hipospadia con defecto concurrente de pene y prepucio en canino

Transcripción

hipospadia con defecto concurrente de pene y prepucio en canino
HIPOSPADIA CON DEFECTO CONCURRENTE DE PENE Y
PREPUCIO EN CANINO: INFORME DE UN CASO
HYPOSPADIAS DEFECTIVE CONCURRENT PENIS AND
FORESKIN IN DOGS: CASE REPORT
MVZ. J. Jesús Racanco Delgado1*
MVZ. MC. Jorge Luna del Villar Velasco2
Resumen
La hipospadia es una anomalía congénita de los genitales externos en la que la
uretra peneana desemboca ventral y caudal a su abertura normal. La uretra
puede terminar a cualquier nivel, desde el periné hasta el extremo del pene, ya
que existe una falla en la fusión de los pliegues uretrales. En los casos graves
puede encontrarse un defecto en la unión de las dos mitades de la bolsa escrotal,
usualmente bífida, con desarrollo anormal del pene y falla de la uretra para unirse
en el área perineal. La causa de este desorden es desconocida, pero podría ser
teratogénica o rasgos heredados que afectan la producción de andrógenos o la
unión al receptor. Ha sido reportado como un defecto familiar en algunas razas de
perros, por lo que el propósito de este artículo es describir los hallazgos clínicos
que se presentan, así como el tratamiento más eficaz para su corrección; esto a
partir de un caso diagnosticado en un perro, en el Hospital Veterinario de
Especialidades de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, de la
Universidad Nacional Autónoma de México.
Palabras clave: hipospadia canina, diagnóstico, tratamiento, perros.
Referencias
1.
2.
Residencia – Especialidad en Medicina y Cirugía de Perros y Gatos, Hospital Veterinario de Especialidades
UNAM. e-mail: [email protected]. Tel: 56 22 58 64-67
Académico del área de Tejidos Blandos del Hospital Veterinario de Especialidades UNAM.
Introducción
La hipospadia es la falta de fusión de los pliegues urogenitales, que conduce a la
formación incompleta de la uretra peneana1, 2. Atribuible a la masculinización
incompleta durante el desarrollo del proceso uretral masculino 2. La gravedad del
defecto va desde leve, cuando es de tipo glandular, que se caracteriza solamente
por un ligero cambio físico de la abertura uretral, hasta severo en el tipo perineal,
el cual se caracteriza por una elevada frecuencia de otros efectos congénitos,
como criptorquidia, acortamiento del pene, subdesarrollo del glande, desviación
ventral del pene y subdesarrollo del prepucio ventral. Se considera que no es solo
un problema congénito, sino que puede inducirse mediante la aplicación de
progestágenos durante la gestación y alimentando a la madre gestante con una
dieta deficiente en vitamina A 1. La presencia de hipospadia con frecuencia es
asintomática, especialmente si se presenta solo el tipo glandular, por lo que no es
necesario el tratamiento. Las hipospadias perineales y escrotales con frecuencia
se caracterizan por incontinencia urinaria y dermatitis inguinal como consecuencia
del goteo de orina1, 2, 3, 4.
A causa de las implicaciones genéticas se ha propuesto la hipospadia como un
seudohermafroditismo masculino. Por lo tanto la castración de estos animales
siempre está recomendada y la cría de los individuos con incluso la menor de
estas formas de enfermedad (hipospadia glandular), debería evitarse, a menos
que puedan confirmarse otras causas, tales como la administración de esteroides
a la hembra durante la gestación. La hipospadia se ha documentado en gatos
machos y se ha descritos en gatos afectados por el síndrome de feminización
testicular 1.
La reparación quirúrgica del defecto normalmente requiere pasar un catéter
urinario, disecar y separar la mucosa uretral de la piel a la unión mucocutánea, y
suturar los márgenes incididos de la mucosa uretral, teniendo la precaución de
evitar colocar los nudos dentro del lumen uretral (porque esto puede causar la
formación de cálculo). La amputación de pene y prepucio a nivel de la abertura
prepucial se realiza generalmente en el caso de hipospadia peneana, mientras
que se necesita la amputación completa del pene y el escroto o uretrostomía
perineal en el caso de hipospadia perineal o escrotal, 2, 3, 4, 5, 6, 7.
Presentación del caso clínico
Se presentó al Hospital Veterinario de Especialidades (HVE) de la UNAM, un
perro, Cocker spaniel, de 7 meses de edad y 4.5 kg de peso, con vacunas y
desparasitación vigentes. Tenia historia desde que lo adquirieron observaron que
orinaba anormal, ya que lo hacia en cuadripedestación y se orinaba la región
inguinal meses. Antes de llegar al HVE había sido tratado, al no observar mejoría
clínica se presentaron por una segunda opinión. Al examen físico se encontró un
