El Espíritu de Profecía IV

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El Espíritu de Profecía IV
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Parte IV
Retomamos la siguiente ilustración como referencia para nuestro estudio de esta Parte IV. Gráficamente es un resumen de los
2300 días, nos ayudará a entender:
Séptimo ángel toca la trompeta
22 de octubre de 1844
Sabemos por la escritura que el Santuario sería purificado al final de los 2300 días. Exactamente es al final de este periodo, que
se cumpliría, que el “séptimo ángel tocaría su trompeta”. El final del periodo de los 2300 es el año 1844, más exactamente en
el mes 7ª (que es Tishri), en el día 10 de este mes. Sin lugar a dudas, aquí tenemos la fecha, en la cual se cumpliría el día de la
“expiación celestial”. De acuerdo con los cálculos más exactos, el día de la “expiación”para 1844 coincidiría con el día 22 de
octubre de nuestro calendario gregoriano. Es decir, que el cumplimiento para que el “séptimo ángel toque su trompeta”
exactamente es el día 22 de octubre de 1844. Esta fecha marca el inicio de los eventos presentados en Apocalipsis 10
versículos 7 en adelante.
Los eventos que a continuación se presentan en los versículos restantes de Apocalipsis 10, se encuentran dentro de este periodo
1844, veamos:
Apocalipsis 10: 8, 9(77)
“Y la voz que oí del cielo hablaba otra vez conmigo, y decía: Ve, y toma el librito abierto de la mano del
ángel que está sobre el mar y sobre la tierra. Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito, y él me
dijo: Toma, y trágalo; y él te hará amargar tu vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.”
Nos preguntamos ahora, ¿Qué ocurriría para 1844? Vemos que a Juan se le dice que tome el “librito”, que ya sabemos que es
el libro de Daniel, pero esta vez está “abierto”, es decir está en una condición opuesta a sellado o cerrado. Para este año 1844,
es que se profetiza que el libro de Daniel estaría “abierto”, es decir se tendría un claro conocimiento de él. Recordemos, por lo
presentado líneas arriba, que para esta fecha, quien había logrado alcanzar gran conocimiento sobre el libro de Daniel era un
miembro de la Iglesia Bautista, llamado Guillermo Miller (1781-1849), quien nunca llegó a ser Adventista del 7º Día.
Los acontecimientos proféticos a cumplirse de esta última parte de Apocalipsis 10, son sorprendentes, por su exactitud y
detalle. Simbólicamente estos eventos tendrán su cumplimiento en el orden siguiente:
22 de Octubre
Tragar el
librito
Dulce
como miel
Amargura
Otra vez
Profecía
1
2
3
4
Orden exacto de cumplimiento de los eventos
1844 d.C
Fin de los 2300 años.
Séptimo ángel toca la trompeta
¿Qué debería ocurrir en esta última parte y que significan estos eventos simbólicos? Veamos:
a. Tragar el librito:
Una vez que Juan toma el “librito abierto” de la mano del ángel, la Escritura dice:
Apocalipsis 10: 9, 10(78)
“Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito, y él me dijo: Toma, y trágalo;… Y tomé el librito de
la mano del ángel y lo devoré…”
¿Qué significa “tragar o devorar” el librito? La Palabra de Dios al presentar este evento, por intermedio de Juan al
escribir el Apocalipsis, no es el único, ya que antes que Juan, el Profeta Ezequiel pasó por esta experiencia:
Ezequiel 2: 7- 10(79)
“Les hablarás pues mis palabras, escuchen ó dejen de escuchar; porque son muy rebeldes. Mas tú, hijo
del hombre, oye lo que yo te hablo; no seas tú rebelde como la casa rebelde: abre tu boca, y come lo
que yo te doy. Y miré, y he aquí una mano me fue enviada, y en ella había un rollo de libro. Y lo
extendió delante de mí, y estaba escrito delante y detrás: y había escritas en él endechas, lamentación,
y ayes.”
Nótese, que es justamente cuando Dios da el conocimiento de su Palabra y alguien la oye, que Dios dice de esa persona
que la oye, que es aquella quien abre su boca para tragar el libro o como es en nuestro caso el librito. El libro sin lugar a
dudas es la Palabra de Dios y el librito vimos que es el libro de Daniel que es una parte de la Palabra de Dios. Por tanto
“tragar el librito”, sabiendo que es el libro de Daniel, es recibir el conocimiento acerca de este libro.
