Carta Literaria No. 12 - Foro Nicaragüense de Cultura
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Carta Literaria No. 12 - Foro Nicaragüense de Cultura
Edición No. 12 Edición No. 12 03 Carta Literaria LIZANDRO CHÁVEZ ALFARO RECOPILACIÓN Y NOTAS Por: Carlos Perezalonso Datos del ensayista: Carlos Perezalonso, (León, Nicaragua, 1943). Obras: Poesía: Ocaso en El Tránsito (Foro Nicaragüense de Cultura, Managua, 2009); Estancias y otras consignaciones (Ed. Delgado, San Salvador, 2006); Orígenes y exilios (Ed. Lis, San Salvador, 2002); Cegua de la noche (Ed. Dolmen, México, 1990); Vida, el sol (Ed. El Pez y la Serpiente, 1976); El otro rostro (Ed. Cardenal, Managua, 1966); Nosotros tres (Ed. Nuevos Horizontes, Managua, 1959). Cuentos: El duende del bosque de la memoria (Premio Internacional de Cuento Infantil 2010. Fundación Cuentos para niños); El guerrillero y otras historias (Premio Mariano Fiallos Gil, Cuento, 1968). Otros premios: Mención Revista Plural, Fundación Octavio Paz (1974); Premio Joaquín Pasos de poesía (1970). 1. Introducción. Se cumplieron más de quinientos años desde que el almirante Cristóbal Colón, en su cuarto y último viaje –padeciendo de reumatismo y gota, creyendo que se encontraba frente a la costa oriental de tierras asiáticas- llegó a las playas caribeñas del estrecho puente de tierra entre los dos subcontinentes que hoy llamamos América (del Norte y del Sur), e istmo ente los dos grandes océanos, el mar del norte y el mar del sur, que hoy conocemos como el Atlántico/Caribe y el Pacifico. Desde ese primer contacto entre el “Viejo Mundo” y la región que en la actualidad lleva el nombre de Centroamérica, la costa del Caribe ha sido durante siglos, una puerta de entrada para los europeos: desde los primeros conquistadores bajo el signo de la cruz y la espada, pasando por los incontables viajeros, aventureros, comerciantes, piratas, tratantes de esclavos y soldados, hasta los buscadores de oro y fortuna y los científicos. Sin embargo, en las historia política, social y cultural, al igual que en sus representaciones artísticas/literarias, la región caribeña siempre ha sido marginada, no obstante el hecho de que algunos de los estados hoy existentes en el istmo, conforma la mayor parte del territorio nacional. Este hecho ha sido una representación fiel de la ubicación de los conquistadores y colo- Amiga de la docencia Foro Nicaragüense de Cultura 04 nos españoles y de la sociedad mestiza/ladina/letrada –producto de la mezcla entre los ibéricos y los indígenas- en la región del Pacifico, especialmente en las ciudades. cuentos Los monos de San Telmo, recibió el prestigioso premio Casa de las Américas, se premió así la excelente asimilación que el autor hizo de las más modernas técnicas del boom latinoamericano. 2. Biografía En 1966 aparece bajo el sello de la Editorial Diógenes, en México la primera edición de Trágame tierra, novela que había sido finalista en el concurso Biblioteca Breve, de la prestigiosa casa Seix Barral, en España. En 1969 es publicada en Nicaragua Trágame tierra, una obra que la crítica ha dicho que “está erigida sobre un aparato narrativo firmemente asentado en la historia contemporánea del país”, nos daba otra lectura, descarnada y valiente, de lo que se había dado en llamar, de manera eufemística, “el ser nicaragüense”. En 1929, en Bluefields, nace Lizandro Chávez Alfaro. Una de las principales figuras en la narrativa contemporánea nicaragüense. Hijo de inmigrantes del Pacífico que llegaron al departamento de Zelaya, la actual Región Autónoma del Atlántico Sur, en el Caribe nicaragüense. Sus padres fueron Belarmino Chávez Saballos y Ramona Alfaro Casco. En su adolescencia acostumbraba pescar en la bahía de Huadson junto a sus hermanas Norma, Rosa Aura, Teresa, Margarita y Adolfo. En 1948, a los diecinueve años de edad, viaja a Managua para continuar sus estudios universitarios. Se estableció desde muy joven en México donde estudió pintura y después literatura. En 1950 publica el libro de poemas, Hay una selva en mi voz y cinco años después, Arquitectura inútil (1954). En 1963, su libro de En 1976 aparece su novela Balsa de serpientes la que igual que sus otras obras ha tenido gran proyección internacional. Lizandro Chávez Alfaro fue catedrático universitario e investigador social de la cultura caribeña nicaragüense. En 1976 fue nombrado Director de la Editorial Universitaria Centroamericana en San José, Costa Rica (EDUCA). Forjando el desarrollo cultural 05 Carta Literaria En 1977 publicó Trece veces nunca. • En 1979 tuvo a su cargo la Dirección de Fomento del Arte del Ministerio de Cultura; posteriormente, asumió la Dirección de la Biblioteca Nacional Rubén Darío. En 1990 dirigió la revista Universidad, de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNANManagua). • En 1993 publicó Vino de carne y hierro. En 1994 aparece Apología de Malintzin. En 1997 Contradanza de cuentos. En 1998 su libro de cuentos Hechos y prodigios. En 1999 aparece Columpio al aire. Una historia que desarrolla una discusión marginal en torno a las diversas formas de referir la historia de la Costa Caribe de Nicaragua, durante el gobierno liberal del general Zelaya. • Muere en abril del 2006 en Managua. 