, y hablaba bien.
7:36 Y les mandó que no lo dijesen a nadie; pero cuanto más
les mandaba, tanto más y más lo divulgaban.
7:37 Y en gran manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha
hecho todo; hace a los sordos oír, y a los mudos hablar.
91.
MATEO 15:32-39a
15:32 Y Jesús, llamando a sus discípulos,
dijo: Tengo compasión de la gente, porque
ya hace tres días que están conmigo, y no
tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no
quiero, no sea que desmayen en el camino.
15:33 Entonces sus discípulos le dijeron:
¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en
el desierto, para saciar a una multitud tan
grande?
15:34 Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis?
Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos
pececillos.
15:35 Y mandó a la multitud que se
recostase en tierra.
15:36 Y tomando los siete panes y los peces,
dio gracias, los partió y dio a sus discípulos,
y los discípulos a la multitud.
MARCOS 8:1-9
8:1 En aquellos días, como había una gran multitud,
y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos,
y les dijo:
8:2 Tengo compasión de la gente, porque ya hace
tres días que están conmigo, y no tienen qué comer;
8:3 y si los enviare en ayunas a sus casas, se
desmayarán en el camino, pues algunos de ellos han
venido de lejos.
8:4 Sus discípulos le respondieron: ¿De dónde
podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el
desierto?
8:5 Él les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos
dijeron: Siete.
8:6 Entonces mandó a la multitud que se recostase
en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado
gracias, los partió, y dio a sus discípulos para que
los pusiesen delante; y los pusieron delante de la
59
15:37 Y comieron todos, y se saciaron; y
recogieron lo que sobró de los pedazos, siete
canastas llenas.
15:38 Y eran los que habían comido, cuatro
mil hombres, sin contar las mujeres y los
niños.
15:39a Entonces, despedida la gente
multitud.
8:7 Tenían también unos pocos pececillos; y los
bendijo, y mandó que también los pusiesen delante.
8:8 Y comieron, y se saciaron; y recogieron de los
pedazos que habían sobrado, siete canastas.
8:9 Eran los que comieron, como cuatro mil; y los
despidió.
92.
MATEO 15:39b-16:12
15:39b entró en la barca, y vino a la región de
Magdala.
16:1 Vinieron los fariseos y los saduceos para
tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del
cielo.
16:2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece,
decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
16:3 Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque
tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que
sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales
de los tiempos no podéis!
16:4 La generación mala y adúltera demanda señal;
pero señal no le será dada, sino la señal del profeta
Jonás. Y dejándolos, se fue.
MARCOS 8:10-21
8:10 Y luego entrando en la barca con sus
discípulos, vino a la región de
Dalmanuta.
8:11 Vinieron entonces los fariseos y
comenzaron a discutir con él, pidiéndole
señal del cielo, para tentarle.
8:12 Y gimiendo en su espíritu, dijo: ¿Por
qué pide señal esta generación? De cierto
os digo que no se dará señal a esta
generación.
8:13 Y dejándolos, volvió a entrar en la
barca, y se fue a la otra ribera.
8:14 Habían olvidado de traer pan, y no
tenían sino un pan consigo en la barca.
16:5 Llegando sus discípulos al otro lado, se habían
8:15 Y él les mandó, diciendo: Mirad,
olvidado de traer pan.
guardaos de la levadura de los fariseos, y
16:6 Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura
de la levadura de Herodes.
de los fariseos y de los saduceos.
8:16 Y discutían entre sí, diciendo: Es
16:7 Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice
porque no trajimos pan.
porque no trajimos pan.
8:17 Y entendiéndolo Jesús, les dijo:
16:8 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No
dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis
pan?
endurecido vuestro corazón?
16:9 ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco
8:18 ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo
panes entre cinco mil hombres, y cuántas cestas
oídos no oís? ¿Y no recordáis?
recogisteis?
8:19 Cuando partí los cinco panes entre
16:10 ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y
cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los
cuántas canastas recogisteis?
pedazos recogisteis? Y ellos dijeron:
16:11 ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el
Doce.
pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los 8:20 Y cuando los siete panes entre cuatro
fariseos y de los saduceos?
mil, ¿cuántas canastas llenas de los
16:12 Entonces entendieron que no les había dicho
pedazos recogisteis? Y ellos dijeron:
que se guardasen de la levadura del pan, sino de la
Siete.
doctrina de los fariseos y de los saduceos.
8:21 Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis?
60
93.
MARCOS 8:22-26
8:22 Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase.
8:23 Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le
puso las manos encima, y le preguntó si veía algo.
8:24 El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan.
8:25 Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio
de lejos y claramente a todos.
8:26 Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.
94.
JUAN 6:66
6:66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
95.
MATEO 16:13-28
MARCOS 8:27-9:1
16:13 Viniendo Jesús a la región
de Cesarea de Filipo, preguntó a
sus discípulos, diciendo: ¿Quién
dicen los hombres que es el Hijo
del Hombre?
16:14 Ellos dijeron: Unos, Juan
el Bautista; otros, Elías; y otros,
Jeremías, o alguno de los
profetas.
16:15 Él les dijo: Y vosotros,
¿quién decís que soy yo?
16:16 Respondiendo Simón
Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el
Hijo del Dios viviente.
16:17 Entonces le respondió
Jesús: Bienaventurado eres,
Simón, hijo de Jonás, porque no
te lo reveló carne ni sangre, sino
mi Padre que está en los cielos.
16:18 Y yo también te digo, que
tú eres Pedro, y sobre esta roca
edificaré mi iglesia; y las puertas
del Hades no prevalecerán
contra ella.
16:19 Y a ti te daré las llaves del
reino de los cielos; y todo lo que
atares en la tierra será atado en
los cielos; y todo lo que
8:27 Salieron Jesús y sus
discípulos por las aldeas de
Cesarea de Filipo. Y en el
camino preguntó a sus
discípulos, diciéndoles:
¿Quién dicen los hombres
que soy yo?
8:28 Ellos respondieron:
Unos, Juan el Bautista;
otros, Elías; y otros, alguno
de los profetas.
8:29 Entonces él les dijo: Y
vosotros, ¿quién decís que
soy? Respondiendo Pedro,
le dijo: Tú eres el Cristo.
8:30 Pero él les mandó que
no dijesen esto de él a
ninguno.
8:31 Y comenzó a
enseñarles que le era
necesario al Hijo del
Hombre padecer mucho, y
ser desechado por los
ancianos, por los
principales sacerdotes y por
los escribas, y ser muerto, y
resucitar después de tres
LUCAS 9:18-27
JUAN
6:67-71
9:18 Aconteció que
6:67 Dijo
mientras Jesús oraba entonces
aparte, estaban con
Jesús a
él los discípulos; y
los doce:
les preguntó,
¿Queréis
diciendo: ¿Quién
acaso iros
dice la gente que soy también
yo?
vosotros?
9:19 Ellos
respondieron: Unos, 6:68 Le
Juan el Bautista;
respondió
otros, Elías; y otros, Simón
que algún profeta de Pedro:
los antiguos ha
Señor, ¿a
resucitado.
quién
9:20 Él les dijo: ¿Y
iremos?
vosotros, quién decís Tú tienes
que soy? Entonces
palabras
respondiendo Pedro, de vida
dijo: El Cristo de
eterna.
Dios.
6:69 Y
nosotros
hemos
9:21 Pero él les
creído y
mandó que a nadie
conocem
dijesen esto,
os que tú
encargándoselo
eres el
rigurosamente,
Cristo, el
9:22 y diciendo: Es
61
desatares en la tierra será
desatado en los cielos.
16:20 Entonces mandó a sus
discípulos que a nadie dijesen
que él era Jesús el Cristo.
16:21 Desde entonces comenzó
Jesús a declarar a sus discípulos
que le era necesario ir a
Jerusalén y padecer mucho de
los ancianos, de los principales
sacerdotes y de los escribas; y
ser muerto, y resucitar al tercer
día.
16:22 Entonces Pedro,
tomándolo aparte, comenzó a
reconvenirle, diciendo: Señor,
ten compasión de ti; en ninguna
manera esto te acontezca.
16:23 Pero él, volviéndose, dijo
a Pedro: ¡Quítate de delante de
mí, Satanás!; me eres tropiezo,
porque no pones la mira en las
cosas de Dios, sino en las de los
hombres.
16:24 Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y
sígame.
16:25 Porque todo el que quiera
salvar su vida, la perderá; y todo
el que pierda su vida por causa
de mí, la hallará.
16:26 Porque ¿qué aprovechará
al hombre, si ganare todo el
mundo, y perdiere su alma? ¿O
qué recompensa dará el hombre
por su alma?
16:27 Porque el Hijo del
Hombre vendrá en la gloria de
su Padre con sus ángeles, y
entonces pagará a cada uno
conforme a sus obras.
16:28 De cierto os digo que hay
algunos de los que están aquí,
que no gustarán la muerte, hasta
que hayan visto al Hijo del
Hombre viniendo en su reino.
días.
8:32 Esto les decía
claramente. Entonces Pedro
le tomó aparte y comenzó a
reconvenirle.
8:33 Pero él, volviéndose y
mirando a los discípulos,
reprendió a Pedro,
diciendo: ¡Quítate de
delante de mí, Satanás!
porque no pones la mira en
las cosas de Dios, sino en
las de los hombres.
8:34 Y llamando a la gente
y a sus discípulos, les dijo:
Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y
sígame.
8:35 Porque todo el que
quiera salvar su vida, la
perderá; y todo el que
pierda su vida por causa de
mí y del evangelio, la
salvará.
8:36 Porque ¿qué
aprovechará al hombre si
ganare todo el mundo, y
perdiere su alma?
8:37 ¿O qué recompensa
dará el hombre por su
alma?
8:38 Porque el que se
avergonzare de mí y de mis
palabras en esta generación
adúltera y pecadora, el Hijo
del Hombre se avergonzará
también de él, cuando
venga en la gloria de su
Padre con los santos
ángeles.
9:1 También les dijo: De
cierto os digo que hay
algunos de los que están
aquí, que no gustarán la
muerte hasta que hayan
visto el reino de Dios
venido con poder.
necesario que el
Hijo del Hombre
padezca muchas
cosas, y sea
desechado por los
ancianos, por los
principales
sacerdotes y por los
escribas, y que sea
muerto, y resucite al
tercer día.
9:23 Y decía a
todos: Si alguno
quiere venir en pos
de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz
cada día, y sígame.
9:24 Porque todo el
que quiera salvar su
vida, la perderá; y
todo el que pierda su
vida por causa de
mí, éste la salvará.
9:25 Pues ¿qué
aprovecha al
hombre, si gana todo
el mundo, y se
destruye o se pierde
a sí mismo?
9:26 Porque el que
se avergonzare de
mí y de mis
palabras, de éste se
avergonzará el Hijo
del Hombre cuando
venga en su gloria, y
en la del Padre, y de
los santos ángeles.
9:27 Pero os digo en
verdad, que hay
algunos de los que
están aquí, que no
gustarán la muerte
hasta que vean el
reino de Dios.
Hijo del
Dios
viviente.
6:70
Jesús les
respondió
: ¿No os
he
escogido
yo a
vosotros
los doce,
y uno de
vosotros
es
diablo?
6:71
Hablaba
de Judas
Iscariote,
hijo de
Simón;
porque
éste era el
que le iba
a
entregar,
y era uno
de los
doce.
62
96.
MATEO 17:1-9
17:1 Seis días después, Jesús
tomó a Pedro, a Jacobo y a
Juan su hermano, y los llevó
aparte a un monte alto;
17:2 y se transfiguró delante
de ellos, y resplandeció su
rostro como el sol, y sus
vestidos se hicieron blancos
como la luz.
17:3 Y he aquí les aparecieron
Moisés y Elías, hablando con
él.
17:4 Entonces Pedro dijo a
Jesús: Señor, bueno es para
nosotros que estemos aquí; si
quieres, hagamos aquí tres
enramadas: una para ti, otra
para Moisés, y otra para Elías.
17:5 Mientras él aún hablaba,
una nube de luz los cubrió; y
he aquí una voz desde la nube,
que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo
complacencia; a él oíd.
17:6 Al oír esto los discípulos,
se postraron sobre sus rostros,
y tuvieron gran temor.
17:7 Entonces Jesús se acercó
y los tocó, y dijo: Levantaos, y
no temáis.
17:8 Y alzando ellos los ojos,
a nadie vieron sino a Jesús
solo.
17:9 Cuando descendieron del
monte, Jesús les mandó,
diciendo: No digáis a nadie la
visión, hasta que el Hijo del
Hombre resucite de los
muertos.
MARCOS 9:2-10
9:2 Seis días después, Jesús
tomó a Pedro, a Jacobo y a
Juan, y los llevó aparte solos a
un monte alto; y se transfiguró
delante de ellos.
9:3 Y sus vestidos se
volvieron resplandecientes,
muy blancos, como la nieve,
tanto que ningún lavador en la
tierra los puede hacer tan
blancos.
9:4 Y les apareció Elías con
Moisés, que hablaban con
Jesús.
9:5 Entonces Pedro dijo a
Jesús: Maestro, bueno es para
nosotros que estemos aquí; y
hagamos tres enramadas, una
para ti, otra para Moisés, y
otra para Elías.
9:6 Porque no sabía lo que
hablaba, pues estaban
espantados.
9:7 Entonces vino una nube
que les hizo sombra, y desde
la nube una voz que decía:
Este es mi Hijo amado; a él
oíd.
9:8 Y luego, cuando miraron,
no vieron más a nadie
consigo, sino a Jesús solo.
9:9 Y descendiendo ellos del
monte, les mandó que a nadie
dijesen lo que habían visto,
sino cuando el Hijo del
Hombre hubiese resucitado de
los muertos.
9:10 Y guardaron la palabra
entre sí, discutiendo qué sería
aquello de resucitar de los
muertos.
LUCAS 9:28-36
9:28 Aconteció como ocho días
después de estas palabras, que
tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo,
y subió al monte a orar.
9:29 Y entre tanto que oraba, la
apariencia de su rostro se hizo
otra, y su vestido blanco y
resplandeciente.
9:30 Y he aquí dos varones que
hablaban con él, los cuales eran
Moisés y Elías;
9:31 quienes aparecieron
rodeados de gloria, y hablaban
de su partida, que iba Jesús a
cumplir en Jerusalén.
9:32 Y Pedro y los que estaban
con él estaban rendidos de
sueño; mas permaneciendo
despiertos, vieron la gloria de
Jesús, y a los dos varones que
estaban con él.
9:33 Y sucedió que apartándose
ellos de él, Pedro dijo a Jesús:
Maestro, bueno es para nosotros
que estemos aquí; y hagamos
tres enramadas, una para ti, una
para Moisés, y una para Elías;
no sabiendo lo que decía.
9:34 Mientras él decía esto, vino
una nube que los cubrió; y
tuvieron temor al entrar en la
nube.
9:35 Y vino una voz desde la
nube, que decía: Este es mi Hijo
amado; a él oíd.
9:36 Y cuando cesó la voz,
Jesús fue hallado solo; y ellos
callaron, y por aquellos días no
dijeron nada a nadie de lo que
habían visto.
97.
MATEO 17:10-13
17:10 Entonces sus discípulos le preguntaron,
MARCOS 9:11-13
9:11 Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué
63
diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es
necesario que Elías venga primero?
17:11 Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías
viene primero, y restaurará todas las cosas.
17:12 Mas os digo que Elías ya vino, y no le
conocieron, sino que hicieron con él todo lo que
quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de
ellos.
17:13 Entonces los discípulos comprendieron que les
había hablado de Juan el Bautista.
dicen los escribas que es necesario que
Elías venga primero?
9:12 Respondiendo él, les dijo: Elías a la
verdad vendrá primero, y restaurará todas
las cosas; ¿y cómo está escrito del Hijo
del Hombre, que padezca mucho y sea
tenido en nada?
9:13 Pero os digo que Elías ya vino, y le
hicieron todo lo que quisieron, como está
escrito de él.
98.
MATEO 17:1418
17:14 Cuando
llegaron al gentío,
vino a él un
hombre que se
arrodilló delante
de él, diciendo:
17:15 Señor, ten
misericordia de
mi hijo, que es
lunático, y padece
muchísimo;
porque muchas
veces cae en el
fuego, y muchas
en el agua.
17:16 Y lo he
traído a tus
discípulos, pero
no le han podido
sanar.
17:17
Respondiendo
Jesús, dijo: ¡Oh
generación
incrédula y
perversa! ¿Hasta
cuándo he de
estar con
vosotros? ¿Hasta
cuándo os he de
soportar?
Traédmelo acá.
17:18 Y reprendió
MARCOS 9:14-27
LUCAS 9:37-43a
9:14 Cuando llegó a donde estaban los discípulos,
vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas
que disputaban con ellos.
9:15 Y en seguida toda la gente, viéndole, se
asombró, y corriendo a él, le saludaron.
9:16 Él les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?
9:17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo:
Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu
mudo,
9:18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y
echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va
secando; y dije a tus discípulos que lo echasen
fuera, y no pudieron.
9:19 Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación
incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?
¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.
9:20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a
Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien
cayendo en tierra se revolcaba, echando
espumarajos.
9:21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace
que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.
9:22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el
agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten
misericordia de nosotros, y ayúdanos.
9:23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo
le es posible.
9:24 E inmediatamente el padre del muchacho
clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
9:25 Y cuando Jesús vio que la multitud se
agolpaba, reprendió al espíritu inmundo,
diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando,
sal de él, y no entres más en él.
9:37 Al día siguiente,
cuando descendieron del
monte, una gran
multitud les salió al
encuentro.
9:38 Y he aquí, un
hombre de la multitud
clamó diciendo:
Maestro, te ruego que
veas a mi hijo, pues es el
único que tengo;
9:39 y sucede que un
espíritu le toma, y de
repente da voces, y le
sacude con violencia, y
le hace echar espuma, y
estropeándole, a duras
penas se aparta de él.
9:40 Y rogué a tus
discípulos que le
echasen fuera, y no
pudieron.
9:41 Respondiendo
Jesús, dijo: ¡Oh
generación incrédula y
perversa! ¿Hasta cuándo
he de estar con vosotros,
y os he de soportar?
Trae acá a tu hijo.
9:42 Y mientras se
acercaba el muchacho,
el demonio le derribó y
le sacudió con violencia;
64
Jesús al demonio,
el cual salió del
muchacho, y éste
quedó sano desde
aquella hora.
9:26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole
con violencia, salió; y él quedó como muerto, de
modo que muchos decían: Está muerto.
9:27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le
enderezó; y se levantó.
pero Jesús reprendió al
espíritu inmundo, y sanó
al muchacho, y se lo
devolvió a su padre.
9:43a Y todos se
admiraban de la
grandeza de Dios.
99.
MATEO 17:19-21
17:19 Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte,
dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
17:20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto
os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza,
diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada
os será imposible.
17:21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
MARCOS 9:28-29
9:28 Cuando él entró en casa, sus
discípulos le preguntaron aparte:
¿Por qué nosotros no pudimos
echarle fuera?
9:29 Y les dijo: Este género con nada
puede salir, sino con oración y
ayuno.
100.
MATEO 17:22-23
17:22 Estando ellos
en Galilea, Jesús les
dijo: El Hijo del
Hombre será
entregado en manos
de hombres,
17:23 y le matarán;
mas al tercer día
resucitará. Y ellos
se entristecieron en
gran manera.
MARCOS 9:30-32
9:30 Habiendo salido de allí,
caminaron por Galilea; y no quería
que nadie lo supiese.
9:31 Porque enseñaba a sus
discípulos, y les decía: El Hijo del
Hombre será entregado en manos de
hombres, y le matarán; pero después
de muerto, resucitará al tercer día.
9:32 Pero ellos no entendían esta
palabra, y tenían miedo de
preguntarle.
LUCAS 9:43b-45
9:43b Y maravillándose todos de
todas las cosas que hacía, dijo a sus
discípulos:
9:44 Haced que os penetren bien en
los oídos estas palabras; porque
acontecerá que el Hijo del Hombre
será entregado en manos de
hombres.
9:45 Mas ellos no entendían estas
palabras, pues les estaban veladas
para que no las entendiesen; y temían
preguntarle sobre esas palabras.
101.
MATEO 17:24-18:35
MARCOS 9:33-50
17:24 Cuando llegaron a Capernaum,
vinieron a Pedro los que cobraban las dos
dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no
paga las dos dracmas?
17:25 Él dijo: Sí. Y al entrar él en casa,
Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te
parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de
quiénes cobran los tributos o los impuestos?
9:33 Y llegó a
Capernaum; y
cuando estuvo en
casa, les preguntó:
¿Qué disputabais
entre vosotros en
el camino?
9:34 Mas ellos
LUCAS 9:4650
9:46 Entonces
entraron en
discusión
sobre quién
de ellos sería
el mayor.
9:47 Y Jesús,
percibiendo
JUAN 7:1-9
7:1 Después
de estas
cosas, andaba
Jesús en
Galilea; pues
no quería
andar en
Judea, porque
65
¿De sus hijos, o de los extraños?
17:26 Pedro le respondió: De los extraños.
Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos.
17:27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al
mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que
saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás
un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.
callaron; porque
en el camino
habían disputado
entre sí, quién
había de ser el
mayor.
9:35 Entonces él
se sentó y llamó a
18:1 En aquel tiempo los discípulos vinieron los doce, y les
dijo: Si alguno
a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el
quiere ser el
reino de los cielos?
18:2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en primero, será el
postrero de todos,
medio de ellos,
y el servidor de
18:3 y dijo: De cierto os digo, que si no os
volvéis y os hacéis como niños, no entraréis todos.
9:36 Y tomó a un
en el reino de los cielos.
niño, y lo puso en
18:4 Así que, cualquiera que se humille
medio de ellos; y
como este niño, ése es el mayor en el reino
tomándole en sus
de los cielos.
18:5 Y cualquiera que reciba en mi nombre brazos, les dijo:
9:37 El que reciba
a un niño como este, a mí me recibe.
en mi nombre a un
niño como este,
18:6 Y cualquiera que haga tropezar a
me recibe a mí; y
alguno de estos pequeños que creen en mí,
el que a mí me
mejor le fuera que se le colgase al cuello
recibe, no me
una piedra de molino de asno, y que se le
recibe a mí sino al
hundiese en lo profundo del mar.
que me envió.
18:7 ¡Ay del mundo por los tropiezos!
porque es necesario que vengan tropiezos,
pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el 9:38 Juan le
respondió
tropiezo!
diciendo: Maestro,
18:8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es
ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor hemos visto a uno
que en tu nombre
te es entrar en la vida cojo o manco, que
teniendo dos manos o dos pies ser echado en echaba fuera
demonios, pero él
el fuego eterno.
18:9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo no nos sigue; y se
y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo lo prohibimos,
porque no nos
ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser
seguía.
echado en el infierno de fuego.
9:39 Pero Jesús
18:10 Mirad que no menospreciéis a uno de dijo: No se lo
prohibáis; porque
estos pequeños; porque os digo que sus
ninguno hay que
ángeles en los cielos ven siempre el rostro
haga milagro en
de mi Padre que está en los cielos.
18:11 Porque el Hijo del Hombre ha venido mi nombre, que
luego pueda decir
para salvar lo que se había perdido.
mal de mí.
18:12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene
9:40 Porque el que
cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no
los
pensamientos
de sus
corazones,
tomó a un
niño y lo puso
junto a sí,
9:48 y les
dijo:
Cualquiera
que reciba a
este niño en
mi nombre, a
mí me recibe;
y cualquiera
que me recibe
a mí, recibe al
que me envió;
porque el que
es más
pequeño entre
todos
vosotros, ése
es el más
grande.
los judíos
procuraban
matarle.
7:2 Estaba
cerca la fiesta
de los judíos,
la de los
tabernáculos;
7:3 y le
dijeron sus
hermanos:
Sal de aquí, y
vete a Judea,
para que
también tus
discípulos
vean las
obras que
haces.
7:4 Porque
ninguno que
procura darse
a conocer
hace algo en
secreto. Si
estas cosas
9:49 Entonces haces,
respondiendo manifiéstate
al mundo.
