La Segunda Bestia de Apocalipsis Trece III

Transcripción

La Segunda Bestia de Apocalipsis Trece III
Adventista en Dios
Copyright © 2005
All right reserved to:
www.adventistaendios.com.pe
[email protected]
Parte III
VIII. Imposición de la “adoración”, imposición de una Ley:
Sabiendo que los moradores del mundo son todos aquellos que no están buscando estar en la obediencia a Dios, la Palabra de
Dios nos muestra que estos son los que adorarán a la Primera Bestia.
Apocalipsis 13: 12
“Y ejerce todo el poder de la Primera Bestia en presencia de ella; y haría que los moradores de la tierra
adoren a la Primera Bestia, cuya llaga de muerte fue curada.”
Habiendo aclarado quienes son los “moradores del mundo”, ahora si podemos ver en que consiste la “adoración” a la Primera
Bestia.
La adoración ¿cómo está presentada en la escritura? (Para profundizar vea el Tema del Primer Ángel: “Adorad al Creador”):
Isaías 66: 23
“Y será que de mes en mes y de Sábado en Sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dijo
Jehová.”
Simbología:
Adoración = Guardar el Sábado
Nótese, por el texto citado, que la adoración a Dios es el Sábado, ¿cómo está considerado este día, con respecto a la semana, en
la Sagrada Escritura?:
Éxodo 20: 8- 11
“Seis días trabajarás y harás todo tu obra; mas el séptimo día será Sábado para Jehová tu Dios; no
hagas en el obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero
que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las
cosas que ellos hay y reposo en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día de Sábado y lo
santificó.”
El Sábado es considerado como “un día de la semana”, que “es el séptimo” bíblicamente hablando y “se le llama Sábado”.
Nos preguntamos ¿dentro de la cristiandad, existe otro día de la semana que sea consagrado a una adoración, y que no sea el
séptimo; es decir, que no sea el Sábado? La respuesta es afirmativa, sí existe. Este otro día, de una así llamada “adoración a
Dios” es el día “domingo”. Este es un día que Dios nunca santificó y que la Palabra de Dios había profetizado que existiría
fuera del Sábado como uno de “adoración”.
Al único día, que Dios le llama “mi día”, es al Sábado, que es día de adoración a Dios. Esto es contrario a como el mundo hoy
le llama al domingo, el día del Señor:
Isaías 58: 13
“Si retrajeres del Sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día Santo, y al Sábado llamares delicia,
santo, glorioso de Jehová…”
Sin lugar a dudas es el “Sábado” el día de adoración a Dios conforme a las Escrituras, ya que Dios a este día le dice “mi día
Santo”. El domingo es un día de adoración que no tiene un fundamento en las Escritura sobre el cual se lo establezca. Es el
domingo un día, que cumple con las características de la adoración, no a Dios, sino a la Primera Bestia, ya que según la Palabra
el Sábado, es para la adoración a Dios.
Por tanto, vemos que la Segunda Bestia cuando tenga el poder de la Primera Bestia, es decir cuando este dispuesta a acatar los
principios de la Primera Bestia, mandará que se adore a la Primera. Esto significa claramente que “la Segunda Bestia va a
establecer uno de sus mandamientos o tradición como ley”, bajo pretexto de adoración a Dios, esa ley será el guardar el día
domingo como un día de adoración a Dios. Cuando esto acontezca “entonces se habrá dado la sanidad total de la Primera
Bestia”.
IX. Segunda Bestia sinónimo de Falso Profeta:
Al estudiar esta “Segunda Bestia”, encontraremos que a través del Apocalipsis se le denomina el “Falso Profeta”. Veamos el
siguiente texto que nos habla de la Segunda Bestia:
Apocalipsis 13: 13
“Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de
los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en
presencia de la Bestia.”
Ahora comparémoslo con el siguiente texto, que nos habla del “Falso Profeta”:
Apocalipsis 19: 20
“Y la Bestia fue presa, y con ella el Falso Profeta que había hecho las señales en presencia de ella, con
las cuales había engañado a los que tomaron la señal de la Bestia y habían adorado su Imagen.”