Comer a su vez implica recibir con gozo:
Jeremías 15: 16(80)
“Se hallaron tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón:
porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.”
Una vez que queda claro el significado de “tragar”, vemos que de los personajes citados: Isaac Newton, Manuel Lacunza
y Guillermo Miller quienes se centraron justamente como la profecía anunciaba, en Daniel 12, alcanzando renombre, para
1844, solo uno de ellos quedaba con vida, ese era Guillermo Miller, los otros dos ya hacía mucho que habían muerto. Por
tanto el único personaje que queda para 1844 vivo, es en torno al cual tomaremos la aplicación de los últimos eventos.
Simbología:
Tragar = Alimentarse de la Palabra
b. Dulce como miel:
Hemos visto que “tragar” es “alimentarse de la Palabra”, pero no es solamente presenta esto la Escritura, sino
algo más:
Apocalipsis 10: 9, 10(78)
“Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito, y él me dijo: Toma, y trágalo;…en tu boca será dulce
como la miel. Y tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré y era dulce en mi boca como la
miel…”
Sabemos que el conocimiento de la Palabra de Dios es “dulce como miel”:
Salmo 119: 103(78)
“¡Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca.”
Pero de acuerdo con Ezequiel no solo es conocerla y recibirla:
Ezequiel 3: 1- 4(81)
“Y me dijo: Hijo del hombre, come lo que hallares; come este rollo, y ve y habla á la casa de Israel. Y
abrí mi boca, é me hizo comer aquel rollo. Y me dijo: Hijo del hombre, haz á tu vientre que coma, é
hinche tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel. Me dijo
luego: Hijo del hombre, ve y entra á la casa de Israel, y habla á ellos con mis palabras.”
Fíjese que la Sagrada Escritura nos presenta, que el ser “dulce como miel”, es recibir la Palabra pero también
predicarla, darla a conocer, ya que Dios dice: “ve y habla con mis Palabras”.
Simbología:
Dulce como miel = Recibir con gozo y predicar
¿Verdaderamente Guillermo Miller, predicó el conocimiento adquirido del libro de Daniel? En verdad sí. El
trabajo que desarrollo empujó a decenas de miles a aceptar su testimonio en relación a las profecías de Daniel.
Guillermo Miller en toda su campaña evangelística se dedicó por dar un testimonio con respecto a la Segunda
Venida de Cristo, fundamentado en la profecía de los 2300 días.
En el año de 1831, con un permiso de la iglesia Bautista, Miller comenzó a compartir sus hallazgos, logrando en
12 años aglutinar en su movimiento a más de 100.000 norteamericanos. Llegó incluso a traspasar los límites de
América.
Cuando se acercaba la fecha final, Samuel S. Snow, asociado de Miller, convenció al movimiento que la fecha
exacta debía ser el 22 de octubre de 1844, puesto que en ese día los judíos celebraban el “Yom Kippur”, o fiesta
anual de las expiaciones. Ambos, trabajando juntos habían dado en el blanco con una fecha profética anunciada y
no estaban lejos de saber que sucedería un acontecimiento. Pero este acontecimiento no era la Segunda Venida de
Cristo.
¿Cuál fue su error? El error de Miller consistió en no tomar literalmente las Palabras de Cristo:
Mateo 24: 36(82)
“Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino tan solo mi Padre.”
Un error llevó al siguiente, es decir habiendo aceptado que si se podía conocer la fecha de la Segunda Venida de
Cristo, el siguiente paso fue buscar textos que apoyaran su interpretación. Este no se dejo esperar, pues
confundieron un texto, que en si mismo al ser leído detenidamente, no presenta la Segunda Venida:
Daniel 7: 13(83)
“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí en las nubes del cielo como un hijo de hombre que
venía, y llegó hasta el Anciano de grande edad, é le hicieron llegar delante de él.”
La luz que presenta la Escritura con respecto a este texto de Daniel, es la que encontramos en el libro de Hebreos,
donde se nos presenta un arribo de Cristo, pero no a la tierra, sino ante el Padre:
Hebreos 9: 23, 24(84)
“Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas con estas cosas;
empero las mismas cosas celestiales con mejores sacrificios que éstos. Porque no entró Cristo en el
santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por
nosotros en la presencia de Dios.”
El error que le siguió y que lo aparto bastante de la verdad fue considerar no en forma literal este texto, de que el cielo
siendo tan puro, era imposible que allí se necesitase de purificación, que esa purificación tendría que ser, la de la tierra.
