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Curso de presentaciones eficaces Domina el escenario como los grandes comunicadores Introducción al Curso de Presentaciones eficaces Habitualmente las presentaciones que se proyectan mientras un conferenciante, un profesor, un directivo habla no son una buena herramienta de Comunicación. Digamos, que no consiguen el objetivo principal de una presentación proyectada: ser una ayuda visual y un complemento del discurso del ponente. Pero una presentación es algo más que el power point que se proyecta. En este curso aprenderás que una presentación es todo lo que haces y dices cuando te pones delante de tu público, el lenguaje verbal y el no verbal, los apoyos audiovisuales, el movimiento en el escenario, la disposición de las personas en la sala, la conversación después de la presentación. Cuando termines estas lecciones verás tus presentaciones como una puesta en escena completa, con un objetivo, unas herramientas y un resultado. Durante las próximas lecciones veremos la importancia que tiene preparar adecuadamente el contenido de la exposición pública, cómo estructurar el discurso y cómo potenciar su capacidad de seducción a través de elementos visuales, de la puesta en escena, cómo prepararte para el momento de salir a hablar ante un grupo de personas, cómo dominar el escenario, detectar los problemas, llevar el ritmo de la exposición para mantener la atención y el interés de tu público, cómo contar una historia mientras expones un problema complicado, métodos para involucrar a la audiencia en tu exposición y cómo terminar con éxito una presentación pública. En definitiva, cómo hacer presentaciones eficaces. ¿Cómo son habitualmente las presentaciones? Se podría generalizar y decir que la mayoría de las presentaciones a las que asistimos son aburridas y poco útiles. Es raro encontrar en la vida profesional una presentación de la que salgamos gratamente sorprendidos. Y eso que según algunos estudios, en nuestro trabajo asistimos muy a menudo a una presentación de un proyecto, un producto, una formación que tiene un formato tradicional de ponente con su power point. Si asistimos a tantas presentaciones y la mayoría son malas, ¿qué características tienen habitualmente las presentaciones? La mayoría de los ponentes son profesionales cualificados y con la solvencia suficiente como para transmitir conocimientos específicos a una audiencia menos capacitada o menos informada. Es decir, no es falta de conocimiento. Sin embargo, la mayoría de los profesionales no tienen capacidad de divulgación, de exposición o de comunicación para transmitir ideas, conceptos, argumentos de forma estructurada, convincente y visualmente atractiva. Cuando pensamos en una presentación lo primero que se nos viene a la cabeza es un power point con frases largas, un tamaño de letra adaptado al texto y no al público, un dudoso gusto al elegir colores, tipografías e imágenes, unos gráficos complejos y poco didácticos y un ponente que utiliza el power point como guión de su exposición y recordatorio de todos los datos que quiere trasmitir. ¿Te suena este panorama? Los siete errores de una presentación infumable Como ya estamos de acuerdo en que la mayoría de las presentaciones no son buenas, veamos cuáles son los 7 errores habituales que cometemos a la hora de hacer una presentación: • • • • • Hacer las presentaciones como nos gusta a nosotros: la mayoría de las personas tendemos a pensar que el resto son como nosotros y que lo que a nosotros nos gusta es lo que va a gustar a todo el mundo. Uno de los principales errores en las presentaciones es no tener en cuenta a la audiencia y sus expectativas. ¿Harías la misma presentación a tu jefe o a tu hijo? No tener un objetivo final: todo acto de comunicación tiene que tener un objetivo. Cualquier presentación debe hacerse en función de la consecución de ese objetivo. ¿Has pensado alguna vez qué quieres que haga tu público al finalizar tu presentación? No contar una historia: como expertos en una materia solemos olvidar que el resto no tiene ni los mismos conocimientos, ni el mismo grado de interés que nosotros en nuestra materia. Las presentaciones suelen seguir un desarrollo que es lógico para nosotros pero que no suele serlo para el público. De esta forma convertimos una presentación en una exposición y no en una historia, que es el tipo de narración que mejor recordamos ¿Cuál es la mejor estructura para una presentación? Usar demasiados elementos visuales: otro de los errores habituales es hacer uso excesivo de elementos visuales, de imágenes muy coloridas, textos muy grandes en colores chillones, fondos que no aportan nada… simplemente porque el programa de turno nos permite cambiar muchas cosas y nos gusta añadir un toque personal a cada presentación. Pues como veremos durante el curso, menos es más y el diseño es funcionalidad. Crear la presentación pensando en que sea nuestro guión: este es un error que hemos cometido todos. Tenemos que hacer una presentación y como no • • hemos tenido tiempo de prepararla, usamos las diapositivas a modo de guión, con toda la información que debemos transmitir. El resultado es que nuestro publico está más pendiente de leer nuestro power point que de atender a lo que decimos. Además, como estamos de espaldas a ellos, mirando la pantalla para poder leer lo que pone, desconectamos del auditorio definitivamente. Improvisar: otro de los grandes males de las presentaciones es la improvisación. Pensar que somos tan expertos que podemos hablar en público sobre un tema durante un buen rato es prepotente y peligroso. No es la primera vez que un ponente se queda en blanco al subir al escenario y comienza un calvario que acaba en desastre. No cerrar el círculo: y definitivamente, parece que hablar y hablar es lo único que hay que hacer en una presentación. Como no tenemos un objetivo definido, no tenemos un guión y presentamos para nosotros mismos, nos olvidamos de acabar nuestra exposición con el feedback del público, sus sugerencias, comentarios y un análisis de los resultados. Y esto no significa que todo esto debas hacerlo nada más terminar o durante un coloquio, el networking es parte del proceso de presentación eficiente. Esto ha sido solo la introducción, a partir de este momento comienza un camino para hacer mejores presentaciones, más entretenidas, más atractivas, más seductoras, más convincentes, en definitiva presentaciones más eficaces.