Matsui, Kengo

Transcripción

Matsui, Kengo
EL CLÍTICO DATIVO Y LOS VERBOS DE MOVIMIENTO*
Kengo Matsui
Universidad Autónoma de Madrid /
Universidad de Estudios Extranjeros de Tokio
1. Introducción
En las gramáticas tradicionales se trataban, no pocas veces, indistintamente los clíticos dativos
(me, te, le...) y los sintagmas preposicionales encabezados por a bajo la denominación de
complemento (u objeto) indirecto o dativo. Las funciones semánticas de los sintagmas
nominales referidos por el clítico dativo (ClDat, en adelante) o el complemento indirecto (CI)
venían descritas como meta o destinatario (Le llevamos el perro al mi hermano), origen o fuente
(Le robaron la cartera a Miguel), poseedor (Le cortaron el pelo a Juan), beneficiario (Le cociné
el pollo a Mario), etc. Pero estos matices, más bien, tendrían que ver con la propiedad léxica
codificada en los predicados y el uso de estos predicados en un contexto determinado, y no
deberían relacionarse inmediatamente con la función del ClDat mismo.1 A este respecto, en K.
Matsui (en prensa) defendimos que el ClDat mismo no aporta ningún valor locativo (sea
meta, sea origen) ni polisémico, y desde la perspectiva informativa y cognitiva propusimos
una función idéntica del ClDat tal como merece una palabra funcional.
En el presente artículo, pues, trataremos del llamado dativo posesivo y la relación de
posesión inalienable en los verbos intransitivos —sobre todo, los verbos de movimiento no
causativos2 que cuentan con la forma pronominal— como los que siguen:
(1) a. Se le cae el pelo.
b. Se le fue la mano.
(2) a. Se le sube la cerveza a la cabeza.
b. Se le vienen todos los problemas encima.
(3) {Se/Ø} le ha caído en los zapatos un poco del agua que llevaba en la cubeta.
A lo largo de la discusión, sostendremos la hipótesis de que el ClDat mismo no indica el
poseedor (H. Ueda 1998-1999), e intentaremos dar cuenta unitaria de lo que posibilita la
variedad interpretativa de las oraciones con el ClDat. Lo que buscamos del ClDat es un valor
funcional basado en la perspectiva cognitiva que se ejerce en todas aquellas oraciones que lo
contienen.
1
2. Base teórica
En este estudio tomamos como base teórica la aproximación de la lingüística
cognitivo-funcional desarrollada por R. W. Langacker (1987), A. E. Goldberg (1995), M.
Tomasello (2003), entre otros, con lo cual consideramos las construcciones lingüísticas3 per se
como símbolos lingüísticos que conllevan significado, puesto que
the fundamental reality of language is people making utterances to one another on particular
occasions of use. When people repeatedly use the same particular and concrete linguistic symbols to
make utterances to one another in “similar” situations, what may emerge over time is a pattern of
language use, schematized in the minds of users as one or another kind of linguistic category or
construction. (M. Tomasello 2003: 99).
Entendemos que, a la hora de esquematizar situaciones, se puede construir una o varias
estructuras conceptuales (EC) como las que propone R. Jackendoff (1990). Entre ellas se cuenta
con las construcciones ditransitiva e intransitiva, y cada una se relaciona con «a relatively
coherent and consistent constructional meaning (or set of meanings)» (M. Tomasello 2003: 160)
como transferencia, 4 desplazamiento, mientras la llamada estructura argumental se asocia
directamente con aquellas construcciones cuyas estructuras esquemáticas se pueden representar
de la siguiente manera respectivamente:
(4) a. Construcción ditransitiva: [ Evento CAUSAR ([X], [ Evento IR ([Y]), [ Trayectoria A ([Z])])])]
b. Construcción intransitiva: [Evento IR ([X], [ Trayectoria {DE/A} (Y)])]
[Y. Morimoto 2001: 197. Modificados en parte]
Por otra parte, el verbo, a su vez, «is associated with one or a few basic senses which must
be integrated into the meaning of the construction» (A. E. Goldberg 1995: 11. Subrayado suyo).