3. Obras publicadas • Hay una selva en mi voz. Poemas. México: 1950. • Arquitectura Inútil. Poemas. México: 1954. • Los monos de San Telmo. Cuentos. La Habana: 1963. • Trágame tierra. Novela. Méxi- • • • • co: 1969. Balsa de serpientes. Novela. México: 1976. Trece veces nunca. Cuentos. Costa Rica: 1977. Vino de carne y hierro. Cuentos. Managua: 1993. Apología de Malinztin. Ensayo. Islas Canarias. 1994. Contradanza de Cuentos. (Antología). Costa Rica: 1977. Hechos y Prodigios. Cuentos. Managua: 1998. Columpio al aire. Novela. Managua: 1999. 4. Poesía La poesía en Lizandro Chávez Alfaro es el puente que lo lanza de ser un pintor a ser el gran narrador que fue. La poesía es en Chávez Alfaro su primer acercamiento con la literatura. Sus dos libros de poemas “Hay una selva en mi voz” (1950) y “Arquitectura inútil” (1954), de alguna manera son testimoniales: el primero es evocativo de su origen, la selva nicaragüense; el segundo simboliza a través de la experiencia de estudiante de arquitectura fracasado, la toma de decisión hacia el ejercicio de su vocación vital: la literatura en su género narrativa. Poesía de escarceo, tentativa, temas íntimos y ancestrales, en voz mexicana. Amiga de la docencia Foro Nicaragüense de Cultura 5. Cuentos Lizandro Chávez Alfaro es un escritor de cuentos de alta calidad que maneja con maestría, tanto la narración como la forma de narrarlos. Los temas de sus cuentos y sus personajes nos representan dramáticamente la realidad histórica y social de Nicaragua, dentro de un marco de brillante y sorprendente imaginación. De sus cuatros libros de cuentos publicados (Los monos de San Telmo, Tres veces nunca, Vino de carne y hierro, Hechos y prodigios y una antología Contradanza de cuentos) haremos un breve análisis de dos de ellos por su representatividad: • Los monos de San Telmo. • Hecho y Prodigios Libro: Los Monos de San Telmo. 1. Cuento: Los monos de San Telmo. 1.1 Argumento: Rock Cooper y Doroteo, su criado -chofer-interprete, se dirigen al aeropuerto para embarcar 50 monos que deben ser entregados en Rochester al día siguiente. 06 En el camino, dos monos se escapan. Para sustituirlos, Cooper encuentra otros dos simios sin cola en el pueblo de San Telmo, que en realidad son niños, enjaulan a estos niños y los llevan al aeropuerto, en donde los empleados dan parte a las autoridades de que se intenta exportar a dos criaturas. Machete en mano, una cuadrilla libera a los niños, reclamando a Cooper el secuestro. Cooper se queja con su embajador y este consigue que le devuelvan los niños. Cooper parte hacia Rochester y demanda al gobierno por los daños y perjuicios sufridos por siete minutos de retraso que tuvo el secuestro de sus simios 1.2 Tema: Lo que impresiona al lector de Los monos de San Telmo es el abuso y prepotencia del extranjero frente a los pobladores. Pero el conflicto se agrava por la sumisión y servilismo que los nacionales y autoridades demuestran ante el norteamericano. El tema central del cuento es la prepotencia del extranjero y el servilismo de los nacionales. Forjando el desarrollo cultural 07 Carta Literaria En el cuento hay una manifestación constante del sentimiento y actitud de superioridad que Rock Cooper mantiene en sus relaciones con los pobladores del país centroamericano. A Doroteo, su criado, constantemente le grita y recuerda que por los veinte pesos que gana diariamente debe trabajar arduamente y no puede descansar, ni opinar. “al ver Doroteo concentrado en su trabajo, manso y un poco agradecido por la reprimenda, sonrió, recordó las palabras del abuelo: “Mano de hierro, hijo, mano de hierro. La civilización se planta con manos de hierro”.” “¿Paro aquí, jefe? – pregunto Doroteo, parpadeando bajo el peso de sus pestañas mojadas. “-¡Sigue! “Si Jehosephat Cooper ha bía soportado peores temperaturas en África, Rock Cooper podía soportarlas en Centroamérica. “La voluntad, hijo, el genio creador de una raza. Podemos reinar hasta en el mismo infierno”, decía el viejo”. “Al escapar los monos, Cooper grita furioso a Doroteo: “¡Es tu culpa! ¡Bueno para nada! ¡Ni un maldito nudo, ni eso sabes hacer!” Cuando la familia de San Telmo manifiesta no tener monos, Rock aparta a las mujeres de un manotazo y grita a su sirviente, “dales sus tres y sígueme”, con la intención de arrebatar los dos monos. Como no halló nada, destroza lo que encuentra a su paso. Es decir, que no solo no respeta la propiedad