1 de febrero 2008 • índigo

Transcripción

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portada
E
Por Anabel Hernández
n el penal de máxima seguridad
en Puente Grande, Jalisco, Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”,
luce muy diferente del hombre
que fue detenido sin un tiro de por medio
el 26 de enero pasado en Culiacán.
No es sólo por el traje color caqui
de uso reglamentario, ni por la barba
recién rasurada, el casquete corto y la
tez medio lívida.
Dicen que el hombre responsable de
repartir los sobornos entre servidores
públicos municipales, estatales y locales
está molesto. Y su hermano Arturo Beltrán Leyva mucho más.
El día que “El Mochomo” fue detenido
no iba armado hasta los dientes, como
suele hacerlo, porque no se dirigía a hacer
la guerra, sino el amor. Se afirma que iba a
encontrarse con una de sus parejas sentimentales.
Muy pocos sabían dónde se iban a
encontrar. Muy pocos sabían que no estaría preparado para un enfrentamiento, y
menos para su detención.
Contra la versión que se pretende
vender a la opinión pública, la sorpresi-
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índigo • 1 de Febrero 2008
va detención de “El Mochomo” no es un
golpe contra Joaquín Guzmán Loera, alias
“El Chapo”.
De acuerdo a información interna de
la PGR en poder de Reporte Indigo, “El
Mochomo” ni siquiera pertenece a su
estructura, mucho menos es su lugarteniente o su “brazo armado”, como se quiere hacer creer.
Los Beltrán Leyva trabajan desde
hace muchos años con el Cártel de Juárez. Y la caída de “El Mochomo”, más
que debilitar, fortalece al intocable
“Chapo”.
Pareciera que desde adentro del gobierno alguien está interesado en desmentir
lo que en los hechos luce como una realidad. Que desde el sexenio de Vicente Fox
se vienen protegiendo los intereses de un
solo cártel, el de Sinaloa.
La historia que aquí vamos a narrar se
basa en información que comienza a fluir
de los cárteles de la droga hacia fuentes de
inteligencia de los gobiernos de México y
Estados Unidos.
En el bajo mundo del narcotráfico, las
historias de traición se escriben todos los
días. Y ésta parece ser una de ellas. La más
reciente.
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Arturo Bel
trán Leyva
Los Beltrán Leyva
D
e acuerdo a información interna
de la PGR, Marcos Arturo Beltrán
Leyva y sus hermanos Alfredo,
Héctor, Mario y Carlos, no son subalternos
de “El Chapo” Guzmán, ni forman parte
del Cártel de Sinaloa.
Se les identifica como socios de Vicente
Carrillo Fuentes, del Cártel de Juárez; del
jefe de jefes Mario Ismael Zambada, “El
Mayo”, y de Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”.
En 2001, a raíz de la fuga de “El Chapo”, los
cárteles ajenos a los del Golfo y Tijuana pactaron la creación de la llamada Federación.
Además de “El Chapo”, ahí estaban los
Carrillo Fuentes, los Beltrán Leyva, los
Valencia, Ignacio “Nacio” Coronel Villarreal, “El Mayo” Zambada, “El Azul” y “Los
Amezcua”.
No se trataba de la creación de un
nuevo y poderoso cártel. Todos operaban
por separado, pero se brindaban protec-
ción territorial y buscaban no atacarse
entre sí.
En 2004 fueron asesinados Rodolfo
Carrillo Fuentes y su esposa, ejecución
que fue atribuida a “El Chapo”.
La relación de los Carrillo Fuentes con
“El Chapo” se enfrió, pero la alianza continuó hasta junio de 2007, cuando los capos
hicieron una tregua para no seguirse
matando entre ellos.
En una carta de Los Zetas, fechada en
mayo del año pasado (Reporte Índigo 31),
se habla de los primeros acercamientos de
“El Azul” con el brazo armado del Cártel
del Golfo.
En la misiva hay un dato clave que hoy
adquiere un nuevo significado. Los Zetas
afirman que tienen alianzas con “Los Güeritos”, los Arellano y los Carrillo.
Cuando detuvieron a “El Mochomo”, la
PGR y el Ejército le atribuyeron el control
de “Los Güeritos”.