Apreciemos lo siguiente:
La Segunda Bestia
El Falso Profeta
Apocalipsis 13: 13
Apocalipsis 19: 20
… señales que le ha sido dado hacer en
presencia de la Bestia, …
… el Falso Profeta que había hecho las
señales en presencia de ella, …
Vemos por tanto, que es evidente, que al hablar de la “Segunda Bestia” estamos hablando del “Falso Profeta”, ya que
son lo mismo.
X. Hace Grandes Señales:
Como veremos en esta parte, se descubrirá que las señales que la Segunda Bestia a de realizar, tiene el propósito de mostrarse
ante el mundo, como que todo lo ella hace, viene por mandato y aprobación de Dios:
Apocalipsis 13: 13
“Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de
los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en
presencia de la Bestia”
Nos preguntamos ¿cuál es el propósito al hacer estas señales, y específicamente, la de hacer “descender fuego del cielo”?
Primeramente, considerando que esta es una profecía, y tomándola desde esta perspectiva, debemos entender entonces, que
este “hace descender fuego del cielo” es simbólico*.
* Nota: Ojo que esto no descarta en ninguna manera, la forma literal, que el Espíritu de Profecía asume sobre esta profecía. Hacemos esta
aclaración por causa de todo creyente de la doctrina.
¿A qué llama la Escritura “fuego”?:
Jeremías 23: 29
“¿No es mi Palabra como el fuego - dice Jehová – y como martillo que quebranta la piedra?”
Simbología:
Fuego = Palabra de Dios
De acuerdo con este texto vemos que una forma de representación simbólica que se presenta para la Palabra de Dios en las
Escrituras es el “fuego”.
Estas “señales” a las que se refiere Juan en el Apocalipsis, se las atribuye a la Segunda Bestia o también llamado Falso Profeta.
Nuestro Señor Jesucristo al hablar de lo que harían los Falsos Profetas nos dijo:
Mateo 24: 24
“Porque de levantarán falsos Cristos y falsos profetas y darán señales grandes y prodigios de tal
manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos.”
¿De que manera se podría engañar a un escogido? Es increíble, pero aquí la Sagrada Escritura nos presenta un momento en el
tiempo en el que se tratará de “engañar a los escogidos”, y esto sólo podría lograrse, violando aquello por lo cual los
escogidos, tienen la seguridad de salvación. Pero, ¿en que fundamentan su salvación los escogidos?:
2 Timoteo 3: 14, 15
“Pero tú persiste en lo que has aprendido y te convenciste, sabiendo de quien has aprendido. Y que
desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación
por medio de la fe que es en Cristo Jesús.”
Entonces ¿sería presentando la “Sagrada Escritura” en forma engañosa como se engañará a los escogidos? Cristo nos ha
dejado en su Palabra, a través de lo que le sucedió en su propia vida, lecciones necesarias para que podamos probar si los
espíritus son de Dios o no.
En ocasión de la tentación, Satanás citó las Escrituras a Cristo. En esa oportunidad de acercamiento a Jesús Satanás buscaba
su caída. Ya lo había tentado una primera vez al pedirle que convirtiera las piedras en pan. Satanás en esa oportunidad, había
fracasado al querer llevarle a Jesús hacia el pecado, aprovechándose de la debilidad humana de Cristo al tener hambre. Pero
Jesús le dijo:
Mateo 4: 4
“Escrito está: ‘No con solo el pan vivirá el hombre, sino con toda palabra que sale de la boca de Dios’”
Simbología:
Pan espiritual = Palabra de Dios
Estas palabras nos muestran de parte de Cristo, que no hay tentación que sobrevenga en caída si estamos fundamentados en la
Palabra de Dios. Es más, nuestra seguridad de defensa contra el engaño, es esa Palabra. Cristo al no ser engañado por Satanás
mostró a ese adversario que es difícil caer en sus redes cuando uno se nutre de la Palabra de Dios.
