Pasar a la ofensiva por los salarios: hacia la igualdad
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Pasar a la ofensiva por los salarios: hacia la igualdad
Pasar a la ofensiva por los salarios: hacia la igualdad Declaración sobre los salarios mínimos, la igualdad y las negociaciones colectivas 1. Hay cuatro elementos destacados cuando se analizan las retribuciones en la Unión Europea actual. 2. En primer lugar, los salarios y las retribuciones representan una parte decreciente del producto interior bruto de la mayoría de los países de la UE. Paralelamente a ese hecho, se observa una tendencia a trasladar el riesgo a los trabajadores, con el desarrollo de formas de trabajo precarias que afectan a un porcentaje cada vez mayor de trabajadores en Europa. 3. En segundo lugar, al aumento de los salarios, sobre todo en la zona euro, le cuesta seguir el ritmo de la inflación. En estos últimos años, el crecimiento real de los salarios ha sido casi inexistente, empezando por Alemania, que por desgracia no es el único ejemplo. Del mismo modo, en muchos de los nuevos Estados miembros, los salarios no siguen el ritmo del crecimiento económico, y ocurre que los gobiernos y los empresarios rivalizan con el tema de los bajos salarios. Por el contrario, asistimos a un gran aumento de los beneficios y pocos son los elementos que indican que éstos se canalizan efectivamente hacia la investigación y el desarrollo, la innovación y las inversiones productivas. 4. En tercer lugar, el abismo entre los ricos y los pobres dentro de un mismo país es cada vez mayor, mientras que la diferencia entre el salario de los hombres y de las mujeres persiste, pese a existir una legislación en materia de igualdad salarial (la diferencia de salarios alcanza por lo menos el 15%). 5. En cuarto lugar, al igual que existen todavía enormes diferencias entre ingresos altos y bajos, y entre hombres y mujeres, subsisten también grandes diferencias entre los países de la UE. En algunos países (como por ejemplo Reino Unido), ciertos elementos indican que los trabajadores inmigrantes mal pagados se utilizan para ejercer una presión a la baja en los niveles de los salarios reales, particularmente en los de la mano de obra poco o nada cualificada. 6. Todos estos elementos confirman la necesidad de acciones concertadas, coordinadas y enfocadas a los salarios en todos los niveles de la actividad sindical, incluso en el ámbito europeo. Acción de la CES 7. La CES y sus sindicatos afiliados deben, por tanto, pasar a la ofensiva para mejorar la situación de los trabajadores en Europa: de los hombres y las mujeres, de los antiguos y los nuevos Estados miembros sin distinción. 8. El Comité Ejecutivo propone las etapas prácticas siguientes para llegar a unas retribuciones equitativas para todos los trabajadores europeos. (a) Apoyar las campañas sindicales en favor de salarios mínimos reales en los países donde los sindicatos los consideren necesarios. Habría que fijar objetivos en el marco de una campaña dirigida en favor de retribuciones "decentes" y con el fin de atajar el creciente abismo que separa a ricos y pobres, hombres y mujeres. (b) Los sindicatos que no necesiten salarios mínimos establecidos sobre una base legal en razón de la confianza que tienen en la eficacia de sus procesos de negociaciones colectivas deberían marcar objetivos orientados a recortar las diferencias salariales. (c) Explorar constantemente el abanico de campañas unitarias en el ámbito europeo en favor de criterios comunes en materia de salarios y de retribuciones mínimas, así como de campañas en favor de estrategias de negociación colectiva. En el estado actual de cosas, puede que, por ejemplo, las diferencias de cualificación, de productividad, de nivel de vida y de políticas sindicales sean demasiado grandes para una campaña en favor de mecanismos comunes de retribuciones mínimas a escala europea pero, dado que las situaciones cambian, la CES debe estar dispuesta a mantener un debate sobre campañas unitarias. Entretanto, las acciones continuarán afianzando la cooperación y la coordinación en las regiones transfronterizas y a nivel de los sectores y empresas implicando a las federaciones sindicales europeas. Y se incitará a la UE a unirse a la campaña "Hacia la igualdad" incrementando las subvenciones estructurales a los países/regiones más pobres, desarrollando nuevas iniciativas a favor de los trabajadores interinos y reforzando la directiva referente al desplazamiento de los trabajadores. (d) Redoblar los esfuerzos para recortar la distancia entre los salarios de los hombres y de las mujeres utilizando todas las negociaciones colectivas y todos los medios legales. (e) Reaccionar ante los elementos que apuntan a que en algunos países se utilizan trabajadores inmigrantes para regular el crecimiento de los salarios reales de la mano de obra poco o nada cualificada. Se trataría en este caso de hacer hincapié en la sindicalización de los inmigrantes y de cerciorarse de que están cubiertos por los convenios colectivos; y de aplicar íntegramente los salarios mínimos (donde los haya) y el derecho laboral. Hay que evitar a toda costa que los inmigrantes se conviertan en trabajadores de segunda o que se les utilice para comprimir los niveles salariales. Hay que poner en guardia a las autoridades: no 2 se puede dar por hecho el apoyo sindical a la libre circulación de la mano de obra dentro de la UE, y las presiones en favor de un control de la inmigración podrían agudizarse si no se adoptase ninguna medida concreta. Inspecciones de trabajo eficaces, política pública y europea de fomento del diálogo social, afiliación sindical y negociaciones colectivas son elementos esenciales de las medidas que adoptar. Conclusión 9. La CES no puede tolerar continuamente los niveles crecientes de pobreza y de desigualdad entre y dentro de los Estados miembros de la UE, ni entre los hombres y las mujeres. Esta declaración indica el camino a seguir hacia unas retribuciones equitativas y hacia una mayor igualdad. 3