EE.UU. y su dilema: salir del desencanto sin consumir la ilusión De

Transcripción

EE.UU. y su dilema: salir del desencanto sin consumir la ilusión De
REVISTA MENSUAL
FEBRERO
DE
2008
AÑO VII • Nº 92
2 PESOS
ISSN 1669-9122
Situación Mundial
EE.UU. y su dilema:
salir del desencanto
sin consumir la ilusión
América Latina
De guerra y de paz:
la región y el Plan Colombia
Argentina
Gobierno u oligarquía terrateniente:
las venas abiertas o recuerdos de provincia
REVISTA MENSUAL
FEBRERO DE 2008
AÑO VII • Nº 92
ISSN 1669- 9122
Equipo de trabajo: Claudio Adrianzen, Sebastián Juncal, Julián Kan, Sebastián Ortiz,
Mariano Ronzoni, Diego Tavormina, Fabián Ulmann, Inés Van Peteghem, Alejandro Viegas,
Martín Yuchak. Dibujo de tapa: colectivo Furgón.
Responsable de la publicación: Alejandro Viegas
Fuentes consultadas: EE.UU.: Wall Street Journal (WSJ), New York Times (NYT); Washington
Post (WP); Usa Today (UT). – Francia: Le Fígaro (LF); Le Monde (LM) – Gran Bretaña: The
Economist (TE); BBC News (BBC) – España: El País (EP); suplemento Nueva Economía de El
Mundo (NEEL) – México: La Jornada de México (LJdM) – Venezuela: El Universal (EUn) –
Colombia: El Tiempo (ET) – Bolivia: Los Tiempos de Cochabamba (LTC) – Perú: La República
(LR) – Brasil: Folha de Sao Paulo (FSP); O estado do Sao Paulo (OSP); Folha da Tarde-Folha de Sao
Paulo (FDT-FSP) – Argentina: Clarín (C); La Nación (LN); Página 12 (P/12)
Página web: www.analisisdecoyuntura.com.ar
Para contactarnos: [email protected]
En este número
Situación Mundial
No sabemos a ciencia cierta si, superado el malestar económico, la sociedad norteamericana volverá
a descansar en una de sus burbujas. Lo cierto es que la crisis abrió una brecha por donde algo de
luz se filtró. Asistimos perplejos a la posibilidad de que un electorado habitualmente enceguecido
como el norteamericano elija a un presidente negro. ¿En la tierra del Ku Klux Klan y tan sólo 44
años después de la sanción de la ley de derechos civiles? Así es, y otra de las opciones es una mujer.
¿O tal vez un mormón? El “gane quien gane pierde el pueblo” quizás deba ser matizado en esta ocasión.
¿Cuanto durará? “No hay mal que dure cien años”. Pero el capitalismo ya lleva ¿Cuántos? ¿150?
Siempre el mismo pesimista ...
EE.UU. y su dilema: salir del desencanto sin consumir la ilusión
La fábula de la cigarra y la hormiga
América Latina
La inédita entrega unilateral de rehenes por parte de las FARC puso el conflicto colombiano en el
centro de la escena regional. El hecho, parte del conflictivo proceso regional que necesariamente es
a la vez de integración y de distanciamiento respecto de EE.UU., ubicó a la mayoría de los mayores
países sudamericanos en contraposición a la política belicista de los gobiernos colombiano y
estadounidense, e interviniendo abiertamente en función de una búsqueda política de la paz. Hecho
que también es inédito: a partir del Plan Colombia en el año 2000, EE.UU. hacía sentir su peso en
el conflicto colombiano, mientras vecinos más cercanos se limitaban a la no injerencia.
De guerra y de paz: la región y el Plan Colombia
Argentina
La participación protagónica del ex presidente Néstor Kirchner y del canciller Jorge Taiana como
representantes del gobierno argentino, en una compleja operación de dimensión internacional, y
con altísimo voltaje político en la selva colombiana, dio cuenta de la decisión oficial, de carácter
estratégico, de profundizar la unidad regional con los países vecinos de signo popular. Sobre todo
por la alta exposición del gobierno de Cristina Fernández en un hecho capitaneado por el
presidente de Venezuela Hugo Chávez y deplorado por EE.UU., el gobierno colombiano y la
oposición política local.
Fronteras adentro, se desarrollan las tensiones entre fracciones del capital por el control de algunas
ramas estratégicas (como el caso de los combustibles), como parte de la recomposición de la
fracción de capital más concentrada a escala local y fuertemente golpeada y amenazada por los
monopolios internacionales. Al mismo tiempo, se profundiza la polarización social y el conflicto
laboral. En este contexto, la oligarquía terrateniente logra atar bajo su manto a la cadena industrial
alimenticia y exige públicamente a los gobiernos provinciales afines a funcionar como ariete en su
disputa con el execrado gobierno nacional.
Continuidad en política exterior: se afianza la unidad regional
Recuerdos de provincia… estructuras de poder “feudal” y libremercado
FEBRERO DE 2008
4
Situación Mundial
“La debacle de las bolsas el pasado 21 de enero, ‘lunes negro’, constituyó un claro indicador de la falta de confianza en el plan de relanzamiento de la economía estadounidense, anunciado unos días antes por George W.
Bush, por un monto de 145.000 millones de dólares. La urgente intervención de la Reserva Federal de Estados
Unidos (Fed) con un espectacular recorte de las tasas de interés ha permitido calmar los ánimos” (LMDiplomatique 2/08). La cita revela que los trabajos de resucitación suministrados a una economía
global enferma durante buena parte de la segunda mitad del 2007 se mostraron ineficaces. Los
síntomas de una recesión en EE.UU. son inocultables, circunstancia que llevó a prestigiosos
analistas a predecir que “la crisis mundial es para mañana” y que podría ser “igual o peor que la de
1929”.
Dedicaremos Situación Mundial a intentar esclarecer el panorama, teniendo en cuenta que sobre un movimiento orgánico, estructural, independiente de la voluntad de los hombres, éstos se
organizan para influir sobre ese movimiento. Esa organización supone determinada concepción
del mundo compartida y el establecimiento de determinadas relaciones de solidaridad o de antagonismo que, en definitiva, son los puntos de referencia principales para establecer cómo es el
proceso de conformación de las alianzas y las fuerzas que éstas expresan, en la búsqueda de incidir en el proceso.
EE.UU. y su dilema: salir del desencanto sin consumir la ilusión
A casi un año del evento inaugural de la actual crisis
financiera, aún no se puede arriesgar un pronóstico
acerca de cuándo y cómo la economía global recuperará
su funcionamiento “normal”. En rigor, hablar de períodos de crecimiento ininterrumpido como lo habitual
en el sistema capitalista requiere, sin dudas, desconocer
su historia. Las crisis periódicas son la norma y no la
excepción. Sin embargo, no hay ninguna de ellas de
idéntico desarrollo, aún cuando presenten algunas características similares. A partir del análisis del actual
momento crítico, intentaremos establecer cuáles son
aquellas circunstancias que merecen ser consideradas
como regularidades, aún cuando cambien de fisonomía
de una crisis a otra.
Primera regularidad: el desencadenante
(azaroso) inicia el proceso que los
eslabonamientos transmiten hasta el punto de
ruptura (necesario)
En los Análisis ... Nº 82 (abril del 2007), Nº 87 (septiembre de 2007) y Nº 89 (noviembre de 2007) abordamos la situación de la economía global. Cada momento evidenciaba una profundización del descalabro
financiero que siguió a las pérdidas registradas en la
Bolsa de Shangai a fines de febrero del año pasado. Re-
FEBRERO DE 2008
Situación Mundial
cordemos que esa caída, más bien una pausa dentro de
un crecimiento sostenido y prolongado, se debió a un
hecho minúsculo y a algunas presunciones que circulaban en los pasillos de los principales centros financieros. El Banco Central chino elevó un 0,5% las exigencias de efectivo en caja para las entidades por él
reguladas. Además, existían versiones de que el gobierno se disponía a imitar una medida implementada por
Tailandia en diciembre de 2006, consistente en elevar el
impuesto a los capitales. En esa oportunidad, la medida
implementada por el gobierno tailandés provocó una
pequeña crisis bursátil pero que pudo ser conjurada,
justamente en el mismo lugar donde diez años antes se
había desencadenado la crisis del sudeste asiático. Que
no haya habido contagio al resto de los mercados fue
producto de una combinación de circunstancias, lo cual
no implica que las condiciones para el derrumbe generalizado no estuvieran ya presentes.
A partir de allí, la tendencia negativa de los mercados
alcanzó a prácticamente todos los rincones del planeta.
Con el tiempo, algunos países lograron, impulsados por
China, retomar la senda alcista, aunque por supuesto no
en los guarismos registrados durante el año 2006. Finalmente, los problemas de solvencia quedaron circunscriptos a los principales centros financieros, en
particular en EE.UU. y en el segmento de las hipotecas
subprime –aquellas con mayor grado de riesgo de incobrabilidad y mayor tasa de interés. El problema fundamental fue que debido a las continuas alzas de las tasas
de interés dispuestas por la Fed desde mediados de
2003, y al esquema de pagos programados en éste y
otros tipos de crédito –basado en que durante los primeros años de servicio de la deuda la tasa es extraordinariamente baja, para estimular la toma de los mismos–,
un creciente número de deudores comenzó a ser incapaz de hacer frente a los pagos. El riesgo de perder los
hogares comenzó a hacerse realidad para ellos. “Cerca de
2 millones de propietarios tienen hipotecas subprime con tasas variables que pueden llegar a subir 30% o más. Funcionarios del
gobierno predicen que cerca de 500.000 familias pueden perder
sus casas, algunos analistas arriesgan un número significativamente mayor. Ejecutivos de diversos bancos se reunieron con el Secretario del Tesoro, Henry Paulson Jr., funcionarios de la Fed y
de otras agencias regulatorias. Entre ellos, altos directivos de Citigroup, JP Morgan Chase, Wells Fargo y Washington Mutual.
El encuentro también incluyó al American Securitization Forum,
que representa a las firmas con intereses en los títulos respaldados
con hipotecas” (NYT 1/12).
Comenzaron entonces a buscarse soluciones para esta situación en que los acreedores deseaban cobrar y los
deudores seguir pagando, pero ninguna de las dos partes podía. Por añadidura, la posibilidad de desprenderse
del hogar para hacer frente a la deuda encontraba un
deprimido mercado inmobiliario donde los precios de
las viviendas se encontraban en un franco declive desde
2006. La sobreoferta resultante tuvo como efecto esperable que los precios se hundiesen aún más.
5
En este contexto, ambas partes comenzaron a intentar destrabar la situación. Pero mientras los deudores
(capas medias, trabajadores, etc.) iniciaban el engorroso
y lento camino del poder judicial, los acreedores utilizaban los medios más rápidos y directos del poder ejecutivo. Por supuesto, ni uno se encontraba tan desamparado ni el otro disponía del gobierno a su antojo: las
innumerables demandas judiciales (colectivas e individuales) lograron detener momentáneamente las acciones de cobro tanto como las soluciones para el sector
financiero no fueron automáticas y tampoco conformaron a todos. Justamente por ello, dicha intervención
pudo elevarse por encima de los intereses de las distintas fracciones y comenzar a ensayar soluciones para
atravesar lo más rápidamente posible este inevitable bajón económico, habida cuenta de la incapacidad de
transferir sus efectos a otro espacio de acumulación.
Como veremos, las condiciones para ello no eran las
apropiadas.
Nuevamente la Fed, como fiel representante del
mundillo de las finanzas, redujo sus tasas de referencia
en dos ocasiones antes de finalizar el año (para llevarlas
a 4,25%) e implementó medidas junto a otros bancos
centrales del mundo desarrollado, consideradas insuficientes para Wall Street. “Un día después que la Fed desilusionó a los inversionistas con un modesto recorte de tasas, los bancos centrales de América del Norte y Europa anunciaron la
infusión de capital al sistema bancario más grande desde los ataques del 11 de septiembre. La acción coordinada es liderada por
la Fed, que prestará 40.000 millones de dólares este mes. El
Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra, el Banco
Nacional de Suiza y el Banco de Canadá, prestarán 50.200 millones este mes y el que viene” (NYT 13/12). Al ser un problema de liquidez, el principal organismo monetario del
mundo intentó utilizar su principal herramienta –el manejo de tasas de interés de referencia–, tal como lo
hiciera previamente en dos oportunidades durante la
segunda mitad del 2007.
Por la otra vía, el Departamento del Tesoro intentaba
concretar un acuerdo con las entidades financieras para
suspender momentáneamente cualquier acción que pudiese tensar aún más los mercados, aunque la medida
era tan limitada en su alcance que pasaba a ser meramente testimonial. “La administración Bush alcanzó un
acuerdo con el sector hipotecario para congelar las tasas de interés
por cinco años para una porción de los propietarios que adquirieron casas en los últimos años con prestamos subprime [...]. Se espera que contenga tantas limitaciones que excluirá a muchos –
sino la mayoría– de los deudores subprime. [...] Excluirá a aquellos que ya han dejado de pagar –un 22% del total de acuerdo a
First American LoanPerformance, una firma del sector. [...]
Barclays Capital estima que sólo un 12% de los deudores, cerca
de 240.000, estarán alcanzados” (NYT 6/12). No era cuestión de prometer demasiado en un momento de desesperación. Más aún cuando comenzó a ser evidente que
no todas las entidades financieras aparecían como perdedoras, lo cual pulverizaba cualquier negociación entre
ellas.
FEBRERO DE 2008
6
EE.UU. y su dilema: salir del desencanto sin consumir la ilusión
El temor, continuamente repetido por los medios, de
que los problemas del sector financiero finalmente lleguen a la economía “real” comenzó a hacerse realidad.
El deterioro de algunas estadísticas habitualmente tomadas como referencia para comprender el movimiento de la economía empezó a ser observado con preocupación, como no lo había sido en el año previo. La
cotización del dólar frente a otras monedas seguía cediendo, y la perspectiva de dejarlo librado a los mercados, continuamente sostenida por la Casa Blanca, ahora
pasaba a ser un indicador preocupante. Pero sobre todo, inquietaban sobremanera las señales inflacionarias.
“El índice de precios al consumidor de noviembre fue de 0,8%, el
mayor incremento desde septiembre 2005. El costo del combustible, empujado por el alza de los costos del petróleo, fue el que registró mayores incrementos. Los costos de la energía se incrementaron un 5,7% en noviembre y un 33% anual en los tres meses
previos. La inflación básica, que excluye energía y alimentación,
se elevó mucho más de lo esperado, con los precios del transporte y
la vestimenta en alza. Los primeros, que cayeron en tres de los
cinco meses previos, se elevaron 2,9%, mientras que los últimos,
en descenso durante la mayor parte del año, crecieron un 0,8%”
(WP 15/12).
La inyección de liquidez pretendía aliviar los riesgos
de entrar en recesión, pero el mercado era incapaz de
metabolizar apropiadamente el estímulo sin caer en el
peor de los escenarios: la estanflación (registrada por
primera vez en los ’70, es la combinación de recesión
con inflación). La posibilidad de entrar en recesión con
inflación seguramente es impulsada por el interés de
cada fracción del capital de autorrescatarse trasladando
a precios el descenso del consumo y así poder hacer
frente a los pasivos que colman la sociedad norteamericana –y el capitalismo en general– sin liquidar activos.
Como corolario, la simultaneidad de intenciones en ese
sentido limitaba la capacidad de intervención de los gestores de política económica. En ese momento, el desencadenante se convierte en una cuestión anecdótica:
la causa directa no hizo más que desnudar los puntos
débiles de la economía global.
La primera característica, entonces, de los momentos
de crisis es la existencia de un hecho que actúa como
desencadentante. La inevitabilidad de su ocurrencia –
por el propio movimiento crítico contradictorio de la
economía capitalista– se refleja en condiciones maduras
para el surgimiento de hechos que probablemente fuesen intrascendentes en otros momentos del ciclo económico. Asimismo, como veremos más adelante, parece ser que cuanto más se retrasa el ajuste necesario, es
decir, el desarrollo de la crisis, mayor es la posibilidad
de que cualquier hecho desencadene el marasmo.
Segunda regularidad: el reparto de las pérdidas
intenta hacerse de inmediato, pero sufre
inevitables retrasos
El movimiento de la crisis, que se desata en cualquier
lugar pero cuando las condiciones son apropiadas, comienza a erosionar en primera instancia la esfera de la
circulación, en particular los mercados financieros. La
contracción del crédito, que los medios gustan en llamar crisis de liquidez, es soportada por los distintos eslabones de la cadena que componen el sistema de
acuerdo a las condiciones en que se despliega la división
internacional del trabajo. Es decir, cada fracción de capital, de acuerdo a las posibilidades que le otorgan sus
cualidades, busca resguardo en lugares seguros, lo que
lleva a cierto auge de inversiones seguras como el oro o
el efectivo. En esas condiciones, sin embargo, cada una
de las unidades productivas (grupos económicos, empresas, etc.) actúa con una estrategia con determinada
dosis de riesgo. Lúdicamente podría asemejarse la situación a la del “juego de la silla”: hay muchos más jugadores que sillas donde sentarse cuando suene el silbato
–en este caso, la alarma. Pero las condiciones de cada
uno de ellos distan de ser equitativas en términos de recursos. Uno de estos, la información, es cada vez más
vital porque puede decidir la subsistencia aún cuando
las condiciones particulares pronostican lo contrario.
Cuando la crisis finalmente revela los costos, las diferentes actividades de la economía precisan realizar un
balance de las pérdidas. Otro tanto acontece al interior
de la actividad entre las diferentes fracciones de capital
de cada una de ellas. El mar se retira luego del Tsunami
y sus efectos pueden ser observados a la luz del día en
cada una de las playas afectadas. El movimiento de la
economía sanciona entonces las estrategias implementadas por cada uno de ellos.
En la crisis actual, las características propias de un sistema económico integrado y optimizado en sus distintas fases, y que resultó en un diseño global centrado en
la contradictoria relación entre China y EE.UU., llevó a
la confirmación de las finanzas como actividad de referencia. Su emergencia como tal se relaciona con el
hecho de ser la única con capacidad para unificar los diferentes segmentos de la esfera de la circulación del capital-dinero de un sistema productivo y circulatorio
globalmente deslocalizado. Como rama estratégica, quizás sólo es superada por la tecnología informática, que
brinda el sustrato para acelerar e interconectar la totalidad de las fases, y la energía, que suministra la capacidad motriz necesaria para la totalidad de las fases.
Sobre esa condición necesaria, sin embargo, se oculta
una estratificación dentro del capital global: sólo a partir de cierta envergadura relativa las distintas fracciones
emergen como verdaderas usufructuarias de la reorganización productiva descripta en numerosos Análisis. El
resto subsiste a su sombra, aunque justamente sea de
ellos de quienes esa capa obtiene la porción más gruesa
del valor apropiado globalmente por la burguesía.