Juan, dijo:
7:5 Porque ni
Maestro,
hemos visto a aun sus
hermanos
uno que
creían en él.
echaba fuera
7:6 Entonces
demonios en
Jesús les dijo:
tu nombre; y
Mi tiempo
se lo
aún no ha
prohibimos,
llegado, mas
porque no
vuestro
sigue con
tiempo
nosotros.
siempre está
9:50 Jesús le
dijo: No se lo presto.
7:7 No puede
prohibáis;
porque el que el mundo
aborreceros a
no es contra
nosotros, por vosotros; mas
a mí me
nosotros es.
aborrece,
porque yo
66
deja las noventa y nueve y va por los montes
a buscar la que se había descarriado?
18:13 Y si acontece que la encuentra, de
cierto os digo que se regocija más por
aquélla, que por las noventa y nueve que no
se descarriaron.
18:14 Así, no es la voluntad de vuestro
Padre que está en los cielos, que se pierda
uno de estos pequeños.
18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra
ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te
oyere, has ganado a tu hermano.
18:16 Mas si no te oyere, toma aún contigo
a uno o dos, para que en boca de dos o tres
testigos conste toda palabra.
18:17 Si no los oyere a ellos, dilo a la
iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por
gentil y publicano.
18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis
en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo
que desatéis en la tierra, será desatado en el
cielo.
18:19 Otra vez os digo, que si dos de
vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra
acerca de cualquiera cosa que pidieren, les
será hecho por mi Padre que está en los
cielos.
18:20 Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos.
18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo:
Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi
hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete,
sino aun hasta setenta veces siete.
18:23 Por lo cual el reino de los cielos es
semejante a un rey que quiso hacer cuentas
con sus siervos.
18:24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue
presentado uno que le debía diez mil
talentos
18:25 A éste, como no pudo pagar, ordenó
su señor venderle, y a su mujer e hijos, y
todo lo que tenía, para que se le pagase la
deuda.
18:26 Entonces aquel siervo, postrado, le
suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia
no es contra
nosotros, por
nosotros es.
9:41 Y cualquiera
que os diere un
vaso de agua en mi
nombre, porque
sois de Cristo, de
cierto os digo que
no perderá su
recompensa.
9:42 Cualquiera
que haga tropezar
a uno de estos
pequeñitos que
creen en mí, mejor
le fuera si se le
atase una piedra de
molino al cuello, y
se le arrojase en el
mar.
9:43 Si tu mano te
fuere ocasión de
caer, córtala;
mejor te es entrar
en la vida manco,
que teniendo dos
manos ir al
infierno, al fuego
que no puede ser
apagado,
9:44 donde el
gusano de ellos no
muere, y el fuego
nunca se apaga.
9:45 Y si tu pie te
fuere ocasión de
caer, córtalo;
mejor te es entrar a
la vida cojo, que
teniendo dos pies
ser echado en el
infierno, al fuego
que no puede ser
apagado,
9:46 donde el
gusano de ellos no
muere, y el fuego
testifico de
él, que sus
obras son
malas.
7:8 Subid
vosotros a la
fiesta; yo no
subo todavía
a esa fiesta,
porque mi
tiempo aún
no se ha
cumplido.
7:9 Y
habiéndoles
dicho esto, se
quedó en
Galilea.
67
conmigo, y yo te lo pagaré todo.
18:27 El señor de aquel siervo, movido a
misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
18:28 Pero saliendo aquel siervo, halló a
uno de sus consiervos, que le debía cien
denarios; y asiendo de él, le ahogaba,
diciendo: Págame lo que me debes.
18:29 Entonces su consiervo, postrándose a
sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia
conmigo, y yo te lo pagaré todo.
18:30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en
la cárcel, hasta que pagase la deuda.
18:31 Viendo sus consiervos lo que pasaba,
se entristecieron mucho, y fueron y
refirieron a su señor todo lo que había
pasado.
18:32 Entonces, llamándole su señor, le
dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te
perdoné, porque me rogaste.
18:33 ¿No debías tú también tener
misericordia de tu consiervo, como yo tuve
misericordia de ti?
18:34 Entonces su señor, enojado, le entregó
a los verdugos, hasta que pagase todo lo que
le debía.
18:35 Así también mi Padre celestial hará
con vosotros si no perdonáis de todo
corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
nunca se apaga.
9:47 Y si tu ojo te
fuere ocasión de
caer, sácalo; mejor
te es entrar en el
reino de Dios con
un ojo, que
teniendo dos ojos
ser echado al
infierno,
9:48 donde el
gusano de ellos no
muere, y el fuego
nunca se apaga.
9:49 Porque todos
serán salados con
fuego, y todo
sacrificio será
salado con sal.
9:50 Buena es la
sal; mas si la sal se
hace insípida, ¿con
qué la sazonaréis?
Tened sal en
vosotros mismos;
y tened paz los
unos con los otros.
102.
LUCAS 9:51-62
JUAN
7:10
9:51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su
7:10 Pero
rostro para ir a Jerusalén.
después
9:52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los que sus
samaritanos para hacerle preparativos.
hermanos
9:53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén.
habían
9:54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que
subido,
mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?
entonces
9:55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué
él
espíritu sois;
también
9:56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres,
subió a la
sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
fiesta, no
abiertame
9:57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. nte, sino
como en
9:58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el
secreto.
Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
68
9:59 Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a
mi padre.
9:60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el
reino de Dios.
9:61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida
primero de los que están en mi casa.
9:62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es
apto para el reino de Dios.
103.
JUAN 7:11-36
7:11 Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?
7:12 Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros
decían: No, sino que engaña al pueblo.
7:13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos.
7:14 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.
7:15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?
7:16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por
mi propia cuenta.
7:18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que
le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
7:19 ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?
7:20 Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?
7:21 Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.
7:22 Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el
día de reposo circuncidáis al hombre.
7:23 Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea
quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?
7:24 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
7:25 Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle?
7:26 Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los
gobernantes que éste es el Cristo?
7:27 Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.
7:28 Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de
dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no
conocéis.
7:29 Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.
7:30 Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su
hora.
7:31 Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales
que las que éste hace?
7:32 Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales sacerdotes y
los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen.
7:33 Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió.
69
7:34 Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir.
7:35 Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos? ¿Se irá a los
dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos?
7:36 ¿Qué significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no
podréis venir?
104.
(JUAN 7:53-8:11)
7:53 Cada uno se fue a su casa;
8:1 y Jesús se fue al monte de los Olivos.
8:2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
8:3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y
poniéndola en medio,
8:4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
8:5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
8:6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía
en tierra con el dedo.
8:7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado
sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
8:8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
8:9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más
viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
8:10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que
te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
8:11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
105.
JUAN 7:37-52
7:37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno
tiene sed, venga a mí y beba.
7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
7:39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido
el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
7:40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el
profeta.
7:41 Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?
7:42 ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha
de venir el Cristo?
7:43 Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él.
7:44 Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano.
7:45 Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por
qué no le habéis traído?
7:46 Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!
7:47 Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados?
7:48 ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos?
70
7:49 Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.
7:50 Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos:
7:51 ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?
7:52 Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se
ha levantado profeta.
106.
JUAN 8:12-10:21
8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
8:13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es
verdadero.
8:14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es
verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo,
ni a dónde voy.
8:15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.
8:16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el
Padre.
8:17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
8:18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.
8:19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre;
si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.
8:20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le
prendió, porque aún no había llegado su hora.
8:21 Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde
yo voy, vosotros no podéis venir.
8:22 Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros
no podéis venir?
8:23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de
este mundo.
8:24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros
pecados moriréis.
8:25 Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he
dicho.
8:26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo,
lo que he oído de él, esto hablo al mundo.
8:27 Pero no entendieron que les hablaba del Padre.
8:28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que
yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.
8:29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago
siempre lo que le agrada.
8:30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.
8:31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
71
8:33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo
dices tú: Seréis libres?
8:34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es
del pecado.
8:35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.
8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
8:37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla
cabida en vosotros.
8:38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de
vuestro padre.
8:39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de
Abraham, las obras de Abraham haríais.
8:40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de
Dios; no hizo esto Abraham.
8:41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos
de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.
8:42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de
Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
8:43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha
sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él.
Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
8:45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.
8:46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me
creéis?
8:47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de
Dios.
8:48 Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres
samaritano, y que tienes demonio?
8:49 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.
8:50 Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.
8:51 De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.
8:52 Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los
profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte.
8:53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron!
¿Quién te haces a ti mismo?
8:54 Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me
glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios.
8:55 Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería
mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.
8:56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.
8:57 Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?
8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
8:59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y
atravesando por en medio de ellos, se fue.
9:1 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.
72
9:2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya
nacido ciego?
9:3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se
manifiesten en él.
9:4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene,
cuando nadie puede trabajar.
9:5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.
9:6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,
9:7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se
lavó, y regresó viendo.
9:8 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que
se sentaba y mendigaba?
9:9 Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.
9:10 Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?
9:11 Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo:
Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.
9:12 Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé.
9:13 Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.
9:14 Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.
9:15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo:
Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.
9:16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el
día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había
disensión entre ellos.
9:17 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que
es profeta.
9:18 Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que
llamaron a los padres del que había recibido la vista,
9:19 y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego?
¿Cómo, pues, ve ahora?
9:20 Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego;
9:21 pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo
sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo.
9:22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían
acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.
9:23 Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.
9:24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios;
nosotros sabemos que ese hombre es pecador.
9:25 Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego,
ahora veo.
9:26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
9:27 Él les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oir; ¿por qué lo queréis oír otra vez?
¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?
9:28 Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos.
9:29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde
sea.
9:30 Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde
sea, y a mí me abrió los ojos.
73
9:31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su
voluntad, a ése oye.
9:32 Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego.
9:33 Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.
9:34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le
expulsaron.
9:35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?
9:36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?
9:37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.
9:38 Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.
9:39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que
ven, sean cegados.
9:40 Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros
somos también ciegos?
9:41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos,
vuestro pecado permanece.
10:1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que
sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.
10:2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
10:3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
10:4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque
conocen su voz.
10:5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
10:6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
10:7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
10:8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y
para que la tengan en abundancia.
10:11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
10:12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo
y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
10:13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
10:15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
10:16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi
voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
10:17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo
poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
10:19 Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.
10:20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?
10:21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos
de los ciegos?
74
107.
LUCAS 10:1-24
10:1 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en
dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
10:2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de
la mies que envíe obreros a su mies.
10:3 Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.
10:4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino.
10:5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa.
10:6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a
vosotros.
10:7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es
digno de su salario. No os paséis de casa en casa.
10:8 En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante;
10:9 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de
Dios.
10:10 Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid:
10:11 Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra
vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros.
10:12 Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella
ciudad.
10:13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los
milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían
arrepentido.
10:14 Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras.
10:15 Y tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida.
10:16 El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que
me desecha a mí, desecha al que me envió.
10:17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu
nombre.
10:18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
10:19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo,
y nada os dañará.
10:20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros
nombres están escritos en los cielos.
10:21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor
del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado
a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.
10:22 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el
Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
10:23 Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que
vosotros veis;
10:24 porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo
vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
75
108.
LUCAS 10:25-37
10:25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué
cosa heredaré la vida eterna?
10:26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
10:27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma,
y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
10:28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
10:29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
10:30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de
ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
10:31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
10:32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
10:33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a
misericordia;
10:34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura,
lo llevó al mesón, y cuidó de él.
10:35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo
que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
10:36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los
ladrones?
10:37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
109.
LUCAS 10:38-42
10:38 Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en
su casa.
10:39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su
palabra.
10:40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da
cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
10:41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.
10:42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será
quitada.
110.
JUAN 10:22-39
10:22 Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno,
10:23 y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.
10:24 Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el
Cristo, dínoslo abiertamente.
10:25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi
Padre, ellas dan testimonio de mí;
10:26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
76
10:28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
10:29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre.
10:30 Yo y el Padre uno somos.
10:31 Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
10:32 Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me
apedreáis?
10:33 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la
blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
10:34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
10:35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser
quebrantada),
10:36 ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo
de Dios soy?
10:37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.
10:38 Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que
el Padre está en mí, y yo en el Padre.
10:39 Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos.
111.
JUAN 10:40-42
10:40 Y se fue de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando
Juan; y se quedó allí.
10:41 Y muchos venían a él, y decían: Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan
dijo de éste, era verdad.
10:42 Y muchos creyeron en él allí.
112.
LUCAS 11:1-13:9
11:1 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le
dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
11:2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11:3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
11:4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos
deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
11:5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice:
Amigo, préstame tres panes,
11:6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante;
11:7 y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis
niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos?
11:8 Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su
importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.
11:9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
11:10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
11:11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de
77
pescado, le dará una serpiente?
11:12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
11:14 Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; y aconteció que salido el demonio, el
mudo habló; y la gente se maravilló.
11:15 Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los
demonios.
11:16 Otros, para tentarle, le pedían señal del cielo.
11:17 Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo,
es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.
11:18 Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? ya que
decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios.
11:19 Pues si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por
tanto, ellos serán vuestros jueces.
11:20 Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha
llegado a vosotros.
11:21 Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee.
11:22 Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que
confiaba, y reparte el botín.
11:23 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
11:24 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no
hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí.
11:25 Y cuando llega, la halla barrida y adornada.
11:26 Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer
estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.
11:27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo:
Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.
11:28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
11:29 Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero
señal no le será dada, sino la señal de Jonás.
11:30 Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta
generación.
11:31 La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los
condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más
que Salomón en este lugar.
11:32 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán;
porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar.
11:33 Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero, para que
los que entran vean la luz.
11:34 La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de
luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.
11:35 Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas.
78
11:36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo
luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.
11:37 Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa,
se sentó a la mesa.
11:38 El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.
11:39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del
plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.
11:40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?
11:41 Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.
11:42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por
alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.
11:43 ¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones
en las plazas.
11:44 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los
hombres que andan encima no lo saben.
11:45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también
nos afrentas a nosotros.
11:46 Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con
cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis.
11:47 ¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros
padres!
11:48 De modo que sois testigos y consentidores de los hechos de vuestros padres; porque a la
verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.
11:49 Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos
matarán y a otros perseguirán,
11:50 para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado
desde la fundación del mundo,
11:51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo; sí,
os digo que será demandada de esta generación.
11:52 ¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros
mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.
11:53 Diciéndoles él estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a estrecharle en gran
manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas;
11:54 acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle.
12:1 En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó
a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la
hipocresía.
12:2 Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.
12:3 Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al
oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.
12:4 Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden
hacer.
12:5 Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida,
tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.
12:6 ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado
delante de Dios.
79
12:7 Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis
vosotros que muchos pajarillos.
12:8 Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre
le confesará delante de los ángeles de Dios;
12:9 mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
12:10 A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al
que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
12:11 Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os
preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;
12:12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.
12:13 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.
12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee.
12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido
mucho.
12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?
12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis
frutos y mis bienes;
12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come,
bebe, regocíjate.
12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de
quién será?
12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
12:22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis;
ni por el cuerpo, qué vestiréis.
12:23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.
12:24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y
Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?
12:25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?
12:26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?
12:27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón
con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
12:28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto
más a vosotros, hombres de poca fe?
12:29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber,
ni estéis en ansiosa inquietud.
12:30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis
necesidad de estas cosas.
12:31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los
cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.
80
12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
12:35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;
12:36 y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para
que cuando llegue y llame, le abran en seguida.
12:37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de
cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
12:38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así,
bienaventurados son aquellos siervos.
12:39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir,
velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
12:40 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del
Hombre vendrá.
12:41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?
12:42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su
casa, para que a tiempo les dé su ración?
12:43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
12:44 En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.
12:45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a
los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse,
12:46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le
castigará duramente, y le pondrá con los infieles.
12:47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su
voluntad, recibirá muchos azotes.
12:48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel
a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se
le pedirá.
12:49 Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido?
12:50 De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!
12:51 ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión.
12:52 Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos
contra tres.
12:53 Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la
hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.
12:54 Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua
viene; y así sucede.
12:55 Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace.
12:56 ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este
tiempo?
12:57 ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?
12:58 Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino arreglarte con él, no sea
que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel.
12:59 Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado aun la última blanca.
81
13:1 En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre
Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos.
13:2 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran
más pecadores que todos los galileos?
13:3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
13:4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran
más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén?
13:5 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
13:6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar
fruto en ella, y no lo halló.
13:7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo
hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?
13:8 El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor
de ella, y la abone.
13:9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.
113.
LUCAS 13:10-17
13:10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo;
13:11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba
encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.
13:12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.
13:13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.
13:14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo,
dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en
día de reposo.
13:15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día
de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?
13:16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de
esta ligadura en el día de reposo?
13:17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se
regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.
114.
LUCAS 13:18-21
13:18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?
13:19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se
hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.
13:20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?
13:21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta
que todo hubo fermentado.
82
115.
JUAN 11:1-53
11:1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su
hermana.
11:2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le
enjugó los pies con sus cabellos.)
11:3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.
11:4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para
que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
11:5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
11:6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
11:7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez.
11:8 Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?
11:9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la
luz de este mundo;
11:10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
11:11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.
11:12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará.
11:13 Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del
sueño.
11:14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
11:15 y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.
11:16 Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para
que muramos con él.
11:17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
11:18 Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;
11:19 y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
11:20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en
casa.
11:21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.
11:22 Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
11:23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
11:24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto,
vivirá.
11:26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
11:27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al
mundo.
11:28 Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está
aquí y te llama.
11:29 Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.
11:30 Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había
encontrado.
11:31 Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María
se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.
11:32 María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si
83
hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.
11:33 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se
estremeció en espíritu y se conmovió,
11:34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.
11:35 Jesús lloró.
11:36 Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.
11:37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también
que Lázaro no muriera?
11:38 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una
piedra puesta encima.
11:39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede
ya, porque es de cuatro días.
11:40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
11:41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos
a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.
11:42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para
que crean que tú me has enviado.
11:43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
11:44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en
un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
11:45 Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que
hizo Jesús, creyeron en él.
11:46 Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho.
11:47 Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué
haremos? Porque este hombre hace muchas señales.
11:48 Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar
santo y nuestra nación.
11:49 Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada;
11:50 ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación
perezca.
11:51 Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que
Jesús había de morir por la nación;
11:52 y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que
estaban dispersos.
11:53 Así que, desde aquel día acordaron matarle.
116.
JUAN 11:54
11:54 Por tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se alejó de allí a la
región contigua al desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con sus discípulos.
117.
LUCAS 13:22-18:14
13:22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén.
84
13:23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:
13:24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no
podrán.
13:25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera
empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de
dónde sois.
13:26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas
enseñaste.
13:27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de
maldad.
13:28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos
los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.
13:29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el
reino de Dios.
13:30 Y he aquí hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.
13:31 Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te
quiere matar.
13:32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y
mañana, y al tercer día termino mi obra.
13:33 Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es
posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.
13:34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no
quisiste!
13:35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el
tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.
14:1 Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que
era fariseo, éstos le acechaban.
14:2 Y he aquí estaban delante de él un hombre hidrópico.
14:3 Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el
día de reposo?
14:4 Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.
14:5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo
sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?
14:6 Y no le podían replicar a estas cosas.
14:7 Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una
parábola, diciéndoles:
14:8 Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro
más distinguido que tú esté convidado por él,
14:9 y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con
vergüenza a ocupar el último lugar.
14:10 Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que
te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan
contigo a la mesa.
14:11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.
14:12 Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus
85
amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te
vuelvan a convidar, y seas recompensado.
14:13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;
14:14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado
en la resurrección de los justos.
14:15 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que
coma pan en el reino de Dios.
14:16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
14:17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está
preparado.
14:18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y
necesito ir a verla; te ruego que me excuses.
14:19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me
excuses.
14:20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.
14:21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo
a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos,
los cojos y los ciegos.
14:22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.
14:23 Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que
se llene mi casa.
14:24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
14:25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:
14:26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y
hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
14:27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
14:28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los
gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
14:29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean
comiencen a hacer burla de él,
14:30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
14:31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede
hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
14:32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones
de paz.
14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi
discípulo.
14:34 Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?
14:35 Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.
15:1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,
15:2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos
come.
15:3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:
15:4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y
nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
86
15:5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
15:6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he
encontrado mi oveja que se había perdido.
15:7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa
y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
15:8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la
casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?
15:9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he
encontrado la dracma que había perdido.
15:10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
15:11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
15:12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y
les repartió los bienes.
15:13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia
apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
15:14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a
faltarle.
15:15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda
para que apacentase cerdos.
15:16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
15:17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y
yo aquí perezco de hambre!
15:18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
15:19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
15:20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a
misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
15:21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser
llamado tu hijo.
15:22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su
mano, y calzado en sus pies.
15:23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
15:24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron
a regocijarse.
15:25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y
las danzas;
15:26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
15:27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle
recibido bueno y sano.
15:28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
15:29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote
desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
15:30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar
para él el becerro gordo.
15:31 El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
15:32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha
revivido; se había perdido, y es hallado.
87
16:1 Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue
acusado ante él como disipador de sus bienes.
16:2 Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de tí? Da cuenta de tu mayordomía,
porque ya no podrás más ser mayordomo.
16:3 Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía.
Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
16:4 Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.
16:5 Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?
16:6 Él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe
cincuenta.
16:7 Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. Él le dijo: Toma tu
cuenta, y escribe ochenta.
16:8 Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este
siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.
16:9 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten,
os reciban en las moradas eternas.
16:10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto,
también en lo más es injusto.
16:11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?
16:12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
16:14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.
16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los
hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime,
delante de Dios es abominación.
16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos
se esfuerzan por entrar en él.
16:17 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.
16:18 Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la
repudiada del marido, adultera.
16:19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con
esplendidez.
16:20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de
llagas,
16:21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le
lamían las llagas.
16:22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió
también el rico, y fue sepultado.
16:23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en
su seno.
16:24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro
para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en
esta llama.
16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también
males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
88
16:26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los
que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
16:27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
16:28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a
este lugar de tormento.
16:29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
16:30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se
arrepentirán.
16:31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque
alguno se levantare de los muertos.
17:1 Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien
vienen!
17:2 Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer
tropezar a uno de estos pequeñitos.
17:3 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere,
perdónale.
17:4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me
arrepiento; perdónale.
17:5 Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
17:6 Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este
sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
17:7 ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo,
luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa?
17:8 ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y
después de esto, come y bebe tú?
17:9 ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no.
17:10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos
inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
17:11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
17:12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se
pararon de lejos
17:13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
17:14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban,
fueron limpiados.
17:15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,
17:16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
17:17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde
están?
17:18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
17:19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
17:20 Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El
reino de Dios no vendrá con advertencia,
17:21 ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
89
17:22 Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del
Hombre, y no lo veréis.
17:23 Y os dirán: Helo aquí, o helo allí. No vayáis, ni los sigáis.
17:24 Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el
otro, así también será el Hijo del Hombre en su día.
17:25 Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación.
17:26 Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.
17:27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el
arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
17:28 Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban,
edificaban;
17:29 mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a
todos.
17:30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
17:31 En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que
en el campo, asimismo no vuelva atrás.
17:32 Acordaos de la mujer de Lot.
17:33 Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará.
17:34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será
dejado.
17:35 Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada.
17:36 Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado.
17:37 Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? Él les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allí se
juntarán también las águilas.
18:1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,
18:2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.
18:3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi
adversario.
18:4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a
Dios, ni tengo respeto a hombre,
18:5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de
continuo, me agote la paciencia.
18:6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.
18:7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en
responderles?
18:8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la
tierra?
18:9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también
esta parábola:
18:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque
no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba
el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se
enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
90
118.
MATEO 19:1-20:28
MARCOS 10:1-45
LUCAS
18:15-34
19:1 Aconteció que cuando Jesús terminó
10:1 Levantándose de allí, vino a 18:15 Traían a
estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a las la región de Judea y al otro lado
él los niños
regiones de Judea al otro lado del Jordán.
del Jordán; y volvió el pueblo a
para que los
19:2 Y le siguieron grandes multitudes, y los juntarse a él, y de nuevo les
tocase; lo cual
sanó allí.
enseñaba como solía.
viendo los
19:3 Entonces vinieron a él los fariseos,
10:2 Y se acercaron los fariseos y discípulos, les
tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre le preguntaron, para tentarle, si
reprendieron.
repudiar a su mujer por cualquier causa?
era lícito al marido repudiar a su 18:16 Mas
19:4 El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis
mujer.