En cuanto al significado de los verbos, o mejor dicho, la estructura interna de los eventos como
su propio aspecto (aktionsart), en la clásica clasificación se distinguen, por lo menos, estado,
proceso (o actividad), logro y realización (cf. Z. Vendler 1967; J. Pustejovsky 1995). En esta
línea, una serie de los estudios de E. de Miguel y M. Fernández Lagunilla ofrece una
clasificación de estructuras eventivas más detallada.
Ahora bien, a partir de los estudios antecedentes sobre los fenómenos en torno al ClDat (en
otras palabras, la datividad) como V. Demonte (1994) o H. Ueda (1998-1999) parece obvio que
se han de tener en cuenta conceptos como affectedness o involvement, los cuales no pertenecen
al sistema lingüístico sino a los hechos extralingüísticos; por tanto, tendrían que ver con la
cognición humana en general. En esta línea, en K. Matsui (2008), basándonos en la hipótesis
propuesta por H. Ueda (1998-1999), hemos supuesto el rasgo [+involucrado]5 para una entidad
referida por el ClDat (el referente: R). Pues bien, la cuestión es cuáles son las condiciones en las
que se ejerce tal involucración. Desde el punto de vista cognitivo, en el caso de los verbos
típicos ditransitivos como los de transferencia (dar, decir),6 es la trayectoria de transferencia
—argumento de trayectoria supuesto de manera natural en este tipo de evento que se realiza
sintácticamente mediante el sintagma preposicional encabezado por a (SP a)— en la que se da
una posible «completud o delimitación [boundedness]» (V. Demonte 1994. Subrayado suyo), de
ahí una prominencia eventiva de transferencia. Ahora bien, en el caso de los verbos de
movimiento en cuestión, será la trayectoria del desplazamiento —la que se supone natural,
lógica e inherentemente en este tipo de evento y se relaciona con el argumento de trayectoria o
ubicación. A diferencia de la trayectoria de los verbos de transferencia, la trayectoria de
desplazamiento se realiza sintácticamente no sólo mediante el SP a, sino también mediante
otros sintagmas —bien preposicionales (de/hacia/...+ SN) o bien adverbiales (encima/abajo/...).
2
De lo que se ha observado en el evento ditransitivo, se puede deducir que cuando se recibe una
lectura culminante en el evento de desplazamiento, se concibe una prominencia eventiva en
aquellas trayectorias —que llamaremos complemento locativo (CLoc) en el nivel sintáctico— y,
por tanto, éstas pueden funcionar como punto de referencia cognitivo en tal evento (K. Matsui
en prensa).7 De esta manera, haciendo referencia a este punto, el ClDat ejerce la involucración
de una entidad en el evento.8 En definitiva, podemos definir la función del ClDat de la siguiente
manera:
(5) Función del clítico dativo en el evento dinámico (K. Matsui 2008: 17, (19)):
Involucra a una entidad referida por el clítico dativo (R) en un evento que constituye el
predicado haciendo de la prominencia eventiva un punto de referencia cognitivo.
A continuación, resumiremos en el siguiente cuadro las propiedades del SP a y del
sintagma nominal que forma parte del primero en la construcción ditransitiva según se
acompañe o no del ClDat. El funcionamiento del ClDat en relación con la prominencia eventiva,
a su vez, se puede esquematizar en la figura inmediatamente siguiente:
Cuadro 1. La relación entre el SP a y el ClDat
Función sintáctica
a SN
ClDati + a SNi
ClDat
Función informativa
Complemento circunstancial
SN: Locación
Complemento interiorizado
SN: Entidad involucrada
Correspondencia o correferencia (i)
Involucración (involvement)
[evento CAUSAR ([objeto ], [evento IR ([objeto ], [trayectoria ])])]
[evento IR ([objeto ], [trayectoria ])]
[+prominencia]
Entidadi [+involucrado]
ClDati
*ClDat + CLoc: [trayectoria {DE/A/...} ([X: locación])]
X= Entidad [-involucrado]
Figura 1. La EC del evento ditransitivo/de desplazamiento y la involucración de una entidad
En el siguiente apartado intentaremos demostrar las motivaciones pragmáticas para el uso
del ClDat en relación con la posesión inalienable. De esta manera, creemos que el valor
fundamental de las palabras funcionales debería diferenciarse de las funciones semánticas o
papeles temáticos de una palabra, ya que, a la hora de enunciar el ClDat, se puede admitir que se
producen necesariamente ciertos efectos cognitivos. En este sentido, debe de atribuirse una
propia e inherente función a la única forma llamada ClDat, como acabamos de proponer supra.
