Juventud y Fe

Transcripción

Juventud y Fe
JUVENTUD, ETICA y FE
Reflexión en clave islámica por Sayyid Mujtaba Musavi Lari
Traducción al castellano de Sheij Seied Abdala Madani y Amina Chale Madani
PROLOGO
Muchas veces hemos visto a una nación y personas que han vivido aparentemente
con ciertas condiciones, hemos visto incluso, como entre ellos, selectos individuos o
grupos, sobresalieron alcanzando notoriedad en el campo de la civilización.
Entre estos grupos, están aquellos que abandonaron la razón y tomaron el hábito de
atribuir cada evento de su vida a “la suerte”. Cuando estos grupos enfrentan alguna situación que los obliga a reflexionar, simplemente dicen: “es nuestra suerte”, “es asombroso como ocurren las coincidencias”, “que extraña es esta vida, nadie puede violar
sus reglas!!”
Pero si nos tomamos un momento para reflexionar sobre esto, descubrimos que ni la
suerte ni las coincidencias son las causas del fracaso; la primera causa vital de los errores son los “malos modales”. Alemania, por ejemplo, después de la segunda guerra
mundial, no era nada más que un puñado de cenizas y escombros. Hoy, Alemania es una
de las naciones industriales líderes. Los expertos atribuyen este avance sin precedentes
al sentido de responsabilidad y control que sintieron los alemanes; no es que ellos sean
más inteligentes o creativos que otras naciones. Entonces, es más acertado decir que el
progreso de cualquier nación, incluso mejoras materiales, es adjudicado a su buena
conducta y moralidad. Este hecho ha sido determinado a través de la historia, quitando
toda duda de que el comportamiento social es un factor para el futuro de la civilización.
* * *
Por otro lado, notamos que la naturaleza del hombre depende de sus características y
valores. Por lo tanto, el hombre merece el título de “humanitario” por poseer tales características, sin las cuales no se diferenciaría de los animales.
La búsqueda por los valores humanos más elevados debe ser hecha en el campo de
las conductas individuales. Vale la pena aclarar, que se pueden lograr los valores humanos más altos, educando al alma y preparándola para aceptar la sicología establecida y
las reglas de conducta.
A partir de esto, encontramos que sociólogos y sicólogos han hecho detallados estudios científicos sobre como contrarrestar o prevenir la corrupción y lograr una buena
ética.
Los más sabios eruditos y mejores educadores en este campo son nuestros Santos
Imames. Los Imames nos han dejado la enseñanza a través de sus palabras y sus vidas,
son para nosotros, ejemplos a seguir y lograr así una excelente moral. Estas guías y
ejemplos, nos dan la oportunidad de vivir como seres humanos felices que pueden disfrutar de esa ética.
* * *
Existe mucha gente que sufre por su “maldad” sin encontrar la manera de librarse de
esa condición.
Este punto concierne especialmente a los jóvenes, ya que son más sensibles en estas cuestiones de la vida. Sin embargo, los libros que se han escrito en este campo, como guías ideológica y práctica para los jóvenes, son escasos y no tienen las ventajas
técnicas del lenguaje moderno. Es por esta razón que hemos elegido escribir un libro
para los jóvenes de hoy.
Afortunadamente, hemos encontrado el libro y hemos decidido publicarlo; este libro,
Juventud y Etica: Un Paso Hacia la Erradicación de la Corrupción, se ocupa del análisis
de varios asuntos de la conducta con un estilo nuevo, relacionado con versículos Divinos, narraciones proféticas y tradición de los Santos Imames (P).
Instamos a leer completamente este libro y utilizarlo para enfrentar y prevenir la corrupción social.
Organización para la Protección de los Jóvenes
Qum, Irán
Invierno de 1387, A.H.
INTRODUCCION
Todo individuo en este mundo, intenta lograr “felicidad” y “tranquilidad”; lucha día y
noche para alcanzar este sueño que en la vida aparece como un campo de batalla. Lucha
afanosamente en este campo, en muchos casos, sacrificando todo para ver el ave de la
felicidad volar sobre su cabeza y poder vivir, así, bajo su sombra el resto de su vida.