ajena sino que no duda en destrozarla impunemente. La prepotencia de Rock y su urgencia por dos monos le llevan a confundir dos niños indígenas con dos primates. ¿Maliciosa o tristemente confundido? “Jehosephat, ¿soy o no soy un Cooper?”, murmuro Rock, con un mono en cada mano. Al observarlos más de cerca les encontró atributos sexuales semejantes a los del Pan Satyrus; Dios, qué enorme vejiga debería de tener. ¡Qué formidables productores de orina y qué gran tajada de dólares se iba a dejar pedir por cada Amiga de la docencia Foro Nicaragüense de Cultura uno! En adelante no compraría más que de esa clase de monos. Una nueva familia”. “Ya en el camino, hablando con el confundido Doroteo, expresa: “-Se llamarán primates santelmensis. ¡Suena bien! ¿Eh? “-¿Qué? ¿Quién? “-Ellos, los que vienen detrás, tonto –y llenó la cabina de una risa monótona con la que fue quedándose dormido”. Al final del cuento, Rock se niega a dar explicaciones a la brigada de macheteros que le reclama la presencia de los niños entre los monos y huye a quejarse con su embajador, en vez de ceder ante la evidencia reiterada. El signo máximo de soberbia surge al final del cuento cuando, en el colmo de la insolencia: 08 -“A mí qué me importa. Me paga veinte pesos, reflexionó el criado…” Doroteo es pues el símbolo de la sumisión al extranjero, la complicidad culposa de las autoridades del aeropuerto es otra evidencia de servilismo. Acallan su conciencia ante la evidencia de los dos niños enjaulados aduciendo no tener injerencia, pues Rock Cooper tenía una concesión especial y era más importante atender la entrada y salida de aviones. Pero el colmo del servilismo parte de la autoridad superior, por sólo una llamada telefónica del embajador y sin averiguar nada, la policía interviene y después de hacer uso de su fuerza: “Llegaron a tiempo de devolver al tratante de monos los dos Santelmensis que los macheteros habían rescatado de la jaula”. 2. Cuento: El Perro. “-“No tiene cola, jefe” – susurró Doroteo, apoyado en rodillas y manos. -“Cállate y dispara. Por todos tus antepasados apunta bien y dispara.” 2.1 Argumento: La acción ocurre en la ciudad de Granada, Nicaragua, en el año 1856, año en que William Walker se autonombró presidente. Forjando el desarrollo cultural 09 Carta Literaria Adriana, mujer madura, se encuentra muy dolida por el abandono de su perro Barcino, que se ha acogido a la protección del Capitán Watkins de la Falange Americana. Adriana odia a los extranjeros invasores de su país. Barcino se encuentra muy a gusto con su nuevo dueño. Tiene un nuevo nombre, Ranger, y participa en la lucha contra los patriotas nicaragüenses. Días después, Barcino se presenta en casa de Adriana. La mujer lo hace entrar y sin ninguna lástima, creyendo firmemente cumplir con un acto de justicia, ahorca al perro en la rama de un árbol. 2.2 Tema: El tema del cuento El Perro es la justicia. Adriana ajusticia a su perro por traidor, Barcino era para Adriana su gran compañía. Ocupaba en su corazón, el lugar de un marido. Ella lo cuidó con esmero cinco años: “…yo lo quería. Digamos que conmigo hubiera pasado hambre, pero a usted lo consta que se hartaba. Digamos que lo apaleaba, pero cuándo en la vida lo toqué de mala manera…” 3. Cuento: Insignia. 3.1 Argumento: Adolfo, adolescente que vive con su madre y hermana en una población junto al mar, ve acuatizar un hidroavión. El hecho causa expectación entre la población que se acerca en canoas junto a la nave. Adolfo es rebelde por naturaleza y sabe que los extranjeros están en el país para “protegerlo”, pero rechaza su presencia por influencia de un maestro que execra dicha protección. El joven, a pesar de su negativa, se ve obligado a llevar a su hermana junto a la nave. Un navegante extranjero come una manzana y los lugareños solicitan a gritos que les dé. El extranjero lanza manzanas a los nativos y ellos se esfuerzan en conseguirlas haciendo cabriolas y aun cayendo al agua. Los extranjeros celebran con risas y gestos. Una manzana cae en la canoa de Adolfo. Este la devuelve. El donante, golpeado por la manzana lanzada por Adolfo, tira otra manzana al muchacho con furia “como un pedrusco contra un renacuajo”. Ahora Adolfo lanza el Amiga de la docencia Foro Nicaragüense de Cultura canalete contra la insignia de la camiseta del extranjero. Adolfo recibe 10 azotes como castigo y los soporta sin llorar. El comandante lo amonesta por su acto de “ingratitud”. 2.2 10 país. Y Adolfo tenía un profesor que execraba la protección, pero todo era tan lejano. Solo ahora estaba por producirse ante sus ojos el estallido, y le comunicaba su temblor al alfeizar de madera” Tema: El tema aparente del cuento Insignia es la ingratitud. Ingratitud de un joven, Adolfo, que repudia la protección dada al país por el ejército de los Estados Unidos. Adolfo esta consiente de la actitud de su maestro y se ha dejado influir por ella. 4. Cuento: Corte de Chaleco. 