3 Transición de la dentición natural a la dentadura artificial 39
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3 Transición de la dentición natural a la dentadura artificial 39
3 Transición de la dentición natural a la dentadura artificial Desventajas de las sobredentaduras dentosoportadas Terapia endodóntica La preservación de las raíces como pilares de sobredentadura requiere por lo general del tratamiento endodóntico, extendiendo de esta manera el curso del tratamiento y aumentando su costo. La dificultad técnica de lograr una obturación radicular satisfactoria puede ser alta debido a la obliteración parcial del conducto radicular por la dentina secundaria debido al envejecimiento o en respuesta a la pérdida excesiva de sustancia dental. Por otra parte, la misma obliteración del conducto radicular supone que el diente puede ser acortado suficientemente sin la necesidad del tratamiento endodóntico. Caries La cobertura de las superficies radiculares con una sobredentadura aumenta el riesgo de caries en estas superficies. Las conclusiones de una serie de estudios revelan una prevalencia de la caries que oscila entre 15% a 36%. Por consiguiente, las medidas preventivas son de gran importancia e incluyen los siguientes: • Instrucción de higiene oral y protésica. • Recomendaciones dietéticas. • Alisado y pulido minucioso de la superficie radicular cóncava para facilitar la eliminación de la placa. • Sellado coronal del conducto radicular con cemento de ionómero de vidrio, ya que este material libera flúor. • Aplicaciones periódicas de flúor tópico usando un barniz de flúor en la consulta y una crema dental con flúor en el hogar. • Uso de agentes de enlace dentinarios (Fenton, 1998). Enfermedad periodontal La cobertura de los márgenes gingivales de los dientes pilares con una sobredentadura tiene el potencial para iniciar la enfermedad periodontal o agravar cualquier proceso patológico existente. Ha habido reportes de sangrado gingival alrededor de todos los dientes pilares 39 después de 4 años y de inflamación evidente alrededor del 12% de los dientes pilares después de 3 años. El número reducido de dientes y su forma simple puede significar que los pacientes que tenían dificultad significativa en el cuidado casero adecuado ahora son capaces de lograr la suficiente eliminación de la placa para reducir el riesgo de estos problemas. Budtz-Jørgensen (1995) ha demostrado que es posible mantener los dientes pilares de la sobredentadura en los individuos mayores que inicialmente tenían un estado periodontal pobre y caries por el tratamiento preliminar intensivo seguido por cuatro a cinco visitas de control por año. Técnica para las sobredentaduras dentosoportadas El resumen siguiente describe una técnica simple apropiada para la construcción de una sobredentadura completa. Selección de los pilares Puesto que el reborde residual de la mandíbula proporciona una base menos favorable para una prótesis total que el reborde maxilar y el paladar duro, las indicaciones para preservar las raíces como pilares de sobredentadura son mayores en el maxilar inferior. Aunque cualquier diente favorable para el tratamiento de conducto puede preservarse como pilar de sobredentadura, los dientes monorradiculares son preferibles por razones de simplicidad. Los dientes tales como los caninos, los primeros premolares inferiores y los incisivos centrales superiores son particularmente idóneos. Los incisivos inferiores y los incisivos laterales superiores no son pilares ideales debido a su menor área del ligamento periodontal. La extracción de estos dientes puede, de hecho, facilitar la tarea de limpieza de los pilares adyacentes. Tales extracciones serán realizadas generalmente en la cita de instalación de la sobredentadura. Etapas clínicas y de laboratorio Después de haber realizado el tratamiento endodóntico de los dientes pilares, la elaboración de una sobredentadura sigue las etapas de la 40 Tratamiento protésico en pacientes edéntulos técnica de la prótesis parcial convencional hasta después de la etapa de prueba. Modificación del modelo El modelo de trabajo es modificado mediante el recorte de las coronas de los dientes pilares seleccionados y se rebajan las superficies radiculares para producir una preparación convexa ligeramente más grande y más supragingival que el previsto para las superficies radiculares reales. Es útil medir la altura de la parte superior de la convexidad a un punto fijo en el margen