La mujer muestra más inteligencia emocional y social

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La mujer muestra más inteligencia emocional y social
“La mujer muestra más inteligencia emocional y social”
Enrique de Mora presentará en Tiempo de Mujeres el
19 de noviembre su nuevo libro, Animaladas. Una
obra en la que acerca los comportamientos de
liderazgo del mundo animal al ámbito de la empresa.
Animaladas, editado por Empresa Activa, repasa el
liderazgo, la comunicación, el trabajo en equipo, la
gestión de conflictos y la moral de los animales. La
obra termina con un retrato del zoo empresarial. Un
capítulo divertido que nos permite conocer a todos
los individuos que conforman el ecosistema de
cualquier compañía: el jefe, homo pringadus, el
trepa, homo ascensis, el enchufado, homo
electrens…
¿Qué relación hay entre el comportamiento animal y el liderazgo femenino?
A la gran mayoría de las personas nos fascina conocer la conducta de los animales, esos
parientes cercanos. Desde los tiempos de los tiempos, los humanos hemos anhelado tener
características de otros animales: la vista del águila, la velocidad del guepardo, el sigilo de la
pantera o la fuerza del león. Los animales siempre nos han inspirado mucho. Eso me hizo
plantearme si también podían inspirarnos en el terreno de las habilidades directivas,
básicamente en las de índole social: liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, gestión de
conflictos, etc.
El liderazgo, en particular, es la habilidad de
influir en las actividades de los otros para
dirigirlos hacia la consecución de metas. En el
mundo animal, por supuesto, se practica en la
mayoría de especies. En los grupos de gorilas,
por ejemplo, existe un líder claro: el famoso
macho “espalda plateada”. El perfil del gorila
líder es muy completo: guía, protege, enseña,
desarrolla y cuida la supervivencia del grupo. Es
el líder total. Pero también es el arquetipo del liderazgo “masculino” clásico: autoritario y
orientado a la tarea.
En la inmensa mayoría de especies animales prevalece el liderazgo “masculino”, pero, y eso es
especialmente interesante, en algunos casos se practica el liderazgo femenino. Me atrevo a
decir que algunas especies animales son precursoras del liderazgo femenino. Es curioso pero el
liderazgo femenino y el talante matriarcal se dan especialmente en los animales más grandes
(elefantes, ballenas, cachalotes) y los más pequeños (hormigas, abejas). A la hora de ejercer el
liderazgo, las hembras son más flexibles y adaptables que los machos.
¿Es un liderazgo más pegado a la emoción?
Decididamente, sí. Los hombres normalmente nos sentimos incómodos con las emociones e
intentamos minimizar las que están relacionadas con la vulnerabilidad, el miedo y el dolor. La
mujer, en cambio, se siente cómoda en el terreno de las emociones: tiene mucha más
capacidad para «leer» los indicadores emocionales (verbales y no verbales) de las personas de
su entorno y busca conexiones emocionales más profundas con ellas.
Las mujeres conocen mejor sus emociones y cómo fluyen. Y eso se convierte en una ventaja a
la hora de dirigir personas porque ellas mismas fluyen más y mejor en la relación con sus
equipos. Se sienten más cómodas en la inevitable emocionalidad de las relaciones humanas.
Por ejemplo, ante la presión o retos, las mujeres muestran una reacción diferente a los
hombres, son más expresivas emocionalmente, más empáticas y orientadas a un
comportamiento social (compartir y participar).
Es decir, la mujer concede más importancia a los vínculos cercanos, con todos los beneficios
que ello conlleva al gestionar personas. Diría que la mujer muestra más inteligencia emocional
y social. El hombre, en cambio, tiende más a buscar su independencia y suele disfrutar más con
la sensación de crecimiento profesional y de poder.
Igual que sucede con las elefantas ¿Qué otras especies tienen lideres femeninos que son tan
buen ejemplo?
Efectivamente, las elefantas son un magnífico ejemplo de liderazgo femenino. Los elefantes
viven en grupos y demuestran un comportamiento social complejo. Las hembras se agrupan en
unidades familiares que generalmente solo incluyen hembras adultas muy unidas y sus crías.
Los machos adultos suelen asociarse en grupos pequeños, que cambian constantemente de
número y estructura o bien pasan temporadas en solitario, tan solo aproximándose a las
unidades femeninas en época de celo. En los grupos de hembras, la mayor, la matriarca, es la
líder.
¿Qué provoca que los animales —y las personas— sigan a un líder? Muy sencillo, el percatarse
de que el jefe defiende los intereses de sus colaboradores, no solo los suyos. Pues bien, en las
manadas de elefantas, la matriarca defiende al grupo frente a cazadores furtivos,
enfrentándose a ellos, expandiendo las orejas y barritando. En definitiva, se arriesga por los
suyos. ¡Se gana el sueldo de líder!
Decía antes que el liderazgo femenino se da especialmente en animales muy grandes o muy
pequeños. También se da en especies de un tamaño intermedio como las hienas o los lémures.
A pesar de la aversión que sentimos los humanos por ellas –y que tan claramente reflejan por
ejemplo las películas de Disney-, las hienas son, en realidad, animales muy interesantes, por su
alta organización social. La hiena destaca por su inteligencia y su sofisticada organización social
matriarcal. En cuanto al lémur, es uno de los primates más pequeños que existen. Los lémures
son los únicos primates en los que las hembras son las que dominan y también los únicos en
que los machos y las hembras no son significativamente diferentes de tamaño (típicamente,
los primates hembras son claramente menores).

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