Diciembre 2010 - Instituto Maurer

Transcripción

Diciembre 2010 - Instituto Maurer
Diciembre 2010
TESTIMONIOS
“Una vez que reciba el Diploma de Chino Mandarín publicaré libros en Chino, en la
actualidad estoy escribiendo uno (Chinesse Psychology) de edición bilingüe en Inglés
y Chino.”
Juan Ignacio López A.
Sayula, Jal.
“Quiero darle las gracias por la atención que tuvo conmigo al mandarme consejos
alentadores durante mi curso de Inglés, el cual ya pude terminar. Fue un gran reto
para mí pues soy jubilado y aprender algo útil evita que mi mente se atrofie.”
Hermilo L. Castellanos.
Cuautitlán Izcalli, Edo. De Méx.
“¡Guau! Ahora sí me dejaron sin palabras, la atención y seguimiento que he recibido
del Instituto sobrepasa mis expectativas y, de verdad, me motiva a estudiar. Gracias
por demostrar estar verdaderamente comprometidos con la educación.”
Marcia de la Peña H.
Cancún, Q. Roo.
“Mi principal interés en el curso de Inglés es que tengo 2 nietos que viven en Estados
Unidos, en la Florida, y voy muy seguido a verlos. El idioma es a veces un obstáculo y,
además, quiero leer libros en inglés. No me importa que me lleve el tiempo que sea
necesario. ”
Bertha M. Garza D.
Tapachula, Chis.
“Cada vez estoy más orgulloso de pertenecer y estudiar en el Instituto Maurer el
curso de Auxiliar de Rehabilitación. Muchos podrán decir que un estudio a distancia
no es tan importante o no tiene la misma relevancia que el hecho de estudiar en una
universidad, sin embargo, yo he tenido la oportunidad de estar en los dos sistemas y
cada uno de ellos requiere un grandísimo esfuerzo que echa por tierra los comentarios
negativos. Suerte a todos los estudiantes que han ingresado al Instituto Maurer y
felicidades por haber hecho esta excelente elección.”
José Javier Mora B.
Acapulco, Gro.
Cuento Sufí.
Narra un cuento sufí, que Nasrudín se encontraba dando vueltas una
noche alrededor de una farola. En ese momento, pasaba por allí un
vecino que le preguntó si había perdido alguna cosa.
—Sí, estoy buscando mi llave.
El vecino se quedó con él para ayudarle y tras largo rato de búsqueda
acabaron por cansarse.
El vecino le dijo:
—Nasrudín, hemos buscado tu llave durante mucho tiempo, ¿estás seguro de haberla perdido en
este lugar?
—No, dice Nasrudín, la perdí en mi casa pero vine aquí porque hay más luz y mi casa estaba muy
oscura.
En algunas ocasiones, muchos de nosotros hemos actuado como Nasrudín. Buscando la llave de la
felicidad en el exterior cuando está en nuestra propia casa. Tratamos de recibir el reconocimiento
y el cariño de otras personas, ampliar nuestro patrimonio y satisfacer nuestras necesidades, pero
no nos hemos ocupado de alumbrar nuestro interior.
Cuando uno está agobiado por los problemas estas palabras pueden diluirse con facilidad. La
pregunta básica sería el “Cómo” y la respuesta se haya también en tu interior. Tal vez sería útil
hacernos las preguntas adecuadas ... tan sólo sustituyendo ¿por qué.?... por… ¿para qué?... se
obtienen respuestas más creativas.
Las mayores satisfacciones que he obtenido en mi vida han sido cuando he descubierto talentos
ocultos, cuando he creído en mí mismo por encima de las adversidades u obstáculos.
Recuerdo con mucho cariño y agradecimiento a algunas personas que creyeron y confiaron en mí
antes que yo, y me ayudaron a vencer a mi saboteador interno.
Ahora sé, que a pesar de mis imperfecciones, tengo un gran potencial y aún me quedan talentos
por descubrir lo que resulta estimulante. También soy consciente de que mi casa estará oscura en
determinados momentos pero buscaré la forma de alumbrarla.
Y lo que sí tengo muy claro es que no puedo añadir tiempo a mi vida, pero sí vida a mi tiempo.
Amigo:
Si un día me ves sofocado, preso, “harto de la vida“...
con deseos de desaparecer, de morir, insatisfecho
conmigo mismo y con el mundo a mi alrededor…
¡Házme un favor!
Pregúntame:
—Si quiero cambiar la luz por las tinieblas;
—Si quiero cambiar la mesa puesta, por los restos
que algunos buscan en la basura;
—Si quiero cambiar mis pies por una silla de ruedas;
—Si quiero cambiar mi voz, por las señas;
—Si quiero cambiar el mundo de los sonidos por
el silencio de los que no oyen nada.
—Si quiero cambiar el diario que leo y después
echo a la basura, por la
miseria de los que van a buscarlo para hacerse