FEBRERO DE 2008
Situación Mundial
En el sector financiero, entonces, fue donde comenzó el recuento de los efectos principales de la crisis. La
relativa fortaleza de la fase productiva, derivada de la
irreversibilidad de los cambios introducidos a partir de
la incorporación de China a la OMC, allá por el 2001,
es puesta a prueba por las disrupciones en la esfera de
la circulación. Pero la falta de lubricante (el crédito),
aunque puede quemar las máquinas del “taller del mundo”, no va a hacerlo por inconveniencia. Por otra parte,
el crédito está lejos de agotarse: todo lo contrario, los
problemas financieros determinaron que muchos inversionistas estén buscando donde invertir el capital acumulado. El combustible (materias primas), mientras
tanto, sigue fluyendo desde otros lugares del mundo
(América Latina, Asia, África), morigerando la afectación de estas regiones.
Por el contrario, en la esfera de la circulación, principalmente en EE.UU., principal consumidor mundial, la
solidez venía afectada por las medidas implementadas
para eludir la recesión posterior a la finalización del auge de las empresas tecnológicas en marzo de 2000. La
reducción sistemática de las tasas de interés y otras medidas habían llevado a una expansión ficticia de la liquidez. Aunque permitió a la economía norteamericana
disfrutar de un lustro de crecimiento, sólo fue posible
mediante la expansión del crédito. La baratura de las tasas obviamente repercutía en los resultados de las entidades financieras, que apelaron a su creatividad para
expandir sus ganancias. ¿O acaso la fiesta iba a ser a
costa suya? La complejización de los instrumentos financieros fue el mecanismo que les permitió sostener
sus utilidades, disipar el riesgo y eludir calificaciones
crediticias inconvenientes. Ese riesgo fue entonces concentrado en determinados nichos de alto riesgo y suculentas ganancias –principalmente hipotecas subprime–,
pero disfrazados dentro de una diversidad de créditos.
Irremediablemente lograrían su cometido merced a una
población con pulsión consumidora. Para los tomadores de esos instrumentos de crédito, el riesgo no es un
indicador para decidir inversiones sino una característica de sus vidas.
La desigualdad y combinación del capitalismo se revela aquí con toda franqueza. En el caso de las entidades financieras, cada una tiene una perspectiva acerca
de cuando se puede considerar que “lo peor de la crisis
ya pasó”. Obviamente, aquellas que no pueden acomodar el carro, persisten en su intención de ser acompañadas por aquellas en mejor posición. “Un plan auspiciado por el Departamento del Tesoro para estabilizar segmentos
sensibles del mercado de crédito fue descartado, según los bancos
involucrados en las negociaciones. La estrategia de los bancos alrededor del mundo suponía crear un fondo de 100.000 millones
de dólares concebido para estimular el mercado de créditos de cortoplazo, como una tarjeta de crédito para las compañías. [...] Pero los arquitectos del plan, liderados por Citigroup y otras entidades líderes, buscaron infructuosamente el apoyo de los bancos, pero
abandonaron el esfuerzo [...]. Todo cambió cuando algunos funcionarios del Tesoro y de los bancos, incluyendo Bank of America
7
y JP Morgan Chase, indicaron que el fondo ‘no era necesario ahora’ porque las condiciones del mercado habían mejorado. [...]
Mark Zandi de Moody’s afirmó que el colapso del fondo ‘pondrá
más presión sobre el sistema financiero y el Tesoro deberá entonces
hacer algo’. Agregó que podría llegar a crear su propio fondo con
dinero de los contribuyente, ‘pero difícílmente ocurra algo así a
menos que las condiciones de la economía empeoren y nos encaminemos definitivamente a una recesión’” (WP 22/12). El desacuerdo tuvo como efecto inmediato disolver los mecanismos de concertación: cada entidad retomó el
habitual comportamiento competitivo del capitalismo.
La salida se hace entonces más dolorosa.
La segunda regularidad indica que la competencia
gobierna las acciones de la burguesía aún en los momentos más críticos para su dominación. La necesidad
de expropiar a grandes sectores de la población resulta
ineludible, so pena de disolverse como capital individual dentro del capital global –bajo la forma que éste
dictamine. Es por ello que, ante la indefinición, el gobierno del estado emerge como arbitro necesario para
el sostenimiento del régimen y ensaya las medidas consideradas necesarias desde la concepción del partido
que lo conduce.
Tercera regularidad: el estado despejas las
dudas sobre el camino a seguir
Al iniciarse el último año de mandato del Presidente
Bush, el camino de la recuperación permanecía oculto
debajo de la hojarasca que había provocado el vendaval.
Luego de 5 meses de registrado el evento “inaugural”
de la crisis (las caídas simultáneas de las bolsas en la segunda semana de agosto), había mucho todavía por recoger. El inicio de las elecciones internas de ambos partidos para decidir los candidatos a la presidencia que se
enfrentarán en noviembre, agregaba más complicaciones. Ya no sólo el propio partido republicano exhortaba
a su líder a la acción, también la oposición demócrata,
que sin dejar de calcular las ventajas potenciales de la
crisis, intentaba despejar la modorra habitual de un presidente reacio a la intervención del estado en la economía –al menos de la manera en que el momento requería.
Los datos sobre el consumo finalmente terminaron
por desencadenar una acción mas firme. “Hay muchos
signos de que en diciembre comenzó un recorte del consumo personal por parte de los norteamericanos, que da cuenta del 70% de
la economía [...]. Desde 1980, sólo ocurrió en cinco trimestres –
15 meses sobre un total de 336–, la mayoría en medio de recesiones. La recesión de 2001 fue superada sin reducciones en el consumo. Sólo una vez, en 1980, el consumo cayó durante una elección presidencial, contribuyendo al triunfo de Reagan sobre
Carter. La gran excepción es la nafta. American Express y la
Consumer Federation of America afirmaron que los consumidores
estan comprando la misma cantidad de galones, pero pagando
más por ellos, y eso implica cortes forzosos en otros gastos. Los
precios de la nafta usualmente bajan luego del verano boreal, pero
este año continuaron subiendo, desde 2,85 dólares por galon, pasaron a 3,07 en diciembre y 3,15 en la primera semana de enero.
FEBRERO DE 2008
8
EE.UU. y su dilema: salir del desencanto sin consumir la ilusión
Un comportamiento similar se verifica para el costo del gas natural, la electricidad y el combustible para calefacción” (NYT
14/1).
La oportunidad de hacerlo en medio de las internas
era casi la única alternativa que el Partido Republicano
podía usufructuar. El cortoplacismo del electorado norteamericano hacía probable que al menos una parte de
este considerase la decisión como un capital importante
de los republicanos. “El Presidente Bush impulsó una rebaja
de impuestos de 145.000 millones para personas físicas y empresas [...]. Aunque los detalles deben ser negociados, tanto la Casa
Blanca como los legisladores demócratas están abocados a diagramar una combinación similar a la de 2001, la cuál permitió
eludir la recesión [...]. Si el Congreso actúa rápido, los cheques de
devoluciones de impuestos pueden estar en manos de los contribuyentes para la primavera. El importe de los mismos sería de 800
dólares para solteros y 1.600 para matrimonios. Se esperaba el
anuncio para el tradicional Discurso anual sobre el Estado de la
Unión del 28 de enero, pero una serie de informes negativos adelantaron el anuncio” (NYT 19/1). Haberlo hecho antes
tenía el riesgo de diluir el efecto mediático, hacerlo después no tenía diferencias significativas, habida cuenta
que Bush no tiene un precandidato de la línea interna
que representa: tiene tantas diferencias como semejanzas con Mike Huckabee y Mitt Romney, mientras que
con McCain compitió en las internas del año 2000.
Mientras tanto, la Fed continuaba con su intervención, menos teñida por el espíritu de facción. Recortó
dos veces más la tasa de referencia. El 22 de enero, de
4,25% a 3,5%, lo que constituyó “la mayor reducción en un
sólo día [...] y la quinta vez en la historia que lo hace antes de
sus reuniones programadas. Las otras veces fueron en octubre
1998, durante el colapso financiero en Rusia, dos veces más a
principios de 2001, cuando el país caía en recesión, y una más
luego de los ataques del 11 de septiembre. Los únicos recortes que
se comparan a esta serie son los de 1982 y 1984” (NYT
23/1).
El 30 de enero, el recorte iba de 3,5% a 3%, lo cuál
llevó a la reducción a constituirse en “el mayor recorte en
un solo mes en los 19 años que la Fed controla la tasa. [...] El
riesgo es que podría afectar la credibilidad de la Fed si la economía sigue cediendo, y un recorte de tasas tan grande deja pocas
herramientas disponibles para estimular la economía [...]. Algunos funcionarios de la Fed continúan preocupados por la inflación. Richard W. Fisher, Presidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas, no estuvo de acuerdo con la decisión, inclinándose
por no reducir las tasas. Fue la tercera vez consecutiva que la decisión tuvo votos en contra” (WP 31/01). Esta última cuestión puede ser un indicio de que aún esta intervención
puede tener un marcado regionalismo. No casualmente
se trata del representante tejano en el Federal Open
Market Comittee de la Fed, seguramente interesado en
no afectar un esquema económico que continúa dando
fabulosos réditos al sector energético.
A partir de estas acciones, la inflación pasó a quedar
relegada como principal problema de la agenda, desdeñando los efectos de las acciones de estímulo sobre los
precios. Cuando se conocieron los datos sobre el em-
pleo, ese orden de prelación de prioridades –combate a
la recesión primero e inflación segundo– fue confirmado. “De acuerdo a un reporte del gobierno, los empleadores de
EE.UU. eliminaron 17.000 empleos en enero, la primera declinación en los puestos de trabajo en más de cuatro años y la señal
más fuerte de que EE.UU. se encuentra a las puertas de una recesión. La tasa de desempleo, que en diciembre pasó de 4,7% a
5%, permaneció sin cambios en enero [...]. El anuncio se conoció
un día después que el Departamento de Comercio anuncie que la
economía creció en el último trimestre de 2007 a un escaso 0,6%
anual. [...] Los desempleados por largo tiempo –aquellos que buscan empleo por al menos 6 meses– representaron un 18,3% de los
7,65 millones de personas que buscan trabajo. Un significativo
crecimiento del 16,2% registrado el mismo mes del año anterior”
(NYT 2/02).
La intervención del estado para reencauzar la economía tiene como principal objetivo “rescatar” al sistema.
En ese sentido, las características de EE.UU. hacen que
esa intervención tome como referencia al mercado como parámetro. Justamente por ello es posible que tome
de él las características de su acción. Pero no es sino a
través de una determinada concepción (e interés) que
son interpretadas las informaciones que el mercado
suministra, por parte de los individuos que ocupan ocasionalmente el gobierno del estado (en tanto personificaciones), para decidir las medidas necesarias. Así y todo, y principalmente en momentos de crisis, estas
consideraciones actúan como meros límites a los objetivos trazados por la alianza que representa el partido
de gobierno (o inclusive la línea interna de que se trate).
Es por ello que también pueden constituir una oportunidad fabulosa para determinadas fracciones de capital.
De lo contrario, el interés de la burguesía como clase se
vería defendido por cada una de sus partes en el reparto
material de las pérdidas.
La doble confrontación en la que cada fracción del
capital se encuentra –entre la burguesía y el proletariado, y al interior de la burguesía, incluyendo dentro de
ella a la pequeña burguesía– hace improbable una ecuación en la que las proporcionalidades se encuentren
equitativamente repartidas. Asimismo, la forma nacional de despliegue del capitalismo agrega una dimensión
más a este (des)equilibrio por esencia inestable. Particularmente en la crisis actual parece cobrar aún mayor relevancia el accionar del estado nación, sólo limitado por
el marco regional que lo contiene, aunque en ocasiones
éste tiene escasa incidencia.
FEBRERO DE 2008
Situación Mundial
Cuarta regularidad: siempre hay más
perdedores que ganadores; siempre los
primeros pierden mucho más de lo que los
últimos ganan
Cuando observamos los grandilocuentes titulares sobre la crisis financiera, no podemos dejar de asombrarnos por los montos. La cifra de pérdidas que las entidades financieras calculan ascendería a 100.000 o inclusive
200.000 millones de dólares (NYT 20/12). Entre ellas,
se destacan las pérdidas del último trimestre del año ya
anunciados por Citigroup (9.830 millones), Morgan
Stanley (10.800 millones, su primer trimestre con pérdidas en 72 años de historia) y Merril Lynch (15.000 millones, récord para sus 94 años). Todavía continúa
abriéndose la “Caja de Pandora” que las propias entidades crearon, por lo que la cifra podría ser mayor. Aún
las acciones de cada grupo económico –como vimos
anteriormente, cada vez más por cuenta y riesgo de cada uno, pero todas manteniendo ciertas instancias de
solidaridad– pueden incidir en el balance final. “La cuenta promete subir cuando se conozcan los resultados de Bear
Stearns. Las pérdidas aumentan las especulaciones acerca del destino de John Mack, que volvió a la firma en 2005 luego de la
remoción de su antecesor, Philip Purcell. Una de las iniciativas de
Mack fue impulsar el uso de capital propio de la firma en las
operaciones financieras, un esfuerzo por imitar a su prolífico archirrival, Goldman Sachs. Su estrategia funcionó por un tiempo
pero luego se volvió en contra cuando los títulos subprime colapsaron, produciendo la mayor pérdida de la historia de la firma.
Aunque se espera que conserve el puesto, su compensación se verá
disminuída inmensamente –un castigo que es visto como la antesala del despido. El año 2006, embolsó 40 millones, este año se
espera que sólo reciba 800.000 dólares. Su cheque es humillante
comparándolo con el de Lloyd Blankfein, el jefe ejecutivo de
Goldman Sachs, que recibiría un bono de 70 millones” (NYT
20/12).
Pero como revela la cita anterior, no todos los bancos
registraron pérdidas. De hecho, como toda crisis es
también una oportunidad, hubo quienes quedaron a
salvo del marasmo. “El banco de inversión estadounidense
Goldman Sachs cerró su ejercicio fiscal el pasado 30 de noviembre
con un beneficio neto récord de 11.599 millones de dólares, lo que
supone un 22% más que en su anterior año fiscal, informó hoy la
entidad, que indicó que su beneficio por acción alcanzó un récord
de 24,73 dólares. Según informaba el diario ‘The Wall Street
Journal’, la historia del éxito inversor de Goldman Sachs comenzó en una pequeña sección del departamento de hipotecas de la entidad, el grupo de operaciones de productos estructurados, que
ahora cuenta con 16 empleados. Dos de ellos, Michael Swenson,
de 40 años, y Josh Birnbaum, de 35, empujaron a la entidad a
apostar en contra del mercado ‘subprime’ ante su previsión de que
iba a atravesar dificultades, mientras su jefe, el director del departamento de hipotecas de Goldman Sachs, Dan Sparks, de 40
años, se encargó de respaldar las previsiones. […] Como resultado, señalaba el diario citando a fuentes conocedoras de la situación, este año cobrarán entre 5 y 15 millones de dólares cada
uno” (EP 18/12).
9
La historia íntima puede ser muy bonita y dar ciertas
esperanzas a aquellos que con su trabajo contribuyen a
hacer del mundo un lugar más injusto para todos. Dejando de lado el sarcasmo, es evidente que hay ciertos
mecanismos palaciegos que permanecen ocultos. Pero
en un momento de crisis, cuando todo fluye y es efímero, las informaciones que se vuelcan a la opinión pública son de todo menos inocentes. Por fortuna, estos registros quedan para que podamos comprender la
dinámica de los acontecimientos. “En Wall Street, los perdedores con el colapso del mercado inmobiliario son la norma. Pero parece haber un gran ganador: John Paulson, un gestor de fondos de cobertura relativamente desconocido que presintió los
problemas hace dos años. Los fondos que gestiona ganaron
15.000 millones de dólares en 2007 gracias a una apuesta espectacularmente exitosa en contra del mercado inmobiliario. Paulson
ha obtenido ganancias de entre 3.000 y 4.000 millones para su
bolsillo, lo que podría ser la mayor utilidad anual lograda por un
individuo en la historia de Wall Street. En un nuevo giro de la
historia financiera, Paulson ha contratado como asesor al hombre
que algunos culpan de alimentar la burbuja inmobiliaria al mantener bajas las tasas de interés: Alan Greenspan, el ex Presidente
de la Fed. En su camino a la cima, Paulson enfrentó el escepticismo de otros grandes inversionistas y llegó a utilizar un programa de software que evitaba que sus inversionistas en el fondo reenviaran sus emails” (WSJ 15/01). Más que el empresario
que contrata a Greenspan, parece tratarse de su testaferro.
Los ejemplos anteriores dan cuenta de un sector que
acciona antes y durante la crisis, para lo cual deben tener dotes anticipatorias o lazos de influencia lo suficientemente aceitados como para comprender los momentos por los que atraviesa la economía o, mejor dicho,
hacia donde será encarrilada. Aquí comprendemos en
toda su dimensión la fuerza de las expresiones de
Greenspan, que continúan siendo más importantes para
los mercados que las del propio presidente de la Fed,
Ben Bernanke.
Mientras, otros aguardan el cenit de la crisis para salir
a la palestra. Tal es el caso del inefable gurú de los negocios y filántropo por empacho Warren Buffett.
“Berkshire Hathaway, la empresa de Warren Buffett, se encuentra a punto de ingresar en el negocio de los bonos, en una iniciativa que puede reducir el costo del endeudamiento para los gobiernos
locales […]. La nueva aseguradora, Berkshire Hathaway Assurance, recibiría la licencia para operar en New York el lunes
[…]. La misma fue procesada y aprobada en un mes, la más veloz aprobación de este tipo” (WP 29/12). Aquí las relaciones
para aprovechar el descalabro pasan por otro carril:
“Los gobiernos estaduales y locales en muchas partes del país tienen problemas para pagar las rutas, puentes y otros proyectos de
infraestructura por los crecientes costos de la construcción, agregando otra carga a los presupuestos ya en problemas por la crisis
inmobiliaria […]. Los mismos fueron concebidos cuando fluía el
dinero de los impuestos a las ganancias, a las ventas y a la propiedad, y las tasas eran bajas” (NYT 26/01). Se comprende
ahora el motivo de la acumulación de efectivo llevada a
cabo por el grupo económico que lidera el magnate du-
FEBRERO DE 2008
10
EE.UU. y su dilema: salir del desencanto sin consumir la ilusión
rante los últimos años: la posibilidad de aprovechar activos interesantes a precios de liquidación.
El caso de las mineras es significativo para comprender las reacciones de las empresas ante la crisis. La llegada de la crisis financiera a la llamada economía real
tiene aquí una característica especial: hay cierto tiempo
para que los problemas lleguen desde la circulación de
capital, ya que deben atravesar toda la cadena productiva. Si bien todos los tiempos de cada una de las fases se
han acelerado al máximo, el impacto central sobre los
productores de materias primas necesariamente llega
con retraso. Es por ello que las principales mineras del
mundo, en medio de la crisis financiera –que inevitablemente supone un encarecimiento del crédito por la
contracción del volumen de fondos disponibles–, iniciaron negociaciones para fusionarse. En noviembre, la
anglo-australiana BHP Billiton, la mayor minera del
mundo, intentó comprar a la segunda, la tambien angloaustraliana Rio Tinto, por 135.000 millones de dólares,
lo que transformaría a la empresa en una mega minera
con un valor de 335.000 millones (WSJ 18/12). Más
tarde, la brasileña Vale Do Rio Doce (segunda) ofertó
90.000 millones por la suiza Xstrata (quinta) (WSJ
22/01). Aunque finalmente los accionistas de Rio Tinto
rechazaron la oferta, no deja de ser sintomático de lo
que las crisis representan para el permanente proceso
de concentración y centralización del capital.