4.1 Esta presunta “protección” se debe a una guerra remota, y en realidad debe ser interpretada como un acto de intromisión por aquellos que conocen de las frecuentes intervenciones extranjeras en el país. Esto predica el querido maestro de Adolfo. El joven refleja esta actitud. El narrador a través de una compresión psicológica, cuando el hidroavión acuatiza, expresa: “Aquello era parte de una guerra que hasta entonces había sido ajena, remota, vivida únicamente en los noticieros cinematográficos. Las bases navales, si, establecidas en algún lugar de la costa para proteger al Argumento: Pedro (Pedrón) Altamirano llega a su casa hacienda Los jícaros después de dos meses de ausencia. Su esposa, Estela, y sus hijas, Agueda y Soledad, lo reciben con gran amor filial. Pedro conversa con su familia y les comunica que ha sido ascendido a general del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional. El teniente Dowdell, al mando de 25 hombres, acecha la casa de Altamirano con el propósito de capturarlo. Pedro ya había escapado; Agueda es ametrallada cuando pretende defender su casa; Soledad y Estela son capturadas y violadas mientras Dowdell maquina cuidadosamente su venganza por el fracaso de su misión. Forjando el desarrollo cultural 11 Carta Literaria Hace atar a Soledad de un árbol y de un solo tajo le es cercenada la parte superior de la cabeza. Inmediatamente desatada inicia una macabra danza de varios minutos hasta caer retorciéndose aún con vida. A Estela se le aplica el corte de chaleco: con machete le cercenan la cabeza y los brazos, figurando un chaleco. Todo esto ocurre ante la presencia de la tropa. Pedrón Altamirano, varias horas después, conoce del horrible asesinato de su familia, y al mando de cincuenta hombres sale en persecución del enemigo. Por veredas secretas les sale adelante, les prepara una emboscada y los arrasa en medio de la noche. Pedrón cercena la cabeza del cadáver del teniente Dowdell, la insulta, la golpea y escupe; luego la ata de la montura frente a su estribo derecho. Pedrón monta y durante todo el regreso se ocupó de golpear la cabeza con la punta del pie. 4.2 Tema: El tema de este cuento es el crimen político. Sus acciones están inscritas en la realidad histórica nicaragüense. Extranjeros invasores del territorio nacional y los patriotas de Sandino mantienen una encarnizada lucha en la cual el odio que se profesan ha alcanzado extremos de crueldad. Pedro Altamirano es un jefe del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional y, por lo tanto, temido, odiado y buscado por los marines y sus seguidores. “Ahora estaba ahí, su marido, Pedro Altamirano (Pedrón en toda la Segovia y también al Sur de las Segovia, en las ciudades donde el nombre montañoso y temerario pasaba de miedo en miedo)” Libro: Hechos y Prodigios. Hechos y Prodigios es una colección de veintiséis relatos breves, en los que se aprecia una factura diferente. Estamos ante una prosa trabajada con vigor, pulida, como esculpida en ese coral del litoral Atlántico. Es evidente la búsqueda del vocablo adecuado, el adjetivo, el sustantivo, usado como economía verbal. Lo que más llama la atención en Hechos y Prodigios, es el acertado manejo de la brevedad, arte difícil de lograr en este género. Es que Chávez Alfaro no se entretiene con descripciones detalladas e inútiles, sino que éstas son preci- Amiga de la docencia Foro Nicaragüense de Cultura sas, concisas y vivaces, por ejemplo, describe al predicador de “Árbol que ardía”, como “hombre pálido, descalzo, de raída sotana, que antes del alba escuchaba sus confesiones”. En otro relato dice “…encontré el cuerpo yacente de un viejo, su piel en arrugas de un trozo de amate estrujado, la espalda acunada en la curva del desnacer” esa expresión “piel en arrugas de un trozo de amate estrujado” resulta casi pictórica, no se necesitan más palabras para que lector se imagine una piel apergaminada. Chávez Alfaro privilegia el manejo del relato, a la manera borgiana. Solo que ahora este tiene un tono más intimista en los que se aprecia un narrador inmerso en un mundo de angustia existencial. En monos de San Telmo, libro que le mereció el premio “Casa de las Américas”, 1963, el autor maneja el relato de carácter sociológico; en ellos se denuncia la descomposición social arrastrada desde la invasión de los filibusteros norteamericanos, la crueldad de las tropas norteamericanas en la lucha contra Sandino, o de un loco dictador que como Nerón, entregaba sus enemigos a las fieras. Son relatos que reflejan ese espíritu contestatario de los años sesenta. 