Las CRO, pieza clave en la recuperación de la investigación clínica

Transcripción

Las CRO, pieza clave en la recuperación de la investigación clínica
ensayos clínicos
Las CRO, pieza clave en la
recuperación de la
investigación clínica
Por su estructura multidisciplinar, su flexibilidad y su personal cualificado, las
Compañías de Investigación por Contrato se han convertido en un partner
esencial para el desarrollo del mercado farmacéutico. Los recortes
presupuestarios de los últimos tiempos han consolidado su rol en la
investigación clínica y, ahora que el mercado empieza a recuperarse, las CRO
se posicionan en la línea de salida de una más que deseada recuperación de
las inversiones en investigación.
Las Compañías de Investigación por Contrato
(CRO) han jugado un rol esencial en la continuidad de la investigación clínica durante los años
de duros recortes económicos y de estrictas medidas regulatorias públicas. Tras años de descenso de las ventas, el sector farmacéutico sigue
siendo la industria que más invierte en I+D en
España (883 millones de euros en 2013, último
dato ofrecido por Farmaindustria), lo que representa el 19,8% del gasto total en I+D llevado a
cabo por el conjunto de la industria española.
Este porcentaje resulta especialmente significativo si se tiene en cuenta que la cifra de negocio de
las compañías farmacéuticas supone únicamente el 2,5% del total industrial. A pesar de ello, en
los últimos años se habían registrado caídas importantes, de hasta un 11%, en la actividad investigadora, algo que ha afectado sobre todo a los
programas a largo plazo y no tanto a las investigaciones de corto plazo.
Más de la mitad de la investigación clínica, según la patronal del sector, se destina al diseño,
desarrollo y evaluación de ensayos clínicos de
fase 1, 2 y 3, mientras que a investigación básica
se dedica aproximadamente el 25% de la inversión y porcentajes minoritarios a los procesos de
aprobación y a la farmacovigilancia. El plazo de
desarrollo de un medicamento es cada vez más
largo y se sitúa actualmente en una media de 12
años, de los cuales entre 6 y 7 años corresponden a los ensayos clínicos, en las tres fases.
Un dato basta para hacerse una idea de la complejidad que suponen este tipo de inversiones:
para desarrollar un fármaco seguro, efectivo y de
alto valor clínico se requieren siete millones de
horas de trabajo. A todo ello hay que añadir que
la tasa de éxito es de solo el 1,1% en todos los
procesos de investigación que emprende la industria farmacéutica: la relación entre las miles
de moléculas en desarrollo y el ínfimo número de
medicamentos autorizados da idea de hasta qué
punto esta podría ser considerada como una actividad “de riesgo”.
El número de nuevos medicamentos aprobados por inversión en I + D se ha visto reducido a
la mitad en las últimas décadas debido a diversos factores. Y al mismo tiempo, los márgenes de
beneficios y tiempo de explotación de las patentes son cada vez menores. Se calcula que sólo
tres de cada diez medicamentos comercializados
generan ingresos superiores a los costes medios
de I+D.
Todo ello ha hecho que, durante los cinco últimos
años, el mercado farmacéutico haya debido ajustar
sus costes, para poder seguir investigando. ¿Qué
papel han jugado las Compañías de Investigación
por Contrato en este contexto? “Desde nuestra experiencia –explica José Ramón Pérez, director general de Adknoma–, ha existido una profesionalización y una mayor exigencia en aquello que los
laboratorios esperan cuando acuden a contratar los
servicios de una CRO. Necesitan que esta aporte
altos criterios de gestión, que aseguren el éxito en
los proyectos que los laboratorios desarrollan”. El
grado de externalización depende de la filosofía de
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ensayos clínicos
cada laboratorio y de la configuración de cada proyecto y, de este modo, encontramos laboratorios
que apuestan por encargar a las CRO solamente
tareas puntuales, mientras que otros deciden optimizar sus recursos mediante la externalización de
gran parte de los procesos o incluso de la investigación completa.
La experiencia de las CRO en operaciones,
bioestadística, asuntos legales y regulatorios y en
conocimiento científico permiten ofrecer una respuesta efectiva en todas las etapas de desarrollo
de un fármaco, desde la síntesis hasta la comercialización. Por ejemplo, la actuación de este tipo
de empresas es especialmente interesante en la
fase regulatoria de los ensayos clínicos, que en
ocasiones se alarga mucho más de lo deseable,
por la confluencia de una serie de inconvenientes.
Las CRO acostumbran a contar con personal especializado, que realiza un seguimiento intensivo,
para resolver esta etapa en un plazo razonable de
tiempo. El desarrollo de modelos de actuación,
que permiten que algunas tareas se realicen en
paralelo, reduce los tiempos globales de esta fase
tan esencial del proceso.