Alfredo Be
ltrán Leyv
a
Vicente carr
illo fuentes
Platícame la nota
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Joaquín “El Chap
o” guzmán
La envidia
L
os Beltrán Leyva fueron escalando
posiciones dentro de la Federación
hasta ocupar un nivel superior al de
Guzmán Loera, lo cual comenzó a provocar recelo a “El Chapo”.
Su ascenso, afirman las fuentes consultadas, se debió a que lograron establecer
un vínculo directo con la Presidencia de la
República, encabezada por Vicente Fox, a
través de Nahúm Acosta Lugo, quien era el
Ismael “EL mayo”
zambada
coordinador de las giras del mandatario.
Esto significaba que “El Chapo” Guzmán ya no era el único vehículo de acercamiento de los capos con el gobierno, como
lo venía siendo desde su fuga.
Con la tregua de 2007 entre los cárteles, los Beltrán Leyva se reposicionaron.
A fines del año pasado, la plaza del D.F.
comenzó a ser manejada por Arturo Beltrán Leyva y sus hermanos a través de su
lugarteniente Sergio Villarreal, alias “El
Grandote” o “El Grande”, quien se trasladó de Durango a la Ciudad de México.
Héctor “El güero
” palma
Lo trajeron como jefe operativo y
comenzó a ejecutar gente a diestra y
siniestra. Lo describen como una persona de pocas palabras, violenta, que
ajusticia personalmente sin dar muchas
explicaciones.
Según las fuentes consultadas, ésa es la
razón por la que empezaron a aumentar
las ejecuciones en el D.F. desde noviembre pasado. Han aparecido cabezas en las
inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el principal
punto para el paso de droga en la capital.
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La traición
D
icen que en diciembre de 2007
llegó al aeropuerto un embarque de pseudoefedrinas perteneciente a “El Chapo”.
Sergio Villarreal no le permitió sacarlo. Le dijo que tenía que pedirle permiso a
Arturo Beltrán Leyva.
La versión señala que Guzmán Loera se
molestó y tuvo un encuentro en Culiacán con
“El Mayo” Zambada y Arturo Beltrán Leyva.
“El Mayo” le dijo que no había problema, que sólo tenía que avisarle a Arturo
cuando quisiera pasar mercancía.
El jefe de los Beltrán le habría dicho a
“El Chapo” que su gente no había identificado a sus enviados y que no podían dejar
entrar a cualquiera. Que le avisara antes
de querer pasar algo y con mucho gusto lo
ayudaba. Guzmán Loera se molestó, pero
se aguantó.
El incidente trascendió entre el crimen organizado porque “El Mochomo”
comenzó a presumir el suceso.
Pero el 21 de enero pasado fue detenido y
encerrado en el penal de máxima
seguridad en Puente Grande,
Jalisco.
Ahí está recluido Héctor
Palma Salazar, alias “El
Güero”, el principal socio
y amigo de “El Chapo”,
a quien todavía se le
atribuye el control del
penal.
Esto significa que si
Arturo Beltrán Leyva
quiere que su hermano tenga
una estancia más llevadera, tendrá
que pedirle el favor a “El Chapo”.
Una señal inequívoca de que los Beltrán Leyva no son gente de Guzmán
Loera es que cuando detuvieron a “El
Mochomo”, los primeros que salieron a
ofrecer su apoyo fueron los lugartenientes del Cártel del Golfo.
Expertos en el tema afirman que desde
su fuga del penal de máxima seguridad
de Puente Grande, “El Chapo” se ha gra-
duado en relaciones públicas. Es el dueño
del manejo del poder dentro y fuera del
mundo del narcotráfico.
La supuesta traición podría ser el detonador de una nueva guerra entre los cárteles.
¿Qué papel jugará “El Mayo” Zambada?
¿Podrá “El Chapo” mantener vigente su
relación con las autoridades que lo protegen?
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VENGANZA
EN TIJUANA
E
l 17 de enero, la Policía Federal Preventiva (PFP), la Policía Estatal Preventiva y el Ejército Mexicano se
enfrentaron durante más de tres horas
con integrantes del Cártel de los Arellano
Félix. Buscaban tomar por asalto una casa
de seguridad localizada en el Fraccionamiento Cortés, en la ciudad de Tijuana.
