La Dra. Sophia Walsh Izquierda a derecha, izquierda a derecha
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La Dra. Sophia Walsh Izquierda a derecha, izquierda a derecha
La Dra. Sophia Walsh Izquierda a derecha, izquierda a derecha, izquierda a derecha; el movimiento se repite estruendosamente dejando atrás una dimensión lustrada en el suelo enmugrecido. El trapo de micro-fibra absorbe semanas de descuido y pereza y de un rosado pálido se ha hecho un negro de polvo. -¿Y qué te hace sentir de esa manera? -Tú no entiendes, yo no me siento así; cuando estoy allí es que mi cuerpo tiembla en la soledad y ya no soy yo, se mueven mis brazos, pero no soy yo quien los mueve y cuando vuelvo a despertar la casa está limpia, pero yo no la limpio. -Me dice que alguien le limpia la casa, ¿correcto? -Doctor, por favor, cómo alguien me va a limpiar la casa si yo no recuerdo haberle pagado a nadie ni. . .bueno, le tendré que preguntar a Joel, por si él la limpia. Él hace una anotación en el récord del paciente; -A ver, Zulma, ¿quién es Joel? -Mi hijo, ¿yo no le he contado? Él es un pan de Dios, me ayuda en casi todo. -¿Cuántos años tiene tu hijo? -Dieciséis, doctor, le digo, es genial; hace poco regresó de España, andaba de viaje con su papá, por eso no le dije nada. De todos modos, no sé por qué se interesa por él, si aquí estamos para ayudarme a resolver mis problemas.- Nerviosa, empieza a peinar con sus dedos sus hebras doradas y resecas, poco a poco, desenredando los nudos y se pregunta por qué tiene el pelo en tan malas condiciones si la última vez que se lo peinó estaba brilloso y sedoso. De todos modos, Rita sigue hablándole al doctor (de cuyo nombre ya se olvidó), -Ay doctor, disculpe pero debo irme ya, tengo cita en el salón ahora a las diez y he revisado su reloj y solo me quedan cinco para llegar. Usted sabe, no me gusta llegar tarde a ningún lado.- Se levanta, se despide, se va. Rita se dirige a su casa sintiéndose culpable por mentir y se corta el cabello en capas incrementadas, y se lo tiñe de marrón neutral intenso con peróxido cinco para revitalizarlo, se lo lava con su champú ion para cabellos teñidos y utiliza su mascarilla de coco. Cuando finaliza el moldeado térmico se da cuenta que el baño está manchado con gotas de tinte, simulando la explosión repentina de varios bolígrafos Pilot V5. Aquí yo no tengo amigos, comentó en voz alta frente a sus compañeros de trabajos, todos la miran, la ignoran y siguen sus labores. Zulma, enojada sale de la oficina y se dirige al almacén del edificio donde ve un mapo rosado de micro-fibra. Atónita; se queda paralizada, como si esto le recordara un suceso nefasto. Después de tres minutos, lo agarra, prepara el cubo y comienza a limpiar rigurosamente los pasillos del edificio. A las cuatro y media Sonia la encuentra mapeando la misma loseta, intentando borrar una imagen negra que no cede a su fuerza; Sonia le pregunta a Zulma qué le sucede y esta sigue en su trance. Sonia la toca en el hombro izquierdo, Zulma grita atemorizada por la presencia de Sonia y comienza a llorar, pidiendo perdón, repitiéndole que no se preocupara, que se irá al cuarto para rezarle a Dios que la perdone por sus pecados. -Veo que se hizo un cambio radical. -¿Qué? Yo no me hecho nada. -Te fuiste temprano la semana pasada para ir al salón, ¿te acuerdas?- Sacó un bolígrafo e hizo una anotación en el récord. Zulma se fijó en su pelo y se dio cuenta que lucía más corto y oscuro. Rápidamente se excusa, -Ah, verdad, mi estilista me recomendó cambiarme el look. -¿Qué piensa estudiar Joel? -¿Joel?- Zulma mira al doctor y este hace un gesto de confusión; -Creo que el estudiará algo de empresas, no sé; el todavía no lo ha pensado bien. -¿En qué trabaja su esposo?