3
3. Estudios
A partir de ahora vamos a pasar al análisis de los temas planteados al principio. Como afirma C.
Sánchez (2007: 154), «the grammar of inalienability in Indoeuropean languages is linked to the
possessive dative as a specific way to grammaticalizing inalienable possession»:
(6) a. El gato le arañó la cara.
b. A Juan le duele el brazo.
(7) a. El gato arañó su cara.
b. ??El gato le arañó su cara.
[C. Sánchez 2007: 153-154, ej. (1), (4)]
(8) a. *Mi cabeza duele.
b. *Me duele mi cabeza.
[C. Sánchez 2007: 155, ej. (6a); 158, ej. (7a)]
Según la misma autora (ibid.), se entiende, en general, que el llamado dativo posesivo
denota el poseedor del argumento interno de un predicado —esto es, en las construcciones
transitivas son aquellos SSNN en función del complemento directo (6a) y en las construcciones
intransitivas (inacusativas), el sujeto (6b). Cuando se observa una relación inalienable entre el
ClDat y dicho SN, el uso del pronombre posesivo (su, mi) junto al ClDat se considera
redundante (7b)-(8b).9 Centrando nuestra discusión en las construcciones intransitivas, estamos
ante un caso en el que «the ‘source’ internal argument represented by the DP denoting a
body-part is affected by the verbal process which it is causing» (C. Sánchez 2007: 158).10 En
realidad, los verbos del tipo doler demuestran la alternancia locativa (ibid.), esto es, el SN que
denota parte del cuerpo se realiza bien como el sujeto de la oración, bien como el CLoc como se
ve en el ejemplo (9). A parte de este tipo de verbos, hay otros dos tipos: uno que sólo admite la
construcción del tipo (9a) como en el ejemplo (10),11 y otro que sólo admite la construcción del
tipo (9b) como en el ejemplo (11):
(9) a. Le duele la cabeza.
b. Le duele (algo) en la cabeza.
(10) Le lloran los ojos. [C. Sánchez 2007: 155, ej. (6b)]
(11) Le está saliendo sangre de la nariz.
En este último caso, aunque al parecer ambos SSNN, tanto del sujeto (sangre) como del
CLoc (la nariz) del verbo salir, formen parte de la posesión inalienable con el R del ClDat (Le),
la propiedad del sujeto en (11) parece diferirse al nivel semántico del sujeto de doler del tipo de
(9a). Véase el siguiente contraste interpretativo entre (12)-(13) y a continuación, se encontrarán
unos ejemplos más de los verbos de movimiento:
(12) Le duele la cabeza. / Le duele (algo) en la cabeza.
a. «duele la cabeza como una parte de él» => «él duele»
b. «duele (algo) en la cabeza como una parte de él» => «duele (algo) en él»
(13) Le está saliendo sangre de la nariz.
