Rastrillo de artesanía africana y concierto en Boiro (13
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Rastrillo de artesanía africana y concierto en Boiro (13
Rastrillo de artesanía africana y concierto en Boiro (13 de diciembre de 2009) Una vez más, la Asociación de Cooperación Exterior Égueire, ha organizado y puesto en marcha un acto solidario cuya finalidad primordial era recaudar fondos para materializar su proyecto en Costa de Marfil, sin olvidar, por supuesto la importancia de presentar esta asociación, sus planes y aspiraciones a un número cada vez mayor de gente. En esta ocasión, se realizó un rastrillo de artesanía africana que permaneció abierto a lo largo de toda la jornada del 13 de diciembre de 2009 y que fue visitado por un número importante de personas que disfrutaron contemplando, y comprando, batiks, telas Korhogo, collares, sandalias, mantelerías pintadas a mano, cuadros, café y diversos objetos de madera como máscaras, cuencos, taburetes tallados, una magnífica silla real o un pequeño balafón. El producto estrella, sin duda, fue el café, seguido por los collares y los cuadros realizados con arena. No se quedaron atrás las máscaras y los batiks que también gustaron a los asistentes. Por la tarde se celebró un animado concierto en el centro socio-cultural del Ayuntamiento. En primer lugar pudimos disfrutar de la actuación del grupo Pandeiromus que nos hizo sonreír con unas canciones cargadas de sentido del humor en la línea más pura de nuestra música tradicional gallega y con el único apoyo de sencillos instrumentos de percusión tan nuestros, también, como las panderetas. A continuación, Tonhito de Poi salió a escena acompañado únicamente de su guitarra acústica y sus ganas de entretenernos y también, ¿por qué no?, de emocionarnos. Con su voz y su estilo más “roqueros” nos animó a todos a movernos, a cantar y a aplaudir en cada canción que interpretaba. Por último, llenaron el escenario las vitales mujeres que componen el grupo Batuko Tabanka de Burela (aunque originarias de Cabo Verde). Sus voces llenas de sentimiento, su música rebosante de energía y potencia, producida únicamente al golpear con sus manos una especie de cojín de piel que colocan entre sus piernas y se denomina Batuko, y el movimiento de su caderas (cuando una o dos de ellas se arrancan a bailar) tremendamente intenso, rítmico, sensual y africano, hicieron vibrar a todo el público asistente. Una vez finalizado el concierto se llevó a cabo el sorteo de una mantelería africana pintada a mano, un cuenco de madera, un batik y seis lotes de conservas (donados por Jealsa) entre todos aquellos que compraron una rifa a lo largo de todo el día. Para nosotros resultó enormemente gratificante ver esa respuesta a esta llamada a la solidaridad y confiamos en poder repetir experiencias similares para poder recaudar los fondos necesarios para desarrollar nuestro proyecto en Grand Lahou.