Este febril movimiento, propio de aquellas fracciones
que apropiadamente pueden ser catalogadas como capital financiero, sólo es posible por el aporte que la rama
de la tecnología informática y las comunicaciones realizaron al propio proceso de trabajo del sector bancario y
financiero. La velocidad de las transacciones se incrementa sistemáticamente con cada innovación o perfeccionamiento de las aplicaciones existentes. Y es un proceso al que nadie puede sustraerse: “Durante la mayor
parte del año, la industria financiera china ha sufrido, para procesar un influjo diario de dinero proveniente de hasta 100.000
nuevas cuentas de transacciones, un alza repentina en la demanda
que rompió récords de volumen transado y ubicó a las bolsas de
Shangai y Shenzhen entre las más activas del mundo […]. Las
bolsas chinas han invertido bastante en la modernización de sus
sistemas de transacciones. Pero el lado débil parece estar en las corredoras individuales y, en especial, sus cerca de 3.000 sucursales.
Esto es importante porque la mayor parte de la actividad bursátil
en China proviene de individuos, no de instituciones, que son los
que usualmente dominan los mercados” (WSJ 13/11). El
principal efecto de este proceso inevitable, que simultáneamente se nutre y realimenta la escala de cada espacio
de acumulación, es ampliar sobremanera la brecha entre
esta actividad y el resto de los procesos productivos en
cuanto a la rapidez con que se puede entrar y salir del
negocio. Aún cuando los últimos también se aceleraron,
la materialidad de las cosas que son transformadas y
transportadas en los mismos actúa como limitante.
Como vimos, esta combinación de un proceso de
trabajo extremadamente veloz y una red de relaciones
dispares hizo posible que se registraran derroteros muy
distintos para los diferentes capitales involucrados. Pero
aún queda por explicar su significado, es decir, qué representan esas cifras en términos concretos para las distintas clases y capas que componen la sociedad.
Las entidades financieras casi inmediatamente determinan los costos monetarios del descalabro. Como veremos en el próximo apartado, demoran su divulgación
sólo si es de su interés, y siempre que las circunstancias
sean propicias para hacerlo. Para el resto de la sociedad,
el balance definitivo demora un tiempo en hacerse presente: existen una serie de procedimientos (judiciales,
comerciales, etc.) que dilatan y disfrazan ese fatídico
momento. Así y todo, los grandes medios van preparando el terreno para que gran parte de la población
pueda transitar por esa circunstancia dolorosa. “Los
100.000 millones de dólares en pérdidas que atormentan a Wall
Street se pueden comparar a los 170.000 millones en pérdidas resultantes de la crisis de ahorros y préstamos de finales de los ’80 y
principios de los ’90. Ambas cifras palidecen comparadas con los
casi 2 billones de dólares que se perdieron después del estallido de
la burbuja tecnológica. Sin embargo, los 100.000 millones en rebajas contables por las hipotecas subprime son sólo la punta del
iceberg. Algunos expertos en el mercado de bienes raíces sugieren
que los precios de las viviendas experimentarán una caída de entre
20 y 30%, antes de volver a niveles más realistas. Eso podría
traducirse en unas pérdidas nacionales de riqueza de entre 4 y 6
billones” (WSJ 18/01).
La capacidad de determinar las pérdidas por parte de
los bancos tiene relación directa con la naturaleza de su
actividad. Pero justamente por ello, se trata de cifras en
un balance. Sintéticamente, todo se remite a una cuestión de activos y pasivos. La diferencia entre ambos es
un indicador aproximado del valor de mercado de la
empresa en cuestión. En eso no hay diferencias entre
esas empresas y quien posee una casa hipotecada: ambos determinan lo que tienen de la misma manera. Pero
ahí terminan las semejanzas. Los cambios en las condiciones de vida de uno y otro, a partir de que el mercado
determina una depreciación general del valor de los activos, son radicalmente distintos. Para quien son sólo
inversiones destinadas a generar una renta y dispone de
un caudal de ellas importante, el cambio en el estilo de
vida es nulo. Únicamente afecta a esa porción de propiedad que actúa como capital. Al hacerlo, puede llevar
al atribulado capitalista a decidir retirar algunas de ellas
del mercado hasta que cambien los tiempos. Ese retiro
de capitales muy probablemente produzca algunos desempleados entre la fuerza de trabajo con la cuál se enlazaba para reproducir su valor. En la otra punta de la pirámide social, además de ese efecto sobre el desempleo
que darwinianamente se impone sobre ella, la ecuación de
una depreciación de activos y un incremento de pasivos
tiene un efecto disruptivo automático. Las condiciones
de vida se ven severamente afectadas: desde el riesgo de
perder la vivienda u otros bienes personales a la reasignación o el recorte del consumo. La implacable sanción
del mercado aquí decide la suerte de familias enteras.
FEBRERO DE 2008
Situación Mundial
La expansión desmedida del crédito es la condición
que permitió que todas estas circunstancias se realicen
simultánea y velozmente. Aunque la misma es un resultado lógico del propio sistema capitalista, su extensión
hasta el paroxismo es una marca indeleble de su forma
norteamericana. La imposibilidad práctica –por temor y
por inconveniencia– de reducir las condiciones de vida
de inmensas capas de la sociedad norteamericana llevó
a extender los beneficios del crédito como mecanismo
por excelencia para postergar un ajuste necesario para
sostener la tasa de ganancia del capital. La globalización, en tanto representa un grado creciente de interconectividad de las diferentes formas nacionales del capitalismo, y la emergencia del dólar como moneda de
referencia –desligada de un equivalente general de respaldo como fuera el oro a partir de 1971– generaron
condiciones de fragilidad inéditas ante cualquier descompensación de la economía mundial. Pero, al mismo
tiempo, se ganó en cierta fortaleza homeostática: el sistema generó los mecanismos para metabolizar, dispersar y aislar los inevitables efectos del capitalismo.
No obstante, esta capacidad no es omnisciente sino
que es un punto de equilibrio entre las diferentes acciones emprendidas por cada estado y bloque, y entre las
diferentes clases y capas al interior de cada uno de ellos.
Por ello es que inevitablemente esas correlaciones de
fuerzas entre las alianzas que integran encuentran el
cauce propicio para discurrir. El hecho de que los afectados sean ciertos sectores norteamericanos es un indicador de los tiempos y del duro aprendizaje que el resto
del mundo realizó tolerando las veleidades del imperio.
De esta forma, la proporción de la destrucción de valor
del capital global se reparte teniendo en cuenta esta
nueva realidad. Ciertamente, hay destrucción de valor
en tanto capital y no como valor de uso. Una parte de
valor ficticiamente incrementado por las expectativas
de ganancias futuras, a través de mecanismos financieros, necesariamente debe encontrar una medida acorde
con el volumen de ganancias “reales”. Dentro de esa
detracción hay, sin embargo, perdedores y ganadores de
porciones de ese valor. Esa transferencia de capital tiene, además de un componente más propiamente económico, una dimensión política decisiva. Esa circunstancia nos conduce a observar cómo las clases
dominantes hechan mano a la hegemonía que ostentan
para sacrificar a una parte de sus congéneres y debilitar
a los estados competidores.
Quinta regularidad: la hegemonía se convierte
en una herramienta central con el correr de los
días
Desactivada la concertación para instrumentar soluciones, los principales responsables salieron a buscar
soluciones individuales. Ciertamente, habían resultado
afectados por la crisis en función de la capacidad de
competir a escala global –aunque por supuesto, los
principales damnificados, en términos relativos y absolutos, pertenecen a otra clase. Entonces, se trataba de
11
salir a construir alianzas estratégicas para sostener el
ritmo previo a la crisis. Mantener la escala, en ese sentido, supone en muchos casos la posibilidad de subsistir
como capital independiente. A modo de ejemplo, el
propio Citigroup, en medio del descalabro financiero,
recibió una inoportuna llamada: era el Bank of America,
que informalmente intentaba seducir a la Junta Ejecutiva con una propuesta de fusión (WSJ 28/11). El rechazo rotundo fue seguido de una búsqueda de inversores
extranjeros que pudiesen inyectar fondos frescos a la
atribulada entidad: Abu Dhabi Investment Authority,
fondo soberano del principal emirato de los que componen Emiratos Árabes Unidos, adquirió un 5% de la
firma por 7.500 millones de dólares. Este proceso no
tardó en convertirse en una fiebre de ventas a fondos
soberanos extranjeros. Citigroup extendió las propuestas a China Development Bank, Government Investment Corporation de Singapur y Kuwait Investment
Authority. Merril Lynch hizo lo propio con Temasek
Holdings de Singapur, Korean Investment Corp. y
Kuwait Investment Authority. Morgan Stanley con
China Investment Corp. y UBS con Government Investment Corporation de Singapur y otro fondo de
Medio Oriente. Son los ejemplos más notables de un
proceso que se inició a comienzos de año cuando la
firma de capital privado Blackstone Group vendió una
participación importante a un fondo chino aún en creación (ver Análisis ... Nº 87). Ciertamente, hay otros grupos privados que intervienen en estos procesos de venta de participaciones o, mejor dicho, de opciones para
adquirir acciones. Pero sus intervenciones, además de
no suscitar especiales comentarios por parte de los medios especializados –habitualmente horrorizados por la
perspectiva de intervención estatal en la economía–,
son menores en cuantía. En las próximas secciones veremos las implicancias de ello.
Lo cierto es que aceptar este tipo de socio es una
muestra patente de que la “necesidad tiene cara de
hereje”. Pero este movimiento estuvo precedido de sabios movimientos por parte de los reguladores norteamericanos. “En julio del año pasado el presidente Bush firmó
la ley de Inversión Extranjera y Seguridad Nacional (FINSA,
según sus siglas en inglés), la cuál introdujo cambios significativos
a los procesos de revisión de inversiones extranjeras contenidos en
la enmienda Exon Florio. FINSA se hizo efectiva el 24 de octubre de 2007 y su objetivo es desalentar las inversiones extranjeras no deseadas ampliando los procesos de revisión. Europa busca
aplicar restricciones similares, pero todavía se encuentra un escalón atrás” (P12 27/01). Eso derivó en que las entidades
financieras que buscaban desesperadamente fondos limiten las participaciones ofrecidas a menos de un 5%,
además de limitar la capacidad de influir en las decisiones de la compañía (sea mediante una limitación del voto o restringiendo la capacidad de nombrar directivos).
Las diferencias entre EE.UU. y Europa se evidencian
en el caso del principal banco suizo, UBS, que ofreció
un 9% de participación al GIC, lo que lo convierte en el
principal accionista individual del banco. Mientras que
FEBRERO DE 2008
12
La fábula de la cigarra y la hormiga
respecto del 3% que ofreció a otro fondo soberano,
“bajo las leyes de valores suizas, UBS no tiene la obligación legal
de identificar al inversionista de Medio Oriente” (WSJ 15/01).
Además de los recaudos necesarios para permitir las
operaciones, las entidades financieras debieron acompañar el frenesí con una cuidadosa estrategia mediática
dirigida a la opinión pública. Había que modificar el
discurso habitual en 180º. La presión de los medios influyentes en su momento generó una corriente de opinión que evitó ventas de empresas inconvenientes. Entre los casos más resonantes estuvieron el de la
petrolera norteamericana Unocal a la empresa estatal
china C.N.O.O.C. Ltd. (ver Análisis ... Nº 62, agosto
2005) y la administradora de puertos británica –pero
con el grueso de las inversiones en EE.UU.– P&O
Steam Navigation Co. a Dubai Ports World en 2006
(ver Análisis ... Nº 70, abril 2006).
La oportunidad resultaba inmejorable, puesto que
había que convencer a la población de la inevitabilidad
del ajuste que comienza a introducirse en amplias capas
de la población. La exaltación nacionalista podía llegar a
conmover a los espíritus más sensibles a aceptar la mudanza a un hogar más pequeño, en lugar de aceptar darle una parte de esa riqueza (por intermedio de títulos de
deuda) a gobiernos extranjeros “enemigos de la libertad”. La forma de vida norteamericana parece estar en
juego en cada decisión individual, para ello gozan de libertad para tomarla.
Ciertamente, parte de esta operación suponía dar claras señales por parte del gobierno de estar encargándose de evitar que se repitiesen los desprolijos manejos del
mundo de las finanzas. A pocos años de la contabilidad
creativa de Enron, WorldCom y muchas otras empresas, la sociedad parece tener un grado de resistencia
formidable al uso de la memoria. Los anuncios son impactantes pero ya carecen de la sustancia que tuvieron
en el momento de castigar las anteriores prácticas desleales. “La Fed, conciente de que los prestamistas defraudaron a
los tomadores de préstamos con poca chance de devolverlos, propuso una serie de restricciones para las hipotecas y préstamos de alto
costo para personas sin historial crediticio. Las nuevas reglas obligan a las compañías de préstamos hipotecarios a demostrar que
los clientes pueden afrontar sus deudas. También requiere que informen sobre comisiones ocultas incluidas en los pagos por intereses, y prohibe cierto tipo de publicidad. Las nuevas regulaciones,
que se espera sean aprobadas rápidamente luego de los tres meses
de audiencias públicas, constituyen una reversión de la habitual
reluctancia a intervenir por parte del organismo […]. Las reglas,
que no incluyen a las hipotecas normales, apenas prohiben prácticas largamente criticadas y no llegan a satisfacer a grupos de defensa del consumidor. […] ‘Las propuestas son tan simples, regulaciones de sentido común. ¿Por qué Greenspan no lo hizo hace 7
años?’, se lamentó Dean Baker co-Director del Center of Economin Policy Research” (NYT 19/12). Se trata de acciones
que no implican una oleada de regulaciones sobre el
sector sino más bien un maquillaje lo más prolijo posible para vender el ajuste que necesariamente se abatirá
sobre la población.
Simultáneamente, ya se habla de un cambio en el
“modelo de negocios” de los bancos. Lo que en otros
términos significa que por unos años no podrán utilizar
mecanismos espurios para incrementar sus ganancias.
“El resultado es que los bancos y corredoras, que en los últimos
años han visto retornos de hasta 20 y 30%, tendrán que resignarse a que esta referencia de rentabilidad caiga a cifras entre 15
y 20% en los años buenos y por debajo del 10% en los años malos” (WSJ 18/01).
El uso de la hegemonía para imponer condiciones se
impone en primer lugar al interior del espacio de acumulación. No existen fisuras al respecto al interior de la
clase dominante, puesto que de lo que se trata es de cicatrizar el tejido social herido. Los medios masivos de
comunicación constituyen el canal primordial de su
aplicación. Simultáneamente, se utilizan para incidir en
el plano de las relaciones internacionales, aunque aquí,
como veremos, la situación presenta un mayor grado de
complejidad porque la superposición de entidades y organizaciones que llevan adelante las acciones actúan en
una dinámica de alianzas en permanente fluidez.
FEBRERO DE 2008
Situación Mundial
13
La fábula de la cigarra y la hormiga
Esas fuerzas que describimos en los apartados anteriores, en donde los principales capitales globales se
asientan políticamente en EE.UU. pero económicamente en todo el planeta, constituyen una parte fundamental del propio diseño del sistema capitalista. Los
problemas que encuentra para disolver los inconvenientes para proseguir con el “ciclo de los negocios” son
una evidencia irrefutable de que, pese a su envergadura
y su capacidad de influencia, su margen de acción se
encuentra limitado. La relación de necesidad entre las
partes de un mundo cada vez más interconectado impide la autonomía y prescindencia absoluta de cualquiera
de ellas. Sin embargo, existen grados en que esto puede
realizarse. La relación principal que actualmente caracteriza a la división internacional del trabajo –y que describimos largamente en Análisis ... anteriores, entre
China y EE.UU.– está basada en una necesidad mutua.
Pero la dispar suerte que corre cada uno de esos espacios de acumulación luego de un año crítico permite interrogarnos acerca de si hubo un cambio en el peso que
la necesidad ejerce sobre cada uno de ellos respecto del
mantenimiento de los términos de la relación.
(Casi) todo es posible en un año electoral
En Análisis ... anteriores (Nº 54, diciembre 2004 y Nº
77, noviembre 2006), cuando abordamos las últimas
dos elecciones en EE.UU., dimos cuenta de procesos
electorales en donde las concepciones políticas quedaban relegadas como elemento central de la contienda.
En su lugar, el desarrollo de una maquinaria digna de
una actividad económica sujeta a las fuerzas optimizadoras del mercado había culminado en organizaciones
que, por intermedio de los aportes de campaña, lograban encaramarse en el gobierno del estado. Por dicha
razón, esbozamos la idea de que en realidad en EE.UU.
existe un partido del capital con diversas líneas internas.
Los partidos demócrata y republicano, en ese sentido,
pasaban a ser indicadores de la pertenencia formal a
una u otra organización. Habitualmente, las diferencias
y similitudes entre las diferentes líneas no se corresponden con la pertenencia a uno u otro: hay líneas internas republicanas más cercanas a sectores demócratas
que a otras republicanas y viceversa. Finalmente, concluíamos que había una aparente tendencia a un corrimiento de la mayoría de ellas hacia el centro.
En ese momento, se trataba de una situación de crecimiento económico, razón por la cual las diferencias
respecto de la política económica estaban silenciadas.
Al calor del deterioro de la economía, comenzaron a
descongelarse las perspectivas de uno y otro en relación
con el rumbo a seguir. Inclusive, el pulso del electorado
permitía considerar al respecto una posible deserción
respecto de posiciones centristas, por lo general más
vacuas y menos consistentes. “Aún en los ’90, sólo la mi-
tad de los legisladores demócratas votaron en favor del NAFTA
impulsado por Clinton y el líder republicano en la Cámara baja
Gingrich. Dos tercios de los republicanos votaron a favor. En ese
momento, 40% de los votantes republicanos consideraban que el
libre comercio era positivo para EE.UU., 30% consideraban lo
contrario y 30% que era lo mismo. Actualmente, de acuerdo a
una encuesta de Wall Street Journal de octubre de 2007, 59%
sostiene que el libre comercio es negativo contra un 32% que cree
que es positivo. Los demócratas son todavía más negativos al respecto” (Washington Times, 5/12). Es significativo que
un diario conservador como el Washington Times refleje el crecimiento de la opinión antagónica al librecambio en el país que se yergue como su adalid.