a. ¬ («de la nariz sale sangre como una parte de él» => «él sale de la nariz»)12
b. «sale sangre de la nariz como una parte de él» => «sale sangre de él»
(14) a. Le bajan las lágrimas de los ojos. (¬ «ella baja de los ojos»/«bajan las lágrimas de ella»)
b. Le salen granos en la espalda. (¬ «ella sale en la espalda»/«salen granos en ella»)
c. Le llega el pelo a los hombros. (¬ «él llega a los hombros»/«llega el pelo a él»)
4
d. Le cae el pelo por la frente. (¬ «él cae por la frente»/«cae el pelo por él»)
En cuanto a esta peculiaridad de este tipo de verbos (13)-(14) —son los que nos interesan
más en este estudio—, C. Sánchez (2007: 159-160) apunta que «there is another type of internal
argument not linked to either the dative or the locative by a whole-part relation». Es cierto que
el sujeto de los verbos de movimiento no llega a establecer la relación de posesión inalienable
con el R del ClDat (13a), al contrario de lo que pasa con el sujeto de (12a). Sino que es el CLoc
que establece tal relación (13b), igual que el CLoc de (12b) Le duele en la cabeza. Pues bien, la
cuestión que nos surge es por qué en los verbos de movimiento nunca se da posesión inalienable
entre el sujeto —es el SN inalienable (sangre, pelo, etc.) igual que el del CLoc— y el ClDat, a
pesar de representar la parecida estructura sintáctica que Le duele la cabeza. A nuestro modo de
ver, estos comportamientos distintos podrían deberse a la naturaleza léxico-semántica de los
verbos, dado que el evento denotado por los verbos de movimiento implica inherentemente una
trayectoria determinada al nivel conceptual, a lo largo de la cual un objeto se desplaza (cf. §2
supra). Es éste el argumento que posee el rasgo [+afectado] por realizar un cambio de estado
(ubicación) en aquel argumento de trayectoria. Recuérdese que es en este argumento locativo
donde tiene lugar una posible culminación, cuya prominencia eventiva sirve de un punto de
referencia cognitivo para el funcionamiento del ClDat, esto es, el de la involucración como
hemos presupuesto supra. En consecuencia, la posesión inalienable se asocia sólo con el SN que
está en función de CLoc.
Esta perspectiva también explica por qué, bajo la lectura de posesión inalienable, suele
rechazarse el uso del pronombre posesivo para indicar el poseedor no sólo en las oraciones
intransitivas como Duele mi cabeza, Tiemblan sus manos, Están saliendo sangre de su nariz,
sino las transitivas como El gato arañó su cara, frente a la representación por el ClDat. Como la
idea de parte con relación del todo, «a body part (…) inherently invokes the conception of its
natural reference point, namely the body as a whole» (R. W. Langacker 2000: 190), de ahí que
una entidad que va involucrada en un evento dado apenas pueda evitar relacionarse con esta
cadena de posesión inalienable. En cambio, aunque se trate de un contexto marginal o mucho
menos frecuente, podríamos admitir cierta validez de las oraciones como las de (15) infra, en las
que la entidad no queda involucrada mientras el pronombre posesivo indica básicamente la
relación posesiva entre dicha entidad y el SN que va acompañado de ese determinante. En
consecuencia, estas oraciones sin el ClDat suenan frías, como narrativas:
(15) #Está saliendo sangre de su nariz. / #Las lágrimas bajan de sus ojos. / #Salen granos en su
espalda. / #El pelo llega a sus hombros. / #El pelo cae por su frente.
Por otra parte, en las frases hechas o locuciones, por su idiomaticidad, normalmente no se
permite ningún cambio sintagmático. Si lo hacemos, se pierde el valor locucional, por lo que no
se tiene ningún sentido o se obtiene un sentido literal que no pocas veces suena raro. Aquí nos
interesa el uso razonable del ClDat, que no es extraíble (M. García-Page 2007):
(16) a. írsele el santo al cielo → *irse el santo al cielo
b. venírsele (algo) a la lengua → *venirse (algo) a la lengua
[Op. cit.: 222, ej. (19). Subrayados suyos]
c. Se le fue la mano.
c'. #Se fue su mano.
d. Se le subió la cerveza a la cabeza (a María).
13
d'. #Se subió la cerveza a la cabeza de María.
5
Al oír el ejemplo (16d') ya no se interpreta como el (16d) sino que «la cerveza se movió por
sí misma hasta la cabeza de María», lo cual es algo parecido a decir Un mono se subió a María.
Esto nos hace constar que, debido a la ausencia del ClDat, la entidad humana (María) no se
involucra en el evento y se concibe como meramente locativa.
(17) a. {Se/# Ø} le cae el pelo.
b. {Se/#Ø} le ha caído en los zapatos un poco del agua que llevaba en la cubeta.
Por último, la agramaticalidad de (17a-b) nos pone de relieve que la presencia del ClDat se
estriba no en la relación posesiva sino en la prominencia eventiva. Es decir, por la involucración
en el evento mediante el ClDat, el R va asociado semánticamente con la meta del
desplazamiento, el argumento supuestamente prominente del evento de caer, de manera que en
la lectura de la caída del origen («la caída del pelo de la cabeza», «la caída del agua de la
cubeta») se requiere el «se culminativo» que delimita el evento en su punto inicial, en el que
tiene lugar una culminación (cf. E. de Miguel y M. Fernández Lagunilla 2000).