12 En Vino de carne y hierro (1993) los relatos se refieren a hechos bien históricos, como la presencia de los “marine” en Managua, durante el terremoto del 31, o reflejan episodios de la etapa de las luchas en los ochenta, o se remontan hasta el régimen del General Zelaya. En fin, en todos hay una preocupación sociológica, que se puede decir, predomina también en su novela Trágame tierra. Ahora estamos en presencia de un buen trabajo escritural en el que se aprecia la madurez del escritor, que se retrotrae a su mundo interior y manifiesta la riqueza de sus experiencias, algunas de ellas dolorosas. Son relatos desgarradores, que permiten al lector adentrarse en los más íntimos sentimientos del narrador, o en mundo casi surrealista, poblado de mitos, augurios y seres irreales. Es sabido que las vivencias que experimenta un escritor se reflejan inevitablemente en sus escritos. Chávez Alfaro, como todo ser humano que ha enfrentado la muerte, revaloriza sus creencias, su visión del mundo. Ahora se preocupa más por su mundo interior. Sus fuertes experiencias quedan plasmadas en relatos co- Forjando el desarrollo cultural 13 Carta Literaria mo “Estrella inconstante”, que se refiere a aquella trágica mañana cuando sufrió la atroz embestida de un vehículo, después de lo cual él manifiesta que “nunca volverá a ser el mismo”. El autor señala: “Hasta aquí lo objetivo. Nadie confíe en el resto, porque está sujeto a la inefable química de la imaginación. Peor aún, de la química delirante de quien quedó inconsciente del impacto sorpresivo”. En “Los Iluminados” se reafirma el cambio brusco que sufre un ser que se enfrenta a la muerte: “Muchachos hemos conocidos a hombres y mujeres que pasaron por la senda de la agonía para luego regresar a la vida consciente. Regresaron enamorados de la puerta de oro de la muerte, y no por ello los declaramos locos ni perturbados, simplemente porque no hay prestigio establecido para la parentela de la muerte o la eternidad”. Este breve fragmento, revela una posición filosófica profunda ante la presencia de la muerte, tema que atormenta desde la antigüedad al ser humano. El cáncer que padeció Lizandro al final de su vida no fue su primer encuentro con la mortalidad. En 1996 sufrió un brutal atropellamiento automovilístico que lo dejo en estado grave. Tuvo que pasar meses en el hospital. Su vida cambió a partir de este momento y el accidente y sus consecuencias lo llevaron a escribir su única obra autobiográfica, una colección de cuentos que tiene como título Hechos y Prodigios (1998). Los cuentos tratan de varios asuntos, inspirados por experiencias de diferentes momentos de su vida, pero en su conjunto tienen que ver con la pérdida (del poder físico, de personas queridas) y la muerte. Uno cuenta los eventos de la mañana del accidente (“Estrella inconstante”). Algunos nos obligan a pensar en la muerte. En “Espíritu Lacustre”, por ejemplo, le aconseja al narrador, un indígena mexicano, lo siguiente: “Busque placer, joven, en lo que hace ahora. Aceptemos de una vez que esto y aquello es y será cambio y término”. En otro cuento (“Paquidermo de mi guarda”) el narrador justifica su vida: “¿Qué hice? Fui honesto, muy honrado. Mi vocación artística fue ejercida con rigor. Por lo demás, planté árboles. Tuve prole. He amado con pasión”. Esta autorepresentación es sincera, una verdadera representación de la interioridad de un escritor que dejó una obra muy significativa y un hombre cuya vida tocó las de muchas otras personas. Amiga de la docencia Foro Nicaragüense de Cultura 6. Novelas. La narrativa de Lizandro es en su mayor parte de carácter histórico. A pesar de una rigurosa documentación en algunos aspectos de su narrativa, también imaginaba personajes y situaciones, haciendo ficción en el sentido estricto de la palabra. Sus novelas y cuentos además representaban una historia nacional no oficial. Escribía en contra de la historia oficial para dejar ver otra realidad. Los lectores de Chávez Alfaro también saben que su obra deja constancia del mundo de la Costa Atlántica, región pocas veces retratada en la literatura nicaragüense. A través de las obras de Lizandro, no obstante, la relación entre la Costa Atlántica y la Nicaragua del Pacifico se va transformando. En Trágame Tierra, la región caribeña se ve todavía, dentro de la novela, como una región nicaragüense, aunque el texto no pasa por alto la separación y lejanía geográfica. En esta primera novela se entretejen dos temáticas, primero la del deseo/nostalgia por el canal interoceánico que nunca se construyó. Está la obsesión del anciano protagonista. Plutarco Pineda. La otra temática vincula la herencia nacionalista de Augusto Cesar Sandino con la temprana oposi- 14 ción a la dinastía de los Somoza, que se desarrolla a través de las acciones y finalmente la muerte del hijo de Plutarco, Luciano, en cuyo auxilio viaja el padre a Managua. De sus tres novelas publicadas (Trágame tierra, Balsa de serpientes y Columpio