El crecimiento de posiciones proteccionistas deja poco margen de acción para una economía absolutamente
dependiente del exterior. Aún cuando el mundo depende en buena medida del consumo norteamericano, el
peso de la necesidad comienza a ser más gravoso para
EE.UU. Hay, por supuesto, diferencias de forma: los
republicanos consideran que “recortar impuestos, más que
incrementar el gasto, es el camino de la prosperidad. Los demócratas, por el contrario, apoyan una extensión de los beneficios por
desempleo, junto con recortes impositivos dirigidos a la clase media” (NYT 19/01). Si bien son muy importantes, uno y
otro suponen diferentes instancias que orientan el mayor consumo, derivado de una nueva expansión ficticia
de la liquidez. Los republicanos prefieren otorgar la decisión al mercado –en esta oportunidad, como vimos,
mediante devoluciones de impuestos–, mientras que los
demócratas priorizan que sea el estado el que tenga la
capacidad de decidir cómo se utiliza esa expansión monetaria. Ciertamente, en última instancia, el destinatario
final es el consumidor individual, que debe estar cabalmente predispuesto a consumir. Por ello resulta tan importante el mantenimiento de la confianza. Las diferencias son aún menos sustanciales cuando las opciones
son verdaderamente limitadas.
Las verdaderas diferencias se encuentran, en cambio,
en materia de política internacional. En ese contexto, se
comprende cómo la línea interna que actualmente comanda el Partido Republicano continúe insistiendo al
respecto, aún cuando sufra deserciones cada vez más
acentuadas. “El Presidente Bush utilizó su último Discurso
sobre el Estado de la Unión para solicitar la aprobación de su
paquete de estímulo, pedir paciencia en Irak y una modesta agenda de clausura de su mandato que incluye 300 millones de dólares para alumnos de bajos ingresos en escuelas con problemas
[…]. Sin embargo, dedicó muy poco de su discurso de 53 minutos
a la economía, tema que pasó al primer lugar en el electorado.
Ocupó la mayoría del tiempo refiriéndose al tema que fue su prioridad número uno, Irak” (NYT 29/01). En parte, esta posición intransigente respecto de cómo resolver las diferencias entre las líneas republicanas es una manera de
FEBRERO DE 2008
14
La fábula de la cigarra y la hormiga
atestiguar cómo un presidente que no puede ser reelecto se desentiende de la suerte de sus pares. Por dicha
razón, la distancia de éstos con el Presidente Bush no
deja de aumentar. “Un éxodo creciente de representantes en
ejercicio, agravado por la persistente desventaja en las recaudaciones para las campañas, amenazan los esfuerzos republicanos de
arrebatarle a los demócratas la mayoría en el Congreso en las
elecciones de noviembre […]. Tom Davis, republicano moderado
de Northern Virginia, se convirtió en el quinto representante de
ese partido que en la semana pasada anunció que no se presentaría para ser reelegido. Eleva el número de retirados a 28, uno de
los mayores de la historia en la cámara baja […]. Los nuevos
datos dan cuenta de que el Comité Nacional de Representantes
Demócratas finalizaron el 2007 con 35 millones de dólares en el
banco y 1,3 millones de deuda. Los republicanos, por su parte,
disponen de 5 millones en el banco y 2 millones de deuda” (NYT
31/01).
Estas deserciones parecen ir a contramarcha del sentir del electorado, que parece haber tomado conciencia
de que su participación puede ser importante para decidir su suerte. Las cifras de participación en las internas
de ambos partidos muestran un crecimiento muy importante respecto de las anteriores. Por ello, la política
doméstica comenzó a quedar hegemonizada por una
discusión entre las líneas que protagonizan la contienda,
pero que prescinde de aquello que se elabora en los pasillos de la Casa Blanca. Aun cuando efectivamente se
influyan mutuamente, la sensación es que la resolución
de los problemas deberá esperar al nuevo presidente.
Por supuesto, nueve meses son demasiado para la velocidad y profundidad del colapso financiero. Pero el
hecho de que el Gobierno de Bush implemente las medidas habituales para estos casos, sin modificar un ápice
lo que determina el manual en materia de política económica, da cuenta de que no existen posibilidades para
un presidente saliente de implementar medidas excepcionales. En ese sentido, la política exterior parece mostrar una fisonomía distinta. Al parecer, las líneas de intervención política en la materia parecen tener un rasgo
común más allá de los detalles: nunca hay que quedarse
inactivo.
No es bueno jugar con el fuego del Dragón
Las iniciativas en política internacional más importante, además de las dirigidas a Medio Oriente, se relacionan con China. El Diálogo Estratégico culminó su tercera ronda con escasos resultados. “En su alocución
inaugural de la tercera sesión del diálogo estratégico, el Secretario
del Tesoro, Henryt Paulson Jr. afirmó que los dos países deben
‘resistir los intentos de reducir la transparencia o de incrementar
los obstáculos regulatorios para proteger las industrias’. La Vicepremier Wu Yi, por su parte, fue mucho más específica. Se refirió
a los 50 o más proyectos pendientes en el Congreso de EE.UU. a
los que calificó de ‘proteccionistas’, afirmando que ambos lados
deben ‘oponerse a los intentos de politizar los asuntos comerciales’.
Agregó que ‘si eran adoptados esos proyectos, las relaciones comer-
ciales de China y EE.UU. se verían seriamente afectadas’”
(WP 12/12).
Es interesante destacar la pausa en el tratamiento legislativo de esos proyectos. Más allá de que el Congreso
se encuentra en manos opositoras justamente en un año
electoral, lo que acrecienta el riesgo de que la fisonomía
de lo allí aprobado lesione las iniciativas de la Casa
Blanca, lo cierto es que aguardan la evolución de estas
negociaciones. Los avances fueron limitados. China accedió a implementar un programa de seguimiento de
mercaderías mediante el cual compartiría información
con EE.UU. sobre todo en alimentos y medicamentos.
El acuerdo, meramente una fase experimental, alcanza a
una fracción pequeña de los 341.000 millones de las
mercaderías que –se calcula– China le vendió a EE.UU.
en 2007. Aquí las concesiones son claramente nulas:
luego del escándalo con varios productos chinos, es de
su superior interés despejar dudas acerca de la seguridad de las industrias.
Finalmente, hubo muy poco para festejar. “Incapaces de
llegar a un acuerdo acerca de servicios financieros y tarifas arancelarias durante dos días de conversaciones en Pekín, los funcionarios chinos y norteamericanos, en cambio, se enfocaron en algo
más fácil: medio ambiente […]. En sesiones previas, funcionarios
de EE.UU. afirmaron estar cerca de un acuerdo en dos cuestiones fundamentales: el incremento del tope a la participación extranjera en bancos chinos, que permanece en un 25% desde hace
años; y la eliminación de tarifas, algunas de hasta 16%, sobre
ciertas importaciones como las de servicios y tecnología energética.
El diálogo estratégico fue lanzado en el otoño de 2006, cuando el
Congreso norteamericano amenazaba con imponer masivamente
tarifas a las mercancías chinas si China no dejaba que el Yuan,
anclado al dólar, se valorice. China argumentó que hacer eso rápidamente desestabilizaría su economía” (WP 13/12). Habituados al valor testimonial de los acuerdos, los norteamericanos lograron arrancar promesas a los
funcionarios chinos: respecto de los “servicios financieros,
China se esforzará por abrir su economía a extranjeros, afirmando que permitirá a empresas prestigiosas del exterior suscribir en
acciones y bonos denominados en yuanes. Aunque no elevará el
límite a la participación extranjera en bancos –que los norteamericanos agresivamente solicitaron– las agencias regulatorias acordaron estudiar el tema y elevar recomendaciones” (WP 14/12).
Pero se observó un cambio de táctica de los negociadores norteamericanos, lo que confirma el fracaso de la
anterior. “Esta semana, los funcionarios norteamericanos cambiaron de táctica. Argumentaron que dejar que el yuan se revalúe
no es bueno sólo para EE.UU. sino también para China […].
No es claro si el argumento era considerado por China, pero el
jueves, su banco central dejó que el yuan se eleve a su nivel más
alto desde julio de 2005. El año pasado se elevó más de un 6%
contra el dólar” (WP 14/12).
La posibilidad de obtener concesiones de Pekín por
parte de cualquier gobierno extranjero, en este caso
EE.UU., debe superar un ámbito deliberativo que ra-
FEBRERO DE 2008
Situación Mundial
lentiza las decisiones. Para Washington y Wall Street resulta fatal la espera, pues se precisan implementar transformaciones rápidamente que sólo enfrenten dilaciones
en el plano de la implementación, tanto mejor si estas
surgen a partir de cuestiones técnicas. Asimismo, las
decisiones adoptadas son resultado de las discusiones
entre las líneas internas del PC de China. Pese al paciente trabajo realizado por EE.UU., principalmente en
la etapa de formación universitaria de los cuadros del
gobierno chino, la línea más inclinada a Occidente continúa perdiendo posiciones. “La sólida relación de Wu con
Paulson es muy conocida. Pero como Wu se retirará pronto, el futuro del diálogo estratégico está en duda. La contraparte de Paulson para la próxima ronda, que tendrá lugar en junio en Washington, sería Zhang Dejiang, que recientemente fue elevado al
Politburó luego de una década al frente de las dos provincias chinas más ricas. Conocido por su visión ultraconservadora, Dejiang
estudió economía en la Universidad Kim Il Sung de Corea del
Norte” (WP 14/12).
Indudablemente, la línea más dura con Occidente,
que promueve el desarrollo del mercado interno acelerado, tiene actualmente a la realidad como principal argumento en su favor. Pero le resulta imposible prescindir del llamado clan de Shangai, capacitado para realizar
las tareas de la manera en que los negocios lo requieren.
Podemos ver su intervención en el histórico acuerdo de
compra de acciones de Morgan Stanley por parte de
China Investment Corp., valuado en 5.000 millones de
dólares. Entre sus promotores destaca Wei Christianson, “nacida en Pekín, parte de una generación de mujeres pioneras de China, que viajaron a otros países para estudiar en los
primeros años de las reformas económicas de su país, para luego
volver y ayudar a dar forma nueva al sistema financiero chino.
Entre los chinos a los que conoció en New York mientras estudiaba leyes en la Universidad de Columbia a fines de los años
’80, destaca Gao Xiqing, un abogado que se graduó en la Universidad de Duke y más tarde ayudó a fundar los mercados bursátiles de China. Gao hoy es presidente y director general de inversiones de CIC, un fondo soberano creado en septiembre para
gestionar 200.000 millones de dólares de las reservas de divisas
de China” (WSJ 21/12).
El predominio del sector duro, liderado por Hu Jintao, se confirma en esta especie de “concesión”: sólo liberaron una porción menor del 1,4 billón de dólares en
divisas que el país mantiene en reservas para inversiones exclusivamente financieras. El tiempo dirá si el éxito le permite capitalizar políticamente al sector conducido por Jiang Zemin. Por lo pronto, la escasa
capacidad de incidir en lo que las entidades de Wall
Street hagan con esos fondos, debido a las limitaciones
impuestas en los acuerdos, es una muestra de la renuencia norteamericana.
Esa circunstancia no pasó desapercibida para nadie.
Aún cuando el principal diario del mundo de las finanzas se esfuerce por invertir el origen de la necesidad, es-
15
tá más que claro que con Pekín no se juega. “Los poderosos fondos de inversión controlados por los gobiernos de Asia y
Medio Oriente, que han adquirido una gran cantidad de activos
globales en los últimos meses, están encontrando obstáculos en su
camino. Ayer, sin ir más lejos, el gobierno chino aparentemente
anuló una inversión multimillonaria del estatal Banco de Desarrollo de China en el conglomerado financiero estadounidense Citigroup Inc. La decisión sugiere que no hay consenso en Pekín sobre cuál es la mejor forma de invertir las gigantescas reservas que
ha acumulado el país […]. Alemania está estudiando la aprobación de nuevas leyes para bloquear adquisiciones por parte de empresas estatales extranjeras y fondos de inversión. La semana pasada, el presidente francés Nicolás Sarkozy prometió usar el
fondo estatal de pensiones del país para defender a las industrias
francesas ‘frente a un aumento del poder [de los fondos de inversión estatales] extremadamente agresivos’. […] La preocupación de fondo es si inversiones extranjeras como ésta son lo suficientemente grandes para ‘bloquear ciertas decisiones a través de
un derecho a voto informal’, dice Dominique Biedermann, director
de Ethos, un fondo de inversión activista de Suiza” (WSJ
15/01). Curiosamente, la desesperación por obtener los
fondos no es de Medio Oriente ni de China sino de
EE.UU. y, por extensión, de la Unión Europea. Lo más
probable es que toda la legislación que se promueva e
implemente refuerce la importancia de la informalidad
como mecanismo decisor en la radicación de inversiones. Seguramente, como “los gobiernos pasan y la legislación queda” es posible que sirva para bloquear los
acuerdos considerados indigestos pero sea inocua para
los que no lo son. La decisión descansará en el esquema
de alianzas de turno.
En rigor, buena parte de estas iniciativas proteccionistas buscan poner a resguardo la capacidad de decidir
quiénes, cómo y cuándo participan de los mercados
propios de cada estado-nación. La potestad de cautelar
los mismos aún reside en los distintos gobiernos del estado donde se asientan. Pero lo cierto es que hay una
tendencia muy fuerte que indica cambios fundamentales en la dirección de los flujos de capitales. “El año pasado, los inversores extranjeros destinaron la cifra récord de
414.000 millones de dólares en acciones de compañías, fábricas y
otras propiedades […]. Representa un 90% de aumento respecto
del año previo y más del doble del promedio de la década pasada.
Los beneficiarios más conspicuos fueron Merril Lynch, Citigroup
y Morgan Stanley, que vendieron participaciones a fondos soberanos de Asia y Medio Oriente […]. La empresa alemana ThyssenKrupp Stainless desembarcó en noviembre con una planta de
elaboración de acero inoxidable valuada en 3.700 millones en
Calvert, Alabama, sus ejecutivos se refirieron eufóricamente a los
bajos costos de producción de EE.UU. y a la posibilidad de llegar a millones de clientes –en particular gracias al TLCAN que
permite un libre flujo de mercancías a Canadá y México. […]
La inversión de subsidiarias extranjeras en EE.UU. pasó de
39.200 millones a 43.300 en el 2007. Cinco millones de norteamericanos trabajan ahora para compañías extranjeras instala-
FEBRERO DE 2008
16
La fábula de la cigarra y la hormiga
das en EE.UU., con salarios 30% mayores a los abonados por
compañías nacionales. Cerca de un tercio de esos empleos son industriales. […] Las inversiones de Corea del Sur pasaron de
5.400 millones de dólares en 2000 a 10.400 millones el año pasado, las de Rusia de 60 millones a 572 millones y las de India
de 364 millones a 3.300 millones” (NYT 20/01). Para el caso de China en particular, en 2007 por primera vez “las
fusiones y adquisiciones de China en el exterior suman 29.200
millones de dólares al paso que las fusiones y adquisiciones de
empresas foráneas en China totalizan 21.500 millones” (WSJ
20/12).
Indudablemente, la interconexión creciente de los
distintos fragmentos del mercado mundial ahora presenta mejores perspectivas para una dispersión del poder. La carga que las intervenciones militares en Irak y
Afganistán, además de las millonarias pérdidas originadas por el Huracán Katrina, supusieron para la economía norteamericana, están llegando finalmente. Aún
cuando al hacerlo también inciden en la economía global, resulta un interesante aprendizaje de los pueblos
del mundo el haber sabido neutralizar los intentos de
descargar la basura. La historia de los países del sur y de
las periferias del norte está colmada de problemas derivados de esa actitud. Hay muchos ejemplos de que
momentáneamente esa capacidad está obturada. El mejor ejemplo es quizás la segunda cumbre de la UEÁfrica celebrada en Lisboa el 8 y 9 de diciembre, que
culminó con el rechazo por parte de los africanos a
firmar los acuerdos de Libre Comercio a los que los
presionaba la UE.
¿Hacia un capitalismo mejor?
Así como hay cuestiones que marcamos en esta sección que permiten cierto optimismo para aquellos que
vivimos preocupados por el porvenir, un análisis
honesto permite aventurar que los pasos realizados son
ínfimos en relación al camino que la humanidad debe
recorrer. Las condiciones en las que se desenvuelve el
capitalismo no han cambiado salvo en los detalles, los
protagonistas y los eventos que jalonan su desarrollo.
La adicción al crédito, a consumir hoy lo que se produjo ayer pero que recién mañana estaremos en condiciones de afrontar, continúa pese a todo y quizás supere
fortalecida esta encrucijada.
Las transformaciones sociales son insoportablemente
caprichosas, es complejo predecir cuánto tiempo tomarán: a veces siglos, otras veces días. En este caso, Situación Mundial intentó dar cuenta de un movimiento en
que hay dos procesos concatenados.
El primero, tiene lugar al interior de la clase dominante global. Para ella, el aprendizaje de un siglo resultó
en una práctica firmemente establecida. Con sus contradicciones internas, es probable que se continúe consolidando una capa de la burguesía, ahora engrosada
por las definitivas incorporaciones de ejecutivos chinos,
árabes, kuwaitíes, etc. Esa capa podría aprovechar las
condiciones de transformarse en un órgano de deliberación del capital financiero –en su multiplicidad de
formas–, pero la propia esencia del capitalismo impide
la existencia perenne de semejante cosa. No sólo porque hay excluidos que en algún momento la necesidad
mutua hará preciso incluir (iraníes, rusos, etc.), sino
porque la próxima crisis expulsará a un número mayor
de ellos de los lugares conquistados. Ninguno dudará
en establecer alianzas para evitarlo, desnudando la inevitable lucha que generará.
El segundo refiere a las transformaciones operadas en
la sociedad norteamericana en muy corto tiempo. El
temor sirvió como mecanismo movilizador luego del 11
de septiembre de 2001 y la sumió en un peligroso –para
sí misma y para las del resto del mundo– oscurantismo.
La sociedad de ese momento, que eligió no saber, seis
años después se encuentra buscando respuestas. El crecimiento de la participación de la sociedad norteamericana en las actuales elecciones internas, un fenómeno
cuantitativo y cualitativo muy significativo, confirma el
argumento de que los momentos de crisis son fundamentales para provocar la movilización de las sociedades. En ese sentido, cabe preguntarse si el actual momento que atraviesa la sociedad norteamericana no es
sino la culminación de las crisis económicas que azotaron a la mayor parte de la periferia durante los ’90, una
vez derribado el influjo de la Unión Soviética como
forma de organización de la vida social. En ese plano,
es posible pensar en la repetición del proceso vivido en
un buen número de países de la periferia en los países
centrales, en los cuáles la sociedad revalorizó la intervención del estado para moderar los efectos del movimiento de la economía. Ciertamente, no se trata de la
injerencia del estado en sí –puesto que el liberalismo a
ultranza es una forma de hacerlo– sino del sentido de la
misma: lo que parece estar en juego es qué importancia
se otorga a la reproducción de los capitales medios y
pequeños. No cabe duda entonces, que el año 2008
puede convertirse en un año de transformaciones profundas en la fisonomía de la “sociedad global”.