Un helicóptero de la Policía Estatal
sobrevoló la zona, descendió en una ocasión y después volvió a emprender el
vuelo.
Dentro de la casa fueron encontradas
seis personas presuntamente secuestradas y ejecutadas con el tiro de gracia.
La PFP, que depende del secretario de
Seguridad Pública Genaro García Luna,
informó a través de un comunicado que
la localización de la casa fue resultado
de “trabajos de inteligencia de gabinete
y campo” de los elementos de la policía
federal.
Oficialmente, las autoridades no han
querido revelar el nombre de los seis ejecutados. Según fuentes gubernamentales consultadas por Reporte Índigo, todos
eran integrantes del Cártel de Sinaloa. La
duda es si se trató de un ataque a los Arellano Félix o de un intento de rescate de
los plagiados.
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política
cacería DE Arturo Beltrán
D
espués de la detención de “El
Mochomo”, la PFP realizó sorpresivos y exitosos cateos en
tres casas de la Ciudad de México ubicadas en San Ángel, Romero de Terreros y
Pedregal de San Ángel.
Los operativos tenían un fin, buscar
a Arturo Beltrán Leyva. No lo encontraron, pero las casas en cuestión efectivamente eran de él.
El primer cateo se llevó a cabo en el
número 173 de la calle Cerro Dos Conejos,
en la colonia Romero de Terreros de la Dele-
gación Coyoacán. Fueron detenidos ocho
presuntos sicarios en posesión de armas.
También se encontró un pequeño laboratorio para procesar drogas sintéticas.
El segundo se realizó en la calle General Aureliano Rivera 17, colonia San Ángel,
en la Delegación Alvaro Obregón. Ahí fueron detenidos tres supuestos integrantes
del “ejército” de “El Chapo”.
A unos cuantos metros de la inmensa
casa conocida como “El Zacatito”, vive
el ex procurador general de la República
Ignacio Morales Lechuga.
Un tercer cateo se realizó en el número 32 de la calle Escarcha, en la colonia
Pedregal de San Ángel, donde se supone
que fue encontrado otro arsenal.
Ese día hubo un cuarto operativo del que
no han informado ni la SSP ni la PGR.
Según señalan vecinos del lugar, se
realizó en la calle Brisa número 366, en
Pedregal de San Ángel. La casa actualmente pertenece a una persona llamada
Carlos Septiem, pero antes fue de Amado
Carrillo Fuentes y después de un alto
mando de la Marina de apellido Rojas.
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índigo • 1 de diciembre 2006
1 de diciembre 2006 • índigo
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La
revancha
D
icen que Arturo Beltrán Leyva está
muy enojado. Y con un hombre
como Sergio Villarreal, la violencia
puede alcanzar niveles nunca vistos.
La detención de Alfredo Beltrán Leyva
provocará una nueva crisis interna entre
los capos del narcotráfico y expone a las
instancias de gobierno a que resurja una
cruenta guerra como la del año pasado.
Fuentes del gobierno federal dicen que
lo que se espera para los próximos meses es
el cobro de facturas a quienes recibían un
pago por proteger a Alfredo Beltrán Leyva
desde las estructuras de seguridad pública.
Y al final, también lo traicionaron.
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El ABC
del narcotráfico
en México
El gobierno federal presume
diariamente los logros de su “lucha”
contra el narcotráfico. Los spots
hablan de cifras espectaculares.
Lástima que palidecen ante la cruda
realidad de nuestro país.
Así, es muy difícil celebrar.
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portada
D
ecomisos “históricos” de 50 toneladas de cocaína en 2007…
Enfrentamientos entre narcos
y militares en Tijuana que invaden el horario triple A de la televisión mexicana…
La detención de Alfredo Beltrán Leyva,
a quien la PGR anuncia como lugarteniente de Joaquín Guzmán Loera, alias “El
Chapo”…
Cateos sorpresivos en tres casas de la
Ciudad de México, donde detienen a más
elementos de los Beltrán Leyva…
Altos funcionarios de la PGR amenazados de muerte por el Cártel de Sinaloa…
Todos estos hechos, dados a conocer
por la PGR, la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) y el Ejército como parte de
la “lucha” contra el narcotráfico, lucen
espectaculares.