al aire) haremos énfasis en la primera y la última por considerar que son las más representativas de la literatura de Chávez Alfaro. Pero leamos primero las consideraciones que al respecto hace Sergio Ramírez Mercado en su artículo “El otro lado del espejo”: “La narrativa nicaragüense entró en su modernidad en los años sesenta con Lizandro Chávez Alfaro (1992), un escritor costeño que había emigrado a México en busca de nuevos horizontes artísticos, empeñado en los primeros momentos en la poesía y en la pintura. Efectivamente, con Los monos de San Telmo, su libro de cuentos que recibió en 1963 el Premio Casa de las Américas en La Habana, la realidad de Nicaragua, en todos sus horrores y esplendores, fue pasada por un tamiz de lenguaje y una concepción del relato absolutamente distinta al camino seguido hasta entonces, lleno de abrojos vernáculos. Forjando el desarrollo cultural 15 Carta Literaria “Pero la publicación de su novela Trágame tierra en 1969, al final de la gloriosa década del boom latinoamericano, y que fue finalista del prestigioso Premio Biblioteca Breve abierto en Barcelona por la Editorial Seix Barral, fundó verdaderamente la novela nicaragüense, limitada hasta entonces a escarceos más o menos recordables. Trágame tierra, erigida sobre un aparato narrativo firmemente asentado en la historia contemporánea del país, nos daba otra lectura, descarnada y valiente, de lo que se había dado en llamar, de manera eufemística, “el ser nicaragüense”, oculto hasta entonces tras veleidades y ambigüedades que en esta novela se nos revelaban sin concesiones a ningún pudor. Y en ella quedó registrada toda una crónica nacional de la frustración y la hazaña, los sueños y engaños. “La última novela de Lizandro Chávez Alfaro, Columpio al aire (UCA, 1999) viene a despertarme esta reflexión. Representa una espléndida alegoría de esa tensión incesante en nuestra historia, una dicotomía en la que los nicaragüenses seguimos viviendo. Los hechos de la novela ocurren a finales del siglo XIX en tiempos de la conquista de Bluefields bajo el puño de hierro del General Mi- gloria, que manda ahora en nombre de José Santos Zelaya, el reformador liberal. En aquel territorio, hasta entonces bajo la influencia británica, se desmoronan los últimos vestigios del reino miskito de George Augustus Frederic, cuyos huesos el nuevo poder quiere exhumar del cementerio por donde deberá pasar una nueva calle en nombre del progreso. “Por todas partes se afanan los deudos con pequeñas cajas maqueadas, costales, canastos, para meter los huesos de sus muertos expulsados del cementerio por el progreso, y por la vida revancha. Viola rechaza que su deudo, el rey, sea exhumado. El General Migloria, vestido con arreos militares, pasa a caballo al lado de su ayudante el teniente Sanarrusia, echando lodo con los cascos de las bestias. La mujer y la niña no se apartan: “en cualquier de sus posiciones, móviles o inmóviles, intruso era el otro, la otra, los otros”. “Esta es la historia, y es la alegoría. El progreso desentierra y deja a flor hueso y raíces, no importa cuánto tiempo hayan permanecido nutriéndose en la oscuridad del pasado, y la torpeza consiste siempre en querer prescindir del Amiga de la docencia Foro Nicaragüense de Cultura pasado, sobre todo cuando campea la pretensión de quitarle la legitimidad, por ajeno, como si excluirlo de la nueva historia oficial bastara para excluirlo de la vida. En nuestra historia patria, contada siempre desde este lado, todo el fruto de la colonización inglesa del Caribe ha sido espúreo, mientras tanto se nos ha enseñado, y hemos enseñado que la colonización española de nuestro Pacifico fue siempre esforzada y gloriosa: los reyes miskitos fueron siempre pagados con barricas de ron de Jamaica y siempre borrachos podían firmar todas las concesiones de tierras y bosques que los ingleses pusieran en sus manos; como si de este otro lado la historia hubiera corrido siempre por un carril de dignidad, decencia y decoro. “Y tras ese concepto de Costa Atlántica lejana, dejamos en la borrosa lontananza, para olvidarlo, e ignorarlo, todo un cumulo de historia, inmigraciones, arrastres culturales, lenguas, religiones, formas de ser, sentimientos, raíces, sustancias, música, identidades. No hay identidad común, sino en la diversidad, y cuando intentamos definir al nicaragüense, lo hacemos acudiendo a lo que sabemos del nicaragüense de este lado. Columpio al aire nos 16 recuerda lo contrario: nicaragüenses eran también en el Bluefields de finales del siglo XIX los soldados llegados del Pacifico a asentar la conquista liberal, los colonos mestizos, artesanos y agricultores, inmigrantes de Managua y Masaya que querían instaurar, como buenos colonizadores, el culto del doctor San Jerónimo con sus ruidos de carnaval, en un territorio donde el rio