dones espirituales

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dones espirituales
DONES ESPIRITUALES
PARTE 4
Hemos llegado a la parte final de este estudio para considerar la tercera clasificación de los dones
espirituales llamada operaciones (Gr. Energemata, lit. energía), que pueden entenderse como
actividades poderosas (por implicación, sobrenaturales) y que son las nueve referidas en 1Co.12:810.
Pero no podemos pasar por alto el hecho de que esta sección es la que más genera división y
controversia teológica y espiritual entre los creyentes. Como mencionamos en la segunda parte de
este estudio, la diferencia de opinión acerca del uso, vigencia y trascendencia de los dones no
radica en los ministeriales (excepto los apóstoles y profetas por un distorsionado entendimiento
de ellos en los últimos 20 años) ni en los de gracia de Ro.12 por ser de orden práctico, pero sí en
los energemas que nos ocuparán en la lección de hoy.
Es, pues, necesario que podamos encontrar el correcto balance teológico y espiritual en
conformidad a TODO el consejo de Dios en este asunto, que como bien menciona Pablo en
1Co.12:1, no debemos ignorar.
Hagamos un repaso de lo que vimos en la lección anterior acerca del propósito de cada una de las
tres clasificaciones de dones espirituales:
“Por medio de los dones ministeriales (diakonías) el Señor Jesús edifica su Iglesia
(Mt.16:18); a través de los dones de gracia (carismas), el Espíritu promueve la unidad del
cuerpo (Ef.4:3); y en las manifestaciones poderosas (energemas), el Padre vivifica a su
pueblo (Jl.2:28-29)”.
Es de vital importancia considerar dos puntos relevantes en cuanto a las operaciones (energemas)
para poder desarrollar equilibradamente este tema. El v.7 nos da la pauta para hacerlo.
Primeramente nos hace saber que las operaciones son manifestaciones (Gr. Phanerosis;
manifestarse, venir a la luz, expresar, exhibir) del Espíritu; es decir que suceden única y
exclusivamente cuando el Espíritu quiera hacerlo y no cuando la persona, que es sólo el
instrumento, lo determine o deseé.
En segundo lugar, el v.7 también nos instruye acerca del para qué de las operaciones (energemas)
dentro de una comunidad de fe. Se dice que son para provecho (Gr.Sumphero; bien común) de los
demás y no del propio. Desafortunadamente, algunas de las operaciones han sido vistas como
fuente de edificación personal y no para beneficio de otros, como debiese ser.
Si entendemos esto y lo aplicamos, bien podríamos estar preparados para que el Espíritu
manifieste su presencia entre nosotros cada vez más. ¿Estás listo para la travesía?
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NUEVE OPERACIONES (ENERGEMAS) DEL ESPÍRITU
I.
PALABRA DE SABIDURÍA. (Gr. logos sophias) Entendamos primeramente que la
sabiduría referida aquí es la espiritual y no la humana. Existe una sabiduría práctica
que pudiera ser similar a la que se usa mediante el consejo que se otorga a una
persona que está en necesidad de dirección y que puede igualmente ser espiritual; sin
embargo, la palabra de sabiduría que emerge de una manifestación sobrenatural del
Espíritu, es la que se relaciona con la persona de Cristo como la fuente de la sabiduría
y con el impacto directo de esta sabiduría en la vida espiritual del creyente. Es decir,
es más que mostrarle al individuo cómo vivir; es más bien revelarle al Señor.
Todo creyente debe experimentar, en su relación con Dios por medio de Cristo y a
través del Espíritu, un entendimiento cada vez más profundo de la persona de Jesús,
y la palabra de sabiduría es el medio por el cual Él se da a conocer (Jn.16:12-15). A lo
largo de nuestro caminar con Cristo tendremos que decir, en más de una ocasión, las
mismas palabras de Job: “de oídas te había oído pero ahora mis ojos te ven”.
II.
PALABRA DE CIENCIA. (Gr.gnosis, lit. conocimiento. En un sentido práctico es la
