la pardina del señor - La Magia de Viajar por Aragón

Transcripción

la pardina del señor - La Magia de Viajar por Aragón
El bosque
datos útiles |
texto mario llamas fotos celia polo y archivo prames
En primavera y verano, los bosques son un hervidero de sombras y actividad.
El otoño viste de nuevos colores la montaña y nada tan cautivador como el
despliegue de tonos cálidos de las frondosas, que precede a la desnudez del
invierno, un momento en el que alcanzan un halo sublime.
LA PARDINA DEL SEÑOR
Horario: 5 h 45 min
Desnivel de subida: 350 m
Desnivel de bajada: 825 m
Distancia: 18,6 km
Itinerario: solo ida
abajo
El sendero GR 15 a través del Bosque
de la Pardina del Señor
abajo
Vista de Buesa
desde el sendero
El bosque de la Pardina del Señor o de la Pardina Ballarín, en Fanlo, está considerado uno de los 12 bosques españoles más bonitos para visitar en otoño. Es una parte
de las selvas que se extienden en el valle del Chate –o del
Xalle, como también se le conoce–, en donde la magia
está al acecho. Pero cualquier momento resultará inolvidable, también el invierno, cuando el frío y la nieve
suman su silencio.
La renovación de parte del trazado del sendero de Gran
Recorrido GR 15 o Senda Prepirenaica, ahora en su condición de Sendero Turístico de Aragón, hace que este itinerario atraviese este maravilloso bosque en dirección a
Buesa, para continuar hasta Broto. Unimos así los valles
de Vio y de Broto.
Se trata de una etapa de algo más de 18 km, en la que
invertiremos casi 6 h de caminata. La ruta arranca de la
oficina de turismo de Fanlo, a la entrada de la pequeña
localidad, desde donde hay que seguir unos 800 m la
carretera hacia Sarvisé, hasta encontrar la señal del GR
15 que indica el camino a tomar hacia Buesa y Broto,
a la derecha. Mayoritariamente entre pinos, el sendero
baja rápido, en lazadas, hacia el lecho del río Chate, que
alcanza al lado de una bonita poza.
El GR 15 se envuelve de magia
entre Fanlo y Broto
8
lmv
lmv
9
Nada más cruzar el cauce, una señal nos advierte que
el bosque por el que vamos a transitar es de propiedad
privada, por lo que no hay que salirse del sendero señalizado. A partir de aquí, las especies caducifolias son
las protagonistas: hayas, principalmente, junto a las que
crecen arces, abedules, avellanos, serbales de los cazadores, tilos, álamos temblones, majuelos, olmos de montaña, fresnos… y, cada vez más visibles, robles, encontrando un ejemplar monumental junto al muro de una
antigua faja de cultivo, pues el bosque estuvo dedicado
a la explotación agrícola-ganadera y, sobre todo, maderera hasta los años 50 del pasado siglo. En realidad, excepto algunos ejemplares, es un bosque recuperado en
un tiempo relativamente corto. No faltan tampoco los
pinos silvestres y algunos abetos, además de ejemplares
de acebo y abundante boj, al que se agarran los líquenes
con un aire fantasmal.
Pardina Ballarín
Panorámica del bosque
de la Pardina del Señor
en otoño
10
lmv
lmv
11
El camino empieza a remontar la ladera meridional del
Pueyo Ballarín o Punta Trallata. Cruza el barranco Lana
d’as Bracas y, algo más adelante, el d’Ixos, por los que
el agua se desliza formando pequeños saltos. Tras una
subida, se alcanza el paraje de la Cruceta, desde donde el
itinerario inicia un llaneo orientado al solano, llegando,
a la hora y media, aproximadamente, a la arruinada pardina Ballarín o del Señor, un conjunto de instalaciones
desde donde se explotaba el monte, y sobre las que se
localizan las ruinas de una ermita de origen románico.
La senda desciende ahora a cruzar el barranco A Casa,
llegando a un hayedo en el que destaca algún ejemplar
de grandes dimensiones, superviviente de las antiguas
talas. Es un trecho de camino espectacular, la mejor
despedida del bosque del Señor, pues tras una loma, el
sendero se interna en tierras de Broto. Poco a poco, robles y quejigos ganan protagonismo. La ruta deja atrás
unas bordas enzarzadas y se adapta a la ladera, atravesando sucesivas vaguadas. Más adelante, pasa junto a
la Fuen Cubillata y llega a las bordas de San Esteban,
pertenecientes a los vecinos de Buesa, pero cuyo origen
fue un antiguo despoblado. Se continúa hacia la fuente
Baño, un manantial de agua sulfurosa, muy concurrido
antaño por sus propiedades curativas.
Entre pinos y robles, bajo el altozano donde se localiza
la ermita de la Virgen de Bun, se alcanza Buesa por el
barrio de la Iglesia. Desde este pequeño núcleo, cruzando varias veces la carretera y enlazando con la nacional,
se finaliza en Broto, uno de esos pueblos montañeses
por antonomasia.
El mantillo cubre el camino, en el que asoma el musgo
Roble monumental
en el sendero
12
lmv
lmv
13

Documentos relacionados