Es triste ver tantos individuos con capacidades que le permitirían llevar una vida llena
de felicidad y satisfacciones, sometidos a diferentes factores que hacen de sus almas un
juguete para la disconformidad y la inseguridad. Como resultado de esto, estos hombres
caen victimas de sueños tan irreales, que la felicidad es nada mas que mera ficción, la
conclusión inevitable de ese hombre es convertirse en una pluma sacudida por ondas de
pena para terminar sepultado en desilusión y pobreza.
Estas penas y sufrimientos no son más que el resultado de elegir falsas imágenes por
sobre los hechos y la realidad. No han seguido la luz de la rectitud, ni recurrido a un medio seguro a lo largo de su vida.
Sin duda, el reflejo de estas imágenes en la mente de los hombres sobre un mar de
olas de ansiedad, metas desoladas y esperanzas poco realistas, son los factores que
llevan al género humano desde la luz a la oscuridad, haciéndolos objeto de confusión
ante las dificultades.
El hombre, que es la criatura más perfecta, está compuesto de dos distinguidas virtudes, la espiritual y la física. Además de las características físicas en común con los animales, el hombre tiene necesidades espirituales, las que si son satisfechas, le otorgan
una gran posibilidad de alcanzar la perfección. Cuando una de estas dos partes del
hombre se vuelve más poderosa, la otra se vuelve débil y luego es vencida.
A la luz de los hechos mencionados, vale hacer notar que la industria ha cambiado
verdaderamente los aspectos de la vida. Los avances industriales, junto a estos extraños
cambios, explican muchas incertidumbres y han resuelto innumerables problemas. Así
muchas partes del universo, desde la profundidad de los mares hasta la oscuridad del
espacio se convierten en terrenos para viajes y descubrimientos del hombre. En cambio,
las necesidades espirituales se tornan débiles y como resultado de los abusos cometidos en varios aspectos de la vida, aparece la corrupción en tierras y mares. La cantidad
de crímenes y desastres ha alcanzado niveles increíbles. Los mecanismos para la salvación se vuelven frágiles frente a la corrupción y el desorden social. Los restos de espiritualidad arden en el fuego de la lujuria, la soledad y la obscenidad.
Hoy podemos claramente observar que las ganancias materiales han tomado prioridad ante la virtud. El hombre se ha equipado con las herramientas de la industria y las
ciencias experimentales abandonando los méritos esperados y necesarios para resguardar su alma de ser aplastadas por la maldad de la avidez y deseos incontrolables. Incluso las emociones humanas están en continua lucha entre la vida y la muerte.
La mentira, la tacañería, la hipocresía, el egoísmo y otros bajos instintos, parecen diques invencibles que bloquean el río de la perfección y felicidad humana, han atado las
manos del hombre, arrojándolo a las implacables olas de un océano de suciedad. El
triunfo de los primates, la soledad, las penas individuales, los desastres sociales y muchas miserias en general, son el resultado de la caída de las virtudes humanas. Tanto
sociólogos como psicólogos, certifican el hecho de que sin excelsas virtudes y guía
espiritual, el hombre se preguntaría cuál es el camino de justicia que conduce a alcanzar
el máximo de grandeza y perfección.
Los individuos que sobresalieron en la sociedad y cuyos nombres quedaron esculpidos en la historia, gozaron de algún tipo de virtud pura y valorable. Las sociedades que
no están armadas con el arma de las buenas conductas, no están regidas por reglas
nobles, de hecho, no merecen vivir como seres humanos. Es por esta razón, que anti-
guas grandes civilizaciones no han subsistido, pero no por crisis económicas y sociales,
sino por carecer de buenas costumbres.
Las legislaciones hechas por el hombre no están en condiciones de penetrar el alma
humana, ni pueden garantizar relaciones constructivas entre las diferentes sociedades y
naciones, de la misma manera que lo logran las buenas costumbres. Las leyes hechas
por el hombre, que son manifestaciones de ideas humanas, no están calificadas para dar
auténtica felicidad a la humanidad ya que los hombres tienen una limitada capacidad de
pensamiento.
