El hospital, ermita y cofradía de Ntra. Señora de los Remedios de

Transcripción

El hospital, ermita y cofradía de Ntra. Señora de los Remedios de
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El hospital, ermita y cofradía de Ntra. Señora de los
Remedios de Lobón (Badajoz)
Manuel García Cienfuegos
Cronista Oficial de Montijo y Lobón
“Diez y siete mil maravedís que pareció haver gastado en la fiesta del día de Nuestra Señora
con la Capilla de Ministriles de música que trajo de Mérida y danza y demás gasto… Más da
en data ochenta y quatro reales que pagó a Manuel González Pinpollo, maestro de
zapatero, del precio de ocho pares de çapatillos. Mostró carta de pago para las niñas que
dançaron en la fiesta”1.
Lobón contaba, a finales del siglo XV, con dos hospitales, el de Santiago que acabó siendo,
en 1564, convento de franciscanos observantes por la devoción de doña Elvira de
Figueroa, viuda de don Alonso de Cárdenas, condesa de la Puebla del Maestre y señora de
Lobón. La fundación de este hospital y su ubicación se debieron a la voluntad del
comendador santiaguista Diego de Alvarado. El comendador quiso que reposasen sus
restos, edificando para ello una capilla y un altar.
Hospital
Sobre el segundo hospital, objeto de este estudio, los visitadores santiaguistas, informan:
“visitose un hospital de Santa María que está en la dicha villa en las espaldas de la yglesia
mayor en la que está un portal delante de la puerta de la calle sobre pilares” 2. Se trata de un
establecimiento hospitalario fundado y administrado por la iglesia en la que se ejercía la
caridad cristiana. Ésta es la descripción del año 1549, “En la dicha villa ay un hospital. Es
una casa que tiene una delantera grande y en ella tres cámaras e una cozina. Todo cubierto
a teja vana. Y tiene un corral. Y está delante de la casa un portal de arcos de ladrillo a teja
vana”3.
Es a comienzos del siglo XVII, en 1605, cuando localizamos una estructura completa del
funcionamiento y descripción del establecimiento hospitalario de Santa María, “visitaron el
hospital de la dicha villa que está junto a dicha iglesia parrochial, a la espalda de la iglesia
mayor. Tiene un portal y dos arcos de ladrillo delante. Tiene un cuerpo de casa, más otro
cuerpo de casa pegado más adelante y otro cuerpo de casa más adelante y de allí se sale a
un corral grande. Tiene por linderos la calle del hospital y el cementerio de la dicha iglesia, y
los dichos cuerpos del dicho hospital son pieças vajas y dos cavallerizas y está todo
maltratado y el tejado”4.
Se le censan como bienes al hospital tres mantas y doce esteras de enea. Declara Diego
Rodríguez, mayordomo del hospital, varios censos y limosnas, señalando como gastos
“veinte reales que dio a Juan López, albañil por tres días que anduvo haciendo ciertos
reparos en el hospital… más nueve reales y medio porque compró siete esteras… que gastó
un real de loça para el hospiçio de los pobres”5.
Desconocemos en qué momento el hospital de pobres queda unido a la ermita bajo la
advocación de Ntra. Señora de los Remedios, cuyos muros se situaban casi medianeros al
1 Archivo Parroquial de Lobón (APL). Cofradía de Ntra. Señora de los Remedios. Libro de cuentas, años
1655-1733, fol. 44 y 48 vto. Datas de los años 1670 y 1672.
2 AHP. OO.MM. Libro 1103-C. M.F. 34. Año 1498, fol. 144.
3 Ibídem. Libro 1112-C. M.F. 41. Año 1550, fol. 582
4 Ibídem. Libro 1117-C. M.F. 31. Año 1605.
5 Ibídem.
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exterior de la cabecera del templo parroquial, siendo a la vez capilla y titular del hospital
que acogía a pobres, enfermos, desvalidos, menesterosos y transeúntes 6. Todo junto al
primer cementerio que tuvo la villa. El historiador emeritense Bernabé Moreno de Vargas,
señala en su obra (año 1633) que “hay un hospital adonde está la imagen de Nuestra Señora
de los Remedios, que es tenida en mucha devoción”7.
Son los hospitales los que a lo largo de la Edad Media tienen la función de albergue para los
indigentes. En ellos prevalece la ayuda espiritual y material. La atención al enfermo, como
tal, está dentro del conjunto de los auxilios que dispensaron. En ellos se sustentaron y
cobijaron a pobres y mendigos, se socorrieron a abandonados e impedidos8.