- El doctor anota la expresión desahuciada de Zulma. -¡Ay, doctor!- (La voz se distorsiona levemente, comienza a chillar y llorar.) -Ya yo no sé qué hacer, Julián se ha puesto tan frío y apartado. Hace meses que no dormimos juntos, me estoy volviendo loco, ya no puedo seguir así. Estoy seguro que me es infiel con otro.- Brian sigue sollozando, el doctor se sorprende y escribe velozmente en el record de Zulma. -Zulma, ¿qué te hace pensar así?- Brian lo mira como si lo hubiera insultado, se levanta y se va de la oficina. Se dirige al baño de varones en el edificio donde llora silenciosamente entre paredes color coral con acabado mate, y comienza a caer la oscuridad que tanto teme. -Sí, deseo una Mallorca con jamón, queso, mantequilla y huevo; además, a la orden me añade un jugo de china de dieciséis onzas. -Serían tres con ochenta y siete, su nombre por favor.- La cajera coge el menudo de Zulma y lo coloca en la caja, muestra un poco de hastío al recibir el dinero solo en vellones. Le devuelve tres chavos. -Úrsula. Al rato llaman a Úrsula, esta recoge su orden y se sienta a comer cerca de la puerta de entrada. Un joven alto, de cabello largo, texturizado, casi platinado, tez pálida y ojos turquesa la mira fijamente, como si la conociera. -Buen provecho preciosa, ¡qué coincidencia encontrarte aquí! Jamás pensé que te gustara desayunar en el Mesón.Úrsula lo mira confundida, -Lo siento chico, pero yo no lo conozco, aún así gracias por sus buenos deseos. -Soy yo, Omar, el de anoche, ¿cómo no te vas a acordar, Sylvie? Tan rico que la pasamos juntos en mi apartamento. Yo espero que no haya sido tan malo. -Lo siento, Omar, pero creo que me tiene confundida con otra muchacha, mi nombre es Úrsula, yo jamás lo he visto.- Úrsula, sin terminar de comer, se va del Mesón. -Me ha sucedido la cosa más extraña en el mesón hoy, doctora, yo estoy comiendo de lo más tranquila y este chico, muy guapo de hecho, se me acerca e insinúa que tuvimos una aventura anoche, incluso me dijo que me llamo Sylvie. -¡Ay Virgen, Úrsula! ¿Jamás lo habías visto? ¿Verdad? ¿Y si es alguien que estudió psicología contigo en la universidad y te está haciendo una broma? -Le puedo llamar Maritza, ¿verdad?- Le pregunta Sylvie a la doctora, -Sí, ¿por qué? -Ay, Maritza, es que me canso de decir doctora a cada rato. Yo le voy a contar esto, pero por favor no se lo diga a nadie.- Se levanta entusiasmada y cierra la puerta de la oficina, -de esta manera aseguro que ningún estudiante nos escuche. Escúcheme Maritza.- Le dice en voz escrupulosa, -Omar ha sido el mejor polvo que he echado en mi vida, tiene un cuerpazo de atleta, una sensibilidad tan dulce que por un momento pensé que era maricón, pero cuando le vi el miembro pulsar, yo pensé, a la mierda con esto, y te lo juro Maritza, tiene el pene más húmedo que ha entrado en mi posterior, no utilizó lubricante ni saliva. Fue la cosa más excitante de mi vida, y lo mejor de todo es que el chamaco dura mucho. Incluso, cuando terminó de azotarme como un animal salvaje me susurra que me ama porque he sido la primera chamaca que se dejó recibir su cuchilla húmeda en el ano sin la incomodidad de un profiláctico. ¡Dios mío, lo que me he perdido en esta vida! Lo peor fue que lo tuve que dejar temprano para que Joel y Julián no se dieran cuenta que salí en la madrugada. -Úrsula, ¡levántate y lárgate de mi oficina!-exclamó con furia la doctora. Julián retira los platos de la mesa, y suspira; detesta la ausencia de su hermana, Zulma, su sobrino Joel, y su novio Brian. Seguramente lo han dejado solo en la casa para irse a Plaza Las Américas como hacían de rutina los domingos. Se tira a dormir en la cama velando las aspas plateadas del abanico, esperando el fluir de las horas lentas. -Joel está estudiando trabajo social.