Jesús,
leído que el que los hizo al principio, varón y 10:3 El, respondiendo, les dijo:
llamándolos,
hembra los hizo,
¿Qué os mandó Moisés?
dijo: Dejad a
19:5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y 10:4 Ellos dijeron: Moisés
los niños venir
madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán
permitió dar carta de divorcio, y
a mí, y no se
una sola carne?
repudiarla.
lo impidáis;
19:6 Así que no son ya más dos, sino una
10:5 Y respondiendo Jesús, les
porque de los
sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo dijo: Por la dureza de vuestro
tales es el
separe el hombre.
corazón os escribió este
reino de Dios.
19:7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó
mandamiento;
18:17 De
Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
10:6 pero al principio de la
cierto os digo,
19:8 Él les dijo: Por la dureza de vuestro
creación, varón y hembra los
que el que no
corazón Moisés os permitió repudiar a
hizo Dios.
recibe el reino
vuestras mujeres; mas al principio no fue así. 10:7 Por esto dejará el hombre a
de Dios como
19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia su padre y a su madre, y se unirá un niño, no
entrará en él.
a su mujer, salvo por causa de fornicación, y a su mujer,
se casa con otra, adultera; y el que se casa
10:8 y los dos serán una sola
con la repudiada, adultera.
carne; así que no son ya más dos, 18:18 Un
19:10 Le dijeron sus discípulos: Si así es la
sino uno.
hombre
condición del hombre con su mujer, no
10:9 Por tanto, lo que Dios juntó, principal le
conviene casarse.
no lo separe el hombre.
preguntó,
19:11 Entonces él les dijo: No todos son
10:10 En casa volvieron los
diciendo:
capaces de recibir esto, sino aquellos a
discípulos a preguntarle de lo
Maestro
quienes es dado.
mismo,
bueno, ¿qué
19:12 Pues hay eunucos que nacieron así del 10:11 y les dijo: Cualquiera que
haré para
vientre de su madre, y hay eunucos que son
repudia a su mujer y se casa con
heredar la vida
hechos eunucos por los hombres, y hay
otra, comete adulterio contra
eterna?
eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos ella;
18:19 Jesús le
por causa del reino de los cielos. El que sea
10:12 y si la mujer repudia a su
dijo: ¿Por qué
capaz de recibir esto, que lo reciba.
marido y se casa con otro,
me llamas
comete adulterio.
bueno?
19:13 Entonces le fueron presentados unos
Ninguno hay
niños, para que pusiese las manos sobre ellos, 10:13 Y le presentaban niños
bueno, sino
y orase; y los discípulos les reprendieron.
para que los tocase; y los
sólo Dios.
19:14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir discípulos reprendían a los que
18:20 Los
a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales los presentaban.
mandamientos
es el reino de los cielos.
10:14 Viéndolo Jesús, se indignó, sabes: No
91
19:15 Y habiendo puesto sobre ellos las
manos, se fue de allí.
19:16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro
bueno, ¿qué bien haré para tener la vida
eterna?
19:17 Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno?
Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si
quieres entrar en la vida, guarda los
mandamientos.
19:18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No
dirás falso testimonio.
19:19 Honra a tu padre y a tu madre; y,
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
19:20 El joven le dijo: Todo esto lo he
guardado desde mi juventud. ¿Qué más me
falta?
19:21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto,
anda, vende lo que tienes, y dalo a los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y
sígueme.
19:22 Oyendo el joven esta palabra, se fue
triste, porque tenía muchas posesiones.
19:23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos:
De cierto os digo, que difícilmente entrará un
rico en el reino de los cielos.
19:24 Otra vez os digo, que es más fácil
pasar un camello por el ojo de una aguja, que
entrar un rico en el reino de Dios.
19:25 Sus discípulos, oyendo esto, se
asombraron en gran manera, diciendo:
¿Quién, pues, podrá ser salvo?
19:26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los
hombres esto es imposible; mas para Dios
todo es posible.
19:27 Entonces respondiendo Pedro, le dijo:
He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te
hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?
19:28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo que
en la regeneración, cuando el Hijo del
Hombre se siente en el trono de su gloria,
vosotros que me habéis seguido también os
sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las
doce tribus de Israel.
19:29 Y cualquiera que haya dejado casas, o
hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o
mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre,
recibirá cien veces más, y heredará la vida
y les dijo: Dejad a los niños venir
a mí, y no se lo impidáis; porque
de los tales es el reino de Dios.
10:15 De cierto os digo, que el
que no reciba el reino de Dios
como un niño, no entrará en él.
10:16 Y tomándolos en los
brazos, poniendo las manos sobre
ellos, los bendecía.
adulterarás; no
matarás; no
hurtarás; no
dirás falso
testimonio;
honra a tu
padre y a tu
madre.
18:21 Él dijo:
Todo esto lo
he guardado
10:17 Al salir él para seguir su
desde mi
camino, vino uno corriendo, e
hincando la rodilla delante de él, juventud.
le preguntó: Maestro bueno, ¿qué 18:22 Jesús,
haré para heredar la vida eterna? oyendo esto, le
dijo: Aún te
10:18 Jesús le dijo: ¿Por qué me
falta una cosa:
llamas bueno? Ninguno hay
vende todo lo
bueno, sino sólo uno, Dios.
que tienes, y
10:19 Los mandamientos sabes:
dalo a los
No adulteres. No mates. No
hurtes. No digas falso testimonio. pobres, y
No defraudes. Honra a tu padre y tendrás tesoro
en el cielo; y
a tu madre.
10:20 El entonces, respondiendo, ven, sígueme.
18:23
le dijo: Maestro, todo esto lo he
Entonces él,
guardado desde mi juventud.
10:21 Entonces Jesús, mirándole, oyendo esto,
se puso muy
le amó, y le dijo: Una cosa te
triste, porque
falta: anda, vende todo lo que
era muy rico.
tienes, y dalo a los pobres, y
18:24 Al ver
tendrás tesoro en el cielo; y ven,
Jesús que se
sígueme, tomando tu cruz.
había
10:22 Pero él, afligido por esta
palabra, se fue triste, porque tenía entristecido
mucho, dijo:
muchas posesiones.
¡Cuán
10:23 Entonces Jesús, mirando
difícilmente
alrededor, dijo a sus discípulos:
¡Cuán difícilmente entrarán en el entrarán en el
reino de Dios
reino de Dios los que tienen
los que tienen
riquezas!
riquezas!
10:24 Los discípulos se
asombraron de sus palabras; pero 18:25 Porque
es más fácil
Jesús, respondiendo, volvió a
pasar un
decirles: Hijos, ¡cuán difícil les
camello por el
es entrar en el reino de Dios, a
ojo de una
los que confían en las riquezas!
aguja, que
10:25 Más fácil es pasar un
entrar un rico
camello por el ojo de una aguja,
en el reino de
que entrar un rico en el reino de
92
eterna.
19:30 Pero muchos primeros serán postreros,
y postreros, primeros.
20:1 Porque el reino de los cielos es
semejante a un hombre, padre de familia, que
salió por la mañana a contratar obreros para
su viña.
20:2 Y habiendo convenido con los obreros
en un denario al día, los envió a su viña.
20:3 Saliendo cerca de la hora tercera del día,
vio a otros que estaban en la plaza
desocupados;
20:4 y les dijo: Id también vosotros a mi
viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos
fueron.
20:5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y
novena, e hizo lo mismo.
20:6 Y saliendo cerca de la hora undécima,
halló a otros que estaban desocupados; y les
dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día
desocupados?
20:7 Le dijeron: Porque nadie nos ha
contratado. El les dijo: Id también vosotros a
la viña, y recibiréis lo que sea justo.
20:8 Cuando llegó la noche, el señor de la
viña dijo a su mayordomo: Llama a los
obreros y págales el jornal, comenzando
desde los postreros hasta los primeros.
20:9 Y al venir los que habían ido cerca de la
hora undécima, recibieron cada uno un
denario.
20:10 Al venir también los primeros,
pensaron que habían de recibir más; pero
también ellos recibieron cada uno un denario.
20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra el
padre de familia,
20:12 diciendo: Estos postreros han trabajado
una sola hora, y los has hecho iguales a
nosotros, que hemos soportado la carga y el
calor del día.
20:13 El, respondiendo, dijo a uno de ellos:
Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste
conmigo en un denario?
20:14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero
quiero dar a este postrero, como a ti.
20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero
con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo
soy bueno?
Dios.
10:26 Ellos se asombraban aun
más, diciendo entre sí: ¿Quién,
pues, podrá ser salvo?
10:27 Entonces Jesús,
mirándolos, dijo: Para los
hombres es imposible, mas para
Dios, no; porque todas las cosas
son posibles para Dios.
10:28 Entonces Pedro comenzó a
decirle: He aquí, nosotros lo
hemos dejado todo, y te hemos
seguido.
10:29 Respondió Jesús y dijo: De
cierto os digo que no hay
ninguno que haya dejado casa, o
hermanos, o hermanas, o padre, o
madre, o mujer, o hijos, o tierras,
por causa de mí y del evangelio,
10:30 que no reciba cien veces
más ahora en este tiempo; casas,
hermanos, hermanas, madres,
hijos, y tierras, con
persecuciones; y en el siglo
venidero la vida eterna.
10:31 Pero muchos primeros
serán postreros, y los postreros,
primeros.
10:32 Iban por el camino
subiendo a Jerusalén; y Jesús iba
delante, y ellos se asombraron, y
le seguían con miedo. Entonces
volviendo a tomar a los doce
aparte, les comenzó a decir las
cosas que le habían de
acontecer:
10:33 He aquí subimos a
Jerusalén, y el Hijo del Hombre
será entregado a los principales
sacerdotes y a los escribas, y le
condenarán a muerte, y le
entregarán a los gentiles;
10:34 y le escarnecerán, le
azotarán, y escupirán en él, y le
matarán; mas al tercer día
resucitará.
10:35 Entonces Jacobo y Juan,
Dios.
18:26 Y los
que oyeron
esto dijeron:
¿Quién, pues,
podrá ser
salvo?
18:27 Él les
dijo: Lo que es
imposible para
los hombres,
es posible para
Dios.
18:28
Entonces
Pedro dijo: He
aquí, nosotros
hemos dejado
nuestras
posesiones y te
hemos
seguido.
18:29 Y él les
dijo: De cierto
os digo, que
no hay nadie
que haya
dejado casa, o
padres, o
hermanos, o
mujer, o hijos,
por el reino de
Dios,
18:30 que no
haya de recibir
mucho más en
este tiempo, y
en el siglo
venidero la
vida eterna.
18:31
Tomando
Jesús a los
doce, les dijo:
He aquí
subimos a
Jerusalén, y se
cumplirán
93
20:16 Así, los primeros serán postreros, y los
postreros, primeros; porque muchos son
llamados, mas pocos escogidos.
20:17 Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus
doce discípulos aparte en el camino, y les
dijo:
20:18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo
del Hombre será entregado a los principales
sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a
muerte;
20:19 y le entregarán a los gentiles para que
le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen;
mas al tercer día resucitará.
20:20 Entonces se le acercó la madre de los
hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose
ante él y pidiéndole algo.
20:21 Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo:
Ordena que en tu reino se sienten estos dos
hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu
izquierda.
20:22 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No
sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso
que yo he de beber, y ser bautizados con el
bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos
le dijeron: Podemos.
20:23 Él les dijo: A la verdad, de mi vaso
beberéis, y con el bautismo con que yo soy
bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros
a mi derecha y a mi izquierda, no es mío
darlo, sino a aquellos para quienes está
preparado por mi Padre.
20:24 Cuando los diez oyeron esto, se
enojaron contra los dos hermanos.
20:25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo:
Sabéis que los gobernantes de las naciones se
enseñorean de ellas, y los que son grandes
ejercen sobre ellas potestad.
20:26 Mas entre vosotros no será así, sino
que el que quiera hacerse grande entre
vosotros será vuestro servidor,
20:27 y el que quiera ser el primero entre
vosotros será vuestro siervo;
20:28 como el Hijo del Hombre no vino para
ser servido, sino para servir, y para dar su
vida en rescate por muchos.
hijos de Zebedeo, se le acercaron,
diciendo: Maestro, querríamos
que nos hagas lo que pidiéremos.
10:36 Él les dijo: ¿Qué queréis
que os haga?
10:37 Ellos le dijeron:
Concédenos que en tu gloria nos
sentemos el uno a tu derecha, y el
otro a tu izquierda.
10:38 Entonces Jesús les dijo: No
sabéis lo que pedís. ¿Podéis
beber del vaso que yo bebo, o ser
bautizados con el bautismo con
que yo soy bautizado?
10:39 Ellos dijeron: Podemos.
Jesús les dijo: A la verdad, del
vaso que yo bebo, beberéis, y con
el bautismo con que yo soy
bautizado, seréis bautizados;
10:40 pero el sentaros a mi
derecha y a mi izquierda, no es
mío darlo, sino a aquellos para
quienes está preparado.
10:41 Cuando lo oyeron los diez,
comenzaron a enojarse contra
Jacobo y contra Juan.
10:42 Mas Jesús, llamándolos,
les dijo: Sabéis que los que son
tenidos por gobernantes de las
naciones se enseñorean de ellas,
y sus grandes ejercen sobre ellas
potestad.
10:43 Pero no será así entre
vosotros, sino que el que quiera
hacerse grande entre vosotros
será vuestro servidor,
10:44 y el que de vosotros quiera
ser el primero, será siervo de
todos.
10:45 Porque el Hijo del Hombre
no vino para ser servido, sino
para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos.
todas las cosas
escritas por los
profetas acerca
del Hijo del
Hombre.
18:32 Pues
será entregado
a los gentiles,
y será
escarnecido, y
afrentado, y
escupido.
18:33 Y
después que le
hayan azotado,
le matarán;
mas al tercer
día resucitará.
18:34 Pero
ellos nada
comprendieron
de estas cosas,
y esta palabra
les era
encubierta, y
no entendían
lo que se les
decía.
94
119.
MARCOS
10:46a
10:46a
Entonces
vinieron a
Jericó
LUCAS 18:35-43
18:35 Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al
camino mendigando;
18:36 y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello.
18:37 Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno.
18:38 Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
18:39 Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho
más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
18:40 Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le
preguntó,
18:41 diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.
18:42 Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado.
18:43 Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio
aquello, dio alabanza a Dios.
120.
LUCAS 19:1-27
19:1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.
19:2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,
19:3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de
estatura.
19:4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
19:5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa,
desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
19:6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.
19:7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.
19:8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a
los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
19:9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de
Abraham.
19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
19:11 Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de
Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.
19:12 Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver.
19:13 Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que
vengo.
19:14 Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No
queremos que éste reine sobre nosotros.
19:15 Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos
a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno.
19:16 Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas.
19:17 Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre
diez ciudades.
95
19:18 Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas.
19:19 Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades.
19:20 Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo;
19:21 porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y
siegas lo que no sembraste.
19:22 Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre
severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;
19:23 ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido
con los intereses?
19:24 Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas.
19:25 Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.
19:26 Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le
quitará.
19:27 Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá,
y decapitadlos delante de mí.
121.
MATEO
20:29
20:29 Al
salir
ellos de
Jericó, le
seguía
una gran
multitud.
MARCOS 10:46b-52
10:46b y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud,
Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino
mendigando.
10:47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir:
¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
10:48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho
más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
10:49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego,
diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
10:50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
10:51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego
le dijo: Maestro, que recobre la vista.
10:52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la
vista, y seguía a Jesús en el camino.
LUCAS
19:28
19:28
Dicho
esto, iba
delante
subiendo
a
Jerusalén.
122.
MATEO 20:30-34
20:30 Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba,
clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
20:31 Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo
de David, ten misericordia de nosotros!
20:32 Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga?
20:33 Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos.
20:34 Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le
siguieron.
96
123.
JUAN 11:55-57
11:55 Y estaba cerca la pascua de los judíos; y muchos subieron de aquella región a Jerusalén
antes de la pascua, para purificarse.
11:56 Y buscaban a Jesús, y estando ellos en el templo, se preguntaban unos a otros: ¿Qué os
parece? ¿No vendrá a la fiesta?
11:57 Y los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno supiese dónde
estaba, lo manifestase, para que le prendiesen.
124.
JUAN 12:1-11
12:1 Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado
muerto, y a quien había resucitado de los muertos.
12:2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la
mesa con él.
12:3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies
de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
12:4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar:
12:5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?
12:6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa,
sustraía de lo que se echaba en ella.
12:7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto.
12:8 Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
12:9 Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y vinieron, no solamente por
causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
12:10 Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro,
12:11 porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.
125.
MARCOS 11:1-11
11:1 Cuando se acercaban a
Jerusalén, junto a Betfagé y
a Betania, frente al monte de
los Olivos, Jesús envió dos
de sus discípulos,
11:2 y les dijo: Id a la aldea
que está enfrente de
vosotros, y luego que entréis
en ella, hallaréis un pollino
atado, en el cual ningún
hombre ha montado;
desatadlo y traedlo.
11:3 Y si alguien os dijere:
¿Por qué hacéis eso? decid
LUCAS 19:29-44
19:29 Y aconteció que llegando cerca de
Betfagé y de Betania, al monte que se
llama de los Olivos, envió dos de sus
discípulos,
19:30 diciendo: Id a la aldea de enfrente,
y al entrar en ella hallaréis un pollino
atado, en el cual ningún hombre ha
montado jamás; desatadlo, y traedlo.
19:31 Y si alguien os preguntare: ¿Por
qué lo desatáis? le responderéis así:
Porque el Señor lo necesita.
19:32 Fueron los que habían sido
enviados, y hallaron como les dijo.
19:33 Y cuando desataban el pollino, sus
JUAN 12:12-19
12:12 El siguiente día,
grandes multitudes
que habían venido a la
fiesta, al oír que Jesús
venía a Jerusalén,
12:13 tomaron ramas
de palmera y salieron
a recibirle, y
clamaban:
¡Hosanna!¡Bendito el
que viene en el
nombre del Señor, el
Rey de Israel!
12:14 Y halló Jesús un
97
que el Señor lo necesita, y
que luego lo devolverá.
11:4 Fueron, y hallaron el
pollino atado afuera a la
puerta, en el recodo del
camino, y lo desataron.
11:5 Y unos de los que
estaban allí les dijeron: ¿Qué
hacéis desatando el pollino?
11:6 Ellos entonces les
dijeron como Jesús había
mandado; y los dejaron.
11:7 Y trajeron el pollino a
Jesús, y echaron sobre él sus
mantos, y se sentó sobre él.
11:8 También muchos
tendían sus mantos por el
camino, y otros cortaban
ramas de los árboles, y las
tendían por el camino.
11:9 Y los que iban delante
y los que venían detrás
daban voces, diciendo:
¡Hosanna! ¡Bendito el que
viene en el nombre del
Señor!
11:10 ¡Bendito el reino de
nuestro padre David que
viene! ¡Hosanna en las
alturas!
11:11 Y entró Jesús en
Jerusalén, y en el templo; y
habiendo mirado alrededor
todas las cosas, como ya
anochecía, se fue a Betania
con los doce.
dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el
pollino?
19:34 Ellos dijeron: Porque el Señor lo
necesita.
19:35 Y lo trajeron a Jesús; y habiendo
echado sus mantos sobre el pollino,
subieron a Jesús encima.
19:36 Y a su paso tendían sus mantos por
el camino.
19:37 Cuando llegaban ya cerca de la
bajada del monte de los Olivos, toda la
multitud de los discípulos, gozándose,
comenzó a alabar a Dios a grandes voces
por todas las maravillas que habían visto,
19:38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene
en el nombre del Señor; paz en el cielo, y
gloria en las alturas!
19:39 Entonces algunos de los fariseos de
entre la multitud le dijeron: Maestro,
reprende a tus discípulos.
19:40 El, respondiendo, les dijo: Os digo
que si éstos callaran, las piedras
clamarían.
19:41 Y cuando llegó cerca de la ciudad,
al verla, lloró sobre ella,
19:42 diciendo: ¡Oh, si también tú
conocieses, a lo menos en este tu día, lo
que es para tu paz! Mas ahora está
encubierto de tus ojos.
19:43 Porque vendrán días sobre ti,
cuando tus enemigos te rodearán con
vallado, y te sitiarán, y por todas partes te
estrecharán,
19:44 y te derribarán a tierra, y a tus hijos
dentro de ti, y no dejarán en ti piedra
sobre piedra, por cuanto no conociste el
tiempo de tu visitación.
asnillo, y montó sobre
él, como está escrito:
12:15 No temas, hija
de Sion;
He aquí tu Rey viene,
Montado sobre un
pollino de asna.
12:16 Estas cosas no
las entendieron sus
discípulos al principio;
pero cuando Jesús fue
glorificado, entonces
se acordaron de que
estas cosas estaban
escritas acerca de él, y
de que se las habían
hecho.
12:17 Y daba
testimonio la gente
que estaba con él
cuando llamó a Lázaro
del sepulcro, y le
resucitó de los
muertos.
12:18 Por lo cual
también había venido
la gente a recibirle,
porque había oído que
él había hecho esta
señal.
12:19 Pero los fariseos
dijeron entre sí: Ya
veis que no conseguís
nada. Mirad, el mundo
se va tras él.
126.
MATEO 21:1-17
21:1 Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a
Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos
discípulos,
21:2 diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de
vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino
con ella; desatadla, y traédmelos.
MARCOS 11:12-19
11:12 Al día siguiente,
cuando salieron de
Betania, tuvo hambre.
11:13 Y viendo de lejos
una higuera que tenía
hojas, fue a ver si tal vez
LUCAS
19:45-46
19:45 Y
entrando en
el templo,
comenzó a
echar fuera
a todos los
98
21:3 Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los
necesita; y luego los enviará.
21:4 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho
por el profeta, cuando dijo:
21:5 Decid a la hija de Sion:
He aquí, tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una asna,
Sobre un pollino, hijo de animal de carga.
21:6 Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les
mandó;
21:7 y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos
sus mantos; y él se sentó encima.
21:8 Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus
mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los
árboles, y las tendían en el camino.
21:9 Y la gente que iba delante y la que iba detrás
aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna
en las alturas!
21:10 Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se
conmovió, diciendo: ¿Quién es éste?
21:11 Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de
Nazaret de Galilea.
21:12 Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a
todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó
las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían
palomas;
21:13 y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración
será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de
ladrones.
21:14 Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los
sanó.
21:15 Pero los principales sacerdotes y los escribas,
viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos
aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de
David! se indignaron,
21:16 y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les
dijo: Sí; ¿nunca leísteis:
De la boca de los niños y de los que maman
Perfeccionaste la alabanza?
21:17 Y dejándolos, salió fuera de la ciudad a Betania, y
posó allí.
hallaba en ella algo;
pero cuando llegó a ella,
nada halló sino hojas,
pues no era tiempo de
higos.
11:14 Entonces Jesús
dijo a la higuera: Nunca
jamás coma nadie fruto
de ti. Y lo oyeron sus
discípulos.
11:15 Vinieron, pues, a
Jerusalén; y entrando
Jesús en el templo,
comenzó a echar fuera a
los que vendían y
compraban en el templo;
y volcó las mesas de los
cambistas, y las sillas de
los que vendían
palomas;
11:16 y no consentía que
nadie atravesase el
templo llevando
utensilio alguno.
11:17 Y les enseñaba,
diciendo: ¿No está
escrito: Mi casa será
llamada casa de oración
para todas las naciones?
Mas vosotros la habéis
hecho cueva de
ladrones.
11:18 Y lo oyeron los
escribas y los
principales sacerdotes, y
buscaban cómo matarle;
porque le tenían miedo,
por cuanto todo el
pueblo estaba admirado
de su doctrina.
11:19 Pero al llegar la
noche, Jesús salió de la
ciudad.
que vendían
y
compraban
en él,
19:46
diciéndoles:
Escrito está:
Mi casa es
casa de
oración;
mas
vosotros la
habéis
hecho
cueva de
ladrones.
99
127.
JUAN 12:20-50
12:20 Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta.
12:21 Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron,
diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús.
12:22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús.
12:23 Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea
glorificado.
12:24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda
solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
12:25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna
la guardará.