Y lo serían, si no fuera porque palidecen ante la cruda realidad de nuestro
país.
Reporte Índigo tuvo acceso a diagnósticos internos de la PGR sobre la situación
del tráfico de enervantes y el poder de los
cárteles. Fueron realizados a finales de
2007.
Su contenido da otra dimensión a lo
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rutas del narcotráfico
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que ha realizado el gobierno federal. No deja lugar al festejo. No por lo
menos al jolgorio con el que se canta
“el decomiso de la semana”.
No se trata de menospreciar las
tareas oficiales en la guerra contra
los estupefacientes, sino de entender su alcance real y ver si la lucha es
pareja contra todos los cárteles.
De acuerdo con los diagnósticos realizados con información de
los gobiernos de México y Estados
Unidos, pareciera que la batalla del
actual gobierno contra el narcotráfico aún no comienza. Y el combate que se ha llevado a cabo hasta
ahora está fuera de foco.
En el mundo, la cantidad de
consumidores aumenta a una tasa
anual de 5 por ciento, lo cual alarma si se considera que el crecimiento poblacional es de 2.7 por
ciento. Se estima que cada día,
entre 30 mil y 50 mil personas
prueban un estupefaciente por
primera vez.
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Tan sólo en EU, diariamente hay 8
mil nuevos consumidores. De ellos,
4 mil son menores de 18 años.
Según los documentos de referencia, México produce 30 por ciento de
la mariguana del mundo y 3 por ciento de la heroína.
Anualmente, llegan al país 550
toneladas de cocaína. De esa cantidad, 50 toneladas se quedan en territorio nacional y 500 van a Estados Unidos.
“La delincuencia organizada tiene
un alto poder corruptor que mermó la
capacidad de respuesta de los órganos
de seguridad del gobierno mexicano”,
se afirma en los diagnósticos.
Según la Oficina Nacional de Control de Drogas de EU, los ingresos de los
narcotraficantes mexicanos por vender
estupefacientes en la Unión Americana
superan los 13 mil 500 millones de dólares, cifra que equivale al 18 por ciento de
las reservas de México.
Éste es el ABC del narcotráfico en
México y su cruda realidad.
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Las armas
F
uentes de la PGR informaron a
Reporte Índigo que desde el 15 de
diciembre pasado los gobiernos
de Estados Unidos y México llegaron a
un acuerdo para actuar ante la situación
insostenible de tráfico de armas, drogas
y migrantes a través de la porosa frontera norte.
En su página de Internet, la Contraloría Interna de EU exhibe un video que
muestra la realidad del tráfico de armas
a México.
Se trata de un experimento que
demuestra que en las fronteras norte y
sur de EU, cualquier persona puede colocar materiales radioactivos sin que sean
detectados por la policía estadounidense
ni por el sofisticado sistema de radares.
En el diagnóstico de la PGR, se considera que México tiene un doble problema en
la logística del narcotráfico.
Por la frontera norte ingresan armas y
dinero en efectivo para las actividades del
tráfico de enervantes; por la del sur entran
los estupefacientes.
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Se considera que la entrada clandestina de armas y municiones tiene un costo
bajo para el crimen organizado mexicano
debido a la colindancia con el mercado de
armas estadounidense, donde la portación es legal.
Las armas se venden en tiendas
deportivas y hasta en los supermercados. Además, un alto porcentaje de estos
establecimientos se localiza en la fronte-
ra México-EU.
Según el diagnóstico, para que el crimen
organizado adquiera armas en EU, debe haber
una vinculación directa entre los residentes
legales de ese país con los delincuentes mexicanos.
Se considera que las rutas, los medios de
transporte y el sistema para ocultar las armas
son similares a los que se emplean para el tráfico de drogas.