Cofradía
Se avenían y se concretaban en la cofradía de Ntra. Señora de los Remedios dos acciones
inseparables, culto y caridad. Sus hermanos y devotos se movían a virtud y devoción,
celebrando los misterios de la fe con devoción hacia una imagen mariana y practicaban la
piedad cristiana. En la fiesta de Ntra. Señora de los Remedios, corrían unidos la devoción y
el regocijo. Los mayordomos anotan en los libros de fábrica pagos por la compra de
arrobas de vino y cohetes para la festividad9.
En 1662 afloran las primeras noticias “Cuatrocientos treinta reales que pago al maestro
chirimitero, Pascual Sánchez Pardo, vecino de la ciudad de Mérida, por la fiesta, para él y
sus compañeros que hicieron el día de Nuestra Señora”10. El libro de cuentas de la cofradía,
transcurridos unos años, vuelve a informar de la presencia de una capilla de ministriles en
Lobón, dirigida por el maestro emeritense Juan de Aiala, para tocar en el día de la
festividad, siendo Diego Sánchez del Prado quien cobraba por haber guiado la danza que se
hizo en dicho día de la fiesta11. Durante los años 1672 y 1676, los maestros zapateros
Manuel y Domingo González realizan ocho pares de zapatos para las niñas que danzaron
en la fiesta de la Virgen12.
En el último tramo de la centuria del seiscientos, Juan Rodríguez Trejo, Francisco Pérez y
Alonso González Tienza, organista, trompeta y arpista, asisten, en la víspera, a la misa y
procesión con el canto, música y comedia en la fiesta de Nuestra Señora 13. Ese mismo año
se pagan “ciento ocho maravedís por una loa a Alonso González Tienza, vecino de la villa
de Talavera para dicho día de su festividad, mostró pago” 14.
Las representaciones en las fiestas del Corpus y la Virgen, guardan un cierto hermetismo, ni
tan siquiera suele ofertarse en la documentación los títulos de las obras a representar, en las
que parece tomar parte activa los artistas locales, a los que solían acompañar con música y
canto maestros y cantores de algunas capillas musicales del entorno15.
Feneciendo el siglo XVII, en 1691, Juan de la Cruz, mayordomo de la Virgen de los
Remedios, anota la siguiente data. “Item, treinta reales que dio y pagó a Roque el viejo y
6
El hospital y la ermita dieron el nombre primero a la calle Hospital y posteriormente al de La Virgen.
MORENO DE VARGAS, B.: Historia de la ciudad de Mérida. Mérida 1981. p. 462.
8 RUIZ MATEOS, A.: Hospitales extremeños en la Baja Edad Media. Revista de Estudios Extremeños. Tomo
XLI-III. Badajoz 1985. p. 539.
9 APL. Cofradía Ntra. Sra. de los Remedios. Libro de cuentas, años 1655-1733, fols. 16 y 18.
10 Ibídem. fol. 22.
11 Ibídem. Año 1669, fol. 39 vto. Año 1672, fol. 48.
12 Ibídem. fol. 48 y 63 vto.
13 Ibídem. fol. 100 vto.
14 Ibídem. Era mayordomo Francisco Ramírez Monreal, abogado de los Reales Consejos.
15 TEJADA VIZUETE, F.: Manifestaciones folklóricas paralitúrgicas en la Baja Extremadura. Aproximación histórica.
Revista de Estudios Extremeños. Tomo XLVIII- III. Badajoz 1987. p. 716.
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compañeros músicos de la Puebla por haber benido a cantar en la comedia que se hizo el
día de Nuestra Señora”16.
Función caritativa-social
En los comienzos del siglos XVIII, en 1702, tras de la llegada de Felipe V, el primer
Borbón que vino a estos reinos, Juan Amador, mayordomo, pagaba al maestro de la ciudad
de Mérida, Pedro Miguel de Hoces, treinta reales por la asistencia de su compañía de
músicos en la festividad de la Virgen17.
En 1713, año en el que se firmó el tratado de Utrech que puso fin a la Guerra de Sucesión,
Gonzalo Sánchez Barrena Huertas, Familiar del Santo Oficio y mayordomo de Ntra.
Señora de los Remedios pagaba cien reales de la música que se trajo para la función de
Nuestra Señora18.
