Camino del Estigia Se acababa de despertar, no lo entendía, estaba

RAZÓN Y PALABRA
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Camino del Estigia
Se acababa de despertar, no lo entendía, estaba aturdido y sentía su cuerpo entumecido.
Era muy extraño, una intensa luz blanca inundaba su alrededor, no sabía de donde
procedía pero hacía que se sintiese bien. Algo parecido al calor que uno nota acurrucado
en la cama, justo antes de quedarse dormido. Se le acercaron tres personas, no las
reconoció, pero por alguna razón le resultaban muy familiares. ¿Quiénes eran aquellos
desconocidos? Sintió que el más alto le decía algo, pero no lo llegó a atisbar. Habría
jurado que no había movido los labios, ¿estaba perdiendo el juicio?
Le ayudaron a incorporarse, y la única chica de los tres le acercó un cuenco e hizo
ademán de que bebiese. Los otros dos le observaron sonrientes, casi podía notar sus
miradas penetrantes hurgando en su interior. Cogió el cuenco con las dos manos y
observó su contenido. ¡Qué agua más rara!, pensó. Olía como las especias que utilizaba
su madre cuando él era niño, qué curioso, hacía mucho que no pensaba en ello. Acercó
sus labios y comenzó a beber. Según tragaba empezó a sentirse cada vez mejor. ¡Sí,
aquello era lo que necesitaba! Y degustó hasta la última gota de aquel peculiar néctar.
De repente, todo su ser se estremeció y una sacudida eléctrica le recorrió de arriba a
abajo. Se echó las manos al rostro y esperó unos segundos hasta recomponerse. Ahora
lo comprendía, qué sencillo resultaba todo. Destapó su cara, miró a los allí presentes y
habló sin mover los labios.
- Compañeros... He experimentado lo que se siente al ser un ente finito, atado a las leyes
de la materia y del tiempo. Ha sido tal y como lo pedí en la previda. Me encontré
perdido y abandonado, sufrí calamidades y también amé ciegamente, y finalmente
decidí despertar a la vida. Ha sido un viaje extraordinario.
David Fouler. Escritor español. e- mail:[email protected]
RAZÓNARTE
NÚMERO 81 NOVIEMBRE 2012 - ENERO 2013