4. Conclusión
Resumiendo nuestro análisis centrado en los verbos de movimiento, se puede afirmar que para
pensar en la función del ClDat la relación posesiva no es crucial ni intrínseca. Si lo fuera,
cuando concurren dos SSNN inalienables en los distintos argumentos (sujeto y CLoc) de la
oración a la vez, la posesión inalienable debería producirse, más bien, con el argumento
nominativo, puesto que éste está más [+afectado] que el argumento oblicuo por su naturaleza
semántica y configuración sintáctica en aquella construcción inacusativa en la que desempeña el
papel de tema de desplazamiento. En realidad, no obstante, esto no es así. Lo crucial y lo más
fundamental es la manera per se en la que se capta la relación entre un evento y una entidad por
parte del conceptualizador (hablante); dicho de otro modo, la involucración de una entidad. Y en
este momento, el ClDat designa simplemente que esta entidad está [+involucrada] en cada
evento como doler la cabeza/doler algo en la cabeza, salir sangre de la nariz, bajar las lágrimas
de los ojos, etc. Se supone que, después de este proceso, se activa una asociación semántica
entre el R y el evento —e incluso hasta el contexto relacionado—, por la que se dará la relación
de posesión con aquellos participantes del evento que están, o bien en función del sujeto, o bien
del CLoc. Con lo cual, se considera que el ClDat no aporta ningún valor posesivo.
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6
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* La realización de este estudio ha sido financiada por una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (MAEC-AECID) para
el curso académico 2008-2009.
1
Para una breve revisión crítica sobre el concepto de CI y el sintagma preposicional introducido por a, cf.
Matsui (2008: §§1.1-2).
2
Cf. J. L. Cifuentes (1999) y Y. Morimoto (2001), entre otros. Para una breve revisión sobre la estructura
eventiva de dichos verbos y sus características aspectuales, véase K. Matsui (2008: §2).
7
3
«A construction is prototypically a unit of language that comprises multiple linguistic elements used
together for a relatively coherent communicative function, with sub-functions being performed by the elements
as well. Consequently, constructions may vary in complexity depending on the number of elements involved
and their interrelations» (M. Tomasello 2003: 100).
4
Sobre los posibles significados relacionados con la construcción ditransitiva en inglés, cf. A. E. Goldberg
(1995: §2.3).
5
A este respecto, J. Strozer (1976) ya admite un rasgo [+involved], pero sólo para el «IND2» —esto es, un
complemento indirecto no pronominal que aparece obligatoriamente con el clítico dativo que le corresponda. A
nuestro modo de ver, más bien, la adquisición del rasgo [+involved] dependerá de la presencia del ClDat, no del
tipo de la propiedades léxicas del verbo (cf. H. Ueda 1998-1999).
6
En los verbos de cambios de ubicación o de transferencia (V. Demonte 1994a, 1994b) como vender se
incluirían los verbos de movimiento causativos (bajar/subir la maleta).
7
Nótese, sin embargo, que no son los SSPP encabezados por para, en, de, etc. sino es el SP a el que establece
una relación paradigmática con el clítico dativo (cf. H. Ueda 1998: 119, n.21).
8
Esta hipótesis podría dar cuenta de por qué un CI topicalizado suele ir doblado por el ClDat. Al tratar del
concepto de tópico, R. Langacker (1991: 314) lo interpreta como «subjective reference point» en el sentido de
que se establece un contacto mental con una entidad basándose en el conocimiento entre hablante y oyente. Es
decir, podríamos entender que es un elemento con mayor prominencia que funciona como un punto de
referencia para acceder a un participante (cf. op. cit.: 313-317).
9
No obstante, a partir del contraste entre (6b) y (8a) se deduce que «the possessive determiner and the
possessive dative are not in complementary distribution» (C. Sánchez 2007: 154-155). Además, la misma
autora (ibid.) señala que tanto en el español de México como en muchos otros dialectos no es rara la
concurrencia del ClDat y el pronombre posesivo como en el ejemplo (8b) (cf. R. Maldonado 2002: 26).