FEBRERO DE 2008
17
América Latina
A casi 8 años del lanzamiento del Plan Colombia –una masiva intervención de EE.UU. en el
conflicto colombiano que el resto de la región no apoyó–, despuntó la novedad de la entrega
unilateral de rehenes por parte de las FARC con una protagónica presencia del ALBA y el
MERCOSUR, que en contraposición a la política belicista de los gobiernos colombiano y estadounidense, intervinieron en función de una búsqueda política de la paz.
De guerra y de paz: la región y el Plan Colombia
Del fin de la mediación…
El 23 de noviembre se difundió un documento de la
presidencia colombiana que indicaba secamente: “El
presidente de la República da por terminadas la facilitación de la
senadora Piedad Córdoba y la mediación del presidente Hugo
Chávez” hacia un intercambio humanitario entre el gobierno y las FARC (LN 23/11). El anuncio no resultó
una sorpresa: ya en el Análisis... Nº 89 (noviembre de
2007), antes de que Uribe suspendiera la mediación de
Chávez, afirmábamos: “Parece más que evidente la poca disposición del gobierno hacia una negociación. Y esta poca disposición es compartida con el gobierno estadounidense, que bien sabemos que califica de terroristas tanto a las FARC como al ELN,
y que destina millonarias sumas al combate contra ambas fuerzas
con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Ya comentamos el sentido último de ese combate: controlar territorios y sus recursos real o potencialmente valiosos, lo que implica
primero expropiar de ese control a la población de esos territorios.” Pues bien, la medida se justificaba en lo inmediato, en que Chávez se había comunicado con el jefe de
las FF.AA. colombianas sin autorización de Uribe. La
cuestión fue minimizada por Piedad Córdoba al afirmar
que “Yo fui quien le pasé [a Chávez] al general en medio de
una llamada rutinaria.” Por otro lado, también se justificó
la suspensión en el hecho de que según Uribe: “Las
FARC quieren protagonismo político, pero no liberar a los secuestrados” y que las gestiones de Chávez y Córdoba sólo
magnificaban ese protagonismo político. (LN 24/11)
Las respuestas de los echados de las negociaciones fueron duras. Córdoba señaló: “Lo cierto es que la facilitación,
la mediación del presidente Chávez se estaba haciendo con responsabilidad con seriedad” y, a propósito de pruebas de vida
que el ejército colombiano presentó oportunamente
tras la ruptura de las gestiones, agregó que “las pruebas al
parecer venían a mi nombre para ser llevadas al presidente Chávez” (LN 1/12). Por parte de Chávez, se “anunció el rompimiento de las relaciones con Colombia, llamó a consultas a su
embajador en Bogotá y lanzó fuertes epítetos contra Uribe.”
Otro golpe le llegó a Uribe desde Francia. El vocero del
presidente Sarkozy declaró: “Continuamos pensando que el
presidente Chávez es la mejor opción para lograr la liberación de
los rehenes (…) Esperamos que el diálogo entre el presidente
Uribe y el presidente Chávez se reanude” (LN 5/12) Y en
consonancia con ello, París pidió a Colombia que “suspendiera momentáneamente” el viaje a Francia de Luis Carlos Restrepo, para presentarle a Sarkozy la propuesta de
Uribe. (LN 6/12)
Así las cosas, Uribe emprendió una ronda de conversaciones telefónicas para explicarles la situación a los
presidentes de: Estados Unidos, Francia, México, Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador, Perú, Chile, El Salvador y Costa Rica. Según explicaba el Comisionado de
Paz del gobierno de Uribe, Luis Restrepo: “Lo que registramos negativamente es que las FARC estaban usando ese escenario para fortalecerse políticamente. Estábamos ante el riesgo de
un reconocimiento internacional de un grupo terrorista.” (LN
6/12)
Ante esas gestiones, el reconocimiento internacional estaba
lejos de decrecer, pues públicamente eran más los actores regionales que se ofrecían para intervenir. Y quien
se presentaba era nada menos que Brasil, pues Marco
Aurelio García, asesor de Lula en temas internacionales,
declaró que “Brasil tiene pautado ofrecer sus buenos oficios para la resolución de temas humanitarios en Colombia”, en igual
sentido que el diputado del PT Rosinha que declaró que
Lula “tiene el liderazgo suficiente en América latina” para
“contribuir” al canje humanitario. (LN 6/12) También se
sumaba el saliente presidente argentino Néstor Kirch-
FEBRERO DE 2008
18
De guerra y de paz: la región y el Plan Colombia
ner que le aseguraba al esposo de Ingrid Betancourt:
“Yo dejo el gobierno el lunes; queda mi esposa [Cristina Kirchner], y yo puedo ir a la selva.” (LN 9/12)
El gobierno colombiano insistió con su propia visión
de las cosas, mostrándose por un lado dispuesto a
comprarse a los efectivos de las FARC a cargo de los
secuestrados. Uribe realizó “Un llamado a los guerrilleros
que están cuidando, léase «torturando», a los secuestrados, para
que recapaciten. Ofrecemos todos los beneficios jurídicos, todo el
apoyo, para aquellos que desmovilicen sus cuadrillas y traigan
consigo a los secuestrados”.1 Por otro lado, presentó su voluntad de seguir buscando el intercambio humanitario.
Uribe declaraba: “Hoy [por ayer] nos reunimos con monseñor
Luis Augusto Castro y con el padre Darío Echeverry para
hablar del tema de la liberación de los secuestrados y consideramos
prudente manejarlo exclusivamente a través de la Iglesia Católica” Incluso presentó la novedad de ceder al despeje que
la guerrilla reclamaba para realizar las negociaciones,
claro que en sus propios términos: “Como en algunos colombianos hay preocupación por lo que pueda ser esa zona, me
permito repetir que será una zona rural, en un sitio no poblado,
con un área aproximada de 150 km2 donde no haya instalaciones ni presencia militar ni policial que remover” (LN 10/12)
Las FARC mantuvieron su demanda de desmilitarizar
dos municipios del sudoeste, de unos 800 km2.
A esta altura, el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, admitía que su gobierno no tuvo éxito en su
“internacionalización” del conflicto, en referencia al resultado de la comunicación de Uribe con 11 presidentes. “Quizás sea nuestra culpa no haber explicado bien nuestros
esfuerzos” (LN 13/12)
…al desagravio en dos tiempos
Fueron entonces las FARC las que impusieron un giro a la situación al anunciar: “Ante la infamia uribista y
como desagravio al presidente Chávez, a la senadora Piedad Córdoba y a los familiares de los prisioneros, aceptamos su llamado a
liberar a la doctora Clara Rojas, a su pequeño Emmanuel y a la
doctora Consuelo González de Perdomo, como muestra incuestionable de la esperanza que habíamos depositado en su papel facilitador.” (LN 19/12)
Esta sería la primera liberación unilateral de rehenes
en la historia de las FARC. La forma concreta que tomaría el evento se terminó de delinear el 27 de diciembre, cuando se anunció que se incluiría a garantes de
Argentina –el ex presidente Néstor Kirchner–, Brasil –
el asesor de Lula en temas internacionales Marco Aurelio Garcia–, Bolivia, Ecuador, Francia, Cuba y el Comité Internacional de la Cruz Roja. No casualmente, fin
de año era el plazo que Uribe le había puesto a la mediación de Chávez.
El día 31 se anuncia la suspensión de la operación, y
lo que siguió fue la pelea por identificar las razones.
Chávez acusó a Uribe de “dinamitar” el proceso, pre-
1
Según el gobierno, de enero de 2002 a noviembre de
2007, 14.000 irregulares, la mayoría de las FARC, desertaron y entregaron las armas.
sentando una carta de la guerrilla con fecha 30 de diciembre, que explicaba que “los intensos operativos militares
en la zona nos impiden por ahora entregar a usted los cautivos,
como era nuestro deseo”. (El Nacional, de Caracas 3/1) Esto fue rechazado por el canciller colombiano Fernando
Araújo para quien los rebeldes “hablan de operativos militares que no han existido.”
Las acciones militares en la zona las confirmaron por
un lado la propia Consuelo González que declaró que
caminó entre los bombazos de las FF.AA. colombianas
a fines de Diciembre. Por otro lado, las propias FF.AA.
colombianas en un comunicado del 26 de diciembre informaron de “operaciones” realizadas en “las últimas
horas” en la región en la que se preveía que la guerrilla
iba a entregar a los rehenes. (LN 5/1)
Uribe a su vez atribuyó el incumplimiento a que, en
realidad, la guerrilla no tenía en su poder al niño. La
hipótesis de Uribe terminó de confirmarse con el resultado exitoso de la prueba de ADN y luego con el reconocimiento de las propias FARC. Reconocimiento que
era también una acusación a Uribe: “Emmanuel no podía
estar en medio de las operaciones bélicas del Plan Patriota, de los
bombardeos y los combates, la movilidad permanente y las contingencias de la selva. (…) el niño había sido ubicado en Bogotá” y
el gobierno lo secuestró “para sabotear su entrega, la de su
madre Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo al presidente Chávez”. (C y P/12 5/1). Según el gobierno, el niño siguió otro derrotero: la FARC lo entregaron a un
campesino, éste lo llevó a un hospital y el menor terminó en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
por las evidencias de maltrato reveladas por su estado
de salud. Esta declaración fue calificada por Luis Restrepo como “mentirosa, incoherente y absurda”. (LN 6/1)
Por otro lado, también se evaluó la presencia de los
garantes internacionales. Así, en respuesta a las críticas
a Kirchner, Marco Aurelio Garcia respaldó labor de éste y consideró “injusto y casi injurioso” sostener que Chávez se valió del ex presidente para un “show mediático”(C
3/1)
Desde el gobierno colombiano que se apuntó fuerte
contra la comisión. El canciller colombiano, Fernando
Araújo afirmó que “La comisión que vino a Villavicencio llegó con un discurso muy cargado en contra del gobierno colombiano
y muy favorable a las FARC, poniendo siempre en duda los informes que daba el gobierno y registrando siempre como reales las
mentiras de la guerrilla. (…) En esas condiciones nosotros consideramos que esas comisiones sólo sirven para crear un escenario
favorable a las FARC en la comunidad internacional, y creemos
que eso debemos cortarlo de raíz.” (LN 8/1). En algo que sería una constante, estas duras declaraciones fueron
acompañadas por otras más suaves del presidente Uribe, que agradeció públicamente la gestión de los garantes. (Cl LN 9/1)
Con todo, el proceso de liberación de los rehenes siguió su curso, con la guerrilla y el gobierno insistiendo
en la voluntad de liberar a las dos rehenes, y en brindar
las garantías mínimas para que ello ocurriera. El propio
Chávez señaló el día 6 de enero: “Seguimos esperando el
FEBRERO DE 2008
América Latina
contacto para recibir o ayudar a liberar a estas dos damas y a todos los secuestrados” (LN 7/1). Así, el día 9 anunciaba:
“Hemos recibido esta mañana de parte de la comandancia de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ahora
sí las coordenadas, allá en las montañas de Colombia donde se
encuentran Clara y Consuelo (…) Ojalá mañana a primera
hora los helicópteros venezolanos salgan de algún punto del territorio nacional hasta el Guaviare [en el sur de Colombia] a buscar a estas dos compatriotas colombianas y a lograr su liberación”. El gobierno colombiano autorizó la operación y
según Restrepo, “Existe el mejor espíritu de colaboración entre
los dos países y en este momento avanzamos en las tareas operativas que permitan, con la mayor rapidez, la liberación de Clara
Rojas y Consuelo González de Perdomo.” (LN 10/1) Este
mismo día se confirmó por medio de análisis de ADN
la identidad de Emmanuel, el hijo de Clara Rojas.
La liberación de las dos rehenes recibió el reconocimiento de Uribe: “Debo reconocer que ha sido eficaz el proceso
realizado por el presidente Hugo Chávez, que ha logrado la liberación unilateral e incondicional de nuestros compatriotas.” Y
dio a Chávez plafón para apostar por algo más: “Presidente [Uribe], úseme. Estoy a la orden [...]. Me monto en un
helicóptero y en tres horas estoy hablando con [el líder de las
FARC Manuel] Marulanda. Permítalo.” (LN 11/1)
Dentro de Venezuela y con tono sarcástico, el opositor gobernador del Zulia, Manuel Rosales: “Debo decir
con mucha sinceridad que el pueblo venezolano felicita bajo protesta al presidente Chávez y a Fidel Castro por esta gestión que
hicieron y que condujo a la liberación de dos personas, de las más
de 700 vejadas, humilladas y maltratadas que tiene secuestradas
la guerrilla colombiana, entre ellas cerca de 80 venezolanos.”
(P/12 13/1)
El canciller argentino Jorge Taiana ratificó la política
de su país: “No vamos a olvidar a los que todavía están allá.
La Argentina va a seguir contribuyendo y dando toda su colaboración y apoyo de la manera que sea más efectiva.” (LN 12/01)
Por su parte el canciller francés Kouchner informaba
que “Hay una coalición de España, Suiza y Francia para crear
este grupo de contacto con las FARC.” Para París, lo esencial
es “continuar la presión, proseguir la empresa que ahora se apoya sobre el conjunto de los jefes de Estado latinoamericanos y finalmente sobre la opinión mundial” (LN 12/1)
Profundización de las definiciones
(I) Terrorismo
Pero esto no fue sino el comienzo de algo más. En
principio, la discusión por la calificación de terrorista o
no a los grupos armados colombianos.
Ante la Asamblea Nacional venezolana, Chávez disparó sobre las FARC y el ELN: “Son verdaderos ejércitos,
que ocupan espacio en Colombia... hay que darles reconocimiento,
son fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político, que tienen
un proyecto bolivariano que aquí es respetado.” (LN 13/1)
Dentro de Colombia, se sucedieron las declaraciones
en contra de la propuesta, de parte de:
• Uribe aseguró: “En el momento en que las FARC
hagan demostraciones de buena fe y quieran negociar la paz, el
gobierno está dispuesto a concederles todos los beneficios dentro de
19
la Constitución y a facilitar ese proceso de paz. (…) En el momento en que avance la paz con las FARC, el gobierno de Colombia será el primero que dejará de llamarlas terroristas y el
primero que pedirá al mundo que, como contribución a la paz,
no las llame más así.”
• Monseñor Fabián Marulanda, presidente de la
Conferencia Episcopal de Colombia señaló que es “casi imposible pensar que en un país democrático” la lucha armada “sea el camino para llegar al poder”. Y añadió que no
creía que alguien dentro de la iglesia tuviera la idea de
pedir y reclamar que a miembros de las FARC se los
saque de esas listas de terroristas “a no ser que ellos dejen
de ser terroristas.”
(LN 13/1)
• El ex presidente Andrés Pastrana, protagonista
de un fallido proceso de paz entre 1998 y 2002 –en
medio del cual se inició el Plan Colombia– declaró:
“[Siento] vergüenza que un presidente amigo como es Hugo
Chávez esté interviniendo en los asuntos internos de Colombia
[...] un país amigo no puede pedir el reconocimiento de un grupo
terrorista.” (LN 13/1).
• César Gaviria (expresidente colombiano y ex secretario general de la OEA) “las afirmaciones de Chávez
constituyen un grave quebrantamiento del a Carta Democrática
Interamericana.”
• Carlos Gaviria del Polo Democrático Alternativo (PDA, de centroizquierda): “El presidente Chávez hizo
una mediación muy valiosa y eficiente para la liberación de Clara y Consuelo pero desafortunadamente con el discurso que dio el
viernes en la Asamblea General tomó partido por la guerrilla y
prácticamente condicionó su relación con el gobierno de Uribe a
su pedido.” (P/12 13/1)
• Gustavo Petro, senador del PDA, dijo que
Chávez “debe saber que la izquierda democrática de Colombia
no está de acuerdo con la decisión de quitar a las guerrillas de la
lista de grupos terroristas”, aclarando que su posición no
es de respaldo a Uribe, “sino de solidaridad con la paz de
Colombia.” Llamativamente, agregó que el gobierno de
Cuba “puede ser el mejor mediador para reconstruir las relaciones diplomáticas entre ambos países.”(LN 19/1)
Las respuestas a su declaración indujeron a Chávez a
aclarar: “Yo no estoy de acuerdo con el secuestro; me parece
horrible. Es contrario a la naturaleza humana. Ni estoy de
acuerdo con la vía armada (…) Ese es el fondo de mi propuesta:
humanizar la guerra como un primer paso. Y, para humanizarla, presidente Uribe, usted puede dar un paso histórico. Es necesario dar pasos audaces. (…) El conflicto de Colombia no tiene
solución militar. La vía política es la que queda.” (LN 14/1)
Respaldando la postura del presidente, la Asamblea
Nacional de Venezuela aprobó el reconocimiento de
“beligerancia” a las FARC y el Ejército de Liberación
Nacional (ELN –segunda fuerza guerrillera en Colombia). La medida se tomo “para darles un trato político que
genere confianza en las futuras negociaciones en el camino a la
paz en Colombia.” Al mismo tiempo, el gobierno de Caracas emitió un comunicado señalando que “Uribe está
obsesionado con la guerra” y que “El gobierno colombiano
FEBRERO DE 2008
20
De guerra y de paz: la región y el Plan Colombia
arremete contra el presidente Chávez, porque es el único que ha
tenido éxito en la liberación de rehenes.”
Que el ejecutivo colombiano apuesta por la política
de guerra hasta la eliminación de las FARC, lo dejó claro Uribe: “Mis prioridades son liberar a los rehenes y aplastar
a los terroristas”. Su ministro de Defensa, Juan Manuel
Santos agregaba: “El gobierno sabe el área donde se encuentra
Tirofijo, pero es mejor no contarlo. Cuando lo agarremos, lo agarramos de sorpresa.” “Nosotros los tenemos mucho más infiltrados de lo que ellos se imaginan y por eso están comenzando a caer
cabecillas.” (LN 24/1)2
No es menor que en este contexto, Uribe instauró
una alternativa atenuada del rescate militar de los rehenes que siempre sostuvo como preferencia –a lo que los
familiares de los secuestrados siempre se oponen– al
asegurar que “la instrucción a la fuerza pública es localizar los
sitios donde están los secuestrados, rodearlos, y en el momento en
que estén rodeados convocar a la comunidad nacional e internacional para definir un procedimiento humanitario para la liberación total.” (LN 27/1)
Fuera de Colombia, una de las declaraciones más importantes fue la del presidente de Brasil. Lula Da Silva
afirmó: “El gobierno de Brasil no clasifica ni tendencias políticas ni grupos armados.” Agregando “Nos atenemos a la
ONU” que nunca retrató a las FARC como terroristas.
Agregó que “estamos ahora en el comienzo de una trayectoria”
de negociaciones, que es imposible pensar “sin considerar
a las FARC” (Cl 16/1)
Otra voz importante vino de EE.UU.. El vocero del
Departamento de Estado, Sean McCormack, rechazó la
propuesta de Chávez: “Ustedes perdonarán si no tomamos ese
consejo, pero las FARC se ganaron su lugar en esa lista”. Cabe
destacar que al mismo tiempo, y por primera vez desde
diciembre de 1998, las FARC se reunirían con funcionarios de EE.UU., en este caso tres legisladores demócratas, que respaldaron las gestiones de Chávez y Córdoba, a la vez que escribieron a ambos y a Uribe para
exhortarlos a seguir adelante con las negociaciones. (Cl
14/1)
También hubo países de la Unión Europea que rechazaron la proposición:
• El gobierno de Francia sostuvo que “reexaminar
la inclusión de las FARC en la lista de las organizaciones terroristas es algo que sólo se podrá hacer en el marco de la liberación
de todos los rehenes”.
