Catequesis OMP - Salesianos Uruguay
Transcripción
Catequesis OMP - Salesianos Uruguay
Jornada Mundial de las Misiones - Domund 2012 Llamados a hacer resplandecer la Palabra de Verdad Motivación La celebración de la Jornada Misionera Mundial de este año adquiere un significado especial. La celebración del 50 aniversario del comienzo del Concilio Vaticano II, la apertura del Año de la Fe y el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, contribuyen a reafirmar la voluntad de la Iglesia de comprometerse con más valor y celo en la misión ad gentes, para que el Evangelio llegue hasta los confines de la tierra. Necesitamos por tanto retomar el mismo fervor apostólico de las primeras comunidades cristianas que, pequeñas e indefensas, fueron capaces de difundir el Evangelio en todo el mundo entonces conocido mediante su anuncio y testimonio. Del mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones - Domund 2012 UN CANTO DE INICIO SOMOS UN NUEVO PUEBLO... La letra, los acordes y la canción se encuentran en los siguientes links: http://www.youtube.com/watch?fe ature=player_embedded&v=3umic JnFlgI http://jovenesoblatos.com.ar/2009/ 06/el-dios-de-la-vida-descarga-mp3daniel.html ALGUNOS VIDEOS MOTIVADORES Estos videos pueden servir para iniciar la reunión. «Te puede pasar a ti» http://www.youtube.com/watch?v=b1y Ntw7pjWQ&feature=player_detailpage «No tengo más remedio» http://www.youtube.com/watch?feature =player_embedded&v=bBZ942UJ7D4 MATERIALES PARA PROFUNDIZAR EN EL TEMA Documento de Aparecida (2007): + Discurso inaugural de Benedicto XVI. + Numerales 28, 103, 278, 348... Catecismo de la Iglesia Católica + Colaboradores en la evangelización: 927-933 + Caminos de evangelización: 852-856 Esquema de la Catequesis 1 ) Proclamar en voz alta, desde un lugar destacado, la lectura de Hechos 8,26-39 (ver en la pág. 3). En esta primera lectura nos dejamos llevar por lo que leemos, sin hacernos preguntas ni detenernos en las dificultades. Posteriormente, cada uno vuelve a leer el pasaje, animado por las siguientes claves de lectura. Para ello se dejará un buen tiempo personal. Después se buscará compartir en pequeños grupos. 2) Búsqueda del testimonio de fe Para buscar el mensaje de fe que contiene el pasaje podemos preguntarnos: - ¿Qué te llama la atención en este episodio? Piensa en los personajes, en lo que hacen y dicen, en las expresiones y palabras que se usan... - ¿Cómo llega el etíope a la fe? ¿cómo le ayuda Felipe? - ¿Qué aspecto fundamental de la fe en Jesús queda reflejado en este texto? 3) Apropiación del testimonio de fe Buscamos el mensaje que este texto tiene para nosotros hoy: - ¿Qué encuentro en este pasaje (palabras, imágenes, personajes...) que me ayude a expresar mi propia experiencia de fe? - ¿Cómo ilumina mi experiencia y mi identidad misionera este texto? - ¿Hay algo en este episodio que me anime a «hacer resplandecer la Palabra de Verdad» ? 4) Iluminación del testimonio de fe Con la lectura del mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Misiones (en la pág. 4) daremos un aporte magisterial a la lectura personal de la Palabra. Se pueden hacer subrayados, comentarios y preguntas para ser compartidas y dialogadas en los pequeños grupos. A partir de estos elementos que ayudaron a ahondar en la Palabra de Dios y encontrar su mensaje misioneros para este momento, cada grupo elabora un breve oración de petición o acción de gracias para presentar en la Celebración final (pág. 5) 2 Lectura de los hechos de los Apóstoles (8, 26-39) El ángel del Señor dijo a Felipe: ¡Levántate! Dirígete al sur, al camino que conduce de Jerusalén a Gaza un camino desierto . Él se puso en camino. Sucedió que un funcionario etíope, ministro de la reina Candaces y administrador de sus bienes, volvía de una peregrinación a Jerusalén, sentado en su carroza y leyendo la profecía de Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: Acércate y camina junto a la carroza. Felipe la alcanzó de una carrera y oyó que estaba leyendo la profecía de Isaías, y le preguntó: ¿Entiendes lo que estás leyendo? Contestó: ¿Y cómo voy a entenderlo si nadie me lo explica? Y lo invitó a subir y sentarse junto a él. El texto de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente: Como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, muda, así él no abrió la boca. Lo humillaron negándole la justicia; ¿quién podrá hablar de su descendencia ya que su vida es arrancada de la tierra? El funcionario etíope preguntó a Felipe: Dime, por favor, ¿por quién lo dice el profeta? ¿Por sí o por otro? Felipe tomó la palabra y, comenzando por aquel texto, le explicó la Buena Noticia de Jesús. Siguiendo camino adelante llegaron a un lugar donde había agua, y el etíope le dijo: Ahí hay agua, ¿qué me impide ser bautizado? Contestó Felipe: ¿Crees de todo corazón? Respondió el funcionario etíope: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Mandó parar la carroza, bajaron los dos hasta el agua, Felipe y el etíope, y lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, de modo que el etíope no lo vio más; y continuó su viaje muy contento. Palabra de Dios ¿Cómo voy a entenderlo si nadie me lo explica? 