10
Se considera que los verbos de movimiento no causativos, en general, poseen un argumento afectado en el
sentido de que «denotan un cambio de ubicación del elemento del que se predican» (A. Mendikoetxea 1999:
§25.2.3.2) como se recoge en los ejemplos (11) y (14). En cambio, según indica C. Sánchez (2007), los verbos
intransitivos que no suponen tal rasgo semántico no permiten la interpretación posesiva al R del ClDat (ia), de
ahí que no cuenten con la alternancia locativa (ib):
(i) a. Me gusta {el pelo/mi pelo}.
b. *Me gusta en {el/mi} pelo.
[C. Sánchez 2007: 158, ejs. (17b-c)]
A este respecto, dicha autora señala los siguientes ejemplos que aportan su hipótesis de que «the feature
[+complete affectedness] is responsable for the possibility that a locative argument is realized as an internal
argument with a structural case» (op. cit.: 170):
(ii) a. Pasó por delante de él. [op. cit.: 169, ej. 43(a)]
b. Se sentó encima de él.
(iii)
a. Le pasó por delante.
b. *Le camina delante.
c. Se le sentó encima.
d. *Le está sentado encima.
[Ibid., ej. (44)]
«The contrasts above show that verbs denoting a change of state or position, like pasar ‘to pass’ or sentarse ‘to
seat’, allow for the alternation between an internalized and a non internalized realization of the locative
argument. This possibility does not exist for movement stative verbs, like caminar ‘to walk’, which do not
imply a change in the locative relation between the involved arguments. (…) The crucial difference is that only
the first ones involve an affectation process, which consists in a change of the spatial relationship between the
entities involved in the event» (ibid.). Aun así, no podemos dejar la posibilidad de que los verbos de
movimiento de tipo caminar sean capaces de lograr el rasgo [+afectado], o mejor dicho, culminación eventiva.
El caso es que por medio de las construcciones transitivas como las de (iv) infra, si éstos se combinan con un
SN definido (contable) en función de complemento directo (CD) que delimita el evento como ocurre en fumar
{Ø/un cigarro/cigarros} (cf. E. de Miguel 1999), aceptan la presencia del ClDat:
(iv)
a. Después, el animal de cuatro patas comienza a moverse por encima de ellas, las cubre,
8
el sol me camina la espalda, les quito la luz, les paso poco a poco sobre las cabezas sin llegar a tocarlas.
[CEMD. Salvador Garmendia, Los pies de barro. Venezuela]
b. Cuando Peñita desanda las gradas de la pérgola (...) un gorgorito agudo le camina las tripas y
apenas llega junto a ellos, suelta un pedo húmedo. [CEMD. Op. cit.]
Por el contrario, se supone que un evento expresado por el predicado como caminar {delante/detrás/...} no es
delimitado, de ahí sin culminación eventiva y, por tanto, que el ClDat resulte incompatible.
11
En este artículo no nos ocuparemos de esta clase de verbos (sangrar la nariz, sudar la frente), ha de notarse
que algunos verbos de «Manera de Moverse» (cf. Y. Morimoto 2001), un tipo de los verbos de movimiento no
causativos, podrían incluirse en este grupo (Les tiemblan las manos). Además, en C. Sánchez (2007: 159, ej.
(18b)) el verbo caerse (el pelo) está clasificado en esta clase, sin embargo, a nuestro modo de ver, parece
compartir la misma estructura sintáctica y semántica con otros muchos verbos de desplazamiento, pero no con
los de esta clase, como observaremos infra inmediatamente.
12
Se lee: «de la nariz sale sangre como una parte de él» no implica «él sale de la nariz».
13
Ha de destacarse el análisis de M. V. Pavón (2003) sobre los verbos transitivos, en el que el rasgo de
animacidad [±animado] del R del ClDat incide en la posibilidad del argumento implícito en la oración en la que
el clítico no aparece:
(i) a. Le tiraron un vaso de agua a la cara ___ (a María).
b. *¿Sabes qué le ha pasado a María? Que han tirado un vaso de agua a la cara ___ (de María).
[Op. cit.: 149, ejs. (66a) y (67b)]
9

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