Es así, que no pueden concebir los fenómenos que rodean su vida. Además, incluso
si el hombre conociera la profundidad de esos fenómenos, siempre está sujeto a influencias exteriores que les impiden aceptar la verdad. A la luz de lo antes mencionado,
observamos que las leyes humanas, cambian con el tiempo y las diferentes condiciones
que lo envuelven. De hecho, la aparición de la corrupción y las miserias, no son más que
el resultado de esas rudimentarias leyes.
Por otro lado, tenemos la sagrada enseñanza del profeta, que está inspirada en los
soberbios recursos de la luz de las revelaciones y responden a una ilimitada sabiduría
Divina. Así, estas leyes no son vulnerables al rigor del tiempo, a cambios ni transformaciones. Debido a su entendimiento de la realidad de la vida y la existencia, las enseñanzas proféticas ofrecen a la humanidad el más exacto sistema para alcanzar la perfección
y la excelencia moral y convoca al hombre a dirigir su alma hacia la grandeza. Los efectos apreciados y positivos de la Fe en el hombre, son indiscutibles, por eso está claro,
que si los hombres no contaran con motivos internos para evitar convertirse en víctimas
de su lujuria y deseos incontrolables, entonces cualquier paso que hicieran hacia el
bien, hubiera tenido fallas. Luego, es imposible establecer una sociedad humana perfecta, sin proveer a estos seres con moralidad y espiritualidad.
Las bases sobre las que la eterna Fe Islámica fue construida por la más grandiosa
personalidad de todos los tiempos, el Profeta Muhammad (P.B.D.) y que confían desde el
primer momento en la piedad, son aquellos sentimientos de felicidad que pueden otorgar
consuelo en este mundo y en la eternidad.
De hecho, la proclama Islámica fue fundada sobre las bases que exigen al hombre
evaluar sus valores espirituales al más alto punto a través de elevar el nivel de sus
creencias a una cadena de valores puros y admirables. El Islam prohíbe estrictamente al
hombre que sacrifique la excelencia de su moral en nombre de su lujuria y caprichos. El
Islam se levanta contra aquellos que deshonran la humanidad y los combate implacablemente. Entonces, una sociedad donde los lazos individuales y sociales están construidos sobre los valores del Islam, disfruta de tranquilidad, bienestar y confianza en
todos los aspectos. Todos sus miembros disfrutan de igualdad de derechos y mantienen
relaciones interpersonales establecidas por la Fe. De este modo, da a otras sociedades
la oportunidad de conseguir lo mismo, lo que es un gran paso hacia la gran revolución
de la humanidad.
* * *
En este libro, presentamos algunos asuntos vitales que afectan la vida social de los
hombres y de qué modo el Islam trata con ellos. Corresponde mencionar aquí, que una
parte de este libro fue publicada previamente en la revista La ideología Islámica, que se
publica en persa, en la ciudad santa de Qum. Dejo a nuestros honorables lectores, juzgar
el valor este libro que ha sido elogiado por muchos eruditos. Espero que todos avancemos en impulsar nuestras vidas al sendero de los sabios Islámicos y rescatar nuestras
almas de ahogarse en la suciedad de la lujuria sin rumbo.
Seied Mujtaba Musawi Lari
Rabi‘ul-Auual, 1387 (1967)
El Mal Carácter
El Valor de la Amistad
Los Individuos de Mal Carácter son Resentidos
El Profeta del Islam: El Ejemplo Perfecto
El Valor de la Amistad
El amor es un sentimiento humano natural. Por esta razón, vemos que todos los
hombres son atraídos por una fuerza interna hacia otros seres de su misma especie.
Asimismo, esta necesidad instintiva debe ser satisfecha y todos deben establecer relaciones fraternales con ciertos individuos o grupos para que como sociedad nos beneficiemos de tales relaciones.