Muy a pesar de que el texto que acabamos de leer es claro al decir: “…necesario que las figuras de las cosas celestiales
fuesen purificadas…”
Mas aun, se consideró que la tierra era la habitación de Dios, y que si esto era correcto, entonces Jesús se estaría
dirigiendo a la tierra, esto era para Guillermo Miller la Segunda Venida de Cristo. Este error fue por considerar el
siguiente texto en una forma literal, cuando el contexto presenta todo lo opuesto:
Isaías 66: 1(85)
“Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies: ¿dónde está la casa que me
habréis de edificar, y dónde este lugar de mi reposo?”
Nótese que la primera parte del texto muestra claramente que la habitación de Dios es el mismo cielo, como está
en Salmo 103: 19. Y que lo que Dios quiso manifestar a través de Isaías, es que Él lo llena todo:
Efesios 1: 23(86)
“La cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que llena todas las cosas en todos.”
Por tanto este supuesto arribo de Cristo a la tierra, no era otra cosa, como ya hemos visto líneas atrás que el paso
del lugar Santo al Santísimo en el cielo. La Escritura nos asegura que cuando Cristo ascendió al cielo después de
su muerte, ingresó primeramente al Lugar Santo:
Hebreos 9: 12(87)
“Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas por su propia sangre, entró una sola vez en el
Lugar Santo, habiendo obtenido eterna redención.”
Siendo esto correcto, y sabiendo que Jesús es Sumo Sacerdote del Santuario Celestial:
Hebreos 8: 2(88)
“Ministro del Santuario, y de aquel verdadero Tabernáculo que el Señor asentó, y no hombre.”
Es perfectamente seguro considerar, que al igual que en el Santuario Terrenal, para realizar la purificación del
Santuario Celestial, necesitase Jesús, como Sumo Sacerdote, para este servicio ritual ingresar al Lugar Santísimo
del cielo; puesto que hemos visto que el Terrenal es copia fiel del Celestial y su ingreso es real de acuerdo con:
Hebreos 9: 23, 24(84)
“Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas con estas cosas;
empero las mismas cosas celestiales con mejores sacrificios que éstos. Porque no entró Cristo en el
santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por
nosotros en la presencia de Dios.”
Finalmente, hemos visto a un predicador Guillermo Miller llevar adelante una obra, obra que está en concordancia
con la profecía bíblica hasta aquí. Lo vemos en su predicación dar testimonio de la Segunda Venida de Cristo. Nos
quedan aun dos puntos más. El testimonio de Miller, de decir que la Segunda Venida de Cristo sería el 22 de
octubre de 1844, ¿es correcto? ¿Cuál sería el resultado de esta predicación? Veamos:
c. Amargo:
Una vez que Juan, come el libro y es “dulce como miel”, ocurre algo que ya se le había anticipado:
Apocalipsis 10: 9, 10(89)
“Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito, y él me dijo: Toma, y trágalo; y el te hará amargar tu
vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Y tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré y
era dulce en mi boca como la miel; y cuando lo hube devorado, fue amargo mi vientre.”
Si la Palabra de Dios nos es “dulce como miel”, ¿que puede hacer que esta se torne en “amargura”?:
Ruth 1: 20- 22(90)
“Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara: porque en grande amargura me ha
puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, mas vacía me ha vuelto Jehová. ¿Por qué me llamaréis
Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?”
Simbología:
Amargura = Que Dios testifique en contra nuestra
Fíjese que el texto citado presenta una amargura producida por Dios. Esto está en perfecta concordancia con la amargura
producida en Apocalipsis, ya que es el resultado de tomar la Palabra de Dios. Además notamos claramente tres
condiciones de la amargura de Noemí:
-
Es estar lleno y volver vacío.
Es que Dios de un Testimonio contrario a nosotros.
Que el Testimonio contrario de Dios produzca aflicción.
Estas condiciones se cumplieron perfectamente en la labor de Guillermo Miller:
-
Es estar lleno y volver vacío: Primeramente, si el llenarse se logra con
la Palabrada Dios, este conocimiento los llevó a aceptar la Segunda
Venida para ese año 1844, pero al final no ocurrió, quedaron vacíos, ya
que esa Palabra en relación a la Segunda Venida parecía mentira,
cuando en realidad no lo era, sino que confundieron los eventos.