Son muchas las compañías farmacéuticas, entre ellas algunas de las líderes del mercado, que
colaboran con CRO a la hora de desarrollar parte
o la totalidad de determinadas investigaciones.
En general, se valoran sus infraestructuras, sus
recursos humanos y técnicos y su sistema de trabajo y todo ello ha hecho que el mercado esté en
crecimiento, tanto para el desarrollo de medicamentos genéricos como para análisis específicos, autorizaciones, ensayos clínicos, investigaciones completas e incluso cesiones de personal
especializado, para cubrir picos de actividad.
como el retraso en las tomas de decisiones o el
inicio de actividades en contratos ya firmados.
“Nuestros clientes se han vuelto más selectivos
en el momento de decidir quién desarrollará sus
proyectos y están apostando por aquellas compañías que mejor se adaptan a sus necesidades,
consiguiendo cumplir en costes y timing la eje-
Las CRO están igualmente muy presentes en el
campo de la biotecnología, que demanda una
agilidad incluso mayor por parte de estas compañías prestadoras de servicios, dado que los
cambios que se producen en el propio diseño de
los estudios son rápidos. En la mayoría de los
casos, además, las biotecnológicas disponen de
Las compañías farmacéuticas buscan estrategias
que les permitan mejorar las tasas de éxito y
reducir el tiempo de desarrollo de los nuevos
medicamentos
cución de los mismos –dice José Ramón Pérez–.
En nuestro caso, los laboratorios nos confían sus
ensayos clínicos gracias a la seguridad que le
ofrece nuestro modelo”.
Los laboratorios han incrementado su nivel de
exigencia y piden a las CRO ideas innovadoras y
anticipación. En definitiva, que dejen de ser reactivas y se conviertan en preactivas. De este modo,
aparecen tendencias como los eclinical, una forma actual de realización de estudios y ensayos
clínicos donde la recogida de datos en papel se
ha ido substituyendo por la entrada remota, mediante sistemas online, ya sea para un ensayo
clínico propiamente dicho o una recogida de datos epidemiológicos. El big data está jugando
también un papel relevante en las nuevas tendencias de trabajo que se implantan en este campo, buscando la simplificación de los procesos.
menor personal y, por ello, necesitan un mayor
acompañamiento, para descargar de tareas a sus
recursos humanos.
Nuevo escenario
Los ajustes sufridos por el mercado farmacéutico
y por la actividad investigadora en general también se han trasladado, evidentemente, al funcionamiento y el día a día de las propias CRO. “Sin
duda, estos cambios en los laboratorios también
han obligado a que las CRO se adapten al nuevo
escenario, tanto en optimización de costes como
en especialización de los colaboradores que forman parte de las mismas” –asegura José Ramón
Pérez.
La crisis ha dejado huella también en este tipo
de compañías, no solamente en el volumen de
contratación realizado, sino también en aspectos
Nuevo Real Decreto de ensayos clínicos
El pasado 24 de diciembre el Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e igualdad aprobó el Real Decreto
1090/2015 por el que se regulan los ensayos clínicos
con medicamentos, que entró en vigor el 13 de enero
de 2016. La nueva norma incluye por primera vez la
participación de pacientes en los comités de ética y regula aspectos básicos como el consentimiento informado, el Registro Español de Estudios Clínicos, los seguros, la indemnización por daños o el régimen de
responsabilidad.
La normativa aprobada por el Consejo de Ministros
se desarrolla a partir del reglamento europeo, publicado en abril de 2014 (Reglamento (UE) Nº 536/2014 del
Parlamento Europeo y del Consejo), que establece procedimientos comunes para la autorización de ensayos
clínicos en toda Europa, pero deja a cada Estado miembro el desarrollo de otros aspectos como son la organización, la evaluación de los aspectos éticos, el consentimiento informado o los mecanismos de compensación
por daño.
¿Qué supondrá esta nueva norma para la investigación clínica? Según el Ministerio de Sanidad, “España
mantiene una posición única y común como Estado
miembro que simplificará los trámites para poner en
marcha ensayos clínicos, a la vez que se refuerzan las
garantías para los participantes. Ahora será suficiente
la evaluación y el dictamen positivo de un solo Comité
de Ética acreditado, además de la autorización de la
AEMPS, para realizar un mismo ensayo en los centros
que lo soliciten”.
Por otro lado, el Real Decreto también incentiva la
investigación sin ánimo comercial, es decir, la no promovida por la industria farmacéutica, “para fomentar
también la investigación dentro del Sistema Nacional
de Salud y las universidades, que cuentan con grandes
investigadores en áreas que a veces no son prioritarias
para la industria”. Los ensayos clínicos que se correspondan a esta definición podrán beneficiarse de ventajas adicionales para este tipo de investigación.