Satanás habiéndose percatado de que el ataque contra Cristo tenía que ir por el lado del conocimiento de las Escrituras, en su
segunda oportunidad no lo pensó dos veces. Fue ante Cristo con un supuesto “escrito está”, le dijo:
Mateo 4: 6
“Si eres el hijo de Dios, échate abajo; que escrito está: ‘A sus ángeles mandará por ti y te alzarán en
las manos, para que nunca tropieces con tu pie en piedra”
En esta segunda oportunidad, Satanás fue con la convicción de que Jesús aceptaría su premisa. Satanás sabía que Jesús solo
recibía lo que viniese de la Palabra de Dios. Para esta segunda oportunidad utilizó de sutileza y astucia. Cito las Escrituras
pero no en forma integra. Citó el “escrito” pero no en su totalidad. Satanás obvió o escondió una parte muy importante del
mismo pensando así, que Cristo teniendo la naturaleza humana , era posible que hubiera olvidado justamente, un asunto que
para Cristo según Satanás no sería considerado de mucha importancia. Comparemos lo que Satanás citó a Jesús, con lo que
en realidad estaba escrito en la Palabra:
Lo que dijo Satanás
Lo que dice la Escritura
Mateo 4: 6
Salmo 91: 11, 12
“A sus ángeles mandará por ti y te alzarán en
las manos, para que nunca tropieces con tu pie
en piedra”
“Pues que a sus ángeles mandará acerca de ti
que te guarden en todos tus caminos. En las
manos te llevarán, para que nunca tropieces
con tu pie en piedra”
Primeramente, este Salmo 91 es una clara alusión a Cristo. La diferencia salta a la vista, lo que Satanás obvió o eliminó en su
presentación de su texto a Jesús, justamente fue aquello que involucra el sendero por medio del cual Dios nos guía. Al decir:
“que te guarden en todos tus caminos”, recordemos que no se estaba aplicando a un incrédulo sino, como en este caso a
Cristo a un creyente. ¿Cuáles eran los caminos de un creyente?
Deuteronomio 8: 6
“Guardarás pues los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos y temiéndolo”
Así de esta manera, cuando tenemos los “mandamientos de Dios”, podemos decir que estamos en los “caminos de Dios”, por
tanto nuestros caminos son sus caminos:
Salmo 119: 168
“He guardado tus mandamientos y tus Testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti”
Simbología:
Caminos de Dios = Mandamientos de Dios
Satanás astutamente presentó a Jesús un texto incompleto. Si Jesús no hubiera conocido el texto, entonces habría podido ser
engañado. Esto muestra la importancia de conocer la Sagrada Escritura y poder tener a la mano la base a través del “escrito
está” para contrarrestar al enemigo de las almas sea cual fuere la forma bajo la cual se presente: ángel de luz, ministro,
sacerdote, pastor, misionero, predicador, etc.
El conocimiento de Cristo, nos muestra, que va más allá de lo superficial. Una vez que Jesús fue tentado por el diablo
citándole la Escritura, Cristo contrarrestó su malévola obra diciéndole:
Mateo 4: 7
“Escrito está además: No tentarás al Señor tu Dios”
Es increíble pero Jesús nos enseña a depender totalmente de la Escritura para salir victoriosos contra los engaños de Satanás
bajo cualquiera de sus formas. Nótese que Jesús no queda satisfecho con la cita presentada por Satanás, le presenta un
“además”, que hecha por tierra el engaño que Satanás quiere lograr que sea aceptado. No en vano, Jesús dijo:
Juan 5: 39
“Escudriñad las Escrituras…”
Jesús siempre nos indujo por su Palabra a tener que obrar como el obró en relación al cumplimiento del deber para con Dios,
él nos dijo:
Juan 14: 12
“De cierto, de cierto os digo: ‘El que en mi cree, las obras que yo hago también el las hará; y mayores
que estas hará, porque yo voy al Padre’.”
Es verdad que Satanás presenta la Escritura, pero lo hace sin el sentido de integridad. Cita un buen porcentaje de esa verdad
obviando lo que no le conviene.
La respuesta de Cristo a Satanás, muestra a las claras, la necesidad de tener que ser un estudioso diligente de las Sagradas
Escrituras, no podemos contentarnos con menos, es importante conocer la verdad de Dios que es su Palabra. Pero, ¿existe un
límite?:
1 Pedro 3: 15
“Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones y estad siempre preparados para responder con
mansedumbre y reverencia a cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”
2 Timoteo 2: 15
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse,
que usa bien la Palabra de verdad”
Hemos visto que este engaño se lograría sacando a luz algunos textos y escondiendo otros o parte de ellos y predicándola
malintencionadamente. De manera tal, que como Satanás, los falsos maestros presentarán los textos disminuyendo una parte de
ellos. De esta manera es que se puede hacer tambalear aun la fe de un creyente genuino. El creyente genuino puede pensar que
lo que se vierte es verdad, ya que se le presenta un “escrito está”. Sino pensemos: Satanás no tiene nada de tonto y no se
hubiera dado jamás la molestia de tentar, citando la Escritura, sin tener oportunidad de ganar a Cristo. Si Jesús hubiera sido
descuidado en su estudio personal, habría fracasado. Pero, ¿cuál es la razón por la cual se haría este tipo de engaño? Las
siguientes líneas nos aclararán el panorama.