- Zulma le responde al doctor. -Zulma, la última vez me dijiste que estaba estudiando empresas. -Eddie, tu sabes cómo son los muchachos, cambian de idea de un día para el otro. Además, no te pongas así, con ese cuerpazo flaco que tienes no se qué esperas para casarte. Jamás te he visto con un anillo de compromiso.- Sylvie se levanta y procede a acariciar el muslo derecho de Eddie, este se levanta y se dirige a la silla al lado de la puerta, en protesta, Sylvie le dice, -No seas así, Eddie, tú sabes que tu quieres de este cuerpo mío, ¿vale?- Sylvie comienza a desabotonarse la blusa, -¿Qué pensará Julián, Zulma? -Ay, doctor, usted siempre,- Zulma se sienta y se arregla la blusa, con cara de confusión, ¿Usted me estaba desabotonando la blusa? Lo veo muy exaltado, para que rayos quiere saber de Julián, en la última sesión le dije que se fue de la casa con Joel y Brian. -¿Quién es Brian? -Doctor, siempre me hace la misma pregunta. . .- Zulma se rasca la pantorrilla escrupulosamente, -Eddie, Zulma no sabe nada, ¿no ves que ella es una estúpida? Diez años viviendo bajo el mismo techo y Julián siempre me quiso a mí, no a ella. Es tan mentirosa que el pobre Joel piensa que yo soy su tío. ¡Qué cojones! -¿Desde cuándo estás viviendo con Julián? -Hace quince años, y el comete la burrada de meterla en la casa con su hijo. Si la dejó en un principio es porque es gay, no sé para que vuelve con ella. Es un ridículo, pero pues, Julián tiene un tacto espectacular, siempre me electrocuta cuando me toca, por eso yo dejé a Omar por él. -¿Y Omar, todavía lo ves? -Eddie, seguro, uno siempre tiene que tener opciones abiertas.- Se ríe -cuando el culo de Julián me cansa llamo a Omar y ya tú sabes; porque Julián no me lo quiere meter por no hacerme daño, si supiera lo mucho que me encanta, además, Omar lo tiene más grande y no me duele nada.” -¿Le has comunicado esto a Julián? -Es inú--. . .Doctor, como le estaba diciendo, Sonia anda sumamente preocupada por mí en el departamento, pero no entiendo por qué, me dice que ando rara; es más, me insiste en que ella quiere venir a casa a conocer a mi esposo y mi hijo. ¡Ridícula! Si supiera todo lo que tengo que recoger primero, tengo la casa hecha un desastre. -¿Por qué no la invita, ¿a ver? Sería bueno que la integraras a tu vida para establecer una buena amistad.- Zulma mira al doctor estupefacta ante la idea y le dice que lo intentará, pero que debe irse lo más pronto posible, no puede llegar tarde al trabajo. Tan pronto se va el doctor agarra el teléfono y marca la extensión 7214: -Buenos días, habla el Dr. Eddie Valladares Dolores, por favor comunícame con la señora Socorro Ancones, es urgente. Gracias. Socorro, ¿cómo le va el día? ¡Qué bueno! Me alegro. Yo ando con una preocupación, encontré la paciente de la que usted me comentó desaparecida. Sí, esa misma, la que atendió Maritza. Las versiones no me concuerdan, pero los nombres sí. Se llama Zulma Klein. ¿Qué? ¿Aparece en sistema como Úrsula Todd? Seguro, ya le di la sugerencia que me ofreciste. Me pondré en comunicación con ella, no te preocupes; Sonia Milena, ¿verdad? Del departamento de Ciencias Sociales, Ayudante de Cátedra, ¿correcto? Perfecto, gracias Socorro. Igual, buen día. Abre los ojos, Julián ya no soporta la soledad, lleva tres semanas esperando a que llegue Zulma con Brian y Joel, se levanta y se dirige a la cocina, observa la nevera vacía, sin comida. Julián mira sus brazos y los nota sumamente flacos, enseñando los huesos. Verifica el teléfono, hay un mensaje de una tal Sonia, que no conoce, “Hola Zulma, te recuerdo que mañana iré a las nueve de la mañana como acordamos para ir a desayunar en el Mesón. Te recojo en tu casa; un abrazo.” Julián se acuesta, entristecido, nadie lo llama, nadie le