Más información - José Antonio López Fernández
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ANTICONCEPCIÓN 568 J.A. López Fernández O. Piñero Sánchez S. Rogel Cayetano F.J Dieguez de Benito J.C. Martinez Escoriza Oclusión tubárica histeroscópica. Inserción y control del cierre diferido de las trompas Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital General Universitario de Alicante. INTRODUCCIÓN La oclusión tubárica histeroscópica (OTH) con el dispositivo essure, es un procedimiento sencillo de esterilización permanente que supone una mejora importante con respecto al método laparoscópico clásico: No necesita anestesia ni quirófano, carece de complicaciones mayores, es rápido, se utiliza una vía de abordaje natural (vaginal), se hace en régimen ambulatorio,… El microinjerto, insertado en la luz de la trompa de Fallopio, provoca una reacción inflamatoria que la impermeabiliza en el transcurso de tres meses1. La histerosalpingografía (HSG) realizada pasado este tiempo certifica la validez del método, aunque no todos los autores coinciden en que sea necesario realizarla, y apuestan por la radiografía simple de pelvis2 para visualizar los dispositivos y asegurar que no migraron. Hay publicada una serie con control ecográfico con buenos resultados3, pero la ecografía no es suficiente para asegurar la impermeabilidad tubárica. En nuestro servicio se introdujo la técnica de OTH en noviembre de 2003, desde el principio en la consulta externa de histeroscopia. Se han hecho 70 procedimientos en el intervalo noviembre 2003 – enero 2005. El objetivo es evaluar nuestros resultados en cuanto a la técnica de inserción, el control de la eficacia del método y la percepción de las pacientes PACIENTES Y MÉTODOS Pacientes: 70 mujeres remitidas para método anticonceptivo definitivo a nuestro servicio, procedentes de Ginecólogo de zona y Centros de Orientación Fa- Prog Obstet Ginecol 2005;48 Supl 2:563-96 miliar. Los criterios de inclusión fueron los siguientes: - Mujeres con revisión ginecológica sin hallazgos anormales - Mujeres con deseo inequívoco de anticoncepción definitiva que aceptan y consienten con las características de este método: - Que aceptan la posible ineficacia del método - Que aceptan la posibilidad de que por diversas causas no se pueda realizar la inserción de los dispositivos - Que aceptan los posibles efectos secundarios más frecuentes (dolor y hemorragia vaginal) - Que aceptan un intervalo de 3 meses usando otros métodos anticonceptivos hasta confirmar la impermeabilidad de las trompas El dispositivo Essure®4: Se trata de un dispositivo de 4 cm de longitud, integrado por un alambre flexible de acero inoxidable cubierto por una capa de fibras de dacrón y envuelto en una espiral compuesta por una aleación de titanio y níquel. Dispone de un mango para su despliegue y anclaje en la luz tubárica. Descripción del método de inserción: En la primera visita se les proporcionó a las pacientes toda la información, se prescribió anticoncepción hormonal salvo casos aislados en que se programó en fase proliferativa, y se prescribió ibuprofeno 600 mg y diacepam 5 mg para tomar una hora antes de la cita. En la segunda visita se realizó vaginoscopia e histeroscopia con histeroscopio rigido de 5 mm (Bettocchi) con canal de trabajo de 5 F (1,66 mm), usan- XXXVIII Congreso Español de Ginecología y Obstetricia Tabla 1. 