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Cártel de Sinaloa
“EL Chapo” Guzmán
E
Cártel de Tijuana
Benjamín Arellano Félix
Cártel de Juárez
Vicente Carrillo Fuentes
Cártel del Golfo
Osiel Cárdenas GuillÉn
LOS CÁRTELES
n el primer semestre de 2007, en los
tiempos de la cruenta guerra entre
los cárteles, los analistas de la PGR
tenían identificadas a seis bandas. Todas
independientes entre sí, pero con alianzas
estratégicas.
Estaban el grupo del narcotraficante Pedro Díaz Parada, reaprehendido en
enero de 2007, y los hermanos Amezcua
Contreras. Las dos organizaciones saltaron a la palestra en los 90.
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Cártel de Juárez
José Esparragoza “El Azul”
La organización de Díaz Parada, que
sigue operando pese a la detención de su
líder, es el principal introductor de drogas
a través del sureste del país, en la frontera
de México con Guatemala.
Se le atribuye el control de 20 por ciento
de la producción nacional de mariguana.
Los Amezcua Contreras se han reposicionado con el auge del mercado de las
anfetaminas y la migración de laboratorios a México.
Se señala que el grupo de Díaz Parada y
los Amezcua Contreras trabajan indistintamente con tres cárteles, el del Golfo, el
de Juárez y el de Sinaloa.
El Cártel del Golfo, fundado por Juan
N. Guerra en la década de los 80, era encabezado por Osiel Cárdenas Guillén con el
apoyo de sus hermanos Ezequiel, Raúl,
Antonio, Agustín y Rafael. Les siguen
Jorge Eduardo Costilla Sánchez, “El Coss”,
y Heriberto Lazcano, líder de Los Zetas.
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Los documentos también hablan del
Cártel de Juárez, fundado en los 80 por
Ernesto Fonseca Carrillo. En esa organización se identifican actualmente dos familias, los Carrillo Fuentes (Vicente Carrillo
Fuentes) y los Valencia Valencia (Armando
Valencia Cornelio).
Como parte del Cártel de Juárez, son
identificados dos de los capos más poderosos de México: Mario Ismael Zambada,
“El Mayo”, y Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”.
Se afirma que sus aliados directos, también pertenecientes al Cártel de Juárez,
son los hermanos Beltrán Leyva.
De acuerdo con el diagnóstico de la
PGR, esto significa que la reciente detención de Alfredo Beltrán Leyva no es un
golpe contra “El Chapo”, como se ha pretendido manejar, sino, según la información interna de la dependencia, un golpe
contra el Cártel de Juárez.
En el organigrama del narcotráfico que
tienen las autoridades, no aparecen los
Beltrán Leyva como parte del Cártel de
Sinaloa, mucho menos están subordinados, ni son sicarios o brazo armado de “El
Chapo”.
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ellano
Fotografía de la familia ar
teo.
félix encontrada en un ca
El Cártel de Tijuana es de los Arellano
Félix. Las actuales cabezas son Eduardo
y Enedina Arellano Félix. En los niveles
inferiores hay operadores como Manuel
Aguirre Galindo y la familia Zatarain.
Y, por supuesto, está el Cártel de Sinaloa, conformado por Joaquín Guzmán
Loera, “El Chapo”, y por Héctor Luis
Palma Salazar, “El Güero”, preso en el
penal de Puente Grande, Jalisco.
Debajo de ellos están Cándido Palma
Salzar, Isaac Elenes Verdugo “El Titán”,
Miguel Angel Guzmán Loera “El Mudo”,
Humberto y Jesús Loya Pérez.
Cada cártel opera por separado. Asume
sus ganancias y sus pérdidas. Pero en 2002
se estableció una alianza entre los cárteles de Sinaloa y Juárez, junto con el de los
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Valencia.
Su unión gestó la hoy llamada Federación, que durante todo el sexenio foxista
y en el inicio del gobierno de Felipe Calderón se enfrascó en una guerra a muerte con el Cártel del Golfo y sus aliados
del Cártel de Tijuana.
De acuerdo con la información recabada, las alianzas de los cárteles se traducen en el permiso de paso de mercancía por sus respectivos territorios.
También en operaciones conjuntas
para traer cargamentos de droga de
Asia o Colombia, aunque cada embarque está perfectamente diferenciado y cada quien se hace cargo de sus
ganancias o pérdidas.