12:26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si
alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
12:27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto
he llegado a esta hora.
12:28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo
glorificaré otra vez.
12:29 Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros
decían: Un ángel le ha hablado.
12:30 Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de
vosotros.
12:31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
12:32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
12:33 Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir.
12:34 Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para
siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado?
¿Quién es este Hijo del Hombre?
12:35 Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto
que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe
a dónde va.
12:36 Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas
habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.
12:37 Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él;
12:38 para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo:
Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?
12:39 Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías:
12:40 Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los
ojos, y entiendan con el corazón,
Y se conviertan y yo los sane.
12:41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
12:42 Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los
fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.
100
12:43 Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
12:44 Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;
12:45 y el que me ve, ve al que me envió.
12:46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en
tinieblas.
12:47 Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar
al mundo, sino a salvar al mundo.
12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he
hablado, ella le juzgará en el día postrero.
12:49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio
mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
12:50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el
Padre me lo ha dicho.
128.
LUCAS 19:47-48
19:47 Y enseñaba cada día en el templo; pero los principales sacerdotes, los escribas y los
principales del pueblo procuraban matarle.
19:48 Y no hallaban nada que pudieran hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.
129.
MARCOS 11:20-26
11:20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
11:21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
11:22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
11:23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar,
y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
11:25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro
Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
11:26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará
vuestras ofensas.
130.
MATEO 21:18-22
21:18 Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre.
21:19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas
solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.
21:20 Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la
higuera?
21:21 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo
haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.
21:22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
101
131.
MATEO 21:23-22:46
21:23 Cuando vino al templo, los
principales sacerdotes y los ancianos del
pueblo se acercaron a él mientras
enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué
autoridad haces estas cosas? ¿y quién te
dio esta autoridad?
21:24 Respondiendo Jesús, les dijo: Yo
también os haré una pregunta, y si me la
contestáis, también yo os diré con qué
autoridad hago estas cosas.
21:25 El bautismo de Juan, ¿de dónde
era? ¿Del cielo, o de los hombres? Ellos
entonces discutían entre sí, diciendo: Si
decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué,
pues, no le creísteis?
21:26 Y si decimos, de los hombres,
tememos al pueblo; porque todos tienen
a Juan por profeta.
21:27 Y respondiendo a Jesús, dijeron:
No sabemos. Y él también les dijo:
Tampoco yo os digo con qué autoridad
hago estas cosas.
21:28 Pero ¿qué os parece? Un hombre
tenía dos hijos, y acercándose al
primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar
en mi viña.
21:29 Respondiendo él, dijo: No quiero;
pero después, arrepentido, fue.
21:30 Y acercándose al otro, le dijo de
la misma manera; y respondiendo él,
dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.
21:31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad
de su padre? Dijeron ellos: El primero.
Jesús les dijo: De cierto os digo, que los
publicanos y las rameras van delante de
vosotros al reino de Dios.
21:32 Porque vino a vosotros Juan en
camino de justicia, y no le creísteis; pero
los publicanos y las rameras le creyeron;
y vosotros, viendo esto, no os
arrepentisteis después para creerle.
21:33 Oíd otra parábola: Hubo un
hombre, padre de familia, el cual plantó
una viña, la cercó de vallado, cavó en
MARCOS 11:27-12:37a
11:27 Volvieron entonces a
Jerusalén; y andando él por
el templo, vinieron a él los
principales sacerdotes, los
escribas y los ancianos,
11:28 y le dijeron: ¿Con qué
autoridad haces estas cosas,
y quién te dio autoridad para
hacer estas cosas?
11:29 Jesús, respondiendo,
les dijo: Os haré yo también
una pregunta; respondedme,
y os diré con qué autoridad
hago estas cosas.
11:30 El bautismo de Juan,
¿era del cielo, o de los
hombres? Respondedme.
11:31 Entonces ellos
discutían entre sí, diciendo:
Si decimos, del cielo, dirá:
¿Por qué, pues, no le
creísteis?
11:32 ¿Y si decimos, de los
hombres...? Pero temían al
pueblo, pues todos tenían a
Juan como un verdadero
profeta.
11:33 Así que,
respondiendo, dijeron a
Jesús: No sabemos.
Entonces respondiendo
Jesús, les dijo: Tampoco yo
os digo con qué autoridad
hago estas cosas.
12:1 Entonces comenzó
Jesús a decirles por
parábolas: Un hombre
plantó una viña, la cercó de
vallado, cavó un lagar,
edificó una torre, y la
arrendó a unos labradores, y
se fue lejos.
12:2 Y a su tiempo envió un
siervo a los labradores, para
que recibiese de éstos del
LUCAS 20:1-44
20:1 Sucedió un día, que
enseñando Jesús al
pueblo en el templo, y
anunciando el evangelio,
llegaron los principales
sacerdotes y los
escribas, con los
ancianos,
20:2 y le hablaron
diciendo: Dinos: ¿con
qué autoridad haces
estas cosas? ¿o quién es
el que te ha dado esta
autoridad?
20:3 Respondiendo
Jesús, les dijo: Os haré
yo también una
pregunta; respondedme:
20:4 El bautismo de
Juan, ¿era del cielo, o de
los hombres?
20:5 Entonces ellos
discutían entre sí,
diciendo: Si decimos,
del cielo, dirá: ¿Por qué,
pues, no le creísteis?
20:6 Y si decimos, de
los hombres, todo el
pueblo nos apedreará;
porque están
persuadidos de que Juan
era profeta.
20:7 Y respondieron que
no sabían de dónde
fuese.
20:8 Entonces Jesús les
dijo: Yo tampoco os diré
con qué autoridad hago
estas cosas.
20:9 Comenzó luego a
decir al pueblo esta
parábola: Un hombre
plantó una viña, la
arrendó a labradores, y
se ausentó por mucho
tiempo.
102
ella un lagar, edificó una torre, y la
arrendó a unos labradores, y se fue lejos.
21:34 Y cuando se acercó el tiempo de
los frutos, envió sus siervos a los
labradores, para que recibiesen sus
frutos.
21:35 Mas los labradores, tomando a los
siervos, a uno golpearon, a otro mataron,
y a otro apedrearon.
21:36 Envió de nuevo otros siervos, más
que los primeros; e hicieron con ellos de
la misma manera.
21:37 Finalmente les envió su hijo,
diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.
21:38 Mas los labradores, cuando vieron
al hijo, dijeron entre sí: Este es el
heredero; venid, matémosle, y
apoderémonos de su heredad.
21:39 Y tomándole, le echaron fuera de
la viña, y le mataron.
21:40 Cuando venga, pues, el señor de
la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?
21:41 Le dijeron: A los malos destruirá
sin misericordia, y arrendará su viña a
otros labradores, que le paguen el fruto a
su tiempo.
21:42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en
las Escrituras:
La piedra que desecharon los
edificadores,
Ha venido a ser cabeza del ángulo.
El Señor ha hecho esto,
Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?
21:43 Por tanto os digo, que el reino de
Dios será quitado de vosotros, y será
dado a gente que produzca los frutos de
él.
21:44 Y el que cayere sobre esta piedra
será quebrantado; y sobre quien ella
cayere, le desmenuzará.
21:45 Y oyendo sus parábolas los
principales sacerdotes y los fariseos,
entendieron que hablaba de ellos.
21:46 Pero al buscar cómo echarle
mano, temían al pueblo, porque éste le
tenía por profeta.
fruto de la viña.
12:3 Mas ellos, tomándole,
le golpearon, y le enviaron
con las manos vacías.
12:4 Volvió a enviarles otro
siervo; pero apedreándole, le
hirieron en la cabeza, y
también le enviaron
afrentado.
12:5 Volvió a enviar otro, y
a éste mataron; y a otros
muchos, golpeando a unos y
matando a otros.
12:6 Por último, teniendo
aún un hijo suyo, amado, lo
envió también a ellos,
diciendo: Tendrán respeto a
mi hijo.
12:7 Mas aquellos
labradores dijeron entre sí:
Este es el heredero; venid,
matémosle, y la heredad será
nuestra.
12:8 Y tomándole, le
mataron, y le echaron fuera
de la viña.
12:9 ¿Qué, pues, hará el
señor de la viña? Vendrá, y
destruirá a los labradores, y
dará su viña a otros.
12:10 ¿Ni aun esta escritura
habéis leído:
La piedra que desecharon
los edificadores
Ha venido a ser cabeza del
ángulo;
12:11 El Señor ha hecho
esto,
Y es cosa maravillosa a
nuestros ojos?
12:12 Y procuraban
prenderle, porque entendían
que decía contra ellos
aquella parábola; pero
temían a la multitud, y
dejándole, se fueron.
22:1 Respondiendo Jesús, les volvió a
hablar en parábolas, diciendo:
12:13 Y le enviaron algunos
de los fariseos y de los
20:10 Y a su tiempo
envió un siervo a los
labradores, para que le
diesen del fruto de la
viña; pero los labradores
le golpearon, y le
enviaron con las manos
vacías.
20:11 Volvió a enviar
otro siervo; mas ellos a
éste también, golpeado y
afrentado, le enviaron
con las manos vacías.
20:12 Volvió a enviar un
tercer siervo; mas ellos
también a éste echaron
fuera, herido.
20:13 Entonces el señor
de la viña dijo: ¿Qué
haré? Enviaré a mi hijo
amado; quizás cuando le
vean a él, le tendrán
respeto.
20:14 Mas los
labradores, al verle,
discutían entre sí,
diciendo: Este es el
heredero; venid,
matémosle, para que la
heredad sea nuestra.
20:15 Y le echaron fuera
de la viña, y le mataron.
¿Qué, pues, les hará el
señor de la viña?
20:16 Vendrá y destruirá
a estos labradores, y
dará su viña a otros.
Cuando ellos oyeron
esto, dijeron: ¡Dios nos
libre!
20:17 Pero él,
mirándolos, dijo: ¿Qué,
pues, es lo que está
escrito:
La piedra que
desecharon los
edificadores
Ha venido a ser cabeza
del ángulo?
103
22:2 El reino de los cielos es semejante
a un rey que hizo fiesta de bodas a su
hijo;
22:3 y envió a sus siervos a llamar a los
convidados a las bodas; mas éstos no
quisieron venir.
22:4 Volvió a enviar otros siervos,
diciendo: Decid a los convidados: He
aquí, he preparado mi comida; mis toros
y animales engordados han sido
muertos, y todo está dispuesto; venid a
las bodas.
22:5 Mas ellos, sin hacer caso, se
fueron, uno a su labranza, y otro a sus
negocios;
22:6 y otros, tomando a los siervos, los
afrentaron y los mataron.
22:7 Al oírlo el rey, se enojó; y
enviando sus ejércitos, destruyó a
aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
22:8 Entonces dijo a sus siervos: Las
bodas a la verdad están preparadas; mas
los que fueron convidados no eran
dignos.
22:9 Id, pues, a las salidas de los
caminos, y llamad a las bodas a cuantos
halléis.
22:10 Y saliendo los siervos por los
caminos, juntaron a todos los que
hallaron, juntamente malos y buenos; y
las bodas fueron llenas de convidados.
22:11 Y entró el rey para ver a los
convidados, y vio allí a un hombre que
no estaba vestido de boda.
22:12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste
aquí, sin estar vestido de boda? Mas él
enmudeció.
22:13 Entonces el rey dijo a los que
servían: Atadle de pies y manos, y
echadle en las tinieblas de afuera; allí
será el lloro y el crujir de dientes.
22:14 Porque muchos son llamados, y
pocos escogidos.
22:15 Entonces se fueron los fariseos y
consultaron cómo sorprenderle en
alguna palabra.
22:16 Y le enviaron los discípulos de
ellos con los herodianos, diciendo:
herodianos, para que le
sorprendiesen en alguna
palabra.
12:14 Viniendo ellos, le
dijeron: Maestro, sabemos
que eres hombre veraz, y
que no te cuidas de nadie;
porque no miras la
apariencia de los hombres,
sino que con verdad enseñas
el camino de Dios. ¿Es lícito
dar tributo a César, o no?
¿Daremos, o no daremos?
12:15 Mas él, percibiendo la
hipocresía de ellos, les dijo:
¿Por qué me tentáis?
Traedme la moneda para
que la vea.
12:16 Ellos se la trajeron; y
les dijo: ¿De quién es esta
imagen y la inscripción?
Ellos le dijeron: De César.
12:17 Respondiendo Jesús,
les dijo: Dad a César lo que
es de César, y a Dios lo que
es de Dios. Y se
maravillaron de él.
12:18 Entonces vinieron a él
los saduceos, que dicen que
no hay resurrección, y le
preguntaron, diciendo:
12:19 Maestro, Moisés nos
escribió que si el hermano
de alguno muriere y dejare
esposa, pero no dejare hijos,
que su hermano se case con
ella, y levante descendencia
a su hermano.
12:20 Hubo siete hermanos;
el primero tomó esposa, y
murió sin dejar
descendencia.
12:21 Y el segundo se casó
con ella, y murió, y tampoco
dejó descendencia; y el
tercero, de la misma
manera.
12:22 Y así los siete, y no
20:18 Todo el que
cayere sobre aquella
piedra, será
quebrantado; mas sobre
quien ella cayere, le
desmenuzará.
20:19 Procuraban los
principales sacerdotes y
los escribas echarle
mano en aquella hora,
porque comprendieron
que contra ellos había
dicho esta parábola;
pero temieron al
pueblo.
20:20 Y acechándole
enviaron espías que se
simulasen justos, a fin
de sorprenderle en
alguna palabra, para
entregarle al poder y
autoridad del
gobernador.
20:21 Y le preguntaron,
diciendo: Maestro,
sabemos que dices y
enseñas rectamente, y
que no haces acepción
de persona, sino que
enseñas el camino de
Dios con verdad.
20:22 ¿Nos es lícito dar
tributo a César, o no?
20:23 Mas él,
comprendiendo la
astucia de ellos, les dijo:
¿Por qué me tentáis?
20:24 Mostradme la
moneda. ¿De quién tiene
la imagen y la
inscripción? Y
respondiendo dijeron:
De César.
20:25 Entonces les dijo:
Pues dad a César lo que
es de César, y a Dios lo
que es de Dios.
20:26 Y no pudieron
sorprenderle en palabra
104
Maestro, sabemos que eres amante de la
verdad, y que enseñas con verdad el
camino de Dios, y que no te cuidas de
nadie, porque no miras la apariencia de
los hombres.
22:17 Dinos, pues, qué te parece: ¿Es
lícito dar tributo a César, o no?
22:18 Pero Jesús, conociendo la malicia
de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis,
hipócritas?
22:19 Mostradme la moneda del tributo.
Y ellos le presentaron un denario.
22:20 Entonces les dijo: ¿De quién es
esta imagen, y la inscripción?
22:21 Le dijeron: De César. Y les dijo:
Dad, pues, a César lo que es de César, y
a Dios lo que es de Dios.
22:22 Oyendo esto, se maravillaron, y
dejándole, se fueron.
dejaron descendencia; y
después de todos murió
también la mujer.
12:23 En la resurrección,
pues, cuando resuciten, ¿de
cuál de ellos será ella mujer,
ya que los siete la tuvieron
por mujer?
12:24 Entonces
respondiendo Jesús, les dijo:
¿No erráis por esto, porque
ignoráis las Escrituras, y el
poder de Dios?
12:25 Porque cuando
resuciten de los muertos, ni
se casarán ni se darán en
casamiento, sino serán como
los ángeles que están en los
cielos.
12:26 Pero respecto a que
los muertos resucitan, ¿no
22:23 Aquel día vinieron a él los
habéis leído en el libro de
saduceos, que dicen que no hay
Moisés cómo le habló Dios
resurrección, y le preguntaron,
22:24 diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si en la zarza, diciendo: Yo
alguno muriere sin hijos, su hermano se soy el Dios de Abraham, el
Dios de Isaac y el Dios de
casará con su mujer, y levantará
Jacob?
descendencia a su hermano.
12:27 Dios no es Dios de
22:25 Hubo, pues, entre nosotros siete
hermanos; el primero se casó, y murió; y muertos, sino Dios de vivos;
no teniendo descendencia, dejó su mujer así que vosotros mucho
erráis.
a su hermano.
22:26 De la misma manera también el
segundo, y el tercero, hasta el séptimo.
12:28 Acercándose uno de
22:27 Y después de todos murió
los escribas, que los había
también la mujer.
oído disputar, y sabía que
22:28 En la resurrección, pues, ¿de cuál les había respondido bien, le
de los siete será ella mujer, ya que todos preguntó: ¿Cuál es el primer
la tuvieron?
mandamiento de todos?
22:29 Entonces respondiendo Jesús, les 12:29 Jesús le respondió: El
dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y
primer mandamiento de
el poder de Dios.
todos es: Oye, Israel; el
22:30 Porque en la resurrección ni se
Señor nuestro Dios, el Señor
casarán ni se darán en casamiento, sino
uno es.
serán como los ángeles de Dios en el
12:30 Y amarás al Señor tu
cielo.
Dios con todo tu corazón, y
22:31 Pero respecto a la resurrección de con toda tu alma, y con toda
los muertos, ¿no habéis leído lo que os
tu mente y con todas tus
fue dicho por Dios, cuando dijo:
fuerzas. Este es el principal
22:32 Yo soy el Dios de Abraham, el
mandamiento.
alguna delante del
pueblo, sino que
maravillados de su
respuesta, callaron.
20:27 Llegando
entonces algunos de los
saduceos, los cuales
niegan haber
resurrección, le
preguntaron,
20:28 diciendo:
Maestro, Moisés nos
escribió: Si el hermano
de alguno muriere
teniendo mujer, y no
dejare hijos, que su
hermano se case con
ella, y levante
descendencia a su
hermano.
20:29 Hubo, pues, siete
hermanos; y el primero
tomó esposa, y murió
sin hijos.
20:30 Y la tomó el
segundo, el cual también
murió sin hijos.
20:31 La tomó el
tercero, y así todos los
siete, y murieron sin
dejar descendencia.
20:32 Finalmente murió
también la mujer.
20:33 En la
resurrección, pues, ¿de
cuál de ellos será mujer,
ya que los siete la
tuvieron por mujer?
20:34 Entonces
respondiendo Jesús, les
dijo: Los hijos de este
siglo se casan, y se dan
en casamiento;
20:35 mas los que
fueren tenidos por
dignos de alcanzar aquel
siglo y la resurrección
de entre los muertos, ni
se casan, ni se dan en
105
Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios
no es Dios de muertos, sino de vivos.
22:33 Oyendo esto la gente, se admiraba
de su doctrina.
22:34 Entonces los fariseos, oyendo que
había hecho callar a los saduceos, se
juntaron a una.
22:35 Y uno de ellos, intérprete de la
ley, preguntó por tentarle, diciendo:
22:36 Maestro, ¿cuál es el gran
mandamiento en la ley?
22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente.
22:38 Este es el primero y grande
mandamiento.
22:39 Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
22:40 De estos dos mandamientos
depende toda la ley y los profetas.
22:41 Y estando juntos los fariseos,
Jesús les preguntó,
22:42 diciendo: ¿Qué pensáis del
Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron:
De David.
22:43 Él les dijo: ¿Pues cómo David en
el Espíritu le llama Señor, diciendo:
22:44 Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
Hasta que ponga a tus enemigos por
estrado de tus pies?
22:45 Pues si David le llama Señor,
¿cómo es su hijo?
22:46 Y nadie le podía responder
palabra; ni osó alguno desde aquel día
preguntarle más.
12:31 Y el segundo es
semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo.
No hay otro mandamiento
mayor que éstos.
12:32 Entonces el escriba le
dijo: Bien, Maestro, verdad
has dicho, que uno es Dios,
y no hay otro fuera de él;
12:33 y el amarle con todo
el corazón, con todo el
entendimiento, con toda el
alma, y con todas las
fuerzas, y amar al prójimo
como a uno mismo, es más
que todos los holocaustos y
sacrificios.
12:34 Jesús entonces,
viendo que había respondido
sabiamente, le dijo: No estás
lejos del reino de Dios. Y ya
ninguno osaba preguntarle.
12:35 Enseñando Jesús en el
templo, decía: ¿Cómo dicen
los escribas que el Cristo es
hijo de David?
12:36 Porque el mismo
David dijo por el Espíritu
Santo:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga tus
enemigos por estrado de tus
pies.
12:37a David mismo le
llama Señor; ¿cómo, pues,
es su hijo?
casamiento.
20:36 Porque no pueden
ya más morir, pues son
iguales a los ángeles, y
son hijos de Dios, al ser
hijos de la resurrección.
20:37 Pero en cuanto a
que los muertos han de
resucitar, aun Moisés lo
enseñó en el pasaje de la
zarza, cuando llama al
Señor, Dios de
Abraham, Dios de Isaac
y Dios de Jacob.
20:38 Porque Dios no es
Dios de muertos, sino de
vivos, pues para él todos
viven.
20:39 Respondiéndole
algunos de los escribas,
dijeron: Maestro, bien
has dicho.
20:40 Y no osaron
preguntarle nada más.
20:41 Entonces él les
dijo: ¿Cómo dicen que
el Cristo es hijo de
David?
20:42 Pues el mismo
David dice en el libro de
los Salmos:
Dijo el Señor a mi
Señor:
Siéntate a mi diestra,
20:43 Hasta que ponga
a tus enemigos por
estrado de tus pies.
20:44 David, pues, le
llama Señor; ¿cómo
entonces es su hijo?
132.
MATEO 23:1-12
23:1 Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos,
diciendo:
23:2 En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y
MARCOS 12:37b-40
LUCAS 20:4547
12:37b Y gran
20:45 Y
multitud del pueblo le oyéndole todo el
pueblo, dijo a
106
los fariseos.
23:3 Así que, todo lo que os digan que guardéis,
guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus
obras, porque dicen, y no hacen.
23:4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y
las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos
ni con un dedo quieren moverlas.
23:5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por
los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y
extienden los flecos de sus mantos;
23:6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las
primeras sillas en las sinagogas,
23:7 y las salutaciones en las plazas, y que los hombres
los llamen: Rabí, Rabí.
23:8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí;
porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos
vosotros sois hermanos.
23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra;
porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.
23:10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es
vuestro Maestro, el Cristo.
23:11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro
siervo.
23:12 Porque el que se enaltece será humillado, y el
que se humilla será enaltecido.
oía de buena gana.
sus discípulos:
20:46 Guardaos
de los escribas,
12:38 Y les decía en
su doctrina: Guardaos que gustan de
andar con ropas
de los escribas, que
largas, y aman
gustan de andar con
las salutaciones
largas ropas, y aman
las salutaciones en las en las plazas, y
las primeras
plazas,
sillas en las
12:39 y las primeras
sinagogas, y los
sillas en las
primeros
sinagogas, y los
asientos en las
primeros asientos en
cenas;
las cenas;
12:40 que devoran las 20:47 que
casas de las viudas, y devoran las
casas de las
por pretexto hacen
viudas, y por
largas oraciones.
Estos recibirán mayor pretexto hacen
largas oraciones;
condenación.
éstos recibirán
mayor
condenación.
133.
MATEO 23:13-39
23:13 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos
delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
23:14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y
como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.
23:15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un
prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
23:16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si
alguno jura por el oro del templo, es deudor.
23:17 ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?
23:18 También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que
está sobre él, es deudor.
23:19 ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?
23:20 Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;
23:21 y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita;
23:22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él.
23:23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el
comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario
hacer, sin dejar de hacer aquello.
23:24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!
107
23:25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del
plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
23:26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de
fuera sea limpio.
23:27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros
blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de
huesos de muertos y de toda inmundicia.
23:28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por
dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
23:29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los
profetas, y adornáis los monumentos de los justos,
23:30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus
cómplices en la sangre de los profetas.
23:31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a
los profetas.
23:32 ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!
23:33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
23:34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y
crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;
23:35 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde
la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el
templo y el altar.
23:36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
23:37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no
quisiste!
23:38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta.
23:39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el
nombre del Señor.
134.
MARCOS 12:41-44
12:41 Estando Jesús sentado delante del arca de la
ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca;
y muchos ricos echaban mucho.
12:42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea
un cuadrante.
12:43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De
cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos
los que han echado en el arca;
12:44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero
ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su
sustento.