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Con la nueva norma también se regula el Registro
Español de estudios clínicos (REec),
disponible en https://reec.aemps.es, como medida de
transparencia, en el que cualquier ciudadano puede
consultar los ensayos clínicos autorizados en España y
los centros en los que se realizan.
Las primeras reacciones no se han hecho esperar. La
Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) se ha
mostrado favorable a la nueva regulación, que se encuentra en periodo de aplicación transitoria desde el
pasado mes de enero y que entrará de manera definitiva en vigor en mayo. Según esta sociedad médica,
“simplifica los trámites, incrementa las garantías para
los pacientes, potencia la transparencia y fomenta la
investigación de promotores independientes en áreas
de interés para el Sistema Nacional de Salud”.
Una de las más esperadas novedades es el dictamen
ético: “La aprobación de un ensayo multicéntrico puede darse con que un solo Comité Ético acreditado lo de
por positivo –dicen desde SEOM-. Otro de los cambios
que más se valora es que hasta ahora los objetivos de
los diferentes estudios perseguían el interés científico,
pero no tenían en cuenta a los pacientes, que son los
destinatarios finales de los ensayos clínicos. Con el
nuevo Real Decreto, los pacientes se incorporan al control de la calidad y oportunidad de los ensayos clínicos
lo que para la SEOM es a priori una buena noticia”.
Desde la compañía BioClever, opinan que “no se
pueden realizar los cambios con la celeridad que a veces se desearía, deben introducirse de forma controlada, observar su efecto, dar tiempo a que los demás
participantes en el proceso de innovación puedan entender la importancia del cambio y adaptarse al mismo”. Desde el departamento de puesta en marcha de
esta firma, confían en que el cambio, con tiempo y lógica, siempre sea a mejor. “Tras años de experiencia durante los que hemos vivido directamente cambios de
normativas y regulaciones nacionales e internacionales, sabemos que el futuro nos depara una simplifica-
ción de los procesos y una mayor eficiencia en tiempos
y costes, que permitan que la innovación en fármacos
y dispositivos no se burocratice más de lo estrictamente necesario”. Sin embargo, también han aparecido ya algunas dudas sobre la efectividad de la nueva norma. Desde la
empresa de abogados Lupicinio, observan que “presenta grandes incertidumbres que van más allá del RD,
como la voluntad de implantar un modelo de contrato
único para la realización de ensayos clínicos, válido
para todo el Sistema Nacional de Salud”. Se trata de un
objetivo que viene de antiguo dentro del sector –señalan desde esta empresa-, pero la consecución de dicho
contrato único precisa de la negociación con las comunidades autónomas y su aprobación en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, por lo que
es de prever que tarde meses o incluso años en aprobarse. “Además presenta el problema de qué margen
quedará una vez establecido el modelo único para poder regular situaciones especiales que sin duda se pueden dar en algunos casos y que son difíciles de prever
a priori. En este sentido no podemos obviar que partimos de una gran heterogeneidad de modelos de contratos de ensayos clínicos”.
Por ejemplo, hay comunidades autónomas como
Madrid, Valencia y Andalucía que admiten un sólo modelo de contrato con escaso margen de negociación.
Por su lado en Aragón, País Vasco, Galicia y Extremadura, pese a existir un sólo modelo de contrato de ensayos clínicos, éste es más flexible y admite más modificaciones en la negociación entre los Promotores y los
centros. Finalmente, en otras comunidades, como es el
caso de Cataluña, no existe un modelo autonómico de
contrato y, consecuentemente, se aplica, o bien el contrato facilitado por el centro, o bien el del promotor.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos
Sanitarios, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, autorizó en 2015 más de 800
ensayos clínicos en el país.
ensayos clínicos
“Apostamos por un modelo
de absoluto enfoque y
orientación al cliente”
vencionados con un Horizon 2020, el programa
de investigación e innovación de la Unión Europea. Un ambicioso proyecto en el que participan
seis países y en el que la CRO española aporta la
gestión de los ensayos clínicos relativos al desarrollo de un nuevo producto sanitario.
También observamos en el mercado una tendencia hacia la diversificación de productos. Las
CRO ya no se dedican solamente a la realización
de ensayos clínicos, sino que ofrecen además
otros servicios a la industria farmacéutica, de
tipo muy variado. Un ejemplo es el de onmedic,
una empresa que incluye en su oferta el cloud
computing, acciones de market access, eLearning y branding, entre otras.