moravo había enseñado, antes que anda, la parquedad de las voces sosegadas. “Y también los negros inmigrantes de Jamaica y los creoles, y los miskitos y los zambos y los religiosos moravos llegados desde Altona, junto al Elba, y los prusianos de Karlstadt que quisieron fundar su propia colonia, y los chinos que llegaban escondidos en barriles en las bodegas de los barcos, y los comerciantes árabes como ese elusivo personaje que es en la novela Safa Kubrik, todo ese melt pot, la olla hirviente de gente que en Bluefields reproduce al Caribe con espejo de mano nuestro sin el cual no podríamos mirar nuestro verdadero rostro, múltiple, diverso, contradictorio, negro, indígena, español, mestizo. “El columpio en que Tisi, la niña Forjando el desarrollo cultural 17 Carta Literaria de la novela, se mece en el patio de su casa de Bluefields va de uno hacia otro confín en el aire, de este a oeste, del Caribe hacia el pacifico y luego de vuelta. Es el columpio en que nos hemos mecido siempre, ignorándolo, e ignorándonos.” 6.1 Trágame tierra. Chávez Alfaro suena en la literatura hispanoamericana en las décadas de la gestación y primera realización del boom y resuena a partir de la publicación del libro de cuentos Los monos de San Telmo, premiado por la Casa de las Américas, Cuba, 1963, en los primeros años de la revolución cubana. Estos cuentos abordan la realidad nicaragüense, retazos de su historia, triste, repudiables algunos, como para que no se repitan. Todo aquello manejado con un lenguaje y estilo diferente a los escritos y escritores de inicios del siglo XX, muchos de ellos, inmersos en las corrientes vernácula, costumbrista e indigenista que suponía expresaban la identidad nacional. Con Trágame tierra (1969, México), finalista del prestigioso premio Biblioteca Breve, de Seix Barral, en Barcelona, Chávez Alfaro hace su impronta en la narrativa de Nicaragua; un país que dejaba de ser sólo de poetas, aunque tenía en Rubén Diario, fundador de su poética, también su piedra angular prosista. Era el momento en que nuestra narrativa iniciaba su ascenso decidido, enriqueciendo la literatura centroamericana con los antecedentes del ya citado Rubén Darío, José Coronel Urtecho, José Román Orozco, Joaquín Cuadra, Manolo Cuadra. Los nuevos narradores eran Fernando Silva, Juan Aburto, Mario Cajina-Vega, Rosario Aguilar y Sergio Ramírez. Chávez Alfaro representa al escritor que toma conciencia de su entorno urbano y selvático (Bluefields, Rama y los ríos con su afluentes), y desea interpretar su historia, plasmar las vivencias de la región afro caribeña, angloparlante, morava, mágica, ritual, sensual, su cultura, música o ritmos, sus etnias, tradiciones, comida, paisaje marítimo, arquitectura de madera y su contradicción con el Pacifico, despertando el interés por un tema entonces marginal; la otredad; haciendo uso de nuevas formas, que transformarían la novelística de los años siguientes, insertando la novela nicaragüense en el ámbito de la contemporaneidad. Amiga de la docencia Foro Nicaragüense de Cultura La novela aborda el quimérico proyecto del canal interoceánico planteados a mediados del siglo XIX. Dos familias, Pineda y Barrantes, dos generaciones donde los jóvenes enfrentan a sus padres y buscan una salida revolucionaria a los viejos conflictos del país, Chávez pinta personajes muy humanos, complejos, con sus problemas que alcanzan dimensiones existenciales de indecisiones, ambiciones, miedos, recelos y rencores. Es la primera novela que permite a veces por medio del monólogo interior, adentrarse en las psiquis de los personajes y es así como se puede conocer sus temores, frustraciones y desilusiones –en el caso de sus hijos- quienes cansados de la utopía canalera, optan por insurreccionarse, revelarse contra los padres, contra la autoridad establecida, se encuentran así el juego de los opuestos: los viejos que no se conforman con lo que han heredado de los padres y luchan por transformar el país. Otro referente histórico es el territorio de la Mosquitia y que el narrador irónicamente llama Protectorado Británico y refutándose que ni siquiera había sido una colonia británica, sino “el territorio sin bandera, sin memoria de los primeros piratas que lo utiliza- 18 ron, al que la corona británica prestaba protección a cambio de un tributo anual de mil doscientas onzas de oro” con el deseo si de establecer que ese territorio no había sido hollado por la conquista hispánica. Es el afán de aclarar que en esa faja del litoral eran herederos de otra lengua y otras costumbres. Hay una voluntad explícita de ridiculizar la conquista española, porque ellos son los “otros”, los que solo tendieron su mirada sobre el Pacifico, olvidando el otro lado, el Caribe mosquito con su herencia inglesa -morava. El lector se encuentra ante un joven que analiza horrorizado