Te ofrecemos la oportunidad de postular para ser franciscano.
Transcripción
Te ofrecemos la oportunidad de postular para ser franciscano.
Muchos jóvenes, inquietos por su futuro, cuando están por terminar sus estudios secundarios, o incluso, cuando ya están cursando sus estudios universitarios, se cuestionan sobre el camino a seguir o sobre el que están cursando. Su preocupación es comprensible porque se preguntan sobre aquello que les dé un sentido mayor a su existencia, y en un primer momento es difícil distinguirlo con claridad. La figura providencial del hermano Francisco de Asís siempre tuvo un inmenso atractivo para los jóvenes, que vieron en él una perfecta síntesis de lo más noble del ser humano y de su vocación a la eternidad, el camino de salvación revelado por nuestro Señor Jesucristo. Los jóvenes de hoy, dispersos por dispares discursos ideológicos y vitales sienten como un imán la llamada del Seráfico Padre a engrosar sus filas y a entregarse sin reservas a una tarea, cada día más urgente: ser testigos de la inagotable bondad de Dios y de la urgente necesidad de sembrar la Paz y el Bien. Para poder llegar a un seguimiento de Jesucristo, al estilo del Serafín de Asís, los jóvenes de nuestro tiempo, tienen que pasar por una serie de etapas que vayan identificando su vida con el “Otro Cristo” de la Edad Media: Aspirantado, tiempo en el que joven se familiarice con la Comunidad; Postulantado, cuando se compromete con los ideales de los Hermanos Menores; Noviciado, donde experimenta las diversas posibilidades de su vida futura y, Profesión, que es un juramento de seguir a Cristo, hasta la muerte, por uno de los infinitos caminos de la espiritualidad franciscana. DIOS NOS LLAMA GRATUITAMENTE - A la existencia, a ser y crecer como personas. - A creer y seguir a Jesucristo. - A continuar con la misión de la Iglesia. Para ser personas y vivir cristianamente, se nos presentan muchas posibilidades; por ejemplo, como: - Laicos (as), en el matrimonio o en el celibato. - Sacerdotes diocesanos. - Religiosos (as): misioneros (as), de clausura, etc. En todos estos caminos tú puedes realizar varias obras, de acuerdo a tus aptitudes y a las necesidades de dónde vives; puedes evangelizar y catequizar a través de la educación, de la atención a los niños, jóvenes, adultos, ancianos, etc. Para cada camino, Dios concede una gracia particular. DIOS ESPERA DE TI UNA RESPUESTA LIBRE, ALEGRE Y GENEROSA ¡HE AQUI, UN CAMINO! LA FORMACION FRANCISCANA es un itinerario progresivo, fascinante, de descubrimiento y encuentro con Dios, con los hermanos, consigo mismo y con la creación entera. Francisco de Asís vivió esta experiencia de una manera maravillosa; comprendió que una existencia tiene sentido sólo si es vivida en alegría, simplicidad y fraternidad. Y Así, sin despreciar a nadie, se constituyó en el Heraldo de la paz y el bien y cambió el rumbo del mundo. Antes de optar por la vida franciscana, debes comenzar por: - cultivar las virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad; y, también, las virtudes humanas: la sinceridad, la nobleza de corazón, la constancia, la fidelidad y la responsabilidad. - participar en la oración, en los sacramentos y en el apostolado, ya en tu parroquia o en algún grupo juvenil. - interesarte vivamente por la vida religiosa, por la espiritualidad franciscana, las diversas actividades de los hermanos franciscanos. Una vez que te has decidido seguir a Cristo por el camino de Francisco de Asís, debes recorrer algunas etapas, con unos objetivos muy concretos: ASPIRANTADO Es el primer acercamiento a la Comunidad franciscana y desde un inicio, tendrás el acompañamiento del hermano encargado de la pastoral vocacional. En la etapa del Aspirantado, como joven vocacionado podrás: - Vivir en tu propia casa, y a lo largo del año, serás convocado a participar en algunas convivencias. - En el año, tendrás la oportunidad de realizar una experiencia de vida, en alguna casa de acogida vocacional de los hermanos franciscanos, durante uno a tres meses. - Al final, en septiembre, tendrás una convivencia de dos semanas, en donde decidirás pasar a la siguiente etapa y la Comunidad franciscana, si te considera apto, te recibirá como un hermano en proceso de formación. POSTULANTADO Si tú has sido aceptado, entrarás a vivir en la Comunidad franciscana como Postulante en Otavalo, durante el tiempo de un año, con la finalidad de: - Profundizar el compromiso bautismal. - Descubrir el valor de la oración, de los sacramentos, del apostolado. - Clarificar las motivaciones de la vocación - Experimentar la vida en fraternidad, en sus diversos momentos. - Verificar la decisión de seguir a Cristo por el camino de Francisco de Asís. NOVICIADO Si has sido aceptado en nuestra Comunidad, recibirás el hábito franciscano e iniciarás tu Noviciado en la ciudad de Riobamba, por un año canónico, con la finalidad de: - Iniciar la vida en la Orden. - Conocer más de cerca a Jesucristo. - Experimentar con mayor profundidad la vida franciscana de: oración, trabajo, estudio, servicio a los pobres, evangelización. - Responder con generosidad y gozo al llamado de Cristo, mediante la profesión temporal. TIEMPO DE PROFESION TEMPORAL Si has sido aceptado a continuar el tiempo de formación, harás tu Primera Profesión temporal, compromiso que deberás renovarlo cada año, con la intensión de: - Continuar con la formación humana, cristiana y franciscana. - Capacitarte para un mejor servicio a la Iglesia y la sociedad, con tus estudios de Filosofía (tres años) y Teología (cuatro años). - Llegar a un compromiso definitivo con Dios y la comunidad franciscana, mediante la Profesión solemne. Un camino, como ves, progresivo, ascendente, de conocimiento, amor y entrega total a Dios. Y Dios, a su vez, cada día, nos ofrece su vida, su amor, su palabra, su fidelidad, su perdón; nos sorprende con sus iniciativas. Dios toma en serio nuestro SI, confía en nosotros y lleva a su plenitud todo lo grande, bello y bueno que amamos. PROFESIÓN SOLEMNE Concluida la formación inicial, con la profesión solemne (compromiso para toda su vida), podrás continuar con tu formación espiritual, doctrinal y profesional, para servir a Dios, en la Orden Franciscana y en su Iglesia, profundizando la espiritualidad franciscana, mediante una vida de oración, fraterna y en la realización de las distintas actividades pastorales, hasta que Dios te llame a su presencia.