• La canciller alemana, Angela Merkel, justificó su
desacuerdo porque “todavía hay gente secuestrada”. (LN
16/1)
2
Como señal de lo mutua que resulta la infiltración: Una
guerrillera de las FARC acusada de terrorismo se infiltró
en un curso de estudios de las FF.AA. colombianas, en el
que participan los coroneles que aspiran a ascender a generales. (…) Según algunos ex alumnos del curso, en las
conferencias Ramírez conoció en detalle la estructura de
las FF.AA.. y sus planes de guerra contra la guerrilla, los
paramilitares y el narcotráfico. (El Mercurio, de Chile,
27/11)
• El vocero del Consejo de la UE, Jesús Carmona:
“para que se le retire el calificativo de terrorista, una organización debe haber dado muestras de que ya no comete ese tipo de
actos, y hasta el momento ello no ha sucedido con estas dos organizaciones.”
Posteriormente se sumaron quienes recibieron la visita de Uribe durante su gira europea, durante la cual aseguró que “las únicas instancias de negociación hoy, en exclusiva”, son la Iglesia Católica colombiana y los delegados
de Francia, España y Suiza. (LN 22/1).
• El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy:
“Francia es solidaria con las posiciones de la UE. Las FARC
deben liberar a los centenares de rehenes que tienen en su poder
antes de esperar un cambio de actitud de los europeos.” Pero a
la vez sostuvo que Chávez es “actor mayor para conseguir
la liberación de Ingrid Betancourt.” (LN 22/1)
• El alto representante de la UE para Política Exterior, Javier Solana: “Uribe tiene todo nuestro apoyo en la
batalla contra el terrorismo (…) No hay razón para cambiar
nuestra posición.” (LN 23/1)
• Zapatero: Uribe “está consiguiendo reducir y debilitar”
la violencia terrorista en Colombia. (LN 24/1)
(II) Peso regional del conflicto o ¿Con quién es
la pelea?
Esta discusión se enlaza con otra. Según Chávez: “la
integración de América Latina pasa por la paz en Colombia, lo
que EE.UU. quiere torpedear.” Y para ilustrar las
dificultades de la pacificación de un conflicto, recordó
el frustrado intento de desmovilización canalizado a la
participación electoral a través de la Unidad Patriótica:
cuando guerrilleros colombianos intentaron dejar la
lucha armada y “fueron asesinados uno a uno (…) Si sé que
me van a asesinar, ¿voy a entregar el fusil así de la nada, para
que me asesinen” (Cl 14/1)
Enfatizando el sentido regional del conflicto interno
colombiano afirmó: “Uribe hace lo que le diga Bush, y Bush
no quiere la paz, quiere guerra (…) El gobierno de Colombia es
un gobierno que está alineado con la política del imperio (…) y si
ese gobierno me acusa a mí de estar violando la carta de la OEA
–en respuesta al ex-presidente Gaviria–, yo lo acuso de ser
un instrumento y una amenaza del imperio de EE.UU. contra
la integración y la paz en América Latina.” Están “conspirando para generar un conflicto armado entre Colombia y Venezuela, conspirando con los paramilitares para atacar a Venezuela de
mil maneras. Se lo demostré [a Uribe] porque le infiltramos hasta las alpargatas a unos grupos de los tantos que hay en Colombia conspirando contra Venezuela.”3(LN 17/1)
Hemos señalado en Análisis… anteriores que, en derecho internacional, casus belli se refiere tanto al motivo
como al pretexto para iniciar un a guerra. Se acepta en
general que dicha acción constituye un “último recurso” (ultima ratio) ante una situación insostenible, lo que
va desde una agresión –la primera sangre siempre la de3
En 2004 y en 2007 hubo detenciones de paramilitares dentro de Venezuela, denunciados por el gobierno como
fuerza de choque para iniciativas golpistas.
FEBRERO DE 2008
América Latina
rrama el enemigo– o, si se acepta la teoría de la “guerra
preventiva”, simplemente una amenaza. Una sucesión
de hechos posteriores a lo que venimos analizando
apuntan hacia la construcción de una escenario que justifique el recurso bélico contra Venezuela (quizá más
bien refuerzo si tenemos en cuenta que ya se ha viene
construyendo la “demonización” de Chávez prácticamente desde 1998).
Dentro de Colombia, y al referirse a la decisión de la
Asamblea Nacional de Venezuela, el senador colombiano Germán Vargas Lleras, cercano a Uribe y candidato a sucederlo en 2010, aseguró que “no hay que descartar” que el gobierno venezolano comience a expedir
pasaportes a miembros de las FARC o que, incluso, les
ofrezca su apoyo económico o militar. “Creemos que la
decisión de la Asamblea Nacional venezolana de respaldar la
propuesta de Chávez puede tener consecuencias posteriores, sobre
las cuales advertimos severos peligros. Colombia tiene que estar
preparado para lo que sea.” (LN 19/1)
Se sumaron además las denuncias del Comandante
de las FFAA colombianas, el General Padilla al afirmar
que Venezuela les sirve a las FARC y al ELN para ocultar a sus rehenes y también el ministro de Defensa, Juan
Manuel Santos, según quien en Venezuela viven por lo
menos tres jefes guerrilleros de las FARC.
La situación llevó a Venezuela a reforzar su presencia
en la frontera, denunciando que el tráfico ilegal es en
sentido contrario: los productos alimenticios y los insumos agrícolas que el gobierno subsidia son contrabandeados a Colombia para su venta a precios de mercado. De ahí que Chávez anunciara: “He dado órdenes de
que si no basta la guardia nacional para cuidar nuestras fronteras, carreteras y trochas y hay que mandar al ejército completo para parar el contrabando, se mandará.” (LN 21/1)
Se sucedieron entonces una serie de visitas de funcionarios de EE.UU. de alto nivel que dejaron a su paso posicionamientos muy claros.
• El jefe del Estado Mayor Conjunto de las
fuerzas armadas de Estados Unidos Mike Mullen,
de visita en Bogotá señaló: “La conexión que han entablado [Chávez y la guerrilla] ha sido una preocupación que me
ha expresado el ministro [de Defensa de Colombia, Juan
Manuel Santos] y otros aquí. El apoyo estratégico es una preocupación no sólo para ellos, sino para mí también, en el sentido
de que las FARC son una organización terrorista”, y añadió:
“No creo [que el vínculo de Chávez con las FARC] ayude a la estabilidad regional, no creo que ayude a la seguridad a
largo plazo, y en este sentido este tipo de apoyo es una preocupación para mí como para los líderes de Estados Unidos (…) Sus
adquisiciones, las que ya ha llevado a cabo y las que dice que
hará en el futuro, aviones de alto desempeño, submarinos modernos, son de gran preocupación, no solamente para Colombia, sino para la región y de hecho también para Estados Unidos.”
(LN 18/1)
• El director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de EE.UU. –
comúnmente llamado “zar antidrogas”– John Walters,
también visitó Bogotá y declaró: “[Chávez] está convir-
21
tiéndose en un importante facilitador del tráfico de cocaína hacia
Europa y otras regiones del hemisferio” por su negligencia
para combatir el narcotráfico. (LN y P/12 21/1)
• La secretaria de Estado Condoleeza Rice dijo tras reunirse ayer con Uribe que Estados Unidos
apoya a Bogotá en la disputa con Chávez, que insistirá
ante el Congreso para que se apruebe un Tratado de
Libre Comercio con Colombia y que Chávez no lucha
contra el narcotráfico. (LN 26-1)
• El jefe del Comando Sur de EE.UU., el almirante James Stavridis, dijo que el presidente Hugo
Chávez “fomenta una carrera armamentística” en su país
por lo cual constituiría “una amenaza” para la región.
(EUn 27/1)
A esto se agrega la construcción mediática del enemigo. Así, el Nuevo Herald, de Miami tituló una nota
“Acusan a Chávez de suministrar balas a las FARC y el
ELN”. Y en ella “informaba”: “Citando fuentes de inteligencia militar y diplomáticas europeas, el diario español El País
publicó el 16 de diciembre un reportaje que alega que la cooperación de autoridades y fuerzas de seguridad de Venezuela con las
FARC es ‘extensa y sistemática’.” (El Nuevo Herald 21/1)
Y tenemos además la resurrección de la 4ª Flota de la
Marina de EE.UU., –creada en 1943 para cazar submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial
había sido disuelta en 1950. La iniciativa es impulsada
por el jefe del estado mayor conjunto norteamericano y
busca asegurar mayor presencia naval en el Caribe y el
Atlántico Sur. El senador por Florida Bill Nelson (del
Partido Demócrata) enumeró varios y muy llamativos
factores para la reactivación de la flota: la ascendente
fuerza económica de Brasil, la beligerancia de Venezuela, el creciente tráfico comercial por el Canal de Panamá
y la edad de Fidel Castro. (Jacksonville Business Journal, 18/1). Sobran los comentarios…
Todo lo cual reforzó la denuncia del presidente venezolano: “Yo acuso al gobierno de Colombia de estar fraguando una conspiración, actuando como peón del imperio norteamericano, de estar fraguando una provocación bélica contra Venezuela
(…) Yo quiero alertar al mundo: no se le vaya a ocurrir al gobierno de Colombia una provocación contra Venezuela... porque
tenemos información de inteligencia, no sólo las nuestras, sino
también de otros países de América latina nos han hecho llegar
preocupaciones, porque la visita de Condoleezza Rice a Colombia
no es casual (…) Alerto al mundo de lo siguiente: el imperio norteamericano está creando las condiciones para generar un conflicto
armado entre Colombia y Venezuela.” (LN 27/1)
Y la respuesta venezolana ha sido proponer la extensión de la integración regional al plano militar. Chávez
impulsará la creación de un consejo de defensa del ALBA (Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Cuba y Dominica)
con el objetivo de hacer frente a supuestas agresiones
de Estados Unidos o de sus aliados en la región. “El que
se meta con uno de nosotros tendrá que meterse con todos, porque
responderemos como uno solo”, dijo Chávez y añadió: “Debemos trabajar en el ALBA para conformar una estrategia conjunta e ir articulando una fuerza armada, porque el enemigo es el
mismo: el imperio de los Estados Unidos (…) Espero que el
FEBRERO DE 2008
22
De guerra y de paz: la región y el Plan Colombia
pueblo colombiano tenga la fuerza, la fortaleza de frenar esta escalada que se viene desatando contra Venezuela”. Tuvo el inmediato apoyo del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega: “Tocar a Venezuela es incendiar la región. Tocar a
Venezuela es tocar a toda América latina”. (LN 28/1)
El terror y la región: qué hubo y qué habrá
En la cuestión referida al terrorismo o no de las
FARC y el ELN, partamos de que no existe una definición de terrorismo, justamente por las discusiones que
no pudieron zanjarse cuando se intentó una definición
en el seno de las Naciones Unidas (ONU). Esta falta de
definición no impide que la propia ONU elabore una
lista que incluye a 370 personas y más de 100 organizaciones señalándolas como terroristas. Así se comprende
que EE.UU. y la UE califiquen de terroristas a las
FARC, mientras Ecuador, Brasil y Venezuela no lo
hacen.
El mismo problema político se plantea en torno al
carácter interno del conflicto en Colombia, la masiva la
intervención estadounidense en el plano material hace
risibles las protestas de funcionarios o políticos (colombianos o no) que critican la injerencia de otros países. Se revela en todo caso la politicidad de cómo se define una intervención: es injerencia cuando es
inconveniente y es ayuda cuando es bienvenida. De todas maneras, el propio conflicto trasciende los límites
de Colombia en el momento en que crea una corriente
de cientos de miles de desplazados que cruzan las fronteras, la mayoría de ellos hacia Venezuela. De ahí que
Chávez afirme que “Venezuela es el país más afectado por
esa guerra, después de Colombia.”
Retrocedamos unos años, y veamos el cambio de situación del 2000 a esta parte. El 30 de agosto de 2000,
el entonces presidente de EE.UU. Bill Clinton visitó
Cartagena para entrevistarse con su par Andrés Pastrana y formalizar el inicio del “Plan Colombia”. El Plan
fue continuado y aumentado por George W. Bush: en
Colombia hoy existen siete bases militares de EE.UU.,
hay 800 militares de ese país y otros 600 contratistas
(un eufemismo para mercenarios) que participan en tareas “logísticas y de entrenamiento” para apoyar a las
FFAA colombianas. Sólo Irak recibe más entrenamiento militar de EE.UU. que Colombia.
Por su parte, desde que asumió la presidencia en
2002, Uribe ha incrementado de 150.000 a la 400.000
los efectivos sumados de la policía y el ejército, y más
que duplicó el gasto militar.
El resultado de tanto despliegue parece bastante exiguo, y en varios aspectos: las FARC no fueron doblegadas militarmente e incluso cobran protagonismo político internacional, e incluso según la CIA, ha subido
que la producción potencial de coca en Colombia de
430 toneladas en 2004 a casi 600 en 2007 (El Tiempo
29/1). Este negocio significa para Colombia un ingreso
anual de entre 3.000 y 5.000 millones de dólares anuales
por esta exportación ilegal, el equivalente a entre un
tercio y un quinto de todas las exportaciones legales.
Las FARC obtendrían de este rubro a través de impuestos a cocaleros y laboratorios clandestinos, unos 200
millones de dólares anuales, dos terceras partes de su
presupuesto. (LN 6/1)
Revisemos las reacciones que despertaron en la región las iniciativas de EE.UU. En agosto de 2000, el
canciller brasileño Lampreia decía: “No regionalizamos el
conflicto. Es más, esperamos que el conflicto no traspase hacia
nuestros países.” Aun si afirmaba esto cuando los presidentes de los doce países sudamericanos se reunían en
Brasilia, sin la presencia de Washington a las pocas
horas después del paso de Clinton por Colombia, en los
hechos la intervención sudamericana fue –frente al nivel de intervención de EE.UU.– más bien escasa (LMD
15/9 de 2000), limitándose a no acompañar, tal como
pedía EE.UU., el Plan Colombia.
En contraste, hoy se asume que el conflicto colombiano debe hallar salida política y los países de la región
participan en una búsqueda que tiene como protagonista principal al venezolano Hugo Chávez.
FEBRERO DE 2008
23
Argentina
Iniciado un nuevo año y un nuevo ciclo gubernamental, el gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner cumplió un rol protagónico como mediador en la entrega de rehenes en la selva colombiana. La decisión oficial de participar en un hecho político internacional, capitaneado por
el presidente venezolano Hugo Chávez, dio cuenta de la voluntad de profundizar la unidad regional.
Mientras tanto, fronteras adentro, los terratenientes llamaron a los gobiernos provinciales a intervenir en su favor en la disputa que mantienen con el gobierno nacional, al tiempo que aumentan las tensiones entre capitales dentro de la rama energética y se perfila una densa puja redistributiva entre capital y trabajo.
Continuidad en política exterior: se afianza la unidad regional
Kirchner viaja a la selva y la oposición se hace
la película
El segundo mes del gobierno encabezado por Cristina Fernández de Kirchner volvió a estar signado por
los temas políticos de escala continental, profundizando
así la importancia estratégica que adquieren las relaciones de la Argentina con algunos países de la región, que
se embarcan colectivamente en la resolución de problemas de apariencia netamente nacional. Este mes, el
tema convocante fue la gestión internacional de la entrega de dos rehenes por parte de las FARC, hacia los
últimos días del año pasado. Esta gestión, promocionada por el presidente venezolano Hugo Chávez, tuvo en
su primera parte como líder de un comisionado de garantes plurinacional al ex presidente argentino Néstor
Kirchner, quien estuvo acompañado por el canciller argentino en funciones Jorge Taiana, por el asesor presidencial brasileño Marco Aurelio García, por el ex ministro del Interior venezolano Ramón Rodríguez
Chacín y por representantes de Cuba, Ecuador, Bolivia,
Francia y Suiza.
Esta acción del gobierno encabezando la comitiva internacional promovida por Hugo Chávez generó importantes manifestaciones locales desde diversos representantes del arco político.
Claramente en contra de la participación argentina en
esta operación –y en última instancia del estrecho
acuerdo con el gobierno venezolano– se posicionaron
algunas voces de la oposición política al kirchnerismo.
Por un lado, la dirigente de la Coalición Cívica, Elisa
Carrió, ironizó sobre el ex presidente Kirchner diciendo
que “va como invitado, tipo Rambo…” (LN 29/12).
A su vez, desde esa misma fuerza política, el diputado Fernando Iglesias criticó: “La presencia de Kirchner hace
pasar a segundo plano al canciller Taina (Jorge) y reitera la falta
de respeto a los roles institucionales que caracterizó a su gobierno
[…]. Funcionarios como D´Elia (Luis) que negocian contratos
energéticos con Bolivia, otros que viajan en misteriosos aviones,
forman parte de un país que no es serio. Hay una suerte de cogobierno de las relaciones internacionales” (LN 27/12).
Por su parte, la ex candidata a gobernadora bonaerense Margarita Stolbizer afirmó: “Hay que separar lo que
es la misión humanitaria, que como a todos, me parece excelente,
con lo que tiene que ver con la relación entre Venezuela y la Argentina, que está sumergida bajo un manto de tinieblas por el tema de la valija de 800 mil dólares […] No puede pasar que al
final Kirchner y Chávez sean dos Robin Hood, los buenos de la
película” (LN 28/12).
En el PRO-Capital, Julián Obligio se quejó: “El ex
presidente debería seguir el ejemplo de otros ex mandatarios de
países exitosos. No veo a Lagos (Ricardo), Aznar (José María)
o Blair (Tony) en la selva colombiana, negociando con terroristas”
(LN 27/12).
Si bien en un primer momento el titular de la UCR,
Gerardo Morales, señaló que “si cuenta con el acuerdo del
presidente de Colombia, no me parece mal que [el ex presidente argentino] participe de esta operación” (LN 27/12), dos
días después pasaba a criticar duramente: “Me preocupa
que Kirchner siga siendo llevado de las narices por Chávez” (LN
29/12).
Tal vez, la única voz que desde la oposición se distanció de las posturas reprobatorias fue la del diputado
por el ARI autónomo, Eduardo Macaluse, quién sostuvo: “Con sinceridad, ojala le vaya bien y tenga buenos resultados. Ayudaría a descomprimir la situación en Colombia y a la
FEBRERO DE 2008
24
Continuidad en política exterior: se afianza la unidad regional
paz en la región que así ocurriera. No hay margen para la mezquindad aquí” (LN 27/12).
