criterios de descripción y evaluación de deslizamientos gigantes

Transcripción

criterios de descripción y evaluación de deslizamientos gigantes
INDICADORES PARA LA DESCRIPCIÓN Y EVALUACIÓN
DE DESLIZAMIENTOS GIGANTES: UNA REVISIÓN
Raúl Carreño C.
Grupo Ayar - Cusco - PERÚ
RESUMEN
Los deslizamientos gigantes, complejos, de carácter lento y permanente constituyen uno de los fenómenos de geodinámica más expandidos, siendo, al mismo tiempo, causantes, en casos analizados, de más del
90% de fenómenos catastróficos conocidos como súbitos o que involucran grandes velocidades (derrumbes,
deslizamientos-flujo, flujos de lodo y de detritos, etc.). A pesar de su alta incidencia y de sus secuelas potencialmente catastróficas, estos fenómenos son aún poco conocidos y no siempre bien entendidos.
En muchos casos estos deslizamientos han sido asimilados a la categoría de los Deep Seated Creep
(deslizamientos en fase formativa o deformaciones a gran escala sin superficie de ruptura). Se ha visto que
muchos de los ejemplos citados como Deep Seated Creep eran en realidad deslizamientos profundos bien
definidos.
Muchos de los indicadores de campo para evaluar la naturaleza, comportamiento y evolución de estas
grandes masas inestables resultan insuficientes o contraproducentes. Se cae, a menudo, en subvaluaciones o
confusiones con relación a los límites, la superficie real, la profundidad y las velocidades de estas masas,
cuyas dimensiones se llegan a medir en kilómetros cuadrados de superficie y hasta en cientos de metros de
profundidad. Sus velocidades mensurables en milímetros o pocos centímetros por año (en fases de actividad
normal o de subactividad) pueden acelerar cíclicamente hasta algunas decenas de centímetros por año, llegando a fases de aceleración paroxismal y ruptura violenta, que son los episodios que comúnmente se denominan deslizamientos por antonomasia.
Otro comentario muy común (y peligroso en términos de calificación de niveles de amenaza y vulnerabilidad) es el que alude a estos deslizamientos como “antiguos”, lo cual es tomado como sinónimo de estabilizado y no peligroso. En la mayor parte de casos se ha comprobado que estos supuestos deslizamientos
antiguos estabilizados permanecen en actividad continua pero a bajas velocidades.
Existen indicadores de deslizamientos que deben ser reconsiderados cuando se trata de los gigantes,
como, por ejemplo:
Pendiente: por lo general, se indica que a mayores pendientes hay mayor susceptibilidad a deslizamiento; en el caso de los deslizamientos gigantes, la pendiente general
del terreno es inferior a la de los terrenos circundantes.
Las subsidencias: en deslizamientos gigantes, por la complejidad cinemática, se dan
casos de elevación localizada de suelos o bloques en lugar de subsidencias.
Comportamiento de grietas: las grietas adquieren un comportamiento errático; muchas
de ellas, por efecto de la aceleración, tienden a cerrarse en lugar de abrirse. El análisis
del agrietamiento debe ser más amplio y tomar en cuenta el juego de bloques.
Otras confusiones se dan con relación a la neotectónica, pues muchos pequeños graben
y escarpas en contrapendiente son señaladas como productos neotectónicos cuando en
realidad son efecto de movimientos diferenciados de bloques.
Deslizamientos o bloques secundarios. Los deslizamientos gigantes tienen largos períodos de evolución y se dividen en bloques secundarios, cada cual con sus propias superficies de ruptura, adquiriendo comportamientos dinámicos relativamente independientes. Su identificación y evaluación son fundamentales para la calificación de peligros.
Existen muchos otros indicadores que difieren de los aplicados a deslizamientos de menor talla, por lo
que su uso debe ser analizado y adaptado a las características peculiares de las grandes masas inestables.

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