Cuando nos remontamos en el tiempo, y nos detenemos en el periodo del Éxodo, encontramos que cuando Dios se manifestaba
en el Templo, en el momento del sacrificio, Dios lo hacía por medio del fuego. Veamos los siguientes textos:
Levítico 9: 23, 24
“Y entraron Moisés y Aarón en el Tabernáculo del Testimonio, y salieron y bendijeron al pueblo y la
Gloria de Jehová apareció a todo el pueblo. Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el
holocausto y los sebos sobre el altar y viéndolo todo el pueblo alabaron y cayeron sobre sus rostros.”
En verdad esto sorprende, de saber que la manifestación de Jehová era hecha por medio del fuego, en el tiempo antiguo. De
esta manera, esta manifestación en “fuego”, era evidencia de que Dios estaba de por medio. Sabiendo, que simbólicamente el
“fuego” es la “Palabra de Dios”, por lo menos esto nos da una idea inicial; que quienes prediquen hoy en día, tienen justamente
el deber de demostrar que lo que ellos presentan está apoyado por Dios, por su “fuego”, por su Palabra.
Y aunque muestren texto sobre texto, el deber del cristiano es verificar todo con la Escritura, saber si hay un además. La
historia bíblica al presentarnos los hechos que se dieron sobre Nadab y Abiú, nos muestran, que era de mucho cuidado el tener
que considerar el fuego del Santuario. Nadab y Abiú, en una forma por demás inescrupulosa y temeraria, introdujeron fuego
extraño en el Santuario, veamos:
Levítico 10: 1- 2
“Y los hijos de Aarón, Nadab y Abiú, tomaron cada uno su incensario y pusieron fuego en ellos sobre
el cual pusieron perfume y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, fuego que Dios nunca mando.
Y salió fuego de delante de Jehová que los quemó y murieron delante de Jehová.”
Aquí podemos encontrar dos tipos de fuego. Uno de los fuegos era encendido por Dios mismo y el otro encendido por los
hombres. Lo que si es claro, es que aparentemente no se veía una diferencia entre el “fuego extraño” y el “fuego de Dios”. En
apariencia los dos fuegos ardían igual, se veían igual. Pero la diferencia era que uno era de Dios y el otro era de artificio
humano.
Si consideramos lo que significa el “fuego” en la Escritura, presentado por Dios a través de Jeremías, tendríamos que aceptar
también esto: de que hay una presentación que utiliza la Escritura y que no es de procedencia divina, tal como lo hizo Satanás
con Jesús. Este es el “fuego extraño” y es el que presentan los falsos maestros. Estos presentan la Biblia, pero no es de parte
Dios. Estos no consideran el “además” a pesar de saber que existe y está escrito, son como Satanás frente a Cristo, se cierran
en un solo punto sin considerar el otro lado del asunto. Ese texto, que es el “además” que presenta la Escritura, siguiendo el
ejemplo de Cristo, se les presenta a estos “maestros” y estos lo rechazan llamándole “argumento”. Muchos de estos maestros
no comprenden que las presentaciones pretensiosas sin asidero en las Escrituras son llamadas por la Sagrada Palabra
“argumentos o fábulas por arte compuestas”.
2 Pedro 1: 16
“Porque no les hemos dado a conocer la Palabra y la venida de nuestro Señor Jesucristo, siguiendo
fábulas por arte compuestas, sino como habiendo con nuestros propios ojos visto su majestad’.”
Estos maestros, exigen que se acepte su interpretación además del “Escrito está...”. Pablo exhortó a la Iglesia contra este
proceder:
Gálatas 3: 10
“Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo de maldición. Porque escrito está: ‘Maldito
todo aquel que no permanece en todas las cosas escritas en el libro de la ley para cumplirlas’.”

Documentos relacionados