¿Y SI CONOCIESEMOS EL COMIENZO DE NUESTRA HISTORIA?

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¿Y SI CONOCIESEMOS EL COMIENZO DE NUESTRA HISTORIA?
 ¿Y SI CONOCIESEMOS EL COMIENZO DE NUESTRA HISTORIA? Hemos elegido el segundo objetivo, Júpiter, debido a la posibilidad que nos brinda para resolver una de las mayores incógnitas: el origen de la vida. Proponemos focalizar la investigación en el estudio de uno de los satélites de Júpiter, Europa. Si nos centráramos en Europa sería posible confirmar la existencia de océanos y así poder investigar sobre otras condiciones, que junto con el agua líquida, puedan originar vida. A continuación podríamos realizar una comparación de ambos fenómenos: la vida terrestre y la posible vida en Europa, a partir de los cuales se hará una interpretación y se buscarán similitudes con el fin de resolver progresivamente las cuestiones concernientes al origen de la vida. Hay constancia de una diferencia de temperatura entre Europa y nuestro planeta, pues estudios anteriores revelan que Europa tiene unas temperaturas de 50oK en los polos y 125oK en el ecuador, claramente distintas a las de la tierra (193oK en los polos y 333oK en el resto). Sin embargo nuestro planeta pasó por distintas fases antes de llegar a la actual, por lo que podemos suponer que la superficie de Europa podría experimentar los mismos cambios y llegar a condiciones óptimas para el desarrollo de la vida. Conocemos la existencia de una atmosfera en Europa, que aunque no posee las mismas características que la atmosfera terrestre, puede ir adquiriéndolas de forma progresiva al igual que ocurrió con la atmósfera primitiva de la tierra, que era pobre en oxígeno y al ir desarrollándose organismos autótrofos, la concentración de este fue aumentando. Además, dentro de las características ya conocidas de la atmósfera de Europa, encontramos la presencia de oxígeno, aunque en poca proporción. James Lovelok y la hipótesis Gaia defienden la autorregulación de los sistemas planetarios donde existe vida. Uno de los aspectos importantes en este sentido es el mantenimiento de concentraciones gaseosas inestables en sus atmosferas gracias a la acción de los organismos, por lo tanto la presencia de O2 es una evidencia de vida. Dada la existencia de agua líquida y oxígeno debe existir gravedad, condición sine qua non para que exista la vida. Además, la sonda Galileo ha descubierto que bajo la capa helada, que presenta el satélite, se encuentra un océano de agua líquida. Además, la presencia de agua líquida bajo la capa de hielo podría permitir la existencia de vida. Otros datos recogidos nos muestran la presencia de sales, sobre todo sulfato de magnesio (MgSO4) y compuestos volátiles como dióxido de carbono (CO2), dióxido de azufre (SO2) y peróxido de hidrógeno (H2O2) Conociendo mejor los procesos que podrían darse en Europa, podríamos compararlos con los que ocurrieron en la tierra hace 3800 M.a, con lo que tendríamos más herramientas para conocer el origen de la vida terrestre. Por las razones expuestas pensamos que se debe seguir avanzando en este campo de investigación. 

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