acumulación del saber; es lo contrario a la ignorancia). La palabra de ciencia es la
apertura que Dios nos otorga a sus propios pensamientos. Es el acceso por medio
del Espíritu a su propia mente.
Muchos creemos entender muchas cosas, hasta que Dios habla; creemos saber cómo
Dios piensa, hasta que por medio de una palabra de conocimiento Él se nos revela
(manifiesta) y nos pasa de la ignorancia al conocimiento de sí mismo y de su corazón
(Jer.9:23-24; Ef.4:11-16; Fil.1:9-11, 3:8-11; Col.1:9-10).
Una manera de comprender mejor estas dos manifestaciones del Espíritu (palabra de
sabiduría y de ciencia) es a través de Prov.2:1-10 y 1 Co.2.
III.
FE. Aunque todos somos llamados a ser personas de fe, la persona que es investida
con esta operación (energema) del Espíritu tendrá una medida de fe sobreabundante
(según lo requiera la necesidad) para realizar algo que no podría suceder sino solo con
esa dimensión de confianza extrema.
Un ejemplo poderoso del don de fe fue el líder cristiano George Mueller, quien en el
siglo XIX proveyó casa, alimento y vestido para miles de huérfanos completamente
por medio de oración, sin siquiera pedir donaciones. O el de Pedro caminando sobre
el agua. Urge que el Espíritu se manifieste por medio de personas que digan: sí es
posible (Mr.2:1-12).
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IV.
SANIDAD. Todo creyente es llamado a orar por la sanidad de los demás cuando éstos
enferman. El ministerio del Señor se caracterizó por un fuerte sentido de compasión
por los enfermos. Pero en las operaciones del Espíritu, la sanidad divina fluye con
mayor intensidad por medio de personas que son dotadas con ese don particular
para un momento particular.
Cuando leemos Mr.14:17-18 solemos atribuir a la totalidad de los creyentes el
llamado a la sanidad divina por medio suyo, cuando en realidad estará encabezada
por algunos que al formar parte del cuerpo de Cristo lo hacen por todos a la vez. Nota
en 1Co.12:30 cómo se establece este principio de diversidad/unidad del cuerpo en la
que algunos tienen específicamente esa capacidad sobrenatural. También en
Stg.5:14-15 se llama a que la oración de sanidad sea por medio de los ancianos (líderes
de la iglesia).
No olvidemos que esta operación -así como las ocho restantes- NO está sujeta a la
voluntad de la persona usada por el Espíritu, sino por el Espíritu mismo. El nuevo
testamento nos recuerda que aun Pablo y Timoteo, hombres por medio de los cuales
el Espíritu se manifestaba con poder, padecieron enfermedades que tuvieron que
soportar por mucho tiempo; sin embargo, es necesario que hombres y mujeres
dotados con este don, se levanten y traigan a nuestras comunidades de fe ese
preciado regalo que es la salud.
V.
MILAGROS. (Gr. Dunamis, actos de poder) Bien podríamos usar la misma estructura
del don de sanidad, pues en ambos el Espíritu pasa por alto las leyes de la naturaleza
para realizar obras que no pueden explicarse de forma lógica. Aquí la diferencia
radicaría en el acto en sí, que aunque bien pudiera implicar un milagro de sanidad, es
más bien para acciones sobrenaturales, como podría ser la multiplicación de alimento
en tiempo de escasez.
VI.
PROFECÍA. Incluida dentro de los dones ministeriales y los de gracia, aquí la profecía
como un energema tiene la connotación de la anticipación de un evento futuro en
específico. Lamentablemente éste ha sido el más distorsionado, ya que por consistir
en sólo palabras (a diferencia de los que son visuales como la sanidad o los milagros)
muchos han abierto su boca como si estuviese operando en ellos la manifestación del
Espíritu, cuando en realidad no ha sido sino su propia imaginación. Esto ha llevado a
muchos a la confusión, porque aunque de momento son palabras solamente, llegará
el tiempo en que se vuelva algo visible (real) por medio de su cumplimiento o a nunca