Por otro lado, en defensa de la participación argentina en Colombia y precisando el eje central del conflicto
a nivel continental, intervino desde el gobierno el jefe
de gabinete, Alberto Fernández: “Cuando vimos la actitud
de los Estados Unidos entendimos que era parte de una reacción
a una serie de cosas: el Banco del Sur, la relación con Venezuela,
el fuerte compromiso de Cristina en trabajar para la liberación de
Ingrid Betancourt y los demás rehenes […] Todos conocen el interés que tiene EE.UU. en el combate frontal, el Plan Colombia,
a la guerrilla colombiana”. En relación con la cercanía entre los gobiernos argentino y venezolano, el jefe de ministros ponderó la acción de Chávez diciendo que “hay
que estarle reconocido porque está permitiendo que un grupo importante de gente inexplicablemente secuestrada en la selva colombiana vuelva a recuperar su libertad” (LN 28/12).
La entrega de los rehenes, que estuvo pautada y
acordada personalmente por el presidente venezolano
Hugo Chávez para los últimos días de diciembre, contó
en una primera instancia con un ambiguo acuerdo del
gobierno colombiano encabezado por Álvaro Uribe,
quien puso en duda el día 29 de diciembre la garantía a
la seguridad de los comisionados que ya se encontraban
en la selva colombiana. Asimismo, se produjo una demora en la comunicación al presidente Chávez de las
coordenadas geográficas de la entrega por parte de las
FARC, mientras corrían los rumores cruzados: desde el
gobierno colombiano el día 30 se dio la noticia de que
el niño Emmanuel no estaba en manos de las FARC sino que se encontraba, desde hacía al menos un año, a
cargo de un hogar sustituto del estado colombiano,
mientras, desde las FARC, se insinuaba cada vez con
más fuerza que la entrega no terminaba de concretarse
a raíz de los intensos bombardeos que las fuerzas militares colombianas efectuaban en la zona. Ante este escenario, el 31 de diciembre, mediante un breve comunicado que fue leído en Villavicencio por el ex presidente
Néstor Kirchner, se dio por suspendida momentáneamente la operación, considerando que no estaban dadas
las condiciones mínimas para concretar la entrega de
los rehenes. Luego de ello, Kirchner volaría hacia Caracas, al igual que el resto de los comisionados para inmediatamente retornar a la Argentina.
Aquí, el aparente fracaso de la mediación internacional que el ex presidente Kirchner encabezó a pedido
Chávez sería motivo de nuevas críticas por parte de la
oposición política al gobierno.
“En materia internacional, la Argentina va de papelón en papelón. Y no hay que perjudicar con eso a terceros países”, afirmó
Elisa Carrió, y añadió: “Lo que no hay que hacer ahora es
empezar a buscar culpables por todos lados, porque esas declaraciones [en referencia a las acusaciones cruzadas por el
fracaso de la misión] no contribuyen a mejorar la situación de
Colombia, que tiene el 40 por ciento del territorio tomado por las
FARC y necesita la paz” (LN 3/1).
A su vez, el eje de las críticas comenzaba a delinearse
en torno de los supuestos errores que venía cometiendo
el gobierno argentino en materia de política internacional, que se centrarían, básicamente, en las “relaciones
peligrosas” que lleva a cabo con el gobierno venezolano. A este respecto, se señalaba en un editorial de Clarín, claramente alineado tras las posiciones del gobierno
colombiano, que “el fiasco de la operación de rescate de los rehenes en manos de las FARC obliga a repensar las líneas que
guiaron la diplomacia argentina.
”La actitud de las FARC –que abona las afirmaciones del
presidente colombiano, Álvaro Uribe, sobre las reiteradas mentiras de la guerrilla– puso en ridículo a Chávez y desairó a los garantes que, confiando en las promesas, jugaron una carta política
participando de la operación. La primera lección de este episodio
es que la diplomacia argentina debe ser más precavida en las arenas inciertas de la política regional y evitar intentos de protagonismo que pueden resultar, como ha sucedido, contraproducentes.
Los esfuerzos por lograr la liberación de los rehenes deben continuar, por lo tanto, por carriles más realistas que los utilizados
para el frustrado rescate” (C 8/1).
Otra de las voces representativas que se hizo oír en
igual sintonía fue la del ex candidato presidencial Roberto Lavagna: “[Chávez] tiene una gran tendencia a transformar la política humanitaria en un gran show […]. Se debe ser
cuidadoso y no ir a la rastra de un líder que nos tiene acostumbrados a este tipo de espectáculos” (LN 3/1).
Asimismo, se retomó, como ya habíamos señalado en
el Análisis… del mes pasado (Nº 91), el caso de la valija
de Antonini Wilson por parte de las voces de la oposición para mostrar, según su entender, que todo lo que
relaciona al gobierno nacional con Hugo Chávez termina en “escándalo”: “Chávez es el peor socio para los argentinos. El Gobierno ya debería darse cuenta. El escándalo de la valija y esta ridícula operación deberían ser el final”, afirmó el ex
candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires Francisco de Narváez (LN 3/1).
El previamente citado titular de la UCR, Gerardo
Morales, coincidía: “El Gobierno tiene que afinar la política
exterior porque quedamos embarrados con el caso de la valija con
800 mil dólares de Antonini Wilson y ahora metidos en una puja entre Venezuela y Colombia” (LN 3/1).
Desde las filas del partido político que dirige Ricardo
López Murphy, Recrear, Julián Obligio espetó: “No hay
que olvidarse que Kirchner fue a Colombia como garante de los
guerrilleros y no de las víctimas secuestradas. Viajó hasta allí para garantizar que los guerrilleros no serían apresados al momento
del canje” (LN 3/1).
Sin embargo, desde el gobierno argentino se optó
por señalar el carácter humanitario de las tratativas por
la liberación de los rehenes, así como también por mostrar que el fracaso en esta primera etapa de la operación
se debió al no cese del fuego por parte del gobierno colombiano: “Un punto positivo, aunque no haya tenido éxito
inmediato, es haber puesto el tema de los rehenes en el escenario
internacional”, destacó el canciller Jorge Taiana, quien
además afirmó que “el gobierno [colombiano] insiste en que
también tiene derecho de realizar operaciones militares y desconfía
de que las FARC nunca cumplen. Nosotros propusimos la con-
FEBRERO DE 2008
Argentina
veniencia de dejar un corredor como una forma de superar esa dificultad” (LN 3/1).
Otra de las voces que se hizo oír desde el gobierno
nacional fue la del recientemente asumido ministro del
Interior, Florencio Randazzo, quien señaló: “La oposición
tiene el vuelo de las gallinas. […] atacan el valor de la gestión
humanitaria porque no tienen registrada la palabra solidaridad
[…]. Salen a cuestionar sin altura las acciones políticas más altruistas” (LN 3/1).
La única voz disonante del coro de la oposición provino de Rubén Giustiniani, quien fuera en octubre candidato a la vicepresidencia por la Coalición Cívica que
encabeza Elisa Carrió. Este señaló que “la comisión de garantes cumplió un papel positivo porque es un antecedente interesante que una serie de países de la región hayan participado como
elemento nuevo de diplomacia de una caso humanitario” (LN
3/1).
A pesar de la momentánea desactivación de las tratativas, la jugada regional no parecía por el momento cerrada: “Hay que saber verlo en perspectiva, las acciones no han
culminado”, consideraba el canciller Jorge Taiana (LN
3/1).
Pero estaba claro que las tratativas por la entrega de
las rehenes no era una jugada de trasnochados ni había
sido improvisada sobre las fiestas de fin de año. Era
evidente que éstas se venían gestando desde hacia al
menos unos meses, y que luego del escollo de año nuevo seguirían las acciones comandadas por el presidente
venezolano Hugo Chávez de cara a la concreción de la
liberación de Clara Rojas y Consuelo González. En
efecto, el día 10 de enero se produjo la entrega de las
rehenes en algún lugar de la selva colombiana y, a raíz
de eso, el ex presidente Kirchner el mismo día mencionó: “Argentinos, valió la pena lo que se hizo.[…] Cuando hay
situaciones humanitarias en juego no hay lugar para las especulaciones” (C 11/1). Y respondiendo a los columnistas de
los matutinos La Nación y Clarín –que habían puesto el
centro de sus críticas en señalar el supuesto costo político que había pagado el gobierno y la Argentina de la
mano de la comitiva encabezada por él– afirmó: “Lo hice
con la misma convicción política que siempre tuve y sin medir costos políticos”. A su vez, la presidenta Cristina Fernández
de Kirchner cuestionó a los periodistas que “cuentan el
partido con el diario del lunes” (C 11/1).
Para el canciller Jorge Taiana, la presencia del ex presidente Kirchner “no fue inútil” y señaló que la misión
humanitaria de fin de año “puso al conflicto en un lugar desde donde no se pudo retroceder”, remarcando que “hay que
mirarlo como un primer paso, como un punto de inflexión, que
muestra que se puede hacer mucho, aunque sea en situaciones
complejas, y también que es posible alcanzar un acuerdo humanitario. No es un camino fácil, porque hay enormes sensibilidades”.
A su vez, Taiana criticó a la oposición que había denostado con dureza el lugar de Kirchner y del Gobierno
argentino en la primera parte de las tratativas: “Las criti-
25
cas fueron el resultado de una pequeña visión. Porque la gestión
no fracasó. Ni estaba muerta ni se cayó” (C 11/1).
¿Cada vez más lejos del norte?
En continuidad con la línea marcada por Néstor
Kirchner en materia de política externa, la actual presidenta argentina declinó la invitación del gobierno español al Foro de las Civilizaciones. Si bien la decisión oficial estaba justificada, dado que la Argentina fue el
único país latinoamericano convocado al evento, cabe
no perder de vista el duro altercado entre Venezuela y
España en la XVII Cumbre Iberoamericana, realizada
en Chile en el mes de noviembre último.
Tampoco asistió Cristina Kirchner al Foro Económico Mundial de Davos, epicentro de las políticas liberales ortodoxas.
Por otro lado, al día siguiente de la entrega de las rehenes en Colombia, el presidente venezolano Hugo
Chávez avanzó un paso más en la disputa contra el Plan
Colombia, al pedir que las FARC y el ELN sean consideradas “fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político” y
no grupos terroristas (LN 12/1). En este sentido, recordemos que Argentina adhiere a la posición mayoritaria en la región, expresada en el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas. Dicha postura considera a las
guerrillas colombianas como “fuerzas insurgentes” y no
como grupos terroristas.
Finalmente, el matutino Clarín dedicó un largo editorial a señalar la supuesta deficiencia en el desempeño
argentino a nivel de las relaciones internacionales, enumerando varios de los temas que ocuparon la agenda
del gobierno en los últimos dos meses; aunque dicho
diario se encargó de mostrar sólo una parte de cada
hecho mencionado: “Algunos hechos y pasos recientes del
Gobierno en esta materia [la política exterior] muestran traspiés, asincronías y dificultades, con costos –en imagen y en recursos– que podrían y deberían ser evitados”.
En relación con la participación argentina en la selva
colombiana, opinó que en “la postergación en la liberación
de rehenes y la aparición del niño Emmanuel la Argentina quedó
expuesta, en este caso, a una molesta situación que no se correspondía, a la postre, con sus reales capacidades para incidir en la
liberación de los rehenes”. Ni mención a la posterior entrega de los mismos...
El editorial continúa criticando la tensión que el gobierno sostiene frente al gobierno estadounidense: “La
segunda fuente de complicaciones externas es el entredicho diplomático con los Estados Unidos, generado por el caso Antonini
Wilson. […] La decisión oficial de reducir los contactos diplomáticos y las actividades del embajador norteamericano Earl Wayne
supone un enfriamiento de las relaciones que parece desproporcionado y es obvio que quien resulta más perjudicado por ello es
nuestro país”.
Clarín concluye que “la sobreactuación intermitente y espasmódica en materia de política exterior es tan desaconsejable –y
puede ser tan perjudicial– como una resignación pasiva a la irrelevancia periférica.” (C 13/1).
FEBRERO DE 2008
26
Recuerdos de provincia… estructuras de poder “feudal” y libremercado
Recuerdos de provincia… estructuras de poder “feudal” y libremercado
La oligarquía terrateniente y el ariete de los
gobiernos provinciales
Según los datos elaborados por el INDEC entre enero y noviembre de 2007, la economía argentina creció
8,6%. Se suman así 60 meses consecutivos de expansión. Sin duda, en esto ha tenido que ver el aumento de
la producción y las ventas externas de los productos
agrícola-ganaderos y agroindustriales. Por ejemplo,
2007 fue un año récord en materia de exportación de
alimentos (productos primarios e industrializados), alcanzando 30.734 millones de dólares. Esta cifra representa el 57% de las ventas externas de la Argentina.
También superó su marca la superficie sembrada para
la campaña 2007/2008: poco más de 30 millones de
hectáreas, o sea un 4,7% más que la campaña anterior.
A la cabeza de dicho incremento se encuentra la soja,
cuya área de implantación alcanzó las 800.000 hectáreas.
Al mismo tiempo, la industria aceitera argentina se
ubicó en el tercer lugar a nivel mundial, con una capacidad instalada de 155.000 toneladas por día, quedando
únicamente detrás de China y EE.UU.
Así, y por sexto año consecutivo, en 2007 el precio
de la tierra volvió a subir considerablemente entre 30%
y 35%.
La próspera situación del campo es empujada por el
auge de los precios internacionales de los commodities
agrícolas. En este marco, desde el año 2002, pero fundamentalmente durante el gobierno de Néstor Kirchner, se ha impuesto el control estatal de una porción de
la creciente renta agraria con el objetivo de subsidiar a
toda una fracción del capital medio y pequeño en el país y aumentar, aunque moderadamente, la distribución
interna de las riquezas de cara al aumento del consumo
en el mercado doméstico.
Las expresiones de la oligarquía terrateniente, en sus
orígenes hermanada a los capitales más concentrados a
escala mundial (capital foráneo), han sido de creciente
oposición al gobierno nacional.
Esto no cambió con el inicio de un nuevo año y de
un nuevo ciclo de gobierno. Tribuna de los terratenientes del país, el diario La Nación afirmaba en uno de sus
editoriales de fines de 2007: “El año que termina muestra
un desarrollo exportador de apreciable magnitud que permite (...)
superar los 55.000 millones de dólares para el año en curso. En
gran medida ello ha sido posible por la alta participación de las
exportaciones de base agraria, que suman el 58% del total, vale
decir casi 32.000 millones de dólares.
”El comercio exterior argentino revela que en las más diversas
y continuadas detracciones de su ingreso, fundadas en políticas
públicas, el agro y sus industrias mantienen una posición destacada en el comercio exterior, superando la mitad de las exportaciones y requiriendo relativamente menores importaciones. Ello se
explica por su destacada productividad y competitividad, basadas
en la adopción de las más modernas tecnologías y gestiones empresarias. Nada aconseja, sin embargo, la continuidad de tales polí-
ticas, que tarde o temprano afrontarán restricciones climáticas y la
competencia de naciones que están aprovechando las grandes oportunidades que ofrece el mundo.
”El dilema que presenta hoy el Gobierno en el sentido de que
‘exportamos lo que comemos’ podrá ser resuelto con ventaja si se
otorgan vales alimentarios u otras compensaciones a la fracción de
la población de menores ingresos. Ello ha de ser mucho más eficaz
y recomendable que la aplicación de la compleja, arbitraria y burocrática madeja de subsidios cruzados utilizada hoy en día”
(LN 29/12).
La propuesta de la oligarquía terrateniente para el año
venidero era sumamente clara: libertad de mercado a ultranza, margen para ganar más sin ningún tipo de control de la renta agraria –suspendiendo retenciones, controles de precios y de exportaciones, controles a la
entrada y salida de capitales, etc.– y entrega de subsidios
y/o bolsones de comida a las capas más empobrecidas
del país.
Como otras veces, el profundo malestar de los dueños de la tierra se hacía manifiesto denostando el esquema de política económica oficial, pero particularmente atacando a las cadenas industrial y
comercializadora del negocio agrícolaganadero.
A principios de enero, la opositora Confederaciones
Rurales Argentinas (CRA), en la voz de su titular, Mario
Llambías, denunció que “existe una diferencia en el precio interno con respecto a la pizarra de Chicago de más de 180 dólares.
Tan perjudicial como las retenciones al cereal, es la enorme transferencia a la molinería y a exportadores por parte de la producción. Mientras que las retenciones tienen un costo conocido, el accionar de los molinos es de acuerdo con el ‘coto de caza’ que se ha
generado con el cierre del registro de exportaciones. La industria
ya ha sido compensada y no hay necesidad de seguir beneficiándola” (C 5/1).
El mismo día, y en idéntico sentido, un comunicado
de la Federación Agraria (FAA), nucleamiento de los
pequeños y medianos propietarios y arrendatarios de la
tierra, afirmaba que “promediando la cosecha de trigo los productores agropecuarios nos encontramos nuevamente transfiriendo
más de 200 pesos por tonelada, es decir 6.000 pesos por camión,
a los intermediarios, industria y exportadores. Los productores no
van a regalar más plata a los intermediarios” (C 5/1).
Como otras veces, las entidades del campo que representan a los grandes y a los pequeños capitales denunciaban la “transferencia de ingresos” de la producción a los sectores industrial, transportista y comercial
(interno y externo), profundizando el grado de tensión
entre sectores del capital vinculados al negocio agrícolaganadero y agroindustrial. Tanto los grandes terratenientes vinculados a CRA y a la Sociedad Rural, como
los pequeños propietarios y arrendatarios de la FAA, se
oponen al control de precios y de las exportaciones –
control que ha llevado al cierre directo de las ventas externas de las carnes, por ejemplo–, dispositivos de un
esquema de control de la renta agraria que, efectiva-
FEBRERO DE 2008
Argentina
mente, distribuye una parte de ésta a las ramas industrial, del transporte y del comercio interno.
Sin embargo, los terratenientes y los capitales más
concentrados a escala local, vinculados al negocio agrícola-ganadero, garantizaron la unidad del bloque, abroquelándose en contra de la política económica oficial.
Un comunicado conjunto de las entidades agrícolaganaderas –Coninagro, CRA y SRA–, los grandes exportadores de cereales, la industria aceitera, las poderosas
Bolsas de Cereales de Bs.As. y Rosario, los acopiadores
y la industria molinera advertía: “Resulta altamente contraproducente intervenir los mercados hasta su total desnaturalización, por cuanto se corre el riesgo de que los cereales y oleaginosas
se terminen comercializando a través de canales y mecanismos precarios e inciertos, motivando a los operadores a que cubran sus
riesgos eventuales reduciendo directamente los precios ofrecidos a
los productores” (C 14/1).
De manera muy significativa, el comunicado no fue
firmado por los medianos y pequeños de la FAA,
haciéndose evidente la ruptura según el grado de concentración del capital.
