Los bosques fundamentales para la producción de alimentos, sin

Transcripción

Los bosques fundamentales para la producción de alimentos, sin
Los bosques fundamentales para la producción de alimentos, sin agua no hay
alimentos: Red MOCAF
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En el marco del Día Mundial de la Alimentación propone fortalecer las políticas que
alientan el Manejo Forestal Comunitario
Asegura que es urgente fortalecer un entorno favorable a la producción y consumo
de madera legal para detener la tala clandestina
En función del papel estratégico de los bosques propone continúen en el Régimen
Simplificado en materia de ISR
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la Red Mexicana de Organizaciones
Campesinas Forestales, Red MOCAF, destaca el papel estratégico que juegan tanto los
bosques, las selvas y los ecosistemas áridos y semiáridos, así como el de la población
campesina e indígena que los maneja en la producción de alimentos.
Gustavo Sánchez Valle, Presidente de Red MOCAF indicó que existe un incipiente
reconocimiento a nivel global sobre la importancia de los bosques para la producción de
alimentos tanto dentro de las regiones forestales como fuera de ellas, esto es posible gracias
a que el agua se infiltra y escurre de manera adecuada en la parte alta de las cuencas
hidrológicas cuando existe un bosque en buen estado. Que el agua llegue a la parte baja de
las cuencas, a las regiones donde se realiza la mayor parte de la agricultura y ganadería es
una condición indispensable para estas actividades.
Agregó que dentro de los bosques hay también múltiples esquemas de producción de
alimentos como son los sistemas agroforestales (bosque-maíz-frutales, por ejemplo); los
sistemas silvopastoriles (bosque-ganado), la acuacultura, la producción y recolección de
plantas medicinales, hongos e insectos, entre otras actividades.
Aclaró que en este caso al hablar de bosques se hace referencia a la gran diversidad de
ecosistemas forestales que hay en México (y no sólo a los bosques de pino-encino que son
los más conocidos), la mayor parte de ellos están manejados por campesinos e indígenas a
los que muchos sectores de la población en México, por falta de difusión, no los perciben
como los protectores de las cuencas. Sin embargo, señaló, a nivel internacional México es
reconocido como uno de los primeros países en reconocer la propiedad de las tierras
forestales a comunidades indígenas y campesinas.
Añadió que dentro de los avances que hay en reconocer la importancia de los bosques para
la producción de alimentos está el establecimiento del programa de Pago por Servicios
Ambientales, que fue una de las demandas de las organizaciones campesinas en la firma del
acuerdo Nacional para el Campo hace una década y las modificaciones a la Ley de Derechos
que hacen posible la transferencia de recursos de la Comisión Nacional del Agua al
Programa de Pago por Servicios Ambientales.
Dentro de los retos que hay en fortalecer el reconocimiento al papel de los bosques y al
manejo forestal comunitario está el incluir a los dueños de los mismos en la gestión, en la
distribución de beneficios y en la toma de decisiones en los distritos de riego en donde
únicamente la Comisión Nacional del Agua reconoce como interlocutores a los usuarios del
agua.
También un desafío enorme es superar los esquemas de conservación que a través de la
Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas se han impulsado basados en la
restricción del uso de sus recursos a la población campesina e indígena mediante políticas
que no solo violan los derechos de dicha población sino que propician la degradación de los
recursos al desincentivar (mediante la prohibición del aprovechamiento sustentable) el
cultivo, protección y vigilancia de los mismos, es decir al impedir a los dueños de los
bosques la obtención sustentable de medios de vida no se les puede pedir que se dediquen
a protegerlos y cultivarlos y el personal de Áreas Naturales Protegidas es insuficiente para
ello.
La tala clandestina y el consumo ilegal de madera es otro gran obstáculo que aqueja a
México: se calcula que por cada metro cúbico de madera de procedencia legal que se
consume en el mercado hay entre 1 y 1.5 metros aprovechados de forma irregular o ilegal,
lo que además de degradar los bosques, genera una competencia desleal para cualquier
empresa social que aprovecha de manera legal sus recursos, ya que la madera ilegal se
vende a la mitad o a un tercio del valor de la madera legal y deja ganancias extraordinarias
a un grupo pequeño de personas. Al respecto agregó que varias organizaciones están
proponiendo una campaña nacional por los bosques y el consumo legal de madera.
El representante de Red MOCAF indicó que los bosques además de ser proveedores de
materias primas juegan un papel estratégico en la producción de alimentos por su singular
rol en el ciclo hidrológico, además de su papel fundamental en la lucha contra el Cambio
Climático, tanto en lo que se refiere a la reducción de emisiones de Gases de Efecto
Invernadero como en dar estabilidad a los suelos y prevenir desastres cuando hay un buen
manejo de cuencas por lo que son considerados por la Ley de interés público.
Por lo anterior, lo razonable y lo justo es que las empresas forestales ejidales, comunales y
las de pequeños productores campesinos e indígenas puedan seguir siendo consideradas
dentro del Régimen Simplificado en materia de Impuesto sobre la Renta (ISR).
Si realmente queremos tener bosques para siempre y sus beneficios debemos apoyar a
quienes viven de ellos y los cuidan, los cultivan y los protegen, puntualizó Gustavo Sánchez.

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