-
Es que Dios de un Testimonio contrario a nosotros: Segundo, vemos
que el testimonio de Guillermo Miller, fue el de anunciar la Segunda
Venida, este testimonio fue contrario al que Dios manifestó al no
retornar como Miller había aseverado. Realmente estaba ocurriendo un
chasco, pero lo increíble es que este estaba profetizado, como lo
estamos viendo con la Escritura.
-
Que el Testimonio contrario de Dios produzca aflicción: Finalmente,
el testimonio contrario de Dios trajo como resultado aflicción. La
inmensa mayoría que había abrazado el advenimiento de Cristo, ahora
al ver frustradas sus esperanzas comenzaron a retroceder a renegar
algunos de la fe y considerar una vil mentira al movimiento.
Preguntamos, ¿Ud. creería en un movimiento tal? Yo personalmente le puedo decir que no creería, si es que no lo viera
como lo he visto presentado en forma anticipada en la Palabra de Dios. Mi querido amigo Ud. lo está viendo trazado en la
Escritura, texto a texto, es increíble pero es verdad. A anticipado este hecho como le anticipó a Pedro que lo negaría tres
veces, y no por eso era de desecharlo. Las cosas no quedan aquí. Hemos presentado este estudio con el propósito de
mostrar el cumplimiento de que luego de estos acontecimientos Dios tenía provisto la aparición del Espíritu de Profecía
para los días finales.
Eventos que se cumplieron para 1844
Eventos
Significado
Textos
1. Tragar el librito
1. Alimentarse de la Palabra de Dios
Apocalipsis 10: 9, 10
Ezequiel 2: 7- 10
Jeremías 15: 16
2. Dulce como miel
2. Recibir la Palabra de Dios y predicarla
Apocalipsis 10: 9, 10
Salmos 119: 103
Ezequiel 3: 1- 4
3. Amargará tu vientre
3. Que Dios testifique en contra nuestra
Apocalipsis 10: 9, 10
Rut 1: 20- 22
d. Necesario es que profetices nuevamente:
Una vez que todo estaba para ser aniquilado, cuando todos se apartaban del movimiento, Dios aun había previsto lo
siguiente a través de Juan:
Apocalipsis 10: 11(91)
“Y él me dice: Necesario es que otra vez profetices á muchos pueblos y gentes y lenguas y reyes.”
Fijémonos que este pedido se lo hace dentro de la fecha de 1844, y se pide con presteza, como una medida de urgencia,
ya que se dice: “Necesario”. En verdad existía una gran necesidad en el año de 1844. La profecía acerca del Testimonio
de Jesucristo, es decir el Espíritu de Profecía, por lo visto, tiene un cumplimiento exacto y al pie de la letra. Este
cumplimiento lo vemos dado en la persona de Elena G. de White. No queda lugar a dudas, exactamente dos meses
después se le presenta su primera visión en relación al Santuario Celestial, y el paso de Cristo del lugar Santo al
Santísimo en el cielo.
Veamos el cuadro de eventos de cumplimiento real:
22 de Octubre
Crece el
conocimiento del
libro de Daniel
Predicación del
libro de Daniel
Cristo no viene:
Se da el
“CHASCO”
Aparece Elena
G. de White
1
2
3
4
Orden exacto de cumplimiento de los eventos
1844 d.C
Fin de los 2300 años.
Séptimo ángel toca la trompeta
Siguiendo el consejo de Dios a través del apóstol Juan, que nos dice:
1 Juan 4: 1(91)
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo.”
Nuestra siguiente tarea, es probar el mensaje de Elena G. de White, leer sus escritos para saber si están de acuerdo con la
Biblia y estar seguros si son de Dios o no. Esto ya es materia de otro tema. (Vea el Tema: “Pruebas de un verdadero Profeta)
Citas del Espíritu de Profecía en relación a los Testimonios:
Sabiendo que la Palabra de Dios nos presenta el Espíritu de Profecía, como una manifestación sobre su Iglesia remanente en
los días finales, manifestación que se ha dado sobre Elena G. de White, es que citamos algunas de sus profecías en relación a
su obra:
“Una cosa es cierta: los adventistas del séptimo día que adoptan su posición bajo la bandera de Satanás, primero abandonarán
su fe en las advertencias y reproches contenidos en los testimonios del Espíritu de Dios.” Mensajes Selectos, Tomo 3, 93: 3.