escribe un mensaje, se arrepiente tanto de haber dejado de pagar el servicio de internet, ya no tiene cómo comunicarse con otras personas mientras está solo en la casa. Sin ánimos, vuelve acostarse en la cama, a mirar las aspas plateadas, girando, girando, girando, y un frío lo arropa, Julián se siente cansado, el sueño le titubea palabras dulces, y los ojos entreabiertos siguen hipnotizados por las aspas. Ya no recuerda la última vez que se miró en el espejo o se bañó, intenta buscar las fuerzas para levantarse, pero no están. El frío crece y lo viste suavemente con una capa de polvo blanco, pretendiendo ser el polvo de un ángel caído, Julián le sonríe a la oscuridad que descansa sobre el tragaluz. Cerró los ojos, el cuerpo tiembla, se defeca y se apaga. La oscuridad cae, y con ella, la vida. -¡Zulma! ¡Ábreme la puerta, chica ya llevo cuarenta minutos aquí en el sol!- Sonia, enfurecida, comienza a llamarla al celular y lo escucha desde adentro en la casa, pero nadie hace gesto de moverse, -Joel, Julián, ¿alguien puede abrir la puerta?- Luego de una hora esperando, una vecina le grita que Zulma no está. Decepcionada, Sonia se dirige a su casa. Encuentran joven muerta en su cama Por Carmen Lugo//13 de septiembre de 2014 El día nueve de septiembre, Sonia Milena reportó a la compañera de trabajo, Zulma Klein, desaparecida tras haber faltado tres días consecutivos al trabajo sin responder a llamadas telefónicas y visitas a la casa. Las autoridades proceden a entrar en el hogar el día doce luego de recibir una llamada de una vecina quien alega que la estimada profesora, Dra. Sophie Walsh permanecía encerrada en su casa desde el primero de septiembre. La Dra. Sophie Walsh, fue hallada en su cama, reposando con una capa de polvo blanco sobre el cuerpo en estado de descomposición, aun las autoridades no encuentran a la joven Zulma Klein. ¿Quién es Sophie Walsh? Por Evelyn Luz//15 de septiembre de 2014 A dos días de ser hallada sin vida, ni familiares, ni amigos han aparecido ante la muerte de la Dra. Sophie Walsh, quien presuntamente trabajaba en la Universidad Interamericana de San Germán. En un comunicado, la rectora de la misma, la profesora María Morales expresó el más sentido pésame por el fallecimiento de la Dra. Sophie Walsh, pero alega que la última Dra. Sophie Walsh en dar cursos de psicología en la misma universidad se retiró en el 1948, por lo tanto no pueden ser la misma persona; -Lamentamos la muerte de la joven Dra. Sophie Walsh, pero en nuestra universidad no tenemos a ninguna profesora bajo ese nombre ofreciendo cursos, y la única que trabajó en nuestra institución se retiro en 1948, hago un llamado a las autoridades del municipio de San Germán, y al alcalde a hacer su máximo esfuerzo para llegar a conocer la verdadera identidad de esta joven. El Misterio de Sophie Walsh Por Kristal Zapata//16 de septiembre de 2014 La joven Dra. Sophie Walsh aparece en el expediente de la Universidad Interamericana de San Germán como una paciente de la Clínica de Psicoterapia que iba para recibir tratamiento tras ser diagnosticada con Distimia bajo el nombre de Zulma Klein Gelpí, madre de un hijo de dieciséis años, Joel Kajiura Klein, estudiante de la escuelita de la Interamericana de San Germán (ESGI). Aún se sigue investigando, mañana las autoridades entrevistarán a la directora de la misma, y hablarán con el hijo de Zulma, para conocer las causas de su muerte. Zulma Klein Gelpí, madre soltera. . . ¿sin hijo? Por Evelyn Luz//20 de septiembre de 2014 La muerte de la joven Dra. Sophie Walsh o Zulma Klein Gelpí, quien presuntamente contrajo matrimonio en el 2004 con un joven llamada Julián Kajiura, residente de España, levanta más preguntas y cero respuestas. Se dio a la luz en la entrevista con la