Los libros de cuentas dan razón de la función caritativa-social de la cofradía, “catorce reales
para esteras para los pobres que se recogen en dicha ermita. Doscientos cuatro maravedís
que pagó a un Harriero para que llevase a un pobre a otro lugar” 19. “Quinientos diez reales
que mostró pago a Francisco Leitón, marido de María Sánchez, por aver criado a un niño
expósito que se echó en la capilla de Nuestra Señora, que mandó criar de la renta de la
dicha capilla por el señor Provisor de la ciudad de Mérida y dicha cantidad es de treinta y
zinco meses que le han criado”20.
En la visita que realiza el vicario general Bernardino Antonio Francos Valdés, de la Orden
de Santiago, Juez Eclesiástico Ordinario de la Provincia de León, ordena “que en lo que
dieren de sí las rentas de esta Hermita se reedifique la sacristía y paxar de ella y lo demás
que sobrase se emplee en reparos del hospital”21. En el año 1745 “se pagan once reales a
Manuel Rodríguez, maestro de alarife, por la composición del quarto de los pobres”22.
Sobre el patrimonio artístico-religioso de la ermita de Ntra. Señora de los Remedios, hemos
localizado el encargo que recibe Lorenzo Gómez de Arenas, platero de Zafra23, del
mayordomo Martín Conejo, por el que percibe 9.394 maravedís por labrar dos arañas y
cuatro pesos que puso en plata24. Ese mismo año se pagan 22.304 maravedís a Pedro
Martín de la Torre, mercader vecino de Zafra por un vestido para Nuestra Señora25.
Cuando declinaba el siglo XVII, en 1693, José Fernández de Santa Cruz, mayordomo,
contrata a tres artífices de Zafra -el centro más activo de la Baja Extremadura durante el
último tercio del siglo XVII- Félix de Escobar, pintor; Antonio Vélez Moreno26,
ensamblador y Juan Basilio, dorador. El primero realiza cinco pinturas para el retablo de
Ntra. Señora. Vélez realiza el retablo y Juan Basilio dora la peana de la imagen de la Virgen
y pinta la ermita. Todo ello importó 1.307 reales 27.
APL. Cofradía Ntra. Sra. de los Remedios. Libro de cuentas, años 1655-1733. Libramiento de pago que
realiza Juan de la Cruz, mayordomo, fol. 119.
17 Ibídem, fol. 162
18 Ibídem. fol. 206 vto.
19 Ibídem. Datas del año 1676, fol. 63.
20 Ibídem. Año 1691, fol. 119 vto.
21 Ibídem. 1/XI/1709, fol, 189 vto.
22 APL. Cofradía Ntra. Sra. de los Remedios. Libro de cuentas, años 1734-1802. Fol. 26 vto.
23 Se trata del platero zafrense más activo de la segunda mitad del siglo XVII, con piezas labradas para
Burguillos del Cerro, Valencia del Ventoso, Salvatierra de los Barros y Bodonal de la Sierra, entre otros
encargos.
24 APL. Cofradía Ntra. Sra. de los Remedios. Libro de cuentas, años 1655-1733, fol. 62 vto.
25 Ibídem.
26 Formado en el taller del más notorio arquitecto de la época, el sevillano Blas de Escobar, que labró el
retablo mayor para la colegiata de Zafra.
27 APL. Cofradía Ntra. Sra. de los Remedios. Libro de cuentas, años 1655-1733. Fol. 135.
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Secuelas del terremoto de Lisboa
El terremoto de Lisboa dejo serias secuelas en la ermita, puesto que en ese año (1755) se
libran por Sebastián Sánchez Moreno, mayordomo, “trescientos dieciséis reales pagados a
Antonio Rodríguez, maestro de alarife, de nación portugués, incluso materiales de cal,
maderos, guita i otras cosas, todo para la obra que se izo en la hermita de la dicha
imagen”28. Tras el remate de las obras del templo parroquial (año 1766), Pedro Merino,
mayordomo, da en data, por componer la ermita, doscientos doce reales por dos maderos,
doscientas tejas, cuatrocientos ladrillos, cinco fanegas de cal29, y la mano de obra del
maestro Antonio Rodríguez30.