LUCAS 21:1-4
21:1 Levantando los ojos, vio a los
ricos que echaban sus ofrendas en el
arca de las ofrendas.
21:2 Vio también a una viuda muy
pobre, que echaba allí dos blancas.
21:3 Y dijo: En verdad os digo, que
esta viuda pobre echó más que todos.
21:4 Porque todos aquéllos echaron
para las ofrendas de Dios de lo que les
sobra; mas ésta, de su pobreza echó
todo el sustento que tenía.
108
135.
MATEO 24:1-25:46
24:1 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se
acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios
del templo.
24:2 Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De
cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra,
que no sea derribada.
24:3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos,
los discípulos se le acercaron aparte,
diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal
habrá de tu venida, y del fin del siglo?
24:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os
engañe.
24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo:
Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
24:6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad
que no os turbéis, porque es necesario que todo esto
acontezca; pero aún no es el fin.
24:7 Porque se levantará nación contra nación, y reino
contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos
en diferentes lugares.
24:8 Y todo esto será principio de dolores.
24:9 Entonces os entregarán a tribulación, y os
matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por
causa de mi nombre.
24:10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán
unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
24:11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y
engañarán a muchos;
24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de
muchos se enfriará.
24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
24:14 Y será predicado este evangelio del reino en
todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y
entonces vendrá el fin.
24:15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la
abominación desoladora de que habló el profeta Daniel
(el que lee, entienda),
24:16 entonces los que estén en Judea, huyan a los
montes.
24:17 El que esté en la azotea, no descienda para tomar
algo de su casa;
24:18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para
tomar su capa.
24:19 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que
críen en aquellos días!
MARCOS 13:1-37
13:1 Saliendo Jesús
del templo, le dijo
uno de sus
discípulos:
Maestro, mira qué
piedras, y qué
edificios.
13:2 Jesús,
respondiendo, le
dijo: ¿Ves estos
grandes edificios?
No quedará piedra
sobre piedra, que
no sea derribada.
LUCAS 21:5-36
21:5 Y a unos que
hablaban de que el
templo estaba
adornado de
hermosas piedras y
ofrendas votivas,
dijo:
21:6 En cuanto a
estas cosas que
veis, días vendrán
en que no quedará
piedra sobre
piedra, que no sea
destruida.
13:3 Y se sentó en
el monte de los
Olivos, frente al
templo. Y Pedro,
Jacobo, Juan y
Andrés le
preguntaron aparte:
13:4 Dinos,
¿cuándo serán estas
cosas? ¿Y qué señal
habrá cuando todas
estas cosas hayan
de cumplirse?
13:5 Jesús,
respondiéndoles,
comenzó a decir:
Mirad que nadie os
engañe;
13:6 porque
vendrán muchos en
mi nombre,
diciendo: Yo soy el
Cristo; y engañarán
a muchos.
13:7 Mas cuando
oigáis de guerras y
de rumores de
guerras, no os
turbéis, porque es
necesario que
suceda así; pero
21:7 Y le
preguntaron,
diciendo: Maestro,
¿cuándo será esto?
¿y qué señal habrá
cuando estas cosas
estén para
suceder?
21:8 El entonces
dijo: Mirad que no
seáis engañados;
porque vendrán
muchos en mi
nombre, diciendo:
Yo soy el Cristo,
y: El tiempo está
cerca. Mas no
vayáis en pos de
ellos.
21:9 Y cuando
oigáis de guerras y
de sediciones, no
os alarméis;
porque es
necesario que estas
cosas acontezcan
primero; pero el
fin no será
inmediatamente.
21:10 Entonces les
dijo: Se levantará
109
24:20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno
ni en día de reposo;
24:21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no
la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora,
ni la habrá.
24:22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie
sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos
días serán acortados.
24:23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el
Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
24:24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos
profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal
manera que engañarán, si fuere posible, aun a los
escogidos.
24:25 Ya os lo he dicho antes.
24:26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto,
no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
24:27 Porque como el relámpago que sale del oriente y
se muestra hasta el occidente, así será también la
venida del Hijo del Hombre.
24:28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo
muerto, allí se juntarán las águilas.
24:29 E inmediatamente después de la tribulación de
aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su
resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las
potencias de los cielos serán conmovidas.
24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre
en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la
tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las
nubes del cielo, con poder y gran gloria.
24:31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta,
y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde
un extremo del cielo hasta el otro.
24:32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya
su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el
verano está cerca.
24:33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas
cosas, conoced que está cerca, a las
puertas.
24:34 De cierto os digo, que no pasará esta generación
hasta que todo esto acontezca.
24:35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán.
24:36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los
ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
24:37 Mas como en los días de Noé, así será la venida
del Hijo del Hombre.
24:38 Porque como en los días antes del diluvio
aún no es el fin.
13:8 Porque se
levantará nación
contra nación, y
reino contra reino;
y habrá terremotos
en muchos lugares,
y habrá hambres y
alborotos;
principios de
dolores son estos.
13:9 Pero mirad por
vosotros mismos;
porque os
entregarán a los
concilios, y en las
sinagogas os
azotarán; y delante
de gobernadores y
de reyes os llevarán
por causa de mí,
para testimonio a
ellos.
13:10 Y es
necesario que el
evangelio sea
predicado antes a
todas las naciones.
13:11 Pero cuando
os trajeren para
entregaros, no os
preocupéis por lo
que habéis de decir,
ni lo penséis, sino
lo que os fuere
dado en aquella
hora, eso hablad;
porque no sois
vosotros los que
habláis, sino el
Espíritu Santo.
13:12 Y el hermano
entregará a la
muerte al hermano,
y el padre al hijo; y
se levantarán los
hijos contra los
padres, y los
matarán.
nación contra
nación, y reino
contra reino;
21:11 y habrá
grandes
terremotos, y en
diferentes lugares
hambres y
pestilencias; y
habrá terror y
grandes señales
del cielo.
21:12 Pero antes
de todas estas
cosas os echarán
mano, y os
perseguirán, y os
entregarán a las
sinagogas y a las
cárceles, y seréis
llevados ante reyes
y ante
gobernadores por
causa de mi
nombre.
21:13 Y esto os
será ocasión para
dar testimonio.
21:14 Proponed en
vuestros corazones
no pensar antes
cómo habéis de
responder en
vuestra defensa;
21:15 porque yo
os daré palabra y
sabiduría, la cual
no podrán resistir
ni contradecir
todos los que se
opongan.
21:16 Mas seréis
entregados aun por
vuestros padres, y
hermanos, y
parientes, y
amigos; y matarán
a algunos de
vosotros;
110
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en
casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
24:39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se
los llevó a todos, así será también la venida del Hijo
del Hombre.
24:40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será
tomado, y el otro será dejado.
24:41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la
una será tomada, y la otra será dejada.
24:42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de
venir vuestro Señor.
24:43 Pero sabed esto, que si el padre de familia
supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y
no dejaría minar su casa.
24:44 Por tanto, también vosotros estad preparados;
porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no
pensáis.
24:45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual
puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento
a tiempo?
24:46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su
señor venga, le halle haciendo así.
24:47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le
pondrá.
24:48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón:
Mi señor tarda en venir;
24:49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a
comer y a beber con los borrachos,
24:50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste
no espera, y a la hora que no sabe,
24:51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con
los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
25:1 Entonces el reino de los cielos será semejante a
diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a
recibir al esposo.
25:2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
25:3 Las insensatas, tomando sus lámparas, no
tomaron consigo aceite;
25:4 mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas,
juntamente con sus lámparas.
25:5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se
durmieron.
25:6 Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene
el esposo; salid a recibirle!
25:7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y
arreglaron sus lámparas.
25:8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos
de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
13:13 Y seréis
aborrecidos de
todos por causa de
mi nombre; mas el
que persevere hasta
el fin, éste será
salvo.
13:14 Pero cuando
veáis la
abominación
desoladora de que
habló el profeta
Daniel, puesta
donde no debe estar
(el que lee,
entienda), entonces
los que estén en
Judea huyan a los
montes.
13:15 El que esté
en la azotea, no
descienda a la casa,
ni entre para tomar
algo de su casa;
13:16 y el que esté
en el campo, no
vuelva atrás a
tomar su capa.
13:17 Mas ¡ay de
las que estén
encintas, y de las
que críen en
aquellos días!
13:18 Orad, pues,
que vuestra huida
no sea en invierno;
13:19 porque
aquellos días serán
de tribulación cual
nunca ha habido
desde el principio
de la creación que
Dios creó, hasta
este tiempo, ni la
habrá.
13:20 Y si el Señor
no hubiese acortado
aquellos días, nadie
sería salvo; mas por
21:17 y seréis
aborrecidos de
todos por causa de
mi nombre.
21:18 Pero ni un
cabello de vuestra
cabeza perecerá.
21:19 Con vuestra
paciencia ganaréis
vuestras almas.
21:20 Pero cuando
viereis a Jerusalén
rodeada de
ejércitos, sabed
entonces que su
destrucción ha
llegado.
21:21 Entonces los
que estén en
Judea, huyan a los
montes; y los que
en medio de ella,
váyanse; y los que
estén en los
campos, no entren
en ella.
21:22 Porque estos
son días de
retribución, para
que se cumplan
todas las cosas que
están escritas.
21:23 Mas ¡ay de
las que estén
encintas, y de las
que críen en
aquellos días!
porque habrá gran
calamidad en la
tierra, e ira sobre
este pueblo.
21:24 Y caerán a
filo de espada, y
serán llevados
cautivos a todas
las naciones; y
Jerusalén será
hollada por los
gentiles, hasta que
111
25:9 Mas las prudentes respondieron diciendo: Para
que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a
los que venden, y comprad para vosotras mismas.
25:10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el
esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a
las bodas; y se cerró la puerta.
25:11 Después vinieron también las otras vírgenes,
diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!
25:12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo,
que no os conozco.
25:13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en
que el Hijo del Hombre ha de venir.
25:14 Porque el reino de los cielos es como un hombre
que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus
bienes.
25:15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro
uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se
fue lejos.
25:16 Y el que había recibido cinco talentos fue y
negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos
25:17 Asimismo el que había recibido dos, ganó
también otros dos.
25:18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la
tierra, y escondió el dinero de su señor.
25:19 Después de mucho tiempo vino el señor de
aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.
25:20 Y llegando el que había recibido cinco talentos,
trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco
talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros
cinco talentos sobre ellos.
25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre
poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el
gozo de tu señor.
25:22 Llegando también el que había recibido dos
talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí
tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
25:23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre
poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el
gozo de tu señor.
25:24 Pero llegando también el que había recibido un
talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro,
que siegas donde no sembraste y recoges donde no
esparciste;
25:25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento
en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.
25:26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y
negligente, sabías que siego donde no sembré, y que
recojo donde no esparcí.
causa de los
escogidos que él
escogió, acortó
aquellos días.
13:21 Entonces si
alguno os dijere:
Mirad, aquí está el
Cristo; o, mirad,
allí está, no le
creáis.
13:22 Porque se
levantarán falsos
Cristos y falsos
profetas, y harán
señales y prodigios,
para engañar, si
fuese posible, aun a
los escogidos.
13:23 Mas vosotros
mirad; os lo he
dicho todo antes.
los tiempos de los
gentiles se
cumplan.
21:25 Entonces
habrá señales en el
sol, en la luna y en
las estrellas, y en
la tierra angustia
de las gentes,
confundidas a
causa del bramido
del mar y de las
olas;
21:26
desfalleciendo los
hombres por el
temor y la
expectación de las
cosas que
sobrevendrán en la
tierra; porque las
13:24 Pero en
potencias de los
aquellos días,
cielos serán
después de aquella conmovidas.
tribulación, el sol se 21:27 Entonces
oscurecerá, y la
verán al Hijo del
luna no dará su
Hombre, que
resplandor,
vendrá en una
13:25 y las estrellas nube con poder y
caerán del cielo, y
gran gloria.
las potencias que
21:28 Cuando
están en los cielos
estas cosas
serán conmovidas.
comiencen a
13:26 Entonces
suceder, erguíos y
verán al Hijo del
levantad vuestra
Hombre, que
cabeza, porque
vendrá en las nubes vuestra redención
con gran poder y
está cerca.
gloria.
21:29 También les
13:27 Y entonces
dijo una parábola:
enviará sus ángeles, Mirad la higuera y
y juntará a sus
todos los árboles.
escogidos de los
21:30 Cuando ya
cuatro vientos,
brotan, viéndolo,
desde el extremo de sabéis por vosotros
la tierra hasta el
mismos que el
extremo del cielo.
verano está ya
13:28 De la higuera cerca.
112
25:27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los
banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es
mío con los intereses.
25:28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene
diez talentos.
25:29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y
al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
25:30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de
afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
aprended la
parábola: Cuando
ya su rama está
tierna, y brotan las
hojas, sabéis que el
verano está cerca.
13:29 Así también
vosotros, cuando
veáis que suceden
estas cosas,
25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y conoced que está
cerca, a las puertas.
todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en
13:30 De cierto os
su trono de gloria,
25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; digo, que no pasará
esta generación
y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor
hasta que todo esto
las ovejas de los cabritos.
25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a acontezca.
13:31 El cielo y la
su izquierda.
25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, tierra pasarán, pero
mis palabras no
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para
pasarán.
vosotros desde la fundación del mundo.
25:35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve 13:32 Pero de aquel
día y de la hora
sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me
nadie sabe, ni aun
recogisteis;
los ángeles que
25:36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me
están en el cielo, ni
visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
el Hijo, sino el
25:37 Entonces los justos le responderán diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, Padre.
13:33 Mirad, velad
o sediento, y te dimos de beber?
25:38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o y orad; porque no
sabéis cuándo será
desnudo, y te cubrimos?
el tiempo.
25:39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y
13:34 Es como el
vinimos a ti?
hombre que
25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os
yéndose lejos, dejó
digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
su casa, y dio
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
autoridad a sus
25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda:
siervos, y a cada
Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado
uno su obra, y al
para el diablo y sus ángeles.
portero mandó que
25:42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer;
velase.
tuve sed, y no me disteis de beber;
13:35 Velad, pues,
25:43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve
desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y porque no sabéis
cuándo vendrá el
no me visitasteis.
25:44 Entonces también ellos le responderán diciendo: señor de la casa; si
al anochecer, o a la
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento,
medianoche, o al
forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te
canto del gallo, o a
servimos?
la mañana;
25:45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os
21:31 Así también
vosotros, cuando
veáis que suceden
estas cosas, sabed
que está cerca el
reino de Dios.
21:32 De cierto os
digo, que no
pasará esta
generación hasta
que todo esto
acontezca.
21:33 El cielo y la
tierra pasarán,
pero mis palabras
no pasarán.
21:34 Mirad
también por
vosotros mismos,
que vuestros
corazones no se
carguen de
glotonería y
embriaguez y de
los afanes de esta
vida, y venga de
repente sobre
vosotros aquel
día.
21:35 Porque
como un lazo
vendrá sobre todos
los que habitan
sobre la faz de
toda la tierra.
21:36 Velad, pues,
en todo tiempo
orando que seáis
tenidos por dignos
de escapar de
todas estas cosas
que vendrán, y de
estar en pie
delante del Hijo
del Hombre.
113
digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más
pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
25:46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la
vida eterna.
13:36 para que
cuando venga de
repente, no os halle
durmiendo.
13:37 Y lo que a
vosotros digo, a
todos lo digo:
Velad.
136.
LUCAS 21:37-38
21:37 Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de
los Olivos.
21:38 Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo.
137.
MATEO 26:1-5
26:1 Cuando hubo acabado Jesús todas estas
palabras, dijo a sus discípulos:
26:2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la
pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para
ser crucificado.
26:3 Entonces los principales sacerdotes, los
escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en
el patio del sumo sacerdote llamado Caifás,
26:4 y tuvieron consejo para prender con engaño a
Jesús, y matarle.
26:5 Pero decían: No durante la fiesta, para que
no se haga alboroto en el pueblo.
MARCOS 14:1-2
14:1 Dos días después
era la pascua, y la fiesta
de los panes sin
levadura; y buscaban los
principales sacerdotes y
los escribas cómo
prenderle por engaño y
matarle.
14:2 Y decían: No
durante la fiesta para
que no se haga alboroto
del pueblo.
LUCAS 22:1-2
22:1 Estaba cerca
la fiesta de los
panes sin levadura,
que se llama la
pascua.
22:2 Y los
principales
sacerdotes y los
escribas buscaban
cómo matarle;
porque temían al
pueblo.
138.
MATEO 26:6-13
26:6 Y estando Jesús en Betania, en casa de
Simón el leproso,
26:7 vino a él una mujer, con un vaso de
alabastro de perfume de gran precio, y lo
derramó sobre la cabeza de él, estando sentado
a la mesa.
26:8 Al ver esto, los discípulos se enojaron,
diciendo: ¿Para qué este desperdicio?
26:9 Porque esto podía haberse vendido a gran
precio, y haberse dado a los pobres.
26:10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué
molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo
MARCOS 14:3-9
14:3 Pero estando él en Betania, en casa de
Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una
mujer con un vaso de alabastro de perfume de
nardo puro de mucho precio; y quebrando el
vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
14:4 Y hubo algunos que se enojaron dentro de
sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este
desperdicio de perfume?
14:5 Porque podía haberse vendido por más de
trescientos denarios, y haberse dado a los pobres.
Y murmuraban contra ella.
14:6 Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la
114
una buena obra.
26:11 Porque siempre tendréis pobres con
vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
26:12 Porque al derramar este perfume sobre
mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme
para la sepultura.
26:13 De cierto os digo que dondequiera que se
predique este evangelio, en todo el mundo,
también se contará lo que ésta ha hecho, para
memoria de ella.
molestáis? Buena obra me ha hecho.
14:7 Siempre tendréis a los pobres con vosotros,
y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a
mí no siempre me tendréis.
14:8 Esta ha hecho lo que podía; porque se ha
anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.
14:9 De cierto os digo que dondequiera que se
predique este evangelio, en todo el mundo,
también se contará lo que ésta ha hecho, para
memoria de ella.
139.
MATEO 26:14-16
26:14 Entonces uno de los
doce, que se llamaba Judas
Iscariote, fue a los principales
sacerdotes,
26:15 y les dijo: ¿Qué me
queréis dar, y yo os lo
entregaré? Y ellos le asignaron
treinta piezas de plata.
26:16 Y desde entonces
buscaba oportunidad para
entregarle.
MARCOS 14:10-11
14:10 Entonces Judas
Iscariote, uno de los
doce, fue a los
principales sacerdotes
para entregárselo.
14:11 Ellos, al oírlo,
se alegraron, y
prometieron darle
dinero. Y Judas
buscaba oportunidad
para entregarle.
LUCAS 22:3-6
22:3 Y entró Satanás en Judas, por
sobrenombre Iscariote, el cual era uno
del número de los doce;
22:4 y éste fue y habló con los
principales sacerdotes, y con los jefes de
la guardia, de cómo se lo entregaría.
22:5 Ellos se alegraron, y convinieron
en darle dinero.
22:6 Y él se comprometió, y buscaba
una oportunidad para entregárselo a
espaldas del pueblo.
140.
MATEO 26:17-19
26:17 El primer día
de la fiesta de los
panes sin levadura,
vinieron los
discípulos a Jesús,
diciéndole: ¿Dónde
quieres que
preparemos para que
comas la pascua?
26:18 Y él dijo: Id a
la ciudad a cierto
hombre, y decidle:
El Maestro dice: Mi
tiempo está cerca; en
tu casa celebraré la
pascua con mis
discípulos.
26:19 Y los
discípulos hicieron
MARCOS 14:12-16
14:12 El primer día de la fiesta de
los panes sin levadura, cuando
sacrificaban el cordero de la pascua,
sus discípulos le dijeron: ¿Dónde
quieres que vayamos a preparar para
que comas la pascua?
14:13 Y envió dos de sus discípulos,
y les dijo: Id a la ciudad, y os saldrá
al encuentro un hombre que lleva un
cántaro de agua; seguidle,
14:14 y donde entrare, decid al
señor de la casa: El Maestro dice:
¿Dónde está el aposento donde he
de comer la pascua con mis
discípulos?
14:15 Y él os mostrará un gran
aposento alto ya dispuesto; preparad
para nosotros allí.
14:16 Fueron sus discípulos y
LUCAS 22:7-13
22:7 Llegó el día de los panes sin
levadura, en el cual era necesario
sacrificar el cordero de la pascua.
22:8 Y Jesús envió a Pedro y a Juan,
diciendo: Id, preparadnos la pascua
para que la comamos.
22:9 Ellos le dijeron: ¿Dónde
quieres que la preparemos?
22:10 Él les dijo: He aquí, al entrar
en la ciudad os saldrá al encuentro
un hombre que lleva un cántaro de
agua; seguidle hasta la casa donde
entrare,
22:11 y decid al padre de familia de
esa casa: El Maestro te dice:
¿Dónde está el aposento donde he
de comer la pascua con mis
discípulos?
22:12 Entonces él os mostrará un
115
como Jesús les
mandó, y prepararon
la pascua.
entraron en la ciudad, y hallaron
como les había dicho; y prepararon
la pascua.
gran aposento alto ya dispuesto;
preparad allí.
22:13 Fueron, pues, y hallaron como
les había dicho; y prepararon la
pascua.
141.
MATEO
26:20-29
26:20 Cuando
llegó la
noche, se
sentó a la
mesa con los
doce.
26:21 Y
mientras
comían, dijo:
De cierto os
digo, que uno
de vosotros
me va a
entregar.
26:22 Y
entristecidos
en gran
manera,
comenzó cada
uno de ellos a
decirle: ¿Soy
yo, Señor?
26:23
Entonces él
respondiendo,
dijo: El que
mete la mano
conmigo en el
plato, ése me
va a entregar.
26:24 A la
verdad el Hijo
del Hombre
va, según está
escrito de él,
mas ¡ay de
aquel hombre
por quien el
MARCOS
14:17-25
14:17 Y
cuando llegó
la noche, vino
él con los
doce.
14:18 Y
cuando se
sentaron a la
mesa,
mientras
comían, dijo
Jesús: De
cierto os digo
que uno de
vosotros, que
come
conmigo, me
va a entregar.
14:19
Entonces
ellos
comenzaron a
entristecerse,
y a decirle
uno por uno:
¿Seré yo? Y
el otro: ¿Seré
yo?
14:20 El,
respondiendo,
les dijo: Es
uno de los
doce, el que
moja
conmigo en el
plato.
14:21 A la
verdad el
LUCAS 22:1438
22:14 Cuando
era la hora, se
sentó a la mesa,
y con él los
apóstoles.
22:15 Y les
dijo: ¡Cuánto
he deseado
comer con
vosotros esta
pascua antes
que padezca!
22:16 Porque
os digo que no
la comeré más,
hasta que se
cumpla en el
reino de Dios.
22:17 Y
habiendo
tomado la copa,
dio gracias, y
dijo: Tomad
esto, y
repartidlo entre
vosotros;
22:18 porque os
digo que no
beberé más del
fruto de la vid,
hasta que el
reino de Dios
venga.
22:19 Y tomó
el pan y dio
gracias, y lo
partió y les dio,
diciendo: Esto
JUAN 13:1-14:31
13:1 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo
Jesús que su hora había llegado para que
pasase de este mundo al Padre, como había
amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el fin.
13:2 Y cuando cenaban, como el diablo ya
había puesto en el corazón de Judas Iscariote,
hijo de Simón, que le entregase,
13:3 sabiendo Jesús que el Padre le había dado
todas las cosas en las manos, y que había
salido de Dios, y a Dios iba,
13:4 se levantó de la cena, y se quitó su manto,
y tomando una toalla, se la ciñó.
13:5 Luego puso agua en un lebrillo, y
comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a
enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.
13:6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le
dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?
13:7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo
hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo
entenderás después.
13:8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies
jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no
tendrás parte conmigo.
13:9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis
pies, sino también las manos y la cabeza.
13:10 Jesús le dijo: El que está lavado, no
necesita sino lavarse los pies, pues está todo
limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no
todos.