Ventajas de las CRO
José Ramón Pérez, director general de
Adknoma
Adknoma apostó hace ya algunos años por buscar
el valor diferencial en el modelo de gestión de los
proyectos y por trabajar con un absoluto enfoque y
orientación al cliente. “Esto, acompañado de una
elevada especialización en el área de regulatorio y
sistemas de información, nos ha permitido que los
clientes perciban de nuestra compañía un valor diferencial –explica José Ramón Pérez, director general de Adknoma-. Ello nos lleva a obtener negocio
recurrente en aquellos clientes que confían en nosotros y a abrir el camino en nuevos, que creen en los
beneficios de nuestro modelo de gestión y nos confían sus proyectos. En los últimos años hemos conseguido situarnos como prefer provider en los principales laboratorios que trabajan en España”.
En general, las CRO se están apuntando a gran
velocidad a las nuevas tecnologías, que permiten
por ejemplo ver en tiempo real la evolución de
un proyecto o lanzar mensajes de seguimiento
de forma automatizada.
Además, cada vez más compañías se embarcan en proyectos de tipo internacional. Alpha
Bioresearch, por ejemplo, se ha convertido en
partner de uno de los mayores proyectos sub-
La flexibilidad y la optimización de costes son las
dos principales razones para la externalización
de la investigación hacia las CRO, como compañías independientes del promotor de la investi-
temores de los laboratorios a la hora de externalizar ensayos clínicos y, para hacer frente a este recelo, la comunicación es la mejor arma. Solamente
sobre la transparencia puede basarse una relación
de confianza mutua entre ambas partes. Muchas
farmacéuticas optan por externalizar solamente
una parte de un proyecto y no la totalidad, para no
perder la visión global. Otras, en cambio, optan por
el modelo full project, delegando por completo la
investigación, desde el diseño y la preparación de
la documentación hasta la selección de los hospitales e investigadores, la obtención de Aprobación
Ética y de la Autorización Administrativa, los contratos con cada centro, el inicio del ensayo clínico,
el reclutamiento de pacientes, la verificación de la
información, el análisis estadístico de los datos,
hasta finalizar con el cierre y archivo de todos los
resultados generados.
La mayorías de las CRO ofrecen servicios completos, que integran todas las fases de la investigación, para dar una respuesta global a sus clien-
El grado de externalización depende de la filosofía
de cada laboratorio, pero la mayoría de las CRO
ofrece servicios full project, que permiten delegar
por completo los proyectos
gación, dotadas de personal cualificado y con
experiencia. Ello permite a las empresas farmacéuticas o bien reducir la dimensión de sus departamentos de I+D o bien optimizar los recursos
internos y focalizarlos en otras actividades investigadoras internas. De algún modo, esta fórmula
posibilita a la industria incrementar su capacidad
investigadora, sin necesidad de aumentar sus
plantillas laborales. La confianza mutua entre
Compañía de Investigación por Contrato y empresa farmacéutica es clave en esta relación, que
en muchas ocasiones es duradera y fiel.
Pero, ¿qué hay del control de la actividad investigadora? ¿Pierde la farmacéutica promotora el dominio del desarrollo? Este es uno de los principales
tes. Ello permite trabajar con un interlocutor
único y prescindir de intermediarios, lo que redunda en eficiencia y rapidez. Cuando se contratan actividades concretas, las más habituales
suelen ser la comunicación con las instituciones,
la gestión de autorizaciones y el tratamiento estadístico de los datos.
En todo caso, es necesario establecer los mecanismos de control necesarios, que permiten
actuar con rapidez y establecer medidas correctivas a tiempo, pero, al mismo tiempo, este seguimiento debe ser ágil para la empresa contratante, de modo que ello no acabe repercutiendo en
costes de personal interno.
Estrategias para competir
Ante un panorama investigador complejo, con
resultados a largo plazo y con inversiones que en
ocasiones son difícilmente recuperables, las
compañías farmacéuticas están buscando estrategias que les permitan mejorar las tasas de éxito (sin tener que aumentar la inversión) y reducir
el tiempo de desarrollo de los nuevos medicamentos. El objetivo es llegar al mercado lo antes
posible y, por lo tanto, aumentar el tiempo de explotación de sus patentes.
Una alternativa que cada vez está tomando más
relevancia es la adopción de diseños adaptativos
en el desarrollo de los ensayos clínicos. Esta estrategia está siendo utilizada de forma creciente
por empresas de biotecnología o start-ups y las
CRO juegan un papel fundamental en esta nueva
tendencia. Pero para asegurar su participación deben contar con una sólida base en la gestión del
proyecto, aportando capacidad de anticipación y
de prever y proponer soluciones en colaboración
con los promotores. También es necesaria una sólida base bioestadística, con conocimientos y experiencia en la metodología bayesiana, que es la
matemática que fundamenta este diseño, siendo
capaces de modelar escenarios para predecir los
resultados probables de las diferentes adaptaciones que se establezcan. Al mismo tiempo, es importante una experiencia rigurosa en la captura de
datos electrónica y su análisis en tiempo real, fundamentales en estos ensayos n
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