El amor es la base de la seguridad y el bienestar. Es la más agradable de las necesidades espirituales que se desarrolla con el tiempo. No hay cosa más valiosa en este
mundo que el amor.
El dolor y el sufrimiento que resultan de la pérdida de un ser amado son los más
desastrosos para el hombre; el espíritu necesita otros espíritus para refugiarse o caeríamos en manos de la inseguridad y ansiedad, convirtiéndonos así, en víctimas de la
opresión de nuestro propio mundo. Con respecto a esto, se citaron las palabras de cierto
erudito, “El secreto de la felicidad es mantener relaciones de hermandad con nuestro
mundo en lugar de crear caos. Aquellos que no pueden amar a su propia especie, no
pueden tener una vida segura ni libre de ansiedad.”
Los vínculos que mejores elementos aportan a una sociedad, son aquellos que se
establecen en sentimientos reales y amor sincero. La armonía que existe entre dos almas es lo que las conecta a un mundo de unidad y amor, desde aquí provienen las bases
de la felicidad eterna. Aún, para que tal felicidad sobreviva, se debe poner las diferencias
a un lado y comprometerse con otros en algunos de los asuntos que, con razón, son
rechazados.
Las amistades más valiosas, son aquellas que no se fundamentan sobre intereses
personales sino que están unidas por sentimientos de hermandad y son capaces de satisfacer al alma humana que necesita amor y consuelo. Una persona que se presenta a sí
misma como un amigo confiable, no debe permitir que nada altere sus sentimientos por
ese compañero; de hecho, debe luchar para alejar las calamidades y penas que puedan
herir el corazón de su amigo y enseñarle un jardín de esperanza y consuelo. Aquellos
que esperan el amor de otros, deben tener la habilidad de darles lo mismo antes que
vivir a la sombra de sus emociones. De acuerdo con un sabio “Nuestras vidas son como
una zona montañosa, siempre que uno emite un sonido, escucha el eco que vuelve;
aquellos cuyos corazones están llenos de amor por otros experimentarán lo mismo de
ellos. Es cierto que nuestra vida material se construye con intercambios. No queremos
decir que la vida espiritual se encuentra sobre las mismas bases, pero ¿cómo es posible
esperar fidelidad de otros sin ser fieles? ¿Y cómo puede uno pedir amor de los demás
sin amar primero?”
Obrar recíprocamente con otros, puede ser perjudicial sino está basado en amor y
honestidad por ambas partes.
Si la pesadilla de la hipocresía se apodera del corazón y la vida de los hombres; si
la adulación reemplaza la honestidad y amistad, la armonía y simpatía serán debilitadas
y el ánimo de cooperación será sustraído de la sociedad.
Indudablemente, muchos de nosotros hemos encontrado a otros en la sociedad, en
cuyos corazones no hay emociones ni amor real, se ocultan a sí mismos detrás del velo
del amor, pero frecuentemente, podemos ver tras ese velo, la realidad y sentimientos
verdaderos, y como resultado, nuestra relación con esos seres, culmina con la destrucción de sus máscaras.
En realidad, uno de los prerrequisitos para la felicidad y un método efectivo para el
desarrollo espiritual es la amistad sincera con personas virtuosas. Esto se debe a que
los pensamientos personales, se desarrollan bajo el amparo de esas relaciones, donde el
espíritu crece a niveles de piedad y sobresalientes características. Por lo tanto, es esencial examinar cuidadosamente los individuos que tomamos como amigos. Es un error
imperdonable establecer amistad con alguien cuya honestidad y pureza no sean verificadas ya que el hombre fue creado susceptible a las características de otros a través de
su reciprocidad con ellos. Las relaciones negativas son una amenaza para la felicidad
humana.
Los Individuos de Mal Carácter son Resentidos
Algunas características y hábitos indeseados, debilitan los lazos del amor y algunas
veces concluyen con la ruptura de excelentes relaciones. Personas irascibles que son
incapaces de preservar el amor de otros, levantan un muro indestructible entre ellos y la
sociedad que les impide ver la luz del amor. Por consiguiente, el mal carácter destruye la
base de la felicidad y desvaloriza el temperamento del hombre.