13:11 Porque sabía quién le iba a entregar; por
eso dijo: No estáis limpios todos.
13:12 Así que, después que les hubo lavado
los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les
dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?
13:13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y
decís bien, porque lo soy.
13:14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he
116
Hijo del
Hombre es
entregado!
Bueno le
fuera a ese
hombre no
haber nacido.
26:25
Entonces
respondiendo
Judas, el que
le entregaba,
dijo: ¿Soy yo,
Maestro? Le
dijo: Tú lo
has dicho.
26:26 Y
mientras
comían, tomó
Jesús el pan, y
bendijo, y lo
partió, y dio a
sus
discípulos, y
dijo: Tomad,
comed; esto
es mi cuerpo.
26:27 Y
tomando la
copa, y
habiendo
dado gracias,
les dio,
diciendo:
Bebed de ella
todos;
26:28 porque
esto es mi
sangre del
nuevo pacto,
que por
muchos es
derramada
para remisión
de los
pecados.
26:29 Y os
digo que
desde ahora
Hijo del
Hombre va,
según está
escrito de él,
mas ¡ay de
aquel hombre
por quien el
Hijo del
Hombre es
entregado!
Bueno le
fuera a ese
hombre no
haber nacido.
14:22 Y
mientras
comían, Jesús
tomó pan y
bendijo, y lo
partió y les
dio, diciendo:
Tomad, esto
es mi cuerpo.
14:23 Y
tomando la
copa, y
habiendo
dado gracias,
les dio; y
bebieron de
ella todos.
14:24 Y les
dijo: Esto es
mi sangre del
nuevo pacto,
que por
muchos es
derramada.
14:25 De
cierto os digo
que no beberé
más del fruto
de la vid,
hasta aquel
día en que lo
beba nuevo
en el reino de
Dios.
es mi cuerpo,
que por
vosotros es
dado; haced
esto en
memoria de
mí.
22:20 De igual
manera,
después que
hubo cenado,
tomó la copa,
diciendo: Esta
copa es el
nuevo pacto en
mi sangre, que
por vosotros se
derrama.
22:21 Mas he
aquí, la mano
del que me
entrega está
conmigo en la
mesa.
22:22 A la
verdad el Hijo
del Hombre va,
según lo que
está
determinado;
pero ¡ay de
aquel hombre
por quien es
entregado!
22:23 Entonces
ellos
comenzaron a
discutir entre sí,
quién de ellos
sería el que
había de hacer
esto.
22:24 Hubo
también entre
ellos una
disputa sobre
quién de ellos
sería el mayor.
lavado vuestros pies, vosotros también debéis
lavaros los pies los unos a los otros.
13:15 Porque ejemplo os he dado, para que
como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
13:16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no
es mayor que su señor, ni el enviado es mayor
que el que le envió.
13:17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados
seréis si las hiciereis.
13:18 No hablo de todos vosotros; yo sé a
quienes he elegido; mas para que se cumpla la
Escritura: El que come pan conmigo, levantó
contra mí su calcañar.
13:19 Desde ahora os lo digo antes que
suceda, para que cuando suceda, creáis que yo
soy.
13:20 De cierto, de cierto os digo: El que
recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el
que me recibe a mí, recibe al que me envió.
13:21 Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió
en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de
cierto os digo, que uno de vosotros me va a
entregar.
13:22 Entonces los discípulos se miraban unos
a otros, dudando de quién hablaba.
13:23 Y uno de sus discípulos, al cual Jesús
amaba, estaba recostado al lado de Jesús.
13:24 A éste, pues, hizo señas Simón Pedro,
para que preguntase quién era aquel de quien
hablaba.
13:25 El entonces, recostado cerca del pecho
de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es?
13:26 Respondió Jesús: A quien yo diere el
pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio
a Judas Iscariote hijo de Simón.
13:27 Y después del bocado, Satanás entró en
él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer,
hazlo más pronto.
13:28 Pero ninguno de los que estaban a la
mesa entendió por qué le dijo esto.
13:29 Porque algunos pensaban, puesto que
Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía:
Compra lo que necesitamos para la fiesta; o
que diese algo a los pobres.
13:30 Cuando él, pues, hubo tomado el
bocado, luego salió; y era ya de noche.
13:31 Entonces, cuando hubo salido, dijo
Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del
Hombre, y Dios es glorificado en él.
117
no beberé más
de este fruto
de la vid,
hasta aquel
día en que lo
beba nuevo
con vosotros
en el reino de
mi Padre.
22:25 Pero él
les dijo: Los
reyes de las
naciones se
enseñorean de
ellas, y los que
sobre ellas
tienen autoridad
son llamados
bienhechores;
22:26 mas no
así vosotros,
sino sea el
mayor entre
vosotros como
el más joven, y
el que dirige,
como el que
sirve.
22:27 Porque,
¿cuál es mayor,
el que se sienta
a la mesa, o el
que sirve? ¿No
es el que se
sienta a la
mesa? Mas yo
estoy entre
vosotros como
el que sirve.
22:28 Pero
vosotros sois
los que habéis
permanecido
conmigo en mis
pruebas.
22:29 Yo, pues,
os asigno un
reino, como mi
Padre me lo
asignó a mí,
22:30 para que
comáis y bebáis
a mi mesa en
mi reino, y os
sentéis en
tronos juzgando
a las doce tribus
13:32 Si Dios es glorificado en él, Dios
también le glorificará en sí mismo, y en
seguida le glorificará.
13:33 Hijitos, aún estaré con vosotros un poco.
Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así
os digo ahora a vosotros: A donde yo voy,
vosotros no podéis ir.
13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os
améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros.
13:35 En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los
otros.
13:36 Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde
vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no
me puedes seguir ahora; mas me seguirás
después.
13:37 Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te
puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti.
13:38 Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por
mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el
gallo, sin que me hayas negado tres veces.
14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en
Dios, creed también en mí.
14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas
hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho;
voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré
otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que
donde yo estoy, vosotros también estéis.
14:4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el
camino.
14:5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a
dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el
camino?
14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí.
14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre
conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le
habéis visto.
14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el
Padre, y nos basta.
14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que
estoy con vosotros, y no me has conocido,
Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al
Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el
Padre?
14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el
118
de Israel.
Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no
las hablo por mi propia cuenta, sino que el
Padre que mora en mí, él hace las obras.
22:31 Dijo
14:11 Creedme que yo soy en el Padre, y el
también el
Padre en mí; de otra manera, creedme por las
Señor: Simón,
Simón, he aquí mismas obras.
14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en
Satanás os ha
mí cree, las obras que yo hago, él las hará
pedido para
también; y aun mayores hará, porque yo voy al
zarandearos
Padre.
como a trigo;
14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi
22:32 pero yo
nombre, lo haré, para que el Padre sea
he rogado por
glorificado en el Hijo.
ti, que tu fe no
14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo
falte; y tú, una
haré.
vez vuelto,
14:15 Si me amáis, guardad mis
confirma a tus
mandamientos.
hermanos.
22:33 Él le dijo: 14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro
Consolador, para que esté con vosotros para
Señor,
dispuesto estoy siempre:
14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo
a ir contigo no
sólo a la cárcel, no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;
pero vosotros le conocéis, porque mora con
sino también a
vosotros, y estará en vosotros.
la muerte.
14:18 No os dejaré huérfanos; vendré a
22:34 Y él le
vosotros.
dijo: Pedro, te
14:19 Todavía un poco, y el mundo no me
digo que el
gallo no cantará verá más; pero vosotros me veréis; porque yo
vivo, vosotros también viviréis.
hoy antes que
14:20 En aquel día vosotros conoceréis que yo
tú niegues tres
estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en
veces que me
vosotros.
conoces.
14:21 El que tiene mis mandamientos, y los
22:35 Y a ellos guarda, ése es el que me ama; y el que me
dijo: Cuando os ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré,
envié sin bolsa, y me manifestaré a él.
sin alforja, y sin 14:22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor,
¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no
calzado, ¿os
al mundo?
faltó algo?
14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me
Ellos dijeron:
ama, mi palabra guardará; y mi Padre le
Nada.
amará, y vendremos a él, y haremos morada
22:36 Y les
con él.
dijo: Pues
14:24 El que no me ama, no guarda mis
ahora, el que
palabras; y la palabra que habéis oído no es
tiene bolsa,
mía, sino del Padre que me envió.
tómela, y
14:25 Os he dicho estas cosas estando con
también la
alforja; y el que vosotros.
no tiene espada, 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a
119
venda su capa y
compre una.
22:37 Porque
os digo que es
necesario que
se cumpla
todavía en mí
aquello que está
escrito: Y fue
contado con los
inicuos; porque
lo que está
escrito de mí,
tiene
cumplimiento.
22:38 Entonces
ellos dijeron:
Señor, aquí hay
dos espadas. Y
él les dijo:
Basta.
quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo
que yo os he dicho.
14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os
la doy como el mundo la da. No se turbe
vuestro corazón, ni tenga miedo.
14:28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y
vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais
regocijado, porque he dicho que voy al Padre;
porque el Padre mayor es que yo.
14:29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda,
para que cuando suceda, creáis.
14:30 No hablaré ya mucho con vosotros;
porque viene el príncipe de este mundo, y él
nada tiene en mí.
14:31 Mas para que el mundo conozca que
amo al Padre, y como el Padre me mandó, así
hago. Levantaos, vamos de aquí.
142.
MATEO
26:30-35
26:30 Y
cuando
hubieron
cantado el
himno,
salieron al
monte de los
Olivos.
26:31
Entonces Jesús
les dijo: Todos
vosotros os
escandalizaréis
de mí esta
noche; porque
escrito está:
Heriré al
pastor, y las
ovejas del
rebaño serán
dispersadas.
26:32 Pero
MARCOS
14:26-31
14:26 Cuando
hubieron
cantado el
himno,
salieron al
monte de los
Olivos.
14:27
Entonces Jesús
les dijo: Todos
os
escandalizaréis
de mí esta
noche; porque
escrito está:
Heriré al
pastor, y las
ovejas serán
dispersadas.
14:28 Pero
después que
haya
LUCAS
22:39
22:39 Y
saliendo,
se fue,
como
solía, al
monte de
los
Olivos; y
sus
discípulos
también
le
siguieron.
JUAN 15:1-17:26
15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el
labrador.
15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo
quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará,
para que lleve más fruto.
15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que
os he hablado.
15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el
pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí.
15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho
fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
15:6 El que en mí no permanece, será echado fuera
como pámpano, y se secará; y los recogen, y los
echan en el fuego, y arden.
15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid todo lo que
queréis, y os será hecho.
15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que
llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
120
después que
haya
resucitado, iré
delante de
vosotros a
Galilea.
26:33
Respondiendo
Pedro, le dijo:
Aunque todos
se
escandalicen
de ti, yo nunca
me
escandalizaré.
26:34 Jesús le
dijo: De cierto
te digo que
esta noche,
antes que el
gallo cante, me
negarás tres
veces.
26:35 Pedro le
dijo: Aunque
me sea
necesario
morir contigo,
no te negaré. Y
todos los
discípulos
dijeron lo
mismo.
resucitado, iré
delante de
vosotros a
Galilea.
14:29
Entonces
Pedro le dijo:
Aunque todos
se
escandalicen,
yo no.
14:30 Y le dijo
Jesús: De
cierto te digo
que tú, hoy, en
esta noche,
antes que el
gallo haya
cantado dos
veces, me
negarás tres
veces.
14:31 Mas él
con mayor
insistencia
decía: Si me
fuere necesario
morir contigo,
no te negaré.
También todos
decían lo
mismo.
15:9 Como el Padre me ha amado, así también yo
os he amado; permaneced en mi amor.
15:10 Si guardareis mis mandamientos,
permaneceréis en mi amor; así como yo he
guardado los mandamientos de mi Padre, y
permanezco en su amor.
15:11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo
esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos
a otros, como yo os he amado.
15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno
ponga su vida por sus amigos.
15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que
yo os mando.
15:15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo
no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado
amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre,
os las he dado a conocer.
15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo
os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis
y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para
que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él
os lo dé.
15:17 Esto os mando: Que os améis unos a otros.
15:18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me
ha aborrecido antes que a vosotros.
15:19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo
suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os
elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
15:20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho:
El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me
han perseguido, también a vosotros os
perseguirán; si han guardado mi palabra, también
guardarán la vuestra.
15:21 Mas todo esto os harán por causa de mi
nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
15:22 Si yo no hubiera venido, ni les hubiera
hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen
excusa por su pecado.
15:23 El que me aborrece a mí, también a mi
Padre aborrece.
15:24 Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que
ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero
ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi
Padre.
15:25 Pero esto es para que se cumpla la palabra
que está escrita en su ley: Sin causa me
aborrecieron.
15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien
121
yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el
cual procede del Padre, él dará testimonio acerca
de mí.
15:27 Y vosotros daréis testimonio también,
porque habéis estado conmigo desde el principio.
16:1 Estas cosas os he hablado, para que no
tengáis tropiezo.
16:2 Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene
la hora cuando cualquiera que os mate, pensará
que rinde servicio a Dios.
16:3 Y harán esto porque no conocen al Padre ni a
mí.
16:4 Mas os he dicho estas cosas, para que cuando
llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había
dicho. Esto no os lo dije al principio, porque yo
estaba con vosotros.
16:5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de
vosotros me pregunta: ¿A dónde vas?
16:6 Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza
ha llenado vuestro corazón.
16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que
yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador
no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo
enviaré.
16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio.
16:9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
16:10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me
veréis más;
16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este
mundo ha sido ya juzgado.
16:12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero
ahora no las podéis sobrellevar.
16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él
os guiará a toda la verdad; porque no hablará por
su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir.
16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío,
y os lo hará saber.
16:15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso
dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
16:16 Todavía un poco, y no me veréis; y de
nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al
Padre.
16:17 Entonces se dijeron algunos de sus
discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice:
Todavía un poco y no me veréis; y de nuevo un
poco, y me veréis; y, porque yo voy al Padre?
122
16:18 Decían, pues: ¿Qué quiere decir con:
Todavía un poco? No entendemos lo que habla.
16:19 Jesús conoció que querían preguntarle, y les
dijo: ¿Preguntáis entre vosotros acerca de esto que
dije: Todavía un poco y no me veréis, y de nuevo
un poco y me veréis?
16:20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros
lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará;
pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza
se convertirá en gozo.
16:21 La mujer cuando da a luz, tiene dolor,
porque ha llegado su hora; pero después que ha
dado a luz un niño, ya no se acuerda de la
angustia, por el gozo de que haya nacido un
hombre en el mundo.
16:22 También vosotros ahora tenéis tristeza; pero
os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y
nadie os quitará vuestro gozo.
16:23 En aquel día no me preguntaréis nada. De
cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis
al Padre en mi nombre, os lo dará.
16:24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi
nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo
sea cumplido.
16:25 Estas cosas os he hablado en alegorías; la
hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías,
sino que claramente os anunciaré acerca del
Padre.
16:26 En aquel día pediréis en mi nombre; y no os
digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
16:27 pues el Padre mismo os ama, porque
vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo
salí de Dios.
16:28 Salí del Padre, y he venido al mundo; otra
vez dejo el mundo, y voy al Padre.
16:29 Le dijeron sus discípulos: He aquí ahora
hablas claramente, y ninguna alegoría dices.
16:30 Ahora entendemos que sabes todas las
cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por
esto creemos que has salido de Dios.
16:31 Jesús les respondió: ¿Ahora creéis?
16:32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en
que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me
dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre
está conmigo.
16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí
tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo.
17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos
123
al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a
tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
17:2 como le has dado potestad sobre toda carne,
para que dé vida eterna a todos los que le diste.
17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien
has enviado.
17:4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado
la obra que me diste que hiciese.
17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado
tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que
el mundo fuese.
17:6 He manifestado tu nombre a los hombres que
del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y
han guardado tu palabra.
17:7 Ahora han conocido que todas las cosas que
me has dado, proceden de ti;
17:8 porque las palabras que me diste, les he dado;
y ellos las recibieron, y han conocido
verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú
me enviaste.
17:9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo,
sino por los que me diste; porque tuyos son,
17:10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he
sido glorificado en ellos.
17:11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están
en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que
me has dado, guárdalos en tu nombre, para que
sean uno, así como nosotros.
17:12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los
guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los
guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo
de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
17:13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el
mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí
mismos.
17:14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los
aborreció, porque no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo.
17:15 No ruego que los quites del mundo, sino que
los guardes del mal.
17:16 No son del mundo, como tampoco yo soy
del mundo.
17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es
verdad.
17:18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los
he enviado al mundo.
17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo,
para que también ellos sean santificados en la
124
verdad.
17:20 Mas no ruego solamente por éstos, sino
también por los que han de creer en mí por la
palabra de ellos,
17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre,
en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en
nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste.
17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para
que sean uno, así como nosotros somos uno.
17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca
que tú me enviaste, y que los has amado a ellos
como también a mí me has amado.
17:24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que
donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para
que vean mi gloria que me has dado; porque me
has amado desde antes de la fundación del
mundo.
17:25 Padre justo, el mundo no te ha conocido,
pero yo te he conocido, y éstos han conocido que
tú me enviaste.
17:26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré
a conocer aún, para que el amor con que me has
amado, esté en ellos, y yo en ellos.
143.
MATEO 26:36-56
26:36 Entonces llegó Jesús
con ellos a un lugar que se
llama Getsemaní, y dijo a sus
discípulos: Sentaos aquí,
entre tanto que voy allí y
oro.
26:37 Y tomando a Pedro, y a
los dos hijos de Zebedeo,
comenzó a entristecerse y a
angustiarse en gran manera.
26:38 Entonces Jesús les dijo:
Mi alma está muy triste, hasta
la muerte; quedaos aquí, y
velad conmigo.
26:39 Yendo un poco
adelante, se postró sobre su
rostro, orando y diciendo:
Padre mío, si es posible, pase
de mí esta copa; pero no sea
MARCOS 14:32-52
14:32 Vinieron, pues, a un
lugar que se llama
Getsemaní, y dijo a sus
discípulos: Sentaos aquí,
entre tanto que yo oro.
14:33 Y tomó consigo a
Pedro, a Jacobo y a Juan,
y comenzó a entristecerse
y a angustiarse.
14:34 Y les dijo: Mi alma
está muy triste, hasta la
muerte; quedaos aquí y
velad.
14:35 Yéndose un poco
adelante, se postró en
tierra, y oró que si fuese
posible, pasase de él
aquella hora.
14:36 Y decía: Abba,
LUCAS 22:40-53
22:40 Cuando
llegó a aquel
lugar, les dijo:
Orad que no
entréis en
tentación.
22:41 Y él se
apartó de ellos a
distancia como de
un tiro de piedra;
y puesto de
rodillas oró,
22:42 diciendo:
Padre, si quieres,
pasa de mí esta
copa; pero no se
haga mi voluntad,
sino la tuya.
22:43 Y se le
JUAN 18:1-12
18:1 Habiendo
dicho Jesús
estas cosas, salió
con sus
discípulos al
otro lado del
torrente de
Cedrón, donde
había un huerto,
en el cual entró
con sus
discípulos.
18:2 Y también
Judas, el que le
entregaba,
conocía aquel
lugar, porque
muchas veces
Jesús se había
125
como yo quiero, sino como
tú.
26:40 Vino luego a sus
discípulos, y los halló
durmiendo, y dijo a Pedro:
¿Así que no habéis podido
velar conmigo una hora?
26:41 Velad y orad, para que
no entréis en tentación; el
espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es
débil.
26:42 Otra vez fue, y oró por
segunda vez, diciendo: Padre
mío, si no puede pasar de mí
esta copa sin que yo la beba,
hágase tu voluntad.
26:43 Vino otra vez y los
halló durmiendo, porque los
ojos de ellos estaban cargados
de sueño.
26:44 Y dejándolos, se fue de
nuevo, y oró por tercera vez,
diciendo las mismas
palabras.
26:45 Entonces vino a sus
discípulos y les dijo: Dormid
ya, y descansad. He aquí ha
llegado la hora, y el Hijo del
Hombre es entregado en
manos de pecadores.
26:46 Levantaos, vamos; ved,
se acerca el que me entrega.
26:47 Mientras todavía
hablaba, vino Judas, uno de
los doce, y con él mucha
gente con espadas y palos, de
parte de los principales
sacerdotes y de los ancianos
del pueblo.
26:48 Y el que le entregaba
les había dado señal,
diciendo: Al que yo besare,
ése es; prendedle.
26:49 Y en seguida se acercó
a Jesús y dijo: ¡Salve,
Maestro! Y le besó.
26:50 Y Jesús le dijo: Amigo,
Padre, todas las cosas son
posibles para ti; aparta de
mí esta copa; mas no lo
que yo quiero, sino lo que
tú.
14:37 Vino luego y los
halló durmiendo; y dijo a
Pedro: Simón, ¿duermes?
¿No has podido velar una
hora?
14:38 Velad y orad, para
que no entréis en
tentación; el espíritu a la
verdad está dispuesto,
pero la carne es débil.
14:39 Otra vez fue y oró,
diciendo las mismas
palabras.
14:40 Al volver, otra vez
los halló durmiendo,
porque los ojos de ellos
estaban cargados de
sueño; y no sabían qué
responderle.
14:41 Vino la tercera vez,
y les dijo: Dormid ya, y
descansad. Basta, la hora
ha venido; he aquí, el Hijo
del Hombre es entregado
en manos de los
pecadores.
14:42 Levantaos, vamos;
he aquí, se acerca el que
me entrega.
14:43 Luego, hablando él
aún, vino Judas, que era
uno de los doce, y con él
mucha gente con espadas
y palos, de parte de los
principales sacerdotes y de
los escribas y de los
ancianos.
14:44 Y el que le
entregaba les había dado
señal, diciendo: Al que yo
besare, ése es; prendedle,
y llevadle con seguridad.
14:45 Y cuando vino, se
apareció un ángel
del cielo para
fortalecerle.
22:44 Y estando
en agonía, oraba
más
intensamente; y
era su sudor
como grandes
gotas de sangre
que caían hasta la
tierra.
22:45 Cuando se
levantó de la
oración, y vino a
sus discípulos, los
halló durmiendo a
causa de la
tristeza;
22:46 y les dijo:
¿Por qué dormís?
Levantaos, y orad
para que no
entréis en
tentación.
22:47 Mientras él
aún hablaba, se
presentó una
turba; y el que se
llamaba Judas,
uno de los doce,
iba al frente de
ellos; y se acercó
hasta Jesús para
besarle.
22:48 Entonces
Jesús le dijo:
Judas, ¿con un
beso entregas al
Hijo del
Hombre?
22:49 Viendo los
que estaban con
él lo que había de
acontecer, le
dijeron: Señor,
¿heriremos a
espada?
reunido allí con
sus discípulos.
18:3 Judas,
pues, tomando
una compañía
de soldados, y
alguaciles de los
principales
sacerdotes y de
los fariseos, fue
allí con linternas
y antorchas, y
con armas.
18:4 Pero Jesús,
sabiendo todas
las cosas que le
habían de
sobrevenir, se
adelantó y les
dijo: ¿A quién
buscáis?
18:5 Le
respondieron: A
Jesús nazareno.
Jesús les dijo:
Yo soy. Y
estaba también
con ellos Judas,
el que le
entregaba.
18:6 Cuando les
dijo: Yo soy,
retrocedieron, y
cayeron a tierra.
18:7 Volvió,
pues, a
preguntarles: ¿A
quién buscáis?
Y ellos dijeron:
A Jesús
nazareno.
18:8 Respondió
Jesús: Os he
dicho que yo
soy; pues si me
buscáis a mí,
dejad ir a éstos;
18:9 para que se
cumpliese
126
¿a qué vienes? Entonces se
acercaron y echaron mano a
Jesús, y le prendieron.
26:51 Pero uno de los que
estaban con Jesús,
extendiendo la mano, sacó su
espada, e hiriendo a un siervo
del sumo sacerdote, le quitó
la oreja.
26:52 Entonces Jesús le dijo:
Vuelve tu espada a su lugar;
porque todos los que tomen
espada, a espada perecerán.
26:53 ¿Acaso piensas que no
puedo ahora orar a mi Padre,
y que él no me daría más de
doce legiones de ángeles?