y asqueado lo que ha sido la historia patria. Es por eso que él busca una opción digna, que aunque implique el sacrificio personal, pueda terminar con los ciclos de dictadura, dominación y humillación en que ha vivido sumido el país. Luciano Pineda se yergue como la voz crítica que mira hacia atrás en la historia, pero para no repetir los mismo errores. Se trata del muchacho idealista que aspira la construcción de un futuro mejor, aunque el intento le cueste la vida. Más que el tema abordado, que era novedoso porque en 1969 Forjando el desarrollo cultural 19 Carta Literaria aún no se había planteado lo que después se conocería como nueva novela histórica, el éxito de esta novela está marcado por el empleo de nuevas técnicas narrativas, desconocidas hasta entonces en nuestra literatura. Se destaca la polifonía, la heteroglosia, en tanto hay muchas voces en el discurso narratológico en contradicción y oposición, hasta lograr una tensión que se mantiene a lo largo de la narración. El empleo del intertexto con el novedoso empleo textual de tratados, telegramas y otros documentos. El uso constante del monólogo interior que representa los movimientos de la conciencia, del mundo del subconsciente. Chávez Alfaro devela las acciones más íntimas de la mente humana, sus motivaciones, ansiedades, temores porque él parte de dentro de las conciencias mismas de los personajes. Revela el pensamiento de otro, del que no aparece registrado en la historia, porque no cree en ella y por eso la desacraliza. ¡Definitivamente, para hablar de narrativa nicaragüense moderna es preciso partir de Lizandro Chávez Alfaro, autor que transformó el rostro de la novela insertándola en la modernidad que recorría las vértebras de América! En Trágame tierra el lenguaje está empleado como elemento constructivo y artístico porque a Chávez Alfaro le preocupó siempre el empleo preciso de cada palabra. Debajo del follaje de las descripciones hay abundantes expresiones de belleza estética. En la novela de Chávez Alfaro se frustran los esfuerzos de los invasores católicos de trasladar sus tradiciones culturales y religiosas a la región caribeña a través de la organización de las fiestas de San Jerónimo. La novela rehúye defi- 6.2. Columpio al aire. Columpio al aire es su última novela. En ella subraya una y otra vez la división entre el Pacifico y la región de la Costa Atlántica. Su acción se desarrolla en los primeros años después de la anexión de la Costa Atlántica por parte del Gobierno liberal de Zelaya. En esta novela se encuentra información sobre la historia del período, además de un relato de ficción que pone de relieve la relación sumamente conflictiva entre las dos partes del país. En efecto, los personajes de la región caribeña no se consideran nicaragüenses. Hablan inglés, tienen otra cultura, desconfían con razón de las intenciones de los que vienen del otro lado. Amiga de la docencia Foro Nicaragüense de Cultura nitivamente una interpretación puramente histórica. Viola Hendy, la negra hermana del último rey del “reino miskitu” que iba a cantar El Messias (de Hendel), es asesinada en una especie de ritual sexual por el dirigente del coro, Safa Kubrik –de esta manera, el mestizo aparentemente triunfa también físicamente. Pero la voz de Viola reaparece en el cuerpo de Ocelin Willis, que la sustituye en la presentación- una ulterior alegoría de la supervivencia de las tradiciones viejas que se mezclan con las nuevas y son distorsionadas de manera múltiple. La fiesta de San Jerónimo termina en tumultos y saqueos, el general Migloria se rebela contra su mandatario Zelaya, ídolo del estado-nación nicaragüense. Nada es seguro, todas las identidades se desvanecen. Las ambiciones de un poder estatal centralista se desbaratan, pero no son sustituidas por nuevas certidumbres. Las identidades son frágiles y quebradizas. Los espacios de la geografía nicaragüense son narrativamente representados de manera múltiple. El espacio étnico, sin embargo, ya no ofrece identidades fijas, es un lugar del encuentro, de la coexistencia y de la superposición de identidades múltiples y contradictorias, de la simultaneidad de lo 20 diferente y no simultáneo. 7. Bibliografía Addis, Mary K. “In memoriam: Lizando Chávez Alfaro (Bluefields 1929-Managua 2006)” en Revista Iberoamericana. Vol. LXXIV, N° 222, enero-marzo 2008, Estados Unidos. Quintana Arévalo de Guido, Mirella: Antiimperialismo y desesperanza en cuatro cuentos de Los monos de San Telmo de Lizandro Chávez Alfaro. Universidad de San Carlos, Guatemala, 1992. Ramírez Mercado, Sergio, “El otro lado del espejo”, mayo 2000 Rodríguez, Isolda, “Discurso de Incorporación de la Academia Nicaragüense de la Lengua”. julio 2002. El Nuevo Amanecer Cultural, suplemento de El Nuevo Diario, 26 de junio 1999. Managua. Forjando el desarrollo cultural