Es evidente que los malos modales, mantienen a las personas alejadas del resto
porque el hombre se resiste al trato con quienes lo ofenden o no pueden relacionarse.
De esta forma, los malos modales obligan a la gente a abandonar muchas facultades que
podrían haber sido muy provechosas para avanzar en la vida si hubieran sido bien educados.
Es necesario para alguien que desea actuar recíprocamente con su grupo, conocer
primero el arte de la interacción para luego familiarizarse con él y usarlo de acuerdo con
las reglas sociales aceptadas. Sin este proceso, una persona no puede vivir en armonía
con su comunidad ni puede llevar a la perfección su relación en tal sociedad. La buena
conducta, entonces, es la base principal de la felicidad entre la gente. Es también un
factor importante para mejorar la personalidad como individuo.
De hecho, los buenos modales, permiten al hombre hacer uso de sus aptitudes y
volverse más eficaz en el desenvolvimiento dentro de su sociedad en niveles generales.
No hay otra característica igual a los buenos modales para atraer el amor y el afecto de
los otros y atenuar las penas que puedan aparecer en la vida.
Aquellos que gozan de tales rasgos, no manifiestan su lado triste a los demás, evitando así que su privacidad sea invadida. Esos individuos se esfuerzan por crear un arco
iris de felicidad y afecto a su alrededor para que quienes se relacionan con ellos, olviden
sus miserias, dándoles un sentido de seguridad. También reflejan su propia seguridad, a
pesar de cualquier problema que pudieran tener, incrementando así, sus chances de
éxito y victoria.
Los buenos modales son, para muchos individuos, un fuerte elemento para triunfar. No es necesario decir, que el éxito de un establecimiento comercial está directamente relacionado con la buena conducta de sus empleados.
El gerente de una compañía que posee buenas modales, es habitualmente activo y
logra muchas vitales relaciones. En conclusión, los buenos modales son el secreto para
ser aceptado por los demás. La gente no puede relacionarse con las personas malvadas,
sin tener en cuenta su actitud. Un estudio particular revelaría la razón de las inclinaciones hacia algunos individuos más que a otros. Un sabio occidental, de acuerdo con sus
experiencias en este campo, registró lo siguiente:
“Un día decidí llevar a cabo un experimento de cómo mi buena conducta y rostro
alegre afectarían mi vida. Antes de ese día estaba triste y deprimido; esa mañana salí de
mi casa con la intención de ser dichoso. Pensé, he notado muchas veces que otros rostros atentos y felices me dan fuerzas. Quería descubrir si por mí mismo podía influir a
otros de igual manera. Mientras iba camino a mi empleo, me repetía mi determinación de
ser atento y tener un rostro feliz, incluso estaba convencido de ser un hombre afortunado. Como consecuencia un sentimiento de bienestar se apoderó de mí. Sentí que estaba
volando. Observé a mí alrededor con una gran sonrisa; pero todavía veía en el ambiente
aquellos en quienes eran notorios los rasgos de tristeza. Mí corazón se encendió por
esta gente y deseé poder darles algo de esa luz.
“Esa mañana entré a mi oficina y saludé al contador de una manera que no era la
habitual. Anteriormente, rara vez sonreía y nunca lo había saludado así, incluso si nos
cruzábamos. El contador no lo pudo evitar y me saludó cálida y afectuosamente. En ese
momento sentí que mi felicidad lo había afectado sinceramente.
“El presidente de la compañía donde trabajo, es la clase de hombre que nunca levanta la cabeza para hablar con alguien, es muy antipático. Ese día, me reprendió duramente, más que otras veces. No lo habría tolerado, pero debido a mi decisión de no dejar
que ningún incidente me molestara, le respondí de tal forma que hizo que algunas de las
arrugas de su rostro desaparecieran. Este fue el segundo suceso ese día. Más tarde me
esforcé por mantener mi rostro alegre y feliz y contagiar a mis compañeros de trabajo.