Por otro lado, la oligarquía terrateniente encabezó un
llamado a los gobiernos provinciales a defender sus intereses estratégicos. Los últimos gobiernos nacionales,
encabezados primero por Néstor Kirchner y luego por
Cristina Fernández de Kirchner, no han sido la expresión del proyecto de país de la oligarquía terrateniente,
sino que incluso en muchos casos han profundizado las
medidas económicas que fueron sistemáticamente denostadas por ésta. No reconociendo al gobierno nacional como “propio”, y al no existir aún una oposición
política unificada que cuente con el consenso suficiente
como para desbancar al kirchnerismo y controlar los resortes del poder político, los terratenientes exigieron
públicamente a los gobiernos de las provincias en donde tienen un mayor grado de control –
fundamentalmente en las provincias donde el negocio
agrícola-ganadero predomina– funcionar como ariete
de su proyecto nacional. Llamaban así a intervenir
fuertemente a las estructuras “feudales” del poder
provincial en defensa de la libertad de mercado.
Fue ni más ni menos que el titular de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, quien subrayó “el rol fundamental
que juegan las provincias en esta cruzada por hacer entender el rol
del campo argentino para la economía del país y el bienestar de su
gente […]. Es clave también el papel de sus respectivos gobiernos
a la hora de actuar como intermediarios entre el sector y el Gobierno Nacional. Nadie mejor que ellos para saber y dar a conocer cuánto representa el sector agropecuario en sus regiones” (C
28/1).
Shell o el rearmado de la gran burguesía local
En varios Análisis… hemos tratado la crítica situación que caracteriza a la estratégica rama energética nacional. El remate de las empresas públicas a grandes
capitales locales y luego a monopolios internacionales, y
la falta de inversiones de largo plazo por parte de estos,
generó un estado de potencial desabastecimiento inter-
27
no, sobre todo en un contexto de sostenido crecimiento económico. Ante la saturación de la oferta, el gobierno de Kirchner aumentó las tarifas para los
denominados “grandes consumidores”, es decir grandes
industrias y comercios, y en algunas oportunidades suspendió el servicio a las empresas obligándolas a autoabastecerse de recursos energéticos.
Como vocero de los grandes capitales vinculados históricamente a la industria, el diario Clarín editorializaba,
a principios de enero: “En el caso de la electricidad las restricciones se deben a que tanto el parque generador como el transmisor están trabajando al límite. Esto es así porque sufrieron un
largo período de desinversión a partir de fines de los noventa y
porque las inversiones realizadas en los últimos años apenas
acompañaron la tendencia de la demanda.
”Hasta el momento, el mayor peso de la restricción cayó sobre
las empresas, muchas de las cuales debieron afrontar mayores precios en el mercado mayorista de energía e instalar generadores
propios. Una de las razones de la desinversión es el atraso de las
tarifas eléctricas domiciliarias, por lo cual es necesaria su actualización.
”Por eso es cada vez más necesario incrementar la inversión
pública en la generación y transmisión de electricidad, en acelerar
los proyectos de ampliación de generación hidroeléctrica y atómica.
”Los problemas de abastecimiento de agua corriente se deben
igualmente al bajo ritmo de inversiones de los últimos años. El
déficit del servició derivó en el quite de concesión al prestador privado y su reemplazo por la estatal AySA, la cual hasta el momento no ha revertido sensiblemente el cuadro heredado” (C
6/1).
Como puede apreciarse, en el editorial de marras no
se rechaza la reestatización de algunos servicios privatizados. De hecho, con ésta, la fracción del capital más
concentrado a escala local ha retomado, parcialmente,
el control de algunas ramas estratégicas de la producción y la circulación. En cambio, sí se critica la falta de
inversiones con que las multinacionales pudieron mantener altísimas tasas de ganancia. En tercer lugar, se
propone un aumento tarifario para los consumidores
particulares.
En síntesis, con su crítica al comportamiento de los
capitales más concentrados a nivel mundial y su propuesta de que el Estado invierta parte de la renta agraria
en el desarrollo de recursos necesarios para la producción interna, además de la aplicación de un aumento en
las tarifas para la población, el diario Clarín expresó cabalmente la posición de esa fracción del capital que recién mencionábamos.
La venta de una parte de Repsol-YPF a capitales locales es un nuevo ejemplo de la política del kirchnerismo de recomponer a una fracción del capital más concentrado a nivel local, pero cuyas posibilidades de
subsistir en un contexto de alta competitividad mundial
son, cuando menos, muy bajas. Poderosos fronteras
adentro, son muy débiles a nivel internacional.
Precisamente en la rama de los combustibles volvió a
manifestarse la tensión intraburguesa el mes pasado en
varios niveles.
FEBRERO DE 2008
28
Recuerdos de provincia… estructuras de poder “feudal” y libremercado
En términos generales, en la pelea por los precios internos (forma de la lucha por la distribución de las ganancias), el gobierno volvió a intervenir fuertemente en
el negocio petrolero con el objetivo de mantener los
precios estables y garantizar el abastecimiento interno.
Al mismo tiempo, chocaban los capitales más concentrados (las compañías petroleras) con los capitales pequeños (las estaciones de servicios).
Veamos paso por paso lo acontecido en esta materia
en enero.
En la primera semana del año, el titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI),
Manuel García, anunció que reclamarían al secretario de
Comercio Interior, Guillermo Moreno, “que disponga la
eliminación de cupos en la entrega de nafta a parte de las petroleras a los expendedores”, dado que “las estaciones de servicio que
son propiedad de las petroleras, unas 700, no tienen cupos”. Así,
las estaciones independientes reclamaban que las petroleras entregasen el combustible al mercado interno en
lugar de exportarlo. Denunciaban, a su vez, el avance
de estas compañías sobre el control de la circulación de
los combustibles que producen y refinan. Por esto,
García reclamó al Gobierno la aplicación de un nuevo
aumento en las retenciones a las naftas, dado que, según él, la suba en dicho impuesto del 5% al 35% “no es
suficiente para que las naftas sean direccionadas al mercado interno” (C 7/1).
Un día después, el gobierno tomaba una medida de
alto contenido político: prohibía la exportación de
combustibles líquidos y establecía que los precios de las
naftas y del gasoil se retrotrajeran a los niveles del 31 de
octubre pasado. Guillermo Moreno utilizaba, una vez
más, la resucitada ley de Abastecimiento para frenar los
aumentos de precios internos que habían aplicado las
compañías petroleras entre noviembre y diciembre de
2007.
La decisión oficial recibió inmediatamente el apoyo
de los pequeños capitales expendedores de combustibles y del sindicato de trabajadores de las estaciones de
servicio. Raúl Castellano, titular de la entidad que agrupa a las estaciones calificó a la medida de Moreno como
“extrema pero acertada”; mientras que Carlos Acuña, Secretario General del sindicato que agrupa a los trabajadores de las estaciones de servicio consideró que “la
medida es justa y acertada: había que ponerles un límite a las
grandes petroleras porque no están acompañando el crecimiento
sostenido que vive el país” (P12 9/1).
También los capitales vinculados al transporte de
mercancías exigieron a las petroleras la regularización
de la distribución de combustibles. Desde la Federación
Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas se comunicó que “sin una provisión garantizada se pone en riesgo la cadena de distribución que desarrolla la actividad transportista” (C 11/1).
Pocos días después, tras constatar una rebaja del orden del 15% que las petroleras habían aplicado a sus
precios, el gobierno dejaba sin efecto la suspensión de
las exportaciones de combustibles para Repsol, Petro-
bras y Esso. Solamente, ante su intransigencia, el gobierno mantenía la sanción a la empresa angloholandesa
Shell. La misma tenía prohibido exportar sus productos. A esto se sumaba, una semana después, la caución
de 66 millones de pesos que se le impuso a una de sus
destilerías en Dock Sud.
Una vez más, Shell quedaba aislada frente al gobierno y a la sociedad en su conjunto. Su titular, Juan José
Aranguren, llevado a la Justicia el año pasado por el gobierno de Kirchner, criticó al resto de las empresas de
la rama, principalmente a Repsol-YPF, número uno del
negocio en la Argentina: “Me cuesta entender cuál fue la razón del competidor principal, que tiene una porción mayoritaria
del mercado, para tomar las decisiones que tomó recientemente.
No entiendo por qué subieron antes si ahora bajan los precios”
(LN 16/1).
Pero la decisión oficial de rebajar los precios internos
tampoco obtuvo el apoyo de la otra cámara de empresarios de estaciones de servicio. Se trató de la Federación de Empresarios de Combustibles (FECRA). Su titular, Rosario Sica, denunció que “la medida oficial,
intempestiva e inconsulta, perjudica ostensiblemente a las estaciones, especialmente a las blancas que compran el combustible más
caro” (C 17/1).
El más arriba citado, Manuel García, representante
de las estaciones independientes, y enfrentado a las petroleras, propuso como salida la aplicación de subsidios
que beneficien a los capitales pequeños: “A nosotros no
nos interesa si el gobierno quiere establecer el precio político de la
nafta. Pero pretendemos tener algún tipo de rentabilidad. Las estaciones de servicio no tenemos poder de decisión en materia de
precios. Somos simples comisionistas y por eso ni siquiera nos tuvieron en cuenta cuando decidieron esta rebaja en el precio de los
combustibles” (C 15/1).
Frente a la evidente debilidad de Shell, Guillermo
Moreno arremetía contra las empresas refinadoras,
mandándoles, resolución oficial mediante, a refinar una
mayor cantidad de petróleo: “Hágase saber a las empresas
vinculadas al sector de refinería de petróleo y derivados del mismo
que deberán optimizar su producción a efectos de obtener los volúmenes máximos de su capacidad” (LN 24/1).
Acto seguido, las estaciones de servicio independientes que tienen a la compañía angloholandesa como proveedora anunciaron que pedirían a la Secretaría de Comercio un cambio de bandera. El presidente de la
Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), Marcelo Rovasio, manifestó
al propio Moreno la posibilidad de cambiar de marca,
haciendo público un dato fundamental: “Las estaciones de
Shell tienen una caída de ventas de por lo menos el 30%. Los
expendedores de bandera Shell expresaron a la entidad que se
sienten desamparados por su petrolera, que se mantiene en silencio
de radio” (C 23/1).
Sin apoyo en los capitales medios y pequeños que
suelen jugar como “punta de lanza”, la petrolera quedaba sola y a merced de las medidas oficiales. Por esto,
sobre fines de mes, Shell decidía rebajar los precios de
sus combustibles un 15% en promedio.
FEBRERO DE 2008
Argentina
Finalmente, el citado titular de la compañía anunciaba públicamente la decisión, al tiempo que preveía con
tono amenazante: “Con la reducción de precios va a haber
más demanda, entonces es probable que las restricciones en el
abastecimiento sean mayores” (LN 25/1).
Unión Industrial: financiamiento barato o
“genocidio industrial”
Una de las cuestiones centrales sobre las que ha insistido fuertemente la gran burguesía local vinculada a la
industria tiene que ver con su necesidad de financiamiento propio. Dependientes del financiamiento externo, quedan a merced de los capitales foráneos más concentrados, quienes les cobran intereses leoninos y a
fines de 2001 intentaron confiscarlos de manera espectacular en el marco de la crisis bancaria local.
Ignacio de Mendiguren, vicepresidente tercero de la
UIA, ex titular de la entidad y vocero incansable de la
devaluación durante el atribulado gobierno de Fernando De la Rúa, expresó la aspiración de esta fracción local del capital: la formación de grupos económicos
fuertes de base nacional: “Tengo muchas expectativas porque
la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue muy clara sobre la necesidad y los contenidos de este tipo de acuerdos, con metas de inversión, exportación, redistribución del ingreso, salarios e
integración territorial. Los empresarios deben aportar en el pacto
social compromisos de inversión y acuerdos de precios.
”El período de autofinanciamiento generado a partir de la alta
rentabilidad posterior a la salida de la convertibilidad ya se terminó. Hay que pensar en otro esquema, por ejemplo, las AFJP
deben ser un instrumento de financiamiento del largo plazo. Esa
es la única manera de competir con Brasil, pensando en volver a
tener varias multinacionales argentinas. Son sólo cinco años de
crecimiento contra 50 de Brasil; además en los 90 acá hubo un
genocidio industrial. Hay que mantener el crecimiento y eso no se
logra bajando el nivel de la demanda, sino subiendo la oferta: no
hay que enfriar la economía” (LN 5/1).
Caben subrayar algunos aspectos de la posición de la
UIA. Por un lado, se asume el compromiso de mantener el sistema de control de precios internos. Este, al
congelar los precios de los bienes primarios y las tarifas
de los servicios privatizados, les permitió a los productores de bienes industriales ampliar sus ventas en el
mercado doméstico y gozar de bajos costos de producción.
Por el otro, agotada la fase de “autofinanciamiento”,
las industrias le exigen al capital bancario en el país,
como por ejemplo las AFJP, financiamiento a bajo costo. Contar con una línea de crédito estable y a tasas bajas es condición de posibilidad de que algunas ramas de
la industria poco competitivas a escala regional y mundial puedan mantenerse en actividad.
En este esquema, se encuadra el ambicioso proyecto
de creación del Banco del Sur, como herramienta de financiamiento capaz de reemplazar a los centros financieros internacionales. El mismo es motorizado principalmente por los gobiernos de Venezuela y Argentina, y
29
cuenta con la estratégica adhesión de la burguesía brasileña.
En síntesis: los capitales más concentrados en la industria local buscan consolidar su posición –tras haber
“tocado fondo” en la crisis de 2001–, mediante el control del capital bancario y del financiamiento, la subordinación de los precios de los bienes del campo y, como hemos visto más arriba, el control de algunos
recursos estratégicos, así como también a través de la
reducción del costo salarial.
El capital exige a los sindicatos “no pedir más
de la cuenta”
Como parte del crecimiento sostenido de la economía al que hicimos referencia más arriba, en los últimos
cuatro años también se asistió a una fuerte recuperación
del empleo. Si bien la mayor parte de los nuevos trabajos está caracterizada por una fuerte precariedad, tratándose fundamentalmente de trabajos “en negro” –es
decir que no realizan los aportes a la seguridad social ni
contienen las conquistas históricas de los trabajadores,
además de ser sus salarios significativamente más bajos
que los empleos “en blanco”–, la importante reducción
de la desocupación condujo a que una parte de los trabajadores pueda volver a discutir la distribución de la
riqueza social.
Por ejemplo, en el año 2007 hubo 1025 acuerdos
formales entre sindicatos y empresas, que afectaron a
casi 4 millones de trabajadores. La movilización, los paros, las mesas de discusiones en torno de la “cuestión
salarial” fueron la expresión visible de este fenómeno.
Pero de todas maneras cabe resaltar que sólo el 20% de
los trabajadores ha logrado recomponer cabalmente su
salario real tomando como punto de referencia el año
2001, antes de la devaluación del peso. Son los que se
expresan en la dirección de los sindicatos, en donde
priman los reclamos económicos corporativos. El resto,
una mayoría heterogénea que contiene al 80% de los
trabajadores, no ha logrado ganarle a la suba de precios.
En términos relativos, sus salarios son menores que en
2001. Sus necesidades irresueltas no logran tener cabida
en las estructuras sindicales que tienen como principal
consigna la defensa del salario. La raíz estructural de este límite no es otro que la imposibilidad de aplicar subas salariales por parte del grueso de las empresas de capitales medios y pequeños, dado su bajo grado de
competitividad mundial y regional.
De todas maneras, en febrero se vuelven a abrir las
negociaciones paritarias. Frente a esto, las distintas expresiones del capital local hicieron público su llamado a
las organizaciones sindicales a moderar las demandas
por aumentos salariales.
El citado Mendiguren, desde la UIA planteó que “los
verdaderos retrasos salariales están en el sector informal. Los salarios en blanco crecieron un 160% desde 2003, pero los informales tan sólo un 87%; no se les puede dar un tratamiento
homogéneo a todos los sectores, porque eso genera que algunos
pierdan competitividad y otros no se recuperen del retraso que su-
FEBRERO DE 2008
30
Recuerdos de provincia… estructuras de poder “feudal” y libremercado
fren. La informalidad se reduce con facilidades impositivas y con
leyes como el tratamiento diferencial de las ganancias reinvertidas.
Sería bueno reducir las cargas laborales para las pymes con menos
de 10 personas y es urgente tener una nueva ley de riesgos de trabajo porque la litigiosidad crece demasiado. Hay además en el
congreso otros proyectos que no benefician al trabajador” (LN
5/1).
Ante la pelea salarial por venir, el diario Clarín, en un
editorial titulado “El mejor blindaje es el realismo”, recomendaba frente a la crisis financiera mundial en ciernes
“enfrentar con realismo la citación y no caer en la tentación de las
hipótesis optimistas: es preferible pecar por exceso de previsión que
por descuido. Esto vale tanto para la política fiscal, como para la
privada y la de los sindicatos en sus reclamos salariales” (C
23/1).
Raúl Lamacchia, vicepresidente de la Confederación
Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y titular de
la Federación Económica de la provincia de Bs.As.,
sostuvo que “todas las partes tenemos que ser muy prudentes.
Acá hay que contemplar las necesidades de los trabajadores, pero
sin entrar en una espiral de precios y salarios que termine alimentando un proceso inflacionario. Una cifra lógica podría acompañar el índice de inflación y rondar entre 10 y 15%” (LN 7/1).
En este marco, se produjo un hecho significativo: el
encuentro en la Casa Rosada entre Cristina Fernández
de Kirchner y la conducción de la CGT, encabezada
por el secretario general de la central Hugo Moyano.
En dicha reunión, los sindicalistas le entregaron a la
Presidenta un documento en donde estimaban “necesario
profundizar el modelo productivo basado en un desarrollo prioritario del mercado interno y el aprovechamiento del mercado internacional” (C 23/1). Luego de la misma, el titular de la
central de trabajadores, Hugo Moyano, señaló: “Lo que
la Presidenta nos dijo también se lo ha pedido a los empresarios.
Más que nada pidió responsabilidad. Es lógico que todos tengamos la responsabilidad no sólo de mantener lo que se ha logrado
sino de mejorarlo. Es que esto que hemos avanzado, que nadie
puede negar que ha sido un avance bastante importante el que ha
tenido la economía. Esto lo hemos logrado entre todos, y entre todos lo tenemos que cuidar” (C 24/1).
A la salida de la reunión, José Luis Lingieri, dirigente
de los trabajadores de Aguas Argentinas, daba cuenta
de la posición de la CGT, garantizando “no tirar más de
la cuerda, ya sabemos que son los trabajadores los que pierden en
la carrera de precios y salarios” (C 23/1).
En el mismo sentido, el sindicato de los conductores
de ómnibus de corta distancia (UTA) comenzó a negociar con los patrones una suba salarial del orden del
12%. La misma se mantiene en los marcos de lo que el
capital considera lo aceptable.
Desde la Central de Trabajadores Argentinos (CTA),
su titular, Hugo Yasky, planteó: “Vamos a reclamar la definición de políticas públicas que permitan ir definiendo un nuevo
modelo productivo y la equitativa distribución de la riqueza”. En
este sentido, retomó la propuesta de “paritaria social”,
que implica la discusión e implementación de un nuevo
esquema de distribución de la riqueza. Propuesta que ha
sido conjuntamente elaborada por la CTA, las agrupaciones de los capitales medios y pequeños como FAA,
el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y la
Asamblea de Pymes (Apyme), tal como hemos mencionado en la última edición del Análisis…(Nº 91).
FEBRERO DE 2008

Documentos relacionados