569 Características generales de la serie Número de casos (n) 70 70 70 70 70 70 67 40 20 5 I Edad Paridad Inserción primer intento Inserción dos intentos Espasmo tubárico distintos grados Inserción defectuosa (menos de 2 anillos en cavidad) Satisfechas HSG. sellado a los tres meses Localización ecográfica de los dispositivos nsuflación tubárica confirma sellado do suero fisiológico como método de distensión, a presión inicial de 80 – 100 mm HG (bomba de infusión endomat Storz). En los primeros veinte casos se utilizó anestesia paracervical con lidocaína 1%. Con posterioridad, sólo se usó en casos seleccionados5. Una vez identificados los ostium tubáricos, con la asistencia de un ayudante, se introdujo el dispositivo siguiendo las directrices del equipo de inserción (Essure®. Conceptus). Se consideró inserción correcta cuando quedaron en cavidad de 2 a 10 anillos de la espiral. Según nuestra experiencia acumulada, hemos considerado dos aspectos muy importantes para el éxito del procedimiento: Acercar la vaina del histeroscopio lo más posible al ostium para evitar que se doble el dispositivo durante la inserción, y evitar los movimientos bruscos de vaina o de dispositivo que provocan hemorragia y contracciones del útero y trompas. La pacientes permanecían durante unos 5 minutos en la mesa de exploración, y posteriormente unos 15 – 30 minutos en una sala contigua de adaptación y observación. Control de eficacia y calidad: A los tres meses se realizó HSG y visita en consulta en la que se completó un cuestionario para evaluar la percepción del método por parte de la paciente. En veinte casos se realizó ecografía transvaginal para localizar los dispositivos. En cinco casos se ha realizado hístero – insuflación como método alternativo de comprobar la impermeabilidad de las trompas. Se consideró trompa sellada si no había paso de gas a peritoneo a presión de 140 - 150 mmHg. Se está ensayando la estimación del cierre tubárico con histerosonografía 36,3 (22 – 45) 2,4 (0 – 10) 92,8% 95,7% 15% 7% 92,5% 100% 100% (ecografía vaginal con contraste endometrial) aunque al cierre de este trabajo sólo se dispone de resultados preliminares RESULTADOS 70 mujeres con edad media de 36,8, rango (22 – 45). Paridad media 2,46; dos pacientes eran nuligestas: Una de 22 años con parálisis cerebral y autorización judicial para esterilización, y otra mujer de 27 años con neurosis obsesivo – compulsiva, deseo firme y recomendación expresa de su psiquiatra. Tres pacientes tenían un hijo, el 60% dos hijos, y el resto tres o más. La media de abortos fue del 0,5%. La Figura 1. Imagen histeroscópica que muestra un dispositivo essure insertado correctamente en en orificio tubárico izquierdo. Prog Obstet Ginecol 2005;48 Supl 2:563-96 XXXVIII Congreso Español de Ginecología y Obstetricia 570 Figura 3. Gráfica de insuflación tubárica: Las trompas no dejan pasar el aire a 140 mm HG. Figura 2. Imágenes ecográficas en la que se identifica el dispositivo essure y su relación con el útero. Se puede medir la distancia entre ambos dispositivos y la porción intracavitaria e intramural de cada uno. inserción de los dispositivos fue posible en el 92,8% al primer intento. Este porcentaje ascendió al 95,7% al añadir aquellas pacientes en que fueron precisos dos procedimientos; en tres mujeres (4,3%) no se pudo realizar. La dificultad fue estenosis – espasmo tubárico severo en todos estos casos. Un 15% presentó algún grado de espasmo tubárico con la consiguiente dificultad de canalización de la trompa. Se objetivó en 5 casos que el dispositivo quedaba muy introducido en la trompa (2 o menos anillos en cavidad) y en ninguno de ellos se apreció migración a douglas en el control posterior. En un caso quedó un exceso de anillos en cavidad (15 anillos). A los Prog Obstet Ginecol 2005;48 Supl 2:563-96 cuatro meses, la HSG informó de trompa no sellada, y con el consentimiento de la paciente, se intentó y consiguió extraer el dispositivo y colocar uno nuevo en el mismo acto. Hubo incidencias añadidas: Se extirparon dos pólipos en dos pacientes, y en otra paciente con citología normal seis meses atrás, se hallaron unos cambios mayores en cérvix que obligó a biopsia confirmatoria, conización terapéutica y retraso del procedimiento hasta seis meses después. También tuvimos un caso de fallo en el material en el que no se pudo desinsertar el mango de aplicación, que se pudo resolver extrayendo todo el