“De este modo, fui capaz de practicar este método con mi familia, lo que se tradujo
en consecuencias positivas. Como resultado, descubrí que puedo ser activo y feliz y
hacer que otros a mí alrededor se sientan igual.
Esto es posible para ustedes también, reúnanse con la gente con esta actitud. Tengan un rostro feliz y las flores de la felicidad, florecerán en sus vidas como las rosas en
primavera, ganarán muchos amigos que les darán paz y tranquilidad eternamente.”
Nadie niega el gran efecto que tiene esta característica de ablandar el corazón de
los enemigos. El respeto y los buenos modales también juegan un rol importante para
convencer a un adversario de adherirse a las ideologías.
Otro escritor occidental dijo al respecto: “todas las puertas están abiertas para
aquellos cuyos rostros son felices y tienen buenos modales; mientras que los individuos
de mal carácter, para abrirlas, deben derribarlas como si fueran delincuentes. El mejor
de los argumentos es aquel relacionado con la amabilidad, buenos modos y la alegría”
Más aún, quisiera agregar que los buenos modales, producen felicidad y conducen
a los individuos a la perfección, pero solo si esos buenos modales y buenos rasgos llevan en forma profunda a alejar el corazón de la hipocresía y las pretensiones.
En otras palabras, el sentimiento de amor debe ser una manifestación de lo que está
en el corazón. La apariencia exterior no es necesariamente un reflejo de lo que está oculto en el corazón de los hombres. Es posible que alguno de los buenos rasgos de un
buen individuo contradigan su corazón perturbado y perdido. Muchos son demonios que
se disfrazan con prendas de ángeles, disimulando así, sus temibles rostros bajo una
cortina de belleza.
El Profeta del Islam: el Ser perfecto
Todos sabemos que uno de los factores más importantes en los avances del Islam
fue la conducta perfecta del Profeta (P.B.D). Este hecho está indicado en el Sagrado Corán, donde Dios Todopoderoso, dice:
“Si hubieras sido áspero y duro de corazón, se habrían escapado de ti.”
Corán 3:159
El Profeta de Dios, (P.B.D), trató a todas las personas por igual. Su profundo e indescriptible amor por la humanidad fue una manifestación perfecta de su angelical ser.
Atendió todas las necesidades de los Musulmanes sin distinción.
“Y el mensajero de Dios (P.B.D) dividió su tiempo entre sus compañeros; igualmente atendería esto que aquello.”
Rawdah al-kafi p. 268
También condenó el mal carácter, repetidamente decía: “el mal carácter es nocivo; y
los peores de entre ustedes, son aquellos de mal carácter”
Nahj al-Fasahah, p. 371
Y:
“Oh hijos de Abdul Muttalib, ciertamente ustedes no (serán capaces) satisfarán a la
gente con su dinero, por lo tanto encontradlos con rostros felices y comportamiento
alegre”
Wasa’il ash-Shi ah v.2, p.222
Anas ibn Malik. sirviente del Profeta, solía decir cuando recordaba sus (del Profeta)
excelentes rasgos:
“He servido al Profeta (P.B.D.) por diez años; durante este tiempo, nunca me ha dicho ‘ah’ (como quejándose), sin importar lo que hubiera hecho o dejado de hacer”
Fada’il al-Khamsah v.l, p.119
Incluso más, la buena conducta y alegría son factores que prolongan la vida. El
Imam Sadiq (P.) dijo al respecto:
“La amabilidad y buenos modales hacen florecer la tierra y prolongar la vida”
Wasa’il ash-Shi ah, v.2, p.221
El Dr. Sanderson ha escrito sobre esto:
“La amabilidad es un factor importante para tratar y prevenir enfermedades. Muchos
medicamentos resultan en efectos colaterales indeseables junto con una cura temporal,
mientras que la amabilidad produce curas definitivas a cualquier parte del cuerpo... la
gentileza moviliza todas las facultades del cuerpo. La circulación sanguínea de aquellos
que poseen buenos modales es excelente y su respiración es mejor...”