paciente alerta, con constantes fisiológicas dentro de valores de referencia, y las
siguientes alteraciones genito-urinarias: criptorquidismo unilateral, prepucio no
desarrollado completamente, pene disminuido de tamaño y desviación ventral,
presencia de tejido fibroso entre el pene y prepucio, en ese momento queda con
diagnóstico presuntivo de hipospadia peneana.
Se procede a realizar revisión bajo tranquilización con tiletamina- zolacepam a 3
mg/kg IM, observando que había persistencia del frenillo peneano, el cual se
desgarró, se prescribe amoxicilina/ácido clavulánico 22 mg/Kg PO BID durante
una semana y meloxicam a 0.1 mg/kg PO SID durante 5 días, con indicación de
realizar limpieza de la región inguinal. En la segunda visita se observa que
persiste el problema para orinar, ya que continua sucia la región inguinal. Se
programa para cirugía correctiva de prepucio.
Se realiza la cirugía, en la cuál primeramente se colocó sonda uretral flexible (Fig.
1), posteriormente se incidió la zona mucocutánea sobre la zona caudoventral del
prepucio. También se realizaron cortes de 2 cm de diámetro laterales al prepucio
como liberadores de tensión. Se separó la mucosa de la piel y se re afrontó la
mucosa comenzando en la localización más craneal con puntos interrumpidos
simples con material de sutura absorbible (Fig. 2). Después se afrontó la piel con
una segunda capa de puntos interrumpidos simples con Nylon 5-0, permitiendo un
espacio para permitir la extrusión peneana (Fig.3) El paciente se queda
hospitalizado por 48 horas en las cuales se mantuvo estable, se realizó la
recolección de orina sin problemas, posteriormente se retira la sonda y se envía a
su casa, con la prescripción de amoxicilina + ácido clavulánico a 22 mg/kg PO
BID. El paciente es llevado para su revisión en una semana postquirúrgica en la
cual se observa herida quirúrgica sin complicaciones y los propietarios comentan
que han observado mejoría en el paciente, ya que no se ensucia la región inguinal.
Discusión
De acuerdo con (Svensson 1979), las hipospadias se clasifican de acuerdo a la
localización del orificio uretral, en este caso clínico se clasificó como hipospadia
peneana, la cual es de presentación moderada para fines prácticos,
particularmente en el perro. En este caso el tratamiento inicial fue la reparación
quirúrgica del defecto colocando un catéter urinario, disecando y separando la
mucosa uretral de la piel a la unión mucocutánea, y por ultimo suturar los
márgenes incididos de la mucosa uretral, esto con la finalidad de evitar las cirugías
indicadas como la uretrostomía y la amputación de pene y prepucio que son mas
invasivas, ya que de inicio en este tipo de hipospadia esta indicada, ya si no tiene
el objetivo esperado, las anteriores están indicadas. Además tomando en cuenta
que se trata de un paciente joven, que de inicio es mas complicado por el tamaño
de la uretra. Sin embargo, es muy probable que mas adelante se tenga que
realizar la castración, amputación de pene y prepucio, así como la uretrostomía,
ya que si persiste el problema, la consecuencia de esto es la infección ascendente
de las vías urinarias.
La causa de este desorden es desconocida, pero podría ser teratogénica o rasgos
heredados que afectan la producción de andrógenos o la unión al receptor. Ha
sido reportado como un defecto familiar en algunas razas de perros. En este caso
la hipospadia fue acompañada por otro defecto (criptorquidismo unilateral), sin
poder descartar otros defectos genéticos tales como la reversión sexual XX, los
cuales se deben considerar en el diagnóstico diferencial. Aunque los perros con
hipospadias ligeras pueden reproducirse normalmente, no se recomiendan como
reproductores.
Conclusiones
La hipospadia es una anomalía poco común en el perro y gato. Sin embargo, el
cuadro clínico, aunado a la historia clínica, nos confirma el diagnóstico, tomando
en cuenta que esta asociado a otros defecto como el criptorquidismo.
Este defecto puede presentarse en cualquier punto desde el pene hasta el periné,
y a menudo se asocia con falta de fusión del prepucio o subdesarrollo o ausencia
del pene.
El tratamiento es quirúrgico y consiste en el cierre del defecto; la reparación puede
ser complicada por la ausencia de mucosa, es por ello que se recomienda la
uretrostomía, amputación de pene y prepucio.
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Volumen
VIII
Número
3.
http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n030307/0307056.pdf.
Anexos
Fig 1. Colocación de la sonda uretral e
incisión de piel para evitar tension
Fig 2. Separación de la mucosa y reconstrución
Fig 3. Colocación puntos de sutura en piel

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