¿De qué me tenía que acordar? - Sociedad Española de Geriatría y

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¿De qué me tenía que acordar? - Sociedad Española de Geriatría y
Audiencia: 660.000
,..A.6.,C.., .
Sección:
Difusión:
familia
Pág.: 15
79.072
Valor Pub: 16.991,4 €
02-Mar-2012
ESPACIO: 749 cm2
PORCENTAJE: 82%
PERIODICIDAD: Diario
¿De qué me tenía que acordar?
Los pequeños olvidos aumentan a partir de los 30 años
de edad. Sepa cuándo hay que preocuparse por ellos
L. PERAlTA
¿Dónde habré puesto mis gafas?, ¿a quién tenía que llamar que era tan importante?, ¿es
hoy la cita con el médico o es mañana?, ¿a qué
venía yo a la cocina? ¿cómo se llamaba... si
lo tengo en la punta de la lengua, es un actor
muy conocido que hizo aquella película tan
famosa? Es muy probable que alguna de estas
frases le sean familiares porque su memoria
le haya jugado una mala pasada que ha derivado en un pequeño despiste. Sin embargo,
la verdadera pregunta es: ¿tengo que preocuparme por estos olvidos?
Los despistes pueden ocurrir a cualquier
edad. pero los expertos en el funcionamiento
del cerebro aseguran que es una queja cada
vez más habitual en las personas a partir de
30 años. Explican que en esta edad es normal
que la memoria empiece a deteriorarse y que
se olviden algunos nombres, tareas o donde
se guardan las cosas. «¿Se trata de un principio de alzheimer?», «¿estaré desarrollando
una enfermedad neurogenerativa?», se preguntan numerosas personas alertadas por
sus olvidos. ¡Alto! Vayamos por partes y, sobre todo, no adelantemos acontecimientos.
una cita importante, no saber indicarle al
taxista la dirección en la que vivimos ... «La
primera recomendación es que la propia
persona analice su situación actual: si está
bajo presión, si ha realizado una actividad
de gran esfuerzo de concentración, si siente
una gran preocupación por algo ... porque
si es así, se puede descartar que exista una
enfermedad degenerativa. Si los olvidos
son ocasionales y nos permiten seguir con
nuestra vida habitual de viajar, ir al trabajo, quedar con personas y relacionarnos
normalmente en una conversación ... no es
-Mantener una actividad física activa para prevenir la dependencia física y el envejecimiento
neuronal. «mens sana in corpore sano».
-Hacer gimnasia mental: tareas sencillas como
memorizar la lista de la compra, hacer crucigramas, jugar a las cartas, el dominó ...
necesario consultar a ningún especialista».
Pero si los olvidos generan una gran angustia en la persona porque suceden frecuente-'
mente, «entonces es conveniente solicitar
ayuda diagnóstica al médico de cabecera
que será el que derivará, si lo considera necesario, a un especialista».
«En el caso de existir un indicio de demencia o alzheimer -hay casos, excepcionales, pero que se detectan a la edad de 40
años- se tratará cuanto antes para retrasar
sus efectos. Pero también puede ocurrir incide Rosa López- que se trate de demencias secundarias que tienen posibilidad de
ser tratadas y son reversibles porque se
desencadenan por falta de vitaminas, como
la B12. ácido fólico o por alteraciones hormonales».
Sin duda alguna, la memoria es el proceso
psicológico más afectado en el envejecimiento. «Debido a la esperanza de vida. el riesgo
de padecer algún tipo de neurodegeneración
cognitiva aumenta -reconoce Laura Ponce de
León, profesora de Trabajo Social y Servicios
Sociales de la UNED y doctora en envejecimiento- oLos resultados de las numerosas
investigaciones realizadas apuntan que se
produce una reducción en el peso y volumen
del cerebro en torno a un 2% por cada década que pasa, además la zona del hipocampo
muestra un declive acelerado a partir de los
50 años» .
-Seguir una alimentación equilibrada, variada y
completa. Evitar las grasas saturadas que producen el
llamado colesterol malo, ya que obstruyen las arterias
e impiden que el oxígeno llegue al cerebro, lo que
deteriora su funcionamiento.
-Prescindir del alcohol. que facilita el envejecimiento
prematuro del cerebro, y el tabaco, pues la nicotina
disminuye la capacidad de atención y retención.
Según Rosa López, coordinadora
del grupo de trabajo de Atención Sanitaria en residencias de ancianos
de la Sociedad Española de Geriatría
y Gerontología, «se produce un incremento de olvidos en aquellas personas
que tienen un ánimo bajo. Vivir con alteraciones de afecto, tristeza, preocupaciones, estrés,
angustia y dormir mal, nos hace proclives a
padecer olvidos e, incluso, puede ser el resultado de una depresión encubierta».
Rosa López apunta que los despistes no
deben ser preocupantes hasta el momento
en que interfieran en nuestro desarrollo
cüario; es dec ir, que olvidem os ac udir a
En apenas 30 años se ha duplicado el número de personas '
mayores. Si se cumplen las previsiones, en 2050 España tendrá
16.394.839 de personas mayores de
65 años, es decir, un 30% de la población total. «Cuando falla la memoria y la persona mayor se queja de sus
constantes olvidos cotidianos, comienzan los problemas. Debido al aumento de
la esperanza de vida, el riesgo de padecer
algún tipo de neurodegeneración cognitiva aumenta, cobrando la memoria especial interés terapéutico». asegura Laura
Ponce de León. «Hay que resaltar -prosigue- la responsabilidad pública en las
políticas sociales para
atender las necesidades que a corto plazo
van a presentar miles
de personas mayores
en España, facilitando
el envejecimiento saludable como medida
preventiva para evitar
la dependencia en un_
numeroso colectivo
de personas envejecidas ». .

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