Pirozi Fikr
Hay un pasaje hermoso en declaraciones del Imam Sadiq (P), donde dice que hay
una relación directa entre la amabilidad y los buenos modales y afirmó que están entre
los principios que prolongan la vida. La razón detrás de esto, es que la gente amable
goza de un sentimiento de felicidad y satisfacción, así, ambos, amabilidad y buenos modales poseen los mismos efectos anhelados. El Imam Sadiq (P.) también consideró estos
rasgos para lograr la felicidad cuando dijo:
“Parte de la felicidad del hombre son sus buenos modales.”
Mustadrak al-Wasa’il v.2, p.83
Samuel Smiles agregó sobre el mismo tema:
“Los buenos modales y el balance emocional tienen sus efectos sobre el desarrollo
del hombre y su felicidad, tal como otros poderes e instintos lo hacen. De hecho, la felicidad de los individuos está íntimamente relacionada con sus afectos y buenos modales.”
Akhlaq
En suma, los buenos modales hacen la vida más fácil e incrementa la subsistencia y
la armonía, el Imam Ali (P) dijo:
“Los buenos modales ofrecen una subsistencia rica y hace a los amigos más íntimos.”
Ghurar al-Hikam p.279
S. Marden escribió en su libro, lo siguiente:
“Conozco al gerente de un restaurante que se volvió más rico y popular por su buena conducta. He sabido que viajeros y turistas, viajan grandes distancias para llegar a su
establecimiento, lo hacen porque en ese lugar encuentran la privacidad y la atmósfera
placentera deseada. Cuando los clientes están allí, este gerente, alegremente los saluda
de una manera que no existe en ningún otro lugar. De hecho, en su restaurante, no existen las frías molestias de las quejas que se encuentran en otros sitios. Aquí los empleados tratan de demostrar afecto y construir relaciones amistosas con los consumidores,
en lugar de las usuales relaciones vendedor-cliente. Los dependientes sonríen y tratan
de estar todo el tiempo atentos en servir a los usuarios, esta atención proviene del amor
y el afecto por sus invitados. Los empleados establecen tales relaciones con sus clientes, que estos sienten no solo que deben volver, sino también traer a sus amigos. Está
claro que su método para atraer nuevos clientes es efectivo.”
Agregó:
“Los buenos modales no habían representado un papel tan importante a lo largo de
la historia, como en este momento. Se han vuelto indispensables para aquellos que desean tener felicidad y triunfar en la vida.”
Khistan Sazi
El Imam Sadiq (P.) incluyó al buen humor entre los signos de la habilidad del hombre para razonar. Dijo:
“Aquellos que tienen el más perfecto razonamiento de entre la gente, son aquellos
que tienen los mejores modales.”
Wasa’il ash-Shi ah v.2,p 201
Samuel Smiles dice:
“La historia nos muestra que los grandes genios eran hombres felices y optimistas,
ya que habían comprendido el verdadero sentido de la vida y trataron de manifestar su
razón en carne propia. Cuando uno reflexiona sobre sus logros, claramente puede notar
lo sano de su alma y pensamiento, así como su amabilidad y entusiasmo. Las grandes
almas y las personas inteligentes, poseen rostros alegres y felices. Sus modales fueron
ejemplo para aquellos que los siguieron y fueron influenciados por su conducta, de allí
en adelante, ellos mismos seguirían la luz de su amabilidad y natural felicidad.”
Akhlaq
El Honorable Mensajero (P.B.D.) dijo:
“Los rasgos más importantes que guiarán mi nación al paraíso son el temor a Dios
y los buenos modales.”
Wasa’il’ash-Shi’ ah, v.2, p 221
Consecuentemente, es concerniente para aquellos cuyo líder es la razón y para
quienes deseen llevar una vida honorable, obtener este invalorable capital espiritual, los
buenos modales. Para erradicar un rasgo indeseable, el hombre necesita un sincero anhelo de alcanzar su meta. Un vistazo a lo que los malos modales producen, incentiva a
luchar por abandonar tales modales.
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