gingival con un compás de puntas y tomar nota de esta medida a fin de guiar la preparación del diente natural en la visita clínica siguiente. Las coronas de los dientes a ser extraídos al momento de instalar la prótesis también se recortan del modelo y se modifica el contorno gingival para simular cualquier colapso que pueda ocurrir después de la exodoncia. La prótesis se procesa de la manera habitual. Figura 3.6 Corte transversal de la sobredentadura y el Instalación de la prótesis diente pilar que muestra la corrección del adaptado por la adición de resina acrílica de curado en frío. En la cita para la instalación de la prótesis, se eliminan las coronas de los dientes seleccionados como pilares de sobredentadura y se tallan las superficies radiculares hasta conferirle una forma convexa, con la medida tomada en el modelo de trabajo. Las aberturas de los conductos radiculares se sellan con cemento de ionómero de vidrio o posiblemente con amalgama, aunque este último material no presenta la ventaja de inhibir la formación de caries como resultado de la liberación de flúor. Se extraen los otros dientes y se instala la sobredentadura inmediata. Rebasado de la prótesis Cuando se examina la prótesis en la cita siguiente, se pulen las restauraciones y las superficies radiculares y se aplica un barniz de flúor a la dentina. El adaptado exacto de la prótesis a las superficies radiculares se logra mediante el uso de un material de rebase de curado en frío a base de resina acrílica dentro de las depresiones en la superficie de impresión correspondiente a las raíces. El asentamiento correcto de la prótesis bajo presión oclusal es facilitado por la perforación de un agujero en cada una de las depresiones relacionadas con la superficie pulida para permitir el escape de cualquier exceso de resina acrílica (Fig. 3.6). Mantenimiento de las sobredentaduras dentosoportadas Es importante disponer de un programa de citas de control para permitir el mantenimiento adecuado de la sobredentadura. Esto implicará el mantenimiento de la higiene oral y la prótesis y el reforzamiento cuando sea necesario. Debe llevarse a cabo las aplicaciones periódicas de flúor tópico a los pilares. Los procedimientos de rebase temporal o permanente serán necesarios para compensar la resorción alveolar en las regiones donde se realizaron las extracciones al momento de instalar la prótesis. Si la caries de la superficie radicular representa un problema a pesar de las aplicaciones tópicas de flúor, pueden considerarse las cofias de oro como procedimiento secundario. Si el paciente es incapaz de controlar la prótesis de la manera como ha 3 Transición de la dentición natural a la dentadura artificial 41 sido previsto, pueden colocarse imanes o ataches de perno en los pilares para mejorar la retención. En un estudio a largo plazo se reportó que las necesidades del tratamiento fueron mayores después de 6 años. Para ese momento, el 36% de las sobredentaduras inferiores habían perdido la estabilidad, pero tan sólo un 6% de las prótesis superiores e inferiores tuvieron que ser elaborados de nuevo (Ettinger y Jakobsen, 1997). Sobredentaduras implantosoportadas Las sobredentaduras soportadas por implantes osteointegrados no son generalmente una opción apropiada para la transición a corto plazo del estado dentado a la prótesis total. Sin embargo, es relevante considerar los implantes osteointegrados en esta sección del libro puesto que tanto las raíces dentales como los implantes ofrecen ventajas potenciales similares para mejorar el soporte y la retención de las prótesis totales. Desarrollo de los implantes osteointegrados Los implantes osteointegrados fueron desarrollados en la segunda mitad del siglo XX por el profesor Per-Ingvar Brånemark. Su investigación, en los comienzos de los años 1950, utilizó recámaras de observación de titanio para examinar el flujo sanguíneo en el hueso de los conejos. Cuando llegó el momento de retirar las recámaras al final del experimento, el hueso estaba unido firmemente a la recámara. El fenómeno fue llamado osteointegración y describe la conexión directa entre el hueso vital y el implante sin la presencia intermedia de tejido conectivo. Fue definido más tarde como «la conexión estructural y funcional directa entre el hueso vital, organizado y la superficie de un implante que soporta la carga». Diseño La gran mayoría de los implantes dentales colocados hoy en día son implantes de titanio osteointegrados con