3 La fe y el anuncio extracto del mensaje del Papa para el Domund 2012 El afán de predicar a Cristo nos lleva a leer la historia para escudriñar los problemas, las aspiraciones y las esperanzas de la humanidad, que Cristo debe curar, purificar y llenar de su presencia. En efecto, su mensaje es siempre actual, se introduce en el corazón de la historia y es capaz de dar una respuesta a las inquietudes más profundas de cada ser humano. Por eso la Iglesia debe ser consciente, en todas sus partes, de que “el inmenso horizonte de la misión de la Iglesia, la complejidad de la situación actual, requieren hoy nuevas formas para poder comunicar eficazmente la Palabra de Dios”. Esto exige, ante todo, una renovada adhesión de fe personal y comunitaria en el Evangelio de Jesucristo, “en un momento de cambio profundo como el que la humanidad está viviendo”. ¿Cómo estamos haciendo «resplandecer la Palabra de Verdad» en nuestro ambiente? En efecto, uno de los obstáculos para el impulso de la evangelización es la crisis de fe, no sólo en el mundo occidental, sino en la mayoría de la humanidad que, no obstante, tiene hambre y sed de Dios y debe ser invitada y conducida al pan de vida y al agua viva, como la samaritana que llega al pozo de Jacob y conversa con Cristo. Como relata el evangelista Juan, la historia de esta mujer es particularmente significativa (cf. Jn 4,1-30): encuentra a Jesús que le pide de beber, luego le habla de una agua nueva, capaz de saciar la sed para siempre. La mujer al principio no entiende, se queda en el nivel material, pero el Señor la guía lentamente a emprender un camino de fe que la lleva a reconocerlo como el Mesías. A este respecto, dice san Agustín: “después de haber acogido en el corazón a Cristo Señor, ¿qué otra cosa hubiera podido hacer [esta mujer] si no dejar el cántaro y correr a anunciar la buena noticia?”. El encuentro con Cristo como Persona viva, que colma la sed del corazón, no puede dejar de llevar al deseo de compartir con otros el gozo de esta presencia y de hacerla conocer, para que todos la puedan experimentar. Es necesario renovar el entusiasmo de comunicar la fe para promover una nueva evangelización de las comunidades y de los países de antigua tradición cristiana, que están perdiendo la referencia de Dios, de forma que se pueda redescubrir la alegría de creer. La preocupación de evangelizar nunca debe quedar al margen de la actividad eclesial y de la vida personal del cristiano, sino que ha de caracterizarla de manera destacada, consciente de ser destinatario y, al mismo tiempo, misionero del Evangelio. El punto central del anuncio sigue siendo el mismo: el Kerigma de Cristo muerto y resucitado para la salvación del mundo, el Kerigma del amor de Dios, absoluto y total para cada hombre y para cada mujer, que culmina en el envío del Hijo eterno y unigénito, el Señor Jesús, quien no rehusó compartir la pobreza de nuestra naturaleza humana, amándola y rescatándola del pecado y de la muerte mediante el ofrecimiento de sí mismo en la cruz. En este designio de amor realizado en Cristo, la fe en Dios es ante todo un don y un misterio que hemos de acoger en el corazón y en la vida, y del cuál debemos estar siempre agradecidos al Señor. Pero la fe es un don que se nos dado para ser compartido; es un talento recibido para que dé fruto; es una luz que no debe quedar escondida, sino iluminar toda la casa. Es el don más importante que se nos ha dado en nuestra existencia y que no podemos guardarnos para nosotros mismos. 4 CELEBRACIÓN 1) Canto inicial Antes que te formara dentro del vientre de tu madre, antes que tú nacieras te conocía y te consagré. Para ser mi Profeta de las Naciones, Yo te elegí; irás donde te envíe, y lo que te mande proclamarás. Tengo que gritar, tengo que arriesgar, ¡Ay de mí si no lo hago! ¿Cómo escapar de Ti? ¿Cómo no hablar? Si tu voz me quema dentro... Tengo que andar, tengo que luchar... No temas arriesgarte, porque contigo Yo estaré; no temas anunciarme, porque en tu boca Yo hablaré. Te encargo hoy Mi Pueblo, para arrancar y derribar, para edificar, destruirás y plantarás. 2) Lectura bíblica. Leeremos la misma lectura que motivó la reflexión (Hechos 8, 26-39) . Nuevamente, desde un lugar destacado y decorado, se lee lentamente la Palabra. En unos momentos de silencio, puede darse la oportunidad de hacer lectura en eco, repitiendo en voz alta algunas palabras o versículos significativos del pasaje. Si se ve oportuno, puede hacerse una breve reflexión que sintetice el mensaje fundamental de este trabajo. 3) Oraciones de petición y acción de gracias. Se da lugar a compartir las oraciones elaboradas en los grupos, abriendo la posibilidad a que aquellos que quieran presentar más oraciones lo hagan. Cada dos o tres oraciones, se canta una breve respuesta o antífona. 4) Padrenuestro, bendición y canto final. Después de presentadas las oraciones, se reza el Padrenuestro, y se hace una oración final de bendición: ¡Señor, conviértenos en instrumentos disponibles para todo! Que a todos llevemos la paz y la alegría de la felicidad. Nuestra suerte la ponemos en tus manos. Tú que eres Dios, Amor y Sentido de la vida, danos la plenitud de tu esperanza para que en ti y sólo en ti encuentremos la felicidad. Amén Cantamos la misma canción con la que iniciamos la reflexión. 5