28 de abril Santa Gianna Beretta, medica que prefirió morir antes

Transcripción

28 de abril Santa Gianna Beretta, medica que prefirió morir antes
Prelatura de Ayaviri
28 de abril Santa Gianna Beretta, medica que prefirió morir antes que abortar a su hijita
(1922-1962)
El sacrificio admirable de Gianna, una mujer de nuestro tiempo, sigue despertando admiración en un mundo que se ha
empecinado en destruir a sus miembros más indefensos: los que no han nacido todavía, los que están en el vientre de
sus madres.
Gianna Beretta nació en Magenta, Milán, Italia; el 4 de octubre de 1922. En su hogar se vivía llana y naturalmente la fe y
Gianna crece serenamente segura de las verdades del catolicismo. Era una buena chica, una joven normal. Asiste a la
secundaria y luego estudia en la Universidad de Pavia la carrera de medicina. Durante sus estudios, dedica parte de su
tiempo al apostolado en la Acción Católica y en la Sociedad de San Vicente de Paúl, dando conferencias a jóvenes y
ayudando a los ancianos y necesitados. En 1949 termina sus estudios, graduándose con el título de Doctor en Medicina
y Cirugía.
Al año siguiente abre un consultorio en el pueblo de Mésero, vecino de su natal Magenta. Gianna, dueña de una
especial sensibilidad para con los niños y las madres; decide especializarse en Pediatría y para ello viaja a la ciudad de
Milán en el año 1952. Gianna se da tiempo para todo. Ejerce su profesión, la que consideraba también su «misión», con
pasión; realiza apostolado con jóvenes en la Acción Católica; y hasta practica asiduamente el esquí, el alpinismo y el piano.
Ya tiene más de 30 años y su vocación no la tiene clara. Un tiempo quiso ser misionera, como su hermana, pero no
está segura. Se entrega entonces a un tiempo especial de oración y reflexión, con el fin de saber lo que quiere el Señor
para ella. Las luces llegan y su conclusión es que Dios la llama al matrimonio. A partir de allí se prepara con entusiasmo
para formar una auténtica familia católica. Conoce al ingeniero Pietro Molla y se enamora de él. Su noviazgo será un
tiempo de mucha alegría para ambos, pero también de mucha vida espiritual.
Unas líneas escritas diez días antes del matrimonio nos muestran su convicción: "Con la ayuda de la gracia del Señor,
haremos todo lo posible para que nuestra familia sea un pequeño cenáculo donde Jesús reine sobre todos nuestros
afectos, deseos y acciones. Pietro mío, faltan pocos días y me siento conmovida al pensar en acercarme a recibir el
sacramento del amor. Nos transformamos en colaboradores de Dios en la creación; podemos, así, dar hijos a Dios para
que lo sirvan y lo amen". Gianna y Pietro contraen matrimonio en Magenta el día 24 de septiembre de 1955. Están
felices y al poco tiempo ya son tres los hijos que alegran la vida de su hogar: Pierluigi, Mariolina y Laura. Con la
sencillez que siempre le caracterizó, Gianna armoniza su vida de madre, de esposa, de médico y de apostolado.
En septiembre de 1961, al segundo mes de su cuarto embarazo, le diagnostican un tumor en el útero. Tiene que ser
operada. Le recomiendan abortar, pero ella lo tiene bien claro, la vida de su bebé ante todo. Con esa condición es
intervenida y gracias a Dios logran que el embarazo continúe. Algunos días antes del parto, confiando siempre en la
Providencia, le dice a su esposo: «Si hay que decidir entre mi vida y la del niño, no dudéis; -lo exijo- elegid la suya.
Salvadlo».
El 20 de abril de 1962, Viernes Santo de aquel año, Gianna se traslada a la clínica para dar a luz. A la religiosa que la
recibe a la entrada, le dice con toda sencillez: "Ésta es la última vez. Vine para morir". Al día siguiente, es sometida a una
cesárea y nace la pequeña Gianna Emanuela. Inmediatamente pasa lo que Gianna como médica sabía, se
desencadena una peritonitis séptica con terribles dolores.
Su hermana misionera en la India llega a su lecho para acompañarla. "Por fin llegaste -le dice-. Si supieses cuánto
cuesta tener que morir cuando se deja a los hijos, todos pequeños". El 28 de abril, entre grandes dolores, muere
santamente repitiendo «Jesús, te amo; Jesús, te amo». Tenía 39 años. Juan Pablo II la canonizó el 16 de mayo del
año 2004
Tiempo después su esposo declarará: "No sabía que vivía con una santa. Gianna era en realidad, una mujer normal,
con la pasión por la vida, por la música, los paseos, la montaña. Fue recién después, cuando ella ya no estaba, que su
amor y su sacrificio me conquistaron como una revelación, y me acompañaron todos estos años".
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Generado: 22 December, 2016, 00:54

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