dispositivo y colocando otro en el mismo acto. En los casos en que ya se ha evaluado la histerosalpingografía (40), se comprobó impermeabilidad tubárica en 37. En uno se resolvió extrayendo y reinsertando un dispositivo defectuoso como se ha comentado; en los otros dos, ambos con inserción satisfactoria, se comprobó el sellado pasados otros tres meses; una de estas pacientes tenía Lupus Eritematoso aunque sin tratamiento activo. En cuanto a la percepción de la paciente, un 15% tuvo dolor moderado – intenso durante la inserción, 40% no dolor y 45% leves molestias. Un 12% presentó pinchazos durante la semana siguiente. No ha habido ninguna complicación, y el 100% de nuestras pacientes aseguró que recomendarían o habían recomendado ya este método. Usando la ecografía como método de control, se localizaron los dispositivos en el 100% de los casos, habiendo sido posible con facilidad medir la porción intramural e intracavitaria. La correlación entre el número de anillos en cavidad y la porción del dispositivo intracavitario medido por ecografía 3-6 meses XXXVIII Congreso Español de Ginecología y Obstetricia 571 después fue muy buena (r = 0,86, p < 0,001) (figura 4) La correlación fue total entre HSG e insuflación tubárica en los casos en que se usaron, es decir, en ningún caso se comprobó paso de gas a peritoneo. COMENTARIOS La realización de estos 70 procedimientos de esterilización definitiva en consulta externa en lugar de usar la vía laparoscópica ha supuesto un ahorro de 140 a 210 días de estancia hospitalaria, 70 horas de quirófano, consultas de preanestesia, estudios preoperatorios, controles postquirúrgicos, etc. Este método es atractivo, sobre todo en paciente ambulante. En nuestra serie se consiguió la colocación exitosa en el 95,7%. Estos datos son similares a los expresados en otras series2-6. Al igual que le ocurre a otros autores, el problema fundamental es la estenosis o espasmo de la luz tubárica, que resulta difícil de predecir. En nuestra serie, la nuliparidad y los abortos previos han supuesto mayor riesgo de estenosis aunque no significativo. El efecto del uso o no de anticonceptivos sobre la facilidad de insertar los dispositivos no es constante. Como en cualquier otro método quirúrgico, la experiencia es inversamente proporcional a las dificultades. Hemos valorado positivamente el uso de premedicación analgésica y sedante, y en la actualidad sólo usamos anestesia paracervical en casos seleccionados2,5. La curva de aprendizaje de la OTH ha sido rápida, aunque hay que tener en cuenta que nuestra Unidad contaba previamente con larga experiencia en histeroscopia ambulatoria diagnóstica y quirúrgica (500 procedimientos anuales). La experiencia en histeroscopia es necesaria4-6 hasta tal punto que consideramos la OTH como muy improbable de ser realizada por manos inexpertas. En nuestro hospital, los residentes rotan cuatro meses por la Unidad de histeroscopia, y al tercer mes están capacitados para realizar una OTH, igual que lo están para extirpar un pólipo o extraer un cuerpo extraño. La valoración de la paciente es positiva, aunque algunos aspectos como el dolor durante la inserción, merezcan algún comentario: el 55% refieren algún tipo de dolor. En otras series 64 – 83%2,6. En nuestra experiencia, no hemos observado diferencias entre los primeros casos en que usábamos anestesia para- Figura 4. Gráfica en la que se muestra la excelente correlación entre el número de anillos que quedan en cavidad tras la inserción y la medición por ecografía en el control de los tres meses. r = 0,86, p < 0,001. cervical e infusión analgésica intravenosa y en los casos en que no se usa, lo que nos ha conducido a administrarla en casos seleccionados en que haya sospecha de dificultades de paso a través del cérvix (cesáreas anteriores, cirugía en el cervix, varios legrados anteriores). Cayuela refiere un 64% de pacientes que sienten dolor