“¿Qué reserva adicional de poder tiene el Señor para alcanzar a los que han desoído sus advertencias y reprobaciones y han
atribuido a los testimonios del Espíritu de Dios una fuente no más elevada que la sabiduría humana? En el juicio vosotros que
habéis hecho esto, ¿qué podéis ofrecer a Dios como excusa por haber dejado de lado las evidencias que él os ha dado de que
Dios estaba en la obra? 'Por sus frutos los conoceréis'. No repetiréis delante de vosotros las evidencias dadas en los dos años
pasados en la forma en que Dios ha tratado a sus siervos escogidos; pero la presente evidencia de la forma en que él opera os
es revelada, y ahora estáis en la obligación de creer... No podéis descuidar los mensajes de amonestación de Dios; no podéis
rechazarlos o tratarlos con liviandad, sino con peligro de una pérdida infinita.” Notas Biográficas, 356: 3.
"Júzguense los Testimonios por sus frutos. ¿Cuál es el espíritu de su enseñanza? ¿Cuál ha sido el resultado de su influencia?
Todos los que desean hacerlo, pueden familiarizarse con los frutos de estas visiones. Durante diecisiete años, Dios ha
considerado propio dejarlas sobrevivir y fortalecerlas contra la oposición y las fuerzas de Satanás, y la influencia de los
agentes humanos que han ayudado a Satanás en su obra o Dios está enseñando a su iglesia, reprobando sus errores y
fortaleciendo su fe, o no lo está haciendo. Esta obra es de Dios o no lo es. Dios no hace nada en sociedad con Satanás. Mi obra.
. . lleva la estampa de Dios, o la estampa del enemigo. No hay obra a medias en este asunto. Los Testimonios son del Espíritu
de Dios, o son del diablo.” Joyas de los Testimonios, Tomo 2, 286: 2.
“Es el plan de Satanás debilitar la fe del pueblo de Dios en los Testimonios. Satanás sabe cómo hacer sus ataques. Obra sobre
las mentes para excitar los celos y la disconformidad para con aquellos que están a la cabeza de la obra. Luego se ponen en
duda los dones; y por supuesto, más tarde tienen poco peso y las instrucciones dadas por medio de las visiones son
despreciadas. Luego sigue el escepticismo en cuanto a los puntos vitales de. nuestra fe, los puntales de nuestra posición, y a
continuación la duda en cuanto a las Santas Escrituras y la marcha descendente hacia la perdición. Cuando se ponen en duda
los Testimonios en los cuales se creía una vez y se renuncia a ellos, Satanás sabe que los seducidos no se detendrán con esto, y
él redobla sus esfuerzos hasta lanzarlos en abierta rebelión, que se vuelve incurable y acaba en la destrucción. Cediendo a las
dudas y la incredulidad acerca de la obra de Dios, y albergando sentimientos de desconfianza y celos crueles, se están
preparando para la seducción completa. Se levantan con sentimientos amargos contra aquellos que se atreven a hablar de sus
errores y reprender sus pecados.” Joyas de los Testimonios, 287: 3.
“Un testimonio para ciertos jóvenes, publicado por primera vez en 1880, habla de este punto como sigue: "Un escepticismo
prevaleciente continúa creciendo con referencia a los Testimonios del Espíritu de Dios; y estos jóvenes estimulan las dudas y
cavilaciones en vez de suprimirlas, e ignoran el espíritu, el poder y la fuerza de los Testimonios.”
Me fue mostrado que muchos tienen tan poca espiritualidad que no comprenden el valor de los Testimonios o su verdadero
objeto. Hablan con ligereza de los Testimonios dados por Dios para beneficio de su pueblo, y los juzgan dando su opinión y
criticando esto y aquello, cuando sería mejor haber puesto la mano sobre los labios y haberse postrado en el polvo; pues no
pueden apreciar el espíritu de los Testimonios, porque conocen tan poco del Espíritu de Dios…
Si perdéis la confianza en los Testimonios, os apartaréis de la verdad bíblica. He temido que muchos asumiesen una actitud
dubitativa e inquisidora, y en mi angustia por vuestras almas quisiera amonestaros. ¿Cuántos escucharán la amonestación? De
acuerdo a la manera en que consideráis ahora los Testimonios, si fuese dado alguno de ellos que atravesase vuestro camino y
corrigiese vuestros errores, ¿os sentiríais en perfecta libertad para aceptarlo o rechazarlo en cualquiera de sus partes o en su
totalidad? Aquello que menos inclinados os sintáis a recibir, es con toda seguridad la parte que más necesitáis.” Joyas de los
Testimonios, Tomo 2, 288: 2, 3, 4.

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