forma radicular. Se comercializan en una amplia variedad de diseños (Fig. 3.7), pero todos tienen ciertos componentes básicos en común que son: Figura 3.7 Ejemplos de los diferentes tipos de diseños implantarios. • Una porción sumergida (conocida normalmente como el dispositivo) al cual se integra el hueso. • Una porción supraósea que emerge a través de la mucosa a la cavidad bucal (el elemento transmucoso) que puede agregarse los diversos ataches para soportar y retener la prótesis futura (Fig. 3.8). Índices de éxito Los implantes osteointegrados proporcionan una manera exitosa y previsible de sustituir los dientes perdidos, los cuales alcanzan una supervivencia a largo plazo, especialmente en el sector anterior de la mandíbula donde se encuentra más del 98% después de 20 años (Ekelund y cols., 2003). Aun así, las complicaciones asociadas con estas restauraciones a largo plazo son probablemente mayores que para la restauración de los dientes naturales (Pjetursson y cols., 2007). El éxito del tratamiento implantológico fue seguido por un espectacular incremento de los fabricantes de implantes cada uno con sus propios diseños específicos. A través de las décadas de desarrollo de las prótesis osteointegradas para los pacientes edéntulos, la restauración fija ha sido considerada como el «patrón oro del tratamiento». La opción removible tendió a ser considerada solamente en los casos con restricciones anatómi- 42 Tratamiento protésico en pacientes edéntulos Barreras para el tratamiento implantológico Es difícil sobrestimar el potencial para el tratamiento superior que ofrecen los implantes dentales. Sin embargo, este potencial solo se ha cumplido parcialmente debido a los bajos índices de respuesta sobre una base global, las mayores barreras son el costo y la capacitación. El número de pacientes edéntulos a nivel mundial que han recibido el tratamiento con implantes es probablemente menor al 1% (Carlsson, 2009) y para la mayoría de los pacientes edéntulos del mundo el costo seguirá siendo una barrera infranqueable para el futuro próximo. Curiosamente, aunque se ofrecen implantes «de manera gratuita», una proporción significativa de pacientes han optado por rechazar la opción por una variedad de razones (Walton y MacEntee 2005; Allen y cols., 2006). Colocación del implante Figura 3.8 Las tres partes componentes de un implante. cas o financieras que excluían la opción fija. Sin embargo, el trabajo de los diversos grupos de investigación ha demostrado de manera convincente que incluso la provisión de solamente dos implantes colocados en la mandíbula puede conferir una notable mejora en la satisfacción del paciente con una prótesis removible y en la calidad de vida relativa a la salud bucal. Estos datos han sido resumidos por Thomason y cols. (2007). Existe un aumento en los estudios de investigación que respalda el argumento de que una sobredentadura implantosoportada mandibular debe ofrecerse como la primera opción de tratamiento para los pacientes edéntulos. Esta opinión ha cobrado impulso y es la afirmación final fundamental de la declaración de Consenso de McGill (Feine y cols., 2002) y la declaración de Consenso de York (Thomason y cols., 2009). Tradicionalmente, los implantes son insertados como un procedimiento de dos etapas. La primera etapa consiste en la colocación del implante, o dispositivo, dentro del hueso alveolar y basal. El lecho implantario se prepara en el hueso con los sistemas de fresas secuenciales de modo que coincida cuidadosamente con las dimensiones del dispositivo. Se ha de tener sumo cuidado para evitar la elevación de la temperatura del hueso a un punto que cause necrosis y en consecuencia impida la osteointegración. Los dispositivos se colocan en el lecho preparado y se cubren con los tejidos blandos. Después de un período de osteointegración, que suele ser de 3 meses en la mandíbula y 6 meses en el maxilar, se realiza la exposición quirúrgica del dispositivo y sobreviene la segunda etapa o conexión del elemento transmucoso al dispositivo. Después de un corto período de cicatrización, se restauran los implantes con una prótesis fija o removible. Más recientemente, la práctica habitual para las sobredentaduras simples ha sido el uso de un procedimiento de una sola etapa en vez de dos etapas y la conexión del elemento transmucoso al momento de la colocación del implante (Fig. 3.9). Posteriormente se agrega un atache al implante para proveer el soporte y la retención