26:54 ¿Pero cómo entonces
se cumplirían las Escrituras,
de que es necesario que así se
haga?
26:55 En aquella hora dijo
Jesús a la gente: ¿Como
contra un ladrón habéis salido
con espadas y con palos para
prenderme? Cada día me
sentaba con vosotros
enseñando en el templo, y no
me prendisteis.
26:56 Mas todo esto sucede,
para que se cumplan las
Escrituras de los profetas.
Entonces todos los
discípulos, dejándole,
huyeron.
acercó luego a él, y le
dijo: Maestro, Maestro. Y
le besó.
14:46 Entonces ellos le
echaron mano, y le
prendieron.
14:47 Pero uno de los que
estaban allí, sacando la
espada, hirió al siervo del
sumo sacerdote,
cortándole la oreja.
14:48 Y respondiendo
Jesús, les dijo: ¿Como
contra un ladrón habéis
salido con espadas y con
palos para prenderme?
14:49 Cada día estaba con
vosotros enseñando en el
templo, y no me
prendisteis; pero es así,
para que se cumplan las
Escrituras.
14:50 Entonces todos los
discípulos, dejándole,
huyeron.
14:51 Pero cierto joven le
seguía, cubierto el cuerpo
con una sábana; y le
prendieron;
14:52 mas él, dejando la
sábana, huyó desnudo.
22:50 Y uno de
ellos hirió a un
siervo del sumo
sacerdote, y le
cortó la oreja
derecha.
22:51 Entonces
respondiendo
Jesús, dijo: Basta
ya; dejad. Y
tocando su oreja,
le sanó.
22:52 Y Jesús
dijo a los
principales
sacerdotes, a los
jefes de la
guardia del
templo y a los
ancianos, que
habían venido
contra él: ¿Como
contra un ladrón
habéis salido con
espadas y palos?
22:53 Habiendo
estado con
vosotros cada día
en el templo, no
extendisteis las
manos contra mí;
mas esta es
vuestra hora, y la
potestad de las
tinieblas.
aquello que
había dicho: De
los que me diste,
no perdí
ninguno.
18:10 Entonces
Simón Pedro,
que tenía una
espada, la
desenvainó, e
hirió al siervo
del sumo
sacerdote, y le
cortó la oreja
derecha. Y el
siervo se
llamaba Malco.
18:11 Jesús
entonces dijo a
Pedro: Mete tu
espada en la
vaina; la copa
que el Padre me
ha dado, ¿no la
he de beber?
18:12 Entonces
la compañía de
soldados, el
tribuno y los
alguaciles de los
judíos,
prendieron a
Jesús y le ataron
144.
JUAN 18:13-23
18:13 y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote
aquel año.
18:14 Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre
muriese por el pueblo.
18:15 Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este discípulo era conocido del sumo
sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote;
18:16 mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido del sumo
sacerdote, y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.
127
18:17 Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este
hombre? Dijo él: No lo soy.
18:18 Y estaban en pie los siervos y los alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía
frío, y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.
18:19 Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
18:20 Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado en la
sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto.
18:21 ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado; he aquí,
ellos saben lo que yo he dicho.
18:22 Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada,
diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote?
18:23 Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me
golpeas?
145.
MATEO 26:57-75
26:57 Los que prendieron a
Jesús le llevaron al sumo
sacerdote Caifás, adonde
estaban reunidos los escribas
y los ancianos.
26:58 Mas Pedro le seguía
de lejos hasta el patio del
sumo sacerdote; y entrando,
se sentó con los alguaciles,
para ver el fin.
26:59 Y los principales
sacerdotes y los ancianos y
todo el concilio, buscaban
falso testimonio contra
Jesús, para entregarle a la
muerte,
26:60 y no lo hallaron,
aunque muchos testigos
falsos se presentaban. Pero
al fin vinieron dos testigos
falsos,
26:61 que dijeron: Este dijo:
Puedo derribar el templo de
Dios, y en tres días
reedificarlo.
26:62 Y levantándose el
sumo sacerdote, le dijo: ¿No
respondes nada? ¿Qué
testifican éstos contra ti?
MARCOS 14:53-72
LUCAS 22:5462
14:53 Trajeron, pues, a Jesús
22:54 Y
al sumo sacerdote; y se
prendiéndole, le
reunieron todos los principales llevaron, y le
sacerdotes y los ancianos y los condujeron a
escribas.
casa del sumo
14:54 Y Pedro le siguió de
sacerdote. Y
lejos hasta dentro del patio del Pedro le seguía
sumo sacerdote; y estaba
de lejos.
sentado con los alguaciles,
22:55 Y
calentándose al fuego.
habiendo ellos
14:55 Y los principales
encendido fuego
sacerdotes y todo el concilio
en medio del
buscaban testimonio contra
patio, se
Jesús, para entregarle a la
sentaron
muerte; pero no lo hallaban.
alrededor; y
14:56 Porque muchos decían
Pedro se sentó
falso testimonio contra él, mas también entre
sus testimonios no
ellos.
concordaban.
22:56 Pero una
14:57 Entonces levantándose
criada, al verle
unos, dieron falso testimonio
sentado al fuego,
contra él, diciendo:
se fijó en él, y
14:58 Nosotros le hemos oído dijo: También
decir: Yo derribaré este
éste estaba con
templo hecho a mano, y en
él.
tres días edificaré otro hecho
22:57 Pero él lo
sin mano.
negó, diciendo:
14:59 Pero ni aun así
Mujer, no lo
concordaban en el testimonio. conozco.
JUAN 18:2427
18:24 Anás
entonces le
envió atado a
Caifás, el
sumo
sacerdote.
18:25 Estaba,
pues, Pedro en
pie,
calentándose.
Y le dijeron:
¿No eres tú de
sus
discípulos? El
negó, y dijo:
No lo soy.
18:26 Uno de
los siervos del
sumo
sacerdote,
pariente de
aquel a quien
Pedro había
cortado la
oreja, le dijo:
¿No te vi yo
en el huerto
con él?
128
26:63 Mas Jesús callaba.
Entonces el sumo sacerdote
le dijo: Te conjuro por el
Dios viviente, que nos digas
si eres tú el Cristo, el Hijo
de Dios.
26:64 Jesús le dijo: Tú lo
has dicho; y además os digo,
que desde ahora veréis al
Hijo del Hombre sentado a
la diestra del poder de Dios,
y viniendo en las nubes del
cielo.
26:65 Entonces el sumo
sacerdote rasgó sus
vestiduras, diciendo: ¡Ha
blasfemado! ¿Qué más
necesidad tenemos de
testigos? He aquí, ahora
mismo habéis oído su
blasfemia.
26:66 ¿Qué os parece? Y
respondiendo ellos, dijeron:
¡Es reo de muerte!
26:67 Entonces le
escupieron en el rostro, y le
dieron de puñetazos, y otros
le abofeteaban,
26:68 diciendo:
Profetízanos, Cristo, quién
es el que te golpeó.
26:69 Pedro estaba sentado
fuera en el patio; y se le
acercó una criada, diciendo:
Tú también estabas con
Jesús el galileo.
26:70 Mas él negó delante
de todos, diciendo: No sé lo
que dices.
26:71 Saliendo él a la
puerta, le vio otra, y dijo a
los que estaban allí:
También éste estaba con
Jesús el nazareno.
26:72 Pero él negó otra vez
con juramento: No conozco
al hombre.
26:73 Un poco después,
14:60 Entonces el sumo
sacerdote, levantándose en
medio, preguntó a Jesús,
diciendo: ¿No respondes
nada? ¿Qué testifican éstos
contra ti?
14:61 Mas él callaba, y nada
respondía. El sumo sacerdote
le volvió a preguntar, y le dijo:
¿Eres tú el Cristo, el Hijo del
Bendito?
14:62 Y Jesús le dijo: Yo soy;
y veréis al Hijo del Hombre
sentado a la diestra del poder
de Dios, y viniendo en las
nubes del cielo.
14:63 Entonces el sumo
sacerdote, rasgando su
vestidura, dijo: ¿Qué más
necesidad tenemos de
testigos?
14:64 Habéis oído la
blasfemia; ¿qué os parece? Y
todos ellos le condenaron,
declarándole ser digno de
muerte.
14:65 Y algunos comenzaron
a escupirle, y a cubrirle el
rostro y a darle de puñetazos,
y a decirle: Profetiza. Y los
alguaciles le daban de
bofetadas.
Pedro niega a Jesús
14:66 Estando Pedro abajo, en
el patio, vino una de las
criadas del sumo sacerdote;
14:67 y cuando vio a Pedro
que se calentaba, mirándole,
dijo: Tú también estabas con
Jesús el nazareno.
14:68 Mas él negó, diciendo:
No le conozco, ni sé lo que
dices. Y salió a la entrada; y
cantó el gallo.
14:69 Y la criada, viéndole
otra vez, comenzó a decir a los
que estaban allí: Este es de
22:58 Un poco
después,
viéndole otro,
dijo: Tú también
eres de ellos. Y
Pedro dijo:
Hombre, no lo
soy.
22:59 Como una
hora después,
otro afirmaba,
diciendo:
Verdaderamente
también éste
estaba con él,
porque es
galileo.
22:60 Y Pedro
dijo: Hombre, no
sé lo que dices.
Y en seguida,
mientras él
todavía hablaba,
el gallo cantó.
22:61 Entonces,
vuelto el Señor,
miró a Pedro; y
Pedro se acordó
de la palabra del
Señor, que le
había dicho:
Antes que el
gallo cante, me
negarás tres
veces.
22:62 Y Pedro,
saliendo fuera,
lloró
amargamente.
18:27 Negó
Pedro otra
vez; y en
seguida cantó
el gallo.
129
acercándose los que por allí
estaban, dijeron a Pedro:
Verdaderamente también tú
eres de ellos, porque aun tu
manera de hablar te
descubre.
26:74 Entonces él comenzó
a maldecir, y a jurar: No
conozco al hombre. Y en
seguida cantó el gallo.
26:75 Entonces Pedro se
acordó de las palabras de
Jesús, que le había dicho:
Antes que cante el gallo, me
negarás tres veces. Y
saliendo fuera, lloró
amargamente.
ellos.
14:70 Pero él negó otra vez. Y
poco después, los que estaban
allí dijeron otra vez a Pedro:
Verdaderamente tú eres de
ellos; porque eres galileo, y tu
manera de hablar es semejante
a la de ellos.
14:71 Entonces él comenzó a
maldecir, y a jurar: No
conozco a este hombre de
quien habláis.
14:72 Y el gallo cantó la
segunda vez. Entonces Pedro
se acordó de las palabras que
Jesús le había dicho: Antes
que el gallo cante dos veces,
me negarás tres veces. Y
pensando en esto, lloraba.
146.
LUCAS 22:63-65
22:63 Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban;
22:64 y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién
es el que te golpeó?
22:65 Y decían otras muchas cosas injuriándole.
147.
MATEO
27:1
27:1 Venida
la mañana,
todos los
principales
sacerdotes y
los ancianos
del pueblo
entraron en
consejo
contra
Jesús, para
entregarle a
muerte.
MARCOS
15:1a
15:1a Muy de
mañana,
habiendo
tenido consejo
los principales
sacerdotes con
los ancianos,
con los
escribas y con
todo el
concilio,
llevaron a
Jesús atado
LUCAS 22:66-71
22:66 Cuando era de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los
principales sacerdotes y los escribas, y le trajeron al concilio,
diciendo:
22:67 ¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no
creeréis;
22:68 y también si os preguntare, no me responderéis, ni me
soltaréis.
22:69 Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra
del poder de Dios.
22:70 Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo:
Vosotros decís que lo soy.
22:71 Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio necesitamos?
porque nosotros mismos lo hemos oído de su boca.
130
148.
MATEO 27:2
27:2 Y le llevaron
atado, y le
entregaron a
Poncio Pilato, el
gobernador.
MARCOS
15:1b
15:1b y le
entregaron
a Pilato.
LUCAS 23:1
JUAN 18:28
23:1 Levantándose
entonces toda la
muchedumbre de ellos,
llevaron a Jesús a Pilato.
18:28 Llevaron a Jesús de casa de
Caifás al pretorio. Era de mañana, y
ellos no entraron en el pretorio para
no contaminarse, y así poder comer
la pascua.
149.
MATEO 27:3-10
27:3 Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido
las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
27:4 diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a
nosotros? ¡Allá tú!
27:5 Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
27:6 Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el
tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.
27:7 Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los
extranjeros.
27:8 Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre.
27:9 Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de
plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel;
27:10 y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.
150.
LUCAS 23:2-6
23:2 Y comenzaron a
acusarle, diciendo: A éste
hemos hallado que pervierte
a la nación, y que prohibe
dar tributo a César, diciendo
que él mismo es el Cristo, un
rey.
23:3 Entonces Pilato le
preguntó, diciendo: ¿Eres tú
el Rey de los judíos? Y
respondiéndole él, dijo: Tú
lo dices.
23:4 Y Pilato dijo a los
principales sacerdotes, y a la
gente: Ningún delito hallo
en este hombre.
23:5 Pero ellos porfiaban,
diciendo: Alborota al
JUAN 18:29-38
18:29 Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación
traéis contra este hombre?
18:30 Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te
lo habríamos entregado.
18:31 Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según
vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está
permitido dar muerte a nadie;
18:32 para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho,
dando a entender de qué muerte iba a morir.
18:33 Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús
y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?
18:34 Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han
dicho otros de mí?
18:35 Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los
principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
18:36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino
fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera
entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.
131
pueblo, enseñando por toda
Judea, comenzando desde
Galilea hasta aquí.
23:6 Entonces Pilato,
oyendo decir, Galilea,
preguntó si el hombre era
galileo.
18:37 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió
Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto
he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel
que es de la verdad, oye mi voz.
18:38 Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto,
salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún
delito.
151.
LUCAS 23:7-12
23:7 Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días
también estaba en Jerusalén.
23:8 Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque
había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal.
23:9 Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió.
23:10 Y estaban los principales sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia.
23:11 Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa
espléndida; y volvió a enviarle a Pilato.
23:12 Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí.
152.
MATEO 27:11-26
27:11 Jesús, pues, estaba
en pie delante del
gobernador; y éste le
preguntó, diciendo:
¿Eres tú el Rey de los
judíos? Y Jesús le dijo:
Tú lo dices.
27:12 Y siendo acusado
por los principales
sacerdotes y por los
ancianos, nada
respondió.
27:13 Pilato entonces le
dijo: ¿No oyes cuántas
cosas testifican contra
ti?
27:14 Pero Jesús no le
respondió ni una
palabra; de tal manera
que el gobernador se
maravillaba mucho.
27:15 Ahora bien, en el
MARCOS 15:215
15:2 Pilato le
preguntó: ¿Eres
tú el Rey de los
judíos?
Respondiendo él,
le dijo: Tú lo
dices.
15:3 Y los
principales
sacerdotes le
acusaban mucho.
15:4 Otra vez le
preguntó Pilato,
diciendo: ¿Nada
respondes? Mira
de cuántas cosas
te acusan.
15:5 Mas Jesús ni
aun con eso
respondió; de
modo que Pilato
se maravillaba.
15:6 Ahora bien,
LUCAS 23:13-25
JUAN 18:39-19:16a
23:13 Entonces
Pilato, convocando
a los principales
sacerdotes, a los
gobernantes, y al
pueblo,
23:14 les dijo: Me
habéis presentado
a éste como un
hombre que
perturba al pueblo;
pero habiéndole
interrogado yo
delante de
vosotros, no he
hallado en este
hombre delito
alguno de aquellos
de que le acusáis.
23:15 Y ni aun
Herodes, porque
os remití a él; y he
aquí, nada digno
18:39 Pero vosotros tenéis la
costumbre de que os suelte
uno en la pascua. ¿Queréis,
pues, que os suelte al Rey de
los judíos?
18:40 Entonces todos dieron
voces de nuevo, diciendo:
No a éste, sino a Barrabás. Y
Barrabás era ladrón.
19:1 Así que, entonces tomó
Pilato a Jesús, y le azotó.
19:2 Y los soldados
entretejieron una corona de
espinas, y la pusieron sobre
su cabeza, y le vistieron con
un manto de púrpura;
19:3 y le decían: ¡Salve, Rey
de los judíos! y le daban de
bofetadas.
19:4 Entonces Pilato salió
otra vez, y les dijo: Mirad, os
lo traigo fuera, para que
132
día de la fiesta
acostumbraba el
gobernador soltar al
pueblo un preso, el que
quisiesen.
27:16 Y tenían entonces
un preso famoso llamado
Barrabás.
27:17 Reunidos, pues,
ellos, les dijo Pilato: ¿A
quién queréis que os
suelte: a Barrabás, o a
Jesús, llamado el
Cristo?
27:18 Porque sabía que
por envidia le habían
entregado.
27:19 Y estando él
sentado en el tribunal, su
mujer le mandó decir:
No tengas nada que ver
con ese justo; porque
hoy he padecido mucho
en sueños por causa de
él.
27:20 Pero los
principales sacerdotes y
los ancianos
persuadieron a la
multitud que pidiese a
Barrabás, y que Jesús
fuese muerto.
27:21 Y respondiendo el
gobernador, les dijo: ¿A
cuál de los dos queréis
que os suelte? Y ellos
dijeron: A Barrabás.
27:22 Pilato les dijo:
¿Qué, pues, haré de
Jesús, llamado el Cristo?
Todos le dijeron: ¡Sea
crucificado!
27:23 Y el gobernador
les dijo: Pues ¿qué mal
ha hecho? Pero ellos
gritaban aún más,
diciendo: ¡Sea
crucificado!
27:24 Viendo Pilato que
en el día de la
fiesta les soltaba
un preso,
cualquiera que
pidiesen.
15:7 Y había uno
que se llamaba
Barrabás, preso
con sus
compañeros de
motín que habían
cometido
homicidio en una
revuelta.
15:8 Y viniendo
la multitud,
comenzó a pedir
que hiciese como
siempre les había
hecho.
15:9 Y Pilato les
respondió
diciendo:
¿Queréis que os
suelte al Rey de
los judíos?
15:10 Porque
conocía que por
envidia le habían
entregado los
principales
sacerdotes.
15:11 Mas los
principales
sacerdotes
incitaron a la
multitud para que
les soltase más
bien a Barrabás.
15:12
Respondiendo
Pilato, les dijo
otra vez: ¿Qué,
pues, queréis que
haga del que
llamáis Rey de
los judíos?
15:13 Y ellos
volvieron a dar
de muerte ha
hecho este
hombre.
23:16 Le soltaré,
pues, después de
castigarle.
23:17 Y tenía
necesidad de
soltarles uno en
cada fiesta.
23:18 Mas toda la
multitud dio voces
a una, diciendo:
¡Fuera con éste, y
suéltanos a
Barrabás!
23:19 Este había
sido echado en la
cárcel por sedición
en la ciudad, y por
un homicidio.
23:20 Les habló
otra vez Pilato,
queriendo soltar a
Jesús;
23:21 pero ellos
volvieron a dar
voces, diciendo:
¡Crucifícale,
crucifícale!
23:22 Él les dijo
por tercera vez:
¿Pues qué mal ha
hecho éste?
Ningún delito
digno de muerte
he hallado en él; le
castigaré, pues, y
le soltaré.
23:23 Mas ellos
instaban a grandes
voces, pidiendo
que fuese
crucificado. Y las
voces de ellos y de
los principales
sacerdotes
prevalecieron.
23:24 Entonces
entendáis que ningún delito
hallo en él.
19:5 Y salió Jesús, llevando
la corona de espinas y el
manto de púrpura. Y Pilato
les dijo: ¡He aquí el hombre!
19:6 Cuando le vieron los
principales sacerdotes y los
alguaciles, dieron voces,
diciendo: ¡Crucifícale!
¡Crucifícale! Pilato les dijo:
Tomadle vosotros, y
crucificadle; porque yo no
hallo delito en él.
19:7 Los judíos le
respondieron: Nosotros
tenemos una ley, y según
nuestra ley debe morir,
porque se hizo a sí mismo
Hijo de Dios.
19:8 Cuando Pilato oyó decir
esto, tuvo más miedo.
19:9 Y entró otra vez en el
pretorio, y dijo a Jesús: ¿De
dónde eres tú? Mas Jesús no
le dio respuesta.
19:10 Entonces le dijo Pilato:
¿A mí no me hablas? ¿No
sabes que tengo autoridad
para crucificarte, y que tengo
autoridad para soltarte?
19:11 Respondió Jesús:
Ninguna autoridad tendrías
contra mí, si no te fuese dada
de arriba; por tanto, el que a
ti me ha entregado, mayor
pecado tiene.
19:12 Desde entonces
procuraba Pilato soltarle;
pero los judíos daban voces,
diciendo: Si a éste sueltas, no
eres amigo de César; todo el
que se hace rey, a César se
opone.
19:13 Entonces Pilato,
oyendo esto, llevó fuera a
Jesús, y se sentó en el
tribunal en el lugar llamado
el Enlosado, y en hebreo
133
nada adelantaba, sino
que se hacía más
alboroto, tomó agua y se
lavó las manos delante
del pueblo, diciendo:
Inocente soy yo de la
sangre de este justo; allá
vosotros.
27:25 Y respondiendo
todo el pueblo, dijo: Su
sangre sea sobre
nosotros, y sobre
nuestros hijos.
27:26 Entonces les soltó
a Barrabás; y habiendo
azotado a Jesús, le
entregó para ser
crucificado.
voces:
¡Crucifícale!
15:14 Pilato les
decía: ¿Pues qué
mal ha hecho?
Pero ellos
gritaban aun más:
¡Crucifícale!
15:15 Y Pilato,
queriendo
satisfacer al
pueblo, les soltó a
Barrabás, y
entregó a Jesús,
después de
azotarle, para que
fuese
crucificado.
Pilato sentenció
que se hiciese lo
que ellos pedían;
23:25 y les soltó a
aquel que había
sido echado en la
cárcel por sedición
y homicidio, a
quien habían
pedido; y entregó
a Jesús a la
voluntad de ellos.
Gabata.
19:14 Era la preparación de
la pascua, y como la hora
sexta. Entonces dijo a los
judíos: ¡He aquí vuestro
Rey!
19:15 Pero ellos gritaron:
¡Fuera, fuera, crucifícale!
Pilato les dijo: ¿A vuestro
Rey he de crucificar?
Respondieron los principales
sacerdotes: No tenemos más
rey que César.
19:16a Así que entonces lo
entregó a ellos para que
fuese crucificado.
153.
MATEO 27:27-31a
27:27 Entonces los soldados del gobernador
llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor
de él a toda la compañía;
27:28 y desnudándole, le echaron encima un
manto de escarlata,
27:29 y pusieron sobre su cabeza una corona
tejida de espinas, y una caña en su mano derecha;
e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían,
diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!
27:30 Y escupiéndole, tomaban la caña y le
golpeaban en la cabeza.
27:31a Después de haberle escarnecido, le
quitaron el manto, le pusieron sus vestidos
MARCOS 15:16-20a
15:16 Entonces los soldados le llevaron
dentro del atrio, esto es, al pretorio, y
convocaron a toda la compañía.
15:17 Y le vistieron de púrpura, y poniéndole
una corona tejida de espinas,
15:18 comenzaron luego a saludarle: ¡Salve,
Rey de los judíos!
15:19 Y le golpeaban en la cabeza con una
caña, y le escupían, y puestos de rodillas le
hacían reverencias.
15:20a Después de haberle escarnecido, le
desnudaron la púrpura, y le pusieron sus
propios vestidos
154.
MATEO
27:31b-32
MARCOS 15:20b23
27:31b y le
llevaron
para
crucificarle.
15:20b y le sacaron
para crucificarle.
27:32
Cuando
LUCAS 23:26-32
23:26 Y llevándole, tomaron a cierto Simón de
Cirene, que venía del campo, y le pusieron
encima la cruz para que la llevase tras Jesús.
15:21 Y obligaron a 23:27 Y le seguía gran multitud del pueblo, y de
mujeres que lloraban y hacían lamentación por
uno que pasaba,
él.
Simón de Cirene,
padre de Alejandro y 23:28 Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo:
JUAN
19:16b17
19:16b
Tomaron,
pues, a
Jesús, y
le
llevaron.