La alianza no implica un negocio
totalmente entrelazado. Y nadie se
convierte en empleado de otro.
La DEA estimaba el año pasado
que la alianza entre los Arellano Félix
y los Cárdenas Guillén –Tijuana y El
Golfo- controlaba 40 por ciento de la
distribución de cocaína en EU y 30
por ciento de la mariguana.
Señalaba que la alianza entre los
Carrillo, los Guzmán y los Valencia, todos integrantes de la Fede-
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ración, introducía 50 por ciento
de la cocaína, 30 por ciento de las
metanfetaminas y 50 por ciento de
la mariguana que ingresaba a EU.
Pese a estas cifras, que están
en poder del gobierno de México,
en los últimos siete años, las autoridades han enfocado sus baterías
a combatir al Cártel del Golfo y a su
brazo armado, Los Zetas.
En contraparte, hay muy pocas
acciones contra la Federación. Pero,
sobre todo, un nulo combate a Joaquín “El Chapo” Guzmán y su Cártel
de Sinaloa.
La prueba más fehaciente es que
después de siete años de su fuga del
penal de máxima seguridad de Puente Grande, sigue libre y operando.
A mediados de 2007, se dio el lujo
de celebrar una gran boda a plena luz
del día en el municipio de Canelas,
Durango, gobernado entonces por
el panista Francisco Javier Cárdenas
Gamboa.
El alcalde no sólo asistió a la boda
del legendario “Chapo”, sino que coronó como reina de la Feria Regional del
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Victorias
pírricas
D
Café y la Guayaba 2007 a Emma Coronel
Aispuro, la joven esposa del capo.
En tanto, el líder del Cártel del Golfo,
Osiel Cárdenas Guillén, fue aprehendido
en 2003 y extraditado a EU en 2007.
Y en 2006, la DEA detuvo en aguas
internacionales de La Paz, Baja California, a Francisco Rafael Arellano Félix, que
también fue extraditado a EU en septiembre de 2006.
Fuentes del gobierno de México justifican la estrategia de combate señalando
que el Cártel del Golfo y Los Zetas son los
más violentos y los mejor entrenados porque están integrados por desertores del
Ejército.
Además, el gobierno de EU se ha quejado varias veces ante las autoridades mexicanas porque tanto el Cártel del Golfo
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como el de los Arellano Félix están diversificando sus negocios dedicándose al
secuestro.
Después de la cruenta guerra librada en los últimos dos años, las cinco
bandas de narcotraficantes más importantes acordaron en junio pasado una
tregua para dejar de luchar entre ellos
(Reporte Índigo 51).
Entonces, los cárteles se repartieron el
territorio y definieron nuevas reglas para
una coexistencia sin violencia. Inmediatamente después del pacto, se redujeron las
ejecuciones.
La detención de Alfredo Beltrán Leyva
pone hoy en jaque esa tregua. En las filas
de los narcotraficantes, según la información recabada, hay un fuerte tufo a traición.
espués de conocer estos reportes,
es difícil celebrar las victorias del
gobierno federal en su combate al
narcotráfico.
Cuando se anuncia con bombo y platillo la cifra récord de 50 toneladas de cocaína incautadas en 2007, y se compara el
dato con las 500 toneladas que sí pasan, el
logro se minimiza. La cifra histórica apenas representa 11 por ciento de la cocaína
que ingresa a México.
Justo cuando se hablaba de inminentes
relevos en la PGR y la SSP, vienen supuestos golpes a “El Chapo” Guzmán. Sin
embargo, fuentes de primer nivel dicen
que esas acciones se usan para desinformar a la opinión pública y hasta al propio
presidente de la República.
La pregunta es: ¿por qué, si el gobierno federal tiene tanta y tan puntual
información, los decomisos de droga y
las detenciones de narcotraficantes son
pequeñas con respecto al tamaño del
problema?
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portada
El organigrama
Así están integradas las
principales redes de la
delincuencia organizada.
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Haz click en los números
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portada
P
uede que Genaro García Luna no
sea el mejor policía que existe, pero
sin duda es un gran guionista y un
auténtico director de escena. Un
experto en recrear historias, hacer montajes y diseñar escenarios para cada ocasión,
dependiendo de su audiencia.