En relación al terremoto de Lisboa, sucedido el 1 de noviembre de 1755, festividad de
Todos los Santos, al día siguiente de producirse el seísmo, Alonso Marcos Mendo, cura
párroco de Lobón, escribe a la duquesa viuda de Arco, propietaria de la villa y de los
diezmos de su término, para informarle que “la torre de la referida Yglesia se havrio por
muchas partes, la voveda del campanario dio en tierra, las bóvedas de la Yglesia dela grada
del Altar Maior para abaxo se han caido muchos pedazos de modo que ha quedado
inavitable por la grande ruina que esta amenazando. A S.M. coloqué en San Francisco y
despues con la misma azeleracion saco los copones de la referida Yglesia y los coloco en el
Nicho donde está Nuestra Sra. de los Remedios en donde permanecen estando tambien
dicha Hermita vastante derrotada y en una Palabra se halla sin Yglesia por estar todas las
Hermitas del mismo modo”31.
La ermita en el siglo XIX
La Corporación Municipal, a comienzos del año 1824, nombraba a Alonso Jerez Dorado,
mayordomo de la fábrica parroquial y a Lorenzo Martín Barrena, Blas Clemente, Francisco
Moro y Juan Sierra, mayordomos de Ntra. Señora de los Remedios, San Blas, San Sebastián
y Santa Brígida32.
En nuestro trabajo “Lobón ante el impacto de la guerra de la Independencia”, analizamos
la destrucción y saqueo del patrimonio religioso con graves secuelas dejadas en el convento
de Santiago y en sus ermitas, de la que no fue ajena la de los Remedios33.
Es en el siglo XIX cuando el cementerio parroquial, situado entre la iglesia, la ermita y el
hospital presenta un grave deterioro: “El cementerio destinado en esta villa y en donde se
están haciendo los enterramientos, se ha cercado por pronta providencia con tapias y
tierras, por no haber fondos ni en los Propios ni en la fábrica de la Iglesia, para construir la
cerca con solidez y requisitos” 34. El cementerio, transcurridos tres años, seguía en un estado
muy deplorable, emitiendo el cura párroco, Juan Balsera Quintana, un informe en el que
narra la situación en la que se encontraba, advirtiendo que penetraban en él los perros
hambrientos debido a la fragilidad de sus muros.
Pascual Madoz, en 1850, en su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y
sus Posesiones de Ultramar, señala que “a la entrada de la calle de la Virgen hay una ermita
ruinosa dedicada a Ntra. Sra. de los Remedios, por la cual se entraba al campo santo; pero
en 1841 se construyó otro nuevo más distante cerca de la ermita de los Mártires”.
Ibídem. Año 1755, fol. 42 vto.
Incluido el porte desde Talavera y Alguijuela (Torremayor).
30 APL. Cofradía Ntra. Sra. de los Remedios. Libro de cuentas, años 1734-1802. Año 1767, fols. 58 y vto.
31 España. Ministerio de Cultura. Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional (AHN). Frías, C. 1503,
D.3.
32 AML. Legajo 28, Carpeta 26. Sesión 25/I/1824.
33 Revista de Feria y Fiestas de San Agustín 2009. Ayuntamiento de Lobón. p. 150.
34 AML. Legajo 10, Carpeta 5. 31/XII/1821.
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La ermita, a pesar del estado ruinoso que describe Madoz, es cedida, en el año 1870, por el
cura párroco Joaquín Guerrero Bolaños, al Ayuntamiento para celebrar en ella las sesiones
de la Corporación Municipal, ya que entonces andaban construyendo un nuevo edificio
para la Casa Consistorial35.
Con el transcurso de los años la ermita fue cercenada por el abandono y la ruina, siendo
finalmente derribada, aprovechándose su solar para ser destinados a negocios relacionados
con la hostelería y el espectáculo. Conservándose en la actualidad, afortunadamente, en la
sacristía del templo parroquial, la imagen pequeña y de candelero de Ntra. Señora de los
Remedios, que sostiene en sus manos al niño Jesús.
Tras la guerra civil las autoridades del momento no restablecieron el patronazgo de la
Virgen de los Remedios, cuya festividad se celebraba el 8 de septiembre, haciéndolo sobre
la Asunción de Nuestra Señora, titular de la iglesia parroquial, olvidándose de la antigua y
secular Patrona36.
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Durante la construcción del nuevo edificio consistorial la escuela de niños estuvo en una casa propiedad de
Antonio de Coca, en la calle Derecha número 18. Sirviendo de cárcel un sótano de la casa, contigua a la
posada situada en la vivienda núm. 3 de la Plaza, que pertenecía a Ángel Carrasco, vecino de Almendralejo.
AML. Legajo 30, Carpeta 21.
36 NAVARRO DEL CASTILLO, V.: Imágenes marianas de la comarca de Mérida. Mérida 2003. p. 101

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