con él una manta.
—Si quiero cambiar mi salud, por las enfermedades
de tanta gente;
Y recuérdame reconocer todas las cosas buenas que
poseo y decir cada mañana, desde el fondo de mi
corazón:
BIENVENIDO EL NUEVO DÍA...y gracias.
El Hada Muérdago es pequeña, muy pequeña, viste de verde y cuando se siente
entusiasmada agita sus hermosas alas de color dorado. Es graciosa y también divertida
y alegre, pero, sobre todo, es una de las hadas más responsables y sensatas de todo
el bosque mágico. Por ello, el Consejo Supremo de las Hadas decidió nombrarla
Guardiana de la Magia de la Navidad. Una gran elección sin duda. Ni un solo año,
desde que ella se hizo cargo del asunto, ha faltado la Navidad en nuestro mundo.
Bueno, hubo cierta vez en que casi nos quedamos sin ella. Sucedió así.
Cada año, días antes de emprender el vuelo para esparcir la magia por todo el
mundo, inspeccionaba el cofre donde la guardaba, para asegurarse de que todo
estuviera en perfectas condiciones y listo para el gran día. Pero ese año, Muérdago
se llevó una gran y desagradable sorpresa: la cajita había desaparecido. No estaba
en su sitio. Primero se sorprendió, después se enfadó y luego se asustó. Recorrió su
casa-abeto de arriba a abajo, recorrió el bosque mágico y escudriñó cada rincón y
bajo cada planta y animal. Nada.
La pobre Muérdago se sentía cada vez más triste y desesperada. Si no encontraba
pronto la caja no habría magia, no habría luces de colores, no habría canciones,
no habría brillantes adornos, no habría árboles decorados, no habría reuniones
familiares, ni regalos, ni niños sonrientes... lloraba con enorme desconsuelo. Era
la primera vez que fallaba en su importante misión. ¿Cómo iba a explicarlo ante el
Consejo Supremo? ¿Y qué iba a ser de los niños? ¿Cómo iba a mirar a la cara a los
habitantes del bosque? ¿Qué sería de los niños? ¿Quién se habría llevado la cajita?
¿Y qué iba a ser de los niños?
No había tiempo de ponerse a investigar. La Navidad estaba a la vuelta de la esquina,
tenía que encontrar una solución pronto. Y, de repente, mientras pensaba en las
caras llenas de ilusión de los niños, tuvo claro lo que debía hacer. La respuesta
estaba en los niños. Daba igual si no encontraba la cajita. La magia que guardaba
en ella no era la importante, la verdadera magia, la que contaba, era la que
guardaban los niños durante todo el año en sus corazones. Ellos eran los auténticos
cofres mágicos.
Muérdago saltó, bailó y cantó llena de alegría. Agitó sus doradas alas y, alzando
el vuelo, partió rumbo a nuestro mundo, para recoger la magia infantil y luego
repartirla en todos los corazones adultos.
De sus sonrisas tomó la luz, de sus voces la música, de sus ojos el brillo mágico, de
sus abrazos el calor, de sus sueños la ilusión, de su corazón el amor. Fue de aquí para
allá, recolectando un poco de cada niño y, cuando hubo reunido una considerable
cantidad de magia volvió a sobrevolar el mundo dejándola caer sobre pueblos y
ciudades, sobre cada casa y cada edificio. Y, a su paso, todo cobraba color y calor.
A partir de entonces, Muérdago, dejó de guardar la magia navideña en una cajita
escondida en su casa-abeto en lo profundo del bosque mágico. No lo necesitaba.
Tenía una fuente inagotable de magia en los cálidos corazones de los niños.
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Estimado Alumno:
Durante este año recorrimos juntos el camino
de tu superación con todas las altas y bajas que
conlleva el esfuerzo de alcanzar una meta.
Todos los que colaboramos en el Instituto Maurer
nos sentimos satisfechos de realizar este trabajo
y queremos felicitar a quienes alcanzaron su
objetivo y obtuvieron su Diploma. Deseamos
que los conocimientos adquiridos sirvan de
base para el mejoramiento de su vida familiar
y profesional.
A quienes se quedaron en el camino, les
reiteramos que el Instituto Maurer siempre
tendrá abiertas sus puertas para que continúen
estudiando hasta alcanzar los objetivos que se
plantearon al inscribirse con nosotros.
El próximo año seguiremos haciendo nuestro
mayor esfuerzo para dar un mejor servicio
a todos y continuaremos trabajando para su
progreso.
Muchas Gracias ¡y que tengan una muy Feliz
Navidad!
Carlos Maurer, Director.

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