directora de ESGI, Annelisse Rodríguez, y en la misma escuela no hay ningún estudiante bajo el nombre de Joel Kajiura Klein. En el día de ayer; la profesora Maritza Chase, dio de baja a una estudiante bajo el nombre de Úrsula Todd tras cuatro semanas de ausencias consecutiva en todos sus cursos, cuyo número de estudiante es el mismo de la joven Zulma Klein Gelpí, una estudiante que se graduó del recinto en el 1970, y jamás volvió a estudiar en el mismo. Ahora, las autoridades federales inician una investigación para dar a conocer y mejorar los protocolos dentro de la misma universidad, para evitar que este inconveniente se vuelva a repetir. Descubren verdadera identidad de Zulma Klein Gelpí Por Kristal Zapata//24 de Septiembre de 2014 En el hogar de la Dra. Sophie Walsh se encontró, en un gabinete de medicamentos, su verdadera identidad. Las píldoras estaban recetadas a un joven llamado Germán Martínez, reportado desaparecido hace cinco años en el área de San Juan. Luego de una ardua investigación, se descubrió que él mismo se realizó una operación de cambio de sexo en el extranjero y regresó a la Isla con una identidad falsa. El mismo joven era considerado muerto por su familia, ya que padecía de unos trastornos sumamente raros que impedían el funcionamiento salubre de su cerebro. Su mamá, Marjorie Martínez expresó lo siguiente tras una entrevista telefónica: -Ha sido un alivio para mí y mi familia el que mi hijo malvado haya aparecido muerto en San Germán. Al fin puedo dormir por la noche sin tener que preocuparme dónde está. Cuando pequeño, lo llevábamos a psiquiatras y psicólogos, pues desde nacimiento Dios me dijo que él no era un niño normal, y me lo diagnosticaron con un trastorno de personalidad múltiple, yo pensé que era un relajo, porque es normal que cuando uno es niño se quieran cambiar el nombre o se hagan pasar por otras personas, y me recomendaron que lo internara en un hospital de por vida, pero nadie haría eso. En contra de ordenes médicas, Dios me dijo que lo criara, y así hice, hasta que un día Dios me dijo que él bajaría del cielo y se llevaría a mi hijo, y para hacerlo tenía que obligar a mi marido, Brian, a hacerle un ritual, y así fue. Luego de ese ritual, Germán gritó que él era Sophie, y desapareció. MUERTOS Brian Martínez y Marjorie Martínez, tras violar a su hijo en un ritual Por Evelyn Luz//29 de septiembre de 2014 Kyrie Monagas, M.D., especialista en Personalidad Múltiple, entregó de manera anónima el expediente de Germán Martínez a las autoridades de San Germán el día 27 de septiembre, donde detalladamente señalo que el joven traumado fue abusado psicológica y sexualmente, continuamente, por sus padres por un lapso de tres años para cumplir un mandado de Dios, quien presuntamente les obligó a hacer los actos para salvar a su hijo de una grave enfermedad que arroparía a la Isla en el nuevo milenio. Durante el tratamiento, el joven asumía el rol (identidad) de su papá, un niño llamado Joel, otras jóvenes llamadas Sophie, Sylvie, Úrsula, Zulma, Rita; quienes aparecen en récords históricos de otros países como victimas que mueren en el acto de violación. Debido a la ambigüedad de la ley, Kyrie, M.D., jamás reportó la situación a las autoridades. Al conocer la situación, las autoridades acudieron al hogar del matrimonio compuesto por Brian Martínez y Marjorie Martínez y los arrestaron bajo el cargo de abuso sexual infantil, pedofilia, incesto, entre otros. Un abogado pro-bono alega que ya han pasado más de quince años desde los hechos y por lo tanto quedan bajo la gracia la de ley y deben quedar libres. Al día siguiente fueron encontrados en el monumento el Jíbaro puertorriqueño, en la carretera #2, ahorcados de las ramas de unos árboles. Por José Avilés-Acosta