Los planos del laberinto. Extracto del libro

Transcripción

Los planos del laberinto. Extracto del libro
Los planos del laberinto
Extracto del libro “Humanidad y flores de Bach” del mismo autor.
La entrada al laberinto
Ya estas aquí, has caminado mucho. En ti se encuentra la información necesaria para
alcanzar tu destino. Descubres las normas y objetivos creados por otros –quizás hallas
sido tú mismo el creador de estos- que ahora determinan los movimientos que de
acuerdo a las leyes de los hombres debes seguir. Pero en ti existe la certeza de tu
verdadera naturaleza, velada por la información que ahora recibes para convertirte en
“humano” Antes de llegar aquí debiste aprender las normas básicas de la supervivencia
para mantenerte en la forma que permitía tu existencia. Cada vez más sofisticadas, cada
vez más inclusivas con el grupo, desarrollando con maestría las calidades energéticas,
conociste las leyes de la naturaleza, sin consciencia de los mecanismos que las
animaban las acatabas, participabas de ellas con naturalidad y permanecías conectado a
la fuente de toda vida para expresar en cada momento lo más adecuado para el
ecosistema en el que te desenvolvías. El cuerpo, la emoción y la mente, fueron
robusteciéndose y haciéndose cada vez más presentes a través de formas aptas que
permitían tu expresión por estos mecanismos para comprender la vida, Tu Ser. Ahora en
el reino Humano, posees los elementos necesarios para hacer consciente lo que has
experimentado mecánicamente, Lo físico del reino mineral, lo emocional del vegetal, lo
mental del animal, para desarrollar ahora lo transpersonal correspondiente a esta nueva
etapa de tu desarrollo hacia la fuente.
Al entrar en el reino humano, “El laberinto” posees las herramientas pero no la destreza
para utilizarlas de acuerdo a tus verdaderas necesidades. El laberinto está lleno de
puertas, cada una te lleva a un lugar. Tú eliges, la Naturaleza te trajo hasta aquí y ahora
tú decides como moverte, incluso si quieres detenerte. Toda decisión tendrá su
expresión posterior y acontecerán sucesos que permitirán en todo momento la expansión
de la consciencia hacia el descubrimiento de tu verdadera naturaleza.
Saber el tiempo que lleva cada ser en el reino Humano es algo complicado para mí, pero
según sus necesidades actuales, puedo percibir la habilidad que ha desarrollado en el
proceso de su existencia y esto me indica el grado de percepción de sí mismo que ha
alcanzado.
Al entrar en el laberinto debemos revestirnos con los ropajes propios de este reino y
estaremos sujetos a las reglas de juego que rigen en él. Tendremos que desarrollar y
manejar con habilidad las distintas calidades energéticas que hemos compartido con
otros seres en los anteriores reinos en los que hemos vivido, hasta comprender sus
mecanismos y ponerlos al servicio de nuestra verdadera realidad interior, para que así
nos acerquen cada vez más a nuestro destino final, “La Vida”
Los ropajes para la primera escena
Ahora estas solo, tutelado por las atentas miradas de aquellos que conocen y potencian
el desarrollo de la humanidad, pero solo. Hasta este momento, cumbre de la expresión
de la Vida en la Tierra, pertenecías a grupos, compartías la experiencia con la raza
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animal o especie vegetal o mineral de la que formabas parte, té nutrias como grupo y
compartías tus experiencias con él y en él. Ahora comienza tu camino individual.
Encarnas por primera vez en el reino humano, lo que en otras edades era mecánico
ahora deberá ser consciente. Tienes un cuerpo que te capacita para percibir lo físico, la
emoción que te hará percibir los matices sentimentales que te muevan en las relaciones
con otros seres y la mente que hará inteligible los procesos que percibes y te capacitará
para comprender las reglas del juego. Pero eres mucho más, estos solo son los ropajes
para poderte mover por el nuevo escenario, antesala de la emancipación de la
consciencia.
Desde este instante en el que ya formas parte del reino humano deberás desarrollar hasta
la perfección las habilidades que existen en este plano de la manifestación para
finalmente ponerlas al servicio del nuevo grupo al que ahora perteneces. Después de que
hallas reconocido las reglas del juego y no seas presa inconsciente de ellas, advertirás el
verdadero sentido de tu vida, de la Vida en este planeta y participaras activamente para
acercarte conscientemente a ella.
Muchas edades presa inconsciente de las normas, de tus intereses individuales, basados
en las estructuras básicas que dan forma a la existencia, a la necesidad de la
experimentación y de los errores por ignorancia, te llevaran posteriormente a
preguntarte por otros caminos que te conduzcan a la sabiduría existente en la vida que te
anima.
El Bautizo
Fluir, buscar el origen, descubrir por ti mismo quien eres y como has llegado a ser lo
que dices ser. Separarte sin miedo de todo lo que reconoces como yo. Sumergirte en las
cristalinas aguas de tu propio ser, que espera desde el origen el abrazo, el
reconocimiento, el reencuentro.
Seguramente para que esto sea una realidad y se plantee conscientemente, para que sea,
deben de transcurrir muchas edades, experiencias, grandes identificaciones y la
ignorancia completa, incluso el rechazo pleno del motor transpersonal que ha animado
desde el principio a la totalidad de cada ser.
Sin embargo en este estadio, el ser ansia la libertad, la paz por encima de todo y percibe
que esto solo llega vaciándose de todo lo que no es él. Busca la transformación en la
transparencia para que la vida fluya a través de él sin obstáculos. Sin normas, sin credos,
sin dioses creados por los hombres fruto de la ignorancia y el miedo. Miedo que
nosotros mismos hemos acuñado y revestido con mil ropajes sutiles para justificar
acciones, adoptar posturas, alimentar ambiciones que una y otra vez nos llevaban al
desencanto, al descalabro y a la depresión. Punto de partida para una nueva andadura
que iría fortaleciendo o ablandando – según se mire- el núcleo que un día se plantearía
la pregunta ¿quién soy yo?
Mira de frente este cuestionamiento sin que se altere tu ser, permanece sereno
contemplando los aspectos de tu psique que prefieren otros temas, que desean hacer
otras cosas. Siente la incomodidad interna que pretende desviar una vez más la atención
hacia otro lugar que no requiera esfuerzo. Permanece, contempla los caracteres
intelectuales repletos de información que expresan una y otra vez su conocimiento fruto
del atesoramiento cauteloso de la memoria, madre del pasado.
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En calma, en paz, con la certeza del que sabe en su interior. Poco a poco se ahogan las
palabras, las sensaciones y las emociones se tornan inaudibles y en ti surge un aroma,
algo que sin ser conocido conoces. Se inflama, te envuelve, todo tú desapareces sin
desaparecer. Ya no estas pero es cuando estas realmente.
Llegar hasta aquí es el punto de partida para comenzar la obra. Tienes el temple, el
coraje de mirar y mantener la mirada, de sentir y permanecer abierto para descubrir.
Vives, sientes desde otra perspectiva que transforma. Se introduce un elemento muy
valioso para todo buscador, un centro al que volver, un punto de referencia. Puedes
emprender, realizar, crear en cualquier área de la vida y todas ellas son espacios de
perfeccionamiento donde adquirir la destreza necesaria para seguir avanzando en la
búsqueda interior. Verdadera realidad de tu vida, de la Vida.
Luis Jiménez
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