El secretario de Seguridad Pública es
capaz de invertir tiempo y dinero con tal
de encontrar el esquema que le permita
salir lo mejor librado posible. En su vida
personal y profesional.
Consciente de su mínima capacidad
para expresar sus ideas, lo cual hace que sus
reuniones sociales sean difíciles de sobrellevar, creó un set propicio en su casa de Jardines de la Montaña, al sur de la Ciudad de
México, para atender a sus invitados.
Convirtió el sótano en un videobar
cuyas paredes cubiertas de pantallas,
potentes bocinas y luces multicolores
hacen imposible el diálogo.
Así, los invitados no tienen que lidiar
con la mala dicción del anfitrión ni con su
escasa elocuencia. Y tampoco hay espacio
para que reparen mucho en ello.
En 2007, para celebrar el fin de año,
organizó una reunión con sus hombres
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EL C A SO
DE L A FR A NCESA
FLORENCE C A SSEZ
FUE UN m o n taj e
pa r a los m e d io
s.
más cercanos. El disc jockey de la tarde
fue el propio titular de Seguridad Pública,
quien escondido detrás de la consola de
sonido se libró de tener que entablar conversación.
Creó un ambiente visual y auditivo para
los asistentes. Puso música y videos acordes a las edades de sus invitados y a las
distintas modas musicales que han escuchado a lo largo de su vida.
Tras la consola, el único parlamento de
García Luna era next. Con este monosíla-
bo anunciaba cada video, cada canción.
Cuando alguno de sus invitados se preparaba para marcharse, lo detenía poniéndole un tema o un video especial.
García Luna no es bien visto por algunos funcionarios del gobierno de Felipe
Calderón. No sólo porque en el sexenio
pasado, cuando era director de la Agencia
Federal de Investigaciones (AFI), su corporación se vio envuelta en escándalos de
corrupción, como el asesinato de Enrique
Salinas de Gortari.
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portada
el día del
accidente de
martín huerta,
los elementos
de garcía luna
rescataron a
rubén omar
romano como por
arte de magia.
Sino porque en más de una ocasión se
percibió que montaba operativos de rescate de secuestrados justo en momentos
clave, como cuando murió el secretario de
Seguridad Pública Ramón Martín Huerta. Curiosamente, el día del accidente del
funcionario, como por arte de magia y
después de dos meses de haber sido reportado el secuestro, los elementos de García
Luna rescataron al entonces entrenador
del Cruz Azul, Rubén Omar Romano.
Y cómo olvidar el caso de la francesa
Florence Cassez, acusada de pertenecer a
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una banda de secuestradores.
En febrero de 2006, García Luna y José
Luis Santiago Vasconcelos, quien era
subprocurador de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada,
tuvieron que reconocer públicamente que
las impactantes escenas de la aprehensión
de dicha banda fueron fabricadas para los
noticieros televisivos.
A raíz de ello, se habló de que el rescate
de Romano, que también fue televisado,
se habría dado en circunstancias similares: un montaje con guión de por medio.
Desde que inició la actual administración hay versiones de la inminente salida
de García Luna. En parte, por el gris papel
que desempeñó en el sexenio foxista. Pero
eso no es todo.
Algunos de sus colaboradores más
cercanos, como Luis Cárdenas Palomino
y Francisco Javier Garza, son frecuentemente señalados por sus presuntos tratos
con el narcotráfico y su vinculación con el
negocio del secuestro.
Incluso hay quienes han entregado
informes a la Presidencia de la República
sobre los presuntos compromisos de García Luna con el crimen organizado.
Pero el guionista ha sabido ganarse la
confianza del equipo de Felipe Calderón.
Sobre todo del joven secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, cuya protección se presume que lo mantiene en
el cargo.
Por lo pronto, el montaje de “El
Mochomo”, la telenovela en la que se
pretende hacer ver a “El Chapo” Guzmán y al Cártel de Sinaloa como las
grandes víctimas de la detención, tiene
problemas de producción. ¿Alguien
comprará el guión?
➜

1 de febrero 2008 • índigo

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