134
salían,
hallaron a
un hombre
de Cirene
que se
llamaba
Simón; a
éste
obligaron a
que llevase
la cruz.
de Rufo, que venía
del campo, a que le
llevase la cruz.
15:22 Y le llevaron a
un lugar llamado
Gólgota, que
traducido es: Lugar
de la Calavera.
15:23 Y le dieron a
beber vino mezclado
con mirra; mas él no
lo tomó.
Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad
por vosotras mismas y por vuestros hijos.
23:29 Porque he aquí vendrán días en que dirán:
Bienaventuradas las estériles, y los vientres que
no concibieron, y los pechos que no criaron.
23:30 Entonces comenzarán a decir a los
montes: Caed sobre nosotros; y a los collados:
Cubridnos.
23:31 Porque si en el árbol verde hacen estas
cosas, ¿en el seco, qué no se hará?
23:32 Llevaban también con él a otros dos, que
eran malhechores, para ser muertos.
19:17 Y
él,
cargando
su cruz,
salió al
lugar
llamado
de la
Calavera,
y en
hebreo,
Gólgota
155.
MATEO 27:3335
27:33 Y cuando
llegaron a un
lugar llamado
Gólgota, que
significa: Lugar
de la Calavera,
27:34 le dieron a
beber vinagre
mezclado con
hiel; pero
después de
haberlo probado,
no quiso
beberlo.
27:35 Cuando le
hubieron
crucificado,
repartieron entre
sí sus vestidos,
echando suertes,
para que se
cumpliese lo
dicho por el
profeta:
Partieron entre sí
mis vestidos, y
sobre mi ropa
echaron suertes.
MARCOS
15:24-25
15:24
Cuando le
hubieron
crucificado,
repartieron
entre sí sus
vestidos,
echando
suertes sobre
ellos para
ver qué se
llevaría cada
uno.
15:25 Era la
hora tercera
cuando le
crucificaron.
LUCAS
23:33-34
23:33 Y
cuando
llegaron al
lugar llamado
de la
Calavera, le
crucificaron
allí, y a los
malhechores,
uno a la
derecha y
otro a la
izquierda.
23:34 Y Jesús
decía: Padre,
perdónalos,
porque no
saben lo que
hacen. Y
repartieron
entre sí sus
vestidos,
echando
suertes.
JUAN 19:18-24
19:18 y allí le crucificaron, y con él a otros
dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.
19:19 Escribió también Pilato un título, que
puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS
NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.
19:20 Y muchos de los judíos leyeron este
título; porque el lugar donde Jesús fue
crucificado estaba cerca de la ciudad, y el
título estaba escrito en hebreo, en griego y en
latín.
19:21 Dijeron a Pilato los principales
sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de
los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los
judíos.
19:22 Respondió Pilato: Lo que he escrito, he
escrito.
19:23 Cuando los soldados hubieron
crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e
hicieron cuatro partes, una para cada soldado.
Tomaron también su túnica, la cual era sin
costura, de un solo tejido de arriba abajo.
19:24 Entonces dijeron entre sí: No la
partamos, sino echemos suertes sobre ella, a
ver de quién será. Esto fue para que se
cumpliese la Escritura, que dice:
Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
Y así lo hicieron los soldados.
135
156.
MATEO 27:3637
27:36 Y sentados
le guardaban allí.
27:37 Y pusieron
sobre su cabeza
su causa escrita:
ESTE ES JESÚS,
EL REY DE LOS
JUDÍOS.
MARCOS
15:26
15:26 Y el
título
escrito de
su causa
era: EL
REY DE
LOS
JUDÍOS.
LUCAS 23:35-38
23:35 Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se
burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si
éste es el Cristo, el escogido de Dios.
23:36 Los soldados también le escarnecían, acercándose y
presentándole vinagre,
23:37 y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti
mismo.
23:38 Había también sobre él un título escrito con letras griegas,
latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.
157.
LUCAS 23:39-43
23:39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo,
sálvate a ti mismo y a nosotros.
23:40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma
condenación?
23:41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros
hechos; mas éste ningún mal hizo.
23:42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
158.
MATEO 27:38
27:38 Entonces crucificaron
con él a dos ladrones, uno a
la derecha, y otro a la
izquierda.
MARCOS 15:27-28
15:27 Crucificaron también con él a dos ladrones, uno a su derecha,
y el otro a su izquierda.
15:28 Y se cumplió la Escritura que dice: Y fue contado con los
inicuos.
159.
MATEO 27:39-44
27:39 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la
cabeza,
27:40 y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres
días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de
Dios, desciende de la cruz.
27:41 De esta manera también los principales
sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los
fariseos y los ancianos, decían:
27:42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si
es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y
MARCOS 15:29-32
15:29 Y los que pasaban le injuriaban,
meneando la cabeza y diciendo: ¡Bah! tú
que derribas el templo de Dios, y en tres
días lo reedificas,
15:30 sálvate a ti mismo, y desciende de
la cruz.
15:31 De esta manera también los
principales sacerdotes, escarneciendo, se
decían unos a otros, con los escribas: A
otros salvó, a sí mismo no se puede
136
creeremos en él.
27:43 Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque
ha dicho: Soy Hijo de Dios.
27:44 Lo mismo le injuriaban también los ladrones que
estaban crucificados con él.
salvar.
15:32 El Cristo, Rey de Israel, descienda
ahora de la cruz, para que veamos y
creamos. También los que estaban
crucificados con él le injuriaban.
160.
MATEO 27:45
27:45 Y desde la hora
sexta hubo tinieblas
sobre toda la tierra hasta
la hora novena.
MARCOS 15:33
15:33 Cuando vino la hora
sexta, hubo tinieblas sobre
toda la tierra hasta la hora
novena.
LUCAS 23:44-45a
23:44 Cuando era como la hora sexta,
hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la
hora novena.
23:45a Y el sol se oscureció
161.
MATEO 27:46-47
27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran
voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es:
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
desamparado?
27:47 Algunos de los que estaban allí decían, al
oírlo: A Elías llama éste.
MARCOS 15:34-35
15:34 Y a la hora novena Jesús clamó a gran
voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?
que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?
15:35 Y algunos de los que estaban allí
decían, al oírlo: Mirad, llama a Elías.
162.
MATEO 27:48-49
27:48 Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una
esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una
caña, le dio a beber.
27:49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a
librarle.
MARCOS 15:36
15:36 Y corrió uno, y empapando
una esponja en vinagre, y poniéndola
en una caña, le dio a beber, diciendo:
Dejad, veamos si viene Elías a
bajarle.
163.
JUAN 19:25-27
19:25 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de
Cleofas, y María Magdalena.
19:26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su
madre: Mujer, he ahí tu hijo.
19:27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su
casa.
137
164.
MATEO 27:50-56
27:50 Mas Jesús, habiendo
otra vez clamado a gran voz,
entregó el espíritu.
27:51 Y he aquí, el velo del
templo se rasgó en dos, de
arriba abajo; y la tierra tembló,
y las rocas se partieron;
27:52 y se abrieron los
sepulcros, y muchos cuerpos
de santos que habían dormido,
se levantaron;
27:53 y saliendo de los
sepulcros, después de la
resurrección de él, vinieron a
la santa ciudad, y aparecieron
a muchos.
27:54 El centurión, y los que
estaban con él guardando a
Jesús, visto el terremoto, y las
cosas que habían sido hechas,
temieron en gran manera, y
dijeron: Verdaderamente éste
era Hijo de Dios.
27:55 Estaban allí muchas
mujeres mirando de lejos, las
cuales habían seguido a Jesús
desde Galilea, sirviéndole,
27:56 entre las cuales estaban
María Magdalena, María la
madre de Jacobo y de José, y
la madre de los hijos de
Zebedeo.
MARCOS 15:37-41
15:37 Mas Jesús,
dando una gran voz,
expiró.
15:38 Entonces el
velo del templo se
rasgó en dos, de
arriba abajo.
15:39 Y el centurión
que estaba frente a él,
viendo que después
de clamar había
expirado así, dijo:
Verdaderamente este
hombre era Hijo de
Dios.
15:40 También había
algunas mujeres
mirando de lejos,
entre las cuales
estaban María
Magdalena, María la
madre de Jacobo el
menor y de José, y
Salomé,
15:41 quienes,
cuando él estaba en
Galilea, le seguían y
le servían; y otras
muchas que habían
subido con él a
Jerusalén.
LUCAS 23:45b-49
23:45b y el velo del
templo se rasgó por la
mitad.
23:46 Entonces Jesús,
clamando a gran voz,
dijo: Padre, en tus
manos encomiendo
mi espíritu. Y
habiendo dicho esto,
expiró.
23:47 Cuando el
centurión vio lo que
había acontecido, dio
gloria a Dios,
diciendo:
Verdaderamente este
hombre era justo.
23:48 Y toda la
multitud de los que
estaban presentes en
este espectáculo,
viendo lo que había
acontecido, se
volvían golpeándose
el pecho.
23:49 Pero todos sus
conocidos, y las
mujeres que le habían
seguido desde
Galilea, estaban lejos
mirando estas cosas.
JUAN 19:28-30
19:28 Después
de esto,
sabiendo Jesús
que ya todo
estaba
consumado,
dijo, para que la
Escritura se
cumpliese:
Tengo sed.
19:29 Y estaba
allí una vasija
llena de vinagre;
entonces ellos
empaparon en
vinagre una
esponja, y
poniéndola en
un hisopo, se la
acercaron a la
boca.
19:30 Cuando
Jesús hubo
tomado el
vinagre, dijo:
Consumado es.
Y habiendo
inclinado la
cabeza, entregó
el espíritu.
165.
JUAN 19:31-37
19:31 Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no
quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron
a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.
19:32 Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que
había sido crucificado con él.
19:33 Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas.
19:34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.
19:35 Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para
que vosotros también creáis.
19:36 Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso
138
suyo.
19:37 Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
166.
MATEO 27:57-61
MARCOS 15:42-47
LUCAS 23:50-55
27:57 Cuando llegó la
noche, vino un
hombre rico de
Arimatea, llamado
José, que también
había sido discípulo
de Jesús.
27:58 Este fue a
Pilato y pidió el
cuerpo de Jesús.
Entonces Pilato
mandó que se le diese
el cuerpo.
27:59 Y tomando
José el cuerpo, lo
envolvió en una
sábana limpia,
27:60 y lo puso en su
sepulcro nuevo, que
había labrado en la
peña; y después de
hacer rodar una gran
piedra a la entrada del
sepulcro, se fue.
27:61 Y estaban allí
María Magdalena, y
la otra María,
sentadas delante del
sepulcro.
15:42 Cuando llegó la noche,
porque era la preparación, es
decir, la víspera del día de
reposo,
15:43 José de Arimatea,
miembro noble del concilio,
que también esperaba el reino
de Dios, vino y entró
osadamente a Pilato, y pidió
el cuerpo de Jesús.
15:44 Pilato se sorprendió de
que ya hubiese muerto; y
haciendo venir al centurión,
le preguntó si ya estaba
muerto.
15:45 E informado por el
centurión, dio el cuerpo a
José,
15:46 el cual compró una
sábana, y quitándolo, lo
envolvió en la sábana, y lo
puso en un sepulcro que
estaba cavado en una peña, e
hizo rodar una piedra a la
entrada del sepulcro.
15:47 Y María Magdalena y
María madre de José miraban
dónde lo ponían.
23:50 Había un varón
llamado José, de Arimatea,
ciudad de Judea, el cual era
miembro del concilio,
varón bueno y justo.
23:51 Este, que también
esperaba el reino de Dios, y
no había consentido en el
acuerdo ni en los hechos de
ellos,
23:52 fue a Pilato, y pidió
el cuerpo de Jesús.
23:53 Y quitándolo, lo
envolvió en una sábana, y
lo puso en un sepulcro
abierto en una peña, en el
cual aún no se había puesto
a nadie.
23:54 Era día de la
preparación, y estaba para
comenzar el día de reposo.
23:55 Y las mujeres que
habían venido con él desde
Galilea, siguieron también,
y vieron el sepulcro, y
cómo fue puesto su cuerpo.
JUAN
19:38
19:38
Después de
todo esto,
José de
Arimatea,
que era
discípulo
de Jesús,
pero
secretament
e por miedo
de los
judíos, rogó
a Pilato que
le
permitiese
llevarse el
cuerpo de
Jesús; y
Pilato se lo
concedió.
Entonces
vino, y se
llevó el
cuerpo de
Jesús.
167.
JUAN 19:39-42
19:39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un
compuesto de mirra y de áloes, como cien libras.
19:40 Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas,
según es costumbre sepultar entre los judíos.
19:41 Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro
nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno.
19:42 Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro
estaba cerca, pusieron a Jesús.
139
168.
MATEO 27:62-66
27:62 Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y
los fariseos ante Pilato,
27:63 diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres
días resucitaré.
27:64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos
de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor
que el primero.
27:65 Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis.
27:66 Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.
169.
MARCOS 16:1
16:1 Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la
madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para
ir a ungirle.
LUCAS 23:56a
23:56a Y vueltas, prepararon
especias aromáticas y
ungüentos
170.
MATEO 28:1
28:1 Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día
de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María,
a ver el sepulcro.
LUCAS 23:56b
23:56b y descansaron el día de
reposo, conforme al mandamiento.
171.
MATEO 28:2-4
28:2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando,
removió la piedra, y se sentó sobre ella.
28:3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.
28:4 Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos.
172.
JUAN 20:1-2
20:1 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro;
y vio quitada la piedra del sepulcro.
20:2 Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo:
Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.
140
173.
JUAN 20:3-10
20:3 Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro.
20:4 Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al
sepulcro.
20:5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró.
20:6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí,
20:7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino
enrollado en un lugar aparte.
20:8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y
creyó.
20:9 Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los
muertos.
20:10 Y volvieron los discípulos a los suyos.
174.
(MARCOS
16:9)
16:9
Habiendo,
pues,
resucitado
Jesús por la
mañana, el
primer día de
la semana,
apareció
primeramente
a María
Magdalena,
de quien
había echado
siete
demonios.
JUAN 20:11-17
20:11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se
inclinó para mirar dentro del sepulcro;
20:12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a
la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.
20:13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a
mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
20:14 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no
sabía que era Jesús.
20:15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando
que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has
puesto, y yo lo llevaré.
20:16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere
decir, Maestro).
20:17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve
a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a
vuestro Dios.
175.
(MARCOS 16:10-11)
16:10 Yendo ella, lo hizo saber a los que habían
estado con él, que estaban tristes y llorando.
16:11 Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había
sido visto por ella, no lo creyeron.
JUAN 20:18
20:18 Fue entonces María Magdalena
para dar a los discípulos las nuevas de que
había visto al Señor, y que él le había
dicho estas cosas.
141
176.
MATEO 28:5-8
28:5 Mas el ángel,
respondiendo, dijo a las
mujeres: No temáis
vosotras; porque yo sé
que buscáis a Jesús, el
que fue crucificado.
28:6 No está aquí, pues
ha resucitado, como
dijo. Venid, ved el
lugar donde fue puesto
el Señor.
28:7 E id pronto y decid
a sus discípulos que ha
resucitado de los
muertos, y he aquí va
delante de vosotros a
Galilea; allí le veréis.
He aquí, os lo he
dicho.
28:8 Entonces ellas,
saliendo del sepulcro
con temor y gran gozo,
fueron corriendo a dar
las nuevas a sus
discípulos. Y mientras
iban a dar las nuevas a
los discípulos
MARCOS 16:2-8
16:2 Y muy de mañana, el primer
día de la semana, vinieron al
sepulcro, ya salido el sol.
16:3 Pero decían entre sí: ¿Quién
nos removerá la piedra de la
entrada del sepulcro?
16:4 Pero cuando miraron, vieron
removida la piedra, que era muy
grande.
16:5 Y cuando entraron en el
sepulcro, vieron a un joven
sentado al lado derecho, cubierto
de una larga ropa blanca; y se
espantaron.
16:6 Mas él les dijo: No os
asustéis; buscáis a Jesús
nazareno, el que fue crucificado;
ha resucitado, no está aquí; mirad
el lugar en donde le pusieron.
16:7 Pero id, decid a sus
discípulos, y a Pedro, que él va
delante de vosotros a Galilea; allí
le veréis, como os dijo.
16:8 Y ellas se fueron huyendo
del sepulcro, porque les había
tomado temblor y espanto; ni
decían nada a nadie, porque
tenían miedo.
LUCAS 24:1-8
24:1 El primer día de la semana,
muy de mañana, vinieron al
sepulcro, trayendo las especias
aromáticas que habían preparado, y
algunas otras mujeres con ellas.
24:2 Y hallaron removida la piedra
del sepulcro;
24:3 y entrando, no hallaron el
cuerpo del Señor Jesús.
24:4 Aconteció que estando ellas
perplejas por esto, he aquí se
pararon junto a ellas dos varones
con vestiduras resplandecientes;
24:5 y como tuvieron temor, y
bajaron el rostro a tierra, les dijeron:
¿Por qué buscáis entre los muertos
al que vive?
24:6 No está aquí, sino que ha
resucitado. Acordaos de lo que os
habló, cuando aún estaba en
Galilea,
24:7 diciendo: Es necesario que el
Hijo del Hombre sea entregado en
manos de hombres pecadores, y que
sea crucificado, y resucite al tercer
día.
24:8 Entonces ellas se acordaron de
sus palabras
177.
MATEO 28:11-15
28:11 Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los
principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.
28:12 Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,
28:13 diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros
dormidos.
28:14 Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo.
28:15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado
entre los judíos hasta el día de hoy.
178.
LUCAS 24:9-12
24:9 y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.
142
24:10 Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes
dijeron estas cosas a los apóstoles.
24:11 Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían.
24:12 Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se
fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.
179.
MARCOS
16:12-13
16:12
Pero
después
apareció
en otra
forma a
dos de
ellos que
iban de
camino,
yendo al
campo.
16:13
Ellos
fueron y
lo
hicieron
saber a los
otros; y ni
aun a
ellos
creyeron.
LUCAS 24:13-35
24:13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que
estaba a sesenta estadios de Jerusalén.
24:14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.
24:15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y
caminaba con ellos.
24:16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.
24:17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis,
y por qué estáis tristes?
24:18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único
forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos
días?
24:19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue
varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
24:20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a
sentencia de muerte, y le crucificaron.
24:21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora,
además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.
24:22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que
antes del día fueron al sepulcro;
24:23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto
visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.
24:24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres
habían dicho, pero a él no le vieron.
24:25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que
los profetas han dicho!
24:26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su
gloria?
24:27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba
en todas las Escrituras lo que de él decían.
24:28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos.
24:29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se
hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.
24:30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo,
lo partió, y les dio.
24:31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció
de su vista.
24:32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos
hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
143
24:33 Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once
reunidos, y a los que estaban con ellos,
24:34 que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón.
24:35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y
cómo le habían reconocido al partir el pan.
180.
(MATEO
28:9-10)
28:9 he
aquí,
Jesús les
salió al
encuentro,
diciendo:
¡Salve! Y
ellas,
acercándo
se,
abrazaron
sus pies, y
le
adoraron.
28:10
Entonces
Jesús les
dijo: No
temáis; id,
dad las
nuevas a
mis
hermanos,
para que
vayan a
Galilea, y
allí me
verán.
MARCOS
16:14
16:14
Finalmente
se apareció
a los once
mismos,
estando
ellos
sentados a
la mesa, y
les reprochó
su
incredulida
d y dureza
de corazón,
porque no
habían
creído a los
que le
habían visto
resucitado.
LUCAS 24:36-44
JUAN 20:19-24
24:36 Mientras ellos aún hablaban de
estas cosas, Jesús se puso en medio
de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.
24:37 Entonces, espantados y
atemorizados, pensaban que veían
espíritu.
24:38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis
turbados, y vienen a vuestro corazón
estos pensamientos?
24:39 Mirad mis manos y mis pies,
que yo mismo soy; palpad, y ved;
porque un espíritu no tiene carne ni
huesos, como veis que yo tengo.
24:40 Y diciendo esto, les mostró las
manos y los pies.
24:41 Y como todavía ellos, de gozo,
no lo creían, y estaban maravillados,
les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?
24:42 Entonces le dieron parte de un
pez asado, y un panal de miel.
24:43 Y él lo tomó, y comió delante
de ellos.
24:44 Y les dijo: Estas son las
palabras que os hablé, estando aún
con vosotros: que era necesario que
se cumpliese todo lo que está escrito
de mí en la ley de Moisés, en los
profetas y en los salmos.
20:19 Cuando llegó la noche
de aquel mismo día, el primero
de la semana, estando las
puertas cerradas en el lugar
donde los discípulos estaban
reunidos por miedo de los
judíos, vino Jesús, y puesto en
medio, les dijo: Paz a vosotros.
20:20 Y cuando les hubo dicho
esto, les mostró las manos y el
costado. Y los discípulos se
regocijaron viendo al Señor.
20:21 Entonces Jesús les dijo
otra vez: Paz a vosotros. Como
me envió el Padre, así también
yo os envío.
20:22 Y habiendo dicho esto,
sopló, y les dijo: Recibid el
Espíritu Santo.
20:23 A quienes remitiereis los
pecados, les son remitidos; y a
quienes se los retuviereis, les
son retenidos.
20:24 Pero Tomás, uno de los
doce, llamado Dídimo, no
estaba con ellos cuando Jesús
vino.
181.
MATEO 28:16
28:16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
144
182.
JUAN 20:25
20:25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus
manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su
costado, no creeré.
183.
MATEO 28:17-20
28:17 Y cuando le vieron, le adoraron;
pero algunos dudaban.
28:18 Y Jesús se acercó y les habló
diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra.
28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo;
28:20 enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo. Amén.
JUAN 20:26-29
20:26 Ocho días después, estaban otra vez sus
discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó
Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en
medio y les dijo: Paz a vosotros.
20:27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y
mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en
mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo:
¡Señor mío, y Dios mío!
20:29 Jesús le dijo: Porque me has visto,
Tomás, creíste; bienaventurados los que no
vieron, y creyeron.
184.
JUAN 20:30-31
20:30 Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están
escritas en este libro.
20:31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que
creyendo, tengáis vida en su nombre.
185.
JUAN 21:1-23
21:1 Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se
manifestó de esta manera:
21:2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los
hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.
21:3 Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo.
Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.
21:4 Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que
era Jesús.
21:5 Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No.
21:6 Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la
podían sacar, por la gran cantidad de peces.
21:7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro,
145
cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar.
21:8 Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de
tierra sino como doscientos codos.
21:9 Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan.
21:10 Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar.
21:11 Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y
aun siendo tantos, la red no se rompió.
21:12 Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú,
quién eres? sabiendo que era el Señor.
21:13 Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado.
21:14 Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber
resucitado de los muertos.
21:15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más
que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.
21:16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí,
Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
21:17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese
la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le
dijo: Apacienta mis ovejas.
21:18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas
cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras.
21:19 Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió:
Sígueme.
21:20 Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la
cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?
21:21 Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste?
21:22 Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.
21:23 Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero
Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
186.
JUAN 21:24-25
21:24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que
su testimonio es verdadero.
21:25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una,
pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.
187.
LUCAS 24:45-49
24:45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
24:46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los
muertos al tercer día;
24:47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las
naciones, comenzando desde Jerusalén.
146
24:48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.
24:49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la
ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
188.
MARCOS 16:15-19
16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16:16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado.
16:17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera
demonios; hablarán nuevas lenguas;
16:18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les
hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
16:19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se
sentó a la diestra de Dios.
LUCAS 24:50-51
24:50 Y los sacó
fuera hasta
Betania, y alzando
sus manos, los
bendijo.
24:51 Y aconteció
que
bendiciéndolos, se
separó de ellos, y
fue llevado arriba
al cielo.
189.
MARCOS 16:20
16:20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas
partes, ayudándoles el Señor y confirmando
la palabra con las señales que la seguían.
Amén.
LUCAS 24:52-53
24:52 Ellos, después de haberle adorado, volvieron
a Jerusalén con gran gozo;
24:53 y estaban siempre en el templo, alabando y
bendiciendo a Dios. Amén.
147

Documentos relacionados