cumplirse, generando entonces un conflicto en la fe.
Dios no ha dejado de hablar a su pueblo y desea darnos dirección por medio de sus
mensajeros y de la profecía bien direccionada por personas con este don, que tienen
un gran sentido de responsabilidad de saber que hablan de parte de Dios por medio
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del Espíritu, esto puede llegar a ser como una brújula para un marinero (Hch.11:2830; 21:10-11; 27:9-10,21-25).
VII.
DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS. Existe un don natural para identificar la
personalidad de alguien e incluso a veces hasta de poder percibir sus intenciones. Pero
cuando el Espíritu Santo opera en algún creyente, el discernimiento (distinguir o
separar completamente) espiritual sobrepasa la barrera de lo que a simple vista
ninguno podría percibir por más capacidad psicológica o natural que pudiera tener
para ver el corazón de una persona.
Este don también se manifiesta para distinguir entre la verdad y el error, entre lo que
es del Espíritu y lo que no lo es (1Jn.4:1).
VIII.
LENGUAS. El don de lenguas es un idioma personal de oración dado por Dios, por medio del
cual el creyente puede comunicarse con Él más allá de los límites del conocimiento y del
entendimiento. Cuando se usa el don de lenguas, acordamos con Dios que el Espíritu Santo
ora con y a través de nosotros y aunque no podamos entender qué estamos orando, Dios
entiende; sin embargo, se nos invita a que si oramos en lenguas pidamos también el poder
interpretarlas para que no sólo nuestro espíritu sea edificado sino también nuestro
entendimiento (1Co.14:14-15).
La habilidad para orar en una lengua desconocida no es un don dado para todos los
creyentes (1Co.12:30) y tampoco es la evidencia de la llenura del Espíritu Santo; este
enfoque ha llevado a personas a buscar el don de lenguas (y a falsificarlo) meramente
para probarse a sí mismo y a otras personas que realmente están llenos de Él. No
olvidemos que es una operación que DEPENDE totalmente de la voluntad del Espíritu.
IX.
INTERPRETACIÓN DE LENGUAS. Las lenguas tienen un lugar importante en la vida
devocional del creyente, pero uno menor en la vida corporativa de la iglesia
(1Co.14:18-19), especialmente en reuniones “públicas” (1Co.14:23) a menos de que
haya el don de interpretar una lengua desconocida y así extienda las lenguas a la
edificación del resto de la iglesia.
Que la oración de los primeros creyentes citada en Hch.4:24-31 haga eco en nuestros
corazones y nos levante para estar listos, receptivos, abiertos y disponibles para que el
Espíritu de aquel que nos redimió se haga manifiesto entre nosotros y vivifique su obra en
estos últimos tiempos.
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DONES ESPIRITUALES
PARTE 4
PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN EN GRUPO

¿Qué significa la palabra griega “energema”?

El hecho de que sean manifestaciones sobrenaturales del Espíritu significa que están
sujetas a la voluntad de ______________________. Comenta con tu grupo acerca de
cómo podemos caer en lo contrario a esa voluntad.

¿Cuál es la particularidad del don de profecía de esta clasificación a diferencia de las otras
dos (ministeriales y de gracia)?

¿Identificas algún momento en que el Espíritu haya operado en ti alguno de estos dones?
¿Estás generalmente disponible para que eso suceda? ¿Has tomado alguna decisión al
respecto a partir de esta enseñanza?
MI EXPERIENCIA CON DIOS EN ESTA LECCIÓN FUE:
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Versículo a memorizar: “Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios,
que, con su poder, lo hace todo en todos. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del
Espíritu, para provecho de todos”. 1Co.12:6-7

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