a pesar de usar siempre anestesia paracervical4. Recomendamos siempre la toma de un analgésico (ibuprofeno 600 mg) y un ansiolítico (diacepam 5mg) una hora antes de la inserción, siguiendo las recomendaciones de otros autores2,4,5. La Radiografía simple de abdomen no informa de la relación de los dispositivos con el útero ni de la permeabilidad de las trompas, y por este motivo hemos considerado que se debía solicitar HSG. Nuestra experiencia con la ecografía ha sido muy satisfactoria. Los dispositivos se ven, son ecorrefringentes, y es posible medir casi siempre la porción intracavitaria e intramural. Por tanto, con HSG y ecografía, se cumple perfectamente el control de la permeabilidad y la no migración. La buena correlación que se observa en nuestra serie entre da- Prog Obstet Ginecol 2005;48 Supl 2:563-96 XXXVIII Congreso Español de Ginecología y Obstetricia 572 tos ecográficos y datos del momento de la inserción (figura 4), la interpretamos de dos formas: 1) La ecografía es buena para localizar los dispositivos y su relación con el útero y 2) los dispositivos se mueven poco desde que se insertan. A pesar de tener 5 casos en que quedaron 2 o menos anillos en cavidad, no hemos observado ningún caso de expulsión del dispositivo a douglas. Para obtener el dato de la permeabilidad o impermeabilidad tubárica sin HSG, hemos ensayado la insuflación tubárica y la histerosonografía. La insuflación tubárica, no sólo nos sirve para darle uso a nuestro vetusto insuflador de la consulta de esterilidad, sino que proporciona un dato objetivo, pues se imprime un informe con el gráfico de presiones (figura 3). La histerosonografía puede ofrecer más dudas si previamente hay líquido en douglas. En nuestra serie la correlación de insuflación con la HSG ha sido del 100%. Esperamos tener más casos para poder proponer una u otra prueba como alternativa a la HSG en el control del sellado de las trompas. Como todo método nuevo, hay incertidumbre acerca de posibles efectos adversos tardíos7, interferencia con procedimientos electroquirúrgicos futuros, o con procedimientos intrauterinos o ginecológicos de otro tipo5. Además, los injertos son muy caros, sobre todo si se cuenta con la posible eventualidad de la imposibilidad de inserción7. Por su- Prog Obstet Ginecol 2005;48 Supl 2:563-96 puesto es un método irreversible, más irreversible que la ligadura convencional, pues la porción intracavitaria del dispositivo podría dificultar una FIV futura. Estas y otras cuestiones se irán resolviendo con el paso del tiempo y la expansión de este método que parece estar asegurada en los próximos años. BIBLIOGRAFÍA 1. Valle RF, Carignan CS, Wright TC. Tissue response to the STOP microcoil transcervical permanent contraceptive device: results from a prehysterectomy study. Fértil Steril 2001;76:974-80. 2. Ubeda A, Labastida R, Dexeus S. Essure: a new device for hysterocopic tubal sterilization in outpatient setting. Fertil Steril 2004; 82(1):196-9 3. Teol M, Meather S, Kovacs G. Ustrasoun detection of the Essure permanent birth control device: A case series. Aust N Z J Obstet Gyneacol 2003; 43:378-80. 4. Cayuela E, Valle RF, Cos R, Heredia F, Florensa R, Moros S. Programa de adiestramiento y resultados en lainserción histeroscópica de dispositivos para la esterilización tubárica permanente. Prog Obstet Ginecol 2003;46(7):283-90. 5. Fagoaga R. Implante intratubárico en anticoncepción. Ventajas e inconvenientes. Método Essure®. Rev Esp Obstet Ginecol 2005;1(4) 224-6. 6. Kerin JF, Cooper JM, Thomas P, Van Herendael BJ, Cayuela E, Cher D,Carignan CS. Hysteroscopic sterilization using a micro – insert device: results of a multicentre Phase II study. Hum Reprod 2003;18(6):1223-30. 7. National Institute for Clinical Excellence. Hysteroscopic sterilisation by tubal cannulation and placement of intrafallopian implants. 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