La Mayordomía de nuestra Lengua y nuestras Palabras
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La Mayordomía de nuestra Lengua y nuestras Palabras
15 AÑOS DE CONQUISTA "DIOS HA SIDO FIEL” Serie: MAYORDOMÍA A TRAVÉS DE LAS ESCRITURAS LECCIÓN 8 La Mayordomía de nuestra Lengua y nuestras Palabras La lengua es un aspecto muy importante de nuestro ser. Esta es un instrumento increíble que puede hacer mucho bien estimulando a otros, consolando, animando, enseñando, dando crédito y reconocimiento, edificando, elaborando y un largo etcétera. No obstante también puede ser un instrumento que haga muchísimo daño. Piensa por un momento y escribe las maneras en que puede ser utilizada la lengua de forma negativa o destructiva. Trata de ser lo más exhaustivo posible al buscar posibilidades. En Santiago 3:2-12, hace serias advertencias acerca de la utilización de la lengua y espera de nosotros una buena y correcta mayordomía, esto es un buen uso de la misma. El Señor Jesús en el pasaje de Mateo 12:36 claramente nos indica que seremos sometidos a juicio por el uso que hayamos hecho de nuestra lengua. Piensa por un momento que sería en tu situación personal una buena utilización de la lengua. En Efesios 4:29 Pablo escribe: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación según sea necesaria, para que imparta gracia a los que oyen.” Podemos decir con esto que evitemos hablar palabras que puedan echar a perder una vida, una relación, una persona o a nosotros mismos. La mayordomía de nuestra lengua no sólo incluye las cosas que decimos –el contenido- sino también el objetivo que perseguimos con las mismas y la motivación que nos impulsa a pronunciarlas (Proverbios 16:23-24). Tener una correcta mayordomía de nuestra lengua no es simplemente una cuestión de pronunciar la verdad y evitar la mentira. La verdad puede ser dañina y perjudicial como puede serlo la mentira. Algunas personas se enorgullecen de siempre decir la verdad a todo el mundo. Sin embargo, la verdad dicha sin amor puede hacer mucho daño, las verdades pueden ser dichas con la finalidad de herir, humillar o dañar a aquel que las recibe (Proverbios 10:19-21 y 13:3). Hay ciertas verdades que no sirven para edificar a los oyentes, y cuyo conocimiento si bien es posible que no les hiera, tampoco contribuye a su edificación o a la visión que tengan de otras personas y la manera en que se relacionen con ellas. Nosotros podemos tener información sobre el carácter y los hechos de una persona y el comunicárselo a terceras personas puede condicionar su relación y crear problemas de relación que nuestros interlocutores no tienen. Por tanto una correcta mayordomía tiene que ver claramente con el contenido de lo que hablamos, la motivación con la que lo hacemos y el impacto que puede causar en nuestros oyentes (Proverbios 17:28; 18:6-8) ¿Qué dice la Biblia acerca de controlar nuestras palabras y nuestra lengua? • Al que responde antes de oír, le es insensatez y deshonra. (Proverbios 18:13) • La muerte y la vida están en poder de la lengua, y los que gustan usarla comerán su fruto. (Proverbios 18:21) • Existen el oro y una gran cantidad de perlas, pero los labios que saben son algo más precioso. (Proverbios 20:15) • El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias. (Proverbios 21:23) • No testifiques sin causa contra tu prójimo, ni le engañes con tus labios. (Proverbios 24:28) • ¿Has visto a un hombre apresurado en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él. (Proverbios 29:20) • “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Lucas 6:45 Para practicar la mayordomía de nuestra lengua centrémonos en pensar antes de hablar, a hablar sólo cuando sea necesario no dejando salir palabras innecesarias de nuestra boca, recordando que somos lo que hablamos, que en nuestra palabras hay poder y estas nos pueden llevar a comer frutos dulces o amargos y por último escojamos hablar en fe, creyendo la palabra del Señor y confesándola con nuestros labios. TEXTO A MEMORIZAR: “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.” Mateo 12:36 Tomado de: La Mayordomía de la Lengua (2005) Felix Ortiz. Paralideres.com.